Con aglomeraciones en estaciones y buses se inició el retorno gradual

de trabajadores de la construcción y manufacturas en las capitales

del país. En Bogotá y Medellín la jornada se vivió de manera
satisfactoria y se respetaron los protocolos; sin embargo, en
Cali, Barranquilla y Bucaramanga hubo multitudes en horas
pico que preocupan a las autoridades.

En general, la ministra de Transporte, Ángela María Orozco, calificó la

jornada como positiva. Señaló que, en las horas pico, el transporte
público en las distintas ciudades tuvo un aumento de usuarios de
entre el 9 por ciento y el 32 por ciento. “Lo cual está dentro del
promedio que se esperaba”, afirmó.
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Para Antonio Bocanegra, un conductor de servicios especiales que

transporta empleados de una empresa capitalina, el día fue atípico. A
las 4 de la madrugada, cuando salió en su camioneta,
encontró de nuevo las vías congestionadas, a diferencia de
estos días de cuarentena obligatoria.

Le llamó la atención ver tantos vehículos particulares y

taxis. “Siempre hago el recorrido Fontibón-Hayuelos-Modelia-
Salitre, pero ayer solo hice Hayuelos-Modelia-Salitre, y me
gasté el mismo tiempo: 45 minutos”, cuenta.
Algunas calles de Bogotá registraron congestiones vehiculares.
Foto: 
Mauricio Moreno. EL TIEMPO

Sin embargo, en la medida en que trascurrieron las horas las

congestiones mermaron. De hecho, sobre la una de la tarde, el
secretario de Movilidad, Nicolás Estupiñán, señaló que la
ciudad se sigue comportando con absoluta normalidad.

Así se vivió la jornada en la cual, en principio, se esperaba

que empresas de la construcción y manufactura pudieran
empezar a trabajar de manera gradual, pero no lo pudieron hacer
por la decisión de la Alcaldía de Bogotá de primero exigir la
inscripción, vía internet, y relacionar los protocolos de bioseguridad
en el lugar de trabajo y los sistemas de transporte que utilizarán los
empleados.

Una situación similar se observó en TransMilenio, que funcionó con

toda su flota. Los portales de Usme y Américas, por ejemplo,
estuvieron congestionados. Allí operaron bajo estrictas medidas de
seguridad y distancia mínima de metro y medio entre cada persona.
En esos lugares máximo permitían ingresar entre 34 y 48 personas a
un bus, de pendiendo si es articulado o biarticulado.

“Hay filas y los buses van con buen cupo, quizás no como
antes, pero sí hay mucha gente”, contó un usuario que utilizó el
sistema en la estación de Las Américas. En efecto, ayer fue un día
atípico en Bogotá. Hacía el mediodía ya se habían transportado en
TransMilenio, SITP y TransmiCable alrededor de 377.000 usuarios, un
8 % más que en días pasados de la cuarentena, según la empresa
TransMilenio. Al final de la tarde el aumento ya era del 9 %.