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La Ley 80 de 1993 permite los contratos de prestación de servicios en entidades públicas para funciones temporales, pero la Corte Constitucional estableció que por regla general las funciones públicas permanentes deben ser mediante empleo público en las plantas de personal. La subordinación del trabajador determina la existencia de una relación laboral más allá del nombre del contrato, y los contratos en el sector público no pueden vulnerar los derechos laborales de los trabajadores.
Originalbeschreibung:
La Corte Constitucional ha sostenido que el desempeño de funciones públicas se hará por regla general mediante el empleo público, el cual debe aparecer en las respectivas plantas de personal de las entidades públicas. De esta manera, precisa la corporación que el contrato de prestación de servicios solo se justifica como un instrumento temporal y excepcional, para atender funciones ocasionales y no funciones permanentes y en el cual el contratista goza de autonomía e independencia.
Originaltitel
LA VINCULACIÓN LABORAL EN EL SECTOR PÚBLICO A TRAVÉS DE LA CELEBRACIÓN DE CONTRATOS DE PRESTACIÓN DE SERVICIOS
La Ley 80 de 1993 permite los contratos de prestación de servicios en entidades públicas para funciones temporales, pero la Corte Constitucional estableció que por regla general las funciones públicas permanentes deben ser mediante empleo público en las plantas de personal. La subordinación del trabajador determina la existencia de una relación laboral más allá del nombre del contrato, y los contratos en el sector público no pueden vulnerar los derechos laborales de los trabajadores.
La Ley 80 de 1993 permite los contratos de prestación de servicios en entidades públicas para funciones temporales, pero la Corte Constitucional estableció que por regla general las funciones públicas permanentes deben ser mediante empleo público en las plantas de personal. La subordinación del trabajador determina la existencia de una relación laboral más allá del nombre del contrato, y los contratos en el sector público no pueden vulnerar los derechos laborales de los trabajadores.
VINCULACIÓN LABORAL EN EL SECTOR PÚBLICO A TRAVÉS DE LA
CELEBRACIÓN DE CONTRATOS DE PRESTACIÓN DE SERVICIOS
Anotamos anteriormente, la Ley 80 de 1993 consagra la celebración de contratos
de prestación de servicios en las entidades estatales para desarrollar actividades relacionadas con la administración o funcionamiento de la entidad, por el término estrictamente indispensable. A su vez, señala “en ningún caso generan relación laboral ni prestaciones sociales”, sin embargo, la Corte en sentencia C - 154 de 1997 concluye “salvo que se acredite la existencia de una relación laboral subordinada”.
En torno a los preceptos anteriores, cabe resaltar lo siguiente:
La Corte Constitucional con fundamento en las disposiciones constitucionales
referentes a la función pública y la Ley 909 de 2007, sostuvo que el desempeño de funciones públicas se hará por regla general mediante el empleo público, el cual debe aparecer en las respectivas plantas de personal de las entidades públicas. De esta manera, precisa la corporación que el contrato de prestación de servicios solo se justifica como un instrumento temporal y excepcional, para atender funciones ocasionales y no funciones permanentes y en el cual el contratista goza de autonomía e independencia.
Por lo anterior, la continuada subordinación o dependencia del trabajador respecto
del empleador es el elemento distintivo y determinante del contrato de trabajo y una vez concurra este, se presume que existe contrato de trabajo y no deja de serlo por razón del nombre que se le dé, ni de otras condiciones o modalidades que se le agreguen. En virtud del principio constitucional de la primacía de la realidad sobre formalidades establecidas por los sujetos de las relaciones laborales, la relación de trabajo reposa sustancialmente en la realidad de los hechos que la anteceden, y no de lo estipulado entre el empleador y el trabajador. En consecuencia, si se llegan a constatar los elementos materiales para que exista una relación de trabajo, se debe determinar y declarar el vínculo laboral independientemente del nombre o forma que las partes le hayan otorgado al contrato.
A juicio de la Corte, la subordinación o dependencia del trabajador respecto del
empleador ha sido entendida, como el poder jurídico permanente de que es titular el empleador para dirigir la actividad laboral del trabajador, a través de la expedición de órdenes e instrucciones y la imposición de reglamentos, en lo relativo a la manera como éste debe realizar las funciones y cumplir con las obligaciones que le son propias, con miras al cumplimiento de la misión de la entidad. En armonía con lo anterior, la Corte en sentencia C -171 de 2012 ha sostenido que la administración no puede suscribir contratos de prestación de servicios para desempeñar funciones de carácter permanente de la administración, pues para ese efecto debe crear los cargos requeridos en la respectiva planta de personal, mediante el concurso de méritos.
Por último, la prohibición de celebrar contratos de prestación de servicios cuando
se trata de desempeñar funciones permanentes en la administración, tiene como finalidad, la protección y la garantía de los derechos de los trabajadores y de los servidores públicos, y el impedir que los nominadores desconozcan los principios que rigen la función pública.
En conclusión, de conformidad con las disposiciones constitucionales, los
contratos suscritos por las entidades estatales no pueden menoscabar la dignidad humana ni vulnerar los derechos de los trabajadores, tales como, Igualdad de oportunidades; estabilidad en el empleo; irrenunciabilidad a los beneficios mínimos establecidos en normas laborales; garantía a la seguridad social, entre otros. VINCULACIÓN LABORAL EN EL SECTOR PÚBLICO A TRAVÉS DE LA CELEBRACIÓN DE CONTRATOS DE PRESTACIÓN DE SERVICIOS
La Ley 80 de 1993 consagra la celebración de contratos de prestación de servicios
en las entidades estatales para desarrollar actividades relacionadas con la administración o funcionamiento de la entidad, por el término estrictamente indispensable.
La Corte Constitucional con fundamento en las disposiciones constitucionales
referentes a la función pública y la Ley 909 de 2007, sostuvo que el desempeño de funciones públicas se hará por regla general mediante el empleo público, el cual debe aparecer en las respectivas plantas de personal de las entidades públicas. De esta manera, el contrato de prestación de servicios solo se justifica como un instrumento temporal y excepcional, para atender funciones ocasionales y no funciones permanentes.
Por lo anterior, la continuada subordinación o dependencia del trabajador respecto
del empleador es el elemento distintivo y determinante del contrato de trabajo y una vez concurra este, se presume que existe contrato de trabajo y no deja de serlo por razón del nombre que se le dé, ni de otras condiciones o modalidades que se le agreguen, en virtud del principio constitucional de la primacía de la realidad sobre formalidades establecidas por los sujetos de las relaciones laborales.
En consecuencia, de conformidad con las disposiciones constitucionales
referentes a los derechos sociales, económicos y culturales y en especial el artículo 53 de la Carta, los contratos de trabajo suscritos por las entidades estatales no pueden menoscabar la dignidad humana ni vulnerar los derechos de los trabajadores, tales como, Igualdad de oportunidades; estabilidad en el empleo; irrenunciabilidad a los beneficios mínimos establecidos en normas laborales; garantía a la seguridad social, entre otros.