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Nombre:

Jahaira Morel Gil

Matricula:
2014-120132

Grupo:
Miércoles de 2-4
Trabajo:
Diabetes mellitus
Materia:
Comunitaria 2
Maestra:
Mirian Nú ñ ez
Diabetes Mellitus
Es un conjunto de trastornos metabólicos, cuya característica común
principal es la presencia de concentraciones elevadas de glucosa en la
sangre de manera persistente o crónica, debido ya sea a un defecto en la
producción de insulina, a una resistencia a la acción de ella para utilizar la
glucosa, a un aumento en la producción de glucosa o a una combinación
de estas causas. También se acompaña de anormalidades en el
metabolismo de los lípidos, proteínas, sales minerales y electrolitos.
La diabetes mellitus es una enfermedad que se produce cuando el
páncreas no puede fabricar insulina suficiente o cuando ésta no logra
actuar en el organismo porque las células no responden a su estímulo.

Etimología
Se trataba de una metáfora basada en la similitud del compás abierto con
una persona andando, con las piernas colocadas en posición de dar un
paso. La mayoría de los diccionarios que ofrecen la etimología de la
palabra diabetes, indican que procede del latín diabētes que significa sifón.
Como término para referirse a la enfermedad caracterizada por la
eliminación de grandes cantidades de orina (poliuria), empieza a usarse en
el siglo I en el sentido etimológico de «paso», aludiendo al «paso de orina»
de la poliuria. Fue acuñado por el médico griego Areteo de Capadocia.
Epidemiologia reciente de la diabetes y su proyección hacia el 2030

En el año 2000 se estimó que alrededor de 171 millones de personas en el


mundo eran diabéticas y que llegarán a 370 millones en 2030. Este
padecimiento causa diversas complicaciones y daña frecuentemente a
los ojos, riñones, nervios y vasos sanguíneos. Sus complicaciones agudas
(hipoglucemia, cetoacidosis, coma hiperosmolar no cetósico) son
consecuencia de un control inadecuado de la enfermedad mientras sus
complicaciones crónicas (cardiovasculares, nefropatías, retinopatías,
neuropatías y daños microvasculares) son consecuencia del progreso de
la enfermedad. El Día Mundial de la Diabetes se conmemora el 14 de
noviembre.
Según datos de la OMS, es una de las 10 principales causas de muerte en
el mundo.

Entre los riesgos mayores y más frecuentes que provoca la diabetes está
la conducción. El tratamiento con insulina o antibióticos orales pueden
tener repercusiones en el sistema nervioso que derivarían en
complicaciones microvasculares, generando problemas de visión como
cataratas o glaucoma; pero sobre todo son las bajadas del nivel de azúcar
o la hipoglucemia la que puede provocar mareos, desubicación, falta de
concentración y descoordinación, y pérdida de conciencia; por lo que existe
un mayor riesgo entre los automovilistas diabéticos a tener un accidente.
En 2014, la Dirección General de Tráfico de España (DGT) publicó un
estudio en el que se comparó el riesgo de accidentes de la población
diabética respecto a la población general, y este riesgo relativo osciló entre
un 12 % y un 19 % más.

Tipos o clasificación de la diabetes mellitus


Diabetes mellitus tipo 1 (DM-1)
La diabetes mellitus tipo 1 o DM1, corresponde a la llamada
antiguamente diabetes insulino-dependiente o tipo I (DMID), diabetes de
comienzo juvenil o diabetes infantojuvenil. No se observa producción de
insulina, debido a la destrucción de las células β de los Islotes de
Langerhans del páncreas. La destrucción suele ocurrir en plazos
relativamente cortos, especialmente en los más jóvenes, predisponiendo a
una descompensación grave del metabolismo llamada cetoacidosis. Es
más frecuente en personas jóvenes (por debajo de los 25 años) y afecta a
cerca de 4,9 millones de personas en todo el mundo, con una alta
prevalencia reportada en América del Norte. Representa entre un 5 a un
10 % de las DM.
El origen de la DM1 es la destrucción autoinmune de las células β de
páncreas, aunque en un 10 % de los casos no se han encontrado
marcadores de inmunidad y se denominan "idiopáticos". Esta última
situación se ha visto en la casuística de DM1 de África y Asia.
Dentro de las DM1 se incluye la diabetes autoinmune latente del adulto o
LADA, que si bien epidemiológica y clínicamente se asemeja a la DM2, la
causa es autoinmune y el tratamiento necesario es insulina. Entre un 2 a
un 12 % de las diabetes del adulto corresponden a esta variante.
Aproximadamente un 6 % de los pacientes con diabetes tipo 1
padece enfermedad celíaca asociada, si bien la mayoría de los casos de
enfermedad celíaca permanecen sin reconocer ni diagnosticar, debido a que
suele cursar sin síntomas digestivos, estos son leves o se atribuyen
erróneamente al mal control de la diabetes, a una gastroparesia o a
una neuropatía diabética.17 La diabetes y la celíaca comparten genética común,
y la inflamación o las deficiencias nutricionales causadas por la enfermedad
celíaca no tratada aumentan el riesgo de desarrollar diabetes tipo 1. 16 Las
personas con que presentan ambas enfermedades asociadas tienen peor control
de los niveles de glicemia y un aumento del riesgo de complicaciones, como
los daños en la retina y en el riñón, y la mortalidad.18 La dieta sin gluten, cuando
se realiza estrictamente, mejora los síntomas de la diabetes y tiene un efecto
protector contra el desarrollo de complicaciones a largo plazo.
Diabetes mellitus tipo 2 (DM-2)
La diabetes mellitus tipo 2 o DM2 representa entre un 90 a un 95 % de las
diabetes. Se caracteriza por una resistencia a la insulina y, al menos
inicialmente, en una deficiencia relativa en la secreción de insulina, cuya
cantidad, si bien elevada en comparación con una persona normal, es
insuficiente en relación con los niveles elevados de glucemia. A medida
que la enfermedad avanza, el páncreas puede llegar a producir menos
insulina y fallar las células beta. A diferencia de la DM1, no hay un
componente autoinmune presente, si bien se mantiene un ambiente
inflamatorio a nivel del tejido adiposo.43
Se presenta principalmente en mayores de 40 años, la mayoría de los
cuales presenta obesidad abdominal como parte del patrón de exceso de
depósito de grasa que presentan las personas con resistencia insulínica.
Se acompaña frecuentemente de otras anormalidades como hipertensión
arterial, dislipidemia, disfunción del endotelio vascular y elevación del PAI-
1. Este conjunto de anormalidades se ha denominado «síndrome de
resistencia a la insulina» o síndrome metabólico.
El diagnóstico suele hacerse transcurridos varios años desde el inicio de la
enfermedad ya que la hiperglicemia se desarrolla gradualmente y en su
período inicial no produce síntomas notables. Sin embargo, durante este
período los pacientes pueden desarrollar cualquiera de las complicaciones
macrovasculares o microvasculares de la enfermedad. Durante este
período inicial se presenta una condición denominada intolerancia a la
glucosa.212

Diabetes mellitus gestacional


Otros tipos de diabetes mellitus
Otros tipos de diabetes mellitus menores (< 6 % de todos los casos
diagnosticados):
Tipo 3A, 3B, 3C, 3D, 3E, 3F, 3G.

Principales síntomas
Entre los posibles síntomas de una elevación de la glucosa se encuentran los
siguientes:
 Mucha sed (polidipsia).
 Sensación de mucha hambre (polifagia).
 Necesidad de orinar continuamente, incluso de noche (poliuria)
 Pérdida de peso, a pesar de comer mucho.
 Cansancio.
 Visión borrosa
 Hormigueo o entumecimiento de manos y pies.
 Infecciones fúngicas en la piel recurrentes.

Si la glucosa sube despacio, de forma progresiva (en general, en la diabetes


tipo 2), pueden pasar años hasta que comiencen los síntomas, y por ello la
enfermedad puede pasar inadvertida. "Que no duela no quiere decir que no
haga daño, y de ahí la importancia del diagnóstico precoz para prevenir la
aparición de complicaciones", recalca González.

Que es la diabetes gestacional


La diabetes mellitus gestacional o DMG, es aquella que aparece en el
segundo o tercer trimestre del embarazo en mujeres sin el diagnóstico
previo de DM. Se presenta generalmente en mujeres
mayores, hispanoamericanas, afroamericanas, asiático americanas,
indígenas pima o nativas de las islas del Pacífico.
Cabe destacar que la DMG es el único tipo de diabetes potencialmente
reversible, puesto que el parto o cesárea pueden llevar a la resolución total
de la condición orgánica. En caso de transitar un nuevo embarazo
posterior, la probabilidad de padecer DMG es mayor con respecto a la
población de madres que no lo han hecho.
La DMG representa riesgos para la madre y el recién nacido, siendo el
aumento de la glicemia entre las 24 y 28 semanas del embarazo un
indicador de mayor probabilidad de complicaciones.
Durante el embarazo se producen grandes cambios en el metabolismo,
puesto que el feto utiliza la energía de la madre para alimentarse, oxígeno,
entre otros. Esto conlleva a tener disminuida la insulina, provocando esta
enfermedad.

"Cabe mencionar que se tiene mayor riesgo de padecer este tipo de


diabetes si se tiene más de 25 años al quedar embarazada, antecedentes
familiares de diabetes, hipertensión arterial, demasiado líquido amniótico,
se ha tenido un aborto espontáneo o mortinato de manera inexplicable,
sobrepeso antes del embarazo, o aumentó excesivamente de peso
durante su embarazo".

Como se hace el diagnostico de la diabetes gestacional


Los doctores usan los análisis de sangre para diagnosticar la diabetes
gestacional. Es posible que le hagan la prueba de sobrecarga oral de
glucosa, la prueba de tolerancia oral a la glucosa o ambas. Estas pruebas
muestran qué tan bien su cuerpo usa la glucosa.

Prueba de sobrecarga oral de glucosa

Es posible que primero le hagan la prueba de sobrecarga oral de glucosa.


Otro nombre para este examen es la prueba de detección de la glucosa
(prueba de detección de la diabetes gestacional).

En esta prueba, un profesional de la salud le tomará una muestra de


sangre una hora después de haber tomado un líquido dulce que contiene
glucosa. No es necesario estar en ayunas para esta prueba. Estar en
ayunas significa no haber comido ni bebido nada, excepto agua.

Si su nivel de glucosa en la sangre es demasiado alto, de 140 o más, es


posible que deba regresar para una prueba de tolerancia oral a la glucosa
en ayunas. Si su nivel de glucosa en la sangre es de 200 o más, es posible
que tenga diabetes tipo 2.

Prueba de tolerancia oral a la glucosa:


La prueba de tolerancia oral a la glucosa mide la glucosa en la sangre
después de haber estado en ayunas durante por lo menos 8 horas.
Primero, un profesional de la salud le tomará una muestra de sangre en
ayunas y luego le dará a beber un líquido que contiene glucosa. Para
hacer el diagnóstico de la diabetes gestacional le tendrán que volver a
tomar una muestra de sangre cada hora durante 2 o 3 horas .

Si sus niveles de glucosa en la sangre están elevados en dos o más de las


muestras de sangre que le tomaron –sea en ayunas, a la hora, a las 2
horas o a las 3 horas– significa que usted tiene diabetes gestacional. Su
equipo de atención médica le explicará los resultados de la prueba. Es
posible que su doctor u otro profesional de la salud le recomiende la
prueba de tolerancia oral a la glucosa sin que se haya hecho primero la
prueba de la sobrecarga oral de glucosa.

Diagnóstico
El diagnóstico de la diabetes se realiza midiendo los niveles
de glucosa en la sangre. Se trata de pruebas que puede realizar el médico de
atención primaria. Ávila explica que solo existen 4 formas de diagnosticar la
diabetes:

 Glucemia basal (en ayunas) mayor de 126 mg/dl


 Hemoglobina glucosilada mayor de 6,5 por ciento
 Curva de glucemia con 75 g de glucosa mayor de 200 mg/ dl
 Glucemia al azar (en cualquier momento del día) mayor de 200 mg/dl con
síntomas típicos

Todos ellos deben ser confirmados en una segunda ocación menos el


último, que se ratifica por los síntomas.

Complicaciones a corto y largo plazo


Existe una relación directa entre el cumplimiento del tratamiento y un adecuado
control glucémico, que a su vez se relaciona con el riesgo de desarrollar
complicaciones crónicas asociadas a la diabetes.
Según el miembro de la junta directiva de la SED, "actualmente la diabetes es
la primera causa de diálisis y de amputaciones no traumáticas, además de ser
una causa muy importante de ceguera". Asimismo, "tiene una gran influencia
en el desarrollo de problemas circulatorios, como angina de pecho e infarto".
En esta misma línea, González resalta que "la diabetes puede pasar
desapercibida durante años, en los que ya produce complicaciones. Por lo
tanto, es importante acudir al médico de atención primaria en caso de historia
familiar de diabetes o factores de riesgo (obesidad, hipertensión, diabetes
gestacional) para realizarse un análisis de glucosa" Complicaciones a corto
plazo.
Infecciones
Los diabéticos tienen más dificultad para luchar
En contra de las infecciones debido a funciones inmunológicas de
habilitadas.
Esta capacidad debilitada puede afectar más el control de la glucosa.

Hipoglucemia
Un nivel de la glucosa sanguínea menor a 70 miligramos (mg) /decilitro
(dL) (3.5 milimoles (mmol/L ) se llama hipoglucemia.

Esta condición ocurre cuando hay demasiada insulina y


no suficiente glucosa en la sangre.

Las causas comunes de hipoglucemia incluyen:


Exceso de medicina Ansiedad
diabética Confusión
Saltarsecomidas Somnolencia
Aumento repentinoen la actividad Falta de coordinación
física Palpitaciones cardíacas
Abuso del alcohol Complicaciones de la
Neuropatía hipoglucemia:
Malabsorción Coma
Dolor de cabeza Muerte Cetoacidosis diabética
Náusea (DKA por sus siglas en ingles)
Sudoración
Temblor
Hambre
La cetoacidosis diabética es una emergencia médica
.
Típicamente ocurre en diabéticos de tipo 1 pero puede ocurrir en cualquier
persona diabética.

La falta de insulina y un aumento en el glucagón lleva a la producción de


glucosa y cuerpos católicos (subproductos de desecho ácido) por el
hígado.
Las infecciones, le estrés y el trauma frecuentemente precipitan la
cetoacidosis.

La cetoacidosis se caracteriza por:

 Niveles elevados de glucosa sanguínea


 Cetonas en la sangre y la orina

Complicaciones de la diabetes largo plazo


La diabetes eleva su azúcar en la sangre a un nivel más alto de lo normal.
Después de muchos años, mucha azúcar en la sangre puede causar
problemas en su cuerpo. Puede dañar sus ojos, riñones, nervios, piel,
corazón y vasos sanguíneos.
 Usted podría tener problemas visuales. También podría tener
problemas para ver, particularmente de noche. La luz podría
molestarle los ojos. Podría quedar ciego.
 Sus pies y piel pueden desarrollar úlceras. Si esto sigue por mucho
tiempo, sus dedos, pie o pierna pueden necesitar ser amputados. La
infección también puede causar dolor, comezón o exudación en sus
pies, piernas y otras áreas.
 La diabetes puede dificultar el control de su presión arterial y
colesterol. Esto puede llevar a un ataque cardíaco, accidente
cerebrovascular y otros problemas. Puede hacerse más difícil que la
sangre circule hacia las piernas y los pies.
 Los nervios en el cuerpo pueden resultar dañados, causando dolor,
ardor, hormigueo y pérdida de la sensibilidad. El daño a los nervios
también puede hacer que para los hombres sea más difícil tener una
erección.
 Usted podría tener problemas para digerir el alimento que consume.
Podría sentir debilidad o tener problemas para tener una deposición.
 El nivel alto de azúcar en la sangre y otros problemas pueden llevar
a daño en los riñones. Sus riñones podrían no trabajar tan bien y
pueden incluso detener su funcionamiento. En consecuencia, usted
podría necesitar diálisis o un trasplante de riñón.
 Las personas con diabetes frecuentemente tienen depresión y las
dos enfermedades pueden estar relacionadas.
 Algunas mujeres con diabetes pueden tener periodos irregulares y
pueden tener problemas para quedar embarazadas.
 La diabetes aumenta el riesgo de demencia.
 La diabetes aumenta el riesgo de enfermedades óseas, incluyendo la
osteoporosis.
 El nivel bajo de azúcar en la sangre (hipoglucemia) debido al
tratamiento de la diabetes también puede incrementar el riesgo de
enfermedad cardíaca.

Como se previene la diabetes mellitus


¿Cómo puedo prevenir o retrasar la aparición de la diabetes tipo 2?
Si está en riesgo de desarrollar diabetes, es posible que pueda evitarla o
retrasarla. La mayoría de las cosas que debe hacer implican un estilo de
vida más saludable. Si realiza estos cambios, obtendrá además otros
beneficios de salud. Puede reducir el riesgo de otras enfermedades y
probablemente se sienta mejor y tenga más energía.

Los cambios son:

Perder peso y mantenerlo. El control del peso es una parte importante de la


prevención de la diabetes. Es posible que pueda prevenir o retrasar la diabetes al
perder entre el cinco y el 10 por ciento de su peso actual. Por ejemplo, si pesa 200
libras (90.7 kilos), su objetivo sería perder entre 10 y 20 libras (4.5 y 9 kilos). Y una vez
que pierde el peso, es importante que no lo recupere
Seguir un plan de alimentación saludable. Es importante reducir la cantidad de
calorías que consume y bebe cada día, para que pueda perder peso y no recuperarlo.
Para lograrlo, su dieta debe incluir porciones más pequeñas y menos grasa y azúcar.
También debe consumir alimentos de cada grupo alimenticio, incluyendo muchos
granos integrales, frutas y verduras. También es una buena idea limitar la carne roja y
evitar las carnes procesadas
Haga ejercicio regularmente. El ejercicio tiene muchos beneficios para la salud,
incluyendo ayudarle a perder peso y bajar sus niveles de azúcar en la sangre. Ambos
disminuyen el riesgo de diabetes tipo 2. Intente hacer al menos 30 minutos de actividad
física cinco días a la semana. Si no ha estado activo, hable con su proveedor de salud
para determinar qué tipos de ejercicios son los mejores para usted. Puede comenzar
lentamente hasta alcanzar su objetivo
No fume. Fumar puede contribuir a la resistencia a la insulina, lo que puede llevar a
tener diabetes tipo 2. Si ya fuma, intente dejarlo
Hable con su proveedor de atención médica para ver si hay algo más que pueda
hacer para retrasar o prevenir la diabetes tipo 2. Si tiene un alto riesgo, su proveedor
puede sugerirle tomar algún medicamento para la diabetes
Índice glucémico y diabetes
El índice glucémico (IG) es una medida de la rapidez con la que un
alimento puede elevar su nivel de azúcar (glucosa) en la sangre.
Únicamente los alimentos que contienen carbohidratos tienen un IG. Los
alimentos tales como aceites, grasas y carnes no tienen un IG.
En general, las alimentos con un IG bajo aumentan lentamente la glucosa
en su cuerpo. Los alimentos con un IG alto incrementan rápidamente la
glucosa en la sangre.
Si usted tiene diabetes, los alimentos con un IG alto pueden dificultar el
control de la enfermedad.

Información
No todos los carbohidratos trabajan de la misma manera en el cuerpo.
Algunos provocan una subida rápida de azúcar en la sangre, mientras que
otros trabajan más lentamente, dejando el nivel de azúcar en la sangre
más uniforme. El índice glucémico aborda estas diferencias al asignar un
número a los alimentos que refleja la rapidez con la que incrementan la
glucosa en la sangre en comparación con la glucosa (azúcar) pura.
La escala del IG va de 0 a 100. La glucosa pura tiene el IG más alto y se le
asigna un valor de 100.
El consumo de alimentos con un IG bajo lo puede ayudar a alcanzar un
control más estricto sobre el nivel de azúcar en su sangre. Prestar atención
al IG de los alimentos puede ser otra herramienta para ayudar a controlar
la diabetes, junto con el conteo de carbohidratos. Seguir una dieta con un
IG bajo también puede ayudar a bajar de peso.
Índice glucémico de ciertos alimentos
Alimentos con IG bajo (0 a 55):
Bulgur, cebada.
Pasta, arroz sancochado (transformado).
Quinoa.
Cereal integral con alto contenido de fibra, láminas u hojuelas de avena.
Zanahorias, vegetales verdes sin almidón.
 Manzanas, naranjas, uvas, y muchas otras frutas
 La mayoría de nueces, legumbres y habichuelas
 Leche y yogurt
Obesidad La obesidad es una enfermedad crónica tratable que aparece
cuando existe un exceso de tejido adiposo (grasa) en el cuerpo.

Los expertos advierten de que sus efectos más negativos se producen


porque actúa como un agente que acentúa y agrava a corto plazo y de forma
muy evidente patologías graves como la diabetes, la hipertensión, las
complicaciones cardiovasculares (especialmente la cardiopatía isquémica), e
incluso algunos tipos de cáncer, como los gastrointestinales.
"La obesidad es una enfermedad crónica porque una vez que los mecanismos
se estropean cuando uno acumula grasa en exceso, realmente no se curan,
siempre hay que estar vigilando”, señaló Susana Monereo, secretaria de
la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO) durante su
participación en #MásQuePacientes Obesidad.  “Es decir, que una persona
que por la razón que sea se ha puesto obesa, ha perdido el control de los
millones de mecanismos que le van a regular por dentro el cuerpo. Cuando eso
se pierde, no se va arreglar, siempre hay que estar detrás vigilando para que
ese peso no vuelva. Por tanto, la obesidad es una enfermedad crónica”. En la
actualidad alrededor del 22 por ciento de la población adulta y
aproximadamente el 17 por ciento de los niños españoles tienen obesidad. Los
profesionales de la salud suelen utilizar el Índice de Masa Corporal (IMC) para
determinar si es sobrepeso (entre 25 o 30) u obesidad (a partir de 30), sin
embargo, hoy en día hay cierta controversia sobre si este índice es adecuado y
muchos de ellos consideran que está obsoleto.

Causas

Las causas de la obesidad son múltiples. Además de una mala alimentación o


la falta de ejercicio físico, también existen factores genéticos y
orgánicos que inducen su aparición.
También pueden influir los factores socioeconómicos. En algunos países
desarrollados, la frecuencia de la obesidad es más del doble entre las mujeres
de nivel socioeconómico bajo que entre las de nivel más alto.
Otros aspectos que hay que tener en cuenta son la existencia
de enfermedades que pueden favorecer que la obesidad se manifieste.
Además, algunos tratamientos farmacológicos, la falta de sueño o dejar de
fumar también son factores de riesgo de la obesidad.
Por último, el estrés o etapas como la menopausia o después de dar a luz
pueden coincidir con un aumento de peso que si no se trata, puede acabar
provocando obesidad. 

Síntomas

La acumulación del exceso de grasa debajo del diafragma y en la pared


torácica puede ejercer presión en los pulmones, provocando dificultad para
respirar y ahogo, incluso con un esfuerzo mínimo.
La dificultad en la respiración puede interferir gravemente en el sueño,
provocando la parada momentánea de la respiración (apnea del sueño), lo que
causa somnolencia durante el día y otras complicaciones.
La obesidad puede causar varios problemas ortopédicos,
incluyendo dolor en la zona inferior de la espalda (lumbalgia) y agravamiento
de la artrosis, especialmente en las caderas, rodillas y tobillos.
Los trastornos cutáneos son también frecuentes. Dado que las personas
obesas tienen una superficie corporal escasa con relación a su peso, no
pueden eliminar el calor del cuerpo de forma eficiente, por lo que sudan más
que las personas delgadas.
Del mismo modo, es frecuente la tumefacción de los pies y los tobillos,
causada por la acumulación a este nivel de pequeñas a moderadas cantidades
de líquido (edemas).
Síndrome metabólico
En los últimos años, el SM ha causado una auténtica revolución en la
estratificación del riesgo vascular y ha pasado a ser uno de los conceptos
más utilizados en el área de ciencias de la salud. Describe la agrupación
en un individuo de varios trastornos muy prevalentes en el mundo
occidental, que son factores de riesgo de ECV y DM2. Los dos
mecanismos subyacentes al SM son la adiposidad abdominal y la
resistencia a la insulina10. Los factores que lo exacerban son la edad, los
condicionantes genéticos y un estilo de vida inadecuado, en el que se
incluye la inactividad física y el consumo de alimentos hipercalóricos y
ricos en grasas saturadas, hidratos de carbono concentrados y sal. La
concomitancia de estas alteraciones metabólicas es más frecuente de lo
que se esperaría por mera casualidad y su agrupación añade riesgo
cardiovascular más allá del que aporta cada uno de los factores por
separado11.
Clasificación de la obesidad

La clasificación internacional de obesidad para un adulto es la propuesta


por la OMS según el IMC (Tabla 1).

Sin embargo, según la definición de obesidad, las personas obesas son


aquellas que tienen un exceso de grasa corporal.

Se considera que un hombre adulto de peso normal presenta un contenido


de grasa en un rango del 15 al 20% del peso corporal total, y las mujeres
entre el 25 y 30% del peso corporal total.

Deurenberg y colaboradores establecieron una ecuación para estimar el


porcentaje total de grasa en adultos, basado en el IMC, la edad y el sexo

Se puede observar que para una determinada talla y peso, el porcentaje


de grasa corporal es alrededor de un 10% más alto en mujeres que en
hombres. Lo anterior sugiere que las mujeres tienen una mejor adaptación
a la grasa corporal que los hombres, debido a que gran parte de la grasa
se distribuye en compartimentos subcutáneos y periféricos (mamas,
glúteos, muslos), mientras que en los hombres el exceso de grasa tiende a
depositarse en el abdomen, tanto grasa subcutánea como grasa
intraabdominal.

Por otro lado, se ha podido establecer que a medida que las personas
envejecen, aumentan su contenido de grasa corporal, a pesar de mantener
el peso estable.

La obesidad infantil es un problema de salud caracterizado por el exceso


de grasa corporal de los niños. Dicho nivel de adiposidad supone todo un
condicionante para su salud general y su bienestar, haciéndole propenso a
sufrir otras patologías secundarias y asociadas. Según los datos
publicados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), la prevalencia
de esta enfermedad a nivel internacional es cada vez mayor. En 2010
había unos 42 millones de menores con sobrepeso, registrándose la mayor
parte de los casos en países en vías de desarrollo.

Al igual que en los adultos, la obesidad requiere para su diagnóstico


diversas pruebas complementarias. Uno de los baremos más empleados
es el conocido como índice de masa corporal o IMC.2 También conocido
como índice de Quetelet, éste toma como referencia el peso y la estatura
de la persona, valorando su proporcionalidad en función de la fórmula
matemática: masa dividida por la estatura al cuadrado. Sin embargo, la
ponderación de la cifra resultante varía en el caso infantil. Al contrario que
en los adultos, el índice de masa corporal ha de trasladarse a una tabla de
percentiles, teniendo en cuenta dos criterios esenciales: la edad y el sexo
del menor en cuestión. En función de la misma, se establece que los niños
con un índice de masa corporal situado entre el 85 y el 95 en dicha escala
padecen sobrepeso.

Clasificación
La obesidad es una enfermedad caracterizada por un cúmulo de grasa
neutra en el tejido adiposo superior al 20 % del peso corporal de una
persona en dependencia de la edad, la talla y el sexo debido a un balance
energético positivo mantenido durante un tiempo prolongado.

Causas
La obesidad infantil puede ser provocada por una serie de factores, que a
menudo actúan en combinación:

 Exceso de ingesta de calorías con respecto al gasto calórico.4 A


su vez, dos factores intervienen en este hecho:
o Dieta desequilibrada. Existe una tendencia mundial al
aumento del consumo de alimentos hipercalóricos (que contienen gran
cantidad de grasas y azúcares). 4 Entre los alimentos más nocivos se
incluyen los snacks y las bebidas azucaradas.56
o Poca actividad física.5 Existe una tendencia mundial al
descenso de la actividad física, motivada principalmente por el aumento de
actividades recreativas sedentarias (como ver la televisión o los juegos
electrónicos), así como la creciente urbanización y el cambio en los modos
de transporte (los niños son llevados por sus padres al colegio, en lugar de
acudir andando o en bicicleta).45
 Factores socio-culturales. El empleo de la comida como parte de la
socialización o como una recompensa.5
 Factores familiares. Malos hábitos inculcados en el entorno familiar.
Los niños no tienen capacidad para decidir y dependen de las decisiones
tomadas por los adultos.4 Padres obesos.5
 Factores genéticos, en combinación con una dieta desequilibrada,
baja actividad física, factores socio-culturales o familiares. 5

Consecuencias
Los primeros cambios en ocurrir en los niños obesos son generalmente
emocionales o psicológicos. De todas maneras, la obesidad infantil
también puede conducir a síntomas más graves y que pueden amenazar la
vida, tal como diabetes, presión alta, enfermedades gastrovasculares,
problemas de sueño, cáncer y otras aflicciones. Algunos de estos también
incluyen enfermedades del hígado, anorexia, infecciones en la piel, asma y
otros problemas respiratorios. Estudios han mostrado que los niños con
sobrepeso generalmente crecen y se convierten en adultos con sobrepeso.
La obesidad durante la adolescencia ha sido relacionada con elevados
índices de mortalidad durante la vida adulta.
Los niños obesos generalmente sufren burlas de sus compañeros. Algunos
son perseguidos o discriminados por su propia familia. Los estereotipos
abundan y pueden llevar a baja autoestima y depresión. Exposiciones de
los padres de un niño en una etapa maternal puede más tarde impacto
posibilidades del niño de ser obeso en el futuro cercano. Por ejemplo, el
estudio muestra que si bajo o sobre alimentación durante el embarazo
como una madre, que posiblemente puede causar el desarrollo de la
obesidad más adelante en la vida del niño. 7
La incidencia de diabetes del tipo 2 es mucho mayor entre niños latinos
con sobrepeso que en el resto de la población infantil obesa, por
cuestiones genéticas (muchos latinos tienen una predisposición a padecer
diabetes y trastornos relacionados con el desarrollo de la diabetes, como la
resistencia a la insulina). Un niño tiene síndrome metabólico cuando ha
desarrollado tres o más de los siguientes problemas:

 Obesidad abdominal: La grasa que se acumula en el abdomen crea


más problemas de salud que la que se acumula en otras partes del cuerpo.
 Bajo colesterol HDL (colesterol de alta densidad): El HDL es el
colesterol que se considera ″bueno″ porque ayuda a eliminar el colesterol
LDL (colesterol de baja densidad) o ″malo″.
 Triglicéridos elevados: Los triglicéridos son un tipo de grasa que
circula por la sangre. Cuando una persona está obesa, los niveles de
triglicéridos se elevan.
 Alta presión sanguínea o hipertensión: Es la presión que la sangre
ejerce en las paredes de las venas y arterias cuando bombea el corazón.
Cuanta más presión hay, más tiene que trabajar el corazón para movilizar
toda la sangre.
 Intolerancia a la glucosa: Esto significa que los niveles de azúcar en la
sangre se elevan después de las comidas, aunque no tanto como en la
diabetes. El incremento de los niveles de glucosa en la sangre hace que tu
cuerpo produzca más insulina, lo cual puede terminar provocando
diabetes.

Epidemiología de la obesidad

El tratamiento de la obesidad es complejo, ya que por lo general los


resultados que se obtienen están por debajo de las expectativas de
médicos y pacientes, a pesar de que es un problema cada vez más
prevalente como lo demuestran los siguientes datos:
 En los Estados Unidos la prevalencia de obesidad aumentó de 3% a
30,9% en 40 años, llegando a afectar a 28% de los hombres y 34% de las
mujeres en el año 2000.
 En niños mayores de seis años y adolescentes, el nivel de sobrepeso y
obesidad se triplicó en 25 años, aumentando desde 4,6% a 15,5% en ese
lapso.
 La obesidad mórbida se incrementó desde 3% a 5% en 10 años.
 La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que la obesidad,
definida por un índice de masa corporal (IMC) mayor a 30 kg/m2, afecta a
302 millones de personas en el mundo.

Determinates sociales

Un análisis del comportamiento epidemiológico de la obesidad en el tiempo


en diferentes países sugiere que en los próximos diez años Estados
Unidos será el país con mayor prevalencia de esta condición, con cifras
cercanas a 50%. En Latinoamérica, en el año 2020 Brasil alcanzará una
prevalencia aproximada de 25%, mientras que otros países tendrán
valores intermedios (Fig. 1).

Los cambios demográficos experimentados por Chile en las últimas


décadas –entre los cuales cabe mencionar el incremento en la esperanza
de vida y el aumento en el suministro energético alimentario– han
posicionado al sobrepeso y la obesidad entre las problemáticas más
urgentes en materia de salud pública 1. En efecto, en 2009, el 39,3% de la
población adulta en Chile presentaba sobrepeso, al tiempo que 25,1%
sufría de obesidad2. Así, Chile se ubica en las primeras posiciones a nivel
mundial en relación a la prevalencia de sobrepeso y obesidad.

Además de los determinantes individuales, existen diversos atributos del


entorno físico y social, que la literatura internacional ha identificado como
determinantes de la prevalencia de sobrepeso y obesidad.
Específicamente, las características del barrio 13,14, la densidad
poblacional y la disponibilidad de comida saludable 19,20, entre otras
características, pueden influir en la creación de un entorno que aumenta la
probabilidad de que una persona sufra de sobrepeso u obesidad. Por otro
lado, la posición del individuo en la estructura social determinaría las
posibilidades de resistir a un entorno de este tipo, ya que los individuos de
alto nivel socioeconómico estarían menos limitados en la toma de
decisiones sobre sus hábitos y estilos de vida 21. Esto podría ser relevante
en países caracterizados por una alta inequidad en la distribución del
ingreso, como Chile.

Para aportar evidencia sobre los determinantes de la obesidad y el


sobrepeso en Chile, el presente estudio indaga en las características
individuales, sociales y del entorno que inciden en el estado físico de los
estudiantes adolescentes. El foco en este grupo de edad se justifica por
dos razones: (i) la disponibilidad de datos sobre la condición física y el
nivel socioeconómico de los estudiantes de octavo básico provenientes del
Estudio Nacional de Educación Física realizado por el Ministerio de
Educación y (ii) la evidencia de que la obesidad y el sobrepeso en
menores no sólo representan factores de riesgo en la adolescencia, sino
que también constituyen importantes predictores de las enfermedades en
el curso vital23. El uso de datos georreferenciados de la dirección de los
estudiantes permite a este estudio profundizar en el análisis del efecto que
el entorno físico puede tener en la probabilidad de sufrir de obesidad o
sobrepeso para el caso chileno.
Desnutrición
La nutrición consiste en la incorporación y transformación de materia y
energía de los organismos (tanto heterótrofos como autótrofos) para que
puedan llevar a cabo tres procesos fundamentales: mantenimiento de las
condiciones internas, desarrollo y movimiento, manteniendo el
equilibrio homeostático del organismo a nivel molecular y microscópico.
La nutrición es el proceso biológico en el que los organismos asimilan los
alimentos y los líquidos necesarios para el funcionamiento, el crecimiento y
el mantenimiento de sus funciones vitales. La nutrición también es el
estudio de la relación que existe entre los alimentos, la salud y
especialmente en la determinación de una dieta equilibrada con bases a la
pirámide alimenticia.
Los procesos microscopistas están relacionados con la absorción, 
digestión, metabolismo  y excreción. Los procesos moleculares o
microscopistas están relacionados con el equilibrio de elementos
como enzimas, vitaminas, minerales, aminoácidos, glucosa,
transportadores químicos, mediadores bioquímicos, hormonas, etc.
Como ciencia, la nutrición estudia todos los procesos bioquímicos y
fisiológicos 1que suceden en el organismo.

Por malnutrición se entienden las carencias, los excesos o los


desequilibrios de la ingesta de energía y/o nutrientes de una
persona.

El término malnutrición abarca dos grupos amplios de afecciones. Uno


es la «desnutrición» —que comprende el retraso del crecimiento
(estatura inferior a la que corresponde a la edad), la emaciación (peso
inferior al que corresponde a la estatura), la insuficiencia ponderal (peso
inferior al que corresponde a la edad) y las carencias o insuficiencias de
micronutrientes (falta de vitaminas y minerales importantes). El otro es
el del sobrepeso, la obesidad y las enfermedades no transmisibles
relacionadas con el régimen alimentario (cardiopatías, accidentes
cerebrovasculares, diabetes y cánceres).

Que es la dieta
La dieta (del lat. diaeta, y este del gr. δίαιτα díaita «régimen o modo de
vida»), régimen alimentario o hábito alimentario es la composición,
frecuencia y cantidad de comida y bebidas que constituye
la alimentación de los seres vivos conformando hábitos o
comportamientos nutricionales.
En el caso de la alimentación humana, la dieta presenta grandes
variaciones históricas y geográficas de acuerdo con factores culturales,
individuales, ambientales, económicos, familiares, de disponibilidad de
alimentos y otros. La relación entre dieta y salud está ampliamente
estudiada por la medicina moderna y se ha definido una cantidad grande
de dietas, ya sea para mantenerse saludable física y mentalmente, para
corregir problemas de salud o bien para modificar características
constitucionales. Estas definiciones incluyen la caracterización de
los nutrientes, su cantidad y la frecuencia de consumo, así como
parámetros metabólicos y físicos que constituyen sus fines objetivos,
como, por ejemplo, mantener o lograr cierto peso corporal en relación con
la estatura y constitución física (índice de masa corporal).23
Se denomina dieta sana aquella ingesta de alimentos que ayuda a
mantener, recuperar o mejorar la salud.
Es un proceso automático, producto de la cultura, y a la vez un acto
voluntario que está condicionado por diversos tipos de factores que
determinan una buena o mala alimentación.
La correcta nutrición es uno de los pilares de la salud y el desarrollo,
permite reforzar el sistema inmunitario, contraer menos enfermedades y
gozar de una mejor salud. La gente sana es más fuerte, más productiva y
está en mejores condiciones de desarrollar al máximo su potencial.
Se puede llevar una dieta sana mediante varios alimentos ya sean de
origen vegetal o animal. Una dieta equilibrada se considera, junto al
ejercicio, una manera importante de reducir los riesgos para la salud
asociados a la obesidad o la hipertensión entre otras enfermedades.
Durante los primeros años la buena alimentación y nutrición son
fundamentales para la salud y el bienestar a lo largo de toda la vida.
La lactancia materna es uno de los factores más importantes, pese a lo
cual apenas un tercio de los lactantes reciben lactancia exclusivamente
materna durante los primeros 6 meses
Tipos de desnutrición infantil Se calcula que 7,6 millones de niños menores
de 5 años mueren cada año. Una tercera parte de estas muertes está
relacionada con la desnutrición.4 El índice de desnutrición se determina
mediante la observación directa, que permite identificar niños demasiado
delgados o con las piernas hinchadas; y midiendo la talla, el peso, el
perímetro del brazo y conociendo la edad del niño, que se comparan con
unos estándares de referencia. La desnutrición se manifiesta en el niño de
diversas formas:
● Es más pequeño de lo que le corresponde para su edad.
● Pesa poco para su altura.
● Pesa menos de lo que le corresponde para su edad.

Cada una de estas manifestaciones está relacionada con un tipo


específico de carencias. La altura refleja carencias nutricionales durante un
tiempo prolongado, mientras que el peso es un indicador de carencias
agudas. De ahí las distintas categorías de desnutrición. Desnutrición
crónica Un niño que sufre desnutrición crónica presenta un retraso en su
crecimiento. Se mide comparando la talla del niño con el estándar
recomendado para su edad. Indica una carencia de los nutrientes
necesarios durante un tiempo prolongado, por lo que aumenta el riesgo de
que contraiga enfermedades y afecta al desarrollo físico e intelectual del
niño. La desnutrición crónica, siendo un problema de mayor magnitud en
cuanto al número de niños afectados, es a veces invisible y recibe menor
atención. El retraso en el crecimiento puede comenzar antes de nacer,
cuando el niño aún está en el útero de su madre. Si no se actúa durante el
embarazo y antes de que el niño cumpla los 2 años de edad, las
consecuencias son irreversibles y se harán sentir durante el resto su vida.
Desnutrición aguda moderada Un niño con desnutrición aguda moderada
pesa menos de lo que le corresponde con relación a su altura. Se mide
también por el perímetro del brazo, que está por debajo del estándar de
referencia. Requiere un tratamiento inmediato para prevenir que empeore.
Desnutrición aguda grave o severa Es la forma de desnutrición más grave.
El niño tiene un peso muy por debajo del estándar de referencia para su
altura. Se mide también por el perímetro del brazo. Altera todos los
procesos vitales del niño y conlleva un alto riesgo de mortalidad. El riesgo
de muerte para un niño con desnutrición aguda grave es 9 veces superior
que para un niño en condiciones normales. Requiere atención médica
urgente. Carencia de vitaminas y minerales La desnutrición debida a la
falta de vitaminas y minerales (micronutrientes) se puede manifestar de
múltiples maneras. La fatiga, la reducción de la capacidad de aprendizaje o
de inmunidad son sólo algunas de ellas.

Consecuencias de la desnutrición
La desnutrición ejerce un impacto negativo claro y consistente, causando
una serie de alteraciones en la estructura y la función de órganos y
sistemas (Tabla 2), las cuales son los factores patogénicos del aumento en
la morbimortalidad que se observa en varias enfermedades cuando éstas
se asocian con desnutrición calórico-proteica. La mayor incidencia de
complicaciones habitualmente se acompaña de un aumento en el tiempo
de estancia hospitalaria y en los tiempos de curación y/o completa
rehabilitación del paciente. Además, los pacientes ingresados por causas
médicas o quirúrgicas están sujetos a estrés, infecciones o disfunciones
orgánicas que provocan un estado hipercatabólico. A menudo estos
pacientes son incapaces de alcanzar sus necesidades calóricas dado que
son incapaces de reingerir alimentos y/o metabolizarlos. Todo lo anterior
es la causa de un aumento de los costos de la hospitalización y un
deterioro en la calidad de vida de los pacientes.

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