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Otra aplicación es comprobar los distintos grados de revenido que pueden alcanzarse en
los aceros, o un correcto recocido de los mismos.
El ensayo de impacto nos suministra una indicación de la fragilidad del material y considera
los tres factores que aumentan la fragilidad (en forma conjunta o individual):
Durante el ensayo, una masa que cae de cierta altura impacta sobre la probeta con muesca
(entalla). Como resultado, se obtiene la energía absorbida por la probeta, cuando esta probeta
es rota de un solo golpe, por una masa que cae.
E
E mg (h0 h f ) y la resiliencia R
s0 Sección transversal
de la probeta en la
zona de la entalla.
Sin embargo, la tendencia es dar los resultados del ensayo expresando solamente la
energía gastada de rotura.
También influyen características propias del material. A menor tamaña de grano, mayor
resistencia al cizallamiento.
Las probetas utilizadas son diferentes dependiendo del tipo de ensayo, y en cualquier caso
están normalizadas.
Las probetas que fallan en forma frágil se rompen en dos mitades, en cambio aquellas con
mayor ductilidad se doblan sin romperse. Este comportamiento es muy dependiente de la
temperatura y la composición química, esto obliga a realizar el ensayo con probetas a distinta
temperatura, para evaluar la existencia de una "temperatura de transición dúctil−frágil".
El método Izod es originario de los países anglosajones (EEUU, Inglaterra). En este
ensayo, la probeta se coloca verticalmente en el dispositivo de sujeción de la máquina. La
masa, al caer, impacta sobre la probeta en la cara que tiene la entalla, a 22mm sobre ella. La
entalla debe quedar enrasada con el borde de la mordaza de sujeción.
La energía de impacto debe ser suficiente para romper la probeta de un solo golpe. En este
método, los resultados se expresan mediante la energía absorbida en la rotura.
El método Charpy ha ido desplazando al método Izod, aún en los países anglosajones. Su
ventaja es que permite realizar ensayos a temperatura distinta de la ambiente, con gran
facilidad; para lograr este objetivo, sólo es necesario llevar la probeta a la temperatura de
trabajo y, luego, ensayarla rápidamente para que la probeta no intercambie calor ni con los
apoyos ni con el aire. En cambio, en el método Izod, como la probeta está empotrada, se
produce gran intercambio de calor entre probeta y apoyos, lo que hace necesario que tanto la
probeta como el dispositivo alcancen la temperatura de trabajo, lo que resulta complejo.
• Apariencia de fractura.
• Temperatura de transición.
Apariencia de la fractura.
En el plano de rotura de la probeta, se distinguen dos zonas una zona dúctil cuyo aspecto
es sedoso y opaco, y una zona frágil de aspecto granular y brillante.
Temperatura de transición.
Determinados materiales (aceros ferríticos, aleaciones de titanio) se caracterizan porque la
energía absorbida en la rotura varía fuertemente en función de la temperatura de ensayo:
Hay diversos criterios para definir la temperatura de transición; los más comunes son:
• Temperatura para la cual la energía absorbida toma determinado valor. Dicho valor varía
según el material ensayado.
• Es la temperatura para la cual la energía absorbida es igual al promedio de las energías
de la zona dúctil y frágil.
• Temperatura para la cual la fractura presenta iguales superficies dúctil y frágil (50 % y 50
%, respectivamente).