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Ganó por abandono

El baúl de los recuerdos. Rosario Central apabulló 4-0 a Newell´s en el clásico del Apertura 1997. Los
rojinegros, que sufrieron cuatro expulsiones, quedaron en inferioridad numérica por una lesión del
uruguayo José Herrera y el árbitro Roberto Ruscio paró el partido.

 Por Carlos Viacava 20.04.2020

El día del abandono. Así quedó instalado en la profusa historia del clásico rosarino. Terminó 4-0. Y terminó
antes de tiempo. Central se jacta desde ese 23 de noviembre de 1997 de haber propiciado la retirada
vergonzante de su máximo rival. Newell´s, en cambio, trata de desterrar de su memoria ese día que lo marcó
para siempre. Sea como fuere, es un partido inolvidable en el que la porción canalla de la ciudad disfrutó de una
de sus jornadas más felices.

Se sabe que en Rosario los duelos entre canallas y leprosos son un terreno fértil para todo tipo de excesos.
Algunos abrazados a la más pura pasión y otros manchados por la violencia. Pero también existe margen para
las grandes jornadas futboleras, ésas en las que se anotan los triunfos memorables. Precisamente eso último
sucedió esa tarde en el Gigante de Arroyito.

Ya a los 2 minutos el equipo de Miguel Angel Russo se puso en ventaja cuando Rubén Polillita Da Silva se
estiró para recibir un centro de Rafael Maceratesi que terminó en gol por la reacción un tanto tardía de Sergio
Goycochea, el arquero rojinegro. Con el resultado a favor, los auriazules empezaron a dominar el partido casi a
su antojo, ante la desesperación de sus adversarios. Si bien Víctor Muller estuvo cerca de la igualdad con un
cabezazo que se fue apenas por arriba del travesaño, las huestes de Miguel volvieron a alejarse. Eduardo Coudet
capturó un rebote y desde fuera del área clavó el 2-0.

Ese tanto empezó a definir el pleito. Central se movía con absoluta comodidad y Newell´s se transformó en
víctima de un repentino e insólito ataque de furia. Se dedicó a no jugar, a pelear y a protestar en lugar de
intentar reaccionar con recursos futbolísticos.  El primero en irse expulsado fue Mariano Dalla Líbera. Las
quejas y la desesperación por agredir a sus oponentes habían ganado la escena. Por eso un rato después también
vio la tarjeta roja Julio Zamora, quien al menos en el entrevero logró llevarse consigo al Polillita Da Silva.

Antes del final del primer tiempo Cristian Daniele estrelló un remate en un palo y apenas antes de que el árbitro
Roberto Ruscio enviara a todo el mundo a descansar, Marcelo Carracedo -de excelente actuación- le puso la
firma a un golazo desde la medialuna del área que fue el cierre ideal para una gran jugada que él mismo había
iniciado en la mitad de cancha. Sí, todo era del local y faltaban todavía 45 minutos…

Seguramente pocos esperaban que el clásico rosarino, que en esos tiempos sabía más de partidos apretados, con
escasas acciones de peligro y pocos goles, ofreciera una versión tan espectacular. Central era amo y señor de la
cancha, liderado por el Bocha Carracedo y por el Negro Omar Palma. Los canallas aspiraban a mantenerse en la
puja por el título, que tenía como amplio favorito a un River fantástico que conducía técnicamente Ramón Díaz.
Newell´s, en cambio, estaba cumpliendo una muy floja campaña y su actuación de esa jornada parecía una
consecuencia lógica de un opaco presente que lo tenía peligrosamente cerca de las últimas posiciones de la
tabla.

Antes del cuarto de hora inicial del complemento, la visita perdió a otro jugador. Julio César Saldaña no tuvo
mejor idea que pegarle sin pelota a Coudet. Ruscio, que ya había amonestado a Larry, lo expulsó. Ese instante
de ira del mediocampista leproso llegó exactamente después que el irreverente Chacho probara puntería al arco
de Goycochea con una rabona que se fue por poco.
Newell´s permanecía en la cancha con ocho jugadores. Central tenía diez, pero con el 3-0 a su favor su control
de las acciones era tal que se esmeraba por exhibir su superioridad con una actuación colectiva para aplaudir.
Bueno, eso hacía el público canalla en una suerte de delirio en azul y amarillo. El Petaco Horacio Carbonari dio
una muestra de su potente pegada con un disparo que fue lo más parecido a una puñalada -la cuarta- que recibía
el tambaleante equipo de Mario Nicasio Zanabria.

Descontrolado, Claudio París agredió a Germán Gerbaudo y también obligó al juez a mostrarle prematuramente
el camino hacia los vestuarios. Newell´s había quedado con siete. Poco después, el uruguayo José Herrera se
tiró dolorido en al área. El cuerpo médico lo atendía. El DT ya había hecho los tres cambios. El último, apenas
60 segundos antes… Ruscio contemplaba la escena esperando una confirmación sobre el estado del zaguero. Al
final, cuando todavía faltaban 25 minutos, el árbitro dio por finalizado el partido. Y sí, Central ganó por
abandono…

LA SINTESIS

Rosario Central 4 - Newell´s 0

Central: Gastón Sessa; Horacio Carbonari, Germán Gerbaudo, Juan Ramón Jara; Eduardo Coudet, Cristian
Daniele, Maximiliano Cuberas; Omar Palma, Marcelo Carracedo; Rafael Maceratesi, Rubén Fernando Da Silva.
DT: Miguel Angel Russo.

Newell´s: Sergio Goycochea; José Herrera, Ricardo Rocha, Juan Pablo Vojvoda, Gabriel Heinze; Julio César
Saldaña, Claudio París, Pablo Guiñazú, Mariano Dalla Líbera; Julio Alberto Zamora, Víctor Muller. DT: Mario
Zanabria.

Incidencias

Primer tiempo: 2m gol de Da Silva (C); 3m Eduardo Bustos Montoya por Maceratesi (C); 17m Hernán
Franco por Guiñazú (N); 35m gol de Coudet (C); 38m expulsado Dalla Líbera (N); 41m expulsado Zamora
(N); 41m expulsado Da Silva (C); 47m gol de Carracedo (C). Segundo tiempo: 12m expulsado Saldaña (N);
15m gol de Carbonari (C); 6m expulsado  París (N); 18m José Albornoz por Franco (N); 19m Diego Crosa por
Muller (N); 20m se retiró lesionado Herrera (N); 20m el árbitro dio por terminado el partido por inferioridad
numérica de Newell´s.

Amonestados: Carbonari y Daniele (C).

Cancha: Rosario Central. Arbitro: Roberto Ruscio. Fecha: 23 de noviembre de 1997.

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