LAS CARENCIAS DEL TIBIO

Apocalipsis 3:14-17

Vamos a abrir nuestras Biblias en el libro de Apocalipsis 3.

Quiero hablarle este día acerca de lo que yo he titulado como: Las Carencias del Tibio.
¿Qué es lo que le hace falta al tibio? Pues casi nada, estar caliente. ¿Verdad?

Apocalipsis 3:14-17 sígame con su vista por favor.

14 
Y escribe al ángel de la iglesia en Laodicea: He aquí el Amén, el testigo fiel y
verdadero, el principio de la creación de Dios, dice esto:
15 
Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueses frío o caliente!
16 
Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca.
17 
Porque tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo
necesidad; y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y
desnudo.

El Señor está hablando aquí al Ángel de la Iglesia en Laodicea. ¿Quién es el Ángel? El

pastor. Pero dice la Biblia que está hablando al ángel de la Iglesia en Laodicea. Qué
interesante. Cada una de las cartas fue dirigida al ángel. La palabra ángel quiere decir:
Mensajero. Un ángel es un mensajero. Usted lo encuentra en la Biblia. Entonces cuando
el Señor está hablando al ángel, está hablando al pastor. Él es el mensajero. Y a
propósito hermanos, este es el trabajo de un pastor. Por eso, qué absurdo que un
miembro de la iglesia se enoje con el pastor. “Ay ese pastor nada más me está tirando
a mí. Ay ese pastor nada más faltó que dijera mi nombre”. No, no, no, no, no lo tomé
así. Porque no es así. El pastor nada más es un mensajero, él va delante de Dios: Señor
qué quieres que le diga a tu pueblo. Señor, dirígeme, qué debo predicar. Señor, qué le
hace falta a tu pueblo. Y el Señor le da el mensaje. Yo creo y estoy completamente
seguro porque eso pasa en mi caso y por eso tengo el compromiso de predicarles la
palabra de Dios.

Por eso, Dios dirige esta carta, este mensaje al pastor, al ángel de la iglesia en
Laodicea. Porque el pastor es el que marca el rumbo de una iglesia. Él es el que dirige
la iglesia, él es el guía, él es el pastor y por lo mismo, él marca el rumbo de la iglesia. Si
una iglesia toma un mal camino, es gracias al pastor. Si una iglesia toma el buen
camino, es gracias al pastor. Y esa es la razón hermano de porque usted debe estar
orando por su pastor. Debería estar rogando y rogando al Señor: Dirige al pastor,
bendice a mi pastor, Señor guarda a mi pastor, protege a mi pastor. Qué fácil es criticar
al pastor, pero qué difícil es orar por el pastor, ¿verdad? Especialmente cuando el
pastor predica ese mensaje que nos cae como anillo al dedo, ¿verdad? Que nos pisa los
callos, que nos da como un garrotazo en la cabeza. Usted debería estar contento en
ese momento y decir: Señor, gracias, gracias, y no enojarse con el pastor. En realidad,
el pastor está tratando de ayudarle, a hacerle un bien, no a hacerle un mal. Dios
conoce mi corazón, cada vez que yo predico algunos mensajes con ustedes, yo sé que
voy a lastimar en su estima a algunos hermanitos en la iglesia, pero tengo que
predicarlo, tengo que predicarlo, porque yo sirvo al Señor y si voy a servir al Señor
también voy a servir a los hermanos. Y precisamente por eso predico lo que predico
para servir a los hermanos. Yo sé que muchos no lo toman así porque no andamos en
la misma frecuencia y por eso algunos lo toman como una agresión, como una ofensa,
como un agravio. No ya me voy de la iglesia, nunca más pongo un píe en esta iglesia…
ellos deciden lo que hacen con su vida, pero yo quiero algún día entregarle buenas
1
cuentas al Señor, diciéndoles: Señor hice lo que tú me mandaste hacer, tú me pediste
que yo predicara esto y lo he predicado. Usted también le va a entregar cuentas a Dios.
Qué importante es eso.

Ahora, mire el mensaje que el Señor le da a este pastor. El pastor de la Iglesia en

Laodicea. Dice el versículo 14 nuevamente: 14  Y escribe al ángel de la iglesia en
Laodicea: He aquí el Amén, el testigo fiel y verdadero, el principio de la creación de
Dios, dice esto:
15 
Yo conozco tus obras, … Yo te conozco muy bien iglesia.

Ahora no sólo le está hablando al pastor, sino a toda la iglesia. Tú te puedes esconder
donde quieras, pero yo te conozco. Yo sé qué haces, porque lo haces y cómo lo haces.
No te puedes esconder de mí. Y hermanos, nada más con eso, ya deberíamos de
temblar y de decirle al Señor: Señor, perdóname, si es cierto, tú me conoces, yo estoy
haciendo cosas que no están correctas delante de ti.

Miren lo que sigue diciendo: que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueses frío o caliente!
16 
Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca.

Mire lo serio que es esto hermano. En el termómetro de Dios nada más hay tres
temperaturas. Nada más, no hay más y allí lo acabamos de leer: Frío, tibio y caliente.
¿Sabe quién es un frío para Dios? Un inconverso, un pagano, un idólatra, un borracho,
un adúltero…. Ese es el frío. Es el que no conoce a Dios, es el que no sabe nada de
Dios, ni quiere nada con Dios, ese es el frío.

El caliente, se supone que es el fervoroso, el entusiasmado, el emocionado con las

cosas de Dios, el que quiere servir, el que trabaja y trabaja y trabaja, y no se cansa de
predicar el evangelio, ese es el ferviente, ese es el caliente, ese es el que siempre está
buscando alimentarse, pero alimentar a otros con las cosas de Dios.

Pero el peor, el peor es el tibio… quién es el tibio? El indiferente, el apático, el aburrido,

el que viene a la iglesia: “Ay, no sé para qué vine a la iglesia… Ay, pérdida de
tiempo…”. ¿Verdad que le estoy atinando? Sabe qué es lo más triste hermano? Que
este tipo de cristianos es el que más abunda en las iglesias, este, el tibio. Qué
tremendo sería que tuviéramos puros cristianos fervientes, emocionados,
entusiasmados con las cosas de Dios. Qué tremendo que tuviéramos a gente
inconversa, porque por lo menos podemos predicarle el mensaje de salvación. Pero al
tibio, fíjese qué tan terrible es su condición que dice el Señor: 16  Pero por cuanto eres
tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca.

Me causas repulsión, me das asco, no te aguanto, cristiano tibio arrepiéntete, me

molesta tu presencia. Es lo que está diciendo el Señor.

Para Él la tibieza no es algo normal, no es algo que Él desea, Él dice: Preferiría que
nunca te hubieras convertido a Cristo, que fueras un completo pagano, que te fueras al
infierno. Eso es lo que está diciendo el Señor: Ojalá fueses frío o caliente, pero por
cuanto eres tibio, y repito hermano, lo más triste es que este es la condición de un
montón de cristianos… ¿y sabe qué es lo más terrible? Que a esos cristianos ni les
importa. “Sí, si es cierto que yo soy tibio, sí, si es cierto que soy indiferente, sí, si es

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cierto que me da lo mismo si se acaba la iglesia o no se acaba… a mí no me importa,
ese no es mi asunto, no es mi negocio, a mí no me interesa. Eso es lo más terrible.

Porque mire hermano, como este grupo de personas que la Biblia dice, si nada más
cada uno de nosotros nos entusiasmáramos, fuéramos fervientes para el Señor, qué no
se pudiera hacer y qué no se necesita hacer en este mundo y en este tiempo.

¿Cuál de estas tres es su condición? Cuál de estas tres es su temperatura? Cuál de

estas tres…? Por eso dije: Quiero hablarle de las carencias del Tibio. Por qué el Tibio
llega a esta condición? Yo le garantizo que si usted recibió a Cristo, hubo un tiempo que
usted estuvo ferviente en las cosas de Dios… hubo un tiempo en que usted se
emocionaba, tengo que ir a la iglesia, tengo que leer la Biblia y usted venía y se
sentaba adelante y cada vez que el pastor abría la Biblia y predicaba, usted leía
literalmente cada palabra que salía de la boca de él y usted admiraba al pastor y usted
decía, cuanto sabe este hombre, cuánto conoce la palabra de Dios, qué hombre de Dios
y usted lo admiraba y lo respetaba.,.. pero algo sucedió. Algo sucedió… y usted dijo:
¡No! ya no… ya no! Yo voy a ir a la iglesia nada más para cumplir.

Mire lo que el Señor está diciendo de los tibios. Esa es la razón, repito hermanos, de
porque deberíamos decirle al Señor ahora: No Señor, yo no quiero ser un tibio. Si tú
dices que tu prefieres que sea un triste inconverso, no Señor, yo quiero ser ferviente,
yo quiero estar caliente con las cosas tuyas.

Qué vergüenza que haya cristianos que se emocionan más con las cosas del mundo…
He visto muchos resúmenes de finales de futbol de las ligas más importantes de
México. Los juegos en esos estadios siempre están llenos, a reventar, algunas veces
con lluvia a temperaturas bajas… el boleto más barato cuesta al menos 2 mil pesos en
reventa y los estadios a reventar. Y la gente allí gritando, emocionados porque 22
hombres allí andan corriendo detrás de una triste pelota… y el cristiano no se puede
emocionar con las cosas de Dios? Y el cristiano dice: No, yo soy cristiano, pero no soy
fanático… Pues deberíamos de ser más que fanáticos… si la gente inconversa se
fanatiza por un triste partido de futbol, ¿nosotros no podríamos emocionarnos con las
cosas de Dios? Usted es hijo de Dios, usted es salvo, usted ha nacido de nuevo, su
nombre está escrito en el libro de la vida, ¿creemos en la Biblia… por qué no nos
vamos a entregar tanto? Ah no, es que yo no quiero ser un triste fanático… Mire, la
gente inconversa por qué tantas cosas se fanatizan el 12 de diciembre en la CdMX… se
dicen que cada año visitan la Basílica de Guadalupe más de 3 millones de personas…
por qué ellos si se pueden fanatizar por esas cosas y nosotros no podemos ir más allá
en las verdaderas cosas de Dios.

¿Dónde se encuentra usted? Sabe por qué usted habla de esa manera? Porque está en
la tibieza, ese es usted, aquí está, por eso habla de esta manera… “Yo no más coopero
con lo que pueda… Yo no voy a dar mi dinero para que se lo roben…” Porque así
dicen…. ¿Quiénes lo dicen? Los tibios… los inconversos de plano no dan nada… esos
son más tacaños que nosotros los norteños… desgraciadamente insisto hermanos, los
fervientes, los calientes, los emocionados con las cosas de Dios son muy pocos en las
iglesias en lo general… muy pocos.

Por eso el Señor dice: Esta iglesia, la iglesia de Laodicea, me da asco, me provoca
vómito. Cada vez que los veo, cada vez que pienso en ellos, me provoca una
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indigestión en mi estómago que quiero arrojarlos. Por qué un tibio llega a esa
condición? Las carencias que yo encuentro del tibio son tres también. Vamos a hablar
de la primera carencia del tibio.

¿Por qué al tibio llega a estar tibio?

1. La primera carencia del tibio es la carencia que yo le llamo de

CARÁCTER. No tiene carácter. Qué quiere decir la palabra carácter? La palabra
carácter quiere decir, “el conjunto de virtudes que Dios quiere que nosotros
tengamos para ser semejantes a Cristo. Es controlar nuestros impulsos cuando
los tenemos que controlar”.

En algún momento de su vida, el tibio dejó de desarrollar esas virtudes cristianas en su

vida. aceptó a Cristo, conoció la Biblia, el Espíritu Santo vino a morar en su corazón,
viene a la iglesia, escucha predicaciones, empieza a crecer, a madurar en su vida
espiritual, pero por alguna razón, yo no sé cuál… bueno, sí sé cuál, pecado, pecado.
Algún pecado entra en su vida o algún pecado tiene que dejar y no quiere, y no quiere.
Dice: No, no, no y luego, luego empieza a compararse con otros. Mira fulano de tal,
mira mengano de tal, mira él y a poco el pastor no peca… y empieza a justificarse. El
prejuicio es para él… para nadie más… mire lo que dice la Biblia allí en 2 de Pedro 1:5
mire cual es la voluntad de Dios para uno de sus hijos: 5  vosotros también, poniendo
toda diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento;
6 
al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad;
7 
a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor.

Aquí el apóstol Pedro le está diciendo al cristiano: Hermano cristiano, desarrolla cada
una de esas virtudes, crece, conoce la palabra de Dios, decide que vas a parecerte
cada día más y más a nuestro Señor Jesucristo. Nadie lo puede hacer por usted
hermano, nadie… el pastor le puede predicar, el pastor puede orar por usted,
hermanos pueden orar por usted, pero la verdad es que, si usted no quiere crecer en su
vida espiritual, usted no quiere llegar a la madurez, nunca va a llegar. Se va a quedar
estancado. ¿Es eso lo que Dios quiere? No. usted como padre de familia quiere que su
hijo se quede anormal? ¡Claro que no! usted quiere que él se desarrolle como un ser
humano normal, sano, correcto, es exactamente lo mismo con Dios. ¿Por qué
pensamos que Dios si quiere tener hijos anormales? Porque un tibio no es normal, es
anormal. Tiene problemas, por eso estamos hablando de esa carencia. Mire lo que
sigue diciendo aquí el apóstol Pedro: 8  Porque si estas cosas están en vosotros, y
abundan, no os dejarán estar ociosos ni sin fruto en cuanto al conocimiento de nuestro
Señor Jesucristo.

Dice, no te dejará estar tranquilo, te van a mover, vas a decir, yo tengo que meterme
en la obra de Dios, tengo que involucrarme, yo no puedo ser un espectador nada más
allí criticando lo que están haciendo los demás… pero cuando nosotros nos estancamos
en nuestro crecimiento espiritual, entonces nos convertimos en un triste tibio, en un
miserable tibio.

El Señor le dijo a la iglesia de Laodicea: No te das cuenta que tú eres un pobre, un

miserable, un infeliz, un desdichado… así es la vida del tibio. Usted no se siente bien
aquí, ni tampoco se siente bien en el mundo. Es cristiano, se siente incómodo aquí en
la iglesia: Ay, pura bola de hipócritas, ay por eso no me gusta venir a la iglesia porque
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nada más lo están juzgando a uno. ¿Quién lo juzga a usted? Nadie, usted mismo se
siente incómodo por su pecado… y allá afuera, si usted verdaderamente es cristiano,
yo le garantizo que usted no se puede meter a una cantina y estar tranquilamente allí
en la cantina, usted no se puede meter en un antro y decir: Voy a disfrutar aquí en el
antro… no, no puede. Hay algo dentro de su corazón que le está diciendo: Tú no
puedes estar aquí, tú no debes de estar aquí, tú no debes, este no es tu lugar… no
disfruta. Entonces mire qué miserable es el tibio, qué infeliz, qué desdichado es el tibio.
Y yo no entiendo por qué es que tantos cristianos allí es donde viven.

Mire un ejemplo de esto, está en su Biblia en el libro de Génesis… le estoy dando libros
sencillitos para que los encuentre, porque si le predico de Habacuc… el tibio ni de
chiripa los encuentra…  Génesis 13:8 8  Entonces Abram dijo a Lot: No haya ahora
altercado entre nosotros dos, entre mis pastores y los tuyos, porque somos hermanos.
Así es como se deben arreglar las cosas entre los cristianos… Somos hermanos, ¿por
qué vamos a pelear? Vamos a arreglar las cosas correctamente y si tengo que perder,
pierdo… pero el tibio no quiere perder.

Dice el versículo 9 9  ¿No está toda la tierra delante de ti? Yo te ruego que te apartes de
mí. Si fueres a la mano izquierda, yo iré a la derecha; y si tú a la derecha, yo iré a la
izquierda.
10 
Y alzó Lot sus ojos, y vio toda la llanura del Jordán, que toda ella era de riego, como
el huerto de Jehová, como la tierra de Egipto en la dirección de Zoar, antes que
destruyese Jehová a Sodoma y a Gomorra. 11 Entonces Lot escogió para sí toda la
llanura del Jordán; y se fue Lot hacia el oriente, y se apartaron el uno del otro.

¿Qué hizo Lot? Escogió. ¿Qué fue lo que escogió Lot? Dice la Biblia, la llanura del
Jordán, allí donde se desbordaba el río, allí donde los pastos estaban verdes,
¿abundantes… no era esa la causa del pleito? Los pastores de Abraham y los de Lot se
peleaban por los pocos pastos que había allí donde viven, pero ahora vio allí los pastos
crecidos y abundantes, lo único que le brillo a Lot fue el signo de pesos y dijo: Mira, y
mi tío me dejó escoger, qué tonto es mi tío. Claro, yo escojo allí. Escogió. Y qué
miserable fue a raíz de eso Lot.

Porque mire lo que sigue diciendo verso 12, 12  Abram acampó en la tierra de Canaán,
en tanto que Lot habitó en las ciudades de la llanura, y fue poniendo sus tiendas hasta
Sodoma.
13 
Mas los hombres de Sodoma eran malos y pecadores contra Jehová en gran manera.

¿Usted cree que Lot no sabía eso? Vamos a darle el privilegio de la duda, de que no
sabía. Cuando se fue a vivir allí, se tuvo que haber enterado, pero mire el capítulo 19
donde encontramos a Lot, 19:1 Llegaron, pues, los dos ángeles a Sodoma a la caída de
la tarde; y Lot estaba sentado a la puerta de Sodoma.

¿Sabe quiénes se sentaban a las puertas de las ciudades? Los gobernantes, las
autoridades, allí era donde toda la gente llegaba a resolver sus problemas. Lot estaba
sentado en la puerta de la ciudad, de cuál ciudad? De Sodoma y Gomorra. ¿Yo
pregunto, Lot no sabía, no conocía la condición espiritual, moral de esa ciudad? Claro
que la conocía, pero como su meta era el dinero, esa era su meta, ganar más y más
dinero, poco le importaba lo que Dios dijera, poco le importaba lo que su tío le había

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enseñado, poco le importaba lo que Dios decía, él estaba enfocado 100% en el dinero,
en las cosas de este mundo, en el materialismo, en la maldad.

Y mire lo que sigue diciendo la Biblia en el versículo 2, 2  y dijo: Ahora, mis señores, os
ruego que vengáis a casa de vuestro siervo y os hospedéis, y lavaréis vuestros pies; y
por la mañana os levantaréis, y seguiréis vuestro camino. Y ellos respondieron: No, que
en la calle nos quedaremos esta noche. 3  Mas él porfió con ellos mucho, y fueron con
él, y entraron en su casa; y les hizo banquete, y coció panes sin levadura, y comieron.
4 
Pero antes que se acostasen, rodearon la casa los hombres de la ciudad, los varones
de Sodoma, todo el pueblo junto, desde el más joven hasta el más viejo.
5 
Y llamaron a Lot, y le dijeron: ¿Dónde están los varones que vinieron a ti esta noche?
Sácalos, para que los conozcamos. (Gn. 5, Adán conoció a su esposa Eva y tuvieron
hijos, es decir, tener relaciones íntimas, y mire esos perversos de Sodoma)
6 
Entonces Lot salió a ellos a la puerta, y cerró la puerta tras sí,
7 
y dijo: Os ruego, hermanos míos, que no hagáis tal maldad.
8 
He aquí ahora yo tengo dos hijas que no han conocido varón; os las sacaré fuera, y
haced de ellas como bien os pareciere; solamente que a estos varones no hagáis nada,
pues que vinieron a la sombra de mi tejado.
¿Puede imaginarse que un papá, un padre de familia normal, cristiano, ofrezca a dos de
sus hijas señoritas para que unos perversos abusen de ellas? Eso fue lo que hizo Lot. Lo
normal es que un padre proteja a sus hijos, mire la mente torcida de Lot, ofrecer a
estos perversos a sus hijas. ¿Cómo, eres cristiano Lot? ¿Eres hijo de Dios? ¿Crees en la
Biblia? ¿Por qué haces eso? Eso es lo que hace el tibio, eso es lo que hace, tiene una
mente tan torcida, pervertida como el de la gente inconversa…

Algo curioso, lo que dice el verso 9 9  Y ellos respondieron: Quita allá; y añadieron: Vino
este extraño para habitar entre nosotros, ¿y habrá de erigirse en juez? Ahora te
haremos más mal que a ellos. Y hacían gran violencia al varón, a Lot, y se acercaron
para romper la puerta.

Dios no lo quiere al tibio. Entre los cristianos se siente mal el tibio. Los inconversos no
lo quieren, aquí le dijeron a Lot, lárgate, quítate, ¿cómo vas a venir lo que tenemos qué
hacer? El tibio no haya lugar, no se siente cómodo, no es aceptado en ningún lugar, por
eso le digo en este día al tibio, arrepiéntase de su pecado, dígale al Señor, yo me
quedé estancado. ¿Sabe dónde se atoró Lot? Cuando él escogió al dinero antes que a
Dios. Lo que debió de haber hecho Lot era: No tío Abraham, no, no por favor, no me
ruegues que te deje. Tú eres mi padre espiritual, todo lo que tengo lo tengo por ti, yo
he visto cómo Dios contesta tus oraciones, yo he visto cómo Dios te ha bendecido a ti
tío, no, no yo no me voy a alejar de ti, si tengo que renunciar a mis ganados y a mis
pastores, renuncio, pero yo me quiero quedar a tu lado. ¿Eso debió de haber hecho Lot,
pero lo hizo? No.

Y cuantos cristianos se atoran en algún trabajo, en alguna amistad, en algo material, a

veces en un triste programa de televisión. “Pues yo no le veo nada de malo”, si usted
le hubiera preguntado a Lot, ¿le ves algo de malo a Sodoma y Gomorra? No, yo no le
veo nada de malo, pero vea los resultados, Lot lo perdió todo. Eso es lo que le sucede
al tibio.

Por eso dice el Señor: Te vomitaré de mi boca, me das asco. La primera carencia del
tibio… CARÁCTER. Le hace falta carácter. Le hace falta madurar, crecer y hermano, en
6
la vida cristiana, nunca vamos a llegar a la meta, siempre tenemos que estar creciendo
y creciendo y creciendo y creciendo y creciendo porque la meta es ser como Cristo. Y
sabemos que mientras estemos en este planeta estamos batallando contra nuestra
naturaleza carnal y pecaminosa y mejoramos en un área y ya nos descuidamos en otra
área y luego comenzamos a trabajar en esa otra área y en algún otro lugar en nuestra
vida empezamos a tener alguna otra deficiencia. Por eso el señor dice que debemos
crecer. Por eso necesitamos la iglesia, por eso necesitamos la Biblia, la predicación, por
eso el Señor dejó al Espíritu Santo, por eso necesitamos la oración… estas cosas no son
un lujo, son necesidades para el cristiano.

¿Se ha quedado estancado hermano? ¿Se ha quedado atorado en algún lugar? Dígale
este día, no quiero seguir así, Señor, antes era tan emocionante mi vida, antes era yo
tan feliz yendo a la iglesia, leyendo la Biblia, escuchando la predicación, escuchando
cantos cristianos, ahora todo me molesta, todo me ofende.

La primera carencia del tibio, CARÁCTER.

2. La segunda carencia del tibio: ÁNIMO.

Mire lo que dice la Biblia en el libro de Josué capítulo 1:9 un versículo conocido por la
mayoría de los cristianos. 9  Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no
temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas.

Si se da cuenta, dice aquí la palabra de Dios: Te mando, te mando. Es una orden. Te

mando. ¿Qué es lo que manda el Señor aquí? Que te esfuerces y seas valiente… que no
tema y luego dice también: Ni desmayes. Que quiere decir la palabra desmatar? La
palabra desmayar quiere decir: desanimarse. Las palabras desanimarse y desmayo son
sinónimas. Y quiere decir la palabra desánimo? Es una palabra compuesta por dos
palabras: Des = sin y ánimo = alma. Qué le ocurre a una persona cuando pierde su
alma? Se muere. Cuelga los tenis.

Sabe que esto es lo que le sucede a un montón de cristianos? Se desaniman. Por qué
se desaniman? ¿Por qué se mueren? Vamos a ganar almas… Ay, ¿no…yo estoy
esperando a que me nazca… a un muerto qué le puede nacer? Nada. Una persona
desanimada está muerta, no tiene vida, y es desánimo para otros… porque un
desanimado, un desanimado sirve de tropiezo a otros… allí está el cristiano recién
convertido, animado con las cosas de Dios, pero ve a este cristiano que ya tiene años y
éste se jacta de decir: Yo ya tengo 10 años de estar aquí en la iglesia. ¿Pero qué estás
haciendo por la iglesia? Nada. ¿Por qué? Porque estoy desanimado, es que me
ofendieron y nunca me vinieron a pedir perdón. Por eso el Señor dice aquí, te mando,
te mando, a ti te mando. ¿Qué nos manda? A mantenernos animados… es algo que
nosotros podemos hacer, si no pudiéramos hacer hermanos, por qué el Señor nos lo
manda? Qué injusto el Señor que nos mande hacer algo que no podamos hacer, pero si
podemos.

Dios sabía que si el pueblo de Israel y principalmente con Josué, no se encontraban

animados, no iban a poder conquistar la tierra prometida, entusiasmados. Y hay un
montón de razones que la Biblia nos da de por qué los cristianos se desaniman. Hace

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unos días compartía en un grupo el tema: ¿Por qué se desanima un cristiano? Y vamos
a ver nada más algunas cosas de por qué pierde su ánimo, su entusiasmo, su emoción.

En el Salmo 27:13, mire lo que dice el salmista: Hubiera yo desmayado, si no creyese

que veré la bondad de Jehová, En la tierra de los vivientes.

¿Sabe por qué se desanima un cristiano? Porque pierde su fe, pierde su fe. Deja de
creer en la Palabra de Dios. Cree que no es importante creer en la palabra de Dios. Y
hermano, entiéndalo… el mundo, TV, Radio, revistas, música, lo que usted quiera,
bombardea su fe. Trata de desacreditar la Palabra de Dios. No ha escuchado por allí
que este libro es anticuado, pasado de moda… y allí está la ignorancia. El problema de
muchos cristianos es que se tragan esas mentiras. Satanás quiere que usted empiece a
dudar de la palabra de Dios y siembra la falta de fe, la incredulidad y por eso nos
desanimamos. ¿Qué fue lo que sucedió con Israel cuando iban a entrar a la tierra
prometida? Moisés envió a los 12 espías, no los envió para ver si podían conquistar o
no la tierra prometida, los envió Moisés por orden de Dios para que nada más
ratificaran que efectivamente la tierra era una tierra generosa, una tierra abundante,
una tierra que fluía leche y miel… y ellos lo comprobaron. Pero cuando regresaron,
¿qué fue lo que dijeron? No, no podemos entrar, allí hay gigantes, nosotros parecíamos
como langostas a lado de ellos, no podemos… todo el pueblo se desanimó, empezaron
llorar, a quejarse, empezaron de hablar de apedrear a Moisés apedrear a Aarón y
regresar a Egipto. Es exactamente lo que ocurre con estos cristianos que pierden su fe.
Hermano, no deje que el diablo envenene su mente, por eso métase en la palabra de
Dios, por eso apague la TV, por eso saque esa música mundana, esas películas que
atacan, que critican la palabra de Dios, que se burlan de los cristianos.

¿Cómo se encuentra usted en su fe? Ay, es que es tan difícil la vida… ay es que tengo
tantos problemas… usted como no tiene… Métase de pastor… métase para que vea…
No, si usted la lleva bien fácil, me dicen algunos hermanitos, paseándose… pues
métase a pasear pues… aquí no hay saturación de plazas… aquí hay un montón de
trabajo, si usted quiere tener una iglesia, puede tenerla. El problema es que estos
hermanitos escucharon al diablo ye l diablo poco a poquito le empezó a robar su fe, su
ánimo… y por eso es que usted dice, yo no, yo no confió en nadie, yo no le puedo creer
a nadie… y sí, usted le está creyendo a alguien, por eso habla de esa manera.

¿Cómo se encuentra hermano? La carencia del tibio dije, en primer lugar, es falta de
CARÁCTER, carece de ello. La segunda carencia es que carece de ÁNIMO. Está muerto,
está muerto. Y hermano, nadie le puede resucitar, si usted no quiere seguir adelante, ni
Dios… por eso dice, prefiero que seas frío… totalmente, porque tibio no es normal, no
es bueno. Y hermanos, yo no sé cómo es que un cristiano puede vivir su vida, no lo
entiendo sinceramente… no quiere decir que yo soy perfecto, que nunca he batallado
con estas cosas, pero precisamente porque he batallado con estas cosas, yo no me
puedo dar el lujo de quedar derrotado y no seguir adelante y no voy a buscar la ayuda
del Señor para levantarme y continuar en las cosas de Dios, no puedo y usted tampoco
puede. No debería quedarse así. Deberíamos venir cada día y decir, me arrepiento, no
me había dado cuenta de mi problema, no lo había visto, quiero cambiar, no quiero
seguir igual, quiero que este año sea de crecimiento.

No solamente carece de CARÁCTER, no solamente carece de ÁNIMO…

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 3. La tercera carencia del tibio es: carece de VICTORIAS. Éste vive de
derrota en derrota, de fracaso, en fracaso…

Mire lo que dice la Biblia en Romanos 8:37. Hermano, no se acostumbre a las derrotas,
no se acostumbre al fracaso. Dios quiere llevarnos de triunfo en triunfo, de victoria en
victoria. Dios quiere que el cristiano se habitué a ser victorioso, triunfante, no en
derrota en derrota, no, no, esa no es la vida para el cristiano. Veamos lo que dice la
Biblia: 37  Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel
que nos amó.

Mire lo que dice más adelantito en 2 Corintios 3:17-18, 17  Porque el Señor es el Espíritu;
y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad. 18  Por tanto, nosotros todos,
mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos
transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor.

El Señor planeo que cuando nosotros aceptáramos a Cristo, no solo seamos salvos, sino
que fuéramos creciendo, madurando y teniendo victoria sobre las tentaciones y sobre
el pecado. Yo he visto cómo esto es una realidad. Lo he visto en muchos hermanos en
las iglesias donde he sido pastor. Cuantas personas asisten a nuestras iglesias que en
un tiempo atrás eran de lo peor… lo que usted quiera, de lo peor. Y poco a poco
empezaron a cambiar y a cambiar y si es cierto que tenían un terrible pasado o tienen
un terrible pasado, pero gracias a Dios que ya no viven en ese terrible pasado… y
hermano, eso es lo que Dios quiere de nosotros.

Gracias a Dios porque aún hay hermanos que no quieren seguir siendo tibios. ¿Qué
clase de cristiano es usted? Por eso el Señor dice: El que tiene oído para oír, oiga, oiga
lo que el Espíritu dice a las iglesias. El Señor no quiere que vivamos más en derrota.

Mire la vida de Sansón. Dice la Biblia que Dios lo llamó para que fuera libertador de su
pueblo. Sansón tenía todas las cualidades para llegar a ser un tremendo juez de Israel y
acabar con el dominio de los filisteos sobre el pueblo de Israel. Pero lo más triste es
que Sansón pasó a la historia no como un libertador, sino como un esclavo de su propio
pecado. ¿Sabe cuál era el pecado que tenía Sansón? La concupiscencia. ¿Qué es eso?
Un deseo inmoderado por los apetitos carnales. Él no podía ver una escoba con faldas
porque se enamoraba de esa escoba con faldas. Ese era el problema de Sansón, léalo
en la Biblia. Se casó con una filistea, luego se metió con una prostituta, luego anduvo
con Dalila y no se dio cuenta Sansón que todo lo que quería Dalila era destruirlo,
estaba cegado toralmente con su pecado y no solamente no fue un libertador de Israel,
de los filisteos, sino que murió en manos de los filisteos. ¿Y sabe cómo murió? Dice la
Biblia que se suicidó Sansón. ¿Cumplió su propósito Sansón? NO. cumplió su propósito
Lot? No. Y hay montones de ejemplos en la Biblia de cristianos tibios que no solamente
no encontraron su propósito, sino que fueron una verdadera vergüenza para sus
familias.

¿Qué clase de cristiano es usted? ¿Es del cristiano ferviente, es del cristiano inconverso
o es usted tibio? Si su problema es ser inconverso, hay remedio para su problema hoy,
el Señor quiere ayudarle. Si usted no es salvo, usted puede ser salvo hoy y si ya es
salvo, pero se ha quedado estancado hermano, este día, que sea el día de victoria
donde usted aprenda a vivir victoriosamente y no quedarse derrotado.

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¿Cómo se encuentra usted? Vamos a orar.

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