LA MENTE DEL AUTENTICO CRISTIANO

La mente del hombre y la razón son los tesoros más valiosos que nos ha dado
Dios en cuanto a cómo nos ha creado, pero a menudo el hombre se olvida de ello
y cree erróneamente que la mente él se la dio a sí mismo y no Dios, el auténtico
creyente ha de usar su mente demostrando que es Dios quien la gobierna y no un
raciocinio autosuficiente y egoísta ¿Cómo puede el creyente genuino comprobar
que tiene la mente en sujeción a Dios y en santidad? (juego mental de 11 más 1)

En seguida podremos observar seis características que debe tener el auténtico

creyente:

Es una mente limpia y transparente (Ef. 4:23)

Y renovaos en el espíritu de vuestra mente

La palabra “renovaos” significa ser hechos nuevos otra vez —rejuvenecidos, para
siempre jóvenes, y para siempre Puros. EDDIE CLOER

El texto parece indicar que nuestra mente también tiene espíritu, no es solo
materia gris, sino que hay ese algo que la hace vivir (glándula pineal o del espíritu)

o No tiene doble ánimo: la mente del creyente no tiene dos caras o

dos maneras de pensar, sus decisiones son uniformes y objetivas,
no divaga ni cambia de parecer, no se acuesta siendo cristiano y se
levanta siendo mundano

o No tiene malicia: la mente del creyente se mantiene pura, pensando

solo en cosas buenas y positivas, no se trata de una mojigatería,
pero si pensar de manera positiva, optimista e integra (el deber ser).

Es Una mente honesta (Rom 8:5-6)

Porque los que son de la carne piensan en las cosas de la carne; pero los que
son del Espíritu, en las cosas del Espíritu.

El texto muestra las dos caras o las dos realidades de quienes son espirituales y
quienes no lo son

o Actúa correctamente: la mente del auténtico cristiano tiene un

correcto proceder en todo, aunque tenga falencias, siempre procura
pensar de manera limpia y transparente.
o No hace trampa: siempre respeta lo correctamente establecido,
(historia del hombre y la que no es su esposa), la mente cristiana
 aunque es limpia y honesta, no es ingenua ni cándida, es astuta pero
con integridad (ej. Jesús y la mujer adúltera)

Es Una mente sabia (Stg 1:5)

Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos

abundantemente y sin reproche, y le será dada.

La petición del creyente para obtener sabiduría, debe estar enfocada en adquirir
más temor reverente, respeto y devoción a Dios, pues esto es el principio de la
sabiduría, y esta sabiduría produce lo siguiente

o Busca la paz: una mente sabia comprende que la paz, la

reconciliación y una sana convivencia son la clave para agradar a
Dios (bienaventurados los pacificadores) aunque no es posible estar
en paz con todo el mundo, pero hay que procurarlo (paz no significa
ausencia de conflictos, sino serenidad aun en medio de ellos)
o Tiene temor de Dios: el temor de Dios es reverente y amoroso, con
un profundo respeto, no es un temor que inspira miedo sino que
inspira respeto y profundo amor, Dios es rey soberano, pero no un
dictador totalitario
o Es sencilla y humilde: la mente del creyente posee esta virtud,
pues la sabiduría le evita caer en la arrogancia, el envanecimiento y
la soberbia, la verdadera humildad radica en la prudencia y la
sobriedad, así también como en la forma de hablar y de pensar
(ejemplo de humildad en Japón)

Es Una mente sujeta a Dios (1 Cor 4:6)

Pero esto, hermanos, lo he presentado como ejemplo en mí y en Apolos por amor

de vosotros, para que en nosotros aprendáis a no pensar más de lo que está
escrito,

El contexto de este pasaje, en si haba de como Pablo y Apolos son servidores de

Cristo y se someten a esté y les recomiendan a los corintios que no piensen de
ellos más allá de lo que está escrito, (refrán usado en la antigüedad para no
pasarse más allá de algo escrito) incluso más allá de lo que ellos son (los corintios
menospreciaban a Pablo y a su apostolado, y lo que el escribía o enseñaba) pero
veamos dos observaciones importantes para reflexionar.

o Espera en su voluntad; el creyente se sujeta a la voluntad de Dios

en todo, de la misma manera que Pablo se sujetó a ella cumpliendo
su ministerio y haciéndose servidor y padre de los corintios, y se
 hicieron ejemplo verdadero para sus hermanos, la voluntad de Dios
radica en el testimonio que da el creyente para con los demás
o No mira más allá de lo que Dios manda: este postulado es
importante, porque la mente es engañosa y puede malinterpretar y
tergiversar cosas que Dios no ha dicho, la mente suele confiar en sí
misma, en su raciocinio y ser autosuficiente, sin someterse a la
palabra de Dios, creyendo por si misma poder interpretarlo todo y
más allá de lo que se debe interpretar (tampoco significa que la
mente se deba limitar a ver la escritura de manera literal sin
reflexionar en cuantas cosas más puede revelar la escritura)

Es Una mente en actitud de servicio (Fil 4:8)

Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo,
todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna,
si algo digno de alabanza, en esto pensad.

El texto nos recomienda pensar en todo lo óptimamente bueno

o Piensa en grande: cuando se piensa positivamente se piensa en

grande, se piensa en hacer cosas que nos ayuden a mejorar nuestra
vida (si quieres tener cosas que nunca has tenido empieza a hacer
cosas que nunca has hecho—piensa en construir un castillo para
que al menos construyas una casa)
o Piensa en comunidad: pensar en grande no solo significa pensar
en un progreso personal a gran escala, sino que ese progreso
involucre a la comunidad (iglesia, familia, sociedad) ya no es pensar
en YO sino en NOSOTROS (texto plural) (ejemplo del japonés que
piensa en sus generaciones)

Es Una mente como la de Cristo (1 Cor 2:16)

Porque ¿quién conoció la mente del Señor? ¿Quién le instruirá? Más nosotros
tenemos la mente de Cristo.
No podemos conocer la mente de Dios, simplemente porque no tenemos la
capacidad de comprender sus pensamientos, pero si podemos tener la mente de
ese Dios que se nos revela en la escritura, la mente de Cristo, de Dios hecho
hombre la cual tiene tres enfoques

o Siente amor por los desvalidos: sentir amor por estas personas,
no es sentir lastima, sino hacerles sentir que son importantes,
valoradas y capaces para salir adelante, una compasión genuina con
visión de esperanza para estar mejor (un ejemplo de amor)
 o Siente amor por los enemigos: no hay cosa más difícil que sentir
amor por las personas que nos hacen daño, para poder perdonarlos
y rogar a Dios que les bendiga y les ayude a cambiar (un ejemplo)
o Busca formas para anunciar el evangelio: la escritura nos ordena
predicar a tiempo y fuera de tiempo, usando todos los recursos a
nuestro alcance, no se trata de predicar a cualquier precio con
artimañas o entretenimientos mediáticos, ni tampoco se trata de ser
inoportunos con el tiempo de los demás (un ejemplo)

Conclusión: la ciencia moderna y la neurología concuerdan y aciertan en decir

que la mente del hombre es sumamente poderosa y con un potencial no
explotado, lo más seguro es que si el ser humano logra tener la mente de Cristo,
enfocada en actitud de servicio, sujeción a Dios, sabiduría, honestidad y
transparencia, lograra cosas increíbles, porque además del poder que poseemos
en nuestra mente contaremos con el poder de Dios sin lugar a dudas.