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Elaborado por: Nibsy Pachano

Teoría humanista

La perspectiva humanista que ve al hombre como un ser Bio-psico-socio-espiritual, surge entre la mitad
del siglo XX, oficialmente en USA en 1962, teniendo un auge al colocarse a la altura de enfoques como el
conductismo y el psicoanálisis. Descrita como la tercera fuerza, surge como una postura que busca desarrollar
una psicología que se ocupara de la subjetividad y la Experiencia interna de la persona como un todo. Según
Riveros, (2014. P. 138), sin fragmentaciones como la conducta o el inconsciente, o la percepción o del lenguaje,
sino más bien que contemplara a la persona como objeto luminoso de estudio. Así mismo una disciplina que
investigara los fenómenos más positivos y sanos del ser humano como el amor, la creatividad, la comunicación,
la libertad, la capacidad de decidir, el cambio terapéutico, y sobre todo la autenticidad y el arte de ser uno mismo,
porque de allí debía prevenir el sentido de respeto y responsabilidad, considerándose que de ese núcleo del ser
surja un camino del existir sano, sabio y equilibrado, la autenticidad como un proceso de autoaceptacion y
aceptación de todo lo que existe.
Entre los principales pensadores de este enfoque se encuentra Gordon Allport (1897 – 1967), Abraham
Maslow (1908 – 1970), Carl Rogers (1902 – 1987), Victor Frankl (1905 – 1997), Levi Moreno (1889 – 1974),
Fritz Perls (1893 – 1970).

En palabras de Rodríguez (2014), al referirse al surgimiento de la psicología humanista

“No es posible considerar al hombre como ente, cosa, objeto; el hombre es y siempre será
“un ser”, cuya existencia en el mundo debe ser respetado, al igual que las demás formas de existencia.
De este modo, el enfoque humanista concede gran importancia al estudio del hombre y sus
sentimientos, deseos, esperanzas, aspiraciones; conceptos considerados subjetivos por otros
enfoques psicológicos, como es el caso de las teorías conductistas, basadas solo en el estudio de las
manifestaciones del comportamiento de los sujetos”.

La psicología humanista toma características del existencialismo y la fenomenología y propone un estudio


del ser humano entendiéndolo como un ser consciente, intencional, en constante desarrollo y cuyas
representaciones mentales y estados subjetivos son una fuente valida de conocimiento sobre sí mismo. Tanto la
fenomenología como el existencialismo ponen énfasis en la consciencia y la capacidad del hombre para decidir
qué hacer y esta es en el humanismo su herencia.

Martonell (2008), nos dice que el hombre como hombre sobrepasa la suma de sus partes y lleva su
existencia a un contexto humano, consciente con capacidad de elección, e intencionalidad en sus propósitos,
experiencias y creatividad. En este sentido tenemos que el hombre es una totalidad organizada, que abarca cuerpo,
emociones, pensamientos y acción. Por tanto la experiencia que vive es su realidad y a partir de esta interpreta el
mundo.
A lo sumo de las partes, tiene una tendencia natural a actualizarse y autorrealizarse que le va a permitir
alcanzar cada vez más niveles evolucionados de conciencia; motivo por el cual realiza un esfuerzo intencional
para satisfacer las necesidades experimentadas y mantener el equilibrio, que tiene que ver también con el
reequilibrio entre las polaridades que conviven en sí mismo, en el sentido de tomar conciencia de los aspectos
negados o subestimados y donde revaloriza lo emocional, pues incluso las emociones negativas nos permiten
crecer.
De manera que la psicología humanista como movimiento nace con la visión centrada en que su base es
la persona humana y su experiencia interior, así como en su significado para ella, enfatizando características
distintivas y específicamente humanas, como la decisión, creatividad, autorrealización, etc., manteniendo un
criterio de significación intrínseca, en la selección de problemas a investigar en contra de un valor inspirado
únicamente en el valor de la objetividad, y con el compromiso sine qua non del valor de la dignidad humana e
interés en el desarrollo pleno del potencial inherente a cada persona, para el logro del descubrimiento de sí misma
y su relación con las demás personas y grupos sociales.

Entre los principios básicos de la psicología humanista encontramos:


 El ser humano es una totalidad, si bien parece enfoque holista, consiste en estudiar al ser humano en su
totalidad y no fragmentada.
 El ser humano posee un núcleo central estructurado, que es su “yo”, su “yo mismo” que es la génesis y la
estructura de todos sus procesos psicológicos.
 El ser humano tiende naturalmente a su autorrealización formativa, puesto frente a situaciones negativas,
debe trascenderlas, y si el medio se define como propicio, genuino y empático, amén de no amenazante,
verá favorecidas sus potencialidades.
 El ser humano es un ser inserto en un contexto humano, y vive en relación con otras personas.
 El ser humano es consciente de sí mismo y de su existencia, por lo cual se conduce de acuerdo con lo que
fue en el pasado y preparándose para el futuro.
 El ser humano está provisto con facultades de decisión, libertad y conciencia para elegir y tomar sus
propias decisiones, de manera que estas facultades lo convierten en un ser activo, constructor de su propia
vida.
 El ser humano es intencional, lo que significa que sus actos volitivos o intencionales se reflejan en sus
propias decisiones o elecciones.
Se puede decir que a partir de estas ideas, el movimiento humanista fue dando respuesta al lugar que el hombre
debía ocupar en su relación con otros y con el medio, de manera que se puede interpretar que el centro de atención
fue el hombre mismo, como persona única e irrepetible, viendo todos los mecanismos de ajuste al medio como
una forma de incentivar su creatividad y aprendizaje.

El principio fundamental de la aplicación del humanismo a la psicoterapia es la toma de conciencia de los


aspectos negados en el comportamiento humano, por lo tanto una persona estará saludable en tanto acepte e
integre lo que en realidad le produzca una coherencia entre lo que siente, lo que piensa y lo que hace. La salud
supone ampliar los recursos en lugar de repetir conductas obsoletas que se aprenden en la infancia y que nos
fueron útiles para ese entonces.

Es importante señalar aspectos sobre una terapia y Rodríguez (200), hace acotación señalando que el
terapeuta acompaña a la persona en el proceso de descubrimiento personal, de manera que no da consejos ni
consignas, sino herramientas para explorar y encontrar las propias soluciones, y en la terapia humanista se siguen
aspectos a mencionar como:
• La terapia no se limita solo a los enfermos, toda persona debe participar en un proceso de toma de conciencia,
guiado por un terapeuta.
• El terapeuta debe evitar que la persona “hable acerca de”, es decir, que se refiera a las experiencias en forma de
relatos conscientes del pasado, sino que debe conducirlo a que lo viva, lo experimente, reedite la emoción en el
aquí y ahora. Tener confianza en la persona para que sienta que el poder del cambio está en el presente. El cambio
siempre es posible, en cualquier etapa de la vida, solo depende de que la persona se convenza de sus posibilidades
para lograrlo.
• Teniendo en cuenta que la persona es un todo holístico, no se atenderá solo al relato verbal, sino a la información
no verbal (gestos, posturas, tono de la voz). Esta es la información más relevante, en tanto no es consciente.
• El terapeuta debe abstenerse de interpretar. A diferencia del psicoanálisis, este tipo de enfoque se centra en la
descripción de la experiencia y en su vivencia, no en la interpretación consciente que de esta se haga. Cada persona
es única e irrepetible, por lo tanto las interpretaciones que generalizan y abstraen detalles importantes crean un
obstáculo.
• El terapeuta debe cuidar de que se utilice siempre un lenguaje personal, es decir, en primera persona del singular.
La tendencia a usar formas impersonales o plurales es una forma de evitar la parte de responsabilidad en el
problema El propio Carl Rogers, también importante terapeuta del humanismo, planteó la necesidad de aplicar
los principios básicos de la Terapia Centrada en el cliente (paciente), a la educación en las instituciones escolares.
Debía predominar el respeto y la aceptación de la individualidad, teniendo en cuenta que el maestro no es el único
que enseña, sino que el estudiante debe participar en su formación, y tomar responsabilidad de su aprendizaje.

Para el humanismo el hombre es libre, autodeterminado, su comportamiento y su visión del mundo son
altamente subjetivos e importantes en la terapia. La psicología humanista integra múltiples técnicas terapéuticas,
como la Terapia Centrada en el Cliente de Carl Rogers, que también se conoce como “terapia de Rogers” y otras.
Estas terapias se centran en maximizar el valor y las opciones de cada persona con el fin de obtener una mayor
sensación de poder y libertad, incrementando la autoconciencia de las emociones para alcanzar las metas que
puedan ayudar a promover un cambio positivo. La auto-realización es a menudo considerada como esencial para
este planteamiento.

Terapia centrada en el cliente de Carl Rogers

Esta terapia es una tendencia que se desarrolló como producto de la influencia humanista, tiene como
principal gestor a Carl Rogers, que instrumentalmente se desarrolló como terapia central en el cliente, y que luego
renombro como terapia centrada en la persona. Rogers diferencia su trabajo de otros enfoques como el
psicoanálisis y la terapia conductual usando la expresión intervención no directiva, el cual de enfoca en considerar
que el poder se encuentra en el cliente sano, por lo tanto no es un paciente porque no se encuentra enfermo sino
un cliente que es usuario de la orientación. Aun así le da continuidad al termino de terapia como una connotación
de “curación” (Hernandez, 2004).

Este enfoque conocido como terapia breve se basa fundamentalmente en las soluciones, sosteniendo el
principio de visualización de alternativas necesarias para iniciar el proceso natural de cambio, enfocándose en lo
que el cliente desea alcanzar y no en lo que quiere dejar atrás. Para Rogers el ser humano nace con una tendencia
realizadora, por tanto el individuo posee en sí mismo medios para el auto comprensión para el cambio del concepto
de sí mismo, de las actitudes y del compromiso auotodirigido, los cuales pueden ser explotados con solo
proporcionar un clima determinado de actitudes psicológicas favorable. De modo que la terapia centrada en el
cliente parte de dos grandes premisas como son la confianza radical en la persona del cliente y el rechazo a papel
directivo del terapeuta.

En González (2007), se encuentra también las etapas del proceso no directivo, entre las que destaca:
La descarga, donde se da la fase de expresión de aquello que le ocupa al cliente en cuanto a sus actitudes,
sentimientos y dificultades, se dice que es un aspecto de expresiones relajantes de tensión emocional, hasta poder
alcanzar un nivel de consciencia en cuanto a su actitud y comportamiento, el cual al inicio eran negados, pero que
luego son reconocidos por los motivos que lo llevan a ese punto, lo que desemboca en un proceso de aceptación
de sí mismo.
La atucompensacion, en la cual luego de pasar por un proceso de consciencia y autoaceptacion, se incluyen
actitudes que previamente no eran reconocidas y que en esta fase se hacen expresas de manera verbal.
La decisión, donde el cliente toma la iniciativa y se hace responsable de las soluciones aportadas por su
proceso, siendo entonces el momento en que se hace cargo de sus propósitos, objetivos nuevos, los cuales son
satisfactorios y adecuados a su realidad, y su renovada conducta lo orienta hacia el crecimiento.
La acción, la cual se relaciona con el comportamiento espontáneo y en armonía con las necesidades
sociales, colocando en práctica las soluciones elegidas por él de una forma adaptada a la realidad que lo
circunscribe
Cuadro Nº
Avances de las teorías de Rogers

Diferencias Rogers no se centra en diferencias individuales estables, aunque se puede decir que los individuos difieren en
individuales su nivel de desarrollo y en las condiciones que perciben que deben cumplir para ser aprobados por los demás.
Recientemente, otros investigadores han desarrollado escalas para medir aspectos de su teoría que pueden ser
comparables con los rasgos de personalidad.
Adaptación y Rogers describe en detalle su técnica terapéutica centrada en el cliente. La terapia individual y la terapia de
ajuste grupo, incluidos los grupos de encuentro, producen el progreso a lo largo de las etapas de funcionamiento,
dando lugar a una mayor apertura a los sentimientos, el presente y la elección.
Procesos El pensamiento y el sentimiento pueden ser obstaculizadas cuando se aceptan los mensajes de otros acerca de
cognoscitivos lo que deberíamos ser.
Sociedad La aproximación centrada en la persona tiene implicaciones para el mejoramiento de la sociedad, incluidos la
educación, el matrimonio, los roles de trabajo y el conflicto de grupo (incluso el conflicto entre naciones).
Influencias Rogers no consideró los factores biológicos, pero su proceso de realización se basa en una metáfora biológica.
biológicas
Desarrollo infantil Los niños se alejan de sus fuerzas internas de crecimiento si se les cría en condiciones de valía. Los padres
deberían criar a sus hijos con aprecio positivo incondicional.
Desarrollo adulto La gente puede cambiar en la vida adulta, volverse más libre. La tendencia direccional que se hace evidente
en toda la vida orgánica y humana – el impulso a expandirse, extenderse, desarrollarse, madurar-, la tendencia
a expresar y activar todas las capacidades del organismo, o el sí mismo
Fuente: Cloninger, S. (2003). Teorías de la personalidad p442 PEARSON EDUCACIÓN, México, 2003

Rogers (1979) determino que hay una tendencia a la propensión amplia del desarrollo en la naturaleza, a
avanzar de las formas más simples a las más complejas, siendo en el aspecto humano la tendencia formativa a la
realización, la cual describe a los seres humanos y al resto de los organismos. Las motivaciones biológicas como
el como el hambre y la sed, forman parte de esta tendencia a la realización al igual que las motivaciones superiores
y denomino la tendencia formativa a la propensión general hacia el desarrollo en la naturaleza sana.

En este mismo orden de idea una persona autorrealizada está en contacto con la experiencia interna que
de manera inherente produce el crecimiento, el proceso de valoración orgánica que es una guía subconsciente
que evalúa el potencial de crecimiento de la experiencia, acerca a la persona a experiencias que producen
crecimiento y la aleja de las que lo inhiben, entonces la experiencia interna, más que las reglas externas, las que
dirige las elecciones, desafortunadamente, cuando las personas se desarrollan sustituyen esta experiencia interna
con reglas internas, conforme aprenden valores de la sociedad que interfieren con el desarrollo psicológico
(Rogers 1964), Rogers culpaba a las fuerzas sociales que ocasionan que una persona pierda contacto con sus
procesos internos de crecimiento, desconfiando de sus sentimientos internos, producto también de los mensajes
provenientes de los padres, escuela y sociedad

En esta teoría según Cloninger (2003), encontramos la persona plenamente funcional, que se distingue por
ser una persona que presta atención al proceso de valoración orgánica y llega a la autorrealización. Así que las
personas plenamente funcionales poseen funciones humanas como ser potencialmente creativas, y empáticas,
cuyas características se interpretan como signos de salud mental. Por lo tanto para Rogers la terapia es en tanto
una experiencia que puede ayudar a la gente a reconectarse con sus procesos de valoración orgánica, los cuales
dirigen el sano desarrollo.

Hay condiciones en la terapia de Carl Rogers que deben darse para que la terapia sea exitosa, la primera
condición, es el aprecio positivo incondicional, que señala que un cliente progresara cuando se sientan aceptados
y valorados positivamente por el terapeuta, entonces, ya que tiene relación con aspectos del sí mismo real que
habían sido reprimidos por las condiciones de valía de la niñez. El cliente empieza a confiar en la experiencia
personal, el proceso interno de valoración orgánica. Este aprecio por el cliente da por resultado el progreso
terapéutico Condiciones necesarias y suficientes para el proceso terapéutico.
Por otro lado la congruencia, es una segunda condición para el éxito de la psicoterapia es que el terapeuta
se comporte con congruencia en la interacción. Es decir, la conducta del terapeuta debe igualar a su experiencia
interna. El terapeuta debe ser genuino y en gran medida transparente, de tal manera que el cliente pueda ver el
interior de su experiencia, en lugar de ver sólo una fachada o máscara que oculta a la persona real del terapeuta.
¿Cómo se puede esperar que el cliente se convierta en una persona abierta a la experiencia si el terapeuta no lo
es?
Asimismo la tercera condición es la comprensión empática, donde el terapeuta debe ser capaz de
comprender la experiencia del cliente. Mientras que otros enfoques pretenden reducir el dolor del cliente, el
enfoque centrado en el cliente también busca compartir empáticamente esa experiencia (Gruen, 1998). En gran
medida gracias a Rogers, la empatía se ha convertido en un tema importante de discusión entre terapeutas Rogers
propuso que, cuando se crea un clima terapéutico que tiene las tres características cruciales descritas con
anterioridad (aprecio positivo incondicional, congruencia y comprensión empática), se producirá un resultado
terapéutico positivo. En ese caso, el cliente logrará un mayor desarrollo de las características sanas de la gente
autorrealizada, incluidas la apertura a la experiencia, la autoaceptación y la confianza en la experiencia orgánica
(Rogers, 1961)

Abraham Maslow
Entre las figuras más reconocidas de la psicología humanista tenemos a Abraham Maslow (1908-1970),
cuyo prestigio lo llevaron a ser elegido en 1968 presidente de la American Psychological Association. Comparte
con otros representantes del movimiento humanista el intento de formular un sistema holístico abierto a la
variedad de la experiencia humana y, por tanto, el rechazo al establecimiento de un método único para acercarse
a esta diversidad. Su interés creciente se desarrolló por las personas humanamente excepcionales, por lo tanto el
concepto central en la psicología de Maslow sea el de autorrealización, entendida como culminación de la
tendencia al crecimiento que define como la obtención de la satisfacción de necesidades progresivamente
superiores y, junto a esto, la satisfacción de la necesidad de estructurar el mundo a partir de sus propios análisis
y valores.
Con relación al tema de la satisfacción de necesidades, Maslow establece su jerarquía de necesidades,
quizá la más conocida de sus aportaciones, rechazaba las teorías de la motivación que partían de determinantes
únicos de la conducta proponiendo una teoría de determinantes múltiples jerárquicamente organizados

Esta organización sería en primer nivel estarían las necesidades fisiológicas (comida, agua, sueño, etc.),
necesidades que aun perteneciendo a este nivel tan básico tienen un componente de individualidad. Si estas
necesidades fisiológicas son razonablemente satisfechas aparece el segundo nivel de necesidades: las necesidades
de seguridad. Del mismo modo el siguiente nivel sería el de necesidades de pertenencia y amor; Maslow
consideraba que la frustración en este nivel es el principal trasunto de los problemas humanos de ajuste. El
siguiente nivel sería el de necesidades de estima, que incluiría la necesidad de sentirse competente, de ser
reconocido por los propios logros y de sentirse adecuado. Finalmente, el hombre se abre a las necesidades de
desarrollo de autorrealización, definida más arriba, como necesidades tan integrantes del ser humano como las
primeras.

El proceso que lleva a la autorrealización culmina en lo que Maslow (1962) llama “experiencia cumbre”,
aquello que se siente cuando se alcanza una cota como ser humano, un estar aquí y ahora “perdido en el presente”,
con la conciencia de que lo que debería ser, es. Para Maslow, estas experiencias son perfectamente naturales y
fácilmente investigables (aunque no especifica cómo) y nos enseñan sobre el funcionamiento humano maduro,
evolucionado y sano. Maslow identifica la sanidad, la autorrealización y la creatividad.

Cuando el proceso hacia la autorrealización se corta, aparecen reacciones desanimadoras, compensatorias o


neuróticas y la conducta se focaliza hacia la evitación impidiendo el desarrollo autónomo. Maslow propone una
concepción de la patología, relacionando la privación de los Valores del ser (o Valores-B, del inglés “being”=ser)
con la aparición de determinadas alteraciones, que él llama metapatologías y que entiende como disminuciones
de lo humano. Por ejemplo, cuando el Valor-B “verdad” es privado patógenamente y sustituido por deshonestidad,
la metapatología específica que aparece es la incredulidad, desconfianza, cinismo o recelo.

Dentro de las técnicas más utilizadas por el humanismo, aplicado a los diferentes contextos, se encuentran
las vivenciales y expresivas, como el autorreporte y el psicodrama, además de usar técnicas como la discusión
grupal, la entrevista en profundidad, técnicas de consenso, etc.
Todas ellas tienen el común que ponen el énfasis en el presente, en el aquí y ahora, y en todas ellas el
objetivo es el darse cuenta. Solo en el aquí y ahora se puede producir la toma de conciencia y la persona se puede
responsabilizar de sus acciones

Peter (2007) señala que la psicología humanista ha ofrecido un puesto importante a la cualidad del humor
no solo como recurso y estrategia psicoterapéutica, sino como una forma de percibir, de referirse y de tratar la
vida. El humor no solo facilita una cierta distancia de nosotros mismos no solo como recurso y estrategia
psicoterapéutica, sino como una forma de percibir, de referirse y de tratar la vida. El humor no solo facilita una
cierta distancia de nosotros mismos; y por ende, favorece la salud mental y en ella se sostienen el enfoque logo
terapéutico de Frankl y la psicoterapia centrada en el cliente de Carl Rogers. El humor nos refiere que estamos
plenamente vivos y es la expresión más palpable y directa de la salud emocional del individuo.

Para Frankl nada resulta tan eficaz para distanciarse de sí que el sentido del humor porque el buen humor
es una actitud que ayuda siempre a colocarse más allá de una situación concreta. Allport dice que el neurótico
que aprende a reírse de sí mismo posiblemente está en el camino del control de sí mismo, y tal vez de su curación
(Frankl, 1992 p.172)
Referencia:
Rodríguez, M. (2014 ). ¿POR QUÉ EL ENFOQUE HUMANISTA ES LA ÚNICA OPCIÓN POSIBLE PARA
LAS CIENCIAS SOCIALES?. Alternativas cubanas en Psicología / vol. 2, no. 6.

José Luis Martorell 2008) LA PSICOLOGÍA HUMANISTA Tomado de Martorell, J. L. y Prieto, J. L.


Fundamentos de Psicología, Ed. C. A. Ramón Areces, Madrid, 200
Forero, J, Forero N y Torres D. (2016)aportes de la risoterapia desde la experiencia del clown y el personal de la
salud, frente al bienestar psicológico de las personas. Universidad de Santo Tomas. División de Ciencias de la
Salud. Facultad de Psicología. Bogotá, D.C., 2016
Apìzar H, Salas, (2010). El papel de las emociones positivas en el desarrollo de la psicología positiva. Rev.
Electrónica de estudiantes Esc. De Psicología, Universidad de Costa Rica. 5 (1) 65 -83.

Barragán, A. (2012). Psicología positiva y humanismo: premisas básicas y coincidencias en los conceptos. Revista
electrónica de psicología Iztacala. 15, (4). Vol. 15 Nº 4. Diciembre 2012. México.
Peter, R. (2007). El sentido del humor y el perfeccionismo. Rescatado de:
https://logoforo.com/el-sentido-del-humor-y-el-perfeccionismo/

Rogers, C. R. (1979). The foundations of the personcentered approach. Education, 100, 98–107

Rogers, C. R. (1961a). On becoming a person: A therapist’s view of psychotherapy. Boston: Houghton Mifflin

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