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FUENTE: LINKEDIN
Cesar Nakasaqui puede ser uno de los abogados más conocido en el Perú. Pero
su popularidad no significa que todos lo aprecien de la misma manera que otros.
Para unos es un maestro en el litigio penal y para otros, la personificación viva
del abogado del diablo por defender los casos más mediáticos de delitos de
corrupción. Pero lo que nadie pondrá en duda es que estamos frente a un
abogado cojonudo que siempre nos sorprende con argumentos y recursos
legales que tiene como efecto remover la justicia penal peruana para desarrollar
el derecho penal y derecho procesal penal peruano. No lo conozco
personalmente, pero es un gran abogado y profesional del derecho.
Desde luego, estas líneas no son para hablar de él, de ninguna manera, sino
para comentar sobre su última movida de ajedrez que acaba de hacer con su
pedido de cese de prisión preventiva a favor de su patrocinado Richard James
Martín Tirado que es investigado por la presunta comisión de delito de cohecho
pasivo especifico y otros en agravio del Estado. Concretamente por el caso de
corrupción seguido contra los árbitros que presuntamente habrían favorecido a
la empresa Odebrecht en los aludos arbitrales.
Claro está que por ningún motivo pretendo hablar sobre el fondo de éste caso.
Pues considero que todavía está en pañales y hay mucho pan por rebanar sobre
el mismo. El detalle importante es que el Juez Jorge Luis Chávez Tamariz, Juez
del Tercer Juzgado de Investigación Preparatoria Nacional Permanente
Especializado en Delitos de Corrupción de Funcionarios, declaro fundado en
parte, el cese de prisión preventiva en favor de Martín Tirado y, con dicha
resolución, marcó la pauta o el génesis de los futuros pedidos de cese de prisión
preventiva en tiempo de coronavirus.
Esta pauta se debe a varios factores pero me limitare solo a unos. En principio
se deduce de la resolución que para la excarcelación en tiempo de COVID-19
no importa la gravedad del hecho. Esto es, que la sanción sea superior a cuatro
años de pena privativa de libertad [Inc. B del Art. 268° del CPP]. Por lo que se
abrió la caja de pandora para que todas las personas privadas de su libertad por
cualquier delito presuntamente cometido pueden solicitar el cese de prisión
preventiva (Extorsión, homicidio, narcotráfico, violación contra la libertad sexual,
etc.). Total, vivimos en un país democrático y de derecho y, como nos agarró el
bicho por todos los frentes, debemos ponderar la vida y la salud de todos al
margen del delito por el que son investigados.
También la resolución del Juez Chavez Tamaris marca la pauta porque la justicia
penal nos dice que el camino procesal para que proceda la libertad de un interno
con prisión preventiva en tiempos de coronavirus, es la “solicitud del cese de
prisión preventiva” y no el recurso constitucional de “Habeas Corpus correctivo”.
Por eso creo que en los próximos días el éxodo para la salir de los penales serán
estas solicitudes y no debe sorprendernos, que los próximos días los procesados
por delito de crimen organizado pidan estas solicitudes, total los procesados por
delitos de cuello blanco no solo deben ser los privilegiados.