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EXPEDIENTE 1052-2004
CORTE DE CONSTITUCIONALIDAD, EN CALIDAD DE TRIBUNAL EXTRAORDINARIO DE
AMPARO: Guatemala, cinco de octubre de dos mil cuatro.
Se tiene a la vista para dictar sentencia, el amparo en única instancia promovido por Luis Antonio
Maldonado de la Cerda contra el Presidente de la República. El postulante actuó con el patrocinio
del abogado Guillermo Estuardo Pivaral Guzmán.
ANTECEDENTES
I. EL AMPARO
A) Interposición y autoridad: presentado en esta Corte, el diecinueve de mayo de dos mil
cuatro. B) Acto reclamado: Acuerdo Gubernativo de Remoción número cincuenta y nueve, del
veinticuatro de marzo de dos mil cuatro, mediante el cual la autoridad impugnada dispuso remover
al postulante del cargo de Ministro Consejero de la Dirección de Política Económica Internacional.
C) Violaciones que denuncia: Principio jurídico del Debido Proceso. D) Hechos que motivan el
amparo: lo expuesto por el amparista se resume: D.1) Producción del acto reclamado: a)
ingresó a la Carrera Diplomática y fue inscrito en el Escalafón Diplomático, al folio veinticinco (25)
del libro respectivo, con categoría de Ministro Consejero; b) encontrándose en el desempeño del
cargo de Ministro Consejero de la Dirección de Política Económica Internacional, el Presidente de
la República dictó el Acuerdo Gubernativo número cincuenta y nueve de veinticuatro de marzo de
dos mil cuatro, mediante el cual dispuso destituirlo. Aseguró el citado funcionario que su decisión
la fundamentaba en lo dispuesto por los artículos 183 inciso s) de la Constitución Política de la
República de Guatemala, 31 y 32 numeral 3) de la Ley del Servicio Civil y 8 y 25 del Reglamento
de esa misma Ley. D.2) Agravios que se reprochan al acto reclamado: afirma que la autoridad
impugnada al decidir su destitución omitió considerar que conforme lo establecido en el artículo 32
de la Ley del Servicio Civil, los puestos de funcionarios y empleados que pertenecen a la Carrera
Diplomática, comprendida en el servicio exento, no están sujetos a las disposiciones de esa Ley,
pues se rigen por lo preceptuado por la Ley Orgánica del Servicio Diplomático, misma que
establece en su artículo 12 que son funcionarios diplomáticos de carrera los que figuren en el
escalafón diplomático por haber ingresado en el servicio o haber sido incorporados a él. Por su
parte el artículo 81 de dicha Ley establece que los funcionarios diplomáticos de Carrera que
comprende de las categorías de tercer secretario hasta ministro-consejero inclusive, podrán ser
separados por el Jefe del Ejecutivo únicamente cuando concurran las causas expresamente
previstas por esa ley. Por tal razón la autoridad impugnada al removerlo del cargo aduciendo
reorganización violó el procedimiento que establece la citada Ley Orgánica para la remoción de
funcionarios de carrera como era su caso; además, al haber dictado tal acto de autoridad basado
en lo que establece la Ley del Servicio Civil violó el principio jurídico que establece que la ley
específica prevalece sobre la ley general. D.3) Pretensión: Solicita que se le otorgue amparo y,
como consecuencia, se le restablezca en la situación jurídica afectada y se ordene a la autoridad
impugnada resolver conforme a Derecho revocando su Acuerdo de destitución y reinstalándolo en
el cargo. E) Uso de recursos: ninguno. F) Casos de procedencia: invocó los contenidos en los
incisos a), b), d) y e) del artículo 10 de la Ley de Amparo, Exhibición Personal y de
Constitucionalidad. G) Leyes violadas: artículos 12 de la Constitución Política de la República de
Guatemala; 31 y 32 de la Ley del Servicio Civil; 12, 21 y 82 de la Ley Orgánica del Servicio
Diplomático.
II. TRÁMITE DEL AMPARO
A) Amparo provisional: se otorgó. B) Terceros interesados: a) Ministerio de Relaciones
Exteriores y b) Oficina Nacional del Servicio Civil. C) Informe Circunstanciado: el Presidente de
la República informó que al emitir el Acuerdo de destitución que el amparista señala como lesivo,
actuó en uso de la facultad que le confiere el artículo 183 inciso s) de la Constitución Política de la
República de Guatemala, que lo autoriza a nombrar y remover a los Ministros de Estado,
Viceministros, Secretario y Sub-Secretario de la Presidencia, embajadores y demás funcionarios
que le corresponda conforme a la ley. Se fundamentó además en lo preceptuado por el artículo
108 de la Constitución Política de la República de Guatemala, que establece que las relaciones
del Estado con sus trabajadores se rigen por la Ley del Servicio Civil y siendo que de acuerdo con
la Ley de Organismo Ejecutivo, el Ministerio de Relaciones Exteriores forma parte de ese
Organismo, todo aspecto relacionado con los derechos y obligaciones laborales de las personas
que desempeñan cargos dentro de ese Ministerio, debe regirse por la Ley del Servicio Civil. Por tal
razón considera que la aplicación de dicho cuerpo normativo a la destitución del amparista no
conlleva violación a derecho constitucional alguno. Además, esa misma normativa fue utilizada
como fundamento para nombrar al ahora amparista en el cargo; por consiguiente, si dicha
persona estimó que ese cuerpo legal no podía aplicar en su caso, debió impugnar la utilización del
mismo en el acto de su nombramiento, al no hacerlo consintió que dicho cuerpo legal rigiera su
situación laboral. D) Prueba: a) copia simple del acuerdo gubernativo número cuarenta y ocho de
veinticinco de junio de dos mil, mediante el cual se nombró al postulante en el Cargo de Director
Técnico de la Dirección de Política Económica Internacional; b) copia simple del Acuerdo de
Remoción número ciento treinta de dos de marzo de dos mil cuatro; c) copia simple del Acuerdo
Ministerial de Cancelación número ciento cuarenta y cinco de diecinueve de marzo de dos mil
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cuatro que derogó el Acuerdo Ministerial de Remoción descrito en la literal anterior; d) Acuerdo
Gubernativo de Remoción número cincuenta y nueve de veinticuatro de marzo de dos mil cuatro –
acto reclamado-; e) copia simple de la resolución del Ministerio de Finanzas Públicas número
ochocientos treinta y cinco de fecha doce de noviembre de dos mil tres, por medio de la cual se
autoriza la reestructuración administrativa de la planta central del Ministerio de Relaciones
Exteriores, que conlleva la creación, traslado presupuestario, cambios de especialidad,
reasignación, asignación o modificación del bono monetario y complemento personal del salario, a
los puestos y servidores que los ocupan con cargo al renglón presupuestario cero once -personal
permanente-; f) copia simple del Acuerdo Ministerial de uno de octubre de dos mil tres del
Ministerio de Relaciones Exteriores referente a la asignación y administración del bono al personal
permanente de dicho Ministerio, según serie y clase a la que corresponden los respectivos
puestos; g) copia simple de la resolución de diecinueve de marzo de dos mil cuatro, por medio de
la cual la Corte Suprema de Justicia, Cámara de Amparo y Antejuicio suspendió en definitiva el
trámite del amparo promovido por el ahora amparista contra el Acuerdo de Remoción número
ciento treinta de dos de marzo de dos mil cuatro, en virtud de que éste había quedado sin efecto;
h) copia simple del diploma extendido por el Ministerio de Relaciones Exteriores el treinta de mayo
de dos mil tres, en el cual consta que el postulante ingresó a la Carrera Diplomática y fue inscrito
en el Escalafón Diplomático a folio veinticinco del libro respectivo con categoría de Ministro
Consejero; i) fotocopia del Acuerdo ministerial que constituye el acto reclamado; j) copia simple de
la certificación del acta ciento setenta-dos mil cuatro de la Dirección de Recursos Humanos del
Ministerio de Relaciones Exteriores en la que consta la entrega del cargo realizada por el
postulante.
III. ALEGACIONES DE LAS PARTES
A) El amparista alegó: a) no comparte el argumento esgrimido por la autoridad impugnada en el
sentido de que actuó en uso de las facultades que le confiere la Constitución Política de la
República de Guatemala, pues las potestades que la Carta Magna confiere a dicho funcionario
debe ejercerlas de conformidad con la ley y, en el caso de su destitución, la misma se ejecutó con
inobservancia del procedimiento que establece la Ley Orgánica del Servicio Diplomático; b) no
comparte el criterio expresado por dicha autoridad en el sentido de que previo a acudir en amparo
debió agotar la vía ordinaria, pues en su caso no puede exigírsele el agotamiento de ningún
recurso ordinario dado que la autoridad impugnada, al dictar el acto reclamado, procedió con
notoria ilegalidad; c) respecto del argumento esgrimido en cuanto a que al haber permitido que la
Ley del Servicio Civil fuera aplicada al acto de su nombramiento provocó que se aplicara ese
cuerpo normativo a su destitución, afirma que si bien al momento de ser nombrado en el cargo le
era aplicable lo establecido en la Ley del Servicio Civil, ello obedeció al hecho de que en ese
momento él no había ingresado a la Carrera Diplomática; sin embargo, al disponerse su
destitución ya contaba con dicha categoría, extremo que obligaba a la autoridad impugnada a
decidir su situación laboral conforme la Ley Orgánica del Servicio Diplomático; d) las pruebas
aportadas por el Ministro de Relaciones Exteriores en la fase probatoria del amparo, únicamente
dejan en evidencia la flagrante violación a sus derechos constitucionales y permiten establecer
que a él le asiste la calidad de Ministro Consejero. Solicitó que se le otorgue la protección
constitucional que solicita. B) El Presidente de la República, autoridad impugnada, reiteró los
conceptos vertidos en su informe circunstanciado y solicitó que se deniegue el amparo pedido. C)
El Ministro de Relaciones Exteriores afirmó que: a) mediante Acuerdo Ministerial, dispuso
remover al postulante del cargo de Ministro Consejero de la Dirección de Política Económica
Internacional; b) aduciendo que él carecía de facultades para decidir su permanencia en el cargo,
dicha persona promovió amparo, en el cual se decretó el amparo provisional, ordenando se
permanencia en el cargo; como consecuencia de ello, ese Ministerio dictó Acuerdo mediante el
cual dejó sin efecto la citada remoción; c) posteriormente, el Presidente de la República dictó
Acuerdo Gubernativo mediante el cual dispuso separarlo del cargo –acto reclamado-. Afirma que
la serie de impugnaciones interpuestas por el amparista únicamente evidencian la falta de
fundamento jurídico de sus pretensiones. Además, dicha persona, previo a acudir en amparo
debió agotar el procedimiento ordinario contemplado en el artículo 62 de la Ley Orgánica del
Servicio Diplomático de Guatemala. Solicitó que se deniegue el amparo pedido. D) La Oficina
Nacional del Servicio Civil¸ tercera interesada, alegó: a) el Presidente de la República tiene
potestad para remover a servidores públicos, entre ellos los diplomáticos, de ahí que el amparista
no puede cuestionar la facultad que ejerció dicha autoridad al emitir el acto reclamado; b) el
amparista afirma que según la Ley Orgánica del Servicio Diplomático de Guatemala, únicamente
podía ser removido por algunas de las causas expresamente previstas en dicha Ley. Sin embargo
omite citar que conforme lo preceptuado por el Acuerdo Gubernativo de tres de septiembre de mil
novecientos setenta y cinco cuando los funcionarios diplomáticos son separados de su cargo por
causas no previstas en dicha Ley Orgánica, les corresponde recibir su indemnización en la forma
determinada en la Ley del Servicio Civil. Estima que el amparista acudió en amparo sin agotar los
procedimientos administrativos o judiciales correspondientes, razón por la cual solicitó que se
deniegue la protección constitucional solicitada. E) El Ministerio Público argumentó: a) siendo
que el ahora amparista pertenecía a la Carrera Diplomática, el Presidente de la República al
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disponer removerlo del cargo debió observar lo establecido en el Ley Orgánica del Servicio
Diplomático, ello porque conforme el texto de la Ley del Servicio Civil a los cargos comprendidos
en el servicio exento, entre los que se encuentran los funcionarios y empleados de la Carrera
Diplomática, no le es aplicable este último cuerpo normativo; b) de conformidad con lo que
establece el artículo 81 de la citada Ley Orgánica, los funcionarios diplomáticos de Carrera, de las
categorías de tercer secretario hasta ministro consejero inclusive, podrán ser removidos de sus
cargos sin expresión de causa; sin embargo, de tal precepto es necesario analizar la acepción
“podrán” en el sentido que es “optativo” separar o no del cargo a un funcionario; pero al ejercer tal
potestad deberán hacerlo únicamente por las causas expresamente previstas en esa Ley. De ahí
que únicamente por causa justificada pueda tener efecto jurídico la remoción de un Funcionario
Diplomático de Carrera. Por tal razón, afirma que la autoridad impugnada al haber decidido la
destitución del amparista sin que concurriera causa justa violó a éste sus derechos de igualdad,
de acción y de defensa y los principios jurídicos de debido proceso y de legalidad. Solicitó que se
otorgue el amparo solicitado.
CONSIDERANDO
-I-
El amparo protege a las personas contra las amenazas de violaciones a los derechos que
la Constitución y las leyes garantizan, no existiendo ámbito que no sea susceptible del mismo.
Procede otorgar la protección que dicho medio de defensa constitucional conlleva cuando la
autoridad contra quien se recurre en amparo ha procedido en contravención a los procedimientos
que le impone la ley para la ejecución de determinadas decisiones.
-II-
En el caso que se analiza, el amparista denuncia que el Presidente de la República violó
sus derechos constitucionales enunciados al haberlo despedido sin observar el procedimiento que
establece la Ley Orgánica del Servicio Diplomático de Guatemala.
La autoridad impugnada, por su parte, aseguró que al decidir la remoción del ahora amparista
aplicó la Ley del Servicio Civil, pues siendo el Ministerio de Relaciones Exteriores un ente
integrante del Organismo Ejecutivo, las relaciones de las personas que allí laboran se rigen por la
Ley que regula las relaciones del Estado con los funcionarios y empleados públicos. Además,
habiendo sido aplicada dicha Ley en el nombramiento del amparista y al no haber impugnado éste
tal extremo, operó el consentimiento en cuanto a la aplicación de dicha normativa a su caso
concreto.
Para la resolución del presente asunto, surgen como puntos torales a dilucidar los siguientes: a)
La determinación de la norma que regía la situación laboral del ahora amparista: para ello se
analizará lo preceptuado tanto en la Ley del Servicio Civil como en la Ley Orgánica del Servicio
Diplomático de Guatemala. Así se determinará si la autoridad impugnada el decidir la remoción
del ahora amparista efectuó la selección de normas conforme a lo que dicta el Derecho o si, por el
contrario, vulneró al amparista sus derechos constitucionales enunciados; b) si el Presidente de la
República podía disponer la remoción del amparista en la forma en que lo hizo.
Entrando en materia se establece que de conformidad con lo preceptuado en el artículo 31 de la
Ley del Servicio Civil, para los efectos de aplicación de esa Ley y sus Reglamentos, los puestos
en el servicio del Estado se comprenden en los tipos de servicios siguientes: 1) Servicio por
Oposición; 2) Servicio sin Oposición y 3) Servicio Exento. El artículo 32 establece que esta última
categoría no está sujeta a las disposiciones de esa Ley y, al enumerar los cargos comprendidos
en esa clasificación, cita los puestos de funcionarios y empleados en la Carrera Diplomática
contemplados en la Ley Orgánica del Servicio Diplomático de Guatemala.
Por su parte, el artículo 12 de la Ley Orgánica del Servicio Diplomático de Guatemala establece
que son Funcionarios Diplomáticos de Carrera los que figuren en el escalafón diplomático por
haber ingresado en el servicio o por haber sido incorporados a él.
Analizada la situación del ahora amparista se establece que según consta en diploma extendido
por el Ministerio de Relaciones Exteriores el treinta de mayo de dos mil tres, a petición del
postulante, se autorizó su ingreso a la Carrera Diplomática, habiendo quedado inscrito en el
Escalafón correspondiente a folio veinticinco del libro respectivo con categoría de Ministro
Consejero. Este extremo permite establecer que, a tenor de lo que establece el artículo 32 de la
Ley del Servicio Civil, el cuerpo legal aplicable a la situación de servicio del ahora amparista era la
Ley Orgánica del Servicio Diplomático de Guatemala. De ahí que la autoridad impugnada al
decidir su remoción basada en un cuerpo legal distinto, inobservó el Principio Jurídico del Debido
Proceso.
Determinado lo anterior, se estima pertinente analizar a la luz de lo que establece la citada Ley
Orgánica, cuál es la forma en la que puede disponerse la separación del cargo de un Funcionario
Diplomático de Carrera. Este análisis permitirá determinar si el acto de destitución del amparista
se encuentra conforme a lo que preceptúa esa Ley.
Al efectuar el análisis del contenido de la citada Ley Orgánica se establecen diversos aspectos
relevantes para la resolución del presente asunto, así:
Preceptúa la citada Ley Orgánica que los funcionarios diplomáticos se agrupan en dos categorías:
a) Funcionarios Diplomáticos de Carrera y b) Funcionarios Diplomáticos sin incorporación a la
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Carrera.
A tenor de lo que establece el artículo 63, el personal del Servicio Diplomático puede
encontrarse en cualesquiera de las siguientes situaciones: a) de servicio efectivo; b) de
disponibilidad y c) de retiro.
Regula el artículo 64 que solamente los Funcionarios Diplomáticos de Carrera pueden
pasar a situación de Disponibilidad y que la misma la pueden alcanzar por dos razones: a) a su
solicitud y b) por resolución del Jefe del Ejecutivo.
Según el artículo 70, los funcionarios diplomáticos tendrán derecho a pasar a situación de
Disponibilidad a su solicitud, solamente después de tres años de servicio y podrán regresar al
servicio efectivo en cualquier tiempo en que se presente una vacante de su categoría. Los
servidores que soliciten pasar a dicha situación, conservarán su categoría, pero no tendrán
derecho a ser ascendidos ni a disfrutar de los sueldos, gastos y prerrogativas que indican esa Ley
y su Reglamento.
El segundo de los supuestos acaece cuando, encontrándose el Funcionario Diplomático de
Carrera en servicio en una misión o en el Ministerio de Relaciones Exteriores y sin que incurra en
causal alguna, el Jefe del Ejecutivo dicte resolución retirándolo del cargo y pasándolo a
situación de Disponibilidad –artículo 72. En este caso, el funcionario disfrutará durante el
tiempo que permanezca en dicha situación de todos los derechos y prerrogativas que esa Ley y su
Reglamento establecen para los funcionarios diplomáticos de Carrera en servicio efectivo -artículo
73-. Sin embargo, según regulación del artículo 48, el derecho a salario únicamente asiste a
quienes hayan cumplido más de diez años de servicios en el ramo y devengarán durante el
tiempo que permanezcan en dicha situación dos tercios del sueldo correspondiente al último cargo
desempeñado. Los funcionarios enmarcados en este último supuesto también conservan la
categoría diplomática que hubieran adquirido.
Por su parte, el artículo 81 establece que los funcionarios diplomáticos de Carrera, de las
categorías de tercer secretario hasta ministro-consejero inclusive, podrán ser separados de sus
cargos por el Jefe del Ejecutivo únicamente por las causas expresamente previstas por esa ley.
Concordando los preceptos anteriormente citados se tiene que, según la Ley Orgánica que se
analiza, un Funcionario Diplomático de Carrera puede ser separado del cargo, sin voluntad propia
por dos razones: a) por resolución del Jefe del Ejecutivo que lo retire del cargo y lo pase a
situación de Disponibilidad; b) cuando el funcionario haya incurrido en cualquiera de las causales
de remoción expresamente previstas en la Ley.
En el caso de acaecer el primero de los supuestos, el funcionario conserva la categoría
diplomática adquirida; contrario a ello, en el segundo de tales casos, el funcionario es retirado del
escalafón y pierde dicha categoría -artículo 60-.
Esta Corte al analizar el acto que se señala como lesivo establece que, tal como lo afirma
el amparista, la autoridad impugnada, al decidir su remoción, inobservó el procedimiento
establecido en la Ley Orgánica del Servicio Diplomático de Guatemala. Ello porque asistiendo a
dicha persona la calidad de Funcionario Diplomático de Carrera, únicamente podía ser retirado del
cargo observando las reglas fijadas en los artículos que se analizaron con antelación.
En otros términos, siendo que al ahora amparista se le separó del cargo sin que hubiera
incurrido en alguna de las causales de remoción que establece la Ley, tal separación de cargo
debió provocar los efectos que contemplan los artículos 72 y 73 de dicha Ley, anteriormente
analizados, esto es, situar a dicho Funcionario en situación de Disponibilidad. De ahí que la
autoridad impugnada al proceder de la forma en que lo hizo incurrió en violación a los derechos
del amparista.
Esta Corte no comparte el criterio del accionante en el sentido de que únicamente existiendo
causa justa podía procederse a retirársele del cargo, ya que conferirle tales alcances al artículo 81
citado implicaría otorgar a los Funcionarios Diplomáticos de Carrera inamovilidad absoluta y ello
impediría al Estado prescindir de las personas cuyos servicios ya no resulten adecuados para la
política diplomática del Estado y, tal como quedó asentado, la Ley Orgánica analizada sí
contempla el retiro del cargo al Funcionario Diplomático sin que concurra causal de remoción
alguna, eso sí, pasándolo a situación de disponibilidad, tal como lo exige el numeral VII) del
artículo 72 de la Ley ibid.
Esta Corte estima que, según la lógica del amparista, en el caso de los trabajadores que estén
comprendidos en dicha Carrera, los mismos se encuentran protegidos por inamovilidad cuasi
absoluta, pues no sería sino hasta que acaeciera el supuesto de causa justa, que pudieran ser
separados del cargo desempeñado. En otros términos, la extinción de la relación laboral con
dichos funcionarios no involucraría en ningún momento voluntad lisa y llana del Estado.
En contraposición a tal criterio aducido puede afirmarse que para los casos en los que acaezca el
despido injustificado de algunos de los funcionarios que se encuentren incorporados a dicha
Carrera, el Acuerdo Gubernativo de tres de septiembre de mil novecientos setenta y cinco
contempla como penalización para el Estado la obligación de pagar al servidor diplomático una
determinada cantidad en concepto de daños y perjuicios, esto es, la indemnización –artículo 5°.
de dicho Acuerdo-. Derecho que, según se colige de lo normado en la Ley del Servicio
Diplomático, se confiere a los servidores diplomáticos a quienes no les corresponde el derecho de
C

continuar devengando salario, tal el caso del amparista quien aún no alcanza los diez años de
servicio en el ramo que exige el artículo 48 de la Ley Orgánica para gozar de ese derecho.
Al haberse evidenciado violación a derechos constitucionales del amparista se estima procedente
acoger la petición de amparo que se formula, pero limitada a conceder al amparista la reparación
del daño causado a que se refiere el numeral VII) del artículo 72 de la Ley Orgánica a que se ha
venido haciendo referencia. Deben dejarse a salvo, además, los derechos que puedan
corresponderle al amparista a tenor de lo que establece el artículo 5°. del Acuerdo de tres de
septiembre de mil novecientos setenta y cinco.
-III-
Adujo el Ministerio de Relaciones Exteriores que el amparista previo a acudir en amparo debió
agotar el procedimiento que contempla el artículo 62 del Reglamento de la citada Ley Orgánica
que establece que los funcionarios diplomáticos de Carrera que incurran en las infracciones
que de conformidad con el artículo 59 de la Ley son causa de destitución, tendrán derecho a
ser oídos por una Comisión compuesta por el Viceministro de Relaciones Exteriores, quien la
preside y los miembros del Consejo de la Cancillería, seleccionados por sorteo. Esta Corte no
comparte dicho argumento pues siendo que la remoción del postulante se dispuso sin que
concurriera alguna de las causas de destitución que contempla la Ley de la materia, a dicha
persona no puede exigírsele el agotamiento de ese medio de impugnación dado que, a tenor de lo
que establece el artículo 62 citado la comisión de la falta es, en todo caso, el supuesto que
viabiliza su utilización.
-IV-
El artículo 45 de la Ley de Amparo, Exhibición Personal y de Constitucionalidad establece que el
Tribunal que conoce de dicha acción debe decidir sobre la condena en costas cuando se declare
procedente el amparo y señala como uno de los casos de excepción cuando, a su juicio, la
autoridad impugnada haya actuado con evidente buena fe. Esta Corte estima que la actuación de
la autoridad impugnada encaja en el caso de excepción referido, por lo que es procedente eximirla
del pago de las mismas.
LEYES APLICABLES
Artículos citados y 265 y 272 inciso c) de la Constitución Política de la República de Guatemala;
8º., 10, 42, 44, 46, 47, 49, 50, 51, 52, 54, 55, 56, 57, 58, 59, 149, 163 inciso b), 185 y 186 de la
Ley de Amparo, Exhibición Personal y de Constitucionalidad; y 14 del Acuerdo 4-89 de la Corte de
Constitucionalidad.
POR TANTO
La Corte de Constitucionalidad, con fundamento en lo considerado y leyes citadas, resuelve: I.
Otorga el amparo solicitado por Luis Antonio Maldonado de la Cerda contra el Presidente de la
República. II. Para los efectos positivos del presente fallo, el Presidente de la República deberá
dictar Acuerdo en el que pase al amparista a situación de disponibilidad a partir de la fecha en la
que se otorgó a dicha persona protección constitucional provisional. Para tal efecto se le fija un
plazo de diez días contados a partir del día en que le sea notificado el presente fallo; bajo
apercibimiento de que en caso de incumplimiento se le impondrá multa de un mil quetzales, sin
perjuicio de las responsabilidades civiles y penales en que pudiera incurrir. III. Se deja a salvo el
derecho del amparista a reclamar las prestaciones que pudieran corresponderle a tenor de lo que
establece el artículo 5°. del Acuerdo Gubernativo de tres de septiembre de mil novecientos
setenta y cinco. IV. No se condena en costas a la autoridad impugnada. V. Notifíquese y con
certificación de lo resuelto devuélvase los antecedentes.

CIPRIANO FRANCISCO SOTO TOBAR


PRESIDENTE

JUAN FRANCISCO FLORES JUÁREZ RODOLFO ROHRMOSER VALDEAVELLANO


MAGISTRADO MAGISTRADO

SAUL DIGHERO HERRERA MARIO GUILLERMO RUIZ WONG


MAGISTRADO MAGISTRADO

OVIDIO OTTONIEL ORELLANA MARROQUIN


SECRETARIO GENERAL

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