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© Leandro Liptak 2018 · Venus Saturno Astrología

Curso de Astrología
Espiritual
Leandro Liptak
© Leandro Liptak 2018 · Venus Saturno Astrología

Capítulo 1 ─ Fundamentos 9

¿Qué es la astrología? 10

La astrología como lenguaje 12


Los símbolos del lenguaje 13

Conceptos preliminares 14
Patrón vs. forma 14
La carta natal 16
Un diseño humano y el libre albedrío 16
Identificación y proyección 19
Una estructura de deseos 22
¿Hacia dónde va nuestra atención? 23

Capítulo 2 ─ Los signos 24

Introducción 25

Clasificaciones de los signos 26


Clasificación por polaridades 27
Polaridad positiva 27
Polaridad negativa 27
Una alternancia continua 28
Clasificación por triplicidades 28
Modalidad cardinal 28
Modalidad fija 29
Modalidad mutable 29
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Clasificación por cuadriplicidades 29


Elemento fuego 30
Elemento tierra 30
Elemento aire 30
Elemento agua 30
Los elementos como velocidades 30

Un viaje de la consciencia 31
♈ Aries 32
♉ Tauro 33
♊ Géminis 34
♋ Cáncer 34
♌ Leo 36
♍ Virgo 37
♎ Libra 37
♏ Escorpio 38
♐ Sagitario 39
♑ Capricornio 40
♒ Acuario 41
♓ Piscis 42
Breve repaso 42

Capítulo 3 ─ Los planetas 45

Percibir los signos 46

Los planetas en astrología 48


Nuestro sistema solar 49
Planetas personales 51
Planetas transpersonales 52
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De lo más personal a lo menos 53


Planetas generacionales 53
Las luminarias 55

Un modo de pensar sistémico 55


La definición de sistema 56
Los planetas como funciones sistémicas 58

Los diez planetas 58


Signos asociados a los planetas 59
☿ Mercurio 59
♂ Marte 61
♀ Venus 63
♃ Júpiter 65
⊙ El Sol 68
☾─ ♄ La Luna y Saturno 69
Los planetas transpersonales 76
♅ Urano 77
♆ Neptuno 80
♇ Plutón 83

Capítulo 4 ─ Las casas 89

El aspecto astronómico 90

El aspecto astrológico 97
Planetas y signos en las casas 98
Ecuaciones de aprendizaje 100

Las doce casas 103


Casa 2 103
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Nuestro vínculo con el entorno 105


Casa 3 106
Un qué y un cómo indisolubles 108
Entre lo agradable y lo desagradable 110
Casa 4 111
Casa 5 114
Casa 6 116
Casa 7 120
Casa 8 122
Casa 9 125
Casa 10 127
Casa 11 129
El continuo vivir 131
Casa 12 135
Casa 1 142

Capítulo 5 ─ Aspectos 144

Una analogía musical 145


Distancias en astrología 146

Aspectos mayores 148


Orbes 149
Exactitud de un aspecto 150

El nivel astrológico 152


Una comprensión psicológica 153

Los aspectos en detalle 157


La conjunción (0°) 158
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La oposición (180°) 158


La cuadratura (90°) 159
El trígono (120°) 159
Sextil (60°) 159

Aspectos menores 160


Quincuncio ⚻ (150°) 160
Semicuadratura (45°) y sesquicuadratura ⚼ (135°) 161

El vínculo entre casas 162

Capítulo 6 ─ La interpretación 164

¿Qué es interpretar? 165

Cargas energéticas 166


La identidad como principio organizador 167

El balance de elementos 168

La constitución de la identidad 171


La Luna 172
El Sol y la Casa 5 173
La Casa 10 175
La Casa 1 y el Ascendente 176
Las casas complementarias 176
La Casa 8 y la Casa 12 177

El hilo conductor: el propósito 178


Dones y talentos del ego 179
La Luna 180
La Casa 10 181
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El Sol y la Casa 5 181


Dones y talentos potenciales 182
El Ascendente y la Casa 1 182
La Casa 8 183
La Casa 12 184

La conexión con el propósito 185


Un sendero hacia el propósito 187
Salir de la Luna 188
El ámbito de Saturno 189
La misión de vida en términos de cuadrantes 190
El planeta regente de la carta 191
El planeta dominante 192

Premisas astrológicas 193

Contradicciones aparentes 196

Los nodos lunares 197

Apéndice: dones y talentos según los signos 199

Dones y talentos según los signos 200

Apéndice: guía bibliográfica 202

Una guía a través de la bibliografía 203


Sobre la función lunar 203
Sobre las casas 203
La Casa Doce y la Casa Ocho 204
Compendios 204
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Apéndice: ejercicios prácticos de conciencia astrológica 205

Introducción 206
La preciada atención 206

Ejercicios 208
1. Reconociendo los planetas en las casas 208
2. Identificando aspectos duros 209
3. Revisión de la historia personal 210
4. Uso del lenguaje 211
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Capítulo 1 ─ Fundamentos
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¿Qué es la astrología?
Cada época de la humanidad ha tenido su
propia astrología. ─ Eugenio Carutti

Es posible que el significado intuitivo que tengamos


acerca de la astrología tenga mucho que ver con la imagen de un
místico hablando acerca de cómo los astros influyen al ser
humano y determinan su destino. Hoy sabemos bien que la
astrología que los sabios mostraron a lo largo de las épocas
guardaba estrecha relación con el nivel de consciencia de un ser
humano promedio en aquel momento histórico. En épocas de
reinados, conquistas y guerras, florecía una astrología del todo
interesada en poder predecir, en simplificar la tarea del ser
humano a la hora de tomar decisiones en terrenos poco claros.
La gente se interesaba por determinismos, y poco por observarse
a sí misma. Hoy en día, las cosas han cambiado al menos algo.
Sabemos que pronunciar un destino a una persona es
prácticamente remover su capacidad de elección. Es haberle
dado un rápido atajo, una excusa perfecta para actuar en cierta
dirección ignorando un discernimiento más profundo. Acabamos
de quitar a la persona la grandiosa oportunidad de indagar
dentro de sí.
Hoy florece una nueva humanidad. El autoconocimiento,
otrora privilegio de unos pocos, se expande como una necesidad
colectiva. Y es aquí donde una nueva astrología encuentra lugar:
una astrología para el desarrollo de la consciencia.
Dicha astrología ha cambiado el punto de observación. Ya
no interesa ​determinar al otro, sino todo lo contrario, mostrarle
un enorme y fértil campo de posibilidades; mover a la persona a
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una indagación más y más consciente, para que encuentre dentro


las respuestas a sus preguntas, o quizás también, y mucho antes,
para que formule interrogantes nuevos, más profundos.
Habiendo mencionado esto, podemos abordar una
definición contemporánea de la astrología. Diremos que ​la
astrología es el estudio de la Naturaleza,​ desde un sistema
simbólico particular, es decir, desde un conjunto de símbolos
específico que esta herramienta ha heredado desde sus orígenes
conocidos, miles de años atrás.
Este estudio de la Naturaleza no es exclusivo de la
astrología. La física, la biología y la química (dentro de las
denominadas “​ Ciencias Naturales”), por ejemplo, llevan adelante
el mismo estudio y el sistema simbólico del cual se valen son
fundamentalmente las matemáticas. La psicología y la sociología
(Ciencias Sociales) estudian también aspectos de la Naturaleza
con otro enfoque, que en sus comienzos tuvo mucho de
controversial. Sobre todo en occidente, nos reconocemos como
seres fuertemente racionales, y suena lógico que todo aquello
que no puede ser inmediatamente medido o estimado con
precisión, aquellos entornos donde las variables crecen hasta
parecer caóticos, ahí donde entran factores esencialmente
humanos como la emoción, generara resistencia.
Nuestro estudio en este campo toma entonces algunos
supuestos. Uno de ellos es que la Naturaleza se organiza bajo
ciertas leyes, que pueden también ser vistas como ​patrones (​ y
será frecuente que así los llamemos a lo largo de esta obra).
Dichas leyes no necesariamente se hacen visibles a primera vista
al observador corriente, sino que su percepción y comprensión
cabal dependen de la capacidad de ​ver d ​ el sujeto en cuestión. Y
esto puede tornarse aún más complejo si consideramos un
segundo principio muy importante: ​el observador no está
separado de la Naturaleza,​ por lo tanto, dichas leyes naturales
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también lo tocan, lo incluyen. Llegará así un punto fundamental


en el cual percibir dichas leyes, es percibirse a sí mismo enlazado
en ellas.
Lo fascinante es que hemos heredado un código
simbólico que pretende nombrar estos patrones naturales.
Entonces, debe quedar claro que aprender astrología no es
inventar algo nuevo, sino estudiar lo que ​ya es,​ pero además,
generar un registro cada vez más preciso entre los símbolos de
este lenguaje, y esos patrones preexistentes, que no solo están en
nuestra realidad exterior, sino también interior como seres
humanos.
Desde aquí sabemos, entonces, que hablar de Saturno, no
es haber inventado algo nuevo, no es siquiera hablar del planeta
del sistema solar; es hablar de un patrón, una ley o conjunto de
leyes naturales, que decidimos nombrar con esa palabra o con el
símbolo♄. Y dichas leyes actúan constantemente, ya sea que las
conozcamos o las ignoremos.

La astrología como lenguaje


Tal como hemos dicho, entonces, este lenguaje simbólico,
el lenguaje astrológico, pretenderá ​comunicar la naturaleza como
un entramado de patrones. Ahora bien, a veces olvidamos las
capacidades que tenemos, como seres humanos, de aprender un
lenguaje por contexto, tal como hicimos con nuestra lengua
materna, y sin embargo, en efecto es así. Podemos aprender un
lenguaje por brindar mínimas definiciones y constantes casos de
uso. Incluso aún de adultos es normal que no sepamos definir de
forma precisa ciertas palabras: comprendemos el concepto y
casos de uso, pero esto guarda algo un tanto vago a la hora de
hacerlo explícito.
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Tenemos la misma capacidad para aprender astrología.


Cuanto más la hablamos, más la comprendemos. Por eso, es
fundamental que astrólogos o estudiantes de astrología puedan
encontrarse y hablar compartiendo los símbolos sin necesidad
de definirlos explícitamente: poder decir “mercurio” y que el otro
lo comprenda, para así seguir usándolo más y más en diferentes
contextos, que casi “mágicamente” van ampliando su significado
en quienes lo nombran.

Los símbolos del lenguaje


Nuestro lenguaje cuenta, fundamentalmente, con tres
grandes grupos de símbolos: los signos, los planetas, y las casas.
Tenemos también un cuarto grupo de símbolos, los aspectos, que
merecen una consideración especial y que será dada cuando
lleguemos a ese punto.
Los signos son doce y han sido popularizados por los
horóscopos. Por ahora solo diremos que guardan estrecha
relación con el movimiento de traslación de la tierra. Los
planetas son diez y se corresponden con los nueve planetas del
sistema solar (esto incluye a Plutón) más nuestra luna. Las casas
son doce y están en relación con el movimiento de rotación
terrestre.
Quizás para el occidental promedio, curioso y escéptico,
suene increíble que ciertos “patrones de la naturaleza” hayan
sido simbolizados con planetas del sistema solar o con ciertos
hechos astronómicos. Nuestra hipótesis es la siguiente: todo en
la naturaleza sigue estos patrones, no importa si lo vemos en lo
pequeño, grande, o enorme, en lo sutil o lo más concreto, en lo
animado o inanimado.
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Conceptos preliminares
Antes de comenzar nuestro estudio de los diferentes
grupos de patrones o conjuntos de símbolos (signos, planetas,
casas, etc.) daremos algunos conceptos clave que nos
acompañarán en todo nuestro camino.

Patrón vs. forma


Todo en el mundo de la forma tiene sus
limitaciones. ─ Eckhart Tolle

Si se pidiera a alguien que tomara papel y lápiz y dibujara


allí el ​concepto de las sillas, ¿qué veríamos? Posiblemente ​una
silla. O un conjunto de sillas. Quizás la palabra silla. Sea como
fuere, comprendemos que estamos incapacitados para llevar
adelante esa tarea. ¿Por qué? Porque un concepto es un patrón.
No nos habla de un ​ejemplar,​ por el contrario, es abarcativo, es
inclusivo, y nos permite identificar muchos de ellos bajo el
mismo término. ¿Muchos, cuántos? Infinitos. Una imagen de una
silla, no es el concepto. La palabra tampoco, simplemente ​remite
al concepto.
Es sumamente interesante a nuestros fines considerar
otro aspecto: si pidiéramos a alguien que “piense” en el concepto
de las sillas, ¿qué podemos estimar que surgiría en su mente? De
nuevo, posiblemente una imagen de una silla (o un grupo de
sillas), o la palabra, o escucharía su voz, o alguna voz
pronunciando esa palabra pero una vez más, allí no está el
concepto en su totalidad. Es decir, incluso a nivel mental, los
pensamientos también son ​ejemplares de un patrón que los
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incluye. Pero entonces: ¿dónde reside el concepto, si ni siquiera


se puede pensar como tal? Esta pregunta queda abierta al lector,
no es posible responderla, y es aún uno de los interrogantes
fundamentales: cómo surgen los conceptos en el ser humano.
Estos ejemplos introductorios son de gran ayuda para
que comprendamos lo siguiente: un patrón implica (podemos
decir “contiene”) infinitas formas, pero cada forma jamás
contendrá la totalidad del patrón. ¿Por qué esto es relevante a
nuestro estudio? Porque tal como dijimos, estudiaremos los
patrones de la naturaleza. Y si, por ejemplo, hablaremos de que
Aries es un patrón, tenemos que tenerlo siempre muy presente:
de él se desprenden infinitas formas, pero todas dentro de ese
patrón, que nombramos bajo el nombre de Aries.
Ahora bien, ¿qué son estas formas? Todo lo que podemos
percibir con los sentidos (incluiremos aquí también lo que
podemos “pensar”, es decir, percibir con la mente). Un objeto es
una forma, una persona, pero también un pensamiento, una
imagen o un sonido, y más aún: una conducta, una forma de
proceder, algo que podremos nombrar como una ​forma psíquica.
Siguiendo nuestro ejemplo anterior, diremos que del patrón
ariano (Aries) se desprenden ciertos objetos que le son
representativos, ciertas personas, situaciones, acontecimientos,
conductas, etc. Es decir, comenzamos a percibir lo ariano de la
naturaleza a través de sus formas.
Es preciso entonces aclarar algo más. Formas emergen
constantemente en la naturaleza. Eso no implica que dichas
formas sean la manifestación exclusiva de un único patrón, pero
sí diremos que toda forma que emerge se manifiesta con
predominio de ciertos patrones por sobre otros. Tomando los
doce patrones de los signos, podremos decir que todo objeto
material, por poner un caso, muestra un predominio de ciertos
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signos sobre otros. Esto mismo puede decirse para las personas,
lo cual nos lleva a introducir el concepto de carta natal.

La carta natal
Si alguien ha incursionado al menos un poco en nuestro
tópico, de seguro ha escuchado las palabras “carta natal”.
Acerquémonos a una definición de esto.
Para el astrólogo es relevante el momento en que algo ​se
manifiesta en el mundo de la forma. En el caso de los seres
humanos, el punto crucial que la tradición menciona como
referencial es el momento en que el bebé nace y toma su primera
bocanada de aire. Para ese momento del tiempo, y en cierto lugar
del planeta tierra, queda constituida una carta natal, que es una
fotografía instantánea del sistema solar, de cómo estaban los
planetas configurados en dicho momento, de qué relación
guardaban con la tierra, y de cómo ese sistema solar era
observado desde el lugar del planeta que se tratase. El astrólogo
leerá ese entramado de símbolos a sabiendas de que éste ​es
representativo del individuo en cuestión, es sincrónico ​con ​el
individuo en cuestión, entendiendo esto a nivel de patrones.

Un diseño humano y el libre albedrío


Somos seres condicionados, pero no
determinados. ─ Paulo Freire

De lo anterior se desprende que la carta natal puede ser


considerada símbolo de un patrón único, que “hace” a un
individuo único. ¿Puede esto ser visto como condicionante?
Abordaremos esto con un ejemplo un tanto matemático.
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Un concepto fundamental en matemática son las


llamadas ​funciones​. Una función establece una relación entre dos
o más variables, por ejemplo:
f(x) = x
Con dicha fórmula se establece una relación entre ​x ​y su
resultado (es decir, ​f(x))​ . Así, ​f(1) = 1, f(2) = 2, e​ tc. Podemos
establecer otra relación:
f(x) = 2x
Indicando aquí que el resultado de aplicar la función a un
número (​x)​ es el doble de su valor. Podemos plantear otras
funciones similares: ​f(x) = 3x, f(x) = 4x, ​etc. De hecho, como
tenemos infinitos números, sabemos que tendremos infinitas
funciones de ese estilo. Ahora bien, sucede que si graficamos
estas funciones en un eje cartesiano, llegaremos a ver que todas
ellas son una línea con pendiente, y que la pendiente varía según
el número que acompañe a la ​x ​como multiplicador. Este es el
conjunto de funciones lineales. Infinito, y sin embargo, todos sus
componentes dentro de un mismo “modelo”.
Otro ejemplo de función es el siguiente:
f(x) = x²
Indicando aquí que para el valor escogido, el resultado de la
función será ese valor elevado al cuadrado. Una función más:
f(x) = 2x²
Igual a la anterior, pero el resultado de elevar al cuadrado la
variable ​x e​ s luego multiplicado por dos. Así, tenemos también
infinitas funciones de este estilo: ​f(x) = 3x², f(x) = 4x²​, etc. Si
graficamos estas funciones, todas ellas lucen como una parábola,
con sus ramas hacia abajo. Estas ramas están más o menos
abiertas, según sea el caso del multiplicador que acompañe a la
variable ​x,​ y sin embargo, todas parábolas. Nuevamente, infinitas
funciones dentro del conjunto de las funciones cuadráticas.
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Claramente las funciones lineales y las cuadráticas


denotan patrones diferentes, estos dos grupos de funciones
presentan diseños distintos, y sin embargo, cada uno de ellos
infinitos ejemplares. ¿Podemos decir que algo infinito está
limitado? En un punto sí, una función lineal jamás será
cuadrática y viceversa. No hay equivalencia directa, hay un
diseño limitante. En otro sentido, dando el diseño por sentado,
nos encontramos con infinitos ejemplares.
Así, podemos trazar un paralelismo con una carta natal,
considerando que una carta natal nos habla de ese diseño, pero
que existen infinitas formas de vivirla: de ese patrón pueden
emerger infinitas formas, y sin embargo, todas “producto” del
diseño. Esto se vuelve fundamental para el astrólogo, pues pone
a todo ser humano en un contexto mucho más amplio, al
comprender cabalmente que la ​forma ​en que una mujer o un
hombre vive actualmente su vida, es decir, su diseño, es
solamente ​una f​ orma posible, dentro de las infinitas que esa
matriz describe. Ahora bien, será también estudio del astrólogo,
el cómo de esas infinitas formas ​posibles,​ distintos niveles de
condicionamiento (que podemos pensar en un principio y de
forma lisa y llana como socio-culturales) hacen que algunas
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manifestaciones del patrón sean ​menos tendientes ​a emerger que


otras. Pero debe quedar claro, esto de ningún modo implica
​ e emerger.
imposibles d
Nuestra primer aproximación al libre albedrío humano
consiste en nuestra capacidad de elección acerca de cómo vivir
nuestro diseño. Ahora bien, si está en nosotros otra capacidad, la
de trascender dicho diseño, este tópico excede los límites del
presente libro y así también el campo de estudio de la astrología
tal como la concebimos.

Identificación y proyección
Llegamos entonces a un punto donde, tomando nuestros
supuestos anteriores, daremos un paso más, y es éste un paso en
dirección directa al Ser Humano. Hemos dicho que somos parte
de la Naturaleza como un diseño único, ahora bien, ser parte de
ella es inevitablemente manifestar formas. El cuerpo de un
hombre o una mujer será una forma que emerja de esa matriz
(su carta natal); los pensamientos que sean percibidos por su
mente, sus acciones, las palabras que pronuncie: formas por
doquier. Hemos dicho también que la forma siempre presenta
una limitación, siempre es parcial respecto del patrón. Es así que
desde que una mujer o un hombre nace, comienza un proceso
muy particular de manifestación en el mundo de la forma, y
podemos pensar que toda la carta natal, como patrón, pulsa por
su expresión.
Sin embargo, diremos también que la complejidad que
presenta manifestar formas que emerjan de ese patrón como una
totalidad, es altísima, pues la complejidad del ​pulso vital es
altísima. Ésta es otra hipótesis que sostendremos a lo largo de
nuestro estudio: si miramos con suficiente detenimiento, de
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forma penetrante este pulso instante a instante, veremos que es


un flujo incesantemente ​creativo,​ y esta creatividad debe ser
entendida en la siguiente forma: aquello que sucederá en el
instante siguiente no se desprende como un patrón de lo que ha
sido visto con anterioridad. En términos informáticos podemos
decir que cada instante de vida porta una cantidad de
información que es máxima, nada es despreciable, es en su
totalidad imprescindible.
Es posible trazar una analogía de esto con las
matemáticas, apelando al número ​pi (π), que muchos lo
recordarán por haberlo estudiado en la escuela primaria o
secundaria. Por lo general recordamos que luce más o menos así:
π = 3,14
Muchos quizás sepan también, que dicho número representa una
proporción; y que el número en realidad presenta más decimales
que es posible calcular: 3,141592… Finalmente, algunos sabrán
que esta proporción arroja infinitos decimales, y no sólo eso, sino
que pertenece, en matemáticas, a los llamados ​números
irracionales.​ La particularidad de este conjunto de números es
que si los expresamos como decimales, presentan infinitos y
además es imposible encontrar en estos dígitos un patrón
repetitivo. Cada nuevo decimal que podemos calcular no guarda
relación visible con los anteriores, siendo esto algo que roza lo
que bien podríamos llamar ​caos.​
Quedándonos con este ejemplo quizás podamos
aproximarnos más a esa enorme complejidad vital de la que
hablábamos, y que el ser humano recién nacido comienza a tener
que ​expresar.​ Sabemos entonces, aunque no podamos explicar
por qué, que frente a esa altísima complejidad, una primer
respuesta del ser humano es la ​tensión.​ Tensión a nivel corporal,
a nivel mental (psíquico), que puede ser visto también como un
orden de vibración particular, más veloz, más acelerado.
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Conjuntamente con lo anterior, vemos que una necesidad


primordial de nuestra existencia en sus primeros períodos es la
ausencia de tensión o reducción de ésta al mínimo, teniendo ésto
también una connotación corporal y mental. El neonato ​necesita
estar expuesto a altos niveles de ​relajación ​corporal y
neurológica, dado que incluso a nivel biológico su estructura
física (incluyendo su cerebro) aún están en período de
constitución.
Es por esto que la Naturaleza, siguiendo un principio de
eficiencia o menor esfuerzo, lleva adelante un ​primer movimiento
vital cuando el niño nace: crea una ​simplificación ​de sí mismo,
una simplificación “artificial” del patrón complejo que es, para
así poder alivianar la tarea de manifestar formas y la
complejidad que esto conlleva. Esta simplificación implica
ignorar ciertas cosas, ciertos aspectos de la Naturaleza de la cual
se es parte. Por eso, decimos que con este primer movimiento
vital nace la fracción entre ​consciente e​ ​inconsciente.​
Llamaremos entonces consciente a aquellos aspectos del
patrón que quedaron incluídos en la simplificación, es decir, que
no fueron ignorados; de esa fracción del patrón surgirán ciertas
formas sobre las cuales la persona irá progresivamente
reconociéndose. A este proceso lo llamaremos ​identificación.​ Por
otro lado, el inconsciente de la persona quedará constituido por
el ​complemento ​de la consciencia, es decir, todo aquello del
patrón (la carta natal) que fue ignorado en la simplificación. Lo
interesante a mencionar es que lo inconsciente inevitablemente
también manifestará formas, sólo que la persona no será capaz
de reconocerse en ellas.
Decimos entonces que esas formas, que son
manifestaciones de lo inconsciente, también me constituyen de
forma esencial, pero al no reconocerme en ellas se presentarán
como externas: formas que la persona concibe “ajenas”, pero le
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son constitutivas. Esta faceta también es producto de la


simplificación inicial y la llamaremos ​proyección.​ Así,
identificación y proyección constituyen las dos caras de una
misma moneda.
Para ponerlo en un lenguaje más coloquial, podríamos
decir que veremos parte de nuestra energía ​proyectada por fuera
en personas, objetos, situaciones, acontecimientos, o incluso es
interesante el caso de ​pensamientos en los que tampoco nos
reconoceremos, que resultarán foráneos a nuestros patrones de
pensamiento habituales, con los cuales nos identificamos.
Cabe mencionar dos últimas cosas. La primera es que
este proceso que a todos nos acontece al nacer, se da ​antes de
que tengamos uso de razón, es decir, antes que podamos teorizar
o reflexionar al respecto. Volveremos sobre esto en los próximos
capítulos, pues es uno de los principales motivos por los cuales
desarmar esa simplificación inicial se nos presentará como una
tarea sumamente compleja. Segundo, debemos mantener
presente, todo el tiempo a lo largo de nuestro estudio, por qué lo
proyectado está proyectado. Disolver la simplificación inicial
implicaría reconocerse también en lo que fue ignorado, lo cual
sabemos, vuelve a ponernos frente a una complejidad elevada
que conllevará un mayor grado de tensión (al menos
inicialmente) y que este mecanismo vital intenta reducir al
mínimo.

Una estructura de deseos


La mente antecede a todo lo demás, la
mente es lo más importante. ─ Gautama,
el Buda
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La particularidad esencial de aquello que proyectamos es


que, para ponerlo en términos sencillos, también ​nos atrae.​ Es en
última instancia parte de nuestra ​estructura (​ usaremos este
término muchas veces para referirnos a nuestra carta natal). La
complejidad está en que, como mencionamos, nos atrae pero
tenemos una incapacidad inicial para ​reconocernos ​en esas
cualidades, algo que termina manifestándose en nuestra vida
como ​conflicto e​ n uno u otro ámbito de la misma.

¿Hacia dónde va nuestra atención?


Cuando hablamos de “aquello que nos atrae”, decimos
principalmente que ​atrae nuestra atención.​ Podemos imaginar,
para graficar el concepto, que dos personas viajan juntas en
automóvil y observan por la misma ventanilla que da hacia la
calle en un instante determinado. Del amplio panorama que la
visión propone, una habrá notado una pareja en la vereda que
parecía discutir, otra a una niña que caminaba de la mano de su
madre. Podemos pensar que el ejemplo es simple, pero la
cantidad de información presente en la realidad instante a
instante para ser percibida por nuestros sentidos es inmensa, y
de hecho está científicamente comprobado que constantemente
estamos haciendo un recorte de lo que percibimos, de la
información que conscientemente procesamos.
Desde nuestra mirada como astrólogos sabemos que
nuestra carta natal está en directa relación con aquellos aspectos
de la realidad a donde nuestra atención se dirige. De hecho, para
el astrólogo los ​doce signos del zodíaco están presentes
constantemente en todo, y dos personas, con diversas
estructuras, extraerán de la misma “realidad objetiva”, sus
propias realidades subjetivas.
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Capítulo 2 ─ Los signos


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Introducción
Los doce signos del zodíaco son el primer conjunto de
símbolos que estudiaremos en nuestro curso. Con el fin de
clarificar mínimamente el aspecto astronómico de la cuestión,
diremos que éstos guardan relación con nuestro movimiento de
traslación anual alrededor del sol. Dicho movimiento presenta
cuatro instantes particulares: dos solsticios, y dos equinoccios.
Esos cuatro puntos dividirán la trayectoria de nuestra tierra en
cuatro segmentos de igual duración. Luego, cada uno de esos
cuatro cuadrantes puede ser dividido en tres, dando lugar a doce
franjas, doce porciones de esta trayectoria, equivalentes a doce
partes del año (aunque esto no implica que estén alineadas con
nuestro año gregoriano).
Estas doce partes guardaban originalmente también una
relación ​espacial con las doce constelaciones del zodíaco, si bien
ahora, debido a otro movimiento de la tierra menos conocido
popularmente (llamado ​movimiento de precesión de los
equinoccios)​ la relación entre los signos del zodíaco y las
constelaciones análogas se encuentra desfasado. Este
movimiento da origen a las llamadas ​eras astrológicas​, tópico que
excede los alcances de este curso.
Como ya hemos mencionado, para el astrólogo los doce
signos están presentes en todo lo existente, si bien una forma
puede presentar un predominio mayor de algunos por sobre
otros. El ​zodíaco ​se convierte así para el astrólogo en su
abecedario fundamental, y poco a poco el estudiante irá
aprendiendo a ​mapear la realidad con esta matriz de doce
patrones, es decir, irá construyendo asociaciones entre estos
doce símbolos y las percepciones, tanto de su realidad exterior
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como interior. Al respecto citamos al famoso astrólogo francés


André Barbault:
“No existe un objeto, un verbo, un estado, una situación…
que no sea expresión de una tendencia zodiacal, planetaria o
zodio-planetaria. La práctica astrológica conduce, pues, a una
búsqueda, siempre enriquecida pero jamás acabada, del inventario
de cada signo y de cada planeta.”

Clasificaciones de los signos


Si quisiéramos mencionar a una persona de forma
unívoca, podríamos llamarla por su nombre completo, o utilizar
alguna forma aún más específica de referencia de la misma, como
su número de documento. Sin embargo, vemos que también es
posible aproximarnos a una mención de esa misma persona
dando caracterizaciones. Así, podríamos decir, referente a su
estatura, que alguien es alto o bajo (con algún criterio), o que el
color de su pelo es tal o cual, etc. A medida que damos cada vez
más caracterizaciones, si bien no nombramos a la persona de
forma específica, nos acercamos cada vez más a una definición
puntual de ella.
Eso mismo sucede con los signos del zodíaco. Veremos
que hay clasificaciones fundamentales que nos ayudan a hablar
de los signos, a caracterizarlos. Veremos cada una de ellas,
recordando que todo signo puede ser clasificado por una u otra
de éstas, y que un signo no puede pertenecer a dos posibles
valores de una categoría (así como una persona no puede tener
el pelo de color negro y rubio a la vez ─en términos generales y
a modo de ejemplo─).
© Leandro Liptak 2018 · Venus Saturno Astrología

Clasificación por polaridades


Todo signo del zodíaco puede ser clasificado por
polaridad, y comúnmente hablaremos de “la polaridad de tal o
cual signo”. Algo polar es algo que tiene dos extremos; así, esta
clasificación admite dos posibilidades a las que llamaremos en
principio polaridad ​positiva ​y ​negativa ​respectivamente. Es decir,
que todo signo del zodíaco será o bien de polaridad positiva o
bien de polaridad negativa, pero jamás ambas al mismo tiempo.

Polaridad positiva
Podemos llamarla también polaridad “activa” o ​yang
según la doctrina oriental. Representa el principio activo o
masculino en la naturaleza, el movimiento de manifestación, y
nos será muy útil imaginar a todos los signos de esta polaridad
como realizando un movimiento ​excéntrico​, es decir, un
movimiento que comienza en el centro y se dirige hacia la
periferia.

Polaridad negativa
Es importante aclarar aquí que “negativo” no hace
mención a un juicio de valor. Podemos llamarla también
polaridad “receptiva” o ​yin.​ Representa el principio pasivo o
femenino en la naturaleza, la cualidad de recepción y espera.
Aquí el movimiento imaginado será ​concéntrico,​ es decir, un
movimiento que parte en la periferia y se dirige hacia el centro.
© Leandro Liptak 2018 · Venus Saturno Astrología

Una alternancia continua


Es útil notar que en la naturaleza, ambas polaridades
coexisten y se implican mutuamente. Esto también nos sucede
como seres humanos. Encontraremos personas que en normas
generales están más orientadas hacia la manifestación y otras
más orientadas hacia la espera, la escucha, la recepción. Incluso
tendremos períodos de nuestras vidas donde una u otra
polaridad se hace predominante.
Para los taoístas, todo lo existente en la naturaleza
presenta un predominio yin o yang. Como astrólogos podemos
pensar en esto como una reducción de los doce signos, dado que
tendremos seis signos de polaridad positiva y otros seis de
polaridad negativa. Veremos cuáles son esos signos más
adelante.

Clasificación por triplicidades


Esta clasificación se conoce también con el nombre de
modalidades.​ Como su nombre lo indica, admite tres posibles
valores: modalidad ​cardinal,​ ​fija y ​mutable.​ Nuevamente diremos
que un signo “es” (puede ser clasificado) de una de estas tres
modalidades, pero nunca de más de una simultáneamente.
Las modalidades las comprenderemos más en
profundidad cuando hayamos examinado los doce signos más en
detalle, pues debemos comprender a nivel ​consciencia cada una
de ellas. Sin embargo las explicaremos ahora brevemente.
© Leandro Liptak 2018 · Venus Saturno Astrología

Modalidad cardinal
Todos los signos pertenecientes a esta modalidad (serán
cuatro en total) hablan de algo muy nuevo que se está
proponiendo a la consciencia en el zodíaco; algo que rompe
abruptamente con lo anterior para generar un nuevo orden de
potencialidades. Así, la modalidad cardinal habla de energía de
inicio​, de ​comienzo​s.

Modalidad fija
Los signos de modalidad fija siempre suceden a los
cardinales. Esta modalidad trae ​estabilidad a​ l proceso que, si lo
vemos temporalmente, comenzó en el signo anterior de
modalidad cardinal.

Modalidad mutable
Estos signos suceden a los signos de modalidad fija, y
luego serán sucedidos por signos de modalidad cardinal.
Entonces sabemos que nuestra secuencia es cardinal, fijo,
mutable; cardinal, fijo, mutable, etc. La energía mutable (también
llamada ​mudable)​ provee ​adaptabilidad y ​flexibilidad,​ necesaria
dado que el signo precedente es fijo, y el posterior será
nuevamente cardinal, proponiendo un nuevo comienzo muy
contundente que, podemos pensar, no sería posible directamente
viniendo de un signo fijo. Por eso es bueno imaginar a la energía
mutable como energía ​puente​, con la capacidad de estar con un
pie en lo anterior (signos fijos) y un pie en lo próximo (signos
cardinales).
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Clasificación por cuadriplicidades


Esta clasificación se la conoce más popularmente con el
nombre de ​elementos y son justamente cuatro: ​fuego​, ​tierra​, ​aire
y ​agua​.

Elemento fuego
El elemento fuego siempre nos remitirá a cualidades de
espontaneidad y ​creatividad;​ también a ​movimiento​. A nivel
humano tendrá así un correlato muy importante con el cuerpo y
la acción física.

Elemento tierra
Este elemento nos remite a los distintos niveles de ​forma
y ​concretitud;​ a lo pragmático y el énfasis en lo tangible.

Elemento aire
El elemento aire nos habla de ​vincularidad​, de ​relación,​ y
en algún sentido es dependiente de la forma (los signos de tierra
siempre anteceden a los de aire). Es preciso tener cosas que
vincular para poder hacerlo. Caso contrario el vínculo carece de
sentido alguno. Tiene un correlato con la actividad mental.

Elemento agua
Aquí, el agua como elemento nos remite a algún tipo de
interioridad​, que asociaremos fuertemente al nivel emocional.
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Los elementos como velocidades


Una analogía útil es pensar en los cuatro elementos como
una caja de velocidades de un automóvil, siendo los signos de
fuego y aire los más veloces y los de tierra y agua los más lentos.
Nuevamente, esto no emite ni pretende un juicio de valor; ambas
“velocidades” son mutuamente necesarias en la naturaleza,
según sea el caso. De hecho, como más adelante se podrá
apreciar, los signos de polaridad positiva siempre corresponden
también signos de los elementos fuego o aire y
consecuentemente, los signos de polaridad negativa
corresponden a aquellos signos cuyo elemento es tierra o agua.
Esto plantea un punto importante de reflexión, pues la
velocidad de la que hablamos puede también ser comprendida
como un diferente nivel de vibración corporal, de tensión o
relajación, que también podemos aplicar a la ​velocidad de los
pensamientos que se suceden en la mente. La ​manifestación ​o
principio activo bien podríamos asociarlo a cierto nivel de
vibración, y la ​recepción a otro, menos veloz si se quiere, siendo
esto igualmente necesario.
Es interesante que, como seres humanos, suele costarnos
reconocer que todo es igualmente necesario según sean las
condiciones y el momento que lo requieran, pues eso habla de
una complejidad mucho mayor, y de la cual es mucho menos
trivial extraer una regla general; quizás nos gustaría que todo
fuera o siempre activo o siempre receptivo, y sin embargo, la
lógica de la naturaleza parece ser mucho más minuciosa.
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Un viaje de la consciencia
Estamos entonces ahora en condiciones de comenzar
nuestro recorrido por los doce signos del zodíaco. Podemos
pensar en el zodíaco como un viaje circular de doce estaciones,
motivo por el cual con frecuencia utilizaremos aquí el término
​ el zodíaco para referirnos a los signos. Sin embargo,
estadíos d
antes de comenzar haremos algunas aclaraciones.
Es común encontrar en algunos libros a los signos
directamente relacionados con rasgos o ​formas de la
personalidad. Según nuestro enfoque y lo antedicho la
indiferenciación entre la vida y el zodíaco, no podemos reducir
los signos a simplemente eso. Todo estudiante de astrología se
enfrenta a una desafiante tarea: comprender estos doce patrones
presentes en todo.
¿Cómo abordar este estudio? Justamente por eso
debemos ser muy delicados; muchas veces, si diéramos más
información que la estrictamente necesaria, podríamos desviar el
curso del aprendizaje al reducir los patrones a sólo ​ciertas
formas. Y sin embargo, también sabemos que podríamos escribir
al menos un capítulo para cada signo del zodíaco a fin de
comunicar de forma más abarcativa cada uno de éstos.
Presentaremos entonces a cada uno de ellos como un
estadío de la consciencia, un momento particular, un
desdoblamiento de la vida, si es que podemos llamarlo así, que
presenta ciertas particularidades y ​complejidades que le son
inherentes.
Algo relevante es que el zodíaco es una estructura
circular, pero para estudiarla debemos comenzar por algún
punto. ¿Cuál elegir? Para la tradición astrológica el signo de Aries
© Leandro Liptak 2018 · Venus Saturno Astrología

es el punto de partida, lo cual también hace sentido pues


debemos “comenzar” por algún lugar, y ese ​inicio es algo que
resonará con las cualidades intrínsecas de este signo.

♈ Aries
● Polaridad positiva
● Modalidad cardinal
● Elemento fuego

Para comenzar nuestro viaje es preciso que imaginemos,


que concibamos un momento en el cual todo lo que existe en el
Universo está condensado en un punto infinitesimal. Todo está
allí, en potencia, y al momento de Aries, todo eso que estaba allí
condensado, se libera con una explosión de energía. Esto es
Aries: un estadío del zodíaco donde lo único que existe es
liberación de energía, tan solo energía. Es claro como podemos
imaginar aquí el movimiento excéntrico de la polaridad positiva,
lo contundente de la modalidad cardinal y la suma
espontaneidad del elemento fuego.
En cierto sentido, Aries es el signo más ​simple del
zodíaco. Es el punto de menor complejidad del mismo. Más
adelante en nuestro estudio volveremos a preguntarnos qué
implica que un ser humano cargue estructuralmente con una
gran dosis de energía ariana. ¿Cómo lo vivirá su psicología? Y
desde ya podemos comenzar a preguntarnos qué clase de
conductas podrían ​emerger​ de este patrón, de este signo.

♉ Tauro
● Polaridad negativa
● Modalidad fija
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● Elemento tierra

Si en Aries todo lo que existía era energía, al llegar el


estadío taurino del zodíaco, toda esa energía se reabsorbe y
condensa en ​forma.​ Tauro es el nacer de la forma; ese estado de
la consciencia donde éso es lo único que existe. Nuevamente
vemos aquí lo concéntrico de la polaridad, y es interesante
observar que la energía total de este sistema o universo que
estamos imaginando con fines didácticos nunca se pierde; en
tauro se encuentra presente, pero de otro modo que en aries.

♊ Géminis
● Polaridad positiva
● Modalidad mutable
● Elemento aire

Si en aries sólo existía energía y en tauro solo forma


(podemos pensar: sólo materia), en géminis nace la consciencia
de la interrelación entre estos dos factores. Nace el vínculo
(elemento aire) y con él la comprensión de que energía y forma
guardan relación. Esto da lugar a la ​multiplicidad ​en la forma,
pudiendo surgir variedad de formas cada una portando una
parte de la energía total del sistema y además ​en relación las
unas con las otras. Todos los signos de aire hablan de vincular
pero no del ​tipo ​de vínculo; no hablan de especificidad o
particularidades de un vínculo por sobre otro, motivo por el cual
muchas veces se habla de estos signos como “desapegados”
cuando es llevado al plano de las relaciones interpersonales.
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♋ Cáncer
● Polaridad negativa
● Modalidad cardinal
● Elemento agua

El signo de cáncer es un signo al cual daremos mucha


importancia. Algunos autores dirán que el estado de consciencia
de la humanidad, en términos generales, se encuentra en este
punto del zodíaco. Es decir que todos, como seres humanos,
resonamos fuertemente con la energía canceriana, más allá de las
particularidades de nuestra carta natal. Veamos entonces qué
propone este signo.
Cáncer es un signo de habla de ​agrupar formas y por lo
tanto también de ​separar ​de otras. Esta agrupación se da bajo
algún criterio, con algún límite o borde que incluirá ciertas
formas pero consecuentemente excluirá otras. Es decir que la
energía de cáncer nos hablará tanto de unión como de
separación, es decir, de ​distinción. Vemos entonces cómo esta
energía nos resulta tan familiar pues esta agrupación la
encontramos en diversos sitios en la naturaleza: en las manadas,
los clanes, las familias, los pueblos, las naciones, etc.
Dado que las formas están siendo agrupadas, están
siendo diferenciadas de otras agrupaciones de formas. Es decir,
con este nacer de la ​diferencia n​ ace un fenómeno fundamental: la
identidad​. Ahora bien, esta primera identidad será una identidad
grupal: somos en tanto grupo que funciona como un todo, es
decir, simbiotizado, donde no hay diferencia individual. Como
dirá Eugenio Carutti, tenemos aquí el fenómeno de la ​identidad
por pertenencia​.
© Leandro Liptak 2018 · Venus Saturno Astrología

Esto es algo que nos sucede a todos los seres humanos en


nuestros primeros años de vida. Nuestra identidad individual,
auto-referencial, aún no se ha desplegado, y no tenemos
capacidad de realizar una distinción profunda entre nosotros y
nuestros vínculos más primarios, siendo el caso más
representativo el de nuestro vínculo con nuestra madre.
Cáncer es un signo del elemento agua. Como ya
mencionamos, este elemento nos habla de una interioridad que
surge, y en este caso es esa interioridad grupal que separa de un
afuera ​que por primera vez aparece. Esta es otra consecuencia
del signo de cáncer, el nacer de un mundo ​privado,​ interno,
diferente del mundo externo, público. Este movimiento nos
remite también a la distinción entre consciente/inconsciente
presente en todos nosotros como seres humanos.
Cáncer hablará de distinguir vínculos, algo que no estaba
presente en el signo de géminis. En los seres humanos, esta
distinción se da fundamentalmente a través de la ​emoción:​ qué
sentimos con unos u otros con quienes nos relacionamos nos
permite distinguir y etiquetar nuestros vínculos: mi padre, mi
madre, un completo extraño, un hermano, etc. Ahora bien; esa
capacidad de distinción tiene mucho que ver con el factor ​tiempo
y consecuentemente con un fenómeno: la ​historia​. Estos dos
puntos se vuelven claves en cáncer pues sólo a través de la
comparación histórica puede surgir una diferencia vincular.
Podemos decir entonces que la identidad que propone el signo
de cáncer es una identidad histórica: soy mi historia, mi pasado.

♌ Leo
● Polaridad positiva
● Modalidad fija
● Elemento fuego
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Al llegar el estadío leonino del zodíaco, esas ​formas que


tomaron identidad grupal en cáncer, ahora emprenden un
movimiento de diferenciación individual. Es decir, el signo de
Leo propone una identidad que no se basa en la historia y
consecuentemente debe ser hallada en el ​presente​. Esto es lo
sumamente creativo del signo de Leo: alinearse con el pulso vital,
con la creatividad vital para encontrarse como una manifestación
individual de ese mismo pulso. Esto implica romper con la
identificación que proponía el signo anterior, y realizar un
movimiento muy propio para finalmente permitir que nazca la
propia singularidad en la forma.

♍ Virgo
● Polaridad negativa
● Modalidad mutable
● Elemento tierra
Virgo es quizás uno de los signos más crípticos del
zodíaco. A partir de Leo en adelante tendremos una dificultad
mayor para comprender los signos que suceden pues comienzan
a estar más y más alejados de lo que como humanidad
reconocemos.
Para comprender este signo imaginaremos que una ​duda
es sembrada en cada una de esas identidades leoninas. Una duda
que será vivida como una sensación, una intuición, de que quizás,
cada una de esas identidades singulares, forma parte de algo
mayor, de un ​orden mayor​. Esto es crucial porque en cierto modo
implica cuestionar la grandeza de la singularidad leonina, pues
de ser así, la identidad que se ha constituido es realmente única,
pero el ​proceso de individuarse no lo es. Esto es, visto desde Leo,
quitar relevancia a la propia identidad.
© Leandro Liptak 2018 · Venus Saturno Astrología

Es muy importante que tengamos en cuenta que el


zodíaco es una estructura relativa: dependiendo de dónde nos
paremos como observadores (en qué signo), es cómo se nos
presentan los demás puntos. Y si, como dijimos, a nivel
humanidad nos encontramos en Cáncer (y en parte en Leo),
desde allí Virgo parece comprometer y quebrantar la identidad, y
a medida que avancemos en los signos sucedentes, este proceso
de “crítica” a la identidad irá amplificándose más y más.

♎ Libra
● Polaridad positiva
● Modalidad cardinal
● Elemento aire

Libra es otro punto crítico para la consciencia


(modalidad cardinal) y en cierto modo el paso obvio luego de
Virgo. Es el surgir, por primera vez, de una prueba contundente
de que, efectivamente, otras entidades realizaron el mismo
proceso de individuación leonino. En Libra surge el ​otro​; es el
encuentro de dos identidades leoninas.
Esto tiene una relevancia fundamental: dos identidades,
igualmente válidas. Comenzamos a ver cómo esto es una fuerte
crítica a la relevancia individual. Trasladándonos un poco más a
nivel humano, podemos pensar en dos personas, cada una con
sus propios deseos, intereses. ¿Bajo qué criterio los intereses de
uno serían mejores o más válidos que los intereses del otro? Esto
es lo que se vuelve claro para Libra, con lo cual se emprende en
este signo la búsqueda de la armonía entre identidades, algo que
requiere que la atención se mueva fuera de la propia identidad
forzosamente hacia el otro.
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♏ Escorpio
● Polaridad negativa
● Modalidad fija
● Elemento agua

Al llegar Escorpio, el proceso de interacción vincular se


profundiza. Es como si esas dos identidades fueran atraídas la
una hacia la otra con una intensidad tal que invitara a que
estuvieran más y más próximas. ¿Qué es lo que genera esa
atracción? Nada más ni nada menos que aquello de sí que esas
identidades leoninas dejaron fuera de su campo de
identificación. Es decir, aquello que Jung llamará la ​sombra:​ en
Escorpio la sombra de sí que es proyectada en el otro atrae
instintivamente, pulsionalmente, invitando a una intimidad
vincular que revelará aspectos ocultos de la propia personalidad
a través del vínculo. Esos aspectos, otrora proyectados
(inconscientes) se tornan ahora hacia la luz invitando a una
profunda transformación de la identidad anterior. Tal es el poder
vincular y sumamente creativo que se despliega durante este
signo. Vemos aquí entonces al elemento agua como una
interioridad compartida​ (referente al vínculo).

♐ Sagitario
● Polaridad positiva
● Modalidad mutable
● Elemento fuego

Llegado este punto podemos pensar que Escorpio trajo al


vínculo un máximo nivel de creatividad, extinguiendo su
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potencial. Eso se construyó a fuerza de ​replegarse ​sobre el


vínculo, dirigiendo hacia allí todo el foco. Usaremos la metáfora
de dos quienes comienzan a cavar un pozo en busca de agua y
finalmente, luego de mucho cavar, la encuentran, pero han
llegado tan profundo que olvidan que arriba había otra realidad
muy distinta a aquella en la que actualmente se encuentran. Esto
tiene profunda relación con el ​Alegoría de la caverna ​de Platón,
en la cual encontramos personas nacidas en cautiverio en una
cueva, y que sólo conocen la luz a través de las sombras de un
fuego proyectadas sobre una pared. Una de estas personas logra
liberarse de su prisión, sale de la cueva y encuentra otra realidad,
pero al volver y comunicárselo a sus similares, éstos descreen
que eso sea posible.
Parecería entonces que necesitamos un ​estadío ​en el
zodíaco que hablara profundamente de ​fe​, de ​creencia​, y que
permitiera ​confiar para permitir un ​movimiento en una dirección
específica cuando aún no existen pruebas perceptibles de aquello
que se visiona o se aspira. Y aquí encontramos al signo de
Sagitario. Vemos cómo el elemento fuego nos habla de una
profunda espontaneidad para confiar en algo que no tiene, en
principio, una dimensión concreta (elemento tierra), y nos
propone un desplazamiento en esa dirección.

♑ Capricornio
● Polaridad negativa
● Modalidad cardinal
● Elemento tierra

¿Qué es entonces lo siguiente que podría ocurrir en


nuestro viaje de la consciencia y que desplegara una complejidad
mayor que la vincular que surgió en Libra? Pues podría suceder
© Leandro Liptak 2018 · Venus Saturno Astrología

que todas las identidades presentes fueran “forzadas” a


relacionarse en un patrón ​todos con todos​. Identidades buscando
congeniar, buscando funcionar como un Todo, ya no a nivel
vínculo polar (uno a uno, como en Libra) sino muchos a muchos.
Y esto es precisamente lo que nos trae Capricornio.
Claramente podemos observar que la complejidad de
estas interacciones impulsa a las identidades individuales a
mirar mucho más allá que sí mismas, aún más que en Libra o
Escorpio. También podemos decir que aquí en el estadío
capricorniano del zodíaco, se hace visible, se hace concreto,
aquello que Virgo tan solo intuía, es decir, que como entidades
singulares formamos parte de una trama mucho mayor con leyes
y órdenes que la rigen. Por eso, si Virgo habla de percibir
órdenes, Capricornio habla de ​cumplir leyes.​ Claro que,
profundamente, nos encontramos aquí con ​leyes naturales y no
leyes humanas,​ diferencia esencial.
Es en este sentido que Capricornio es el signo de la
sociedad​, de lo social. Una sociedad es un modelo de este tipo de
interacciones a las que capricornio refiere. Ahora bien, la
identidad leonina, esa búsqueda de ​diferencia aún prevalece en
cierta medida, lo cual, en términos generales, dará lugar a una
organización social jerárquica o verticalista.

♒ Acuario
● Polaridad positiva
● Modalidad fija
● Elemento aire

Acuario es el signo en que la identidad individual que se


acuñó en Leo es llevada a su mínima expresión. Durante este
estadío de la consciencia, la importancia está puesta en la ​red
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social como un todo; es la consciencia grupal, no individual.


Entonces, la identidad singular es válida y respetada pero
profundamente puesta al servicio de la creatividad colectiva.
Acuario diría: ​todos somos igualmente distintos.​ Tal es la
profunda comprensión que complementa aquello que en su
momento surgió en su signo opuesto complementario (Leo). Así,
la importancia de lo singular es llevada paradójicamente al
máximo y al mínimo, y así la organización social se torna
preeminentemente ​horizontal.​
Es importante notar que este tipo de creatividad grupal
siempre propone formas de organización colectiva que ​mejoran
o ​innovan s​ obre el modelo de su predecesor (Capricornio).

♓ Piscis
● Polaridad negativa
● Modalidad mutable
● Elemento agua

¿Qué podría suceder ahora? Si en Acuario la ​identidad en


la forma es llevada a su mínima expresión, en Piscis se ​disuelve.
Realmente, lo que se disuelve es la forma en sí. Y dado que las
formas se han disuelto, el vínculo tampoco es necesario. Piscis es
la ausencia total de forma, la ​unidad de todo lo existente, algo
similar a Aries, sólo que en Aries el todo se encontraba en estado
potencial​, mientras que en Piscis toda esa potencia ya se ha
expresado y está ​reabsorbiéndose.
Esto da a Piscis una capacidad de resonancia que es muy
complejo de comprender para la mente y psicología humana
centrada en una mirada canceriana o leonina de la realidad.
Piscis ​sabe ​que la identidad es sólo una construcción ficticia,
correspondiente a un estado determinado de consciencia. Sin
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embargo, eso no será nada fácil de aceptar para la psique. Aquí


podemos comenzar a ver cómo todo el estudio de la astrología
habla acerca de la implicancia de que ciertas ​energías e​ stén
siendo vividas a través de ​psicologías​ en cada uno de nosotros.
Para cerrar el mandala, la reabsorción de piscis deja
nuestro universo modelo en un estadío listo para que lo ariano
pueda surgir, una vez más…

Breve repaso
Ahora que hemos visto los doce estadíos del zodíaco, sus
doce pasos, haremos un repaso de ellos basándonos en las
modalidades. Dado que las modalidades son tres y se alternan
como cardinal, fija, mutable… cardinal, fija, mutable, sabemos
que los doce signos pueden ser agrupados en cuatro de estos
grupos, cada uno conteniendo tres signos asociados a cada una
de las modalidades. Estos cuatro grupos se conocen como
cuadrantes del zodíaco, y en cada cuadrante una temática
fundamental está siendo desplegada, que da inicio con el signo
cardinal, pero que se consolida en su máxima expresión con el
signo fijo, y que luego comienza a transicionar en la
correspondiente fase mutable. Veamos cada uno de estos
cuadrantes:

● Primer cuadrante: Aries, Tauro, Géminis. Aquí la temática


central, dada por Tauro, es el ​nacer de la forma​. Es el
cuadrante más abstracto del zodíaco.
● Segundo cuadrante: Cáncer, Leo, Virgo. En este cuadrante
la temática central, presidida por Leo, es la ​construcción
de la identidad​, proceso que nace como identidad por
pertenencia en Cáncer y se vuelve autoreferencial en Leo.
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● Tercer cuadrante: Libra, Escorpio, Sagitario. Aquí


tenemos como temática ​lo vincular,​ que encuentra su
máxima expresión en Escorpio.
● Cuarto cuadrante: Capricornio, Acuario, Piscis. En este
cuadrante encontramos como temática ​lo colectivo,​
comenzando con Capricornio pero desplegándose en su
totalidad en Acuario, para culminar en Piscis.

Esta división en cuadrantes también nos será muy útil cuando


veamos ​casas​, dado que éstas se encuentran asociadas
naturalmente cada una a cierto signo, y podremos entenderlas en
base a esta misma división fundamental, tanto a nivel teórico
como en el análisis particular de la carta de una persona.
© Leandro Liptak 2018 · Venus Saturno Astrología

Capítulo 3 ─ Los planetas


© Leandro Liptak 2018 · Venus Saturno Astrología

Percibir los signos


Habiendo visto los signos, nos encontramos con que en
toda carta natal están presentes estos doce. Sabemos también
que la psicología del individuo se encontrará en la necesidad de
vivir estas doce energías de algún modo particular, siendo
algunas más ​simples de manifestar, y otras más ​complejas para el
estado de consciencia actual que manejamos los seres humanos.
Sin embargo diremos que, si bien los doce signos están
presentes en toda carta natal, no todos estos doce signos son
percibidos igual, con la misma intensidad o claridad por la
consciencia de la persona. Toda carta natal presenta una
combinación particular y única en la cual ciertos signos se
manifiestan con mayor intensidad que otros, como si estuvieran
en primer plano mientras que otros hacen al ​trasfondo de esa
estructura.
En astrología se suele usar mucho la expresión “tener
mucho de”, siendo fundamentalmente aplicable a signos y
planetas. Así, podemos decir “Juan tiene mucho de Escorpio” o
“es muy escorpiano”. Diremos también “Ana es muy saturnina” o
“tiene mucho Saturno”. Surge entonces la pregunta obvia: ¿qué
es tener mucho de alguna cosa? Y sobre todo ¿cómo se indica eso
en una carta natal? Avanzaremos sobre eso a lo largo del libro.
Pero primero y fundamental es que veamos que, dada una
persona que presenta un fuerte predominio de algún símbolo
particular (signo o planeta), esto puede presentarse en dos
formas: o bien la persona está ​identificada con esa energía y la
reconoce a nivel consciente, o bien se encuentra ​proyectada y la
persona, si bien su atención es fuertemente atraída hacia esas
cualidades en su entorno, no se reconoce en ellas. Con aquellos
© Leandro Liptak 2018 · Venus Saturno Astrología

símbolos que se presentan no predominantes y que como


dijimos hacen al trasfondo de una carta, lo que sucede es que se
tornan ​indiferentes para nosotros; nuestra atención vagamente
se posa sobre esos aspectos de nuestra realidad interna o
externa. No nos detenemos allí, por lo cual no definen una
temática central para la psicología del individuo.
Llegado este punto diremos lo siguiente: los signos del
zodíaco no son experimentados de forma directa, tal y como son,
por un individuo determinado. No experimentamos los signos en
su naturaleza más esencial, ya sea a nivel consciente o
inconsciente, sino que los experimentamos ​por inmediación de
algo más. ¿Qué es este “algo más”? Fundamentalmente, los
planetas y las casas. De los primeros hablaremos en este
capítulo; de las casas en la sección siguiente.
Los signos del zodíaco, al estar en relación con la
trayectoria de traslación terrestre, presentan una forma útil de
ubicar el resto de los astros del sistema solar en relación a
nuestra tierra. Así, al ver cualquier carta natal, nos encontramos
con los símbolos referentes a los planetas del sistema solar, y
dependiendo el instante de tiempo a que corresponda esa carta,
veremos los planetas ubicados cada uno en un signo
determinado. Es decir: cada planeta del sistema solar se
encuentra en un signo en un momento determinado. De esta
forma diremos que al nacer Pedro, Mercurio se encontraba en
Géminis, Marte en Piscis, Venus en Cáncer, la Luna en Sagitario y
así sucesivamente. De esta forma, los planetas que encontremos
en un signo en determinada carta natal, ​generan capacidad de
registro en la persona. A través de los planetas (de los cuales aún
no hemos hablado en profundidad ni definido particularmente)
tenemos una oportunidad directa de percibir la energía de los
signos en que estos planetas se encuentran. Sin embargo, esta
percepción se da ​a través del planeta en cuestión. Así, volviendo
© Leandro Liptak 2018 · Venus Saturno Astrología

al ejemplo anterior, Pedro, cuya carta natal muestra al planeta


Marte en el signo de Piscis, percibe este signo gracias a tener un
planeta allí. Pero no percibirá al signo en su esencia, sino que
junto con él, percibirá también lo relativo a Marte. Así, podemos
pensar que, a nivel perceptivo, la persona recibe dos patrones
entremezclados:

Marte en Piscis ♂♓ → se percibe como: ♂ + ♓

Del mismo modo podemos pensar el caso de alguien cuya


carta natal presente muchos planetas agrupados en un signo.
Imaginemos a María quien fuera Venus en Piscis, Luna en Piscis,
Mercurio en Piscis y Júpiter en Piscis. De este modo, esta persona
tiene un ​fuerte registro de lo pisciano de la existencia, sin
embargo, esta percepción ocurre a través de multitud de
planetas. Nuevamente, no se percibe Piscis en sí, sino el signo ​a
través de ​Venus, la Luna, Mercurio y Júpiter. ¿Qué implicancias
tendrá esto? Para dar respuesta a esa pregunta debemos avanzar
en nuestro estudio.

Los planetas en astrología


Después de todo: ¿qué son los planetas a nivel
astrológico? Pues bien, también son patrones de la naturaleza.
Patrones que a nivel humano serán ​funciones internas p ​ resentes
en todos nosotros. ¿A qué nos referimos con funciones?
Entendemos función como ​algo que nos asiste e​ n el desarrollo de
ciertas tareas. A modo de ejemplo, podremos encontrar una
función interna que nos ayudará en la tarea de comunicarnos,
otra en la de nutrirnos, una en la de desplazarnos, otra en la de
extrovertirnos, y así sucesivamente. Para poder continuar,
© Leandro Liptak 2018 · Venus Saturno Astrología

debemos realizar un breve repaso de nuestros conocimientos del


sistema solar.

Nuestro sistema solar


Giramos alrededor del sol; incluso podemos pensar que
esto es algo que, al menos intuitivamente, sabían los sabios de las
civilizaciones antiguas hasta las que se remonta la astrología.
Como planeta Tierra sabemos que existen otros astros de órbita
más pequeña que la nuestra: Mercurio y Venus, que son
conocidos en astronomía como ​planetas interiores.​ Luego
tenemos otros que presentan órbitas más grandes que la de la
Tierra: Marte, Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno y Plutón, también
conocidos como ​planetas exteriores.​ Finalmente tenemos a la
Luna, satélite que gira en torno nuestro (coloquialmente también
es llamado “planeta” por los astrólogos), y el Sol, centro del
sistema que lleva su referencia.
Una consideración importante es la siguiente:
usualmente no encontraremos en una carta natal un símbolo
para el planeta tierra. ¿Por qué? Pues porque todo el sistema
solar es observado ​desde este planeta. En este sentido, la
astrología tiene una perspectiva ​geocéntrica,​ pues el punto de
vista del observador es tal. Y si, de hecho, mantenemos fijo como
punto de vista al planeta tierra, sucederá que ​aparentemente es
el Sol el astro que parece moverse alrededor de la tierra y tener
un período de traslación de un año. Esto es significativo, pues
todo astrólogo se encuentra estudiando profundamente la
interrelación entre ​lo que es y ​lo que aparenta ser​. Este es uno de
los pilares de la astrología: dar una relevancia vital a aquello que
en determinado nivel de consciencia se presenta con una ​forma
aparente particular. Después de todo, la naturaleza esencial de
© Leandro Liptak 2018 · Venus Saturno Astrología

las cosas, lo Real, o la Realidad Última, como se ha llamado, es


algo que permanece como interrogante para el ser humano.
Veamos ahora entonces a cada planeta del sistema solar,
incluyendo el Sol y la Luna, con tus tiempos de ​traslación,​ es
decir, el tiempo que tarda cada uno de éstos en dar una vuelta
completa alrededor del Sol (o de la Tierra en el caso de la Luna).
Esto nos servirá además para presentar los símbolos asociados a
cada planeta.

☾ La Luna 28 días
☿ Mercurio 88 días
♀ Venus 224 días
⊙ El Sol 1 año
♂ Marte 2 años
♃ Júpiter 12 años
♄ Saturno 29 años
♅ Urano 84 años
♆ Neptuno 168 años
♇ Plutón 248 años

¿Qué observaciones podemos hacer si miramos el listado


anterior de forma detenida? Una de las primeras distinciones
que asoma a la luz es que los tiempos de traslación de algunos
planetas son más largos que la duración de una vida humana. Por
ejemplo, podemos estar seguros que ningún ser humano vivirá
toda una vuelta de Neptuno alrededor del Sol, o toda una vuelta
de Plutón. Pero seguramente viva varias vueltas de Saturno, y sin
dudas muchísimas de la Luna. Respecto a Urano podemos decir
que la expectativa de vida aún está por debajo de su tiempo (84
años).
Esto traza una primer distinción creando dos grandes
grupos de planetas: aquellos comprendidos entre la Luna y
© Leandro Liptak 2018 · Venus Saturno Astrología

Saturno inclusive, a los que llamaremos ​planetas personales​, y


los comprendidos entre Urano y Plutón, que llamaremos ​planetas
transpersonales​.

Planetas personales
Los planetas personales son aquellos que, durante la vida
de una persona, ​ciclan al menos una vez. Decir que un planeta
cicla es decir que vuelve a la misma posición en que estaba en
nuestra carta natal, es decir, al momento de nuestro nacimiento;
y sabemos que en realizar ese ​retorno tarda exactamente su
tiempo de traslación. Por ejemplo, el ​retorno de saturno es muy
conocido entre astrólogos y aficionados, y sabemos que el primer
retorno ocurre exactamente a los 29 años de la persona, sin
importar cuando haya nacido, porque sin importar en qué
posición del zodíaco estaba saturno en un instante dado,
sabemos que 29 años después volverá al mismo punto. Más
adelante, a los 58 años, la persona vivirá su segundo retorno de
este planeta, y así sucesivamente.
Si tomamos a la Luna como ejemplo, nuestro primer
retorno lunar acontece a nuestros 28 días de vida. ¡Qué
diferencia! Basta haber vivido un año para que hayan ocurrido
13 de estos retornos; 13 de estas vueltas de la Luna alrededor de
la tierra.
¿Por qué estos tiempos de retorno son tan importantes?
Pues porque la astrología nos dice algo fundamental: si los
planetas nos hablan de funciones internas, cada vez que un
planeta retorna a la posición en que originalmente estaba en
nuestra carta natal se nos presenta una nueva ​oportunidad de
aprendizaje respecto a ella. Es decir: estas diez funciones están
presentes en nosotros, pero nuestra comprensión acerca de ellas
© Leandro Liptak 2018 · Venus Saturno Astrología

no viene dada sino que va desplegándose ​en forma periódica.


Daremos un ejemplo ilustrativo para aclarar esto.
Imaginemos a estos diez planetas, estas diez funciones
internas, como diez materias o asignaturas que iremos
aprendiendo. Cada una de ellas presenta una modalidad de
aprendizaje distinta, con clases que se brindan cada cierto
período de tiempo. Así, tendremos una asignatura llamada “la
Luna”, y sus clases son cada 28 días, otra llamada “el Sol” con
clases una vez por año, otra llamada “Saturno” con clases cada 29
años. Queda en evidencia entonces que aprendemos sobre la
función lunar m ​ ucho más rápido de lo que aprendemos, por
ejemplo, la ​función saturnina.​
Por este motivo, los planetas personales son aquellos de
los cuales, siguiendo con el ejemplo anterior, tendremos al
menos una clase en nuestra vida: una concisa y clara
oportunidad de aprendizaje sobre lo que representan.

Planetas transpersonales
La curiosidad se hace evidente respecto a planetas como
Urano, Neptuno o Plutón. Según lo anteriormente dicho, no
llegamos a vivir un retorno de ninguno de ellos. Esto puede
leerse como que no llegamos a comprender de forma personal,
profunda y experiencial a estas funciones que, sin embargo,
tienen lugar en nuestra naturaleza interior. Por este motivo estos
planetas se llaman transpersonales: exceden las dimensiones de
nuestra personalidad y nos enlazan con realidades más
complejas. Hablaremos más en detalle de esto cuando
estudiemos cada planeta en particular.
© Leandro Liptak 2018 · Venus Saturno Astrología

De lo más personal a lo menos


Si tomamos al grupo de planetas personales, veremos
que podemos establecer una gradación al respecto. Los planetas
que ciclen más rápido serán los más personales, y los que ciclen
más lento, los menos. De este modo sabemos que la Luna es el
planeta ​más personal del zodíaco, y Saturno el menos personal
entre los personales. Urano es el más personal entre los
transpersonales, podríamos decir. Y Plutón el planeta menos
personal del zodíaco, o el más transpersonal.
Esto es muy relevante pues es igual para todos los seres
humanos. Son ciclos que no hacen distinción según dónde o
cuándo nacimos. Todos a los 29 años tenemos el primer retorno
de saturno. Todos una vez por año tenemos nuestro cumpleaños,
es decir, nuestro retorno solar. Estos ciclos son los ​relojes
fundamentales ​con los que trabajamos como astrólogos. Cada
planeta existe en relación con su tiempo de retorno, son una
misma esencia.

Planetas generacionales
Otra distinción interesante surge cuando observamos la
relación que guardan los tiempos de traslación a medida que nos
movemos de planeta en planeta. Por ejemplo, entre el tiempo de
traslación de la Luna y el de Mercurio hay una relación de
aproximadamente tres a uno. Mercurio tarda alrededor de tres
veces más en dar una vuelta al sol que lo que tarda nuestro
satélite. Así, podemos hacer explícitas estas relaciones:

Planeta Traslación Relación con la


traslación ant.
© Leandro Liptak 2018 · Venus Saturno Astrología

☾ La Luna 28 días
☿ Mercurio 88 días ≈3
♀ Venus 224 días ≈2
⊙ El Sol 1 año ≈ 1.5
♂ Marte 2 años ≈2
♃ Júpiter 12 años ≈6
♄ Saturno 29 años ≈2
♅ Urano 84 años ≈3
♆ Neptuno 168 años ≈2
♇ Plutón 248 años ≈ 1.5

Y, sí nuevamente analizamos esos valores, veremos que


hay una relación que sobresale entre la traslación de Marte, de
dos años, y la de Júpiter, de 12 años, siendo ésta de 6 a 1.
A partir de Júpiter los tiempos de retorno comienzan a
ser considerablemente mayores. Sabiendo que el zodíaco tiene
12 signos, podemos hacer un prorrateo y estimar de forma
certera que júpiter recorre aproximadamente un signo por año,
que el Sol recorre un signo por mes, y que Marte pasa dos meses
en cada signo, por dar algunos ejemplos. Entonces nos
preguntamos: si Júpiter pasa un año en cada signo, todas las
personas nacidas en el lapso de ese año tendrán a este planeta en
el mismo signo. Vemos entonces que a medida que el planeta es
más lento, la ​relevancia personal q ​ ue tiene el signo en que ese
planeta se encuentra en la carta natal de una persona es menor.
Por el contrario cuanto más rápido (más personal) es el
planeta, más relevante se vuelve su signo, porque nos habla de
algo muy propio de la persona, muy personal. El signo de la Luna
de una persona será muy relevante a nivel personal, mientras
que el signo en que se encuentre Plutón para esa persona tiene
una fuerte connotación generacional, pero poquísima relevancia
en el análisis de los factores más individuales.
© Leandro Liptak 2018 · Venus Saturno Astrología

De esta forma, al hablar de ​planetas generacionales,​ nos


referiremos a los siguientes: Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno y
Plutón, y debe quedar claro que en el análisis de la carta natal de
una persona, estos planetas no contribuyen a generar un registro
claro de esos signos en ella. Alguien que solo tenga en el signo de
Cáncer a Júpiter, y ningún otro planeta en los restantes signos de
agua (Escorpio y Piscis), tendrá un registro muy débil de este
signo y consecuentemente del elemento, mientras que alguien
que tan sólo tenga la Luna en Cáncer, tendrá de todos modos un
registro muy contundente de éste, por ser esta última el planeta
más personal.

Las luminarias
De todos los planetas antes mencionados, el Sol y la Luna
son conocidos bajo el nombre de luminarias y son “factores de
peso” en cualquier carta natal, si bien es cierto que luego, en un
análisis específico, para cierta persona otros símbolos podrían
volverse más relevantes. Estamos distinguiendo entre un peso
absoluto que pretendamos dar a los símbolos, versus un peso
relativo que florecerá del análisis particular de cada estructura
natal. Siguen en peso mercurio, venus y marte. Luego Júpiter y
Saturno, a veces también llamados “planetas sociales” y
finalmente los transpersonales: Urano ♅, Neptuno ♆ y Plutón
♇.

Un modo de pensar sistémico


La marca invariable de sabiduría es mirar lo
milagroso en lo común. ─ Ralph Waldo Emerson
© Leandro Liptak 2018 · Venus Saturno Astrología

Hasta aquí hemos comprendido diversas clasificaciones


de los planetas pero aún no nos hemos dedicado a comprender a
cada uno de ellos. Necesitamos un paradigma que nos permita
comenzar a comprender estos diez patrones de la naturaleza
desde una perspectiva lo suficientemente abarcativa y abstracta.
Por eso, nos adentraremos en la ​teoría de sistemas y ​ su
pensamiento sistémico.​
La teoría de sistemas surgió a mediados del siglo pasado
con algunos hombres de ciencia que eran interdisciplinarios:
tenían conocimiento de diversas áreas aparentemente disímiles,
como ser la biología y la lingüística, o la química y la sociología.
Ese conocimiento mixto permitió que comenzaran a notar
patrones,​ modelos que describían efectivamente tópicos tanto de
un área como de otra. Es decir, comenzaron a emerger
metamodelos que mostraban similitudes entre diferentes cosas
presentes en la naturaleza, como ser una dinámica celular o un
comportamiento social.
En cierto modo, en pensamiento sistémico que deriva de
esta teoría es muy cercano al nuestro como astrólogos. El énfasis
está puesto en ​patrones y no en ​formas​, para lo cual se requiere
una mirada muy sensitiva de la realidad.

La definición de sistema
El modelo de la teoría de sistemas debe ser
suficientemente simple como para poder ser aplicado a cualquier
cosa. Básicamente, un sistema está integrado por dos elementos
fundamentales: los ​componentes del sistema, y las ​relaciones
entre ellos. En matemáticas esto puede ser fácilmente replicado
apelando a la teoría de grafos: los componentes son los ​nodos,​ y
las relaciones son los ​ejes​ del grafo.
© Leandro Liptak 2018 · Venus Saturno Astrología

Hasta aquí tenemos una definición inicial que nos


permitiremos complejizar apenas un poco más. Tomaremos la
definición actual y la volveremos ​recursiva,​ es decir, una
definición que se explica en términos de sí misma. Así, diremos
que un sistema está conformado por ​subsistemas y ​ relaciones
entre ellos. Es decir, visto de otro modo, que cada componente de
un sistema puede ser a su vez pensado como un sistema en sí.
Del mismo modo, al observar un sistema, cabe contemplar que es
a su vez componente de un ​suprasistema​, es decir, de un sistema
de orden mayor.
Veamos un ejemplo. Pensemos en un grupo de gente en
una clase. Eso puede ser fácilmente modelado como un sistema:
los componentes son cada uno de los asistentes a la clase, y las
relaciones son todas aquellas interacciones que unos están
entablando con otros, como una charla, una mirada, un abrazo,
etc. Pensemos también en el cuerpo de una persona como un
sistema. Cada una de las partes de su anatomía podría ser
modelado como un componente (cabeza, brazos, torso, etc.) y las
interacciones entre ellas como las relaciones (el brazo articula
con el hombro, la cabeza con el cuello, y así sucesivamente.)
Pero, ¿qué sucede si nos adentramos en una de las partes
específicamente? Tomemos por ejemplo al brazo. Podríamos
desmenuzarlo como sistema en: mano, antebrazo, brazo, con sus
respectivos vínculos. Yendo más en profundidad, podríamos
tomar un tejido del cuerpo y verlo conformado por células de un
© Leandro Liptak 2018 · Venus Saturno Astrología

tipo y otro (componentes) entretejidas de una forma específica


(relaciones). Más allá aún, llegaríamos a una célula, con sus
componentes e interacciones; a una molécula, un átomo, y así
sucesivamente. Si nos pensamos en tanto seres humanos
veremos que somos componentes de sistemas mayores: una
sociedad, una nación, un planeta… Vemos claramente entonces
por qué este modelo tan simple es también tan poderoso para
estudiar la naturaleza. Y es ése modelo el que nos servirá para
presentar cada uno de los planetas.

Los planetas como funciones sistémicas


Diremos entonces que, partiendo de un sistema
cualquiera, al cual pensaremos en abstracto inicialmente (sin una
forma determinada), encontraremos que los planetas son
funciones en ese sistema: realizan tareas específicas en él. De esta
forma el astrólogo, al comenzar a ​ver ​la realidad en términos
sistémicos, podrá comenzar a preguntarse por la presencia de tal
o cual función (planeta) manifestándose o incluso notarla a
simple vista en ciertos casos. Eso será de gran ayuda en el
proceso de aprendizaje. En nuestro análisis de cada planeta
daremos algunos ejemplos al respecto.

Los diez planetas


El orden en que presentaremos los planetas no será del
menos personal al más transpersonal, sino que es un orden
particular que elegimos para facilitar la presentación de los
mismos.
© Leandro Liptak 2018 · Venus Saturno Astrología

Signos asociados a los planetas


Una de las cosas en que el astrólogo va entrenándose es
en asociar ciertos símbolos con otros; en este caso, daremos un
primer conjunto de asociaciones entre cada uno de los planetas
que presentemos y uno o más de los doce signos. Esto es
fundamental pues es preciso que el estudiante vaya adquiriendo
la capacidad de que al pensar en uno de ellos (por ejemplo un
signo) algo automáticamente remita al otro (por ejemplo el
planeta asociado) y que, aún sabiendo que no son literalmente
intercambiables (que el planeta y el signo son dos patrones
diferentes de por sí), algo comienza a comprender que tienen
mucho en común y que en muchos casos será útil poder sustituir
uno con otro (pensar en el planeta cuando estamos viendo el
signo, o viceversa).
Esto es relevante para el pensamiento astrológico pues
en nuestra mirada de cartas natales nos interesará muchísimo
poder leer una misma temática expresada simbólicamente de
formas diversas. Daremos ejemplos de esto hacia el final de esta
obra.

☿ ​Mercurio

● Signos asociados: ♊ Géminis y ♍ Virgo

La función de mercurio es ​mover la información en el


sistema. Al decir esto estamos asumiendo un implícito: que el
sistema tiene información que le es intrínseca. De esta forma
mercurio ​conecta ​el sistema, permitiendo que la información se
traslade de un nodo a otro.
© Leandro Liptak 2018 · Venus Saturno Astrología

Ahora bien, existen ciertas consideraciones que aplican a


esta función, o dicho de otro modo, ciertas cuestiones que le son
inherentes. Una de ellas es el ​lenguaje o conjunto de símbolos y
reglas con las que dicha información será codificada. Mercurio
requiere que la información, el mensaje, sea codificado, y ese
conjunto de símbolos es un conjunto de ​formas. ​Pensemos en las
palabras, por ejemplo. ¿En qué medida podemos decir que al
usar una palabra estamos comunicando fielmente lo que
queremos transmitir? Después de todo, el emisor y el receptor
del mensaje pueden emplear el mismo significante (por ejemplo,
la palabra “mesa”) pero tener significados diferentes asociados a
ella. Este es uno de los ​costos de mercurio en su función: la
pérdida de información.
Otra consideración que es propia de mercurio es el ​canal
o ​medio a través del cual esa información se transmite. Después
de todo, podemos tener un código muy preciso, como las
matemáticas, pero de nada nos serviría si esos símbolos son
enviados a través de una radio con interferencia. Así, cuando
hablamos de este planeta tenemos que comprender que dichas
consideraciones también nos hablan de esta función; y
reflexionar sobre las particularidades del lenguaje y del canal de
comunicación también es reflexionar sobre mercurio.
En astrología tradicional, se usa el verbo ​regir para
hablar de algo en la naturaleza que muestra un fuerte
predominio de cierto patrón (que en astrología asociamos con
alguno de los símbolos fundamentales). De esta forma decimos
que, por ejemplo, todo medio de comunicación ​está regido por
mercurio; es decir, en todo medio de comunicación, dada su
funcionalidad​, ​encontramos resonancia con lo que describimos
sobre mercurio.
De esta forma, mercurio rige los lenguajes naturales (los
que hablamos los seres humanos) y también las capacidades
© Leandro Liptak 2018 · Venus Saturno Astrología

comunicativas de una persona a través de cualquier medio,


especialmente usando la palabra oral u escrita. También nos será
útil pensar cómo es una persona con predominio de mercurio en
su estructura. ¿En qué hace énfasis? ¿Dónde pone su atención e
interés? Evidentemente su énfasis estará en ​conectar,​ en unir
ideas, personas, contextos. En comunicar, difundir, divulgar. En
brindar información; posiblemente una persona con mucho
énfasis en la palabra, en la importancia de las palabras y la
verbalización; los lenguajes como puentes que nos conectan
mente a mente y nos permiten compartir conceptos. Si pensamos
en alguna profesión, algunas que rápidamente imaginamos
tienen que ver con el periodismo, la oratoria, el trabajo en
medios de comunicación o redes sociales, la escritura, la
tecnología, la lingüística, la literatura, solo por dar un puñado de
ejemplos.

♂ Marte
● Signo asociado: ♈ Aries

Si miramos con suficiente detenimiento cualquier cosa en


la naturaleza, veremos que todo está en constante cambio. Nada
permanece igual durante mucho tiempo. A mayor o menor
escala, la ​impermanencia es ley en este plano. Esto quiere decir
que existen pocas cosas que realmente nos sería de utilidad
modelar como un sistema estático, que no cambia jamás. Mucho
más probable es que nuestros sistemas sean dinámicos, es decir,
que las relaciones entre los componentes, o los componentes
mismos, cambian a lo largo del tiempo.
Entonces se deduce que necesitamos una función capaz
de ​introducir un cambio en el sistema, pues otro principio que
comprobamos es que los sistemas naturales tienden a un
© Leandro Liptak 2018 · Venus Saturno Astrología

equilibrio dinámico, a la homeostasis; a una estabilización


constante a través de un principio del menor esfuerzo. Como una
vez dijera alguien: “la naturaleza es perezosa”; por eso es preciso
otra función, la de marte, para “romper” ese equilibrio
preexistente y generar una reorganización capaz de conducir a
un nuevo equilibrio que posiblemente no tuviera nada que ver
con el anterior.
Imaginemos por un instante alguien parado, con sus pies
paralelos, quieto. En cierto momento esa persona se dispone a
avanzar en cierta dirección, entonces se desencadena toda una
secuencia de sucesos que permiten a este sujeto dar un primer
paso en esa dirección. Si lo viéramos en cámara lenta, podríamos
ver cómo una de sus piernas se tensa para dar soporte mientras
la otra se despega lentamente del suelo y avanza, tensando otros
músculos, hasta que vuelve a apoyarse unos centímetros más
adelante. Así, la persona ha dado un paso en la dirección
deseada.
¿Qué ha sucedido? Examinemos esto más en detalle pues
encontraremos muchas pista de la función de marte. Lo principal
es que para que marte pueda generar un cambio en el sistema, la
dirección debe ser precisa. Marte trabaja con un ​objetivo​. ¿Cómo
sería posible que nos moviéramos hacia adelante y hacia atrás al
mismo tiempo? No es posible, son fuerzas que se cancelan. Una
vez determinado el objetivo, la función de marte será ​concentrar
la energía sobre ciertos puntos para generar allí cierto
desplazamiento. Así como mercurio trabajaba con la información
del sistema, marte trabaja con su energía. No es ​generación de
energía​, pero sí su uso para el movimiento. En nuestro ejemplo,
la energía se concentra en las extremidades inferiores pues allí
están los músculos más involucrados en la acción.
De esta forma, uno de los costos de marte es el costo de la
direccionalidad. Al elegir un camino de entre los posibles,
© Leandro Liptak 2018 · Venus Saturno Astrología

estamos asumiendo que otros no tendrán lugar. Nos


desplazamos ​en una dirección,​ no en varias. Podemos explorar
varias, pero de a una a la vez (al menos desde marte).
A nivel psicológico marte rige el deseo y el encauce de la
energía libidinal y física. El deseo es un mecanismo de
concentración de energía; cuando deseamos algo, otras cosas
pierden importancia. El objeto de deseo monopoliza (en mayor o
menor medida) nuestra atención. Así también marte implica
decisión​, elección, y remite fuertemente al principio masculino o
activo en la naturaleza.
Si pensamos en profesiones marcianas, las relacionadas
con el deporte aparecen en primer plano, así como las relativas a
lo militar, o aquellas en las que la rápida e instintiva toma de
decisiones sea necesaria.

♀ Venus
● Signos asociados: ♉ Tauro y ♎ Libra

Volvamos por un momento al ejemplo de Marte, la


persona que ha dado un paso en la dirección deseada. En ese
momento, luego de haber apoyado el pie, la acción de marte ha
finalizado: el sistema cambió y una nueva configuración se
presenta. Ahora bien, si observamos detenidamente, veremos
que esa posición en la que el sujeto ha quedado parado no es
óptima en términos de energía: se está consumiendo demasiada
energía para mantenerse así, una pierna adelantada y la otra por
detrás. Si esa persona trajera ahora el pie que ha quedado por
detrás hacia adelante junto al recién avanzado y los pies
volvieran a estar paralelos, encontraría que esa posición es
mucho más ​eficiente,​ mucho más ​balanceada​, y por consiguiente,
se necesita menos gasto de energía para mantenerse en
© Leandro Liptak 2018 · Venus Saturno Astrología

equilibrio. Esa es la función de Venus: ​equilibrar el sistema,


compensarlo. Devolverlo a estado de equilibrio que por su
naturaleza no es estático, sino dinámico; un equilibrio que está
constantemente necesitando ser revisado para ver algún ajuste
es necesario.
Es decir que Venus es un principio que se interesa por la
economía de recursos​. Para cumplir su tarea, esta función
requiere una visión ​total del sistema. Al revés que Marte, Venus
no puede tener su atención puesta en ​un o ​ bjetivo particular,
pues su objetivo es siempre compensar. Entonces, necesita poder
percibir al sistema en su totalidad para ver dónde es que una
compensación debe introducirse. Por eso, la actitud venusina es
profundamente de ​escucha,​ de receptividad y se ​sensibilidad.​
Sobre todo, Venus es sensible a los desequilibrios que Marte
genera, al punto que una función no es sin la otra. Venus y Marte
son así llamadas ​funciones complementarias​.
Si bien la percepción venusina es de todo el sistema,
diremos que su mirada es una mirada ​polar​, es decir, siempre
viendo las cosas como cargas de dos polos opuestos. Esto tiene
ciertas ventajas, puesto que si nuestra mirada es polar, allí donde
vemos un polo de alguna cuestión, se hace posible inferir la
presencia del otro, por más que no se encuentre explícito, pues
de hecho, todo en todo polo visible se encuentra implícito el polo
contrario. Veamos algunos ejemplos.
Quienes estudian artes conocen bien la ​teoría del color,​
según la cual cada color posee un complementario. Por ejemplo,
el rojo y el verde son colores complementarios. No es preciso que
ambos estén presentes, pero uno implica al otro. También quien
estudia fotografía estudia sobre composición y ​balance de
imágenes. Si fotografiamos un sujeto sobre un fondo y el sujeto
está ubicado a la izquierda en la fotografía, eso automáticamente
crea un desbalance en la misma en el lado derecho. Podríamos
© Leandro Liptak 2018 · Venus Saturno Astrología

ubicar algo en esa zona o no, sin embargo, es posible que si lo


hacemos la fotografía se perciba como más “correcta”
intuitivamente. Esa sensación de encastre o armonía es la que
venus brinda.
De esta forma vemos que podremos encontrar personas
muy venusinas con profesiones que van desde la economía hasta
el arte, pero recordemos que cualquier persona muy venusina
tiene un énfasis en la ​espera activa.​ No es propio de venus saber
cómo actuar por sí misma. Este conocimiento llega a sí luego de
que Marte ha actuado. De todos modos, Marte siempre quiebra
un equilibrio preexistente establecido por Venus. Es una
implicancia mutua.
Esa cualidad de espera y profunda receptividad puede
verse muchas veces como ​sensualidad o ​seducción​; es una forma
de deseo pasiva (femenina), que invita a su contraparte activa
(masculina). Por otro lado, mientras que Mercurio está
íntimamente ligado a lo auditivo, Venus lo está con lo visual. Por
ejemplo, actualmente la neurociencia ha demostrado que las
mujeres son, en promedio, mucho mejores que los hombres para
recordar rostros; la memoria visual de la mujer es
estadísticamente superior a la del hombre.
La faceta de Venus asociada con Tauro se verá como un
énfasis de lo venusino en la forma, en la materia, mientras que en
su relación con Libra se verá con más énfasis en las relaciones
humanas.

♃ Júpiter
● Signo asociado: ♐ Sagitario

A medida que nos alejamos de los planetas más


personales, es lógico que nos sea más complejo comprender
© Leandro Liptak 2018 · Venus Saturno Astrología

estas funciones, por los motivos de sus tiempos de retorno que


antes mencionamos. La función de Júpiter es la ​distribución de
recursos en el sistema. Para esto al igual que Venus, Júpiter
implica una percepción total del sistema. Sin embargo, para
figurarnos cómo actúa tenemos que pensar en un ​cambio de
orden​. Es como si el sistema fuera contemplado desde arriba con
una visión panorámica. Si Mercurio está en lo específico, en lo
particular, Júpiter está en lo general, en lo ​abstracto,​ y son así
funciones complementarias.
De esta forma Júpiter conoce la totalidad de los recursos
disponibles, y sabe también que si algún componente del sistema
tiene ​menos recursos de los que precisa para funcionar, algún
otro componente debe estar acaparando más. Por este motivo,
Júpiter es un ​principio de igualdad​ a nivel sistema.
Lo que debemos comprender profundamente de júpiter
es esta sensación de ​cambio de orden:​ Júpiter enlaza a cada
componente con el sistema del cual forma parte, por eso, visto
desde cada componente del sistema, júpiter será algo que
aparece “más allá”. Mercurio y Júpiter cumplen juntos un rol muy
importante en la construcción de todo nuestro ​diálogo mental​,
siendo Mercurio quien rige la actividad mental analítica, de
discernimiento, y Júpiter quien rige la actividad mental de
abstracción y conceptualización. De hecho, ambos están
íntimamente ligados a nuestro proceso de aprendizaje, que se
mueve constantemente en un ciclo de ​diferenciación ​(Mercurio) y ​
generalización ​(Júpiter), que también puede ser visto como el
empleo de los significantes (Mercurio) y sus significados
asignados (Júpiter).
De esta forma decimos que Júpiter es ​inclusivo, ​pues su
énfasis está puesto en las similitudes y no en las diferencias. De
hecho, para Júpiter, la diferencia es necesaria para poder
construir abstracciones más abarcativas. Imaginemos que
© Leandro Liptak 2018 · Venus Saturno Astrología

durante toda nuestra vida hemos visto casas construidas de


adobe y paja. Cuando luego por primera vez vemos una casa de
ladrillo y techo de tejas, tendremos uno o más instantes de
confusión: nuestro cerebro está fuertemente condicionado para
hacer énfasis primero en las diferencias. Pero luego comenzamos
a notar que esa construcción satisface las mismas necesidades
funcionales que las casas de adobe y paja. Así, poco a poco,
haciendo énfasis en las similitudes, terminamos ​expandiendo
nuestro concepto previo de las casas, y ahora gracias a él somos
capaces de distinguir más instancias particulares de casas.
Es decir que Júpiter denota un viaje hacia lo ​esencial de
las cosas, pero ​por extensión.​ Encontramos así personas muy
jupiterianas con énfasis en el pensamiento abstracto y el estudio
de los significados (filósofos o etimólogos por ejemplo), o en
quienes este principio de igualdad prima, como abogados o
jueces. Por otro lado, Júpiter es un planeta que en gran medida
invita al desplazamiento​, pues lo cercano suele ser lo similar y
cuanto más nos movemos, más chances tenemos de entrar en
contacto con lo diferente. Así, podemos encontrar típicamente
profesiones relacionadas con los viajes o incluso el deporte. En
personas que se presentan como mercurianas tanto como
jupiterianas podemos encontrar un énfasis en la relación entre lo
particular y los patrones, por ejemplo matemáticos, lingüistas,
ajedrecistas, o incluso astrólogos.
Además, otro aspecto fundamental de júpiter es la
transmisión de conocimiento,​ algo que es posible dado que esta
función es esencial en la formación de conceptos y significados.
Después de todo, en el proceso de enseñanza, el docente emplea
significantes para que el alumno pueda recrear en sí los
significados, pero estos últimos no pueden ser directamente
transmitidos, sino que a través de un proceso de elaboración,
surgen ​espontáneamente e​ n él. Es algo que aún desconocemos en
© Leandro Liptak 2018 · Venus Saturno Astrología

profundidad, esto es, cómo este proceso de abstracción y


conceptualización tiene lugar en el Ser Humano, presentándose
como un acto creativo de por sí.

⊙​ El Sol
● Signo asociado: ♌ Leo

Llegamos así a un punto muy importante en nuestro


estudio de las funciones sistémicas: el Sol, cuya función es
manifestar​. Esto asume el implícito de que ​hay algo inmanifiesto,​
algo que precisa ser mostrado, ser expuesto, y ahí es donde entra
la función solar. De esta forma, esta función se interesa por el
despliegue de potencialidades que se encuentran en estado
latente. Esto es fundamental: el Sol actúa allí donde hay una
latencia, algo ​a la espera de ser mostrado, de ser desplegado, y no
solo eso, sino que además ​ha llegado el momento de que eso sea
expuesto. Esto lo comprenderemos más en detalle cuando
veamos también la función lunar, sin embargo, es importante
considerar que todas las funciones sistémicas tienen un ​tiempo
para realizar su tarea, y otro tiempo en el cual es el turno de
dejar paso a otra, manifestándose así una ​alternancia entre todas
ellas. Qué tipo de alternancia, dependerá de criterios generales y
otros específicos de la estructura natal en cuestión, y será objeto
de estudio en profundidad.
Una de las particularidades de la función solar es la
espontaneidad que permite que esa exposición suceda en el
momento adecuado. Así, el Sol es una función fundamental que
nos alinea con la ​creatividad ​propia del pulso vital, y una de las
cualidades fundamentales es que cuando actuamos desde
© Leandro Liptak 2018 · Venus Saturno Astrología

nuestro Sol nos sentimos ​presentes,​ pues esta función remite


constantemente a lo que ​es ahora​.
La función solar se encuentra en contacto con algo que es
esencial al sistema, y podemos ponerlo en otros términos: el Sol
está en contacto con el ​propósito del sistema, y esto va mucho
más allá que la posición del Sol por signo y casa en una carta
natal; tiene que ver con la integración de la totalidad de esa
estructura natal, siendo así este planeta quien se encuentra en
profundo contacto con la ​razón de ser de cada sistema. Es por eso
que hablamos de esta función como ​centralizadora (algo
fácilmente visible a nivel sistema solar, por ejemplo) y así
también como proveedora de ​energía​. Es el Sol quien provee esa
energía que luego marte, por ejemplo, utilizará condensándola
sobre un punto para generar un desplazamiento.
En personas con un fuerte énfasis solar encontramos
grandes necesidades de exposición y de hallar de una u otra
forma ese lugar central que amalgama alrededor de sí a otros. En
este sentido personas muy solares son ​líderes ​o ​referentes​, y no
en términos jerárquicos o por poseer mayor experiencia, sino
por manifestar esa claridad de propósito que rápidamente reúne
a otros inspirados por la causa que sea.
Realmente cualquier profesión que implique un alto nivel
de exposición y que plantee una distinción individual tiene un
gran componente solar. Sin embargo podemos nombrar algunas
típicas como el actor, el orador o el comediante (también
presentando un componente mercurial), el músico solista o el
cantante (componente venusino), el acróbata (componente
marciano), el líder espiritual (júpiter), etc.

​ ​La
☾─ ​ ♄ Luna y Saturno
© Leandro Liptak 2018 · Venus Saturno Astrología

Los seres humanos no tenemos los


mecanismos biológicos para saber cómo son las
cosas. ─ Humberto Maturana

No sabemos cómo las cosas son. Sólo


sabemos cómo las observamos o cómo las
interpretamos. Vivimos en mundos
interpretativos. ─ Rafael Echeverría

● Signo asociado: ♋ Cáncer (para ☾) y ♑ Capricornio


(para ♄)

Hemos dejado para el final a estas dos funciones que en


principio veremos juntas a fines didácticos. La Luna y Saturno
son dos funciones complementarias y su rol es ​conservar​. Ambas
definen un mecanismo de conservación que da soporte al
crecimiento ​necesario del sistema. Antes dijimos que el Sol
aguarda hasta el momento en que sea su turno para mostrar
aquella esencia latente. Hasta ese entonces hay algo que está
acompañando un proceso de maduración, y aquí encontramos a
estas dos funciones.
Para comprenderlas mejor nos trasladaremos
directamente al plano del Ser Humano y su constitución
psicológica, y diremos que a ese nivel ambas definen un
mecanismo de aprendizaje que todos nosotros portamos y cuya
finalidad principal es ​aprender a sobrevivir.​ ¿Cómo funciona este
mecanismo? Funciona íntimamente ligado a la ​emoción.​
Lo primero a notar es que si la función es conservar (que
ahora pondremos en términos de sobrevivir) debo ser ​sensible al
medio en que me encuentro, pues es allí donde ejerzo mi
supervivencia. Por eso, la Luna será la encargada de ser sensorial
y extrasensorialmente sensible al entorno, es decir que su
© Leandro Liptak 2018 · Venus Saturno Astrología

función es registrar muchísima información circundante, pero


siempre en términos de la conservación del sistema.
Así, supongamos que se percibe un estímulo que es
interpretado como peligroso. ¿Qué sucede entonces? Junto al
estímulo una ​emoción aparece (tal como miedo, ira, angustia,
etc.), y junto con ella una ​sensación en el cuerpo físico (un dolor
en el estómago, una punzada en el hígado, un peso en el centro
del pecho, etc.), y estos tres: estímulo, emoción y sensación son
grabados en la memoria: la Luna. Así, poco a poco vemos que la
función lunar actúa además de sensitivamente, como un almacén
de experiencias vitales, cada una con su emoción y sensación
asociada.
Consecuentemente, podría suceder un estímulo que es
interpretado como algo seguro, y entonces alguna otra emoción
aparecerá (alegría, éxtasis, placer) junto a cierta sensación
corporal (un hormigueo en el centro del pecho, una vibración
sutil en la zona de la pelvis, un cosquilleo en la planta de los pies,
etc.) y esa tríada nuevamente es almacenada en el repositorio
lunar.
Pero el mecanismo no termina allí, claramente. En el
futuro seguramente se repita alguno de esos estímulos como los
que fueron almacenados en la memoria. Si acontece un nuevo
estímulo como los peligrosos previos, el mecanismo liberará una
respuesta que induce a ​alejarse d ​ e aquello. Así, según esto, al
alejarse de lo peligroso, se está cada vez más protegido: se está
aprendiendo a sobrevivir. En caso de suceder un estímulo de
aquellos marcados como seguros, la respuesta del mecanismo
propondrá ​acercarse a eso. Y nuevamente, al acercarse más a
aquellas cosas que nos brindan seguridad, estaríamos siendo
exitosos en nuestra tarea de sobrevivir.
Es decir que este mecanismo se basa en la ​repetición
sistemática ​de ciertas conductas basado en experiencias previas,
© Leandro Liptak 2018 · Venus Saturno Astrología

algo que podríamos denominar ​apego.​ Comúnmente usamos la


expresión para referirnos a un objeto, una persona o una
conducta frente a la cual no podemos poner distancia, pero según
esta perspectiva también su contracara es cierta: una persona,
un objeto o una conducta frente a la cual no podemos manifestar
cercanía (por pertenecer a la categoría de lo “peligroso”). Son las
dos caras de una misma moneda.
En algunos libros de astrología se habla de la Luna como
el “mundo emocional”. Desde esta perspectiva, la luna es
​ la ​emoción es un recurso a fines de reforzar aquello
sensitiva y
que necesita ser aprendido porque es visto como ​crítico para la
supervivencia. Es común olvidar que todo aprendizaje que los
seres humanos hacemos está ligado a la emoción. Pero sobre
todo en nuestros primeros meses de vida, esto es profundamente
visible. Actualmente las neurociencias están comenzando a
demostrar la relación entre la ​memoria a largo plazo y el impacto
emocional de los estímulos que se perciben. A mayor
emocionalidad, mayor es la fuerza con que dicho recuerdo queda
inscripto en nuestra memoria. Nuestra memoria se convierte en
nuestra ​historia.​ Y nuestra historia en nuestra ​identidad.​
Hasta aquí hemos pasado por alto algunos puntos clave
en este análisis de ambas funciones. En principio, dijimos que los
estímulos son ​interpretados como peligrosos o seguros. Esto es
algo fundamental para comprender: no sabemos cómo las cosas
son ​objetivamente​, vivimos en mundos interpretativos, tal como
expresan las citas al principio de esta sección. Sin embargo, si
bien podemos comprender esto a nivel intelectual, cuestionarlo a
nivel real, experiencial, es sumamente difícil, dado que todos
nosotros descansamos sobre el mecanismo lunar-saturnino, y de
hecho poder llegar a ​criticar que cierto estímulo quizás no es en
sí peligroso para nosotros, sino que fue una mera interpretación
situacional (lo mismo para los estímulos confiables o seguros) es
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sumamente difícil pues todo nuestro sistema corporal, mental y


emocional está involucrado en esa respuesta. El mecanismo
Luna-Saturno es ​crítico:​ no puede permitirse fallas, pues una falla
podría costar la vida de aquello que se intenta preservar. Como
seres humanos aún no tenemos un conocimiento extendido
acerca de cómo resignificar la interpretación de esos estímulos
que en otra instancia fueron impresos en nuestra memoria.
Por otro lado, el mecanismo descansa también sobre la
generalización​. Veamos lo siguiente: si cada estímulo fuese
grabado (recordado) con el máximo de detalle, con todas sus
particularidades contextuales, seguramente encontraríamos que
ese estímulo jamás se repite en esa misma forma en el futuro.
Supongamos que un niño pequeño es mordido por un perro.
Pero, estrictamente hablando, fue determinado perro, en
determinado momento en que se daban ciertas condiciones, y de
hecho, siendo también un instante particular en la vida de ese
animal y de ese niño. Si toda esa información conjunta fuese
almacenada en la memoria, eso es algo que jamás se repetirá de
igual modo. ¿Por qué entonces el niño, al ver nuevamente a ese
animal, se asusta, se angustia y llora?
A fines de sobrevivir, el mecanismo ​deduce ​ciertas reglas
en base a la experiencia previa. Crea generalizaciones útiles para
aplicar, basándose en pocos casos, a una gran cantidad de
posibles situaciones futuras. En esta parte del mecanismo que
consiste en ​deducir en base a la experiencia, creando reglas
aplicables a una amplia gama de situaciones, encontramos la
función de Saturno. De alguna forma, la función saturnina
permite llevar el mecanismo a un nivel de mayor complejidad,
ocupándose así de crear ​programaciones de supervivencia más
sofisticadas. Si la Luna es fuente para el pasado, para la historia,
Saturno pone sus miras hacia el futuro.
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De esta forma, podemos figurarnos que la Luna guarda


las propiedades de cualquier líquido poco denso (como el agua)
que al entrar en contacto con otra cosa altera su forma en
relación a eso. Es decir, es resonante; es ​afectiva en el sentido de
que su función implica ser afectada por el entorno en que se
encuentra, en principio para su propia supervivencia y luego
para la supervivencia de aquellos ligados a ella (como los hijos o
cualquier ser vivo a su cargo).
Por eso encontramos las ​cualidades maternales
expresadas en esta función: toda madre debe ser en extremo
sensible a las necesidades de sus hijos, sobre todo en aquellos
momentos iniciales en que estos aún no comunican sus
requerimientos en forma directa. Pero vemos que las personas
muy lunares son sensibles a las necesidades vitales de cualquier
ser vivo esencialmente. Hay un contacto muy profundo con los
requerimientos de todo ser para preservar su vida y continuar su
crecimiento. Además, como ya dijimos, toda persona muy lunar
responde muy emocionalmente a los estímulos del medio, que
esconde también el hecho de que la temática de la supervivencia
(es decir, la búsqueda de seguridad o el evitar el peligro) se
encuentra en primer plano. Por eso también suelen ser personas
muy memoriosas, pues al manejar respuestas emocionales más
grandes, todo es recordado más vívidamente (aunque
profundamente, siempre categorizado como un recuerdo ​bueno o
seguro, o ​malo​ o peligroso).
Así, profesiones relacionadas a lo lunar van desde el
cuidado de niños o la asistencia en la crianza, el trabajo con
madres, profesiones referentes a la construcción o
acondicionamiento de hogares (como ámbitos de protección), tal
como la arquitectura o el diseño de interiores (aquí se presenta
también un componente venusino); yendo también hacia
profesiones relacionadas con la historia o la antropología e
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incluso otras de índole más terapéutica o toda aquella profesión


donde el trabajo a nivel emocional se encuentre en primer plano.
Es fácil ver que toda sustancia en estado líquido necesita
algo sólido que la contenga. El agua en el vaso, el río en su cauce,
la clara del huevo en su cáscara. Todo medio sumamente elástico
y resonante se complementa con otro más rígido, tenso, duro. Y
la particularidad de lo duro no es resonar sino dar contención,
sostén, estructura. Aquí encontramos las particularidades de
Saturno.
Por eso, no se habla de personas muy saturninas como
emocionales, sino como fuertemente predictivas; aquí también la
supervivencia está en primer plano pero desde una observación
de las posibles causas y consecuencias; hay una mesura muy
presente en toda persona muy saturnina, y un énfasis en lo que
llamaremos “supervivencia de alto nivel” es decir, aquellos
mecanismos de supervivencia más complejos en estructuras de
grupos humanos (sociales) cada vez más complejas. Después de
todo, ¿qué es sobrevivir hoy, en sociedad? Ya no es ser el más
fuerte o el más habilidoso, para pelear con el tigre o el oso, o con
la tribu enemiga; hoy en día otros son los indicadores que nos
brindan seguridad y parecen garantizar nuestra supervivencia:
tener dinero, un trabajo estable, una posición o reconocimiento
social determinados, etc. En esta versión del mecanismo de
supervivencia encontramos a Saturno, y personas con una fuerte
presencia de este planeta en su estructura se ven naturalmente
movidas hacia garantizar su seguridad de este modo.
Siguiendo en esta línea, dichas personas ponen mucho
énfasis en el peso de la experiencia; si es ajena, debe provenir de
una persona que aparentemente sea ​confiable ​como portadora
de ella, y en caso de ser propia, el énfasis estará en la experiencia
directa, no meramente intelectual, y sobre todo en aquello que
puede ser ​modelado ​con ​reglas y vuelto a reproducir para ser
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verificado. Por eso suele haber un escepticismo predominante en


toda persona muy saturnina, y una orientación hacia las ciencias
experimentales o exactas, hacia la construcción de modelos de la
realidad en cualquier dominio de ésta que se trate.
​ el sistema,
Sería útil concebir a Saturno como la ​frontera d
el límite que lo distingue de otros componentes y así, como parte
de un sistema mayor que lo contiene. Pero también sabemos que
esas ​fronteras tienen una ​realidad dependiente de cuán
penetrantemente observemos. Podríamos decir que la mano que
apoya sobre la mesa está separada de ésta; gracias a percibir un
contorno, un contraste, algo que nos ayuda a delimitar una
forma.​ Sin embargo hoy en día gracias a la ciencia sabemos que la
materia está conformada de partículas subatómicas y que éstas
en última instancia son vibración. Y que la mano no se funde con
la mesa por particularidades estructurales que hacen a cada
material; no es algo intrínseco, son propiedades derivadas de la
trama vincular particular. De esta forma Saturno nos conecta con
las diferentes ​realidades aparentes según el nivel de observación
(podríamos decir, el grado de consciencia del observador) que se
trate.

Los planetas transpersonales


Hasta aquí hemos visto a los planetas personales.
Abordaremos el estudio ahora de los transpersonales,
comprendiendo que todos ellos en su función ​atentan contra el
mecanismo de conservación planteado por la Luna y Saturno, es
decir que todos ellos, cada uno en su versión, muestra una
realidad más compleja que criticará las interpretaciones y
generalizaciones sobre las que descansa el mecanismo
lunar-saturnino. Y dado que ese mecanismo define fuertemente
nuestra identidad, estos planetas ​criticarán en su función un
© Leandro Liptak 2018 · Venus Saturno Astrología

cierto nivel de la identificación psicológica del individuo,


permitiendo así que ésta se desorganice para posteriormente
volver a organizarse de una forma más integrada y estable (es un
proceso cíclico).
Ahora bien, podemos imaginar según lo que hablamos
sobre los planetas de la sección anterior, que esto muy
probablemente no sea vivido como algo agradable o cómodo,
puesto que no es vivido como algo ​seguro.​ Los tres planetas
transpersonales, cada uno en su versión, nos ponen en contacto
con un nivel de ​incertidumbre que refleja la complejidad y
creatividad del pulso vital, y el mecanismo Luna-Saturno si hay
algo que no es, es creativo. Es un mecanismo que se cierra sobre
sí, reutilizando la información pasada, y está bien que así sea, es
su función y posibilita la vida. Pero podríamos decir que los
planetas transpersonales son los más ​espirituales puesto que
ponen al ser humano en contacto con complejidades vitales
crecientes y le permiten expandir la esfera de su identidad más
allá de lo que creía posible.

♅ Urano

● Signo asociado: ♒ Acuario

Si, como hemos dicho anteriormente, Saturno es la


frontera del sistema, y su función es conservar, podemos
imaginar a ésta como un mecanismo infalible en su tarea de
deducir a partir de la información pasada, para garantizar la
seguridad a futuro. Llevado al extremo, lo cual será muy útil para
nuestro ejemplo, imaginaremos que si hay algo que pudiera ser
previsto por Saturno en base a la información previa, entonces
así fue. ¿Cómo es entonces que Urano logra comprometer este
© Leandro Liptak 2018 · Venus Saturno Astrología

mecanismo? Urano propone algo que la lógica saturnina no


comprende en absoluto: mostrará algo ​excepcionalmente
creativo,​ en el sentido que, como ya hemos mencionado en los
inicios del libro, eso no se desprende de la información anterior
por aplicación de ninguna regla o patrón. Esto es difícil de
concebir pues la función uraniana habla de algo que jamás puede
ser encasillado, no hay patrón que lo modele, y quizás nuestro
ejemplo del número π y los demás números irracionales nos
ayude a volver a concebirlo.
En estos términos es fácil enlazar a la función solar con la
función uraniana a nivel creativo, sólo que la función solar actúa
aún dentro de la esfera de la identidad mientras que la uraniana
a nivel transpersonal. Es por eso que la función de urano siempre
es percibida como algo ​impredecible desde lo lunar-saturnino, y
dado que éste es nuestro punto de referencia actualmente a nivel
humano, es difícil que no sea visto como algo en mayor o menor
medida ​peligroso​.

Ninguna gran mente ha existido jamás sin un


toque de locura. ─ Aristóteles

La diferencia entre creatividad, impredecibilidad y locura es en


extremo sutil. Lo que sí sabemos es que todo aquel que llamamos
loco ha perdido, en mayor o menor medida (justamente, ése es el
punto) su capacidad de interacción social (su función saturnina)
que se basa principalmente en el manejo de los comunes
acuerdos, implícitos o explícitos entre seres humanos. De alguna
forma, sea locura o creatividad excepcional, es algo que sólo
puede ser definido en contextos vinculares, y esta temática es
propia de la interacción entre la función de urano y saturno.
Es un hecho que somos seres sociales. No vivimos en
aislamiento, sino en grupos humanos que han ido organizándose
© Leandro Liptak 2018 · Venus Saturno Astrología

en complejidades crecientes, como ya hemos hecho mención. Es


decir que todos necesitamos de nuestras facultades sociales en
mayor o menor medida según sea nuestra estructura energética.
Fundamentalmente todos necesitamos todas nuestras funciones
sistémicas, pero el Sol, la Luna y Saturno son una tríada esencial.
Comenzamos a comprender que ser una persona muy
uraniana no es algo sencillo, puesto que el desafío es cómo
canalizar a través de una personalidad esos niveles tan altos de
creatividad que a su vez es fácil que desde lo saturnino colectivo
(el status quo social) sea visto como ​disruptivo,​ ​excéntrico,​ etc. Es
por eso que es común ver que personas de este estilo, en la
búsqueda de una identidad (que no puede separarse de decir
identidad social​) oculten inconscientemente su lado uraniano y
acentúen su lado lunar-saturnino, algo que se conoce con el
nombre de ​polarización.​ Este es un primer movimiento que suele
hacer la psique en su intento de organización. Otro movimiento
posible es el de negar completamente la necesidad de la función
saturnina: negar la necesidad de interacción social que implica
avalar las normas establecidas, en un intento constante de
divergencia, puesto que todo aquello que comienza a
consolidarse, estructurarse o establecerse entra en el ámbito de
lo saturnino.
En ese sentido toda ​innovación,​ todo invento es regido
por Urano; es la función a través de la cual emergen nuevos
paradigmas. Toda persona muy uraniana tiene un pensamiento
esencialmente ​lateral que no sigue las corrientes habituales y un
deseo de contrastar lo establecido con lo novedoso. Así, estas
personas son también esencialmente ​vanguardistas​, están
fácilmente en contacto con los nuevos modelos antes que con los
ya arraigados.
© Leandro Liptak 2018 · Venus Saturno Astrología

A nivel profesional podemos encontrar creativos de


todos los ámbitos, o trabajos relacionados con la innovación en
cualquier campo que sea: artístico, tecnológico, educativo, etc.

♆ Neptuno

● Signo asociado: ♓ Piscis

Neptuno compromete al mecanismo saturnino en otra


forma. Podemos concebir a Saturno como un experto que domina
las leyes del plano en que se desenvuelve. Leyes precisas de
causa y efecto. Así, a medida que la función neptuniana actúa
pondrá las cosas ​poco claras,​ a tal punto que, si bien las leyes son
conocidas, se pierde la capacidad de saber si aplican o no, dado
que el contexto es ​confuso.​ Pero si examinamos esta cuestión
detenidamente, ¿qué es esa confusión, esa falta de claridad? Es
una invitación para realizar un discernimiento más profundo. Es
confusión a determinado ​nivel de observación que nos está
diciendo que para clarificar la situación, es necesario contar con
información de otro orden, que no era aquel que actualmente
manejaba saturno.
Por eso esencialmente la función de Neptuno es
sensibilizar,​ y esto implica ampliar la percepción para justamente
hacerse sensible a otros flujos de información que guardan una
sutileza mayor respecto a la percepción anterior. En personas
fuertemente neptunianas esto suele tener un correlato con la
percepción extrasensorial, que puede ir simplemente desde el
lenguaje no verbal hasta todo tipo de percepciones que
comúnmente serían catalogadas de paranormales o ​místicas​.
Nuevamente, como en el caso de Urano, esta función
presenta complejidades cuando se encuentra muy presente en la
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estructura puesto que percibir mayores volúmenes de


información implica también una complejidad para la
organización psíquica. Procesar toda esa información y mantener
un orden interno implica fundamentalmente tomar contacto con
niveles más allá del intelectual o racional: el corporal y
emocional. Es aprender a dimensionar adecuadamente la
información que se presenta a través de otros canales y que no
puede ser fácilmente clasificada o analizada, lo cual
fundamentalmente quiere decir moverse hacia un modo de
procesar mucho más ​intuitivo​.
Sin embargo es común que estas personas se polaricen
hacia sus funciones más analíticas como ser la de Mercurio o
Saturno; no es fácil ser atravesado por grandes cantidades de
información que no podemos fácilmente expresar u ordenar, y
sería muy útil para estas personas el manejo de lenguajes que
brindaran mayores capacidades expresivas, lo que puede ir
desde la poesía, los lenguajes multimediales (el cine es regido
por Neptuno) hasta los lenguajes sagrados como la astrología o
el tarot.
Una vez más vemos que el nivel colectivo extendido de
percepción (el nivel de percepción de un individuo promedio en
una sociedad) está representado por Saturno. En ese sentido ser
una persona muy neptuniana presenta inconvenientes a nivel
interacción social similares a los que planteaba Urano. ¿Cómo
encontrar una manifestación individual de toda esa sensitividad
preservando aún así las capacidades para funcionar entre
individuos que perciben, en promedio, mucha menor
información de su medio circundante?
Esto hace que estas personas necesiten momentos de
retraimiento periódicos para poder reorganizarse internamente.
A su vez, esa percepción de la realidad en términos más
complejos, de aquello que se ​siente pero que no puede ser
© Leandro Liptak 2018 · Venus Saturno Astrología

fácilmente sistematizado o intelectualizado, pone a estas


personas en contacto con lo ​espiritual,​ lo ​místico​, lo inexplicable
desde el punto de vista científico.

La religión que teme a la ciencia deshonra a Dios


y comete suicidio. ─ Ralph Waldo Emerson

Dios no juega a los dados. ─ Albert Einstein

De este modo, Neptuno sensibiliza a la comprensión de


leyes más sutiles, leyes que eventualmente y a su tiempo, la
ciencia va sistematizando. En ese momento, esas leyes pasan a
formar parte del Saturno colectivo. Aunque muchas de estas
leyes a las que Neptuno apunta exceden el ámbito de la materia
para incurrir en el ámbito de la mente, la consciencia, y la
interacción mente-materia; ámbitos que la ciencia sólo
recientemente y de forma muy rudimentaria comienza a
examinar.
Esa sensibilidad (o sensitividad) de las personas muy
neptunianas claramente encuentra resonancia la Luna, aunque
su función es diferente. Esta última habla de una sensibilidad
aguda en el nivel de observación que Saturno delimita, mientras
que como ya hemos visto, Neptuno va más allá.
Es así que personas muy neptunianas suelen tener una
fuerte ​empatía dado que hay una capacidad grande de registro
de aquello que está más allá de mí (de mi límite, mi cuerpo, mi
identidad), y esa empatía se enlaza a una cualidad ​compasiva y
un deseo de contribuir altruista. Son personas muy “esponja”, su
estructura es porosa y se tiñe fácilmente del entorno en que se
encuentra y el contexto energético que allí se esté
desempeñando.
© Leandro Liptak 2018 · Venus Saturno Astrología

Como ya mencionamos, podemos encontrar a estas


personas en profesiones relacionadas con la espiritualidad y lo
místico, lo devocional; también con el cine, la poesía o la música,
la fotografía, la terapia vibracional, energética o sonora, por
brindar algunos ejemplos.
Finalmente, así como podemos encontrar neptunianos
polarizados sobre su costado racional o metódico, también
podemos encontrar personas así que en su rechazo de la realidad
que llamaremos más tangible y concreta, más burda (el nivel
saturnino), niégan ésta y construyen un refugio en estados de
percepción acrecentada inducidos por drogas o sustancias, como
ser el alcohol, la marihuana, el ácido lisérgico, entre tantos otros.
Es decir que al igual que en el caso de Urano, este “rechazo” de la
función saturnina deriva en una integración parcial y patológica
(nuevamente hablando aquí en términos sociales, relativos pero
necesarios) de su Neptuno. Todo tipo de sustancias que induzcan
a estos cambios en la percepción sensorial y el procesamiento
corriente de la información (a la distorsión del ​principio de
realidad establecido por Saturno) se encuentran regidas por este
planeta.

♇ Plutón

● Signo asociado: ♏ Escorpio

Es el turno ahora de que indaguemos en la función ​menos


personal del zodíaco, que es lo mismo que decir la función ​más
transpersonal:​ plutón. Para esto nos remitiremos primero a una
visualización: imaginemos que alguien sostiene una regla de
plástico con una mano en cada extremo de ésta. Luego, haciendo
fuerza, comienza a doblarla, cada vez más y más. Seguramente
© Leandro Liptak 2018 · Venus Saturno Astrología

podemos anticipar qué sucederá. Sabemos que si seguimos


doblándola, se romperá. Pero es interesante registrar otra cosa:
¿qué ​sensación nos genera esos instantes previos en los que
estamos doblando la regla, llevándola hasta sus extremos de
resistencia?
Cuando ese objeto se quiebre, ¿qué ocurrirá? De seguro
escucharemos un ruido, un gran ¡crack! De hecho, si escuchamos
un ruido fuerte o débil dependerá de las particularidades del
objeto que se está rompiendo; no es lo mismo el sonido de una
regla al quebrarse que el de una madera cuando un maestro de
karate la quiebra de un golpe.
Si estudiamos esta secuencia detenidamente, veremos
que lo primero que ocurrió fue que ​aplicamos presión sobre
determinada estructura. Y dicho objeto tiene una capacidad
estructural para soportar determinada presión máxima. De
hecho, cuanto más tensa la estructura, más presión soporta.
Cuanto más laxa o elástica, menos, y por ende es más difícil o
imposible que suceda un quiebre de este estilo (pensemos en
intentar quebrar un pedazo de goma, por ejemplo, o una
servilleta de papel). Pero una vez que el quiebre suceda, el
sonido que escucharemos, corresponde a esa energía que estaba
contenida y fue ​liberada con el colapso de esa estructura, y es
proporcional a la presión que aplicamos.
Ésta es la función de plutón: destruir formas. Basta mirar
alrededor para darnos cuenta que nada en la naturaleza de las
cosas materiales es eterno: todo en el mundo de la forma surge
para tarde o temprano desaparecer. Como dirían los budistas,
todo en este mundo de mente y materia es ​impermanente,​ y
plutón nos conecta con esa realidad. Quiere decir que habrá
funciones sistémicas encargadas del surgir en la forma (la Luna y
Saturno) y otras encargadas de su cese o extinción (Plutón),
aunque es fácil ver lo poco familiarizados que estamos con este
© Leandro Liptak 2018 · Venus Saturno Astrología

hecho; nuestra cercanía hacia lo lunar y saturnino hace que nos


sea muy fácil negar aquella ​fase e​ n que algo debe cesar en la
forma para que su energía pueda volver a quedar libre y a
disposición para constituir otras formas nuevas.
Volvamos unos instantes al ejemplo de la regla que se
quiebra, y veamos que al aplicar presión sobre ésta, podemos
fácilmente deducir aproximadamente dónde va a quebrarse: la
regla se está doblando sobre su punto medio y allí se producirá la
rotura. Esto mismo nos sirve para ejemplificar la acción de
plutón, pues la presión es aplicada y condensada sobre un punto
y es allí donde acontecerá el colapso. En este sentido, el principio
de Plutón es muy similar al de Marte (que también nos habla de
la condensación de energía sobre un punto), pero el objetivo es
otro. Además, nuevamente, sabemos que la función marciana
funciona en la esfera de la personalidad mientras que Plutón
opera a un nivel transpersonal.
La conformación de nuestra identidad puede verse como
la construcción de una estructura psicológica que también
presentará sus particularidades de rigidez o flexibilidad según
sea el caso y según sean los fenómenos que le acontezcan. Pero
sabemos entonces que cuando la función de Plutón se activa, la
sensación será la de presión que induce un quiebre a esta
identidad tal como hubiera sido definida hasta entonces, y
podemos estar seguros que, si es el momento, ese colapso no
puede más que producirse. Ahora bien, con qué ¡crack!
particular, dependerá de cuánta tensión es capaz de contener esa
psique en ese momento específico.
Lo cierto es que una presión generada en un contexto
puede ser canalizada como una fuerza increíble. Una olla al
hervir hace saltar su tapa, y el mismo principio a gran escala se
usó en la máquina de vapor que dio sustento a las primeras
locomotoras. Así también, utilizando una olla de presión pueden
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cocinarse frijoles en menos de la mitad del tiempo de cocción


normal. Damos estos ejemplos para poner en contexto la
cantidad de energía que puede verse involucrada en estas
dinámicas y los efectos de las mismas.
Las personas muy plutonianas están en estrecho contacto
con este lado del pulso vital que habla del ​cese en la forma​, algo
que comúnmente llamamos ​muerte​. Ahora bien, lo difícil es ver
que es un ciclo continuo: toda muerte implica liberación de
energía; y toda energía tarde o temprano implica un nuevo ​nacer
en el mundo de la forma.
La función de Plutón consta siempre de dos fases:
condensación ​y ​liberación.​ Es un proceso cíclico y dependerá de
la persona la frecuencia con que esto se percibe; sin embargo
sabemos que si pudiéramos mirar penetrantemente en la
materia, veríamos este pulso ocurrir instante a instante, como
una danza eterna.
Por eso es común encontrar personas con un fuerte
énfasis de Plutón polarizadas en sus funciones lunar o saturnina.
Vivir este pulso de transformación periódica implica ser capaz de
procesar una intensidad vital particular que es vivida a nivel
físico, emocional y mental (la particularidad dependerá de cada
estructura natal).
También podemos encontrar personas que buscando
identificarse con esta cualidad transformadora, niegan toda
necesidad de construcción y sostén estructural (Luna, Saturno)
volviéndose así exclusivamente destructivas. Vemos una vez
más, que cada uno de los tres planetas transpersonales guarda
una complejidad esencial en esta temática de cómo sintetizarlos,
sobre todo, con el mecanismo de conservación fundamental
lunar-saturnino; es decir, de cómo ​hacer identidad s​ obre ellos.
En la mecánica de Plutón, en su fase de condensación,
vemos esta ​absorción de energía,​ que a nivel humano se traducirá
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en un magnetismo particular. Personas muy plutonianas


condensan mucha energía en torno de sí, algo que también
remite en mayor o menor medida a la función solar, aunque
claro, sabemos que luego también existe la fase de liberación. No
existen muchas personas que podamos acreditar como maestras
de esta energía, de este pulso vital en sus dos fases. Existe aún
mucho que el ser humano desconoce acerca de la energía vital, y
nuestra atracción por ella. Para los taoístas la energía vital y la
energía sexual son la misma sólo que en estados diferentes. La
energía sexual es energía vital o ​chi en estado activo, encendido.
Así, este magnetismo está íntimamente relacionado a la
sexualidad y vemos que personas muy plutonianas son personas
de una sexualidad fuerte y muy presente.
La energía sexual (en última instancia, el principio
plutoniano) ha sido fuente de fuertes represiones a lo largo de la
historia de la humanidad. La dificultad de un entendimiento
cabal y directo de esto ha suscitado una incomprensión, temor y
censura de esta energía. Pero es justamente con eso, difícil de
explicar y racionalizar, con lo que plutón nos pone en contacto, y
nos ayuda así a entender la complejidad de vivir (manifestar)
esta energía de forma calibrada en nuestros vínculos.

Utilizamos la energía propia del placer [nuestra


energía vital] para aliviar nuestro sufrimiento y
de esa manera se da una relación entre el placer y
el sufrimiento. En otras palabras, pasamos a
sentir placer en sufrir. ─ Sri Prem Baba

Es interesante en este punto reflexionar unos instantes


sobre el porqué perduran ciertas conductas humanas que un
nivel aborrecemos. ¿Por qué perdura el consumo de drogas, de
pornografía, la trata de personas? Debemos reconocer que a
© Leandro Liptak 2018 · Venus Saturno Astrología

nivel humano seguimos consumiendo todo eso, y esto está


íntimamente ligado a la represión de nuestra energía vital y
sexual. Disciplinas como el tantra, el yoga, el chi kung, o filosofías
como la taoísta buscan integrar estos aspectos antes que
negarlos. La psicología en todas sus ramas habla de traer luz
sobre los aspectos inconscientes y reprimidos de la personalidad.
El colapso de formas arcaicas permite el surgimiento de nuevas
formas más vitales, y ese proceso a nivel psicológico podemos
llamarlo de ​sanación:​ la contracara de la función plutoniana.
Así, podemos encontrar personas con un Plutón fuerte
trabajando como terapeutas desde lo psicológico o energético,
también ligadas a lo esotérico, aquello que no está a simple vista,
dado que la función de Plutón hace incapié sobre la energía antes
que la materia; lo invisible antes que lo visible; algo que
podríamos encontrar también en un físico que trabaja con
partículas subatómicas, o un investigador o detective de
cualquier índole.
© Leandro Liptak 2018 · Venus Saturno Astrología

Capítulo 4 ─ Las casas


© Leandro Liptak 2018 · Venus Saturno Astrología

El aspecto astronómico
Llegamos así en nuestro estudio al punto en que hemos
de adentrarnos en las llamadas ​casas astrológicas.​ Pero primero,
buscaremos comprender qué significan desde el punto de vista
astronómico para que podamos comprender también cómo hay
mucha más información inscrita en la carta natal de la que quizás
inicialmente pensábamos.
Para eso contaremos una breve historia, cuyo
protagonista es un estudiante de astrología parado en algún
punto del planeta; el terreno es una planicie, y este hombre o
mujer divisa claramente el horizonte en todos los sentidos. De
esta forma va a ubicarse mirando en dirección al sol que está
justo despuntando el alba; es el ​amanecer​. Sabemos que esa
dirección siempre corresponde aproximadamente con el este
como punto cardinal.
Pues bien, el tiempo pasa y el Sol continúa en ascenso.
Llegará un momento en que ya no sube más, está lo más alto que
puede estar, y en ese momento sabemos que el ​mediodía ha
llegado. Nuestro observador sigue inmóvil, y el Sol comienza a
descender hasta que, horas más tarde, se encontrará poniéndose
sobre el horizonte por detrás de nuestro sujeto, en dirección
siempre cercana al oeste. Es el ​atardecer​ y ha llegado el ocaso.
Infalible, el personaje de nuestra historia continúa atento
y observando, percibiendo, y si bien ya no ve el Sol, sabe que
este continúa descendiendo y llegará un momento en que ha
descendido todo lo máximo posible. Es la ​medianoche.​ Y si bien
fuera un poco extenuante, nuestro sujeto no ha dormido y
tiempo después de que el Sol comenzará nuevamente su ascenso,
© Leandro Liptak 2018 · Venus Saturno Astrología

volverá a verlo cruzar por el horizonte con la llegada de un


nuevo día.

Quiere decir que hemos podido percibir en el


movimiento del Sol a lo largo del día dos grandes períodos: aquel
en que está en ascenso, y aquel en que está en descenso. Pero
también podemos hablar de otra división del mismo ciclo: el
período en que está visible por encima del horizonte, y el período
en que está por debajo, oculto para el observador.
© Leandro Liptak 2018 · Venus Saturno Astrología

Surge la reflexión obvia: el Sol no se mueve, nos


movemos nosotros. Y de hecho es así: ese movimiento ​aparente
del Sol es producto del movimiento de ​rotación ​terrestre y junto
con él, el de nosotros como observadores en este planeta. Aún así
una vez más, la astrología nos conecta con la importancia de
cómo las cosas ​parecen ser y su relevancia en lo sutil. Toda
persona que haya tenido la oportunidad de estar en silencio,
meditando o contemplando al amanecer y al ocaso puede
fácilmente percibir cómo se agita o apacigua la Vida en dichos
momentos.
Ahora bien, lo que comúnmente no sabemos es que no
sólo el Sol hace ese movimiento aparente de ascenso y descenso,
sino que, dado que es realmente la Tierra rotando, todo el
sistema solar sigue ese mismo curso a lo largo del día. Esto
quiere decir que, en determinado momento, todos los planetas
cruzan por el horizonte ascendiendo, llegan a un punto de
ascensión máxima o ​culminación superior,​ y luego comienzan su
trayectoria aparente de descenso, se ponen por el horizonte y
llegan más tarde a un punto de ​descenso máximo o ​culminación
inferior​. Todos, ya sea Mercurio, Venus, la Luna, Plutón, etc.
siguen esta trayectoria aparente.
Dicho esto, no estamos lejos de una carta natal. Todo
gráfico convencional de una carta natal está orientado en torno a
un eje horizontal que conecta dos puntos conocidos como el
ascendente (​ AC) y el ​descendente (DC). Es una convención, como
también lo es nuestro orden de lectura y escritura de izquierda a
derecha. Ahora bien, ese eje se conoce como ​línea del horizonte​, y
corresponde con la superficie terrestre para determinado lugar
del planeta. Por eso, cuando hemos de calcular una carta natal,
necesitamos saber (entre otras cosas) el ​lugar ​para la cual la
estamos calculando: de esta forma sabemos dónde se sitúa el
observador. Esto es fundamental, pues ahora estamos diciendo
© Leandro Liptak 2018 · Venus Saturno Astrología

que una carta natal es más que simplemente una instantánea del
sistema solar, sino que además de ​cómo lucía e​ l sistema solar
visto desde determinado lugar del planeta, y en determinado
momento.
Es importante que comprendamos esto adecuadamente.
El mismo instante de tiempo puede lucir muy diferente si lo
observamos desde lugares distintos. Por ejemplo, si en Argentina
a las 16 horas es de día (el Sol está visible), en ese mismo
instante en Estados Unidos es de noche. Y según lo que antes
dijimos, eso mismo aplicará para los demás astros: algunos
estarán visibles para nuestro hemisferio y otros para el
contrario. Más tarde, cuando la tierra haya rotado lo suficiente, la
situación será la opuesta: será de noche para nuestro hemisferio
y de día para el hemisferio norte. Cabe aclarar también que si
bien usamos el término “visible” para referirnos a cualquier
astro cuando está por encima del horizonte, no quiere decir que
podamos verlo a simple vista. El tamaño y la distancia de esos
cuerpos hace que necesitemos de un telescopio para poder
observarlos. Además la luz del sol también eclipsa nuestra visión.
Las estrellas están siempre ahí, pero de día no las vemos.
Volviendo entonces a línea del horizonte, podemos
colocar imaginariamente a nuestro observador en medio de ella
y observando en dirección al ​ascendente que es, justamente, por
donde suben todos los astros. Por ejemplo, si alguien ha nacido
justo al despuntar el alba, en el gráfico de la carta natal veríamos
al Sol justo sobre el punto del ascendente. En contrapartida todo
astro que esté poniéndose estará situado sobre el descendente.
Tenemos así también otro eje fundamental que conecta
dos puntos: el ​mediocielo (MC) y el ​fondo del cielo,​ también
nombrado por sus siglas en latín IC: ​imum coeli​. El mediocielo
indica entonces ese punto de máximo ascenso en que puede
encontrarse un astro, y el fondo del cielo el punto de máximo
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descenso. Si una carta natal se presenta rotada y orientada


siempre con la línea del horizonte en sentido justamente
horizontal, la línea del mediocielo-fondo del cielo siempre se
encuentra más o menos vertical, y cuán perpendicular al eje
AC-DC dependerá, entre otras cosas, del lugar del planeta y la
hora específica.
Dichas cuestiones astronómicas exceden el alcance de
este libro, sin embargo y a modo de ejemplo para facilitar la
comprensión intuitiva, pensemos en alguna región del planeta
cercana a los polos, como puede ser Dinamarca o Ushuaia, y
veremos que en invierno el Sol sale muy tarde en la mañana y
sube muy poco pues rápidamente vuelve a bajar para ocultarse,
mientras que en verano ocurre lo contrario: sale muy temprano,
sube hasta estar muy en alto y así tarda proporcionalmente en
bajar para ocultarte ya muy entrada la tarde.
Entonces cuando estemos observando una carta natal
cualquiera, veremos que estos dos ejes, AC-DC y MC-IC, nos
definen y delimitan cuatro cuadrantes específicos:
● Un cuadrante que va desde el AC hasta el MC. Allí
se encuentran los astros visibles para el
observador y que además están ascendiendo (van
hacia​ el mediocielo).
● El cuadrante desde el MC hasta el DC. Los astros
aquí ubicados también se encuentran sobre la
línea del horizonte (visibles) pero ahora su
movimiento es ya de descenso.
● Otro cuadrante desde el DC hasta el IC.
Corresponde a los astros que ya se ocultaron y se
encuentran invisibles y que continúan su
trayectoria de descenso (hasta llegar al IC).
● El cuadrante desde el IC hasta el AC en el cual se
encuentran los astros que están en ascenso pero
© Leandro Liptak 2018 · Venus Saturno Astrología

aún invisibles para el observador (hasta que


crucen por sobre el AC).

Desde la antigüedad los astrólogos han dado relevancia a


este posicionamiento de los astros que no tiene que ver con su
configuración en el sistema solar sino que tiene que ver con su
ubicación aparente cuando son vistos desde el planeta Tierra,
por eso, al comienzo del libro mencionamos que los signos
guardaban relación con el movimiento de traslación de la Tierra,
y la ubicación de los planetas en determinados signos depende
de la configuración particular del sistema solar para un momento
dado, que es igual para cualquier lugar del planeta desde donde
se lo mire. Por eso se conoce como ​estado celeste​ de los planetas.
Por otro lado, según dónde estemos ubicados como
observador en el globo terrestre variará su movimiento aparente
de ascenso, descenso, visibilidad o invisibilidad, algo que se
conoce como ​estado terrestre​ de los planetas.
Ahora bien, llegado un punto los astrólogos observaron la
necesidad de precisar aún más en qué punto de su movimiento
aparente estaban los astros, así fue que tomaron cada uno de los
cuatro cuadrantes antes mencionados y lo dividieron en tres
regiones cada uno, dando así lugar a las ​doce casas astrológicas.
Esto quiere decir que no sólo podían precisar si un planeta
estaba, por ejemplo, ascendiendo y visible, sino que ahora
además era factible especificar si estaba al inicio de ese
cuadrante (acababa de ponerse visible), en medio, o hacia el final
(ya se encontraba cercano al mediocielo). Resumiendo entonces,
diremos que las casas astrológicas son fragmentos de la
trayectoria aparente de los astros del sistema solar a lo largo de
un día.
© Leandro Liptak 2018 · Venus Saturno Astrología

Para finalizar con esta sección entonces, vemos que con


el gráfico de una carta natal podemos conocer muchas cosas sin
necesidad de tener en nuestro poder los datos de nacimiento:
podemos saber por ejemplo si la persona nació de día o de noche,
dependiendo de si encontramos al Sol ubicado por encima de la
línea del horizonte, en el llamado ​hemisferio superior de la carta
(día), o por debajo en el ​hemisferio inferior (noche). De hecho,
sabiendo que si el Sol se ubica en el ascendente es amanecer, si
se ubica en el mediocielo es el mediodía, en el descendente el
atardecer y en el fondo del cielo la media noche, podemos
entonces hacer un cálculo aún más preciso sobre la hora de
nacimiento de una persona con sólo mirar su mapa natal.
© Leandro Liptak 2018 · Venus Saturno Astrología

El aspecto astrológico
Hasta aquí hemos comprendido qué son las casas a nivel
astronómico y básico. Debemos movernos ahora hacia la
comprensión que le daremos en nuestro estudio astrológico.
Para eso debemos retrotraernos a lo que hablamos sobre los
planetas y antes aún, al mecanismo de identificación y
proyección.
Cuando hablamos de los planetas mencionamos sus
tiempos de retorno, y cómo a medida que estos ciclaban sobre sí
se presentaban para la persona nuevas oportunidades de
aprendizaje en relación a ese principio planetario. Sabemos
además que esto es específicamente importante para los
planetas personales que son los que, en el lapso de una vida
humana, llegan a completar al menos algunas vueltas completas.
Esto quiere decir que a medida que estos planetas hacen sus
retornos se nos presentan chances fuertes de ​hacer identidad
sobre sus funciones y cualidades. Ahora bien, ¿qué sucede en
tanto no seamos capaces de reconocernos en ellos plenamente?
La hipótesis fuerte es que serán proyectados; esa magnitud
energética está, pero como dijimos, la vemos en formas “por
fuera” de nosotros. Formas que nos son ajenas y que en principio
pensamos no tienen nada que ver con lo que somos.
En este punto la astrología dice algo interesante. Dice que
es posible distinguir diferentes ​ámbitos de proyección en los que
podremos ver esta energía. Ámbitos que en principio se
presentan como disjuntos: la pareja, los hermanos, la familia o la
profesión, los hijos, los amigos, etc. Y esto son las casas
astrológicas: ámbitos de proyección, en los que veré aquellas
cualidades con las que no puedo reconocerme e integrar. Y como
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personas con una identidad nos sentimos desenvolviéndonos ​en


esos ámbitos. Es decir que no tenemos un paradigma que nos
permita concebir que ese ​afuera guarda una relación inseparable
con nuestro ​adentro​ y que en última instancia son la misma cosa.
Es por eso que esos ámbitos pueden ser definidos como
ámbitos de experiencia, como ​escenarios en los que uno se
desenvuelve; analogía que mencionan muchos libros
tradicionales. Debe quedar muy claro: desde este punto de vista,
esos ámbitos, esos entornos y las experiencias que allí
atravesamos no son ajenos a nuestra estructura sino que están
indisolublemente ligados a ella y vienen denotados por las casas
astrológicas y los planetas presentes en ellas.
Así, nos encontraremos con doce ​escenarios,​ doce
patrones de experiencias que tendremos que llegar a
comprender adecuadamente, pues allí radica la potencialidad del
lenguaje astrológico: poder llevar consciencia a nuestro vivir en
esos ámbitos para observarnos detenidamente y llegar a
comprender qué energías allí se muestran para profundamente
​ ue eso guarda estrecha relación con lo que somos y que a
sentir q
nivel esencial anhelamos.

Planetas y signos en las casas


Antes de continuar debemos aclarar algunos aspectos
técnicos más. Cuando vemos una carta natal con su diagrama
radial (de circunferencia) podemos ver los doce signos del
zodíaco, cada uno representando una porción de 30 grados del
círculo. Ahora, además de esa división en doce sectores,
encontramos superpuesta otra que no necesariamente tiene por
qué coincidir y que refiere a las doce casas. Lo cierto es que, por
lo general, las casas no tienen todas 30 grados por igual, su
tamaño puede variar, si bien las doce en total suman 360 grados
© Leandro Liptak 2018 · Venus Saturno Astrología

(la circunferencia entera). Ahora bien, cada una de las casas o


sectores como se les solía llamar antiguamente, tiene un punto
exacto del zodíaco donde comienza, y se extenderá en sentido
antihorario (al igual que avanzan los signos) hasta donde
comienza la próxima casa. Ese punto exacto donde comienza una
casa se conoce como ​cúspide ​de esa casa. Y ciertas casas, por
tener una relevancia especial, dan a sus cúspides un renombre
específico. Así, la cúspide de la casa uno se conoce como
Ascendente (AC), la de la casa cuatro como fondo del cielo (IC),
de la casa siete como descendente (DC) y la cúspide de la casa
diez como mediocielo (MC). El resto simplemente las
nombramos como “cúspide de la casa X”.

Así, al ser la cúspide un punto exacto podemos ubicarla


de forma precisa al decir, por ejemplo, que la cúspide de la casa
dos comienza en 13° 42’ ♑ (trece grados cuarenta y dos minutos
del signo de capricornio) para una carta natal particular. Es
importante diferenciar esto e internalizar que la casa es todo un
sector mientras que la cúspide es solo un punto.
Sin embargo, ese punto tiene vital importancia. Cuando
vimos los planetas mencionamos que éstos actuaban como un
canal de la vibración de los signos. Tener un planeta en un signo
es experimentar ese signo ​a través de ese planeta. Ahora
podemos introducir algo más: tener la cúspide de una casa en
© Leandro Liptak 2018 · Venus Saturno Astrología

determinado signo es también experimentar ese signo ​a través


de ​las experiencias que esa casa define. Por ejemplo, alguien que
tenga la cúspide de la casa 7 (asociada a la pareja o cónyuge) en
Aries, experimentará esa energía ariana a través de las
experiencias conyugales.
Todo el tiempo veremos que las casas inician en algún
lugar de un signo pero posiblemente se extiendan y abarquen
parte de otro. La pregunta típica entonces es: ¿qué importa más,
el signo de la cúspide, o el otro que quizás abarca un sector más
grande? En este punto siempre se nos dice que la cúspide tiene
vital importancia en la manifestación de esa energía. Es como un
embudo que escurre el líquido a través de ese punto. Incluso si
una casa comienza en el grado 29° de un signo y se extiende
hasta abarcar gran parte del siguiente, ése primer signo es el que
está encontrando manifestación a través de esa casa.

Ecuaciones de aprendizaje
Si pensamos que tenemos diez planetas y doce casas, de
por sí sabemos que en toda carta natal habrá al menos dos casas
vacías (y comúnmente encontraremos aún más). Vamos a
concentrarnos primero en aquellas casas que tienen presencia de
planetas, pues allí nos encontramos con situaciones de
aprendizaje bien definidas.
Veremos lo siguiente: ​qué estoy aprendiendo, tiene que
ver con el planeta en cuestión, y ​dónde ​(en qué tipo de
experiencias) tiene que ver con la casa. Así, por ejemplo, si
alguien es Marte en Casa 7, está aprendiendo sobre su impulso,
determinación y capacidad de ser frontal y decidido en aquellas
experiencias relacionadas con su pareja. Esto quiere decir que
esa cualidad marciana estará presente en esas experiencias a fin
que la persona pueda reconocerse en ellas.
© Leandro Liptak 2018 · Venus Saturno Astrología

En este punto parece haber una regla general: cuanto


más desconozco sobre una energía que me es propia, más
contundentemente, de forma más burda se me muestra ​por
fuera​. Así, si la persona del ejemplo vive desconociendo por
completo la magnitud de su deseo y determinación e impulso,
esto podrá verse manifestado en sus experiencias conyugales
como violencia, peleas, confrontaciones, etc. ¿Quiere esto decir
que ésa es la única interpretación posible para Marte en Casa 7?
Si esto fuera así, este libro no tendría sentido. Toda la cuestión
aquí estriba en comprender que la posición de un planeta en una
casa es un patrón complejo y no una forma definida. De hecho,
hemos venido hablando insistentemente de esto, y comprender
la lógica de la astrología depende de que lo captemos.
Comenzar a reconocernos en las energías que se
manifiestan en un contexto de nuestra vida hace que las
situaciones se recalibren en un equilibrio nuevo. La magnitud de
esa proyección disminuye y las experiencias, si bien continúan
portando esa cualidad, lo hacen en una forma más sutil que
posibilita nuevas interacciones creativas. Operamos en ese
ámbito de nuestra vida con otra consciencia, lo cual nos permite
que podamos actuar constructivamente generando un cambio
para mejor, entendido esto como una acción ecológica que
cuadra en un contexto más amplio como parte de una
inteligencia mucho más compleja.

Acepta, luego actúa. Lo que sea que el


momento presente contenga, acéptalo como si lo
hubieras elegido. Siempre trabaja con él, no
contra él… Esto transformará milagrosamente tu
vida entera. ─ Eckhart Tolle
© Leandro Liptak 2018 · Venus Saturno Astrología

Siguiendo con nuestro ejemplo, si esta persona que es


Marte en Casa 7 comienza a reconocer la cualidad marciana en
sus vínculos de pareja, comienza a ​percibir el patrón que subyace
a ese tipo de experiencias y puede realizar el pasaje para
reconocer que esa energía de determinación e impulso le es
propia. En ese entonces algo se afloja y las experiencias
comienzan a cambiar pues de repente se reconoce un nuevo
abanico de posibilidades cuando eso es manifestado
conscientemente: se descubre que con la pareja se construye un
vínculo de alto dinamismo, de una vibración acelerada que debe
encontrar su cauce en la acción, en el emprender conjunto, en
una proactividad y una celeridad que es gatillada por esa
relación.
Esto quiere decir que si tenemos diez planetas, tenemos
diez ecuaciones de aprendizaje que podremos comenzar a
comprender e indagar en ellas. Este es uno de las primeras guías
que la astrología ofrece en el transcurso de su estudio: en la
medida que conocemos el significado de las casas y los planetas,
podemos observarnos conscientemente en determinadas
situaciones para comenzar a develar el vínculo entre nuestro
adentro y afuera y vivir una vida más integrada y alineada con
nuestro propósito vital.
Sin embargo, debemos mencionar algo brevemente sobre
qué sucede con las casas que están vacías. En ese caso también
hay una ecuación de aprendizaje en relación al signo en la
cúspide de la casa. En una carta natal con Tauro en la Casa 3, el
aprendizaje versa en la manifestación de la energía taurina a
través de las experiencias que delimita esa casa. Por supuesto,
incluso si hay planetas en una casa, también está siempre el
signo de su cúspide. Pero en este caso daremos mayor relevancia
a la presencia del planeta en esas experiencias que a la energía
© Leandro Liptak 2018 · Venus Saturno Astrología

de signo en su cúspide. Esto hace ya a un parámetro propio de la


​ e la carta.
interpretación d

Las doce casas


Vamos a movernos ahora hacia la exposición de estos
doce patrones de experiencias, estas doce casas que buscaremos
comprender lo más esencialmente posible. Por razones
didácticas y siguiendo la metodología expuesta por Eugenio
Carutti, no comenzaremos por la casa uno sino que la dejaremos
para el final por buenas razones que luego abordaremos.
Comenzaremos nuestro estudio por la casa dos.
Cabe aclarar aquí que las casas y los signos están
estrechamente relacionados. De hecho, podemos pensar que las
casas son la manifestación en forma de experiencias de las
cualidades energéticas del signo al que se asocian, y por ende
también se encuentran vinculadas naturalmente a un planeta
determinado. Así, volvemos sobre el hecho de que si bien no son
exactamente lo mismo, a mayor comprensión del signo, mayor
comprensión de la casa asociada, y viceversa. Asimismo, a mayor
comprensión del planeta asociado a la casa, mayor comprensión
de la casa, del signo, etc.

Casa 2
● Signo asociado: ♉ Tauro

Para cada casa estaremos indagando: ¿a qué tipo de


experiencias refiere? Pues bien, la casa dos nos habla de
experiencias de ​materialización.​ Siempre que doy forma a algo,
siempre que traigo algo a este plano material estoy teniendo una
© Leandro Liptak 2018 · Venus Saturno Astrología

experiencia de casa dos. Un pastelero horneando una torta está


teniendo una experiencia de este tipo. Un artista confeccionando
una obra; un analista de sistemas programando una nueva
aplicación para computadoras, etc.
Al respecto se nos dice algo interesante: todo lo que
traemos a este mundo material, es reflejo de nuestros valores
internos. Qué valoramos internamente termina siendo a lo que
asignamos valor externamente. Y el denominador universal de
valor es el ​dinero.​ Por eso, tradicionalmente esta casa habla de
nuestra capacidad para generar dinero o cosas de valor, pero
como mencionamos, esto es esencialmente la capacidad de
valorar eso mismo como cualidades propias.
Por eso, muchas veces al encontrar problemas en el área
financiera encontramos alguna proyección ocurriendo en este
ámbito. Después de todo, los planetas presentes en esta casa
suelen mencionarse como ​recursos internos;​ son aquellas las
funciones de las que es preciso valerse para dar forma a las cosas
en el mundo material (es decir, me encuentro con ello en esas
experiencias), y que uno sea capaz de hacer eso está
estrechamente ligado a la capacidad de valorar esas cualidades
en sí mismo.
Por ejemplo, alguien en extremo venusino o lunar podría
tener (más bien vale decir: ​ser​) también Marte en Casa 2. Quiere
decir que al momento de ​plasmar para crear, para materializar,
esta persona se encuentra con su función marciana. En lo
profundo, esta persona ​valora lo marciano y quizás lo valore en
lo externo, en otras personas, en obras que no son su creación,
etc. pero por haber constituido su identidad en torno a lo
venusino y reconocerse exclusivamente como una persona
delicada y pacífica, ha abierto una ​brecha respecto a la expresión
consciente de su Marte; no puede hacer el pasaje que implica
valorar esas cualidades en su persona, y por ende, puede que su
© Leandro Liptak 2018 · Venus Saturno Astrología

situación financiera presente grandes dificultades. Disminuir la


proyección sería comenzar a reconocer esas cualidades como
propias pero entendemos la problemática: eso compromete la
identidad hasta entonces constituída e implica una redefinición
en otros términos; es mover el punto de referencia de la
personalidad actualmente establecido, en mayor o menor
medida.
En estas experiencias subyace también la sensación de
posesión sobre cosas externas, por eso habla del vínculo entre
nosotros (realidad interna) y las cosas que “nos pertenecen”
(realidad externa). Al respecto hablaremos esta cuestión en el
siguiente apartado específico.

Nuestro vínculo con el entorno


Como ya hemos mencionado, el hecho de la existencia de
las casas en astrología denota nuestra tendencia siempre
presente a fraccionar un adentro distinto de un afuera y
pensarnos distanciados e inconexos del entorno en cuestión. De
esa forma cuando leemos un planeta en una casa tendemos a
pensarlo en un extremo u otro de esta relación: el planeta denota
cualidades de la persona (identificación), o denota cualidades de
las experiencias (proyección). Pero si entendemos
adecuadamente este mecanismo veremos que si persona y
entorno ​son ​lo mismo, y esa relación se deriva de esta separación
primaria que nos es común a todos los seres humanos, entonces
un planeta en una casa está en algún punto en medio: es una
cualidad del ​vínculo entre la persona con su medio ambiente, con
un escenario específico: cierta casa.
© Leandro Liptak 2018 · Venus Saturno Astrología

Volviendo al ejemplo del apartado previo, si alguien es


Marte en Casa 2 entonces el vínculo de la persona con las
experiencias de materialización o de posesión (es decir, con sus
posesiones, con su valoración personal, etc.) tiene cualidad
marciana. Esto requiere que nuestro pensamiento se aparte al
menos momentáneamente de las particularidades para que
podamos concebirlo abstractamente poco a poco.
Por ejemplo, quizás me guste coleccionar armas u objetos
de guerra (Marte). Es sólo un ejemplo. Quizás la persona sienta
que no se la valora y que para lograrlo debe tomar una actitud
muy agresiva o proactiva. O también es probable que genere
dinero con alguna profesión relacionada al deporte o al
entrenamiento físico en general. Existen infinitas posibilidades,
dentro de un mismo patrón.

Casa 3
● Signo asociado: ♊ Géminis
© Leandro Liptak 2018 · Venus Saturno Astrología

La Casa 3 nos habla de experiencias de ​aprendizaje.​ Pero


debemos comprender este aprendizaje adecuadamente. Tiene
muchísimo que ver con el modo en que aprenden los niños
pequeños en sus primeros años. Ese primer aprendizaje no es
intelectual (otra casa nos hablará de esto) sino que es
experimental:​ ellos ​exploran el entorno.​ Es prueba y error; sin
embargo queda claro que ese “error” no es visto como tal:
equivocarse no es para ellos una cuestión de supervivencia, no
representa un peligro (aunque claro, algún planeta aquí ubicado
podría modificar el tinte de la experiencia, como ya veremos).
Por el contrario, ese error es visto como ​información que
retroalimenta al mecanismo de aprendizaje en una corrección
constante y en una constante mejora de las ​habilidades;​ la
exploración propia de esta casa porta esencialmente un tinte
lúdico, es un aprender jugando y sobre todo movido por la
curiosidad.​
Si bien este aprendizaje está muy presente en nuestros
primeros años de vida, encontrarlo sólo allí no hablaría de un
patrón. Es decir, ​es ​un patrón, y por eso se replica en nuestra vida
aunque el contenido aparente sea otro. Todo aprendizaje que
hacemos de adultos y que guarda estas cualidades pertenece
también a la casa 3. Por ejemplo, es la casa de los ​hobbies y ​ del
aprendizaje de nuevas habilidades cotidianas.
Lo interesante aquí es que se nos dice que este patrón de
experiencias también está presente en ​ciertas relaciones
interpersonales, en este caso, en particular con nuestros
hermanos.​ Esto aplica incluso si no se tienen hermanos, pues es
una cualidad particular de nuestra relación con ​ese e​ scenario
particular. Y en términos más generales todo vínculo horizontal
(personas que son vistas como iguales) que viene implicado por
un contexto del cual formamos parte (los hermanos por el
contexto familiar, los vecinos según nuestro barrio, incluso en
© Leandro Liptak 2018 · Venus Saturno Astrología

parte los compañeros de trabajo; no así los amigos, pues los


“elegimos” explícitamente).
Este nivel de aprendizaje guarda especial relación con
nuestro desarrollo del lenguaje y nuestro uso del mismo, tanto a
nivel externo (hablar, escribir) como a nivel interno (diálogo
interno). Por eso toda experiencia en que alguien tiene que
comunicar algo pertenece también a la casa 3. Aprender y
comunicar lo aprendido (que más tarde será ​enseñar​) están
indisolublemente ligados. Así, rasgos comunicacionales (a nivel
oral u escrito) dependerán en parte de las particularidades de
esta casa (planetas y signo en ella, etc.), y desde ya nuestro
vínculo con la ​lectura.​
Finalmente este tipo de exploración habla de una
movilidad ​espacial ​muy presente en esta casa, por eso los libros
tradicionales hablan de ​viajes cortos,​ pero es esencialmente
cualquier desplazamiento que me induzca a ​conectar diversas
realidades cercanas, como trabajar en las afueras y vivir en la
ciudad, o tener una profesión en una empresa de transporte de
pasajeros (dependerá de cada estructura).
Haremos una nueva pausa para traer luz sobre otro
aspecto que será de utilidad en nuestro ​pensar​ astrológico

Un qué y un cómo indisolubles


Quién estudia publicidad, ventas u oratoria sabe bien que
para lograr resultados eficientes, ​qué q ​ uiero comunicar debe ir
en consonancia con ​cómo ​lo comunico. De lo contrario, estamos
transmitiendo dos mensajes que colisionan entre sí. De nada
sirve querer vender una nueva crema antienvejecimiento si la
vendedora se muestra decaída, sin energía, decrépita, o si es muy
anciana y con todo su rostro lleno de arrugas. El producto dice
una cosa y el ​canal,​ el medio, dice otra.
© Leandro Liptak 2018 · Venus Saturno Astrología

Pues bien, esto es especialmente importante en


astrología, pues siempre un planeta en una casa es tanto un ​qué ​y
un ​cómo ​a la vez. En este caso, son inseparables, no hay una
distinción natural, y eso mismo nos ayudará en nuestra reflexión
al respecto de cómo un patrón puede tomar forma.
Examinemos el ejemplo de Saturno en Casa 3. Si
pensamos en el qué, podríamos decir que es posible que haya un
hermano que porta esta cualidad saturnina y actúa como voz de
la experiencia para nosotros; nos marca límites y apunta a lo que
debemos hacer. Esto no tiene necesariamente que ser muy
explícito, pero esa energía está presente. Ahora, si nos movemos
al plano del aprendizaje y nos preguntamos ​cómo a​ prendo,
encontraremos la misma energía saturnina que nos conecta con
una mesura, con que las cosas suceden a tiempos muy pautados
y específicos: no podemos saltearnos ningún escalón. Que todo
aprendizaje de este tipo es una cuestión ​crítica para nosotros,
algo que claramente crea un ​contraste ​con la cualidad lúdica y
distendida de este tipo de experiencias. Será fundamental en
nuestro estudio comenzar a indagar cuán armónicas o
inarmónicas nos suenan ciertas posiciones de planetas en casas,
es decir: ¿la naturaleza del planeta parece ir en línea con la de la
casa, o viceversa?
Volviendo al ejemplo anterior y como dijimos páginas
atrás, en última instancia Saturno es una cualidad del vínculo de
la persona con ese tipo de experiencias (de aprendizaje, de
conectividad, con sus hermanos, de difusión o comunicación). Es
en ellas que la cualidad saturnina presente en la estructura tiene
la posibilidad de aflorar.
© Leandro Liptak 2018 · Venus Saturno Astrología

Entre lo agradable y lo desagradable


Es vital que comencemos a comprender que, según
estamos viendo, en ciertas experiencias, en ciertas áreas de
nuestra vida, nos encontramos con ciertas cualidades. Como si
viniera cargado ​sobre esas cosas que nos acontecen. Y algunas
cualidades nos resultan más agradables que otras, en esto de
seguro todos acordaremos. Sin embargo según venimos
indagando, nuestra capacidad de resignificar nuestro entorno
está directamente en línea con nuestra capacidad de ​comprender
la información presente en todos esos sucesos, pues es
información ​sobre nosotros mismos​. Desde ya que esto exige un
discernimiento agudo, que poco a poco vamos puliendo.
Pero rápidamente vemos entonces que si nuestro interés
es ​comprender,​ entonces debemos ser capaces de ​registrar la
información allí presente, más allá del impacto físico, emocional
y mental que nos genere. ¿Cómo extraer toda esa valiosa
información para nuestro desarrollo si reaccionamos a ella
juzgándola de ​buena o​ ​mala?​ Es por eso que la consciencia que
subyace a toda estructura natal debe desarrollarse a un punto tal
que pueda observar (observarse a sí misma) con objetividad en
todos esos acontecimientos. A mayor capacidad de
auto-observación, mayor la información que podremos “extraer”
de esas experiencias, y en algún punto podríamos decir, más
rápidamente algo ​internaliza​ los aprendizajes allí expuestos.
Esto implica reconocer y aceptar como primer instancia
que ciertamente, algo en nosotros está constantemente juzgando
lo que sucede como ​bueno ​o ​malo,​ tal como hablamos al describir
el mecanismo Luna-Saturno.
Así, al encontrarme con planetas como Saturno, Marte o
Plutón en una casa, al menos en principio lo más probable es que
© Leandro Liptak 2018 · Venus Saturno Astrología

dichas experiencias no nos gusten, al menos hasta que


comprendamos más en profundidad su naturaleza y suceda una
resignificación profunda. Mientras que otros como la Luna,
Venus, Júpiter o Neptuno en una casa nos hablarán de
experiencias que en un principio fácilmente podremos pensar
serán “marcadas” como agradables. Así, según la posición de
planetas por casa podemos tener acceso a una comprensión
inicial e intuitiva de la trama de experiencias vitales de una
persona a través de todos los escenarios delimitados por las
casas. Esto es un análisis que luego complejizaremos al estudiar
sobre los ​aspectos.​
En última instancia, todos estos juicios automáticos
convergen en una ​neutralidad que es esencial a la conciencia que
los observa en su incesante acontecer. Y si bien no existe ​una
técnica para acercarnos a esa capacidad perceptiva, sabemos que
reside en la ​desidentificación con este proceso de constante
juzgar interno.

Casa 4
● Signo asociado: ♋ Cáncer

Las experiencias de esta casa son experiencias de ​hogar.​


Y con esto nos referimos no sólo a nuestro hogar presente, sino
también a nuestros hogares pasados y futuros. Nuevamente
recordamos, pues es fácil olvidarlo: hablamos de patrones.
Hablamos profundamente de aquellas cualidades que
tienen que estar presentes para que un entorno se sienta como
casa, como el refugio en que es posible aflojarse, soltarse,
descansar. Aunque por supuesto, podemos suponer que ciertos
planetas aquí ubicados podrían generar un contraste respecto a
© Leandro Liptak 2018 · Venus Saturno Astrología

esta cualidades de ​comodidad y relajación que es propia de esta


casa.
Podemos figurarnos que al volver a casa luego de un
arduo día de trabajo, cerramos la puerta de calle: estamos en
nuestra Casa 4. Es el entorno más íntimo, más propio, y está
relacionado con el entorno familiar que la persona vivía sobre
todo en la infancia. A nivel vínculos encontramos aquí en
principio el vínculo con la madre, aunque algunos famosos
astrólogos hablan del padre. En efecto, el vínculo con ambos se
encuentra aquí, y cuál de ellos esté fundamentalmente descrito
aquí dependerá en principio del sexo de la persona y de la índole
de los planetas aquí ubicados.
Por ejemplo, en la carta de una mujer, un indicador
masculino como es el Sol en esta casa puede hablarnos de
cualidades del vínculo con su padre. Mientras que en la carta de
un hombre, un indicador femenino como Venus nos hablará del
vínculo con su madre.
Sin embargo debe quedar claro que esta casa nos ayuda a
delinear la ​arquitectura energética del hogar. Esta casa comienza
con su cúspide que es el Fondo del Cielo (IC): la base del zodíaco,
el punto más bajo de toda carta natal. Es la raíz de toda carta
natal. Algunos astrólogos mencionan el eje que conecta el Fondo
del Cielo con el Medio Cielo como ​eje del destino​: si la raíz es
fuerte, la copa del árbol será frondosa y sus frutos grandes.
Es por este motivo que esta casa habla también de los
bienes raíces de una persona: los inmuebles. Incluso la persona
puede desempeñarse en una actividad que implique venta de
inmuebles o acondicionamiento de espacios interiores, por
ejemplo. Personas con muchos planetas en esta casa suelen ser
personas muy hogareñas, sobre todo si encontramos aquí
planetas “blandos” como la Luna, Venus, Júpiter o incluso el Sol o
Neptuno.
© Leandro Liptak 2018 · Venus Saturno Astrología

Cuando dos personas conviven por un período


suficientemente largo, la energía de la casa 4 de cada una de ellas
debe cuadrar, encastrar en algún modo sin lugar a dudas, puesto
que de lo contrario una persona no podría “aflojarse” en
presencia de otra o viceversa; mucho menos pensar en formar
una familia. Claro está que no debemos olvidar que por estar esta
casa naturalmente asociada a Cáncer y a la Luna, debemos
considerar a ésta última en la estructura natal para socavar
mayor información sobre esta arquitectura energética del hogar
que antes mencionábamos.
Tomemos como ejemplo una persona con Venus en esta
casa. A simple vista podríamos decir que una sensación de
armonía, de equilibrio, cordialidad y complementariedad debe
estar presente para que esa persona sienta que ese entorno es su
hogar, su “nido”. Sabemos que estas cualidades estaban
presentes también en el vínculo con alguno de sus progenitores,
posiblemente la madre, y es posible que luego esta persona
oriente su profesión hacia el diseño de interiores o la
arquitectura, por ejemplo.
Pero, ¿qué sucede con alguien que sea Marte en Casa 4?
Es posible que en casa la sensación sea de hiperactividad, quizás
conflicto o violencia, dependiendo del nivel en que esa energía
marciana se viva e integre con el resto de la carta natal. ¿Y qué tal
Saturno aquí ubicado? La sensación será que en su hogar es
donde se le exige mayor responsabilidad: es donde están las
cuestiones que requieren un compromiso más crítico o de lo
contrario todo se desordena. Sin dudas a la hora de formar
familia esta persona lo haga con alguien que presente un
componente saturnino fuerte (que no implica que esa persona
esté identificada​ con ese núcleo suyo).
© Leandro Liptak 2018 · Venus Saturno Astrología

Casa 5
● Signo asociado: ♌ Leo

Aquí las experiencias son de ​diferenciación​. De esta forma


esta casa actúa como un ​proyector de cine que muestra y
amplifica lo que allí se encuentra. Y esto tiene una particularidad:
los demás lo notan. Por qué lo notan, no es algo que podamos
explicar. Tiene que ver con que cada casa genera un patrón de
interacciones vinculares específicas que le es esencial. Muy
fácilmente los demás notan las cualidades que se muestran a
través de esta casa y genera naturalmente una ​confirmación que
vuelve hacia la persona, una retroalimentación (​feedback​): una
confirmación de que ​es ​eso que muestra.
Las funciones de los planetas aquí ubicados (así como el
signo de la cúspide) suelen “jugarse” de forma muy espontánea
constituyendo así rasgos esencialmente creativos en la persona.
Esa espontaneidad resuena claramente con la función solar a la
que esta casa está asociada, y a través de manifestar esos rasgos
y recibir una confirmación (a veces sutil e implícita, otras
explícita) del entorno es que esta persona encuentra mucho
borde:​ algo que la distingue y la pone en una posición diferencial,
aunque no una diferencia jerárquica (de eso hablará otra casa)
sino producto de su capacidad de expresión.
Tomemos el ejemplo de un artista arriba del escenario
cantando con su guitarra para cientos de personas: aquí hay una
clara diferenciación. No es ​parte del público​, está separado de
éste, manifestando.
Esta casa será muy interesante en nuestra mirada
preliminar de cartas natales pues es un bastión sobre el cual
rápidamente la psiquis puede construir identidad en su
© Leandro Liptak 2018 · Venus Saturno Astrología

necesidad de ésta. Cuanto ​más sensible es una estructura, más


probablemente se aferre fuertemente a aquella zonas que
directamente proponen identidad. Pero al respecto
comenzaremos a preguntarnos: si cierto punto de la estructura
natal se convierte en un pilar tan fuerte de la identidad, ¿qué
sucederá luego cuando sea necesario integrar otras partes que
en un principio nada tenían que ver con ésta?
Tomemos el ejemplo de una persona con Venus en Casa
5. Recordemos de nuestro apartado anterior que esto es tanto un
qué y un cómo. ¿Qué manifiesta creativamente? Su Venus.
Manifiesta arte, armonía, estética, receptividad, valor personal.
Pero además, ¿cómo lo manifiesta? De forma venusina: esa
búsqueda de la expresión personal es suave, refinada, sensual. Es
inseparable del qué: son lo mismo. Ahora bien, supongamos
también que esta persona presenta un gran componente
marciano en su estructura, pero su identidad ha quedado anclada
en su Venus en Casa 5. Complejo será entonces abrirse a mostrar
esas otras cualidades, a integrarlas como parte de sí, pues algo
conflictúa con ese reconocimiento y esa sensación de diferencia
que proviene de manifestarse venusinamente.
Esta persona que es Venus en 5 podría fácilmente
encontrar su camino (inicialmente en su vida) como artista o
modelo, por ejemplo. Una persona con Marte en 5 como
deportista o luchador; alguien con Mercurio aquí como escritor o
conferencista. Es común encontrar personas con Sol en 5 con una
fuerte necesidad de expresión que los mueve a la actuación u
otras artes escénicas.
¿Qué sucede con Saturno aquí ubicado? Que la persona
manifiesta espontáneamente cualidades saturninas de rectitud y
mesura, de observación y análisis crítico, pero es eso mismo lo
que le es devuelto como feedback por el entorno, algo que quizás
no sea agradable inicialmente pues la sensación implícita puede
© Leandro Liptak 2018 · Venus Saturno Astrología

ser que “mi espontaneidad se ve censurada, limitda”. Es sólo una


entre todas las posibilidades de este patrón, pero que pondrá a la
persona frente a la necesidad de reconocer esos rasgos de su
creatividad que le son esenciales, de lo contrario esa cualidad
continúa proyectada.
La astrología nos dice que el vínculo con nuestros hijos se
encuentra simbolizado en esta casa, por ser ellos un fruto de
nuestra energía creadora. Así, también es posible proyectar las
energías aquí presentes sobre ellos, exigiendo explícita o
implícitamente que sean ellos quienes desplieguen estas
cualidades.
Finalmente, tradicionalmente se habla de los romances o
amoríos en lo referente a esta casa. Las relaciones de ese tipo
aquí presentes no tienen un componente de estabilidad o un
componente emocional que les sea propia, por eso no se habla de
relaciones que (al menos desde esta casa exclusivamente)
necesariamente perduren en el tiempo, sino que manifiestan esa
etapa de enamoramiento donde la persona despliega todos sus
recursos para generar un impacto en la contraparte, y ese
despliegue de recursos vuelve como retroalimentación
provocando la misma sensación de diferencia que antes
mencionamos.

Casa 6
● Signo asociado: ♍ Virgo

Comprender esta casa tiene una complejidad mayor que


las anteriores. Las experiencias aquí presentes son ​experiencias
sistémicas,​ experiencias en que un entorno es percibido ​como en
grilla​, cuadriculado, percibiendo cada cosa en interacción con las
demás. De esta percepción se deriva la noción de ​funcionalidad​:
© Leandro Liptak 2018 · Venus Saturno Astrología

cada componente tiene una tarea que cumplir y conjuntamente


hacen al propósito del sistema que los contiene. Desde ya, es
mucho más fácil que esto sea comprendido por personas que
tienen muchos planetas en esta casa. A continuación
analizaremos ciertos ámbitos, ciertas experiencias que desde
esta casa son percibidas en esa forma.
En los libros el primero que encontramos es el entorno
laboral, como entorno funcional. Todo trabajador desempeña
una tarea que tiene que ver con ​dar ​algo al servicio de un todo
mayor, por ejemplo, una empresa o incluso un emprendimiento
propio. Por eso, aquí el énfasis está en servir, es decir, en ​ser
funcional,​ y no en el trabajo como medio de creación de valor
(Casa 2) o como imagen social (Casa 10). En ese vínculo de
funcionalidad con mi ambiente laboral encontramos también a
nuestros compañeros de trabajo (co-laboradores) ya sean pares,
jefes o subordinados.
También encontramos aquí las experiencias con el propio
cuerpo concibiendo a éste de la misma forma sistémica. Sabemos
que el cuerpo es realmente un sistema complejo con muchísimas
variables que se equilibran mutuamente. Si un componente
comienza a funcionar mal, los demás se ven obligados a
compensar esa disfunción y si el problema persiste deriva
eventualmente en algún tipo de patología. Por el contrario, si
cada parte está en buenas condiciones de funcionamiento, el
resultado general es ​salud​.
Por eso personas con fuerte presencia en esta casa (por
ejemplo, del Sol o la Luna) suelen tener una percepción aguda del
cuerpo “de parte en parte”, una capacidad de discernimiento
intuitivo que les permite determinar, en caso de que algo ande
mal, qué en particular. Por ejemplo, si comen algo que les cayó
mal, pueden indicar fácilmente si fue al hígado, al estómago o a
los intestinos, etc. Esto los lleva a interesarse por temáticas como
© Leandro Liptak 2018 · Venus Saturno Astrología

la ​depuración corporal,​ el naturismo, la medicina, las patologías


psicosomáticas, e incluso otras disciplinas orientadas a la salud
como por ejemplo el ​yoga (la práctica de yoga acrecienta la
consciencia corporal capaz de distinguir cada parte del cuerpo y
su fluir de energía).
El famoso yogui Paramahansa Yogananda mencionó que
la salud se alcanzaba al lograr el fluir uniforme de la energía vital
a través de todo el cuerpo físico. Si alguna parte del cuerpo se
atasca con más energía vital, o alguna parte del cuerpo es
privada de la misma por mucho tiempo, eso deviene en una
enfermedad. Las posturas de yoga apuntan a esta distribución
uniforme de la energía a través de las células de todo el cuerpo.
El hogar como sistema funcional también se encuentra
entre las experiencias de esta casa. No hablamos del hogar como
refugio (Casa 4) sino como un sistema que para su correcto
funcionamiento depende de que ciertas tareas sean realizadas:
tareas de limpieza, orden, reparación de imperfectos, de grifería,
etc. Y esta red ​contiene implícitamente a personas que habrán de
prestarnos sus servicios en caso de ser necesario: gasista,
plomero, electricista, personal doméstico, etc. Nuestras
experiencias con esas personas son experiencias de la casa seis.
Finalmente, encontramos aquí también un lugar para
toda experiencia con animales domésticos, vistos estos también
como colaboradores en el sistema hogareño.
Así, alguien con Luna en Casa 6 podría manifestar una
aguda sensibilidad (función lunar) en relación a su salud o
cambios en el ambiente laboral. Esta persona es ​afectada por lo
que en esos ámbitos sucede. Y además, como parte del
mecanismo lunar, posiblemente la persona busque garantizar
que al respecto de esas cuestiones todo estará bajo control. Así,
puede derivar en una actitud demasiado crítica respecto a la
propia salud o al clima de trabajo. Sin duda lo lunar es cualidad
© Leandro Liptak 2018 · Venus Saturno Astrología

del vínculo que esta persona experimenta con esos ambientes,


por eso se verá inclinada a buscar entornos laborales más o
menos “familiares” donde el afecto esté presente, o trabajará en
cuestiones relacionadas. También podemos hablar de una
persona sumamente susceptible a los desórdenes a nivel
doméstico o en lo referente a la salud de sus mascotas.
Una persona con Plutón en este casa quizás encuentre
que su vínculo con su superiores despierta sentimientos turbios
y densos que disparan quiebres y transformaciones. Quizás en
futuro, siendo esa misma persona quien esté en posición de
coordinación con gente a su cargo, se encuentre actuando en la
misma forma que antes reprobaba. Si el nivel de consciencia no
cambia, las manifestaciones del patrón continúan en la misma
línea.
Lo cierto es que debemos recordar que esas cualidades
son las que “se encuentran” en ese tipo de experiencias. Por
ejemplo, alguien con Urano en Casa 6 será eso lo que encontrará
en sus experiencias laborales. Esa energía está allí presente y su
función es siempre la misma, para el caso de Urano: innovar,
crear, desencajar, pensar hacia los costados. Una persona así
trabajando en relación de dependencia en una empresa
demasiado rígida, no estaría ​acompañando a su propio Urano
natal, excepto que esa empresa o la labor que la persona
desempeña allí presente esa carga uraniana: podría ser una
empresa de tecnología, aviación, o electricidad, por ejemplo
(todas cosas regidas por Urano). De lo contrario, la rapidez y
movilidad de la que nos habla este planeta podría guiar a la
persona hacia un trabajo independiente o en un entorno
sumamente desestructurado e innovador.
© Leandro Liptak 2018 · Venus Saturno Astrología

Casa 7
● Signo asociado: ♎ Libra

En esta casa se encuentran las experiencias de


complementariedad​. Es típicamente la casa asociada a la pareja,
pero no encontramos aquí el aspecto emocional del vínculo
(Luna, Casa 4), ni el “amorío” de la Casa 5. Es más bien un
encastre energético.​ Para ilustrar a qué nos referimos daremos
un ejemplo.
Quizás se recuerde de la escuela primaria o secundaria
cómo lucía un átomo: un núcleo compuesto de protones y
neutrones, y electrones girando alrededor de éste. Es como un
sistema solar en miniatura. Lo cierto es que los electrones se
organizan en niveles y cada nivel tiene una cantidad máxima de
electrones que puede soportar. Cuando ese nivel se llena, los
nuevos que llegan pasan a conformar el nivel siguiente. De esta
forma, sólo el nivel más externo puede estar incompleto, y la
cantidad de electrones en ese nivel habla de cuántos es posible
recibir de otro átomo, o cuántos es posible dar. De esta forma, en
algún momento se produce un encastre entre un átomo y otro
basándose en sus últimos niveles de electrones y se unen para
pasar a conformar una ​molécula.​ Y esta molécula se torna más
estable​ que cada átomo por separado.
Este tipo de estabilidad que nos trae un vínculo es
referida por la Casa 7. Pero una vez más, no es tranquilidad
emocional, sino una asociación energética. Por eso es también la
casa de los ​socios.​ Profundamente esta casa se basa en el
reconocimiento de que en el mundo de la forma uno “no puede
ser todo”: la forma tiene sus limitaciones intrínsecas. Así,
dependiendo de hacia donde uno tienda, dejará un ​espacio vacío
© Leandro Liptak 2018 · Venus Saturno Astrología

potencialmente a la espera de ser llenado por otra persona, como


en el ejemplo atómico.
La problemática fundamental es que los planetas aquí
ubicados son fácilmente proyectados sobre la otra persona, más
aún en el caso de aquellos planetas duros tales como Saturno,
Marte o Plutón. Por ejemplo, alguien con Sol en Casa 7 podría
ponerse en pareja con alguien muy solar (digamos un cantante) y
de esa forma evitar tomar contacto con esa función. Esas
cualidades atraen profundamente de otras personas,
magnetizan, y sin embargo la persona no puede hacer el pasaje
hacia desplegarlo en sí mismo/a. Más tarde con suerte suceda, y
la persona reconozca y desarrolle su propia solaridad. Y aquí
aparecerá una nueva comprensión de las experiencias de esta
casa que a continuación mencionaremos.
Estas experiencias están al borde de lo transpersonal
porque implican esencialmente a un otro. Hay una colaboración
explícita en la que se encuentran y florecen. Así, para la persona
con Sol en Casa 7, si bien en un nivel es “su Sol”, también es
cierto que siempre es “compartido con un otro”, y que eso tendrá
un sentido mucho más armónico y se sentirá más encajado.
Si continuamos con nuestro ejemplo, quizás la persona
encuentre que es él o ella quien quiere manifestar ese volumen
de expresividad y se convierte ella misma en cantante. Ha
conectado con su Sol a cierto nivel. Y aún así, es posible que se
sienta más cómoda cuando esas experiencias solares (por
ejemplo cantando arriba de un escenario) son llevadas a cabo
con otra persona. De esta forma, podría terminar conformando
un dúo artístico: se ha ​asociado para la manifestación de su
solaridad.
Alguien con Saturno en Casa 7 encuentra esas cualidades
de sostén y estructuración en su pareja y será fácil proyectarlas
allí en un intento inconsciente de desentenderse de sensaciones
© Leandro Liptak 2018 · Venus Saturno Astrología

saturninas como la limitación o la frustración. El típico ejemplo


es el de la persona que se casa con alguien mucho mayor y que
termina jugando un rol más paternal que de esposo o esposa.
Entonces, las cualidades estarán allí presentes, proyectadas
sobre el otro, pero el camino no está completo: depositar la
capacidad de sostén sobre ese otro genera dependencia, y una
sensación de incapacidad que tarde o temprano tendrá que
aflorar. Ahora bien, también es cierto que esta persona
encontrará que esa cualidad saturnina florece y se desarrolla en
vínculos de este tipo. Por ejemplo, puede encontrar profundo
sentido en asociarse con alguien con un Saturno fuerte para
llevar adelante algún tipo de proyecto. Pero para esto, será
necesario que haya llevado conciencia a que ésa es la cualidad
que allí aflora, lo cual habla ya de otro nivel de expresión de esa
energía.

Casa 8
● Signo asociado: ♏ Escorpio

Las experiencias de la Casa 8 son experiencias en las que


se ​comparte energía​. Ahora bien, lo energético de la cuestión
habla de un nivel de sutilidad que refiere a lo intangible (a lo que
refiere Escorpio) y que hace difícil para la persona poder
discernir a nivel consciente si determinada energía es propia o es
de la otra persona.
Podemos ver este tipo de experiencias aflorar como una
consecuencia natural de estrechar aún más las experiencias de
Casa 7. Por eso, las experiencias de encuentro sexual se hallan
aquí, pero también toda experiencia de profunda cooperación
con otra persona. Si la casa dos nos hablaba de recursos propios,
aquí se habla de ​recursos compartidos,​ de ​coposesión​. Es fácil ver
© Leandro Liptak 2018 · Venus Saturno Astrología

que lo que es propio (“de mí”, “mío”) puede rápidamente


ensanchar la sensación de identidad, sin embargo no sucede lo
mismo con lo que es compartido (“nuestro”), pues es
estrictamente vincular. Por eso ésta es una casa profundamente
transpersonal. Todo lo que se posee en relación con esta casa
involucra a otros y eso no contribuye a delimitar un borde
individual.
Desenvolverse por las experiencias que esta casa implica
no siempre es fácil debido a su carga transpersonal, lo que hace
que en mucho casos en una primer instancia se niegue, se
reprima o simplemente se intente evadir el contacto con los
planetas aquí ubicados, sobre todo si son duros. La persona se
vuelve ​sensible a las fluctuaciones energéticas del entorno a
través de los planetas aquí ubicados. Y desplegar esa sensibilidad
suele ser un proceso complejo que en ocasiones trae consigo
miedos de diferentes tipos. La Casa 8 es un área de la carta difícil
en momentos de constitución del psiquismo.
A través de Escorpio esta casa se asocia a Plutón. Todo
planeta aquí ubicado comienza a funcionar primero en el plano
inconsciente (fase de condensación) de hasta que eventualmente
“sube” y se concientiza (fase de liberación) trayendo consigo una
liberación de energía acorde. No es fácil llevar suavidad a este
proceso, sobre todo si la identidad no acompaña la naturaleza de
las energías allí presentes (no es lo mismo una persona muy
libriana con Marte en 8 que una persona muy ariana; el primer
caso podría seguramente presentar una complejidad mayor).
Es decir que ese planeta está siendo compartido con los
demás. Volviendo al ejemplo de Marte en esta casa, esa persona
experimenta su función marciana como compartida con la
función marciana de los demás (en un encuentro íntimo, en un
ambiente determinado, etc.) Profundamente, dicha persona está
© Leandro Liptak 2018 · Venus Saturno Astrología

experimentando que su Marte no es independiente sino


interdependiente​ con el Marte de las personas en su entorno.
Si este “modo de funcionamiento” no es comprendido,
puede generar gran confusión y ser tierra de mucho
malentendido: no estamos acostumbrados a procesar
información vincular, dependiente de una trama. Por el
contrario, siempre separamos y asignamos funciones: es ​tú
Marte, o ​mí Marte, pero pensar en ​nuestro Marte, sentirlo y
procesar esa dinámica, resulta muy complejo. Por eso los
planetas aquí presentes suponen puntos de constante
transformación para la identidad.
Podemos encontrar las experiencias de esta casa en
diferentes niveles. Las ​herencias son mencionadas en todo libro
tradicional de astrología: la persona es parte de una trama
energética y a través de un fallecimiento de otro de esa “red” (el
“cese en la forma” del que nos habla Plutón), esa energía queda
liberada y toda o parte es canalizada hacia la persona. Lo mismo
sucede con los recursos que se comparten con el cónyuge o los
bienes de una sociedad.
También encontramos experiencias en las que se opera
con el flujo de capitales de otras personas. Así, es común ver
inversores ​con presencia de planetas en esta casa.
La Casa 8 es una casa que habla de lo esotérico. En
contraste a lo exotérico, es decir, a lo que está a simple vista
(expuesto), aquí encontramos aquello que está oculto y requiere
un discernimiento más agudo y penetrante. Temáticas como la
astrología, la magia, el ocultismo o cuestiones relacionadas con la
muerte o la sexualidad suelen captar la atención de personas con
mucha actividad en esta casa.
Para dar un ejemplo de la dinámica de un planeta en esta
casa, tomemos el caso de alguien que fuera Venus en Casa 8.
Todos usamos nuestra función venusina para percibir posibles
© Leandro Liptak 2018 · Venus Saturno Astrología

oportunidades de complementación con otros, a nivel conyugal,


comercial, etc. Y supongamos que la persona efectivamente
necesita un socio comercial, aunque aún no ha emprendido esa
búsqueda abiertamente, aún no ha hecho consciente esa
necesidad. Sin embargo la función de su Venus ya se encuentra
funcionando en un plano inconsciente (o subconsciente).
Podríamos imaginar que comienza a ​vibrar y resonar “activando”
o entramándose con los Venus de otras personas. Así, surge en
alguien del entorno, que seguramente tuviera Venus operando
en un plano más consciente, el pensamiento de lo bueno que
sería asociarse con esa persona que tiene Venus en Casa 8, de
modo que se acerca y se lo propone. Así, entramado con el Venus
de la otra persona, ésta ha llevado a cabo la función del suyo.
Algo similar podemos imaginar para Marte en esta casa y
el accionar por la realización de los propios deseos (y aquí lo
“propio” será claramente cuestionado). Y así podemos extender
este razonamiento a los demás planetas.

Casa 9
● Signo asociado: ♐ Sagitario

Aquí, similar a la casa 3, nos encontramos también con


experiencias de aprendizaje, pero no es un aprendizaje
exploratorio del medio más cercano o inmediato, sino que es un
aprendizaje que posibilita el surgir de nuevas ​síntesis internas
por ser puesto en contacto con lo ​nuevo​, lo ​distinto.​
Si lo pensamos detenidamente, lo cercano es siempre lo
familiar, lo conocido. Cuando más nos desplazamos fuera de ese
entorno, más chances tenemos de encontrarnos con realidades
diferentes que aquellas a las que estábamos acostumbrados. El
© Leandro Liptak 2018 · Venus Saturno Astrología

ejemplo de las casas de adobe que pusimos al hablar de Júpiter


aplica igualmente en este caso, por ser el planeta asociado aquí.
El desplazamiento al cual refiere esta casa puede ser
físico, por eso esta casa es tradicionalmente la casa de los “viajes
largos”, es decir, todo aquel viaje en que soy puesto en contacto
con una realidad diferente. No es lo mismo nacer en Buenos
Aires y viajar a Rosario que viajar a Nepal. La realidad habrá de
cambiar mucho más, posibilitando así la definición de nuevos
sentidos.
Pero el desplazamiento puede también ser interno, por el
contacto con nuevos conceptos que proponen este mismo
proceso, motivo por el cual encontramos aquí las experiencias
relacionadas con los llamados “estudios superiores”:
universidad, estudios terciarios, etc. así como el contacto con
filosofías, ideologías o religiones.
Ya hemos mencionado que aprender y enseñar hablan de
los dos extremos de una misma cuestión, por eso, esta casa habla
también de experiencias en las que se transmiten las propias
ideas o doctrinas (las propias síntesis), ya sea por medio oral u
escrito.
Una persona con Luna en Casa 9 puede ser muy sensible
a su desempeño académico y a su vez encontrar un refugio
emocional allí, lo cual puede hacer que la persona se centre
fácilmente en ese ámbito pero también puede convertirla en “el
eterno estudiante”. Alguien con Venus en esta casa puede
encontrar una sensación de placer y armonía en el contacto con
la religión o la filosofía, o conocer a su pareja durante un viaje, o
casarse con un extranjero. Lo cierto es que en esas experiencias,
tomen la forma que tomen, encontramos la cualidad venusina.
En otro ejemplo, una persona que tiene a Saturno allí
ubicado puede adoptar una postura muy escéptica respecto a la
religión, o muy rígida respecto a las propias creencias.
© Leandro Liptak 2018 · Venus Saturno Astrología

Finalmente, una persona con Neptuno aquí ubicado


puede encontrar en sus viajes un misticismo y una profunda
experiencia de unidad o ensueño. Es posible también que idealice
el ambiente académico o que empatice (resuene) con una amplia
gama de doctrinas espirituales, sin centrarse particularmente en
ninguna.

Casa 10
● Signo asociado: ♑ Capricornio

Si la Casa 4 nos hablaba de ese entorno más interior, más


íntimo que es el hogar, la casa 10 como su opuesta nos habla de
las experiencias de mayor extroversión y exposición. Al salir de
casa y cerrar la puerta de calle, estamos en el ámbito de la casa
10.
Son experiencias ​sociales,​ de ​encastre social;​ de ser un
engranaje en esa superestructura humana. No es cuestión aquí
de ser funcional: no se está experimentando la funcionalidad
(casa 6) sino la ​socialidad,​ es decir, quién ​se es a ese nivel, que
tiene mucho que ver con una trama de imágenes de sí que uno
expone o extrovierte.
Esto guarda cierta relación con la casa 5, en el sentido de
que los planetas aquí ubicados también “se notan” con facilidad y
generar un retorno. Pero la manifestación de esas cualidades no
tiene aquí la impronta creativa y espontánea, sino en principio
todo lo contrario.
Un primer nivel de esta casa nos habla del ​deber ser​: de
aquella imagen que se piensa tiene que ser adoptada para ser
aceptado y tener un lugar a nivel social. Después de todo, como
vimos al hablar de Saturno, no obtener ese lugar se convierte
fácilmente en un peligro para la supervivencia. Por eso es posible
© Leandro Liptak 2018 · Venus Saturno Astrología

también rastrear este deber ser hasta discursos familiares, sobre


todo paternos. Todo padre consciente o inconscientemente
transmite sus propias nociones de cómo sobrevivir a nivel social
a sus hijos. Requiere mucha consciencia en la crianza para que
esto no sea así. Quizás sea la creencia de que tener tal o cual
profesión es más seguro e infalible que escoger tal esta o aquella.
Lo que fuera, en última instancia tiene que ver con el patrón
energético que encontramos descrito en esta parte de la carta
natal.
Mostrarnos a nivel público en línea con los planetas aquí
ubicados o el signo del mediocielo (cúspide de esta casa) se
vuelve fácilmente una cuestión crucial. En un principio, claro
está, esto sucede de forma automática e inconsciente. Es un
registro​, una “piel” que se adopta para “enfrentar al mundo”. Y el
patrón de interacción vincular implica una respuesta social
acorde, una confirmación acorde que es mucho más fuerte, más
masiva que la que hablábamos en la casa 5.
Quiere decir que al momento de comenzar a
preguntarnos por nuestro lugar en la sociedad y tener que
ubicarnos allí (por ejemplo, a nivel laboral, profesional) esta casa
comienza a tener una relevancia central, y la identidad podría
fácilmente ceñirse a esta parte de la carta. Pero de nuevo nos
preguntamos qué sucederá luego si existen otras áreas de la
carta que proponen cualidades distintas que no cuadran
fácilmente con las de la casa diez. La ​relevancia personal que
otorga esta casa pone a disposición de la persona, fácilmente,
grandes niveles de energía y puede llegar a monopolizar la
identidad, siendo luego mucho más complejo un proceso de
autocrítica sobre esta misma.
Pero esta casa no habla sólo de ​deber ser​. Como dijimos,
su esencia habla de experiencias sociales, y personas con muchos
planetas aquí ubicados sienten “el llamado” a desarrollarse a
© Leandro Liptak 2018 · Venus Saturno Astrología

nivel público, a trabajar sobre su imagen ya sea a nivel laboral o


profesional.
Debemos reflexionar que las interacciones sociales son
esencialmente entramados de interacciones entre
personalidades, entre imágenes parciales de las personas
labradas en base a sus historias y experiencias públicas. Toda
interacción social descansa sobre una red de acuerdos explícitos
e implícitos que permiten, en apariencia al menos, determinar el
grado de confiabilidad de una persona y eso hace a la
supervivencia colectiva.
Así, una persona con Venus en Casa 10 expone fácilmente
su Venus, muestra una personalidad venusina y el sistema social
responde confirmando ese lugar. La persona en parte siente que
debe mostrarse en un modo artístico, estético, sensual, pero en
parte también recoge los frutos de la identidad que se labra
sobre este punto: reconocimiento, un mejor trabajo, status, etc.
¿Qué sucederá si otra parte de su carta natal presenta una fuerte
presencia marciana? Es posible que la persona se sienta
fraccionada pues esas cualidades “no cuadran” con el modo en
que cree que tiene que comportarse socialmente.
Claro que también es posible proyectar los planetas aquí
presentes. Podríamos pensar en una persona muy lunar con
Plutón en Casa 10 concibiendo a la sociedad como un entramado
de poder y dinámicas turbulentas, proyectando sobre figuras de
autoridad estas cualidades, sin comprender profundamente la
naturaleza de ese tipo de experiencias.

Casa 11
● Signo asociado: ♒ Acuario
© Leandro Liptak 2018 · Venus Saturno Astrología

Las experiencias que encontramos aquí son ​experiencias


de participación grupal​. Son vínculos entre iguales, en grupos
organizados horizontalmente que guardan una impronta
creativa. Esa creatividad grupal tiene la capacidad de proponer
nuevos paradigmas respecto a la estructura social establecida
(Casa 10), motivo por el cual en algunos libros se la menciona
como la casa de los ​ideales.​ Lo cierto es que estas experiencias
suelen guardan un tinte reformista y de acción social. Personas
con muchos planetas en esta casa suelen ser movidas a generar
un cambio respecto a “cómo son las cosas”.
Por supuesto, tener muy poblada esta casa no es sencillo,
pues de algún modo contradice a nuestra Casa 10 y nuestra
necesidad de inserción social. El desafío es descubrir cómo ​estar
en el sistema y a su vez ​proponer un cambio que sea coherente
con los ritmos del organismo social, cuyo tiempos de cambio son
mucho más lentos que los tiempos individuales. En el extremo
contrario encontramos la experiencia de la ​revolución​, es decir, la
abrupta imposición de un nuevo paradigma por sobre otro
obviando todo proceso de transición.
Este tipo de interacción vincular comienza con los ​grupos
de amigos​, pero el patrón habla, en potencia, de participación en
grupos cada vez más grandes. Desde este punto de vista, la Casa
11 es quizás la casa que denota las experiencias más masivas,
aunque no así las de mayor ​exposición social​, a lo cual
correspondería la Casa 10.
Así, podemos encontrar experiencias de participación en
clubes, sociedades de fomento, grupos de voluntarios o acción
social, organizaciones no gubernamentales e incluso partidos
políticos.
Examinemos el caso del Sol en Casa 11. Comprendemos
que esa cualidad solar está presente en las experiencias de este
tipo: la persona se encuentra con un deseo de exposición,
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reconocimiento y singularidad participando en organizaciones o


grupos de este estilo. Incluso, si la persona ha comenzado a
adueñarse de su función solar, puede actuar como ​líder o
referente en estos entornos.
Pero si examinamos cuidadosamente la naturaleza de
esta casa veremos que parece ser contraria a la del Sol. Estas
experiencias guardan la naturaleza acuariana que recuerda que
la singularidad individual es reconocida pero ​no es relevante de
por sí. La creatividad individual está al servicio de lo que como
grupo humano se es capaz de crear. Quiere decir que en un
punto, el patrón de interacciones de esta casa no ayuda a
confirmar, por sí mismo, al despliegue de la función solar.
Después de todo, la estructura de interrelación acuariana ​carece
de un centro,​ es un patrón descentralizado y el despliegue de la
función solar en ese contexto exige mayor madurez. De lo
contrario, es fácil que quede replegada. Cabe aclarar que la
aparición de las redes sociales posibilita todo un nuevo espectro
de experiencias relacionadas con esta casa.

El continuo vivir
Antes de continuar con la Casa 12 abordaremos ciertas
temáticas en extremo relevantes y esenciales a nuestro estudio.
Debemos reflexionar sobre la pregunta: ¿qué es vivir? O mejor
dicho, ¿qué sucede mientras vivimos?
Fundamentalmente, podemos ver nuestra vida como un
continuo de experiencias. Todo el tiempo, instante a instante nos
están sucediendo experiencias que tienen un lado en los sucesos
externos y otro en los internos, en nuestro mundo interior. Y
nosotros registramos esas experiencias, y las almacenamos.
Hablamos al respecto, en parte, al hablar del mecanismo
Luna-Saturno, que ahora ampliaremos desde otra óptica.
© Leandro Liptak 2018 · Venus Saturno Astrología

Podemos pensar que toda experiencia que registramos lo


hacemos registrando sus ​causas ​y sus ​consecuencias​, lo cual las
enlaza en una suerte de línea temporal. Aconteció esto, en estas
circunstancias, entonces luego aquello otro; hice esto, en este
contexto, y sucedió otra cosa. Algo en nosotros toma nota, algo
en nosotros acumula ​experiencia​ vital.
Servirá si lo imaginamos como una base de datos, una
planilla de cálculo o un registro contable. Incontables registros
fruto de nuestra propia vida: causa, consecuencia… causa,
consecuencia, y así sucesivamente.
Pero diremos además, que no tenemos un registro único
para todas nuestras experiencias, sino que éstas están
catalogadas en diferentes registros según la función, el planeta,
del cual se trate. Por ejemplo, tenemos un registro donde se
almacenan todas nuestras experiencias solares (otro para las
marcianas, lunares, saturninas, etc.). Toda experiencia respecto
de nuestra función solar que hayamos vivido, ha quedado
registrada allí. Es decir, toda experiencia de exposición, de
diferenciación, de liderazgo, de centralización, con sus causas y
consecuencias.

Registro de experiencias solares ⊙

Causa​1 Efecto​1

Causa​2 Efecto​2

… …

… …

Causa​n Efecto​n
© Leandro Liptak 2018 · Venus Saturno Astrología

Este registro podría incluir memorias como aquel día de


pequeño en que se protagonizó un papel en una obra de un acto
escolar, o siendo el capitán de un equipo de fútbol o cantando en
público y recibiendo el aplauso y las adulaciones… experiencias
agradables. Pero también podría incluir experiencias
desagradables, como hablar en público y ser abucheado o
criticado, olvidarse la letra de la canción al momento de salir a
escena, o ser desplazado de una posición central por una figura
de mayor carisma. Sea lo que fuere, todo eso es registrado.
¿Qué nos sucede entonces cuando hemos de emprender
una nueva acción solar? ¿Qué sucede cuando surge en nosotros
un deseo fruto de esa energía? Sucede que este registro, esta
base de datos es rápidamente repasada; se examinan las causas y
consecuencias pasadas en busca de una forma de proceder.
Cuanto más hemos vivido (cuanto más viejos), podemos pensar
que hemos acumulado más en este registro, y entonces
“actuamos según la experiencia”. Lo cierto es que intentamos dar
respuestas más elaboradas para nuestros deseos, basados en
nuestra experiencia vital. En muchos casos estas respuestas más
elaboradas apuntan a maximizar el placer (lo agradable) y
disminuir lo potencialmente desagradable.
Si miramos la cuestión con detenimiento, veremos que ​la
experiencia acentúa nuestra identidad​. Creemos saber quienes
somos, por las experiencias que hemos vivido, y que a su vez nos
ayudan a saber cómo actuar en el futuro. La experiencia actúa
como un atajo que nos permite actuar con eficiencia en el mundo.
Nos dice que si hemos puesto la mano en el fuego y nos
quemamos, la próxima vez que tengamos el deseo de entrar en
calor nuestras manos lo haremos de otro modo, no tiene sentido
ir por el mismo camino, pues se anticipa que las consecuencias
serán las mismas.
© Leandro Liptak 2018 · Venus Saturno Astrología

Debemos percibir cabalmente esta dinámica. Lo que


subyace detrás de las causas y los efectos son leyes naturales
válidas para todos por igual, aplicables a todos por igual. Pero en
principio, desconocemos esas leyes. Y algo a nivel individual
intenta ​deducirlas b ​ asado sólo en unos cuantos casos, sean
decenas o cientos, que la persona ha experimentado en vida.
Suena a que es posible hacerlo con el caso de la mano al
fuego, pero ¿qué sucede en situaciones más complejas?
Fácilmente comenzamos a hacer generalizaciones y a construir
reglas, nuestras propias reglas, que podrían o no reflejar
fielmente las leyes naturales implícitas. Eso no es lo grave, lo
grave es que construimos nuestra identidad sobre esas reglas y
pasamos a concebirlas como inexorables e incuestionables.
Quedamos fijos en una identidad pues quedamos fijos en ciertos
patrones de respuesta rígidos a ciertas circunstancias dadas.
Tenemos formas prefijadas de actuar, lo cual nos hace más
eficientes en cierto punto, pero que también tiene un costo.
Recomendamos tomar el tiempo necesario para releer,
reflexionar y comprender lo expuesto en este apartado. Si se
entiende correctamente, no sólo se comprenderá fácilmente la
dinámica de la casa doce y uno, sino que se comprenderá mejor
la temática y la esencia de las casas en astrología.
Después de todo, hasta ahora hemos visto diez casas y
cada una de ellas nos habla de cierto patrón de experiencias.
¿Qué quiere decir esto, desde la perspectiva de lo que recién
hemos expuesto? Quiere decir que si alguien tiene el Sol en Casa
7, su registro de experiencias solares contendrá,
fundamentalmente, experiencias que impliquen parejas o socios.
La persona recaba experiencia de causas y efectos respecto a la
función solar, en base a los acontecimientos que tienen que ver
con la casa en la que está ubicado en su carta natal.
© Leandro Liptak 2018 · Venus Saturno Astrología

Para quien tuviera Luna en Casa 3, este registro de


experiencias lunares contiene fundamentalmente vivencias con
sus hermanos, en la escuela primaria, aprendiendo algún hobbie,
etc. Dicho esto, avancemos hacia la comprensión de la casa doce.

Casa 12
● Signo asociado: ♓ Piscis

Para entender la dinámica de esta casa debemos concebir


que, como seres humanos, tenemos estos registros de
experiencia, propios, para cada uno de los planetas. Pero que, a
su vez, existen ​registros colectivos que también guardan
experiencias, pero no las vividas por individuos aislados, sino
aquellas experiencias que han sido vividas y repetidas a lo largo
de la historia de la humanidad. Esto quiere decir que existe una
base de datos, una memoria que no es individual, sino que hace
al Ser Humano y que conocemos con el nombre de ​inconsciente
colectivo​.
Si a lo largo de nuestra vida vamos creando ​reglas de
respuesta,​ patrones de acción que deducimos de nuestra propia
experiencia, lo mismo sucede a nivel colectivo, con patrones de
acción preconcebidos que aplican según sea el contexto (es decir,
las precondiciones, las causas) y que en mayor o menor medida
nos ​condicionan a todos. Con esto no queremos decir que nos
determinan, pero es una capa de condicionamiento mucho más
sutil de lo que podría ser el condicionamiento cultural o por la
propia historia. Esos patrones de respuesta contextuales se
conocen con el nombre de ​arquetipos d ​ el inconsciente colectivo.
Las experiencias de la Casa 12 son experiencias de
contacto c​ on el inconsciente colectivo. Un planeta en la casa doce
actúa como una conexión inalámbrica a ese registro que el
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inconsciente colectivo carga al respecto de esa energía. Quiere


decir que para esta persona, su ​propia experiencia personal, su
propia vivencia al respecto de este planeta coexiste con una
multitud de experiencias arquetipizadas que no son suyas:
pertenecen a la Humanidad toda.
Esto tiene múltiples implicancias que analizaremos
detenidamente. Primero, dificulta la manifestación de ese
planeta. ¿Por qué? Porque frente a la necesidad de hacer uso de
éste, inconscientemente se examina no solo la experiencia
personal, sino que también se “tiene acceso” a esta otra base de
datos colectiva, mucho más extensa, antigua, y con multitud de
experiencias.
Esto no significa que la persona pueda racionalizar este
proceso. Lo que suele suceder es que la mente ​se dispara,​ en el
sentido de que comienza a ser desbordada por multitud de
imágenes que hablan de las posibles consecuencias diversas de
realizar tal o cual acción al respecto de ese planeta. Esto es lo
contrario a la eficiencia que antes mencionábamos: aquí, el
volumen de experiencia (no vital sino innata) es tan amplio y
confuso que la persona no accede fácilmente a determinar qué
respuesta particular es adecuada para cierta situación. Algo a
nivel mental se comporta examinando rápidamente posibles
versiones de una historia, según el arquetipo que se escoja. Esto
suele ocurrir en imágenes más que en diálogo interno, dado que
nuestra capacidad de pensar en imágenes es mucho más veloz.
¿Qué accionar emprender en cierta situación? Es como
una computadora queriendo estimar la mejor jugada en una
partida de ajedrez: es complejo. Cada patrón de acción tiene un
desenlace distinto, cada uno propone una historia distinta, y
sobre todo, dado que fácilmente hacemos identidad sobre
nuestras acciones, cada versión propone para nosotros una
​ ependiendo del camino que escojamos.
identidad distinta d
© Leandro Liptak 2018 · Venus Saturno Astrología

La complejidad que esto supone y la actividad mental (y


consecuentemente corporal) que acarrea generan en la persona
una sensación de desorganización y confusión, que hace que sea
costoso, en términos psicológicos, hacer uso de los planetas aquí
ubicados.
Durante la construcción de la identidad es fácil entender
por qué estos planetas pueden fácilmente ser dejados de lado. La
dinámica que antes mencionamos en nada contribuye a definirse
claramente y trazar un borde individual preciso.
La segunda implicancia de un planeta aquí ubicado es
que, ​gracias a este estrecho contacto con el inconsciente
colectivo (en lo que respecta al planeta en cuestión), también es
cierto que la persona tiene la capacidad de dar respuestas ​más
complejas frente a determinada situación, pues hay algo que está
profundamente inmerso en un volumen de experiencia al
respecto que le es innato. Lo confuso, para la persona, es que no
es ​su experiencia​, no son sus vivencias; es información innata, y
esto es difícil de comprender.
Es por eso que en algunos libros se habla de ​karma en
esta casa. Si uno cree en reencarnación y vidas pasadas,
encontramos allí una forma de explicar o justificar por qué esta
persona comienza su vida con un volúmen de experiencia
semejante en relación a ese planeta. Paradójicamente, podemos
pensar que la persona porta maestría respecto a ese planeta,
pero que así también le es muy costoso hacer uso de éste a nivel
personalidad.
Debemos comprender que la Casa 12, esencialmente, no
habla de un cierto tipo de experiencias, pues comprende la suma
de todas las demás. No se nos habla de experiencias con los
hermanos, la pareja, el jefe o los amigos; se nos habla de
experiencias que posibilitan comprender la cualidad subyacente
más allá de la forma en que se presente.
© Leandro Liptak 2018 · Venus Saturno Astrología

Para que esto sea posible, la persona debe mostrar una


extrema sensibilidad hacia esa energía. Existe una sensibilidad
que vuelve a la persona como una antena parabólica capaz de
sensar las alteraciones respecto a esa vibración en el ambiente
inmediato o incluso a nivel colectivo, más global. Si cuando
hablábamos de la Casa 8 comprendíamos que ese planeta se
experimentaba de forma interdependiente con otro, aquí esa
interrelación es llevada al extremo de hipersensibilidad. Es para
la persona una realidad inconsciente pero innegable que lo que
sucede con la función de ​su ​planeta no está en absoluto aislado
de lo que sucede con esa misma vibración a su alrededor. Más
aún: que no existe tal cosa como ​su M​ arte, o Venus, Luna, etc.
Por ejemplo, alguien con Luna en Casa 12 es en extremo
sensible a las fluctuaciones lunares en el entorno. La persona
resuena ​profundamente con las necesidades de nutrición,
cuidado y afecto del medio en que se encuentra. Quien tuviera
Marte en esta casa presentará una hipersensibilidad respecto a
toda energía de acción, impulso, determinación o violencia.
Alguien con Venus en Casa 12 resonará potentemente frente a lo
artístico, lo estético, o lo amoroso.
Esta extrema sensibilidad puede ser puesta en términos
de ​empatía:​ la persona empatiza inconscientemente, ​se acopla
inconscientemente frente a ese tipo de energía, ya sea de un otro,
de un grupo, o de un clima generalizado que se vive a nivel
colectivo. Esto hace que la persona ​fluctúe ​dependiendo el
entorno en que se coloca. Así, en principio la persona no
comprende porqué es tan variable, y esto mismo es lo que la
desorganiza. Ciertamente podríamos decir que la persona está
siendo exhortada a ​comprender el proceso y permitirse así
acompañar ese movimiento sin anclarse (definirse) en ningún
punto particular de éste.
© Leandro Liptak 2018 · Venus Saturno Astrología

Es por eso que personas con muchos planetas en esta


casa portan una sensibilidad y variabilidad según el entorno en
que se encuentren que las mueve a encontrar sus propios
espacios de aislamiento para que un reordenamiento interno
pueda tener lugar. Dormir es otra cosa que suele “acomodar las
piezas” de toda esa sensibilidad: el florecer del mundo onírico
luego de “apagar” el modo de procesamiento racional.
De hecho podríamos mencionar que estas personas están
aprendiendo a procesar la información de otra manera. Esos
volúmenes de información percibida no pueden ser procesados
racionalmente; algo en la persona debe aprender a ​renunciar ​a la
necesidad de control y confiar en un orden mucho más profundo
que define a su vez su propio lugar en ese esquema. Aquí es
cuando aparece la temática del ​servicio en lo referente a esta
casa. La persona comprende que su Marte, o su Sol, o su Saturno,
son requeridos en cierto contexto y se aprende a dar una
respuesta intuitiva que está más allá de la respuesta que
proviene de examinar el registro de experiencia en busca de la
“respuesta correcta”. Es decir, se ​renuncia a llamar a esa función
“mía”, comprendiéndola como universal.
Lo importante a recalcar es que los planetas aquí
ubicados, en términos generales, siempre suelen presentar al
menos inicialmente, complejidades para la persona. Suelen
ocultarse o velarse en pos de la construcción de una identidad.
Sin embargo, claves fundamentales del servicio que la persona
puede aportar en vida se encuentran en relación con los planetas
aquí ubicados. La persona hace uso de ellos cuando se pone a
disposición y prestándose a que resuenen con el medio en que se
encuentran. Para esto, se requiere la voluntad de entregarse a la
comprensión de un proceso que en un principio suele verse
como caótico.
© Leandro Liptak 2018 · Venus Saturno Astrología

Debemos recordar que en una sociedad que exalta la


identidad, la dinámica fluctuante de la Casa 12 no tiene nada de
atractiva y sin embargo, encierra profundas claves del propósito
vital de la persona, sobre todo en relación a los planetas allí
ubicados, si los hubiera.
Como ya hemos mencionado, la realidad desde las
experiencias que esta casa plantea es más compleja. La
percepción de esas realidades, más complejas que lo que está a
simple vista, la evidencia de ciertas dinámicas mentales, la
hipersensibilidad resultante a nivel corporal y emocional, mueve
a estas personas en dirección a la espiritualidad. Toda persona
con muchos planetas en Casa 12 es, potencialmente y a su
manera, una persona profundamente espiritual.
Otra consecuencia que debemos comprender de un
planeta en esta casa es que el inconsciente de la persona está
profundamente teñido por todo un nivel arquetípico en relación
al planeta que se trate. Es como un cristal fundamental desde el
cual se observa el mundo y que resultará muy difícil criticar,
pero a su vez la persona se muestra reticente a actuar desde ese
planeta, lo cual genera una profunda ambivalencia al respecto.
Esto suele escindir a la persona respecto a otras funciones de su
propia carta que se muestren como antagónicas al planeta
ubicado en casa 12.
Por ejemplo, la persona con Luna en Casa 12 está
profundamente inmersa en ver la vida desde este cristal: la
exaltación de lo receptivo, lo materno, lo que escucha e intuye, lo
que percibe el fluir de los ritmos naturales… Y sin embargo
también es psicológicamente costoso para la persona envolverse
profundamente en una dinámica lunar: las cuestiones afectivas,
las relaciones íntimas, los vínculos simbióticos, la maternidad
tienen para la persona un nivel de implicancias que para otros
podría parecer desproporcionado.
© Leandro Liptak 2018 · Venus Saturno Astrología

Por eso, la persona puede ​polarizarse sobre funciones


antagónicas, creando una identidad externa saturnina, por
ejemplo. La persona se muestra más fría y distante, lo cual es una
respuesta en intento de no contactar profundamente con la
hipersensibilidad lunar que carga. Y así también, por estar tan
inmersa en el plano de los arquetipos femeninos, maternales o
lunares, se abre una brecha, una distancia frente a la
comprensión de otras energías como la marciana, o la solar,
incluso la saturnina. ¿De qué habla Marte? De lucha, impulso,
explosividad, contraposición; desde la Luna en Casa 12 se
requerirá una elaboración profunda para llegar a comprender
esas cualidades, pues implica en cierto grado que la exaltación
natural que se trae “de base” en relación a lo lunar debe ceder
terreno frente a otras.
Algo análogo podría suceder para alguien con Marte en
Casa 12 al intentar comprender la función lunar. Para la persona
el mundo es un entramado de fuerzas y competiciones, de dar
más y más, de desafío contínuo. Naturalmente no comprende por
qué es necesario ​parar,​ reabastecerse, relajarse. No comprende
la emocionalidad y la excesiva fluctuación de esta energía, su
receptividad. Y sin embargo, tampoco le es simple acceder a su
fuerza y su impulso personal, todo tipo de posibles
consecuencias se hacen presentes y la persona suele polarizarse
en funciones como Venus o Saturno; algo suficientemente
distante de Marte.
Finalmente, en muchos casos la empatía que antes
mencionamos despierta en la persona un interés por brindar
servicio en ciertas instituciones como ser hospitales,
psiquiátricos, penitenciarías, clínicas de adicciones, etc.
© Leandro Liptak 2018 · Venus Saturno Astrología

Casa 1
● Signo asociado: ♈ Aries

La Casa 1, cuya cúspide es el Ascendente, se encuentra en


el otro extremo respecto a la casa 12. Es una casa que también
condensa t​ odos los otros tipos de experiencia, pero
potencialmente​. De hecho, Aries y Piscis son los dos signos del
zodíaco que presentan mayor ​ausencia de forma.​ Aries contiene
en potencia a los demás signos, aún inmanifiestos, mientras que
Piscis presenta la reabsorción de todos ellos luego de su
respectivo despliegue.
La diferencia es que aquí la persona desconoce por
completo su contacto con esa memoria que hemos llamado
inconsciente colectivo. Podríamos decir que solo existe ​su
experiencia​ ​y se ignora la que es colectiva.
Esto quiere decir que se presenta una ​curva de
experiencia peculiar respecto a los planetas en esta casa o al
signo de ascendente: esas cualidades rodean a la persona en todo
tipo de experiencias, pero la persona en principio desconoce por
completo esa energía. Pero el volumen de experiencias que se
presentará en la vida de la persona al respecto de estas energías
posibilitará que la persona llene esos registros de experiencia
personal hasta que en cierto punto será fácil hacer identidad
sobre esos planetas o el signo del ascendente. Esta es la
potencialidad, y es algo que suele suceder cerca de los 30 años de
edad.
Lo cierto es que en los primeros años de vida puede verse
en el niño la energía del ascendente con claridad. Luego, ya
entrada la infancia o la adolescencia es posible que estas
cualidades sean opacadas por las de la Luna, el Sol u otros
© Leandro Liptak 2018 · Venus Saturno Astrología

planetas en casas destacadas para la identidad, como ser la 5 o la


10. Pero hacia los 30 años comienza a registrarse
conscientemente la necesidad e intención de moverse en
dirección a lo que el ascendente propone (o los planetas
presentes en Casa 1).
Alguien con el Sol en el ascendente puede mostrar
claramente esa presencia y ese carisma en sus primeros años, y
luego moverse hacia identidad más retraída y emocional,
supongamos que tuviera su Luna en Cáncer en Casa 5. Pero
llegado el momento, comenzará a ​conectar conscientemente con
la necesidad de mostrar ese esplendor y recibir ese
reconocimiento propio del Sol. Comenzará a moverse por
ámbitos relacionados o en actividades afines, probando,
ensayando, comprendiendo cada vez más en profundidad la
función solar hasta que eventualmente (ésta es la potencialidad)
su identidad pase a quedar muy basada en esa solaridad.
Quien tuviera Luna en esta casa es factible que ignore
profundamente necesidades que le son esenciales y sobre todo la
necesidad de ​contacto humano,​ afectivo y profundo que es típico
de la Luna. Más adelante comenzará a hacer conscientes esas
necesidades, a reconocerse como una persona hogareña,
familiar, gustosa de compartir en entornos de afecto y cariño;
comenzará a resignificar sus orígenes, su raíz y a reconocerse
como una persona empática, sensible o emocional.
© Leandro Liptak 2018 · Venus Saturno Astrología

Capítulo 5 ─ Aspectos
© Leandro Liptak 2018 · Venus Saturno Astrología

Una analogía musical


Entraremos ahora en otro tópico fundamental de nuestro
estudio: los aspectos. Para ello, hablaremos brevemente de
algunos conceptos presentes en la teoría musical que aplican
aquí directamente.
Supongamos que alguien se sienta al piano y toca una
nota al azar. Espera uno segundos, toca otra nota al azar… Para
el oído de quien escucha, son simplemente notas aisladas. Pero si
tocamos dos teclas simultáneamente, dos notas sonarán al
mismo tiempo describiendo algún tipo de sonido conjunto.
Los griegos estudiaron esta cuestión. Se dieron cuenta
que, dependiendo de la ​distancia ​vibracional que separaba dos
sonidos, podían oírse profundos acoples en los cuales esos dos
sonidos se fundían como si fueran uno, o profundos desacoples
en los cuales cada una de las notas se escuchaba como yendo en
dirección opuesta a la otra. También había distancias que no
entraban directamente en ninguna de estas dos categorías.
​ ue denotan
En música, estas distancias son ​proporciones q
una relación entre un sonido y otro. Ciertas proporciones, ciertas
distancias hacen que los sonidos involucrados suenen ​armónicos
entre sí mientras que otras distancias, como mencionábamos,
hacen que suenen inarmónicos. Esto mismo podemos trasladarlo
a nuestro campo de estudio.
En astrología, un ​aspecto es una ​medida de distancia
entre dos puntos de una carta natal que denota un ​tipo de vínculo
particular entre las partes involucradas: una relación específica.
Del mismo modo que con los sonidos, encontraremos aspectos
armónicos y aspectos ​inarmónicos que la astrología tradicional ha
© Leandro Liptak 2018 · Venus Saturno Astrología

llamado ​buenos y ​ ​malos ​respectivamente, y que la astrología


moderna llama ​blandos​ y ​duros​.
Un aspecto es siempre un vínculo entre exactamente ​dos
puntos, que suelen ser planetas de la carta natal, pero también
puntos como el ascendente o el mediocielo. En astrología,
encontramos tradicionalmente a las distancias que producen
resonancias más potentes (tanto armónicas como inarmónicas)
bajo el nombre de ​aspectos mayores​. Luego, existen también los
llamados ​aspectos ​menores que hablan de distancias que generan
vínculos más sutiles entre las partes involucradas y que serán
más difíciles de percibir en la vida de la persona.

Distancias en astrología
Si tenemos que medir la distancia entre dos personas,
probablemente usemos una distancia longitudinal y digamos que
se encuentran a un metro, dos, etc. Pero, ¿cómo medimos
distancias en una estructura ​radial (circular) como es la carta
natal? Lo hacemos usando ​distancias angulares​: nos
posicionamos en el centro de la circunferencia y apuntando hacia
los dos puntos en los bordes de ésta, medimos el ángulo preciso.
© Leandro Liptak 2018 · Venus Saturno Astrología

Será útil recordar que, en geometría, todo ángulo puede


ser medido como un ángulo interno (yendo desde un punto a
otro por el camino más corto) o como un ángulo externo (yendo
por la distancia más larga). Lo cierto es que es el mismo ángulo,
medido de formas distintas. Por ejemplo, un ángulo interno de
90° es también, siempre, un ángulo externo de 270°. En
astrología, como convención se utilizan ángulos internos para
denotar las distancias de los aspectos.
© Leandro Liptak 2018 · Venus Saturno Astrología

¿Cómo podemos medir las distancias “a mano” en una


carta natal? Pues bien, sabemos que es posible ubicar la posición
exacta de un planeta en la carta, por ejemplo, supongamos que
Mercurio se encuentra en 12° 5’ ♐ (doce grados, cinco minutos
de Sagitario). Y queremos medir la distancia respecto de Marte
que se encuentra en 23° 28’ ♒ (veintitrés grados, veintiocho
minutos de Acuario). En ese caso comenzamos a avanzar, grado a
grado, desde la posición de Mercurio en el sentido en que
avanzan los signos del zodíaco (sentido antihorario). Nos
movemos a 13° 5’ ♐ y hemos recorrido un grado, 14° 5’ ♐, dos
grados… y así sucesivamente. En algún momento llegaremos al
borde del signo (29°); simplemente continuamos contando
moviéndonos hacia el signo siguiente: 0° 5’ ♑. Al llegar a 12° 5’
♑ habremos contabilizado 60° recorridos. Seguimos hasta 23° 5’
de ♒, y serán 71°. Deberíamos seguir avanzando hasta llegar a
los 28 minutos exactos de Acuario, que es la posición precisa
donde se encuentra Marte, y así contabilizaremos 71° 23’ de
distancia entre la posición de Mercurio y Marte.
A continuación presentaremos los aspectos mayores,
armónicos e inarmónicos.

Aspectos mayores

Inarmónicos

Nombre y símbolo Distancia

☌ Conjunción 0°

□ Cuadratura 90°
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☍ Oposición 180°

Armónicos

△ Trígono 120°

⚹ Sextil 60°

Esto quiere decir que si dos planetas se encuentran, en


una carta natal, a 90 grados uno de otro, diremos que se
encuentran en cuadratura. Si se encuentran en el mismo sitio, es
decir, a 0 grados de distancia, se hallan en aspecto de conjunción,
y así sucesivamente.

Orbes
La realidad es que, en una carta natal, es poco probable
encontrar planetas situados ​exactamente ​a las distancias que
estos aspectos representan. Sin embargo y continuando con la
analogía musical, sabemos que estos acoples armónicos o
inarmónicos entre dos sonidos se dan progresivamente.
Podemos tener dos notas sonando en armonía, y aún si
desafinamos ligeramente una de ellas, el oído seguirá
percibiendo esa distancia armónica.
Esto mismo aplica a los aspectos: habrá un margen de
tolerancia para las distancias de los aspectos. Si dos planetas
están a cierta distancia ± cierto margen, entonces se encuentran
relacionados por ese aspecto. Esa tolerancia en las distancias de
los aspectos de conoce con el nombre de ​orbe del aspecto. Cabe
aclarar que aquí no hay un consenso unánime por parte de los
astrólogos: cada escuela, cada astrólogo hará uso de orbes
particulares en base a lo que ha encontrado acertado en su
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experiencia práctica. Sin embargo podemos decir que la mayoría


de las escuelas modernas de astrología utilizan orbes amplios
para los aspectos, tales como los que sugerimos a continuación:

Inarmónicos

Nombre y símbolo Orbe

☌ Conjunción 10°

□ Cuadratura 10°

☍ Oposición 10°

Armónicos

△ Trígono 8°

⚹ Sextil 6°

Esto quiere decir que, dadas estas orbes, dos planetas se


encuentran en cuadratura cuando están a 90° ± 10°, es decir que
el margen de influencia de este aspecto abarca distancias entre
80° y 100°, siendo el ​aspecto exacto a los 90°. Dos planetas se
encuentran en sextil cuando están a una distancia entre 54° y 66°
uno del otro.

Exactitud de un aspecto
Sin embargo es importante no olvidar que el aspecto
exacto viene denotado por la distancia que le da sentido, por ej.
180° para la oposición. De esta forma, para dos planetas en
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aspecto es posible preguntarnos cuán exacto ese aspecto es.


Cuando más cercano a la distancia específica, más exacto.
A modo de ejemplo supongamos que, en una carta natal,
el Sol está en 15° ♈ y que la Luna está en 20° de ♑. Si medimos
la distancia entre uno y otro descubriremos que es de 85°. Esto
esta cerca de ser una cuadratura, con orbe de 5°. Si nosotros
aceptamos para las cuadraturas una tolerancia de ± 10°,
entonces efectivamente el Sol y la Luna se encuentran en
cuadratura, lo que se denota de la siguiente manera:

⊙□ ☾

o si deseamos agregar la información de sus posiciones exactas:

⊙ 15° ♈ □ ☾20° ♑

Pero imaginemos ahora un ejemplo igual, solo que la


Luna está ubicada ahora en 14° ♑. Si medimos la distancia,
veremos que están a 91° uno de otro. Es decir, que se encuentran
a 1° del aspecto exacto de la cuadratura. Entonces, este aspecto
es más exacto que el aspecto del ejemplo anterior. De hecho, a los
aspectos que se encuentran dentro del margen de 1° del exacto
se los suele considerar suficientemente exactos y se los denota
con el nombre de ​aspectos partiles​. Así, en el caso de este último
ejemplo, diríamos que la persona es ​Sol cuadratura Luna partil.​
Lo cierto es que muchas veces nos interesará, en el
análisis de una carta natal, observar los aspectos según su
potencia, es decir, su exactitud. Los aspectos más exactos suelen
estar muy en primer plano en la vida de una persona.
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El nivel astrológico
Hasta aquí hemos abordado la parte más técnica de los
aspectos. Debemos movernos ahora hacia la comprensión de
éstos en el nivel astrológico para llegar a entender su rol en una
estructura energética.
Muchas veces nos será útil pensar en una carta natal
como una construcción, una obra de arquitectura energética
sumamente compleja, con su belleza y sus particularidades
intrínsecas. Si observamos cualquier estructura de la naturaleza,
cualquier material, veremos que presenta una mezcla única de
dos cualidades complementarias: ​tensión ​y ​elasticidad. Cuando
un material es muy elástico tiene la capacidad de ​cambiar su
forma ​al entrar en contacto con fuerzas (formas) externas. Por el
contrario, cuando menos elástico, más tenso, más rígido se
vuelve el material, mostrando así la capacidad para ​mantener su
forma a pesar de sufrir la interacción con otras fuerzas del
entorno.
Podemos pensar en el agua o cualquier líquido como
ejemplo de un material elástico. Si tiramos una piedra a un
estanque con agua calma, veremos que ésta se altera por acción
de la piedra, produciendo vibraciones como consecuencia. Por el
contrario, si arrojamos esa misma piedra sobre una pared de
cemento, esta no sufrirá ninguna alteración aparente fruto de
eso. Todo material elástico permite ​resonar con el entorno, todo
material tenso permite ​sostener​, soportar la presión de ese
mismo entorno. Cada material presenta una mezcla específica de
estos dos aspectos mutuamente implicados. Vemos así que son
complementarios: el agua necesita un cuenco que la soporte; el
cuenco obtiene su razón de ser del agua que contiene.
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De la misma forma haremos un acercamiento a cada


estructura natal en estos términos. ¿Es una estructura tensa,
rígida? ¿Es una estructura maleable, flexible? A nivel psicológico,
a nivel mental: ¿la organización de pensamientos es dura, o es
blanda? Los ​aspecto duros nos hablan de un ​vínculo tenso entre
los planetas o puntos involucrados. Por el contrario, los ​aspectos
blandos ​nos hablan de un vínculo elástico entre ellos. Pero,
¿cómo se manifiesta esto a nivel psicológico y cuáles son sus
implicancias? Analizaremos la cuestión en la siguiente sección.

Una comprensión psicológica


Un aspecto está explicitando un vínculo entre dos
planetas, entre dos funciones. Y cómo sabemos, cada función
tiene sus manifestaciones características, que se muestran en la
vida de la persona como deseos o necesidades específicas. El
hecho de que estén en aspecto habla de una ​sincronización entre
ambas funciones. En algún punto, los relojes de estas dos se
enlazan y quedan ligados.
En aspecto duro, este vínculo es muy estrecho y rígido;
cuando una función se activa, también se activa la otra y
viceversa. Una se vuelve “la sombra” de la otra. A nivel
psicológico entonces, cuando se active una con sus deseos y
necesidades, también se harán presentes los deseos y
necesidades de la otra. La sensación suele ser de ​bloqueo​, de
stress,​ pues hay deseos colisionando internamente que no se
logran amalgamar; se sienten como fuerzas tirando en
direcciones contrarias. Podríamos decir que es un ​bloqueo
creativo​: la persona no comprende cómo actuar en una forma
que integre o satisfaga ambas partes, ambos deseos, ambas
necesidades, y esta colisión interna genera o libera ​energía:​ la
persona se vuelve activa, ansiosa, dinámica.
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A nivel general, todos los aspectos duros podemos


agruparlos bajo esta dinámica, si bien luego haremos
distinciones para cada uno de ellos. Para la psique en plena
constitución, este ​stress que plantea un aspecto duro no es fácil
de sobrellevar, y por lo general la resolución más directa consiste
en dejar un polo del aspecto (uno de los dos planetas) a nivel
consciente y ​negar o proyectar el otro, empujándolo hacia el
inconsciente. Esto parece solucionar, al menos
momentáneamente, la problemática que el aspecto plantea.
Sin embargo bien sabemos que ese polo que ha sido
proyectado es una carga energética propia de la persona y que
continúa pulsando, resonando. El camino real para la resolución
de un aspecto duro pasa por la comprensión cabal y plena de
ambos polos del mismo sin la voluntad de negar ninguno de
ellos. Es en ese punto cuando es posible ​vivir plenamente la
tensión que esa contraposición de deseos sugiere y entregarse
completamente al hecho de que no se tiene una respuesta
aprendida que sintetice creativamente esa dinámica. Sólo en ese
momento es posible que un espacio interno surja para brindar
una resolución. De todos modos lo común es que antes que esto
pueda tener completamente lugar, la consciencia tenderá a
oscilar entre un polo y otro del aspecto hasta que en cierto
momento, el patrón de experiencias se percibe y comprende.
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Por otro lado en un aspecto blando, el vínculo entre las


partes relacionadas es muy elástico, muy blando. Esto liga a las
partes involucradas pero con un grado de libertad grande. Como
decíamos, esto da maleabilidad, adaptabilidad a la estructura. La
sensación es que ambos extremos del aspecto fluyen
armónicamente el uno con el otro, encontrando una
manifestación conjunta. Aquí no hay bloqueo creativo, sino una
disponibilidad creativa​; no hay contraposición sino coexistencia,
complementariedad de deseos y necesidades. Pareciera que
rápida y espontáneamente se encuentra la forma de satisfacer a
ambas partes involucradas.
Esta sensación que aportan a ciertos aspectos de la vida
los aspectos blandos suele servir de “base” para abordar los
aspectos duros. Así, encontraremos todo tipo de combinaciones
al mirar cartas natales: aquellas que son casi exclusivamente
aspectos duros sin aspectos blandos, aquellas que son puro
aspecto blando, y ausencia de duros, y toda la gama de
posibilidades en medio.
Cuando encontramos una estructura con muchos
aspectos duros, es una estructura muy tensa, pero también sin
dudas muy dinámica, muy enérgica, producto de la energía que
constantemente liberan estos aspectos. La persona es movida
para dar resolución a estas temáticas. En el otro extremo, una
carta natal que presenta en su mayoría aspectos blandos es muy
laxa; puede predominar una sensación de fluir que aleja a la
persona de la necesidad de dar “solución” a los pocos aspectos
tensos que se presentan.
Daremos un par de ejemplos para que la cuestión pueda
ser comprendida en forma práctica. Supongamos primero un
aspecto duro, digamos cuadratura, entre los planetas Sol y
Saturno: ☉ □ ♄. Veremos aquí que cada vez que la función
solar es activada, es decir, cada vez que existe un deseo de
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exposición, de extroversión o manifestación, también es activada


la función de Saturno con sus deseos o necesidades de seguridad,
de mesura, de actuar en base a la experiencia, de predecir los
resultados de una situación, de no cometer errores, etc. Ambos
deseos se contraponen.
Frente a esta situación, como ya mencionamos, la
respuesta suele ser proyectar uno de los polos del aspecto,
frecuentemente el del ​planeta menos personal​, pues por su
naturaleza es más fácilmente incomprendido en un principio. Así,
una primer respuesta podría ser reconocerse como una persona
plenamente solar con sus deseos de expresión y creatividad, y
proyectar sobre el entorno esta mesura y necesidad de hacer lo
correcto de la que habla saturno, que seguramente sea vivida
como alguien del entorno que limita a la persona, que la censura
o que coarta su expresión. También es posible que la persona se
polarice sobre el otro extremo del aspecto, sobre Saturno y
niegue lo solar del mismo. Así, este sujeto se muestra siempre
correcto y medido, observador y de actuar premeditado,
negando su necesidad de una expresión profundamente creativa
e individual.
Lo cierto es que la persona ​es el aspecto, y no un sólo
extremo de éste: ése es el reconocimiento profundo que debe
que tener lugar. Estos mismos planetas en aspecto blando,
digamos trígono, presentarían una situación diferente: aquí la
persona encuentra cómo expresar su creatividad e
individualidad, y esa singularidad siempre porta algo de firmeza,
correctitud y sabiduría: ambos aspectos fluyen conjuntamente.
Otro ejemplo que podemos dar es el de Venus en aspecto
duro a Urano, pongamos el caso de la oposición. ¿Qué
contraposición encontramos aquí? Por un lado el deseo de
complementación con un otro, de armonía y equilibrio (Venus), y
por otro el de una profunda creatividad innovadora, sumamente
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inspirada y vanguardista; una necesidad de divergencia personal


y ruptura con lo establecido (Urano). Una posible polarización
consistiría en la proyección de Urano, el planeta transpersonal.
Así, la persona es atraída por personas con estas cualidades, de
creatividad, innovación y “libertad”, negando esa necesidad en sí.
O podría suceder a la inversa, la persona manifiesta esta
divergencia o libertad personal negando su deseo de
complementación con un otro. Lo que falta es la síntesis:
comprender profundamente que esos deseos de
complementación son también deseos de innovación y
divergencia; ambas cualidades deben estar presentes.
Estos mismos planetas pero en aspecto pero blando
como ser un sextil, encontrarían una vía de expresión sintética
más directa: la persona comprende cómo asociarse con un otro y
que allí su creatividad uraniana esté presente, construyendo
vínculos de alto grado de libertad interpersonal e innovación.
Finalmente debemos aclarar que dada la naturaleza de
los planetas transpersonales, incluso los aspectos blandos
pueden presentar una complejidad para la consciencia, aunque
en los aspectos duros se vivirá con una contundencia innegable.
Veremos ahora, en forma breve, las particularidades de cada tipo
de aspecto.

Los aspectos en detalle


Existe un paradigma para el estudio de los aspectos que
los astrólogos han usado desde la antigüedad. Consiste en situar
imaginariamente al primer planeta al comienzo del zodíaco (que
tradicionalmente es el punto de 0° de Aries) y luego colocar el
segundo a la distancia correspondiente según el aspecto indique.
De esa forma veremos a dónde “nos transporta” esa distancia
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angular, y ese o esos puntos de destino hablarán profundamente


de la naturaleza del aspecto en cuestión. Veamos entonces a
continuación.

La conjunción (0°)
Situando al primer punto/planeta en el 0° de Aries y
desplazándonos la distancia que la conjunción indica (en este
caso, no hay desplazamiento pues son cero grados), el segundo
planeta pasaría a ubicarse también en 0° de Aries. Es decir, a
través de la conjunción, fuimos desplazados ​hasta ​Aries. Por eso
decimos que este aspecto guarda naturaleza ariana: ambas
energías involucradas buscan su manifestación
entremezclándose explosivamente la una con la otra, lo cual hace
difícil para la consciencia poder discernir la una de la otra. De
esta forma, personas que presentan muchas conjunciones suelen
mostrar también un tinte ariano característico.

La oposición (180°)
En este caso situamos el primer planeta en 0° de Aries y
el segundo a 180°, lo cual nos transporta hasta el comienzo del
signo de Libra. Esto quiere decir que la naturaleza de la
oposición es libriana: existe una contraposición que permite ver
con mayor claridad ambos polos del aspecto pero que también
hace más fácil proyectar uno de ellos sobre otra persona. Es
frecuente aquí que la persona se vuelva muy oscilante, dubitativa
o indecisa, por oscilar constantemente entre un polo y otro del
aspecto. Al igual que con la conjunción, es frecuente ver a
personas con muchas oposición presentar características
librianas notables.
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La cuadratura (90°)
Aquí por la distancia de 90° somos transportados al
inicio del signo de Cáncer, si nos movemos en sentido
antihorario, y al comienzo de Capricornio desplazándonos en
sentido horario. Es decir que la cuadratura guarda características
de estos dos signos, que por supuesto son signos
complementarios y hablan de consolidación en el mundo de la
forma, de construcción. Personas con muchas cuadraturas
presentan esta orientación hacia la construcción y logro de
resultados comprobables.

El trígono (120°)
Si nos movemos 120° desde el comienzo de Aries
seremos transportados al inicio de Leo en un sentido, y al de
Sagitario en la dirección contraria. ¿Qué tienen en común estos
signos? El elemento fuego. Todo trígono guarda la esencia del
elemento fuego que apunta a un fluir producto de una
espontaneidad y creatividad inspirada. Personas con muchos
trígonos suelen ser personas con una creatividad muy presente.

Sextil (60°)
Finalmente, a través del sextil somos llevados desde
Aries hacia los signos de Géminis y Acuario, que comparten la
naturaleza del elemento aire. Aquí el fluir de este aspecto blando
viene a través de una creatividad vincular y capacidad de
conexión de ideas en el plano mental. Personas con muchos
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sextiles con personas sociables y de rapidez para hacer


asociaciones, continuamente “conectando” una cosa con otra.

Aspectos menores
Además de los aspectos mayores antes delineados,
existen los llamados ​aspectos menores​. Estos hablan de un
vínculo que no es tan contundente como en el caso de un aspecto
mayor, ya sea armónico o inarmónico, y por ende las orbes que
se aceptan para ellos suelen ser mucho menores (usualmente
cerca de los 2°, no más). Existe una multitud de aspectos
menores, pero mencionaremos aquí los más comúnmente usados
por la comunidad astrológica.

Quincuncio ⚻ (150°)
Este es un aspecto que en muchos libros antiguos se lo ha
tildado de “místico” o espiritual, e intentaremos comprender por
qué. Lo cierto es que toda distancia de 150° grados en el zodíaco
está enlazando dos puntos que se encuentran energéticamente
muy distantes el uno del otro. Por ejemplo, un planeta situado en
Aries está en quincuncio con otro situado a 150° en Virgo. ¿Qué
tienen en común estos dos signos? Veamos:

Aries Virgo

Elemento Fuego Tierra

Modalidad Cardinal Mutable

Polaridad Positiva Negativa


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O incluso desde Aries yendo en dirección contraria


podríamos encontrar otro planeta en quincuncio a éste en
Escorpio; efectuando el mismo análisis:

Aries Escorpio

Elemento Fuego Agua

Modalidad Cardinal Fijo

Polaridad Positiva Negativa

De hecho no encontramos ningún rasgo común en sus


clasificaciones por elemento, modalidad o polaridad. Son signos
que “no comparten nada” en su naturaleza el uno con el otro. Por
eso, diremos que este es un aspecto tenso, inarmónico, donde
encontrar una síntesis entre ambos polos requiere de una
elaboración mucho más compleja. La consciencia es desafiada a
dar una respuesta en otro nivel, pero el hecho de que el aspecto
no se sienta con la contundencia de un aspecto mayor también
hace más difícil su reconocimiento en lo cotidiano y su correcta
elaboración.

Semicuadratura (45°) y sesquicuadratura ⚼


(135°)
Moviéndonos por una distancia de 45° somos llevados al
punto medio (15°) de los signos de Tauro y Acuario, mientras
que por 135° llegamos al punto medio de Leo y Escorpio. ¿Cuál
es el común denominador en este caso? Estamos en contacto con
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los 4 signos fijos del zodíaco. Estos aspectos, ambos inarmónicos,


hablan de una fijeza, una rigidez entre las funciones
involucradas, que a su vez es más difícil de reconocer por ser un
aspecto de menor evidencia.
Tanto aquí como en el quincuncio, no es algo que
podamos, en principio, delimitar claramente en nuestras vidas,
motivo por el cual la comprensión de la dinámica del mismo es
más lenta. Sin embargo será útil aplicar la misma lógica de
análisis que en el caso de cualquier otro aspecto duro mayor.

El vínculo entre casas


Otra cuestión importante para mencionar es que un
aspecto se encuentra vinculando dos puntos de la carta natal,
usualmente planetas, y éstos se encuentran ubicados cada uno en
un signo mas también una casa de la carta natal. Y si las casas son
los escenarios, los patrones de experiencias en que cada uno de
esos planetas se muestra y se aprende, entonces al existir un
aspecto entre dos de ellos, no sólo los planetas se encuentran
ligados, sino que a través de ellos ​también las casas de éstos lo
están.
Por ejemplo alguien podría tener Marte en Casa 7 en
cuadratura a Saturno en la Casa X. Esto quiere decir que no sólo
Marte está vinculado a Saturno, sino que además también lo
están estos escenarios: el de la pareja/socio (Casa 7) y el
profesional/público (Casa 10). Lo que suceda con el impulso y la
capacidad de acción de esta persona en relación con sus vínculos
(Marte en Casa 7) guarda relación o genera un impacto en lo que
suceda con su imagen profesional/pública de ser una persona
correcta y experimentada (Saturno en Casa X). Quizás la persona
encuentra que su desempeño profesional coarta la expresión de
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su vitalidad y deseo, pero eso no se manifiesta en ese ámbito sino


que “se muestra” a través de conflictos o peleas ,con su cónyuge.
Esto nos muestra que comprender ambos polos de un
aspecto implica observar cada uno de éstos en su escenario de
manifestación (casa) hasta que esa comprensión se asiente
profundamente como para que la consciencia de la inter-relación
entre uno y otro pueda aflorar.
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Capítulo 6 ─ La interpretación
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¿Qué es interpretar?
Hemos finalizado la primera parte de este libro que habla
acerca de los fundamentos simbólicos del lenguaje. Vamos
entonces a adentrarnos en la interpretación de una carta natal,
delineando técnicas y procedimientos. Pero antes debemos
recordar algunas cuestiones de vital importancia.
La carta natal ​es l​ a persona. Es un todo indivisible. Vale
recordar, una y otra vez, que aproximarnos a una carta natal con
un enfoque que apunte a comprender las partes y luego
sumarlas, siempre estará ​perdiendo algo en medio. La persona ​es
la totalidad de lo que está descrito en la estructura natal, en
alguna mezcla muy única y singular de ​identificaciones y ​
proyecciones.​
Todo mapa natal presenta muchísima información,
puesto que, como hemos venido mostrando, todo en astrología
habla de patrones, de energías, y no de formas definidas.
Forzosamente necesitaremos de la ayuda de nuestro hemisferio
derecho, de nuestro cerebro artístico, para sintetizar toda esa
información: un análisis puramente racional no sólo no sirve,
sino que además nos aleja del contacto real con ese ser humano.
La astrología tradicional hablaba en términos de
interpretación de una carta natal, como si ese entramado tuviera
que ser descifrado en términos de formas de ser y
acontecimientos en la vida de la persona. Era una astrología
interesada por la predicción y la definición del ser humano. Hoy
en día accedemos a una nueva astrología que acompaña los
cambios de consciencia que a nivel global están aconteciendo.
El potencial de la astrología estriba en ​comprender
profundamente ​al ser humano a través del entendimiento de su
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carta natal. Si se conoce, no a nivel superficial, sino de forma


íntima e intrínseca a ese hombre o mujer, una diversidad de
aplicaciones se desprenden luego como corolario. La pregunta
inicial al comenzar este camino suele ser sobre la utilidad
práctica de la astrología. No existe tal cosa. Toda receta práctica
derivada de una comprensión parcial tiene también una utilidad
parcial. Esto quiere decir que la astrología tiene el potencial de
acercarnos ​unos a otros como seres humanos: tiene el potencial
de ​unirnos​.
Es importante no olvidar esta cuestión. A fines de este
libro, siempre que hablemos de interpretar una carta natal
estaremos diciendo: comprender. Y esta comprensión jamás
apuntará a un fragmento aislado de la misma, sino a un
entendimiento sistémico en que cada parte se enlaza de forma
determina con las demás. Quiere decir que buscaremos entender
cabalmente ​cómo circula la energía e​ n una persona, entre su
personalidad, su entorno y su consciencia de dicha interrelación.

Cargas energéticas
Una primera cuestión será determinar las “cargas
energéticas” del individuo. Como ya hemos hecho mención, toda
carta natal presenta los doce signos, pero cada persona tiene una
distribución particular de planetas y casas, generando un
registro o vivencia diferente en cada caso. Es como la fórmula de
un compuesto químico donde siempre encontramos los mismos
elementos pero en diferente proporción, y esas proporciones
hacen totalmente la diferencia.
Por eso nos interesará comenzar a comprender una carta
natal a través de comprender qué energías se presentan en
mayor medida y cuales en menor. Todo aquello que se presente
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en mayor medida, toda aquella carga energética fuerte de un


signo o un planeta, constituirá un núcleo importante en nuestro
análisis. ¿Por qué? Para dar respuesta vamos a adentrarnos
nuevamente en la temática de la identidad.

La identidad como principio organizador


Es un hecho que los seres humanos tenemos una
necesidad de ​diferencia​, de ​unicidad​. Venimos a este mundo
simbiotizados con el entorno, sin percibir diferencia con mamá o
con el medio que nos rodea. Poco a poco nuestra psicología
comienza a constituirse buscando afianzarse sobre aquello que
nos provea esa sensación de distinción. A nivel astrológico esto
sucede sobre aquello que se presenta con gran carga en la carta.
Pero, ¿qué sucede si dos o más cargas energéticas se presentan
igualmente fuertes o contundentes? En ese caso, la psique
evaluará cuán compatibles son esas cargas, esos ​núcleos
energéticos e​ ntre sí. Si la compatibilidad es alta, será fácil asentar
la identidad sobre todos esos núcleos en simultáneo.
Ahora bien, la realidad suele ser contraria. Todo el
tiempo estaremos encontrándonos con cargas energéticas en la
persona que, a primera vista, no compatibilizan unas con otras, y
la psique en su constitución, resuelve esta contradicción
asentándose sobre alguna y ocultando (negando, proyectando)
las demás. Es interesante ver que es la misma temática que
mencionamos al comienzo del libro y también en lo referente a
los aspectos duros.
Entonces, un paso fundamental en nuestra interpretación
será dar cuenta de estas cargas energéticas y llegar a una
comprensión de cuán “compatibles” son las unas con las otras. Lo
notamos entre comillas pues podemos pensar que a nivel
energético, el zodíaco es una unidad que coexiste. Esta
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incapacidad de la psique para constituirse sobre la totalidad de la


energía es una temática intrínseca del ser humano en su
evolución. Cuando hablamos de los signos del zodíaco, hablamos
de Cáncer-Leo y la constitución de la identidad. Este proceso de
conformación de una identidad psicológica que busca la
diferencia con su entorno responde a este punto del proceso
zodiacal. A medida que el individuo crece y se desarrolla, tiene la
oportunidad de cuestionar esa identidad parcial y esa necesidad
de diferencia. En algún momento, aquello que ha quedado
negado por la personalidad tendrá que mostrarse para poder ser
contrapuesto, para que una nueva identidad más profunda e
inclusiva pueda surgir. Aquí estamos ya en las fases del zodíaco
de Escorpio (la contraposición con la propia sombra) y Sagitario
(la síntesis en una personalidad más abarcativa). A nivel
espiritual podríamos decir que este proceso continúa hasta que
el individuo experimenta la unidad con todo lo existente, algo
conceptualmente presente en la mayoría de las disciplinas
espirituales, como ser el ​nirvana ​en el budismo o la experiencia
de ​samadhi e​ n el hinduismo. Hablaríamos aquí de la última fase,
Piscis, del proceso de desarrollo de la consciencia. Llegado ese
punto vale preguntarse: ¿existe aún un ​yo que pueda concebirse
como asistente a esa experiencia?

El balance de elementos
Tradicionalmente, una primer aproximación util para
concebir qué es aquello que energéticamente está enfatizado y
que no en una carta natal, es efectuar un balance de elementos.
Para ello recordemos que lo que genera ​registro de un elemento
en la persona son los planetas presentes en los signos (y cada
signo tiene un elemento correspondiente). Así, supongamos la
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carta natal de un individuo cuyos planetas se encuentran


distribuidos de la siguiente forma en los signos:

☾12° ♈

☿ 3° ♍

♀ 10° ♎

⊙ 5° ♍

♂ 21° ♓

♃ 15° ♐

♄22° ♑

♅ 9° ♑

♆ 12° ♑

♇ 7° ♏

En base a los signos en que se encuentran los planetas


podemos distribuirlos en los elementos correspondientes en
base al elemento de los signos:

Fuego Tierra
☾♃ ☿⊙♄♅♆

Aire Agua
♀ ♂♇
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Una vez distribuídos los planetas por elemento podemos


notar qué elementos tienen mayor carga. En este caso,
podríamos decir que habrá un fuerte registro del elemento
tierra, por presentar 5 planetas en signos de ese elemento.
Ahora bien, para refinar nuestro análisis, debemos
considerar algunas cuestiones extra. Cuando estudiamos los
planetas hablamos de los planetas más personales y los menos
según su tiempo de rotación. Pues bien, sucede que en base a eso,
sabemos que los planetas transpersonales se mueven muy
lentamente y el signo en que se encuentran no es, por sí solo,
algo relevante para la persona. Después de todo, podremos
encontrar a muchas personas nacidas en esa época con Urano,
Neptuno y Plutón en los mismos signos. Con lo cual, en un
análisis personal inicial, nos encontramos que podemos ​ignorar
los transpersonales cuando hablamos de crearnos una
comprensión directa de qué elementos la persona registra más.
De este modo, nuestro cuadro anterior quedaría reformulado en
la forma siguiente:

Fuego Tierra
☾♃ ☿⊙♄

Aire Agua
♀ ♂

Hemos quitado a los transpersonales, y la cuestión se


muestra ahora un poco más balanceada. Pero además, es
fundamental que consideremos cierto ​peso ​para cada planeta.
Este criterio estará directamente en relación con cuán personal
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es el planeta, pudiendo definirlo jerárquicamente en la siguiente


forma:
1. La Luna y el Sol (las luminarias) como los planetas de
mayor peso
2. Mercurio, Venus y Marte
3. Júpiter y Saturno

Entonces nuestra lectura de ese balance de elementos


toma ahora una nueva perspectiva. La persona tiene la Luna en
fuego y al Sol en tierra dando mucho peso a esos elementos. Por
el contrario, en aire sólo encontramos a Venus y en agua solo a
Marte.
Encontraremos cartas más balanceadas y cartas más
desbalanceadas en relación a los elementos. Sin embargo en caso
que dos elementos se presenten predominantes, será preciso que
analicemos la interacción entre ellos. En nuestro ejemplo sucede
con el fuego y la tierra. Así, podemos imaginar que la persona
tiene por un lado una necesidad creativa y de un actuar
espontáneo e inspirado, y por otro un deseo de concretitud, de
contacto con lo material y pragmático. Seguramente no será fácil
de integrar y en un principio, muy posiblemente, la identidad se
asiente sobre uno de estos dos elementos excluyendo al otro.
Pero, ¿sobre cuál en particular? Para dar respuesta a esa
pregunta avanzaremos hacia el estudio de la constitución de la
identidad.

La constitución de la identidad
Nuestra pregunta ahora es: ¿la psique elige
arbitrariamente sobre qué núcleo energético identificarse, o
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existe cierto orden, ciertas leyes al respecto? Veremos que sí


existe tal orden, que podemos delinear bajo ciertos criterios.

La Luna
En la construcción de la identidad, la Luna (y su Casa 4,
asociada) es el núcleo sobre el cual se constituye la identificación
más primaria. Esto se debe a que la Luna es el planeta más
personal del zodíaco. Nos referimos a la Luna natal de la persona,
con todas sus particularidades, a saber:

● El signo de la Luna
● La casa en que se encuentra
● Los aspectos que tiene con otros planetas, dando énfasis
primero a las conjunciones, luego a las oposiciones y
cuadraturas, y finalmente a los aspectos blandos y
menores.

(Esto mismo aplica para el signo de la Casa 4, los planetas


allí ubicados y sus aspectos con otros planetas.)
Así, en nuestro ejemplo de la sección anterior, podríamos
conjeturar que frente a la dicotomía entre el elemento fuego y el
elemento tierra, la identidad quedará conformada sobre primero,
pues es el elemento de la Luna (Aries).
Supongamos otro caso: alguien que fuera Luna en Tauro
y Sol en Acuario. Aquí nuevamente encontramos dos elementos
(tierra y aire) que no se aúnan fácilmente y la consciencia deberá
escoger. Sabemos entonces que la persona constituirá su
identidad sobre Tauro, reconociéndose con la energía de ese
signo y no sobre el signo de su Sol, Acuario.
Lo cierto es que, en nuestra interpretación de una carta
natal, lo que estaremos haciendo es comprender cómo fue
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desarrollándose la identidad del individuo y cómo fue


progresivamente extendiéndose para abarcar más aspectos de la
propia energía. A veces estas transiciones son fluidas y moverse
de una identidad a otra más inclusiva no presenta un desafío
para la persona. El individuo antes se reconocía sobre ciertas
cualidades que lo definían, y más adelante es capaz de incorporar
otras nuevas sin un conflicto de identidad. Pero en otros casos no
es así. En el proceso de desarrollo nuevas energías que se
encontraban proyectadas afloran y proponen rasgos, cualidades,
deseos y necesidades, completamente distintos a aquellos con
que la persona se reconocía. Aquí estamos entonces, en mayor o
menor medida frente a una ​crisis de identidad.​
Por eso, fundamentalmente no podemos separar el
estudio de una carta natal del ​momento vital de quien se refiere.
De hecho, si interpretar es ​comprender,​ queda claro que el punto
particular de vida en que se encuentre la persona es
completamente relevante: esa misma carta natal no puede ser
leída de igual modo para un niño, un adolescente o un anciano.
(Estos aspectos exceden el alcance de la presente obra).

El Sol y la Casa 5
La Luna es la base para la primer identidad, y esta
identificación suele ser muy clara en la primer etapa de vida
hasta antes de la adolescencia. Con el inicio de la pubertad
comienza una nueva necesidad de diferenciarse del entorno de
origen, familiar, infantil. En esta etapa es común que la psique
recurra a las particularidades del Sol y de su casa asociada, la
Casa 5, en esa búsqueda. Así, deberíamos prestar atención a los
siguientes factores:
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● La posición del Sol por signo, casa, y aspectos


(conjunciones, luego oposiciones y cuadraturas, luego los
demás aspectos).
● Los planetas ubicados en la Casa 5, dando relevancia
primero a los más personales y luego a los menos. El
signo en la cúspide de la Casa 5 puede tomar más
relevancia sobre todo si no hay planetas ubicados en ella.

Así, en nuestro estudio buscamos comprender cuán


“compatible” es la identidad que se planteaba desde la Luna con
respecto a la que se plantea desde el Sol y la Casa 5. Veamos
algunos ejemplos.
Supongamos una persona con Luna en Tauro, Sol en
Capricornio y Venus en Casa 5. Si bien estamos haciendo una
gran simplificación, podemos anticipar que moverse desde una
primer identidad taurina, hacia una identidad sobre Capricornio
(otro signo de tierra) y sobre Venus (planeta asociado con
Tauro), no presentaría grandes conflictos de por sí.
Por otro lado, podemos imaginar alguien Luna en Cáncer,
con Sol en Aries y Plutón en Casa 5. Aquí, al contemplar el
“panorama energético”, podemos ​sentir que la transición será de
otra índole. La persona proviene de una identidad canceriana
orientada a la estabilidad emocional y los afectos, y se encontrará
luego con las necesidades de su Sol ariano y la intensidad vital y
el pulso de construcción/destrucción continuo de que habla
Plutón.
Así, veremos muchos casos en que la identidad no fue
capaz de realmente ​abrirse a incorporar esas cualidades. La
persona atraviesa la adolescencia con fuertes conflictos mientras
su psicología hace presión por conservarse sobre las bases
previamente establecidas. Debemos comprender que el
movimiento inicial por el cual al nacer proyectamos gran parte
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de nuestra energía, es un movimiento orgánico, natural. Más


adelante, sin embargo, lo orgánico o natural será la
incorporación, la asimilación de una parte de esa energía
proyectada, como sucede en la adolescencia. Pero si en ese
momento la transición no puede darse, se convierte entonces en
represión​: una parte de nuestra energía vital pasa a ser utilizada
para mantener “en la sombra” esos nuevos aspectos de la propia
energía que intentan emerger a la luz.
Desde un punto de vista astrológico, debemos
comprender que a esta edad la persona no tiene la madurez
necesaria para comprender y acompañar estos procesos. Recién
con el primer retorno de Saturno (29 años) quedarán sentadas
las bases para un auto-acompañamiento de este estilo. Así, la
mirada deberíamos dirigirla hacia sus padres o personas que
están a su cargo. Son estas personas quienes idealmente podrían
tener la madurez necesaria para brindar asistencia en estos
procesos de transición de la personalidad aunque desde ya,
dependerá del propio nivel de comprensión de ellas en relación a
todo lo aquí expuesto.

La Casa 10
Cuando hablamos de las casas mencionamos a la Casa 5 y
a la Casa 10 como casas en las que, el patrón vincular, fácilmente
contribuía a generar identidad en la persona. Luego de la Casa 5,
llega el momento en que la persona comienza a cuestionarse
sobre su rol a nivel social, sobre cómo habrá de ganarse el
sustento y cubrir sus necesidades materiales, hasta que
finalmente hace sus primeras experiencias de inserción social.
En esos momentos la Casa 10 comienza a tomar una
preponderancia visible, junto con los planetas allí ubicados. Dada
la resonancia que generan estos planetas (si los hubiera), es
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incluso posible que la identificación con ellos hubiera comenzado


incluso antes.

La Casa 1 y el Ascendente
El ascendente y los planetas ubicados en la Casa 1 tienen
un ritmo de despliegue que se acentúa hacia los 28-30 años. En
realidad ése es el momento en que comienza a “pulsar” esa zona
de la carta para que la identidad pueda incluirla en forma
consciente, pero luego ese proceso continúa indefinidamente.

Las casas complementarias


A grandes rasgos hasta ahora hemos delineado un
proceso evolutivo de la identidad, por etapas:

● Etapa Lunar
● Etapa Solar, Casa 5.
● Etapa Casa 10.
● Etapa Ascendente, Casa 1.

Consideramos a estas partes de la carta como troncales,


encontrando luego casas que indirectamente estarán asistiendo
este proceso: la Casa 2 y 3, la Casa 6 y 7, la Casa 9 y la Casa 11.
Obviamente, alguno de estos ámbitos podría ganar
relevancia en base a los indicadores que antes mencionamos. Por
ejemplo, si una persona es Sol en Casa 2, obviamente en la etapa
solar, la Casa 2 adquirirá relevancia. O si alguien tiene Sol en
Géminis en Casa 10, y Mercurio en Casa 6, cuando esa zona
donde se encuentra el Sol adquiera relevancia, su planeta
asociado (Mercurio) también lo hará, dirigiendo entonces la
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mirada a dónde se encuentra ubicado este planeta (Casa 6, en


este caso).
Una de estas casas y planetas allí ubicados podría
también cobrar relevancia a través de su regente. Llamamos
regente de una casa al planeta asociado al signo que está en la
cúspide de esa casa. Supongamos a alguien con Marte en Casa 1,
y Júpiter en la Casa 3. Además, supongamos que dicha Casa 3
tiene cúspide en el signo de Aries, regido por Marte. Entonces,
cuando Marte en Casa 1 comience a desplegarse, lo hará también
la casa regida por ese planeta, en este caso, la Casa 3 (el
conocimiento, la movilidad, la exploración y curiosidad, el
aprendizaje) y los planetas allí ubicados, en nuestro ejemplo
Júpiter (la docencia, la expansión de la consciencia, los viajes,
etc.)

La Casa 8 y la Casa 12
Estas son casas fuertemente transpersonales y asociadas
naturalmente con los signos de agua Escorpio (Casa 8) y Piscis
(Casa 12). Si la persona tuviera aquí planetas, sabemos que
acceder a ellos tendrá un mayor grado de complejidad, pues aquí
estamos tomando contacto con un grado de sensibilidad que ​no
contribuye a la identidad a consolidarse, sino que esa misma
sensibilidad es una limitación para el proceso. Es por eso que es
frecuente ver, en personas con planetas aquí ubicados, cómo esas
“zonas” (junto con esos planetas) son esquivadas por la psique.
Son áreas de toda carta natal en donde pondremos nuestra
atención como intérpretes, sobre todo si hay planetas allí
presentes, para obtener más claves sobre la organización
psíquica de la persona, y también para comprender “potenciales
ocultos”. Decimos ocultos, pues una primer suposición es que se
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encontrarán velados o incomprendidos en menor o mayor


medida.
Podríamos dar el ejemplo de alguien con Luna en Aries y
Sol en Leo, en Casa 12. En un principio diríamos que transicionar
de una identidad basada en el elemento fuego (Luna en Aries)
para incorporar al Sol en Leo (también fuego) no presentaría
mayores inconvenientes. Pero lo cierto es que ese Sol se
encuentra en una zona de sensibilidad; de difícil acceso para la
consciencia, sobre todo en las primeras etapas de la vida.
Entonces nuestra hipótesis deberá ser reformulada. Acceder a
esa solaridad podría presentar complejidades y limitaciones
extra. De hecho, dado que ese Sol está en un signo de fuego, más
holísticamente podríamos decir que acceder al elemento fuego
presenta dificultades iniciales, y de ese modo, en mayor o menor
medida también lo será en relación con la Luna, pues también se
encuentra en un signo de fuego. Así, comenzamos a preguntarnos
seriamente: ¿dónde se asentó la identidad de la persona?
Supongamos a fines didácticos que dicho individuo era
también Saturno y Venus en Casa 10. Podemos conjeturar
entonces que ese punto de la carta servirá efectivamente de
bastión a la identidad para poder simplificar la complejidad que
está asociada al elemento fuego. Así, la persona luce como una
persona pasiva, receptiva, diplomática, correcta y precavida;
encaja socialmente desde esos roles, pero niega su costado
impulsivo, creativo, expresivo.

El hilo conductor: el propósito


No sólo se debe experimentar empatía, sino
también confianza en sí mismo. Lograr ese
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equilibrio es la esencia de la madurez real y


fundamental. ─ Stephen Covey

Una de las premisas fundamentales de la astrología es


que cada individuo es un entramado energético único. De ese
entramado de energías se derivarán ​formas de vivir. Hasta ahora
lo que hemos visto es cómo una identidad se vuelve una forma de
parcializar ​la energía que la persona manifiesta. Se vive parte de
la energía desde la personalidad, y el resto es cargado sobre el
entorno. El concepto que ahora sembraremos es que el propósito
vital de una persona está en relación con la totalidad de la carta
natal, y no sólo con un fragmento. Y a medida que la persona va
incorporando a nivel consciente más y más su energía, más va
pudiendo manifestar en acciones esta misión de vida.
El propósito vital de una persona está en relación con sus
dones y talentos. Estos suelen ser más visibles durante la
infancia, aunque algunos podrían desarrollarse más adelante,
como ya veremos. A grandes rasgos, podemos hablar de dos
tipos de dones y talentos:

● Aquellos utilizados por las primeras identidades, que


llamaremos dones y talentos ​del ego​.
● Los dones y talentos que han permanecido ocultos. Los
llamaremos dones y talentos ​potenciales.​

Dones y talentos del ego


Debe quedar claro que aquí, hablar “del ego” no tiene
ninguna connotación negativa de por sí. Son simplemente
aquellos talentos sobre los cuales fue fácil para la psique
constituirse. Sin embargo, lo que sí debemos notar, es que
emplear esos dones y talentos genera una resonancia, un
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reconocimiento y un refuerzo de la identidad que podría hacer


más difícil, posteriormente, incursionar en el desarrollo de los
talentos potenciales. Analizaremos entonces aquellas partes de
toda carta natal que suele hablar de éstos.

La Luna
El signo de nuestra Luna natal, su posición por casa y sus
aspectos hablan de aquellas cualidades que hemos
experimentado y asimilado desde nuestros primeros tiempos de
vida. Constituyen nuestra primera ​zona de confort y resulta claro
entonces que generamos mucha pericia al respecto de esas
energías. Simplemente vienen con nosotros desde “muy abajo”.
Aquí deberíamos considerar también en cierta medida, a los
planetas presentes en la Casa 4, naturalmente asociada a este
astro.
Lo particular del comportamiento lunar es que se activa
en todo momento en que nos sentimos inseguros; en aquellos
momentos que nuestros niveles de ​certidumbre a​ cerca de qué va
a suceder y cómo puede afectar nuestra supervivencia bajan, en
algún área determinada de nuestra vida. Por más que seamos
personas que disfruten de lo espontáneo y nuevo, siempre habrá
áreas en las que esta necesidad lunar se hace más presente.
Entonces, al activarse el mecanismo, los ​talentos que nuestra
Luna encierra se esfuman, pues pasan a convertirse en una
reacción mecánica para intentar controlar una situación y
devolvernos a un estado de calma.
Estamos diciendo que un talento es talento sólo cuando
tiene libertad para expresarse de forma espontánea y creativa.
De lo contrario, se encuentra al servicio del miedo y de la lógica
de supervivencia. De todos modos, lo cierto es que cada ser
humano tiene un umbral de certidumbre que le es fundamental.
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Hoy en día se habla de que más allá de la zona de confort está la


zona de expansión,​ y aún más allá, la ​zona de pánico.​ Es decir, que
movernos abruptamente fuera de lo conocido provoca que
nuestros niveles de certidumbre bajen drásticamente hasta un
punto en que dejamos de ser realmente funcionales, y no
tenemos la capacidad de ​aprender para expandir nuestra zona de
confort sustentablemente. Hemos perdido la oportunidad de una
transición adecuada.
Volviendo a la función lunar podemos marcar la
importancia de conocer las ​necesidades con que nos pone en
contacto, pero manteniendo un ojo siempre atento a la inercia
que produce. Si podemos manejar ese balance adecuado,
tendremos los niveles de certidumbre necesarios para sentirnos
tranquilos a la vez que nos desafiamos por más, y permitimos
que los talentos que residen en nuestra luna se manifiesten
orgánicamente.

La Casa 10
Ya hemos hecho mención de esta casa, y aquí sólo
recalcaremos que los planetas presentes en ella (y el signo del
mediocielo) constituyen también una fuente de talentos que
suelen ser socialmente reconocidos.

El Sol y la Casa 5
También, en líneas generales, suele ser simple para la
personalidad asentarse sobre los talentos que se relacionan con
los planetas ubicados en la casa 5, el signo de su cúspide y el
signo del Sol, la posición por casa, y sus aspectos.
Algunos casos que podrían limitar (complejizar) la
expresión de estos talentos tienen que ver con la ubicación del
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Sol en casas como la ocho o la doce, o la presencia de aspectos


duros con planetas como Saturno, o algún transpersonal, en
especial Plutón. También la presencia de alguno de estos
planetas en la Casa 5 haría que la cuestión requiera una
elaboración más profunda.

Dones y talentos potenciales


Éstos requerirán de una toma de consciencia mucho más
elaborada acerca de las cualidades involucradas. Como ya hemos
mencionado, están directamente relacionados con zonas de
mayor sensibilidad que en un principio nuestra identidad elude
(no siempre, pero en la mayoría de los casos, al menos
inicialmente). Aquí es donde la astrología puede proveer otra
gran guía al respecto conectar de forma consciente con ellos,
porque si no lo hacemos, nos sentiremos incompletos,
desencajados, quizás faltos de vitalidad, incluso aunque estemos
viviendo alineados con nuestros talentos del ego.

El Ascendente y la Casa 1
Los dones y talentos se relacionan con los planetas aquí
ubicados y el signo del ascendente. Sabemos que esas son
cualidades que desde pequeños se muestran, pero que la
tendencia es a no conectar con ellas de forma consciente sino
hasta más adelante en la vida. Son aquellos talentos típicos que
requieren una elaboración, un acompañamiento, un incentivo.
Sin embargo, es particularidad del ascendente que ir en la
dirección de cultivar estas cualidades comienza a atraernos
fuertemente más o menos cerca de los 30 años. Simplemente
algo nos llama, y la sensación es que se “siente correcto”
movernos en esa dirección. Damos la oportunidad a nuestra
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personalidad de crecer para asentarse también sobre estas


cualidades.
Movernos en dirección a los planetas aquí ubicados (y el
signo del ascendente) nos inspira, nos vitaliza, nos hace sentir
encajados. Una de las características de vivir estos dones y
talentos, y que es similar a los dones y talentos relacionados con
el Sol (y la Casa 5), es que al actuar desde allí nos sentimos
presentes​, y se genera una sinergia que disponibiliza energía en
nuestra vida. Además, abrimos un espacio de
complementariedad real, denotado por nuestra Casa 7. El
ascendente y la Casa 1 es una dirección guía muy fuerte en toda
carta natal, que no debemos perder de vista al preguntarnos por
el propósito de una persona.

La Casa 8
Comúnmente se nos dice que la Casa 8 refiere a una zona
de nuestra carta de alta intensidad vital, de cargas de deseo altas
y una emocionalidad acorde. Suele mencionarse como la casa del
inconsciente y en textos más tradicionales como la casa de lo
oculto, lo tabú. Lo cierto es que la actividad de los planetas aquí
ubicados (y el signo en la cúspide de esta casa) está asociada a
esas magnitudes de deseo. Aquello que genera tal atracción en
nosotros, tiene ​poder:​ el poder de atraernos magnéticamente. Es
común encontrar, en la revisión de la historia personal, que el
niño en su crecimiento sufrió algún tipo de reprobación,
prohibición o represión respecto a su propia manifestación de
esta energía, motivo por el cual vedó esa energía de su expresión
consciente pero, al ser tal su pulsión, sigue teniendo una
tremenda fuerza subterránea.
Así, al ser incapaz de manifestar su poder en relación con
esas cualidades, por miedo a la reprobación, al rechazo, a la no
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aceptación de sus figuras paternales (y eventualmente de la


sociedad), ese mismo poder es transferido a otros objetos de
deseo. Se crea un vínculo entre esas cualidades y el miedo a la
propia destrucción, en el cual se liga una energía primaria y
pulsional (la energía sexual) a ciertas otras energías
representadas por los planetas allí ubicados. Así, como corolario,
la persona puede también tener miedo de ejercer esas cualidades
y causar destrucción en su entorno.
Esta ambivalencia debe ser examinada cuidadosamente,
en tanto que la persona va aproximándose a la manifestación de
estas cualidades. Una ​clave aquí es lograr, por prueba y error,
una ​modulación en la expresión de estas energías, dado que en
un principio suelen seguir una dinámica plutoniana en fases de
condensación y luego liberación explosiva. Si bien vincularse con
estos planetas puede no ser fácil en absoluto, también se
encontrará allí una fuente de recursos increíble para el trabajo
colaborativo e interdependiente con otros, que sienta las bases
para una participación social más extensa.

La Casa 12
Ya hemos hablado extensamente de esta casa en el
capítulo correspondiente. Sólo diremos ahora que aquí la
dinámica es aún más compleja que en la Casa 8, pues no es
directo rastrear el por qué de la represión de estas energías a
sucesos específicos de la historia personal. Sin dudas los habrá,
pero suele ser común que ninguno explique la magnitud de lo
que la persona siente en relación a esas energías.
Sin embargo, el mismo principio de experimentación
consciente con las energías aquí presentes, y la modulación poco
a poco de las mismas, permitirá al individuo que tenga aquí
planetas encontrarse con una fuente de recursos desde los cuales
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servir activamente a la sociedad. Después de todo, el propósito de


una persona está indisolublemente ligado con aquello que tiene
para ​dar al mundo, y claves indudables de ello están en relación
con los planetas aquí ubicados.
En este sentido, la Casa 12 es tan importante como el
Ascendente, y de hecho, para una correcta manifestación de este
último, es preciso que la persona “conecte” con algún nivel de
manifestación consciente de sus energías de la casa doce.

La conexión con el propósito


A la hora de evaluar cómo una persona está viviendo su
energía (su carta natal) y cuán “conectada” se encuentra con su
propósito, tenemos algunas métricas que nos serán útiles.
Después de todo, si queremos ​comprender, r​ esulta tan
importante ser capaz de observar las ​potencialidades como
también interpretar cabalmente la ​situación actual.​
La medida fundamental es la ​medida de conflicto​. Debe
quedar claro que todo conflicto externo es proyección de un
conflicto interno. Para que tal conflicto tenga lugar, debe haber
una contraposición de fuerzas, y para esto, dos polos rígidos
deben estar intentando imponer su voluntad por sobre el otro. A
nivel astrológico el conflicto sucede cuando parte de nuestra
energía proyectada, en sombra, sale a la luz en forma de
acontecimientos y se contrapone contra la voluntad de nuestra
identidad consciente. Esencialmente, ésta es la dinámica que
describimos cuando introdujimos las casas. Sin embargo, eso no
quiere decir que ​todo el tiempo estaremos enfrentándonos con
nuestra energía proyectada. Eso dependerá del punto particular
de despliegue de esa carta natal, algo que deberíamos analizar en
el contexto de los ​tránsitos y​ las ​progresiones de la misma
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(temática que excede la presente obra), además de haber


evaluado el despliegue de los diversos dones y talentos que ya
hemos hecho mención.
Sin embargo, es una medida consistente en términos
generales. Si la vida de una persona es constante conflicto,
sufrimiento; una lucha constante por la realización de deseos que
se ven frustrados, oposición con otras personas, incomprensión
del mundo, etc., entonces la medida de conflicto es alta. Sabemos
entonces, a grandes rasgos, que hay grandes partes de la propia
energía que la persona no está siendo capaz de reconocer.
Utilizando el conocimiento de las casas astrológicas
podremos también llevar esta medida de conflicto a cada ámbito
particular, como ser la pareja, el vínculo con los hermanos, los
padres, lo profesional, los estudios, etc. para notar qué volúmen
de proyección se maneja en ese escenario y comprender, luego
acompañar, la reconexión con esas cualidades que le son propias.
Una segunda medida es la ​medida de vitalidad​. Esto no
necesariamente quiere decir ​actividad,​ sino más bien
disponibilidad de energía, y una consciencia de ​sentido que
motiva o inspira a la persona a despertar por la mañana, cada
día; a irse a dormir cada noche sintiendo que ocupa su lugar en
el mundo. Existen personas con altos grados de hiperactividad en
su día a día que utilizan esa voracidad de acción para evitar
hacerse las preguntas correctas, en la dirección correcta. Todo
ese accionar se vuelve una herramienta de la personalidad para
“empujar” la proyección de otros rasgos de la propia energía
hacia afuera e intentar que permanezcan allí
(inconscientemente). La conexión con el propósito trae esta
vitalidad, y reduce la medida de conflicto.
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Un sendero hacia el propósito


La verdad es una tierra sin caminos.
─ J. Krishnamurti

Debe quedar aquí muy claro, y desde la perspectiva de


este libro es un principio astrológico fundamental, que si cada
ser humano es único, la forma de ​vivir ​integradamente su energía
y manifestar su propósito es también única. No puede haber una
técnica para llegar allí: es un acto creativo intransferible.
Pero en el camino encontraremos personas cuyas
estructuras energéticas presentan similaridades con la nuestra. Y
si bien su propósito no es el nuestro, presenta puntos de
conexión. Y es un hecho entonces, que parte de la experiencia
vital de esas personas, se vuelve útil para nosotros, como un
escalón fundamental en nuestro ascenso hacia la manifestación
de la totalidad de nuestras capacidades.
A modo de ejemplo, supongamos alguien con Sol en Casa
8. Es probable que esta persona “resuene” con la experiencia
vital de alguien que, siguiendo el ejemplo, tenga muchos planetas
en esa casa. El propósito de estos dos ​es distinto​, pero aún así
existe un punto de contacto. La experiencia de la otra persona,
incluso las técnicas de esa otra persona, pueden servir para
guiar, inspirar, y despertar en sí la consciencia de la misión de
vida, ayudando en la integración de las propias energías.
Lo que puede suceder es que, ignorando esto, la persona
haga de dichas técnicas un dogma y las abrace como parte de su
identidad, sosteniendo que son ellas las que habrán de llevarla a
esa conexión profunda consigo, desentendiéndose del acto
creativo fundamental que da sustento a la vida. En ese momento,
© Leandro Liptak 2018 · Venus Saturno Astrología

esa misma técnica puede volverse un gran impedimento para el


desarrollo ulterior de la persona.

Todo tipo de conocimiento es, en última


instancia, autoconocimiento. ─ Bruce Lee

Bajo el marco de lo expuesto anteriormente, daremos


algunos lineamientos generales que tienen que ver con un
proceso ​madurativo​ a grandes rasgos; con fases o etapas de la
vida, y que hacen a la conexión con el propósito.

Salir de la Luna
La Luna encierra talentos, pero delinea nuestra primer
identidad. Abrirnos a lo que está “más allá” implica poder
movernos fuera de su ámbito exclusivo de confort y seguridad.
Pero catapultarnos abruptamente fuera de ella probablemente
no resuelva la cuestión de forma sencilla. Debe haber quedado
claro que ​no podemos negar lo que somos. A nivel natural, esa
negación no puede perdurar en el tiempo, está destinada a caer.
Es decir, no podemos negar nuestra Luna. Lo que podemos hacer,
es comprenderla.
Pero, ¿qué significa ésto? Significa comprender sus
necesidades; llevar luz a esos patrones estímulo-respuesta a tal
punto que, por comprender el mecanismo, este comience a
ubicarse en una relevancia más contextual con el resto de lo que
somos. Comenzamos a entender que lo que ​definimos como
supervivencia es sólo una definición de entre muchas. Llegamos a
un punto en que podemos, aún con costos emocionales
asociados, redefinir creencias y supuestos sobre qué es ​vital para
nosotros y que no. Llega un punto en que podemos
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completamente hacernos responsables por la satisfacción de


nuestras necesidades.
A nivel astrológico, este proceso madurativo de la Luna,
culmina un primer ciclo con el retorno de Saturno, su función
complementaria, a los 29 años. Podríamos decir que luego de los
30 se abre el juego para que todos estos “supuestos lunares”
críticos sean vueltos a priorizar en otro orden, a la luz de valores
y necesidades nuevas, más en relación con los dones y talentos
potenciales.

El ámbito de Saturno
Saturno es un planeta cuya función es de suma
importancia en la conexión con el propósito. Sus cualidades nos
hablan de ​autosostén,​ es decir, de cultivar ese nivel de
individualidad que nos permite movernos fuera de la
codependencia h ​ acia la ​interdependencia real. Su importancia es
crucial dado que, en su accionar, Saturno nos mueve a observar
las consecuencias de nuestras acciones. Y estas consecuencias
jamás permanecen sólo en nosotros. Se expanden, afectando
contextualmente, sistémicamente, al entorno y las personas que
nos rodean, en mayor o menor medida. Saturno es así el puente
con lo transpersonal, el umbral de una consciencia social, masiva.
El nivel de consciencia de una persona está en relación
directa con la capacidad de percibir, a un nivel más holístico, las
causas y efectos en que se ve implicado, desde los niveles más
obvios hasta los más sutiles.
Así, una de las cuestiones con que Saturno rápidamente
nos conecta, a medida que esta función madura en nosotros, es
con el hecho de que no podemos quebrar un balance entre ​dar ​y
recibir.​ Sobre todos los niños, y muchos ancianos, se encuentran
en una etapa en que pueden recibir, exentos de dar. Así, su
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sostén depende de otros. Pero en las etapas centrales de nuestra


vida, dar es crucial. Después de todo, esa es la esencia de la
relación laboral: dar, a cambio de una paga que se recibe.
Cuánto recibimos está en relación con cuánto damos, no
solo en forma mesurable, sino también en lo intangible: con que
presencia damos, con que nivel de gratitud y conexión. Así,
Saturno nos conecta fuertemente con la necesidad de dar. Existe
un primer momento de mucha relevancia saturnina entre los 21
y 29 años aproximadamente. Es un momento particular, porque
en términos generales, esta función aún no ha madurado lo
suficiente como para que podamos ​mirarnos en una visión más
amplia en la pregunta por nuestro propósito y aún así ya suelen
existir presiones sociales relacionadas a pasar a una posición de
dadores.​ Hay un nivel de ​deber ser que aún no fue del todo
elaborado, podado, re-evaluado a la luz de nueva información
sobre los dones y talentos potenciales.
Con el primer retorno de Saturno, después de los 29
años, la necesidad de ​dar p ​ asa a ser una evidencia, ya sea
conscientemente o por la evidencia de tener que generar nuestro
propio sustento labrando las condiciones pertinentes o
definiendo nuestra imagen pública. Es un momento ideal para
que ese ​dar ​pase a estar en conexión con todos los dones y
talentos que poseemos, no sólo los del ego, visibles, directos.

La misión de vida en términos de cuadrantes


Las doce casas del zodíaco pueden ser agrupadas en 4
cuadrantes que, al igual que los signos, nos habla de un conjunto
de experiencias orientadas a una escala particular. Analizar cómo
se distribuyen los planetas en estos cuatro cuadrantes que ahora
describiremos es muy útil para poder contrastar el potencial de
la persona con su modo de vida a un determinado momento.
© Leandro Liptak 2018 · Venus Saturno Astrología

Sobre todo, nos interesará dar peso a planetas como el Sol y la


Luna, pero también a Saturno, Plutón y al planeta regente del
ascendente (es decir, regente de la Casa 1). De este modo:

● Podemos encontrar una fuerte agrupación de planetas en


las casas 1, 2 y 3 que hacen al primer cuadrante. Aquí el
foco está en la ​expresión ​individual​, una expresión que no
necesariamente precisa reconocimiento, sino que es
satisfecha con el acto de ​crear (Casa 1), ​generar en lo
material (​ Casa 2)​ o
​ ​comunicar ​(Casa 3).
● El segundo cuadrante lo componen las casas 4, 5 y 6. Aquí
hay un foco en la expresión de una identidad que debe
ser confirmada, ya sea en afectivamente en ámbitos
internos (Casa 4), creativamente en extroversión (Casa
5) o funcionalmente al servicio (Casa 6).
● El tercer cuadrante habla de una misión ​vincular.​ El foco
está en acordar con otro (Casa 7), colaborar bajo una
interdependencia profunda (Casa 8) o a través de una
relación de guía e inspiración (Casa 9).
● En el cuarto cuadrante la misión es social, ​colectiva.​ Esto
se da ocupando un lugar establecido (Casa 10),
colectivamente para la reforma (Casa 11), o
servicialmente, desinteresadamente (Casa 12).

El planeta regente de la carta


Se le llama planeta regente de la carta natal al planeta
que rige el signo del ascendente. Por ejemplo, para alguien que es
ascendente Aries, su planeta regente es Marte. En ese caso, se
dice que Marte es el regente de esa carta natal. Para alguien que
fuera ascendente Virgo, Mercurio es el regente de la carta.
© Leandro Liptak 2018 · Venus Saturno Astrología

No podríamos pasar por alto la necesidad de mencionar a


este planeta que tradicionalmente tiene muchísima relevancia en
todo texto astrológico. El regente de la carta nos hablará de la
forma en que ese ascendente de desplegará, con que grado de
complejidad, y orientado a qué ámbito. Un ascendente en Virgo
con Mercurio en Casa 6 podría fácilmente orientarse hacia la
salud o la programación de computadoras mientras que, con ese
mismo ascendente y Mercurio en Casa 8 podría orientarse a la
astrología. Un ascendente en Aries con Marte en Casa 3 podría
orientar ese fuego creativo al automovilismo, mientras que, con
el mismo ascendente pero su regente en Casa 12, podría orientar
esa capacidad para accionar al ámbito de la espiritualidad o en
pos de los más carenciados.
Los aspectos que reciba el regente de la carta, tanto
duros como blandos, nos darán claves de su ritmo de expansión y
las facilidades o dificultades en la conexión con éste.

El planeta dominante
Otro punto clave en la literatura astrológica es el ​planeta
dominante​, que también se lo menciona como “la dominante” de
una carta natal. Lo cierto es que el cálculo de la dominante es
materia compleja. Incluso no es necesariamente ​un planeta,
puede ser una co-dominante compuesta por varios, o incluso un
signo puede ser representante de la dominante de una carta. Sin
embargo, daremos un atajo práctico que suele usarse en la
práctica. Diremos que el planeta dominante es aquel que se
encuentra más cerca de uno de los cuatro ángulos (AC, MC, DC,
IC) en determinada carta natal. De existir varios planetas cerca
de uno o más ángulos, será correcto discernir cuál se encuentra,
en términos exactos, más cerca de uno de los ángulos. Dicho
planeta se convertirá en el planeta dominante, aunque es cierto
© Leandro Liptak 2018 · Venus Saturno Astrología

que, en caso que la exactitud para con los ángulos fuera bastante
para dos o más planetas, podríamos hablar de planetas
codominantes.​
La esencia de la dominante es que es un planeta que
adquiere mucha relevancia, pues los ángulos otorgan mucha
relevancia al dirigir, condensar, mucha energía hacia esas zonas
de la carta natal. Son momentos cumbre, y podemos imaginarlo
con el Sol cuando amanece, llega al cénit, al ocaso o medianoche.
La relevancia de ese planeta podría “colisionar” con otros
núcleos energéticos y acentuar la fracción interna, motivo por el
cual debemos darle relevancia. No “conectar” con las necesidades
y deseos del planeta dominante suele dar una sensación fuerte
de incompletitud a la persona. Así, también será útil
preguntarnos por la casa que rige ese planeta. Supongamos que
alguien es Venus dominante por tenerlo a menos de 1° del
mediocielo, y que la Casa 3 tiene cúspide en Tauro así como la
Casa 8 en Libra. Entonces, dado que esos dos signos están
regidos por Venus, este planeta es regente de esas dos casas. Así,
por ser el planeta dominante, esas dos casas tomarán relevancia
automáticamente, y más aún si hubiera planetas en ellas.

Premisas astrológicas
Ciertamente la imagen del astrólogo medieval al cual se
acudía en busca de consejo y predecía el futuro de la persona
sigue muy vigente en lo colectivo de todos nosotros. Esa
astrología estaba muy orientada a poder socavar información
para transformarla en premisas destinales para la persona.
Sabemos que hoy, por el contrario, la necesidad es ​sembrar
posibilidades y poder acompañar procesos en los cuales un ser
© Leandro Liptak 2018 · Venus Saturno Astrología

humano se abre a aceptar sus aparentes contradicciones e


integrarlas gradualmente en una forma de vida.
Aún así, al analizar la carta natal de una persona,
veremos que algunas cuestiones “suenan” más relevantes que
otras. Es como una pieza musical donde algunas cosas están en
primer plano mientras que otras hacen al trasfondo. En principio
escuchamos lo primero, pero podemos agudizar nuestro oído
para oír también lo demás. Una mirada de este estilo es la que
poco a poco va cultivando el estudiante de astrología: se entrena
para percibir qué hace al frente y qué al fondo de una estructura
energética, y esto principalmente se hace ​reconfirmando indicios
que son mencionados simbólicamente de varias maneras
diferentes. Pondremos algunos ejemplos.
Supongamos que alguien es Marte en Libra. Sabemos que
la expresión marciana en el signo de Libra tiene un camino de
manifestación más compleja, que requiere otra elaboración. Eso
podría, o no, estar en primer plano para la persona. Si esa carta
presenta un ascendente en Aries, claramente lo estará, por ser el
regente del ascendente. Incluso con un Sol en Aries sería
relevante, por ser Marte el dispositor del Sol (es decir, el planeta
que rige el signo donde se encuentra el Sol). Ahora, imaginemos
que, además, ese Marte presenta una cuadratura con Venus.
Existe aquí, entonces, un vínculo duro que deberá ser
comprendido, correctamente elaborado, entre Venus y Marte. Si
lo miramos detenidamente, Venus es el regente de Libra. Esto
quiere decir, que Marte en Libra, por sí solo, presenta una
temática que si bien no es exactamente igual a Marte en aspecto
duro a Venus, guarda estrecha relación. Todo estudiante de
astrología va familiarizándose con cómo decir lo mismo (en
realidad, algo similar) con formas simbólicamente distintas:

♂♎→♂□♀
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¿Qué pasaría si además de ese Marte en Libra y esa


cuadratura a Venus, encontráramos que la carta presenta
ascendente en Aries y Sol en Tauro? De nuevo se nos repite una
temática, digamos entre lo marciano (AC en Aries) y lo venusino
(Sol en Tauro) que refuerza lo anterior. Así, comenzamos a hacer
una hipótesis fuerte, aunque a nivel energético y no de hechos,
de que esta dicotomía será algo a integrar por la persona.
Otro ejemplo. Supongamos alguien que fuera Mercurio en
Capricornio. Tenemos allí una asociación de principios
(Mercurio-Capricornio). Y agreguemos que la persona es
también Saturno en Virgo (Saturno-Virgo). Pero si consideramos
a los planetas asociados a los signos como simbólicamente
intercambiables con éstos, podemos decir:

Mercurio Capricornio

Virgo/Géminis Saturno

Nos encontramos entonces con que, no precisamente, pero


simbólicamente, Mercurio en Capricornio guarda un grado de
resonancia con Saturno en Virgo (o también en Géminis). Así, al
presentar estas dos posiciones de planetas en signos, existe una
temática que se ​refuerza.​ Si además, la persona fuera Luna en
Capricornio y Sol en Géminis, más componentes del lenguaje
suman para hacer de esa temática algo que comience a sonar
como muy en primer plano para la lectura del astrólogo, que
luego tendrá que dilucidar cómo esa cuestión ha ​tomado forma
en la vida de la persona, en hechos concretos. Lejos de adivinar,
se recalca aquí la importancia de aprender a ​indagar en la
historia de la persona ​con la persona,​ dialogando con ella, y no
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haciendo interminables conjeturas con el fin de acertar una


adivinación.

Contradicciones aparentes
Todo estudiante de astrología se topa con casos que
saltan fuera del manual y de las guías para la interpretación. Es
normal, y es bueno que así suceda. Tampoco existe una técnica
que pueda dar respuesta a toda interpretación astrológica. De ser
así, sería un proceso exclusivamente racional, lo cual no es. Sin
embargo, será útil aclarar algunos puntos con ejemplos.
Hemos trazado una especie de despliegue a grandes
rasgos y por etapas de una carta natal. Primero la Luna, luego el
Sol y la Casa 5, etc.. ¿Pero qué sucede, por ejemplo, si la Luna se
encuentra ​en la Casa 5? ¿O si se encuentra en conjunción al Sol?
En caso como estos, moverse de una identidad lunar a otra solar
es un proceso directo ya que estos principios de encuentran
ligados.
Ahora, ¿qué sucede si la Luna se encuentra sobre el
ascendente o en la Casa 1? Aquí debemos comprender que hay
un nivel de talentos del ego relacionados con la Luna, pero habrá
otro nivel d​ e talentos potenciales, relacionados con esa misma
Luna pero que habrá de desplegarse a los ritmos del ascendente
y con experiencias que seguramente posibilitarán esos
aprendizajes. Algo similar podría suceder con un Sol en Casa 1.
¿Qué hay con una Luna en Casa 8, o 12? Son casos
interesantes, de estudio, pues todos necesitamos de nuestra luna
para constituir nuestra identidad, y aún así está ubicada en estos
ejemplos en casas que no facilitan su accionar. Aquí surgen esos
casos donde la brecha entre la personalidad externa, social, y la
personalidad interna puede acentuarse fuertemente, al punto de
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“dividir” a la persona en dos mundos que no logra integrar. Algo


similar podría suceder con un Sol en estas casas y la capacidad
de autoexpresión. Trabajar en estas brechas es un proceso que
comienza por ​notar claramente las inconsistencias y las
consecuencias reales de un vivir así de fraccionado.

Los nodos lunares


Si bien no hablaremos técnicamente de estos símbolos en
astrología, daremos algunas nociones introductorias. Lo primero
a notar es que los ​nodos lunares o nodos de la luna entran en la
categoría de ​puntos virtuales en astrología, como ser también la
parte de la fortuna,​ el ​vértex​, etc. Se llaman puntos virtuales pues
no tienen correlación con algo físico como ser un planeta, un
satélite como la luna o una estrella como el Sol.
Los nodos de la luna provienen del cálculo de dos puntos
donde la órbita de la luna alrededor de la tierra, y la órbita de la
tierra alrededor del Sol se intersecan. Por eso, son dos puntos
diametralmente opuestos el uno del otro: el nodo norte (☊) y el
nodo sur (☋). El hecho de que se encuentren siempre
exactamente a 180° el uno del otro, es decir, en aspecto de
oposición en una carta natal, hace que sea fácil ignorar uno de los
dos para simplificar el gráfico de una carta y no cargar con
información redundante. Después de todo, al ubicar uno,
podemos deducir la posición del otro. Es por eso que,
comúnmente, veremos solamente el nodo norte en una carta
natal. Pero, ¿qué significan estos dos puntos?
El nodo sur, también llamado ​cola de dragón y ​ su
posición por signo y casa nos habla de un punto inercial, existe
una tendencia energética a repetir un accionar desde las
cualidades de ese signo y casa. Esto se refuerza cuando este
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punto sur del ​eje nodal ​se encuentra en conjunción con algún
planeta, pues dicho planeta se ve envuelto en esa dinámica. En
algún sentido, el nodo sur presenta cualidades similares a las de
la función lunar.
El nodo norte (​cabeza de dragón)​ , por su parte, habla de
un punto que será necesario cultivar de forma consciente, y en
ese sentido guarda cualidades similares a las del ascendente. En
la medida que se comprenden cabalmente las cualidades del
nodo sur, puede emprenderse un movimiento exploratorio en
dirección al nodo norte.
Sin embargo, debemos comprender que ambos extremos
del eje nodal ponen de manifiesto una ​polaridad de nuestra carta
natal, por un lado, entre dos signos opuestos y por otro, entre
dos casas opuestas. En lo profundo, este eje mueve a la persona a
la comprensión de la interacción entre estos escenarios de su
vida y entre las cualidades de esos signos. No es simplemente
direccionarse hacia el nodo norte; es comprender la oscilación
entre ambos.
Para finalizar aclararemos que si bien la temática del eje
nodal es importante, y guarda también claves del propósito de la
persona, es en sí una cuestión que tiene una sutileza mucho
mayor. Hace a la “música de fondo” en una carta natal, no a las
temáticas más gruesas, delineadas por la interacción
Luna-Sol-Ascendente, las Casas 8 y 12, y los aspectos duros,
aunque desde ya podría adquirir una relevancia extra si otros
factores refuerzan la polaridad que este eje expone.
Por ejemplo, alguien que su nodo sur está en la Casa 4 y
por lo tanto el nodo norte en su opuesta, la Casa 10, y que
además fuera Luna (asociada con la Casa 4) en cuadratura a
Saturno (asociado a la casa 10) vería esta temática de los nodos
reforzada por ese aspecto entre la Luna y Saturno.
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Apéndice: dones y talentos según


los signos
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Dones y talentos según los signos


♈ Emprendedurismo. Inicio de proyectos. Pasíon por el
desafío y la superación. Deportes. Entusiasmo.

♉ Finanzas. Arte. Alimentación. Terapias corporales.


Contacto con lo natural.

♊ Comunicación. Ventas. Comercio. Actividades lúdicas.


Transporte. Tecnología. Literatura. Oratoria.

♋ Nutrición. Bienes raíces. Espacios interiores. Trabajo


en relación a la maternidad. Cuidado, crianza o
educación de niños. Terapias de contacto emocional.
Antropología. Historia.

♌ Liderazgo. Coordinación. Actuación. Teatro.


Motivación.

♍ Ciencia. Salud. Astrología. Administración. Ecología.


Sistematización.

♎ Relaciones públicas. Acuerdos legales. Arte. Estética.


Mediación. Abogacía.

♏ Investigación. Inversiones. Esoterismo. Psicoterapia.


Sanación energética.

♐ Docencia. Inspiración. Deportes. Filosofía. Religión.


Espiritualidad. Viajes.

♑ Coordinación. Construcción institucional.


Administración. Legislación.
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♒ Comunicación. Creatividad. Trabajo social. Publicidad.


Tecnología e innovación.

♓ Salud. Terapia vibracional y sanación sonora.


Astrología. Tarot. Cine. Espiritualidad. Trabajo en
instituciones para personas con trastornos mentales o
físicos, o en reclusión: hospitales, centros de día,
psiquiátricos, penitenciarías, grupos de adicciones,
etc.
© Leandro Liptak 2018 · Venus Saturno Astrología

Apéndice: guía bibliográfica


© Leandro Liptak 2018 · Venus Saturno Astrología

Una guía a través de la bibliografía


Esta sección no pretende ser un compendio extensivo
sobre bibliografía astrológica; es más bien una síntesis de obras
que pueden resultar muy útiles al astrólogo y que van en línea
con lo expuesto en este libro.

Sobre la función lunar


Aquí no podemos dejar de mencionar a la célebre obra
“Las Lunas, el refugio de la memoria” de Eugenio Carutti,
astrólogo fundador de la Escuela Casa XI en Argentina. Es un
extenso análisis de la función lunar a través de los doce signos,
con sus correspondencias para la Casa IV y aspectos a la Luna.

Sobre las casas


Una obra que resultará de referencia para todo
estudiante es “Las doce casas” de Howard Sasportas. Todo
estudiante podrá acceder a ésta en busca de refencia para la
interpretación de los planetas en las casas o de los signos en la
cúspide de las casas.
Aquí incluimos también otra obra fundamental de
Carutti: “Ascendentes en astrología” que aborda no sólo la
cuestión del signo ascendente sino la matriz de casas que cada
ascendente implica. Dicho libro contiene una introducción que
aborda temas esenciales en el estudio de la astrología, algunos de
ellos han sido abordados de forma similar en este libro.
© Leandro Liptak 2018 · Venus Saturno Astrología

La Casa Doce y la Casa Ocho


Dado que dichas casas presentan una complejidad
“adicional”, no es frecuente encontrar obras que han descrito
estos aspectos con el detenimiento debido. Si el lector desea
ampliar lo expuesto en esta obra, le recomendamos fuertemente
la lectura de “La Casa Doce” de Karen Hamaker-Zondag y “La
Casa Ocho” de Adriana Poch Kade, astróloga argentina.

Compendios
Un compendio que aborda la astrología desde una mirada
más contemporánea y psicológica, de fácil lectura y lenguaje
creativo es “Guía astrológica del conocimiento personal” de
Donna Cunningham.
Quien buscara alguna obra más del tipo manual de
referencia, lo encontrará en “Curso de Astrología tomo I” de las
autoras Alcoba, Azicri y Molina.
Una obra más tradicional también recomendada es el
“Tratado práctico de astrología” de André Barbault.
© Leandro Liptak 2018 · Venus Saturno Astrología

Apéndice: ejercicios prácticos de


conciencia astrológica
© Leandro Liptak 2018 · Venus Saturno Astrología

Introducción
La presente obra busca dejar muy en claro que la
astrología como tal tiene una dimensión interna y otra externa
pues son esencialmente lo mismo, y que a lo que llamamos
astrología tiene más que ver con el estudio de interrelación entre
un conjunto de símbolos y principios fundamentales presentes
en la naturaleza.
De aquí se desprende que para un real aprendizaje de
esta disciplina, debemos estudiar nuestro mundo exterior, con
sus acontecimientos y sucesos, tanto como nuestra realidad
interna a nivel de pensamientos, sensaciones, emociones o
incluso intuiciones y encontrar en estos ámbitos aquello a lo que
estos símbolos del lenguaje astrológico apuntan. De este modo, y
posiblemente sólo de este modo, la astrología se vuelve para
nosotros una herramienta realmente útil para un cambio en
nuestro nivel de consciencia y sensibilidad.
El presente apéndice busca entonces brindar algunas
pautas prácticas para indagar de forma experiencial en el
lenguaje astrológico valiéndonos de nuestra carta natal o incluso
a veces ni siquiera eso.

La preciada atención
Nuestra carta natal nos brinda la oportunidad de
reflexionar sobre ​patrones que nos constituyen:​ que hacen a
nuestro “diseño energético”. Como sabemos, esos patrones
encuentran manifestación en pluralidad de niveles. Supongamos
que alguien tiene Saturno en Casa 3 y realmente encuentra
problemas para expresarse verbalmente y un vínculo tenso y
© Leandro Liptak 2018 · Venus Saturno Astrología

rígido con sus hermanos o vecinos. De poco sirve que la persona


reflexione al respecto si, al momento de encontrarse en
presencia de algún hermano o de expresarse oralmente
reacciona a dichas cualidades presentes (las saturninas) en la
forma habitual. Quiere decir que la capacidad de ​proponer nuevas
variantes ante un estímulo dado depende estrictamente de
nuestra capacidad para ser conscientes ​en el momento en que
cierto estímulo ocurre y ​antes de ​reaccionar desde un patrón
preconcebido.
Así, si esta persona ha culpado siempre a sus hermanos
por ser fríos, distantes o restrictivos para con él, ​llevar atención a
esos momentos (típicos de la Casa 3) puede ayudar a ​sentir y
observar l​ as cualidades saturninas allí presentes. ¿Cuál es la
dimensión interna de esa situación? Estará conformada en el
cuerpo por sensaciones o emociones, y en la mente por
pensamientos o imágenes. Así, se puede tomar contacto con ​qué
implica de forma personal, es decir, dirigir nuestra consciencia
hacia todo tipo de evaluaciones, antes inconscientes, al respecto:
evaluaciones sobre la sensación (buena, mala, agradable,
desagradable) o la emoción, o sobre los pensamientos, su
organización, su entretejido; las cadenas de pensamientos e
imágenes que nos constituyen y que afloran en esos contextos.
No es que haya que ​hacer algo particular, más que
observar, pues esa observación nos permitirá comenzar a
adueñarnos de dinámicas propias que antes también operaban,
pero en forma desapercibida, inconsciente.
Aquí el cultivo de la atención tiene un rol fundamental.
Una brecha de consciencia debe ir abriéndose entre el estímulo y
la reacción para que podamos recopilar la ​información ​presente
en ese contexto e ir así develando los patrones que ligan nuestra
realidad externa con la interna. La carta natal puede ser aquí un
valioso recurso dado que los planetas en las casas, con sus
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aspectos y particularidades, estarían brindándonos muchísima


información sobre las cualidades con las que nos encontramos en
determinados contextos y las diversas polaridades internas
(denotadas por los aspectos duros, por ejemplo). Ese
conocimiento simbólico comienza en lo intelectual pero tenemos
la posibilidad de alinearlo luego con nuestra experiencia, con
información real, y allí nuestra carta natal cobra otro significado
mucho más profundo. Es allí cuando realmente comenzamos a
conocernos de forma directa, usando el mapa de nacimiento
como guía.

Ejercicios

1. Reconociendo los planetas en las casas


El primer ejercicio consiste entonces en familiarizarnos
de forma real y directa con ​nuestras casas​. Implica comenzar a
darnos cuenta que las diversas experiencias que nos acontecen
día a día siempre pueden ser “ubicadas” en (por lo menos) una
casa determinada en nuestra carta. Así, si estamos en familia es
Casa 4 y también relacionado con nuestra Luna; con nuestros
hermanos es Casa 3 y Mercurio; entre amigos Casa 11 y Urano;
exponiéndonos en alguna forma es Casa 5 y el Sol, etc.
Obviamente aquí estamos simplificando mucho cada
casa. Por ejemplo, si alguien está manejando su auto hacia algún
lugar, o si está aprendiendo algún hobbie o simplemente
leyendo, también es una experiencia perteneciente a la Casa 3.
Entonces:
1. Para cada situación que vivo en mi día a día puedo
preguntarme: ¿a qué casa pertenece esta situación?
© Leandro Liptak 2018 · Venus Saturno Astrología

2. ¿Cómo me ​siento en esas situaciones? ¿Qué emociones


me abordan? ¿Cuál es mi estado de ánimo predominante?
¿Cómo se encuentra mi mente en esos momentos y qué
tipo de actividad mental se desarrolla?

El punto 2 se corresponderá con los ​planetas que tengamos


presentes en esa casa (y sus aspectos) en primer lugar, luego
también con el signo en su cúspide, y finalmente también tendrá
relación el planeta regente de la casa y sus aspectos.
A modo de ejemplo, alguien que tuviera Mercurio en Casa
7 puede notar que cuando está con su pareja tiene una facilidad
comunicativa que no tiene en otros contextos. Pero si, Mercurio
estuviera además en cuadratura a Saturno, entonces podría
sentirse el deseo de comunicación para con la pareja que se ve
frustrado recurrentemente; una sensación de tensión al querer
comunicar algo al cónyuge o al intentar comprender lo que la
otra persona dice. Quizás a nivel mental se examina toda una
cadena de pensamientos intentando predecir qué sucederá si se
dice tal o cual cosa; una actitud mental acelerada y defensiva,
donde encontramos también la cualidad saturnina.

2. Identificando aspectos duros


Al trabajar con los aspectos duros es esencial llevar
consciencia a ambos polos implicados y poder también sentir la
afinidad que sin duda tendremos con alguno de los dos por sobre
el otro (y esto puede ir variando a lo largo del tiempo).
Entonces:
1. Para cada aspecto duro, ser consciente de que está
relacionando dos planetas pero también dos casas.
Comprender, en base al ejercicio 1, que en esos dos
escenarios veremos ambos polos del aspecto.
© Leandro Liptak 2018 · Venus Saturno Astrología

2. Intentar reconocer con qué polo del aspecto estamos


identificándonos de forma más directa, y cuál es el polo
que solemos proyectar sobre el entorno.
3. Llevar atención a esas situaciones para ​percibir el polo
contrario.

Por ejemplo, alguien podría ser Luna en Casa 5 oposición


a Saturno en Casa 11, y la persona se identifica con las cualidades
maternales y cariñosas en términos generales, pero en sus
grupos de amigos, la sensación es de frialdad, más distante, de un
menor “fluir” y mayores exigencias. Así, la persona podrá
comprender que ​es t​ anto Luna como Saturno, pero que se ha
identificado más con las cualidades lunares. Quizás sienta una
menor comodidad y cariño en sus grupos de amigos: allí es
posible tomar contacto con sus ​propias cualidades saturninas,
que ignorara en el resto de los ámbitos. Así, esa experiencia se
torna una herramienta para poder ​sentir e​ ​integrar e​ sa parte de
sí.

3. Revisión de la historia personal


Este ejercicio apunta a re-examinar la historia personal
para poder discernir cualidades pertenecientes al propio
ascendente, Sol y Luna natales.
1. ¿Qué hacía espontáneamente cuando niño, digamos hasta
los 7 años? ¿Cuáles eran mis juegos y juguetes
preferidos? ¿Qué sueños e ideales tenía? ¿Qué personajes
reales o de ficción tomaba de modelo? Aquí podremos
encontrar muchísimos rasgos de nuestro ascendente (y
planetas en Casa 1), y también relacionados con los
planetas ubicados en nuestra Casa 12, si los hubiera.
© Leandro Liptak 2018 · Venus Saturno Astrología

2. ¿Cuál era el vínculo con la madre? ¿En qué formas recibía


cariño cuando niño? ¿Cómo se sentía seguro y protegido?
Aquí estaremos tomando contacto con las
particularidades de nuestra función lunar.
3. ¿Qué cambios se sucedieron en la pubertad, entre los 10
y los 18 años? Aquí podremos ver el desplazamiento que
se produjo hacia rasgos más solares (si es que el
movimiento tuvo lugar) y relacionados con la Casa 5. La
Casa 8 y los planetas allí ubicados también suelen
encontrar algún tipo de expresión (muchas veces
prohibición) durante esta etapa.
4. ¿Qué sucedió luego entre los 18 y los 28 años? Evaluando
lo sucedido en este período podremos ver en juego las
energías de nuestra Casa 10 y el mediocielo, así como de
nuestro Saturno. Es importante analizar entonces qué
desplazamientos de la identidad tuvieron lugar y a qué
costo.

4. Uso del lenguaje


El uso que hacemos del lenguaje no es arbitrario. Las
palabras que utilizamos, las frases, las estructuras, no son
casuales y guardan estrecha relación con la organización de
nuestro mundo interno. Podemos recordar que Mercurio es el
planeta más personal luego de la Luna. Apenas comenzamos a
desarrollar el habla, la realidad de imágenes y sensaciones
comienza a vincularse a este mundo simbólico de las palabras.
Poco a poco nuestro flujo mental empieza a convertirse en
diálogo, a veces hasta el punto en que la capacidad de ​sentir
habitando el cuerpo y las emociones queda completamente
desplazada, algo que suele verse en personas con un Mercurio
fuerte o mucha carga del elemento aire.
© Leandro Liptak 2018 · Venus Saturno Astrología

Recordemos que el lenguaje tiene tres grandes grupos de


palabras que aportan contenido: los sustantivos (las cosas), los
verbos (las acciones) y los adjetivos (las cualidades). Entonces:
1. Examinar el uso que se hace del propio lenguaje. ¿Qué
palabras se usan recurrentemente por la persona? ¿Con
qué signos o planetas podemos asociarlas? ¿Qué palabras
no se usan frecuentemente? Y nuevamente, ¿con qué
signos/planetas las asociamos?
2. ¿Qué ​tono tiene el diálogo interno en determinada
situación? ¿Es posible asociar cualidades de ese tono con
algún planeta?

Por ejemplo, podríamos notar que alguien que fuera Sol y Luna
en Cáncer con Ascendente en Aries, utiliza frecuentemente
verbos como ​sentir,​ ​amar,​ ​abrazar,​ sustantivos abstractos como
emoción,​ ​amor​, ​cariño​, y adjetivos como ​suave, cálido, sensible,​
etc. que denotan una fuerte conexión con su lado canceriano.
Quizás al comenzar a incorporar al vocabulario de uso frecuente
palabras como ​pasión,​ ​decisión,​ ​velocidad, acción, fuerza,
entusiasmar, apasionar, ​esta persona conectaría con cualidades
de su ascendente en Aries.
Respecto al segundo punto, alguien con Saturno en Casa
2, podría notar que cuando se trata de hablar de finanzas, de la
situación económica o de dinero a la hora de pagar la cuenta en
el bar, el diálogo interno adquiere un tono ​tenso​, ​rígido o ​frío​. Es
compacto, conciso y se vuelve sumamente calculador y
pragmático, encontrando allí presentes cualidades saturninas.
Muchas veces nuestro diálogo interno toma forma de
representación, e imaginamos a otra persona hablándonos; por
momentos parecería que estamos ensayando toda una obra
teatral dentro de nuestra cabeza. En esos momentos es bueno
detenerse unos instantes, tomar a esos personajes y evaluar qué
© Leandro Liptak 2018 · Venus Saturno Astrología

cualidades propias están encarnando. Por ejemplo, alguien con


Marte en Casa 7 podría imaginar a su pareja gritándole cosas;
quien tuviera Saturno en esa casa quizás se encontraría con un
diálogo interno recurrente donde el otro es quien recalca las
​ aberse hecho de otro modo.
cosas incorrectas y lo que ​debería h
Así, rescatamos aquello que esos personajes internos están
encarnando y que habla ​acerca de uno mismo:​ el propio Marte, el
propio Saturno en este ejemplo.

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