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¿CÓMO SER LIBRE DE LA CONDENACIÓN?

"El ladrón viene solamente para robar, matar y destruir; pero yo he


venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia"
Juan 10:10.

En las páginas siguientes quiero compartir con Uds. mi experiencia de cómo


salir de la condenación hacia la gloriosa libertad de la VIDA ABUNDANTE que
Jesús enseñó. Jesús dijo: "Yo He Venido Para Que Tengan Vida Y La
Tengan En Abundancia" no condenación, no juicio, no un nuevo conjunto de
reglas y regulaciones, sino "VIDA EN ABUNDANCIA". Esta vida no es
simplemente una doctrina o una buena enseñanza, sino es una experiencia. En
el interior de Uds. se encuentra la semilla de Dios. En esta semilla esta todo lo
que Ud. pueda necesitar para transformarlo en un hijo de Dios, no en un
condenado por Dios.

“La Vida Carnal Humana Y Religiosa No Está En Capacidad De Vivir El


Tipo De Vida De Dios Y Está Sujeta A La Esclavitud Y Muerte”

Yo fui por muchos años un cristiano intentando con mi naturaleza carnal


(Andar en lo sensorial y emocional) de ser como Dios, pero no importaba
lo duro que yo intentaba, encontré que mi experiencia era esa de Romanos
7:5. Me complacía en la ley de Dios en mi mente pero encontré otra ley que
trabajaba en los miembros de mi cuerpo, trayéndome dentro de la cautividad
de la ley de pecado y muerte. Lastimosamente este es el pensamiento de la
mayoría de Cristianos, no han recibido la Vida Abundante y la libertad de la
Condenación en Cristo Jesús quedando así esclavos de la Ley del pecado y de
la muerte.

Hay un camino más allá de la experiencia, pero ella no viene por tratar o
intentar ser santo, tratar de vencer el pecado, tratar de romper los malos
hábitos, o cualesquier otras obras que Uds. puedan hacer. Este camino o
forma de salir del pecado o la esclavitud es experimentar la vida de Dios
trayéndole vida en el interior de Ud. con Su Espíritu dando vida Energizante,
Avivante la cual opera en Ud. Romanos 8: 1 – 4.

Hebreos 9:22 " Según la ley, casi todo tiene que ser purificado con
sangre; y no hay perdón de pecados si no hay derramamiento de
sangre"
Isaías 53:5-6 "Pero fue traspasado a causa de nuestra rebeldía, fue
atormentado a causa de nuestras maldades; el castigo que sufrió nos
trajo la paz, por sus heridas alcanzamos la salud. Todos nosotros nos
perdimos como ovejas, siguiendo cada uno su propio camino, pero el
Señor cargo sobre él la maldad de todos nosotros."

TU PASTOR Y AMIGO MAURICIO LONDOÑO DIAZ


Cada pecado del que hemos sido culpables alguna vez ha sido lavado por la
sangre de Jesús. Jesús por su muerte en la Cruz cargo el pecado de todo el
mundo.
Hasta que tengamos una correcta o apropiada apreciación y entendimiento de
la evaluación de Dios de La Sangre De Jesús, no podemos ser cristianos
normales caminando en la realidad de Su Vida en nosotros. Debemos tener
más que un entendimiento intelectual de la sangre. Todos los cristianos
conocen el evangelio- que a causa del derramamiento de la sangre de Jesús y
debido a Su vida sin pecado, El compró la humanidad y nos redimió de regreso
a Dios. La palabra dice que "la vida está en la sangre" Gén 9:4, Deut.
12:23, y Jesús dio Su sangre para que pudiéramos ser totalmente libres de
cualquier condenación, culpa o vergüenza. Podemos sin ninguna duda en
cualquier momento entrar rápidamente y valientemente dentro de la
presencia de nuestro Padre Dios, Hebreos 4:16.

“La Sangre De Jesús Está Primero Que Todo Dirigida A Dios, En


Segundo Lugar Hacia El Hombre Y Finalmente Hacia El Acusador”

Si tú entras en un apropiado entendimiento y conciencia de estos tres


aspectos de la sangre, ellos te harán totalmente libre.

El problema del hombre es el pecado. Una simple explicación de la conciencia


(Percepción) del pecado es un sentimiento de separación de Dios, y lo
contrario de tal separación es el disfrute de la presencia de Dios. En cualquier
momento que tu estas disfrutando a Dios y teniendo un dulce compañerismo
con El, tú no eres consciente de pecado.

Romanos 3:23 dice que "pues todos han pecado y están lejos de la


presencia salvadora de Dios". La gloria de Dios es lo que Dios intentaba
que el hombre tuviera desde el principio. Tú fuiste creado para ser una vasija o
un contenedor, para llevar la plenitud o totalidad de todo lo que es Dios.
Nuestros cuerpos no fueron creados para estar llenos de nuestro "YO"
(Nosotros Mismos). 1 de Corintios 6: 17.

“Fuimos Creados Para Estar Llenos De La Gloria De Dios Y Para Ser La


Manifestación De Dios En La Tierra”

Ese fue el propósito original de Dios para el hombre. Dios deseaba un cuerpo a
través del cual expresarse El mismo. El quería experimentar todos los
diferentes aspectos de la vida que El pudo producir, por ello El creó al hombre
y entonces el sopló Su vida dentro de ese cuerpo. Adán era realmente un hijo
de Dios Lucas 3: 38. Esta es la razón por la que Jesús es llamado el segundo
Adán y el último Adán. Hay únicamente dos fuentes de vida en el universo, el
primer Adán o el último Adán.

TU PASTOR Y AMIGO MAURICIO LONDOÑO DIAZ


“El Hombre Natural Carnal Recibe Su Fuente De La Vida Del Primer
Adán Incluso Sí Es Un Cristiano. El Hombre Espiritual Recibe Su Vida
Del Segundo Adán, Jesús”

Sabemos que a través del engaño de la serpiente, el hombre cayó en el Jardín


del Edén entregó su autoridad a Satanás y perdió su conciencia de ser UNO
con Dios. El se percató y se volvió consciente de su propio yo, una vida que
fue alienada y separada de Dios. El hombre ha estado en una búsqueda desde
entonces para volver a ganar la unión y el compañerismo perfecto con Dios, y
debido a un entendimiento oscuro, el ha pensado que el tenía que hacer
ciertas cosas. El pensaba que tenía que ser bueno, tenía que orar todos los
días, leer 10 capítulos de la Biblia, resistir el pecado y no caer en tentación.
Obras y más Obras. Trapos de inmundicia delante de Dios Isaías 64:6.

Sí este es tu concepto, entonces tu estas experimentando Romanos 7. No


ganamos ningún favor con Dios por lo que hacemos. La sangre de Jesús nos ha
puesto a cada uno de nosotros de regreso en la correcta posición con Dios.
Simplemente a través de La Fe En La Sangre De Jesús, podemos entrar en
una relación con Dios como nuestro Padre y entonces volvernos trasportadores
de su presencia en la tierra, trayendo paz y restauración a donde quiera que
vayamos.

Todos nos hemos alejado de la gloria de Dios. El hombre carnal no está


cumpliendo con la intención original de Dios, a causa del pecado. La gloria de
Dios es la expresión de Dios. La gloria de Dios está en cualquier lugar donde El
esté. Hebreos 1:3 dice que Jesús es “el resplandor glorioso de Dios, la
imagen misma de lo que Dios es”.

“Está Expresión Viva, Amorosa Y Maravillosa De Dios Ahora Vive En


Nosotros”

De nuevo, debo acentuar que la vida Cristiana no es un esfuerzo para ser


bueno o hacer lo correcto, sino que es Dios Mismo volviéndose Vida dentro de
tu conciencia y viviendo Su vida abundante a través de ti.

Romanos 5:8-10 "Pero Dios prueba que nos ama, en que, cuando
todavía éramos pecadores, Cristo murió por nosotros. Y ahora, libres
ya de culpa mediante la muerte de Cristo, con mayor razón seremos
librados del castigo final por medio de él. Porque sí Dios, cuando
todavía éramos sus enemigos, nos puso en paz consigo mismo
mediante la muerte de su Hijo, con mayor razón seremos salvados por
su vida, ahora que ya estamos en paz con él."

Una de las primeras cosas que necesitamos entender desde el mismo inicio de
nuestra vida Cristiana es que somos salvos, estamos justificados y
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estamos guardados, no por lo que hacemos, no por lo que decimos,
sino por lo que Él ha hecho. Somos justificados por su sangre. Esto no
dice que seremos justificados sí hacemos ciertas cosas, sino que fuimos
justificados. Aún cuando fuimos pecadores, Cristo murió por nosotros y nos
justificó ante Dios. Siendo ahora justificados por Su Sangre, seremos salvados
de la ira.

Estos versículos también nos dicen que seremos salvados por Su Vida. La
palabra "VIDA" es la palabra griega zoe, la cual significa la vida de Dios. Es su
vida la que nos salvó no nuestro esfuerzo humano. Somos salvados por Su
vida, Salvados y Liberados, conociendo que es Su trabajo el que nos
Justificó, nos Limpió, nos hizo Libres, nos Santificó y nos Capacitó
para entrar en su presencia para tener compañerismo con Él.

Romanos 3:20-24 "porque Dios no declarará a nadie libre de culpa por


haber cumplido la ley, ya que la ley solamente sirve para hacernos
saber que somos pecadores. Pero ahora, dejando aparte la ley, Dios
ha dado a conocer de qué manera nos libra de culpa, y esto se
comprueba leyendo los libros de la ley y los profetas: Dios nos libra
de culpa por medio de la fe en Jesucristo; y lo hace por igual con
todos los que creen, pues todos han pecado y están lejos de la
presencia salvadora de Dios. Pero Dios, en su bondad y
gratuitamente, los ha librado de culpa, mediante la liberación que se
alcanza por Cristo Jesús".

Romanos 3: 23-24 deberían siempre ser leídos juntos. Cuantas veces has tu
escuchado el versículo 23 enfatizado "Pues todos han pecado y están
lejos de la presencia salvadora de Dios. "Si tu terminas la lectura allí
te pierdes la respuesta al problema. Romanos 3:23 no es el final de la
oración. Debería ser leída, " Pero Dios en su bondad y gratuitamente,
los ha librado de culpa, mediante la liberación que se alcanza por
Cristo Jesús". Cada uno de nosotros se ha alejado de la gloria de Dios, pero
no miremos a nuestras fallas. No podemos mirar a nuestras fallas y derrotas,
debemos mirar a la sangre de Jesús.

Romanos 3:25-26 " Dios hizo que Cristo, al derramar su sangre, fuera


el instrumento del perdón. Este perdón se alcanza por la fe, y
demuestra que Dios es justo y que, si pasó por alto los pecados de
otro tiempo, fue solo a causa de su paciencia. Igualmente demuestra
que Dios es justo ahora, y que sigue siendo justo al declarar libres de
culpa a los que creen en Jesús."

Debemos desarrollar una fe simple en la sangre de Jesús en vez de en


nuestras obras realizadas con gran esfuerzo para ser justificados a la vista de
Dios. Sí te encuentras atrapado en tus obras, cuando tu falles inmediatamente
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caerás bajo condenación. Sí tu fe está en la sangre de Jesús y tu fallas, tu
inmediatamente confesarás el poder de la sangre y no caerás bajo
condenación. No perderás el sentido y la presencia de Dios en tu vida.
"Siendo justificado gratuitamente por Su gracia". ¿Qué me hace
justicia a mí ante Dios? No es porque yo oro hoy y leo diez capítulos
de la Biblia y mis muchos ayunos o impresionantes Obras. Esto es lo
que me justifica ante Dios, mi simple fe en estas palabras. No tengo que tratar
para justificarme a mi mismo; Soy Justificado Porque Creo En Jesús.

Yo conozco mis debilidades y mis faltas, yo sé cuales son mis malos hábitos y
en mi Crecimiento en el Conocimiento de Dios, es decir en su Palabra, se
manifestará su Gloria no solo en mi Espíritu sino en mi Cuerpo y Alma y todo lo
que haga y Diga en su nombre será Prosperado para la Gloria de Dios Padre.

Pero sí baso mi compañerismo con Dios en mi conducta yo siempre tendré una


conciencia llena de ofensa y nunca me sentiré lo suficientemente bueno para
venir a la presencia de Dios para tener amistad con El.

Hay una gran cantidad de cristianos que no sienten la cercanía de Dios, ellos
no escuchan a Dios hablarles, no tienen la guía directa de Dios porque su
conciencia está llena de ofensa. Estamos justificados gratuitamente por Su
gracia a través de la redención que es en Cristo Jesús.

Necesitamos recibir el Perdón de Dios en Cristo Jesús de una vez y para


siempre, ya que Él nos perdonó los pecados Pasados, Presentes y
Futuros 1 Juan 2: 1-2, Hebreos 10: 10-22. No te preocupes sobre el
mañana. Yo siempre estaba acostumbrado a preguntarme sobre el mañana.
Yo acostumbraba decir, "Jesús yo se que Tu me perdonas por este día,
pero ¿Qué voy a hacer mañana, porque yo se que mañana voy
probablemente a hacerlo otra vez? Tú debes sacar tus ojos de tu condición
y parar de tratar de ejecutar las acciones de la ley para ser justificado ante
Dios, Romanos 5: 1. Sí eres una persona de fuerte-voluntad tu puedes ser
capaz hasta cierto punto de guardar la ley, y entonces tu puedes creer
volverte justo por ti mismo y condenar a todo el resto del mundo que no es
capaz de hacer lo que tu puedes hacer. Cuantas veces has dicho tu, "Yo paro
de fumar, ¿Por qué no puedes? ¿Yo pare de beber, Porqué tu no
puedes?" Esa es una actitud de justicia propia. Y siento desilusionarte, pero la
Palabra de Dios dice: Romanos 3: 10 Como está escrito: No hay justo, ni
aún uno.

Necesitamos venir a Dios de la misma forma cada día no sobre la base de lo


que hemos hecho, bueno o malo, sino en la base de la Sangre de Cristo.
Debido a la sangre que ha sido derramada, tengo derecho a entrar dentro de
la presencia de mi Padre. Puedo sentir que aunque yo soy un pecador
miserable, y pudiera haber fallado muchas veces hoy, pero mi pecado y mi
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falla no pueden guardarme de disfrutar a Dios. A causa de la sangre de Jesús
tengo la total libertad y acceso para entrar dentro de una dulce amistad y
comunión con mi Padre. No puedo tener esto de ninguna otra forma sino a
través de la simple fe en lo que Dios dice que es cierto: "Siendo justificado
gratuitamente por Su gracia a través de la redención que está en
Cristo Jesús".
Hay básicamente tres cosas que ocurren cuando tú te percatas del pecado:

Tú te separas en tu conciencia de Dios.


Sientes culpa.
Experimentas culpa.

La sangre de Jesús responde suficientemente todas estas tres áreas. El pecado


causa una conciencia de separación de Dios, entonces te sientes culpable e
inmediatamente el acusador viene a condenarte. Una persona que se siente
separado de Dios a causa de sentirse disminuido, no merecedor, que se siente
culpable por el pecado y que es acusado en la conciencia no puede disfrutar
del compañerismo con Dios. La sangre de Jesús satisface todas estas tres
áreas, porque, como hemos visto, fluye en tres direcciones- hacia Dios, hacia
el hombre y hacia el acusador.

Primero, la Sangre es para Dios y responde al problema de pecado. Podemos


ver esta tipología en el Antiguo Testamento. Había un día cada año llamado el
Día de Expiación, cuando el Sumo Sacerdote entraba al Lugar Santísimo. El
Lugar Santísimo era donde la presencia de Dios habitaba, y solo un hombre
podía entrar y tomar con él la sangre de sacrificio, y él la ofrecía sobre la silla
de misericordia (el arca de la alianza) por los pecados de la nación completa
de Israel. Esto muestra que la sangre era en este caso para Dios, ya que nadie
sino El lo veía en ese lugar. Eso resolvía el tema de pecado para la nación de
Israel. Israel esperaba el Día de Expiación cada año, porque ellos sabían que
en ese único momento cada año el Sumo Sacerdote entraría en la presencia
de Dios y tomaría con él la sangre. Esto significaba que sus pecados serían
cubiertos y tendrían un nuevo comienzo.

Ex. 12:7,13,23 "Tomarán luego la sangre del animal y la untarán por


todo el marco de la puerta de la casa donde coman el animal; La
sangre les servirá para que ustedes señalen las casas donde se
encuentren. Y así, cuando yo hiera de muerte a los egipcios , ninguno
de ustedes morirá, pues veré la sangre y pasaré de largo; Cuando el
Señor pase para herir de muerte a los egipcios, verá la sangre por
todo el marco de la puerta, y pasará de largo por esa casa. Así el
Señor no dejará que el destructor entre en las casas de ustedes."

Otro ejemplo del Antiguo Testamento de Dios mirando sobre la sangre fue la
Pascua (Éxodo capítulo 12) Dios le dijo a Israel que cuando la plaga de
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muerte viniera a matar al primogénito de Egipto, ellos tendrían que poner la
sangre del cordero en los postes de las puertas y comer el cordero. La sangre
y el cordero ambos apuntaban la venida del Mesías. Hoy todavía necesitamos
la sangre y el cordero. No solo necesitamos la sangre para limpieza sino
también necesitamos comer del cordero. Necesitamos aprender como
apropiadamente alimentarnos con comida espiritual. La Palabra era Dios y la
Palabra se hizo carne. Jesús dijo en Juan 6:53 y 57,"Excepto que tu comas
la carne del Hijo del hombre y bebas Su sangre, tú no tienes vida en
ti. Como el Padre viviente me ha enviado a mi y yo vivo por el Padre,
así el que me coma, aún vivirá por mi". La Palabra se hizo carne y cuando
aprendemos como asimilar la Palabra, estamos comiendo el cordero.

La única cosa que salvo a Israel fue la sangre sobre el poste de la puerta. Dios
dijo, "Cuando yo vea la sangre, pasaré sobre Uds." no importaba quien
estaba dentro de la casa. Sí tu estabas adentro y la sangre estaba sobre el
poste de la puerta, el juicio pasaría sobre ti no porque fueras bueno, no porque
fueras santo, no porque fueras justo, sino por que estabas en la casa, y habías
puesto la sangre en el poste de la puerta. Esto no dependió de tu conducta. El
único requisito para ti es que estuvieras dentro de la casa. Este era el antiguo
pacto de la sangre de los animales. Cuánto más la sangre de Cristo hoy nos
limpiará de todo pecado. Dios está todavía diciéndote "cuando veo la
sangre, pasaré sobre ti". Por supuesto que cometemos errores. Podemos
tener algunos malos hábitos que no parece que vencemos aún; podemos tener
pecado en nuestra vida pero Dios está diciendo, No miro a tus hábitos, no miro
a tus fallas. No miro en donde estas hoy sino veo la sangre.

Isaías 43:25 "Pero yo, por ser tu Dios, borro tus crímenes y no me
acordaré más de tus pecados."

Isaías 44:22 "Yo he hecho desaparecer tus faltas y pecados, como


desaparecen las nubes. Vuélvete a mí, pues yo te he libertado"

Una de las cosas más importantes que tu alguna vez verás es que Dios no te
retiene culpable por el pecado. Tu puedes pensar que esto es imposible, pero
escucha a La Palabra 2Co. 5:19 " Es decir que, en Cristo, Dios estaba
poniendo al mundo en paz consigo mismo, sin tomar en cuenta los
pecados de los hombres; y a nosotros nos encargo que diéramos a
conocer este mensaje”. (Rom. 4:6-8) "David mismo habló de la dicha
de aquel a quien Dios acepta como justo sin tomarle en cuenta sus
hechos. Dijo David: "¡Dichosos aquellos a quienes Dios perdona sus
maldades y pasa por alto sus pecados! ¡Dichoso el hombre a quien el
Señor no toma en cuenta su pecado!"

La palabra imputar significa que no somos considerados responsables, no


acusados. Sí tú realmente ves esto, te hará libre del pecado. A través de la fe
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en Su sangre somos liberados de la condenación y la culpa. ¿Cómo podemos
nosotros tener fe en Su sangre? La fe viene de oír la Palabra de Dios y
simplemente creer lo que Dios ha dicho. Yo me puedo sentir como el más bajo
y el peor de los cristianos vivos, pero Dios dice, "Cuando te miro a ti yo veo
la sangre de Jesús". Fallamos algunas veces gravemente, e inmediatamente
el pecado nos separa de nuestra conciencia de Dios. No sentimos más su
presencia. Nuestra conciencia se vuelve manchada, corrupta, nos sentimos
culpables ante Dios y el acusador comienza a acusarnos. Pero sí tenemos
simple fe en la sangre de Jesús, podemos volvernos a él e inmediatamente la
culpa es limpiada de nuestra conciencia. Sentimos restauración y paz con
Dios.

Tú nunca conocerás la dulzura, la hermosura y la cercanía de tener su


presencia envolviéndote continuamente hasta que tú entiendas y aprecies la
sangre de Jesús. Dios no tolerará justicia propia. Tu propia justicia
(integridad), tu buena conducta, tus sentimientos de bondad y la propia
justificación no te darán entrada dentro de la presencia de Dios. Tu puedes ser
el pecador más bajo, pero sí tu corazón es honesto ante Dios, serás
introducido en su presencia. Cuando pecas, no tienes que permanecer en
condenación, no tienes que estar separado de Dios, y no tienes que ser
acusado; pero necesitas tener fe en la sangre de Jesús.

Si comienzas a apreciar la sangre de Jesús en esta forma, encontrarás total


liberación. La sangre de Jesús te limpia en cualquier momento y en todo
momento. Dios está satisfecho con la ofrenda de la sangre de Jesús. Hebreos
10:14 "Porque por medio de una sola ofrenda hizo perfectos para
siempre a los que han sido consagrados a Dios”. Una de las primeras
cosas que Juan El Bautista dijo cuando vio a Jesús fue, "Mirad al cordero de
Dios que quita el pecado del mundo". En la medida en que tu piensas que
debes ser justificado por tu conducta, en la medida que tu pienses que tu
pecado y tus hábitos continuamente te separan de Dios, nunca te sentirás
justificado en Su vista. Tú debes ver que la sangre de Jesús es la respuesta al
problema del pecado.

La sangre de Jesús limpia tu mente de la condenación, y te hace libre de todas


las cosas que estas tratando de liberarte. Sí ves la revelación de la sangre y
tienes tu mente iluminada con esta verdad, y comienzas a entender el valor de
la sangre de Jesús, ella literalmente te librará de tus luchas y esfuerzos y te
traerá dentro del descansando. La única forma que podemos disfrutar a Dios
es a través del descanso. Sí estamos tratando de entrar en la presencia de
Dios por nuestras buenas obras o por nuestra propia justicia, o justificando
nuestra condición, no estamos en descanso. Descansar es simplemente
confiar, sabiendo que puedo fallar y caer cien veces, pero yo tengo la sangre.

TU PASTOR Y AMIGO MAURICIO LONDOÑO DIAZ


Gente que ha nacido de nuevo tiene un clamor en su corazón por Dios. Están
buscando una forma de salir del pecado, pero donde se pierden es que
intentan de salir por esfuerzo propio, pensando que deben de alguna forma
hacerse ellos mismos conforme a cierto estándar para obtener el favor de
Dios. Esto anula la fe, los coloca en las obras de la carne y de la propia justicia
y les provoca caer de la gracia, porque ningún hombre permanece ante Dios
por justicia propia. Tu puedes ser un total fracaso, puedes estar desbastado,
puedes estar lleno de malos hábitos, pero puedes clamar a Dios todos los días,
"OH Dios la sangre de Jesús!" Padre estoy tan agradecido que tu Palabra
dice que aún justificas al impío por la sangre de Jesús. Hubo un largo tiempo
en mi vida cuando me sentí tan malo que yo estaba muy agradecido por la
sangre de Jesús por responder al grito de mi corazón. Hubo también
momentos en mi vida, antes que conociera esta verdad, cuando pase por
semanas en terribles depresiones porque no me sentía lo suficientemente
bueno o merecedor de disfrutar la dulce presencia de Dios. Yo confiaba en mi
propia conducta. Estaba esperando de alguna forma, manera, algún día que
me volviera lo suficientemente bueno para disfrutar de la amistad con Mi
Padre Dios. Nunca lo logre en esa forma. Pero cuando descubrí que la sangre
era suficiente para responder a mi condición de pecado, y que todo lo que
necesitaba era fe en la sangre, Yo estaba justificado no porque lo mereciera
sino porque Jesús pago el precio para ello.

Cuando escuche esto por primera vez, mi mente no podía aceptarlo. Parecía
demasiado fácil. Era demasiado bueno para ser verdad. Dios es tan bueno que
hemos pasado por duros momentos para creer en Su bondad. ¿Cómo pude
ser un fracaso cada día, tener pecados habituales en mi vida y todavía
gozar la presencia de Dios? Sí tienes fe en la sangre de Jesús, conocerás la
libertad de la condición de condenación. Me dijeron mis maestros que mi
condición me separaba de la presencia de Dios. Se me dijo que debía vivir
correctamente y hacer lo justo para disfrutar a Dios. Esto es colocar la carreta
delante del caballo. Si aprendo el perdón y la limpieza de la presencia de Dios,
eso me traerá dentro del disfrute de la presencia de Dios y eso cambiará mi
condición. En cualquier momento que estoy en la presencia de Dios, el pecado
no es un tema.

La gente de Dios hoy están mucho más bajo esclavitud de lo que estaban los
israelitas en Egipto. La esclavitud era una tipología del cristiano de hoy en
esclavitud en el mundo y la carne. Los cristianos están en esclavitud porque
ellos no conocen el poder liberador del Espíritu de Dios a través de la simple fe
en la sangre de Jesús. Los hombres fueron salvos aún en los tiempos del
Antiguo Testamento no porque ellos fueran buenos, sino debido a la sangre.
Simplemente ten fe en la sangre. Estoy tan agradecido cuando me despierto
en la mañana de que la sangre de Jesús me limpie de todo pecado. Yo
acostumbraba a levantarme en la mañana pensando que sería un fracaso,
pero entonces aprendí a levantarme sabiendo que este era otro día para
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apreciar la sangre de Jesús y el perdón de Dios. El perdón de Dios es como
dinero en el banco. Esta siempre allí sí lo necesitas. Hay un suministro
ilimitado.

Hebreos 9:12 "Cristo ha entrado en el santuario, ya no para ofrecer la


sangre de chivos y becerros, sino su propia sangre; ha entrado una
sola vez y para siempre, y ha obtenido para nosotros la salvación”

En los tiempos del Antiguo Testamento, El Sumo Sacerdote tenía que entrar
cada año dentro del Lugar Santísimo con la sangre de los animales. Jesús entró
una vez en el Lugar Santo, habiendo obtenido redención eterna para nosotros.
Nunca otra vez necesitaremos un sacrificio o una ofrenda por el pecado.
Necesitamos meditar en esta redención eterna. ¿Qué significa esto? Jesús,
nuestro Sumo Sacerdote, entró una vez dentro del Lugar Santo. El tomó su
propia sangre dentro de la presencia del Padre y obtuvo redención eterna para
nosotros. ¡OH como necesitamos apreciar esta Palabra! No la cuestiones
tanto, solo disfruta lo que dices. Yo he sido eternamente redimido por la
sangre del cordero. No tengo que ganarla, trabajarla o preocuparme acerca de
perderla. Sí tú tan solo puedes creer esto, estarás entusiasmado. Yo estoy tan
agradecido que Jesús entró dentro del lugar santo una vez con su sangre, y
esa ofrenda borró mi pecado para siempre y eternamente.

Hebreos 10:1-4 "Porque la ley de Moisés era solamente una sombra


de los bienes que habían de venir, y no su presencia verdadera. Por
eso la ley nunca puede hacer perfectos a quienes cada año se acercan
a Dios para ofrecerle los mismos sacrificios. Pues si la ley realmente
pudiera purificarlos del pecado, ya no se sentirían culpables, y
dejarían de ofrecer sacrificios. Pero estos sacrificios sirven más bien
para hacerles recordar sus pecados cada año, ya que la sangre de los
toros y de los chivos no pueden quitar los pecados."

La sangre de los bueyes y machos cabríos la cual era tomada al Lugar Santo
una vez al año por el Sumo Sacerdote no pudo nunca hacer a la gente
perfecta. La sangre de los bueyes y los machos cabríos no pudo quitar el
pecado, solamente cubrirlo.

Bajo el antiguo pacto no era posible para ti tener una nueva naturaleza. Tu
pudiste ser perdonado por cualquier cosa que hiciste a través de simplemente
dar la ofrenda de acuerdo al antiguo pacto. Tus pecados eran cubiertos y
perdonados, pero tú no podías cambiar internamente. Tú todavía tendrías la
naturaleza vieja de pecado, porque era imposible por la sangre de los bueyes
y de los machos cabríos quitar el pecado.

Si la sangre de los bueyes y machos cabríos era la tipología, y esta no podía


quitar el pecado y hacer a la gente perfecta, ¿Qué hay acerca de la sangre
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de Jesús? El entró solo una vez, obtuvo total redención eterna y quitó todo
pecado. Cuando tu verdaderamente entiendas esto, ello te dará una profunda
apreciación de la sangre de Jesús cuando tu estas bajo condenación y culpa. El
pagó el precio así que tú puedes quitar tu mirada de tu culpa y dirigirla a Él y
ser libre de ella. Sí estamos siempre luchando, tratando de hacernos a
nosotros mejores para así poder aproximarnos a Dios, nunca disfrutaremos Su
dulce amistad. No es posible que la sangre de bueyes y machos cabríos
pudieran quitar el pecado, pero "Mirad el Cordero de Dios que quita el
pecado del mundo." Dios no te está haciendo responsable por tu pecado. El
ha pagado la deuda por completo; El no te declara culpable.

Hebreos 10:5 Por eso Cristo, al entrar en el mundo, dijo a Dios: "No
quieres sacrificio ni ofrendas, sino que me has dado un cuerpo."

La sangre de los bueyes y machos cabríos no pudieron cubrir el pecado, pero


Jesús puede decir, "Tu has preparado para mi un cuerpo”, así que yo,
siendo Dios y entrando en la humanidad, pueda vivir la vida como el cordero
de Dios; y puedo ofrecer completamente mi vida, mi sangre y mi cuerpo como
un sacrificio que satisfacer Tu juicio y corazón por toda la eternidad. El pecado
y la culpa de mi gente no serán más. Se dice que "por la alegría que fue
colocada delante de Él, Él soportó", porque Él conoció que fue por Su
sacrificio que El traería a la gente de Dios eternamente dentro de la presencia
de su Dios.

Hebreos 10:6-9 "No te agradan los holocaustos ni las ofrendas para


quitar el pecado. Entonces dije:"Aquí estoy, tal como está escrito de
mí en el libro, para hacer tu voluntad, OH Dios." En primer lugar, dice
que Dios no quiere ni le agradan sacrificios ni ofrendas de animales,
ni holocaustos para quitar el pecado, a pesar de que son cosas que la
ley manda ofrecer. Y después añade: "Aquí vengo para hacer tu
voluntad" Es decir, que quita aquellos sacrificios antiguos y pone en
su lugar uno nuevo.

Él esta diciéndoles aquí que la forma vieja a través de la ofrenda del Sumo
Sacerdote de los sacrificios de animales, la vieja forma de entrar solo una vez
al año en el lugar santo, es desecha, así que algo nuevo puede ser traído
afuera. Versículo 11, " Todo sacerdote judío oficia cada día y sigue
ofreciendo muchas veces los mismos sacrificios, aunque éstos nunca
pueden quitar los pecados". Hay una gran diferencia entre la sangre de
animales y la sangre de Jesús. La sangre de bueyes y machos cabríos no
pudieron nunca quitar el pecado. Ellos solamente cubrieron el pecado.
Versículo 12, " Pero Jesucristo ofreció por los pecados un solo sacrificio
para siempre, y luego se sentó a la derecha de Dios ".

TU PASTOR Y AMIGO MAURICIO LONDOÑO DIAZ


¿Qué pudieras posiblemente hacer para justificarte a ti mismo cuando
pecas o pierdes a Dios? puede ser pecado voluntarioso, o pecado habitual o
simplemente perder a Dios. ¿Qué pudieras tú hacer para justificarte a ti
mismo ante Dios? Él es nuestro cargador de pecado; Él pago el sacrificio
supremo por el pecado. El verdadero arrepentimiento simplemente significa
volverse de regreso a Dios cuando pecas, y tener fe en Su sangre, sabiendo
que tus fallas están siendo cuidadas por esa única ofrenda. Sí mi fe y mi
esperanza y mi confianza están en lo que yo pueda hacer, estoy en un
verdadero problema. Pero sí mi fe y esperanza están en él y en lo que El es
capaz de hacer en mi, entonces puedo aprender como volver al Espíritu del
Cristo resucitado dentro de mi. Yo puedo aprender a fluir de mi espíritu y tener
confianza en mi espíritu que yo pueda hacer todas las cosas- no desde el
esfuerzo propio, sino a través de Cristo quien habita dentro de mi, y quien me
capacita y me da energías para hacer Su voluntad. A causa de la sangre
podemos estar en Su presencia sin ningún sentido de pecado, o culpa, o
condenación. Jesús dijo, "Sin mi tu no puedes hacer nada", pero cuando tu
te das cuenta que tu le tienes a El habitando dentro de ti y tu conciencia está
llena con esa realidad, tu puedes hacer cualquier cosa que El te pida hacer.
Cuando te das cuenta que El quiere vivir y expresarse El Mismo a través de ti,
El quiere sanar al enfermo, ministrar vida y ver el cambio en las vidas de la
gente, tú empezarás a fluir en Su Espíritu y moverte en Dios como siempre has
deseado.

Colocamos mucho énfasis en nuestra conducta más que en el desarrollo de


nuestra fe en la palabra. Queremos tan desesperadamente ser íntegros ante
Dios. No queremos pecar en nuestra vida, no queremos perder a Dios. Tu
conciencia siempre te condenará cuando trates de justificarte ante Dios por tu
conducta, porque no estás teniendo una fe simple en lo que Jesús ya ha
cumplido por ti.

Hebreos 10:16-17 " El pacto que haré con ellos después de aquellos
días, será éste, dice el Señor: Pondré mis leyes en su corazón y las
escribiré en su mente Y no me acordaré más de sus pecados y
maldades."

El pecado nunca ha sido un problema para Dios. Por años, cuando yo estaba
luchando para vencer el pecado como un cristiano con malos hábitos, y
viviendo esa vida derrotada, el pecado parecía ser un problema
verdaderamente grande. Eso era la razón por la que no podía ser libre. El
pecado no es el problema. Dios dice que El escribirá Sus leyes en nuestros
corazones y nuestro pecado y la iniquidad El no los recordará más. Si tu has
sido limpiado en la sangre de Jesús y tu tienes un corazón para Dios, El ni
siquiera ve tu pecado. El se rehúsa a verlo. El simplemente te amará, y te
ministrara y se alegrará y alimentará, hasta que tu espíritu sea fortalecido y
crezca. Tu espíritu empezará a fluir dentro de tu mente y limpiarla de la
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condenación y la culpa, y tu empezarás a tener tu mente renovada así que tu
pensarás como Dios. No tendrás sentimiento de miedo o incomodidad para
hacer la voluntad de Dios. El Espíritu de Dios dentro de ti fluirá dentro de tu
voluntad natural y la hará sumisa para hacer su voluntad. Tu voluntad natural
no puede someterse a Dios, aunque tu puedes desearlo. Yo conozco cuan
miserable te sientes sí tu eres un cristiano que esta cautivo por una voluntad
no sumisa que quiere hacer muchas cosas contrarias a tu nueva naturaleza. Sí
tu no eres capaz de traer tu voluntad natural a la sumisión, no te
descorazones, sino aprende simplemente a tener fe en la sangre de Jesús y en
la habilidad que El pueda darte. Aprende como alimentarte apropiadamente,
alimentarte con la Palabra de Dios cada día de tu vida. Aprende como hablar
de acuerdo a los principios de Dios y Su palabra, y encontrarás pronto que tu
espíritu crecerá y será fortalecido, fluyendo dentro de lo natural, una voluntad
obstinada y llevándola a ser conforme a la voluntad de Dios. Cuando el Espíritu
resucitado del Señor empiece a fluir dentro de la voluntad natural, se volverá
fácil obedecer a Dios. Cuando Jesús comience a vivir Su vida en ti, ella sacará
toda la lucha fuera de la vida cristiana y tu finalmente experimentarás esa
vida abundante que Jesús prometió. Yo puedo hablar, sabiendo que
ciertamente como yo hablo El está hablando dentro de mi. Tan ciertamente
como la unción está dentro de mi, yo puedo abrir mi boca y la gracia es
derramada sobre mis labios cuando Dios fluye hacia fuera, porque El vive y se
mueve y tiene Su existencia dentro de mi, tanto como yo la tengo en El.

Es maravilloso ser un cristiano sin Esfuerzo-Propio. No es difícil ser un


humano; vivimos nuestra vida humana sin esfuerzo; y cuando nuestro hombre
interior es fortalecido, podemos vivir la vida cristiana sin esfuerzo también. No
es difícil para Dios vivir santamente; es solamente difícil para la vieja
naturaleza con su propio-esfuerzo hacer eso. Hay solamente un solo cristiano
real en el universo, y ese es Jesús. A no ser que El venga a vivir dentro de ti, tu
nunca serás capaz de expresar a Dios y vivir Su vida. El debe avivarse dentro
de ti y empezarás a caminar y a moverte. Cualquier otra cosa menor que Jesús
Mismo, avivándose dentro de ti y viviendo el tipo de vida de Dios, es solo
religión. Sí tu vas simplemente a seguir reglas y regulaciones, también
pudieras ser budista, o seguir cualquier otra religión que te enseñará negación
de ti mismo y buenas obras. El cristianismo es nada menos que Dios viviendo,
moviéndose, respirando, hablando y estableciendo Su reino El Mismo sobre la
tierra en la humanidad. Por cientos de años, la mayoría del cristianismo ha
perdido esta verdad, pensando que en nosotros mismos debemos hacer algo.
Pero nunca hemos sido capaces de hacerlo, porque la vida natural humana
recibida en la caída nunca podría vivir el tipo de vida de Dios. La vida humana
debe ser dejada a un lado por el flujo de Dios dentro de ti empujando afuera
esa vieja naturaleza del yo. Es así de simple. Cuando tu aprendes como
alimentarte apropiadamente con La Palabra de Dios, la unción de Dios que
habita dentro de ti empezará a sacar la vida del yo. Aún la naturaleza puede

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enseñar estas cosas. La nueva vida que surge en la primavera saca todas las
hojas viejas que todavía están en el árbol.

¿Puedes tu creer que Dios ni siquiera recuerda tu pecado? ¿Tu crees


en la Palabra de Dios, o tu crees al acusador de los hermanos? ¿Por
qué Dios no recuerda nuestro pecado? Porque el Cordero de Dios ha
quitado el pecado del mundo. Cuando tu pecas, en vez de aceptar
condenación del acusador, recuerda el sacrificio del Calvario. ¿Qué bueno es
el perdón de Dios sí tu lo recibes? Hebreos 10:18 " Así pues cuando
los pecados han sido perdonados, ya no hay necesidad de más
ofrendas por el pecado".

¡NO HAY MAS OFRENDA POR EL PECADO! No hay nada que posiblemente
puedas ofrecer a Dios cuando tú pecas. Porque por la ofrenda de uno él ha
perfeccionado para siempre a aquellos que son santificados. No hay más
ofrenda por el pecado. "Teniendo de este modo, hermanos, valentía
para entrar al lugar santísimo por la sangre de Jesús" Hebreos 10:19.
Cuando tu pecas y sientes condenación, ten la osadía para aceptar el perdón y
entrar a la presencia de Dios. El Lugar Santísimo hoy esta dentro de ti, donde
Dios habita. Dios está adentro de ti, pero la única forma de que podamos
caminar en la realidad de esto y ser portadores de Su presencia en la tierra es
a través de la fe en El, fe en su Palabra, y teniéndolo a El creciendo dentro de
nosotros. Jesús se ha ofrecido El mismo como el Cordero de Dios sin mancha y
ha derramado su sangre. El ha obtenido su redención eterna para nosotros, y
por una ofrenda El nos ha perfeccionado para siempre a los que son
santificados. Tu puedes tener la valentía de entrar dentro de Su presencia y
tener dulce compañerismo con El todo el tiempo que tu desees.

1 Juan 2:1-2 " Hijitos míos, les escribo estas cosas para que no
cometan pecado. Aunque sí alguno comete pecado, tenemos un
abogado ante el Padre, que es Jesucristo, y él es justo. Jesucristo se
ofreció en sacrificio para que nuestros pecados sean perdonados; y no
sólo los nuestros, sino los de todo el mundo"

Lo ideal sería que vengamos a Dios y nunca pequemos voluntariamente otra


vez. Lo que Juan está diciendo aquí es que si tu pecas, no caigas bajo
condenación y acusación del enemigo, porque Jesús es la propiciación por tu
pecado. No necesitamos sentirnos culpables. Sentirnos culpables no nos
limpiará de nuestro pecado ante Dios ni haciendo ningún esfuerzo de nuestra
parte; la sangre de Jesús nos limpia de todo pecado.

¿Tenemos un gran deseo de vencer por vencer?. Si tu naces de nuevo y


has alguna vez experimentado la presencia de Dios en realidad, tu quieres
vencer, Tu has tenido un cambio de naturaleza por adentro y quieres

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complacer a Dios. Tu quieres ser uno de aquellos vencedores. El Libro de
Revelación da muchas promesas a aquellos que vencen.| Leamos:

"Aquel que venza le daré de comer del árbol de la vida" Apoc. 2:7. El
vencedor come del árbol de la vida. Si eres un vencedor, tu literalmente
puedes entrar en la presencia de Dios y aprender como festejarte de Su vida.
Tu puedes experimentar Su vida fortaleciéndote y dándote energía y
capacitándote para vivir su Vida dentro de ti.

"Aquel que venza no será herido con la segunda muerte" Apoc. 2:11.

"Aquel que venza le daré de comer del mana escondido" Apoc.2:17. El


maná escondido es una profundo festejo con Dios. Si tu eres un vencedor, te
volverás muy intimo con Dios, y el empezará a revelar algunas cosas
profundas escondidas a ti que tu no podrías compartir con nadie, cosas que
muy pocos podrían entender. Si eres un vencedor , comenzarás a festejarte en
esas cosas profundas escondidas, los misterios de Dios. El propósito eterno de
Dios empezará a ser ministrado a ti por el Espíritu.

"Aquel que venza y guarda mis obras hasta el final, a él le daré la


autoridad sobre las naciones y gobernara con vara de hierro" Apoc.
2:26. Hay mucho que decir y enseñar hoy sobre la autoridad del creyente,
pero sí tu no eres un vencedor tu no podrás ejercer esa autoridad.

"Aquel que venza, el mismo será vestido en vestidura, (la justicia de


Jesucristo) y no borraré su nombre del libro de la vida" Apoc. 3:5.

"Aquel que venza lo haré un pilar en el templo de Dios, y no saldrá


mas y escribiré sobre el nombre de mi Dios, y el nombre de la ciudad
de mi Dios, la cual es la Nueva Jerusalén, la cual desciende del cielo
de mi Dios, y escribiré sobre El mi nombre nuevo" Apoc. 3:12. Nosotros
hoy somos el templo de Dios, y en vez de ser fracasados, débiles, frustrados,
nos volvemos pilares, llenos de la presencia y de la gloria de Dios. Los
vencedores están en capacidad de liberar la belleza y hermosura de Dios
desde su ser interior. Ellos son capaces de ministrar por el Espíritu de Dios, y
ellos por su hablar empezarán a escribir sobre el corazón de la gente de Dios,
trayendo cambio y restauración. El vencedor es capaz de crear deseo en los
corazones de los hombres y mujeres querer conocer íntimamente a Dios.

Tener el nombre de Dios escrito sobre ti es tener el carácter trabajado dentro


tu ser. Tener el nombre de la ciudad de Dios escrito sobre ti es ser uno con la
visión de Dios, de tener un cuerpo corporativo, levantado junto dentro de su
ciudad gloriosa para expresar todo lo que El es.

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"Aquel que venza le garantizaré una silla para sentarse conmigo en mi
trono, así como yo también vencí y estoy sentado con mi Padre en Su
Trono" 
Apoc. 3:21.

¿Qué es el trono de Dios? ¿Es un asiento literal donde todos nos


vamos a apilar algún día? El trono de Dios es una dimensión, es un estar
consciente de la vida de nuestro Padre Dios tomando pleno control de
nuestras vidas, la cual nos traerá dentro de la autoridad de una vida del reino.

Todas las promesas para el vencedor no son para una vida futura después de
que tu te mueras, sino para que las puedas experimentar ahora.
Acostumbraba a decir que me gustaría ser un vencedor y experimentar todas
las promesas y ser capaz de disfrutar con Dios. Acostumbraba a anhelar tener
el Espíritu de Dios consumirme y llenarme con su vida vencedora. Pero mi
concepto sobre un vencedor era alguien quien nunca fallaba, alguien que no
pecaba, alguien que siempre hacia lo correcto. Sí este es tu concepto, tu
nunca experimentaras ser un vencedor. No puedes depender de tu buena
conducta para ser un vencedor mucho más que de lo que puedes depender en
ser justificado ante Dios. Un vencedor es simplemente alguien que está siendo
transformado día a día, en la vida diaria.

Apoc. 12: 10-11 "Entonces oí una fuerte voz en el cielo, que decía: "Ya
llegó la salvación, el poder y el reino de nuestro Dios, y la autoridad
de su Mesías, porque ha sido expulsado el acusador de nuestros
hermanos, el que día y noche los acusaba delante de nuestro Dios.
Nuestros hermanos lo han vencido con la sangre derramada del
Cordero y con el mensaje que ellos proclamaron; no tuvieron miedo de
perder la vida, sino que estuvieron dispuestos a morir."

Tú puedes estar sorprendido cuán simple es ser un vencedor. La


responsabilidad para vivir La vida Cristiana no está en nuestra naturaleza
carnal o nuestras capacidades naturales. Necesitamos darnos cuenta que es el
Espíritu de Dios dentro de nosotros quien es responsable para vivir la vida
cristiana. Debemos poner nuestra fe, nuestra esperanza, nuestra confianza,
nuestro depósito en El quien es capaz de hacernos parar, y quien es El Único
suficiente en cada circunstancia y cada condición. La responsabilidad por la
vida cristiana no es de mi carne, no es de mis esfuerzos, no está de acuerdo a
lo que yo pueda hacer, sino la responsabilidad está en El quien es capaz de
darme una herencia entre aquellos que están santificados.

Apoc. 12:10, dice, "ahora, la salvación llega", cuando tu lees La


revelación no se pospone al futuro. El libro de Apocalipsis, cuando empiezas a
ver la interpretación espiritual, es un descubrimiento del Cristo dentro de ti. No
lo pospongas a un evento futuro. Ahora la salvación llego. Hoy es el día de la
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salvación. Ahora sí tu escucharas Su voz. Ahora si tu puedes recibir Su
revelación, ha llegado la salvación y fuerza. Ahora ha llegado el reino de
nuestro Dios y la autoridad de Su Cristo.

Hemos visto que cuando pecas, sientes separación de Dios, sientes culpa en tu
conciencia y eres acusado por el enemigo. La sangre de Jesús restaura tu
amistad con Dios, limpia tu conciencia y responde las acusaciones del
enemigo.

¿Cuántas veces has pensado que era por tu esfuerzo que debíamos vencer? La
mente carnal es muy engañosa. Los cristianos están bajo mucha acusación y
condenación, pensando que ellos de alguna manera deben hacer a su carne
obedecer a Dios. Ellos escuchan la acusación, "Tu debes ser como Dios". En
cualquier momento que tú te encuentres a ti mismo luchando para ser como
Dios, tu puedes estar seguro que estas en la carne. Multitudes de cristianos
están luchando en la carne, porque ellos nunca han experimentado que es lo
que Dios les ha hecho ser. Cuando empiezas a experimentar lo que Dios dice
que tú eres, te liberará de las obras de la carne. Como hemos compartido
muchas veces anteriormente, tu eres un vaso para contener y expresar todo y
cada cosa que Dios es. Eso es tuyo no por obras, sino por el don de Dios.
Solamente necesitamos una simple fe en la sangre de Jesús, " Por una
ofrenda El los ha perfeccionado para siempre a los que son
santificados". Tu eres santificado porque tu tienes a Jesús en ti, no a causa
de cualquier cosa que tu hayas hecho. El apóstol Pablo dijo, "Para mi vivir es
Cristo", Jesús está vivo en mi. Para mi vivir es Cristo, para mi caminar por las
calles de mi ciudad es una realidad porque Jesús otra vez camina en la carne
humana. Para mi imponer las manos sobre la gente y ministrarles es dar a
Dios la oportunidad una vez más de tocar la humanidad y traerles
restauración.

Ellos le vencieron por la sangre del Cordero. Ellos no le vencieron por sus
obras, ellos no vencieron por justificar lo que hicieron o por propia justicia, sino
que le vencieron por la sangre del Cordero, por la palabra de su testimonio y
por no amar sus vidas hasta la muerte. La palabra "Vidas" aquí es la palabra
Griega psuche, la cual significa vida del alma, o vida del yo; no significa vida
física.

Ellos le vencieron por la sangre del Cordero y por la palabra de su testimonio.


¿Cuál es la palabra de tu testimonio? Uno de las cosas más importantes
que tu alguna vez hagas como cristiano es edificar un buen testimonio. Tu
vences al acusador por la sangre y por tu testimonio, el cual es lo que crees de
acuerdo a lo que Dios dice en su Palabra. ¿ Cómo respondes al acusador
cuando tu eres acusado? ¿Tu sientes la debilidad y depresión que el
acusador quiere imponerte? Tu debes responder la acusación por la
palabra de tu testimonio. " Por una sola ofrenda El los ha
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perfeccionado para siempre a los que están santificados. El entró una
vez dentro del Lugar Santísimo habiendo obtenido eterna redención
para nosotros" Jesús es mi Sumo Sacerdote; El tomó su Sangre sin pecado,
sin mancha en el lugar santo y nos abolió del pecado para siempre
"Contempla al Cordero de Dios que quita el pecado del mundo" .
¿Como pudiera estar bajo condenación cuando conozco el poder de la
sangre de Jesús? Todo lo que necesito hacer es ser honesto ante Dios. Por
supuesto que fallo; Yo aún hago algunas cosas voluntariamente que yo sé que
no debería. Yo no creo que haya alguno de nosotros que en algún momento no
haga decisiones incorrectas. No estoy justificado porque yo siempre hago las
decisiones correctas. Estoy justificado por la ofrenda de Jesús.

La conciencia de pecado es el sentimiento que tú tienes de debilidad, fracaso,


condenación y de ser inadecuado e incapaz para hacer eso lo cual tu sabes
que Dios quiere que tú hagas. Si pudiéramos disipar la conciencia de culpa,
condenación, pecado de la gente de Dios, ellos revivirían en el poder del
Espíritu. Si pudiéramos dejar de confiar en nuestra carne y tratar de
conformarnos a los estándares de Dios, y simplemente disfrutar de Su Perdón,
comenzaríamos a caminar en el gozo del Señor. Cuando las acusaciones
vienen a nuestra conciencia, simplemente responde con la palabra de tu
testimonio. "Si, yo fallo, Yo aún sabía que no debería hacerlo e hice una
decisión incorrecta en mi voluntad, aún yo tengo la sangre de Jesús".
“Padre por tu gracia y con la ayuda de tu Santo Espíritu habitando No
lo Haré más”. Mi conciencia se vuelve vacía de ofensa, no por que soy justo
sino por que conozco el poder de la sangre. Tengo acceso libre para entrar en
Su presencia valientemente y disfrutarlo en toda su plenitud. ¡OH, cuando te
sientes desesperanzado, cuando piensas que no tienes una
oportunidad, es maravilloso alejar tu mirada de ti mismo y volverla a
la sangre del Cordero, y saber que El es el que carga con el pecado y
tu no tienes que llevar toda esa culpa y condenación!. La sangre
resuelve el problema del pecado, resuelve el problema de la culpa y resuelve
las acusaciones del enemigo. ELLOS LO VENCIERON POR SU TESTIMONIO.
No aceptes la culpa y las acusaciones. Empieza a construir un fuerte
testimonio de acuerdo a la Palabra de Dios, y comienza a confesar estas cosas.
Confiesa y decreta tu perdón y la grandeza de tu Padre y Su habilidad y buena
voluntad para perdonar. El no mira a tus pecados. Sus ojos no contemplaran la
maldad. El ve la sangre de Jesús. Si tu también dejas de mirar el pecado y
mirar la sangre de Jesús, conocerás el poder liberador del Espíritu Santo dentro
de ti para transformarte en "un hijo de Dios". “Porque a los muchos que
Él recibió les dio el poder de convertirse en los hijos de Dios".

Medita sobre estas cosas y pídele a Dios una revelación de estas verdades. No
te concentres en tu pecado y fracaso, sino medita en El quien tiene el poder
para hacerte libre. Si tú entras en un entendimiento de estas cosas, tú nunca
permanecerás bajo condenación una vez más. Inmediatamente cuando la
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condenación viene, responderás con las palabras de tu testimonio de la sangre
de Jesús.

"Y ellos no amaron sus almas (vida) hasta la muerte". Aprende a


apreciar la sangre de Jesús, y entonces tu sabrás como " a través del
Espíritu podrás poner a morir los hechos de la carne". Nunca te
conformarás a Dios a través del Propio-Esfuerzo. La sangre es todo lo que
Dios necesita para satisfacer Su justicia. Tú has pecado y te has alejado de la
presencia de Su gloria, pero la sangre satisface a Dios. Tu conciencia puede
ser condenada pero la sangre la limpia, porque tú confías en la Palabra de
Dios. Tú tienes valentía y confianza, sabiendo que la sangre te limpia de cada
uno y todos tus pecados. Por la palabra de tu testimonio tú testificas estas
cosas y tu testimonio calla la acusación del enemigo. Esto te trae dentro de
una vida plena de gozo y amistad con Dios, porque está basado en la simple fe
en Su Palabra y en su habilidad para hacer que prevalezcas.

¿SÍ DIOS ESTÁ CONTIGO, QUIEN CONTRA TI?


 

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