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Diseño en Palermo.

Encuentro Latinoamericano de Diseño

Contrato de prestaciones profesionales del diseñador y los factores


aleatorios

Homero Rondina

El contrato de prestaciones profesionales que vincula al Diseñador con sus clientes


convierten a éste en comitente de una actividad que tiene claras prestaciones como
obra. Las obligaciones son de resultado y mandan hacer, hacer bien y llegar al
resultado esperado por el comitente. Pero estos resultados se definen por la calidad
de la obra entregada conforme a la encomienda recibida y a las prestaciones
realizadas con idoneidad, creatividad y originalidad. Todo esto se inscribe en lo que
denominamos las obligaciones de primera generación vinculadas a los resultados y las
responsabilidades contractuales que todo profesional debe asumir. Y que tiene en el
cobro de sus honorarios la justificación ética y jurídica. Pero los resultados de segunda
generación.

Las consecuencias mediatas esperadas por ambos contratantes, son deseables,


queridas por el profesional, pero no pueden ser objeto de exigencia del comitente ni de
responsabilidad del Diseñador. Factores imprevisibles, que nada tienen que ver con la
capacidad ni la actividad del Diseñador convierten a esos resultados en
sustantivamente aleatorios. En todo caso los factores determinantes de esos
resultados dependen más de la actividad y la inversión del comitente o de la situación
general del colectivo receptor del mensaje.

El término aleas y sus derivados justamente hace referencia a la naturaleza de


imprevisibilidad que tienen esos acontecimientos o secuencias que no dependen de la
voluntad de los prestadores sino que en general, se manifiestan como secuencias de
un complejo de circunstancias naturales, sociales, económicas, culturales y
antropológicas.

En nuestro caso las precisiones de la prestación del profesional se orientan a dar


cabal y fiel cumplimiento a la encomienda del cliente. En eso el Diseñador debe jugar
todo su talento y originalidad. Y las obligaciones asumidas le indican que debe trabajar
con calidad y con una definición del nivel que cabe aguardar de ese profesional y de
ese contrato profesional, según las circunstancias. Entre esas circunstancias no es
menor el tema de los honorarios pactados y efectivamente cobrados por el Diseñador.
Las responsabilidades inherentes a la obra hecha por el profesional refieren a las
garantías que debemos dar los profesionales cuando contratamos para una prestación
profesional. Esa garantía refiere a la fiel interpretación del pedido y las necesidades
planteadas por el Comitente. Y al nivel de calidad y originalidad de nuestro trabajo, de
nuestra prestación. Por eso nos hacemos responsables de esa calidad y esa
originalidad, que se califican y están representadas por la Propiedad Intelectual y el
Derecho de Autor de los diseñadores.

Pero de los resultados mediatos, de segunda generación. Que en general refieren al


impacto del uso de nuestros diseños, a los beneficios que espera obtener el cliente
con la puesta en valor de nuestras creaciones, dependen que el cliente o sus
representantes utilicen los medios adecuados para su difusión o utilización.
Comprendiendo las inversiones necesarias para que la obra del diseñador sea
debidamente presentada y difundida.

Actas de Diseño. Facultad de Diseño y Comunicación. Universidad de Palermo. ISSN 1850-2032

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