Universidad Nacional de Colombia

Departamento de Filosofía
Curso de Fundamentación
Estudiante: Diego Alejandro Sánchez Alzate

Primer Parcial

La tesis de Crisipo pretende rehuir de la necesidad sin que aquello afecte a la «existencia»
del destino, lo que la caracteriza como de tipo compatibilista. La tesis compatibilista dice
que, a pesar de que el mundo se comporte de manera determinista, pues todo lo que sucede
tiene una causa que la antecede, y dicha causa es el destino; no quiere decir que el
determinismo vaya en contra de la existencia del libre arbitrio. Según Crisipo, hay causas
que son absolutas y principales, mientras que las otras son coadyuvantes/auxiliares y
secundarias, estas ultimas son a las que él se refiere al afirmar que todo ocurre a
consecuencia del destino, o, en otras palabras, todo tiene una causa antecedente, pero tal
causa no es una consecuencia necesaria. Y es que el asentimiento no esta determinado
completamente por dichas causas o factores externos, puesto que el tipo de causas, de lo
que Cicerón llama «visiones»1 son de carácter secundario, pues de lo contrario, de ser
primarias y absolutas el destino tendría tener la condición de destino necesario, impidiendo
con el ejercicio del asentimiento y del libre arbitrio. Las visiones, son aquellos impulsos
que motivan al asentimiento para que este pueda ocurrir, pues es necesario que se dé la
visión para que se genere el asentimiento.
El ejemplo del cilindro y el cono indica que se les imprime una fuerza o un impulso
semejante a ambos objetos, sin embargo, mientras que el cilindro rueda en una dirección
recta de acuerdo con el impulso ejercido, el cono va a comenzar a girar sobre su vértice
teniendo un recorrido circular. ¿Si a ambos tienen una causa semejante por qué no tienen un
resultado igual? a pesar de que a ambos objetos se les esté dando el mismo tipo de causa
externa para que lleven a cabo un movimiento, los dos objetos se comportaran de manera
diferente, puesto que es su propia naturaleza la que va a determinar al final qué tipo de
movimiento llevaran a cabo. En este ejemplo, la fuerza ejercida sobre las figuras es la causa
externa a ellas, pero su tipo de forma geométrica es la que determina su naturaleza,
funcionando análogamente como una forma de asentimiento. Al igual que ambas figuras
geométricas, en el individuo o sujeto esta determinado por diferentes causas externas, que
generan una visión que marcara su imagen en el espíritu, en consecuencia, se generara un
movimiento entendido como el asentimiento, el cual se da en el arbitrio. Así mismo, a partir
de la propia fuerza del asentimiento, este seguirá creciendo por su propia fuerza y
naturaleza. Esta teoría tiene su base en un requisito de internalidad, pues el agente que
actúa, cuando lo hace voluntariamente es dueño de su acción.
Esta analogía muestra cómo, a pesar de que todo suceso debe tener una causa, la propia
causa externa no es completamente suficiente para que el resultado sea el dado, sino que
también depende de la naturaleza propia de las cosas y de los sujetos, mientras que en los

1
Sobre el Destino, ed. Gredos, ss. 42.
entes dicha naturaleza es de carácter más bien físico, en los individuos depende de su
propia voluntad y otras determinaciones fácticas como lo pueden ser la cultura, moral,
conocimientos propios, entre otros. Pues el impulso externo solo afecta hasta cierto punto,
solo es el impulso que le abre unas posibilidades a elegir, y según como haya elegido su
voluntad actuara de una manera o la otra. Por lo tanto, el hecho de que todo deba tener una
causa, incluso el asentimiento, no implica que el libre arbitrio no pueda darse; por el
contrario, la tesis compatibilista, al aceptar a la voluntad como una fuerza causal interna
que desvía la determinación rígida, cumpliendo tanto con la necesidad teórica de un
requisito explicativo, por un lado, y, por el otro, la necesidad de poder adscribir
responsabilidad de una acción a quien la efectúa.