Universidad de Antioquia Historia de América Latina IV Profesora: Tatiana Pérez Robles
Síntesis del siglo XIX Latinoamericano: Razones y Orígenes
de la Revolución Mexicana Según lo Visto en Clase. El mundo latinoamericano del siglo XIX, después de la independencia de la metrópoli española, toda América comenzó ser gobernada por las ideas liberales surgidas en las revoluciones burguesas del siglo pasado y que de una u otra manera permanecían accionando en el ámbito político, como la Revolución francesa o la independencia de las trece colonias (USA), las cuales habían surgido como una necesidad de romper los viejos vínculos feudales entre los grandes comerciantes burgueses y la aristocracia o casas nobiliarias gobernantes, en especial las absolutistas, las cuales habían privado de ciertos beneficios particulares a una clase que emergió y tomo fuerza a lo largo de la Edad Moderna, la burguesía. En este contexto Latinoamérica asumió su autonomía política después de las guerras de independencia, personajes que en la colonia se habían visto impedidos para ocupar el cargo de presidente de una real audiencia o ser virreyes, ahora con la independencia se habían desecho de estas limitaciones impuestas por la ilustración de corte europea racionalista que hacía a los americanos seres inferiores. Los criollos, con un amor hacia el orden colonial iglesia y monarquía, decidieron deshacerse de la segunda con la ayuda de estas ideas liberales que tomaron con matices particulares, las cuales promovían libertad, igualdad y fraternidad que se había propuesto en el caso de Francia, pero esto con cierto cuidado porque la libertad e igualdad solo era para ciertos sectores, o una libertad comercial como se refleja Estados Unidos, los cuales emplean el liberalismo que asimilaron de su antigua metrópoli para poner en marcha un proyecto comercial nacional e independiente a las pretensiones del Reino Unido, con lo cual lograron llevar un proyecto de construcción de naciones independientes en territorio Americano, todo esto con el fin de alcanzar el progreso. Los criollos blancos, acaudalados, que habían podido acceder a educación en la época colonial, los mismos que habían servido para la monarquía con tanto amor por su lejana patria, se vieron enfrentados a este problema, la creación de naciones donde el rey ya no podría poner trabas en la administración política, y para fundamentar esta soberanía en el pueblo, termino novedoso que sería usado para dar cohesión a lo que en la colonia fueron todos los vasallos del rey. La forma de dar constancia de esto fue la redacción de las constituciones donde establecen claramente quien es ciudadano y quien no, además establecen de manera teórica los límites de las emergentes naciones en los términos que habían sido dispuestos por la administración monárquica, son estos el virreinato de la Nueva España (México), el de la Nueva Granda ( Colombia, Ecuador, Panamá), el de Rio de la Plata (Argentina), el del Perú, junto con las capitanías generales como lo son las de Venezuela y Chile, que eran enclaves más militares que administrativos debido a su condición de frontera, o presencia de personas que permanecieron reacias a el dominio monárquico y de la iglesia a lo largo de la colonia. Aunque el sueño de Bolívar fue unificar América bajo una sola bandera, su sueño fue realmente utópico debido a las grandes diferencias que se presentaban entre sus compatriotas, los cuales se dedicaron a defender los intereses regionales y particulares que terminaron por dar forma a las naciones que encontramos en la actualidad. La Latinoamérica de la primera mitad del siglo XIX, termino por dar origen a dos ideologías políticas o maneras de penar en los independientes criollos, la liberal, la cual se utilizaba a los principales autores europeos del momento para aplicarlos a su contexto, donde priman las ideas de libre comercio, la desaparición del poder de la iglesia sobre los asuntos políticos y la necesidad de hacer cambios radicales que lleven al progreso. Por otro lado están los conservadores, los cuales dedicaron su vida a defender la familia y la primacía de la iglesia en los asuntos políticos. Entorno a estas ideas, se crean estados-nación en Latinoamérica, donde el caudillaje sobre sectores de la población que para los blancos criollos estaban descalificados para ser ciudadanos, por lo tanto debían entregarse de una manera u otra a las decisiones de la élite hasta que tenga la educación suficiente que les permita asumir su responsabilidad política, pero esto a muy largo plazo. Pero el asunto más inquietante es el de las tierras, donde la élite dominante trata de promover la colonización de tierras baldías, es necesario que un Estado en quiebra después de una guerra de independencia busque recursos para subsanar las deudas, para lo cual necesitan poner a producir las antiguas tierras realengas que en la colonia la administración española no había ejercido presencia estable y contundente, o hasta una autoridad completamente inexistente. Pero en muchas de estas tierras los campesinos se habían establecido de manera espontánea, es decir, que abrían monte o se establecían en tierras fértiles y ejercían agricultura de subsistencia, pero el Estado en este sentido fue en una primera parte un recurso para pagar a las personas que participaron en las guerras de independencia con tierras baldías, las de las cuales la mayoría de las veces no tenían un conocimiento de lo que había en dichas zonas, lo cual provocó malestar que trajo consigo movimientos sociales que se debieron a múltiples casos donde estos nuevos propietarios, corrían de sus tierras ya dispuesta para la explotación agrícola o ganadera a los colonos espontáneos, los cuales habían aplicado su mano de obra para convertir el monte baldío en su hogar, en el cual escapaban de la miseria, poca salubridad y hacinamiento de ciudades, que pocos cambios tuvieron en comparación con las del siglo XVIII, en todo el XIX. Los disgustos latinoamericanos no se hicieron esperar, de hecho, desde la colonia lo movimiento sociales ya habían tenido su lugar, en los cuales los participantes miembros de la “plebe”, habían manifestado a el monarca su enojo con el “mal gobierno”, pero al mismo tiempo aclamando y alabando el nombre del rey, donde lo que buscaban era una disminución en las tributaciones que la corona exigía sobre distintos productos, más no una conciencia o necesidad de tomarse o alcanzar un cambio en el orden político. Pero ya para el siglo XIX, la protesta se torna contra la élite terrateniente que se dedicó a acaparar las tierras y convertir a sus antiguos propietarios en arrendatarios que trabajan para un señor a cambió de permanecer en sus tierras. A esto es a lo que se oponían los movimientos sociales, el rechazó a el sometimiento, a la pérdida de su sustento que es la tierra que produce el alimento de un pueblo mayoritariamente campesino mestizo e indio en toda Latinoamérica. En particular el caso mexicano es un ejemplo de estos, donde la consigna exigida por el pueblo fue “tierra y libertad”, esta exigencia da evidencia del disgusto de la clase popular en contra de la dictadura de Porfirio Díaz, el cual instauró su dominio como una necesidad de alejar a la “chusma” de las esferas del poder, integrar a los indios y convertirlos en ciudadanos ideales iguales a los demás, mediante la abolición de resguardos y tierras comunales para que estos se integren a un proyecto nacional de producción, al igual que con las demás castas que fueron víctimas del acaparamiento de tierras y el desplazamiento forzado por ejércitos particulares apoyados y respaldados muchas veces por los intereses del Estado, con el de centralizar el monopolio del poder en las manos de unos cuantos particulares criollos que ejercerían el comercio con el mercado internacional, debido a que lo que se busca con estas reformas y cambios en la administración es el progreso. Esto es lo que crea el carácter más reformista que revolucionario de la Revolución mexicana, la cual surge como una reacción al Porfiriato exigiendo el reconocimiento de los derechos de sobre la tierra de los campesinos que la trabajan y la libertad de no estar sujetos a un señor latifundista que restrinja sus actividades económico-productivas, además que no se imponga la voluntad de un dictador sobre una mayoría india y mestiza como era México, incluso actualmente. Esto se ve reflejado en el origen de los líderes de esta revolución, los cuales ya no eran blancos con cargos de generales galardonados por el gobierno oficial, sino campesinos y bandoleros, los cuales desde la colonia habían olvidados por el estado, o simplemente reacios al poder estatal y a la tributación. Es aquí donde surgieron personajes como Emiliano Zapata, un campesino que por medio de las armas busca promover una revolución con esta particular e innovadora consigna, la cual defendió y termino por llevarlo a su muerte, al igual que el tan mencionado Pancho Villa, un bandolero conocido como el centauro del norte que se dedicaba a asaltar trenes a vapor en la zona aledaña a la frontera con Estados Unidos, personaje que también luchó hasta la muerte por su causa, el punto está claro, la reforma que estos buscaban era la integración de las clases bajas a la construcción del proyecto nacional, del cual habían permanecidos aislados por los particularismos de los intereses de la élite conservadora y liberal que se habían aliado para alejarlos del poder. Así se termina el pueblo mexicano que no había sido tenido en cuenta alcanzando una reforma donde ya la libertad e igualdad fue más equitativa, junto con las reformas que promovían una educación para las clases bajas, el reconocimiento del factor importante componente étnico y cultural del territorio donde ya el referente no era el blanco, sino que estas clases que habían sido olvidados pasaran a hacer parte de la ciudanía mexicana y una preocupación del Estado en los asuntos políticos y económicos que estos sectores bajos de la población sean escuchados para evitar su atropello y violación de sus derechos, todo esto indica una solidificación nacional de México, que incluso adoptó el lema de la Revolución mexicana en su bandera.