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Juan Esteban Cardona López

Universidad de Antioquia
Historia General IV
Profesor: Joan Manuel Largo Vargas

Reseña Crítica Sobre el Libro: La Gran Guerra (1914-1918)


de Marc Ferro.
El libro del historiador francés Marc Ferro, discípulo de los famosos Pierre Renouvin y
Fernand Braudel, a los cuales se hace referencia en la introducción de su obra, habla
sobre los previos trabajos de su maestro Renouvin, quien precisamente se encargó de
elaborar el prefacio a este libro que habla sobre uno de los temas más trascendentales
del siglo XX, la Gran Guerra. Para dar sentido a este trabajo, éste historiador hizo lo
propio llevando a cabo la crítica de fuentes, en la cual utilizó “documentos
parlamentarios porque la tribuna resultaba con frecuencia más libre que la prensa”,
este argumento dado por su maestro, trata sobre un problema que Marco Ferro enmarca
como que va tomando fuerza, junto con la cuestión nacional que se había ido
construyendo desde el siglo XIX, donde la literatura ya había mostrado su carácter
nacionalista, por lo cual los periódicos poseían este tinte, y más aún en los periódicos
anteriores a la guerra donde se necesitaba un efecto preciso sobre la masa era necesario,
llevarlos a la guerra por su nación. Esto hace que sea pertinente dicha afirmación,
indicando el uso de otras fuentes, como la propaganda de los grupos de presión, las
corrientes de opinión, las huelgas políticas, informes de servicios administrativos y de
policía.1
Primero es necesario hacer mención de la metodología utilizada por el autor para
exponer sus ideas, la obra es de lectura comprensible y explicativa, esto se debe a que el
autor aborda las temáticas en un orden cronológico, en el cual inicia dando el contexto
sobre cómo antes del estallido de la Gran Guerra, las naciones que se vieron envueltas
en este conflicto ya tenían unas ciertas características que dan la razón al problema de
manera detallada, mucho más que solo explicar su inicio desde el asesinato de un
archiduque. El autor, para dicho efecto da una cantidad de factores que abordan el
imaginario colectivo de las naciones beligerantes, y como se había constituido la razón
que llevó a estos hombres a sostener “una guerra de defensa patriótica y, por
consiguiente, justa; y, en cualquier caso, una guerra ineluctable”2, la cual no fue corta,
a pesar de la creencia de sus participantes de que volverían pronto a casa, pero en
realidad no fue una aventura, sino un deplorable estancamiento en la miseria de las
trincheras, el autor además de esto aclara que éstas personas que participaron en el
conflicto buscaban encontrar una revolución o un cambio en su miseria nacional.
La forma en que el autor explica sus planteamientos escogiendo temas específicos
contrastándolos en las diferentes naciones, dando a conocer las motivaciones que se
encuentran evidentes en las producciones literarias de la época, las cuales eran
utilizadas para formar las características que se da a cada cuestión que él rastrea, no solo
1
Ferro, Marco. La Gran Guerra (1914-1918). (España; Alianza Editorial, S. A. Madrid, 1970. Prefacio.
2
Ibídem. Página 28.
echa mano de la prensa y demás producciones del mundo diplomático, sino también
citando cantos que promueven la rivalidad nacional, novelas escritas por literatos que se
inspiraban en su nación participando en una “guerra imaginaria”3 e inclusive de fuentes
orales de perdonas que estuvieron presentes en este periodo que dan evidencia de un
fenómeno en general. Lo que el autor trata de mostrar con esta comparación, es mostrar
el ideal que tenían la mayoría de los participantes sobre la guerra, la cual se había
quedado atascada en una mentalidad caballeresca de ir a al campo de batalla y no en la
cruda guerra industrial que caería sobre sus cabezas.
Es interesante apreciar las reacciones de los Estados analizándolos desde su crecimiento
económico, junto con el mercado mundial y las aspiraciones imperialistas que llevan a
los hombres a enfrentarse por algo que no es tangible, un sentimiento. Además,
pareciera que la masa no le importara la desgracia que la Gran Guerra significó, para
que después de la ésta los excombatientes se sentirán orgullosos de decir que la
“defensa de la patria, y la guerra que habían hecho era una guerra justa”4, esto da
evidencia del lavado masivo de cerebro, o más bien el control psicológico que existía
sobre la población, un efecto que incluso se postergará hasta conflictos posteriores,
como bien lo indica el autor, la Segunda Guerra Mundial y la Guerra Fría, las cuales
encuentran sus orígenes formulándose desde estos primeros escenarios, este es un
valioso aporte que nos permite apreciar y analizar la historiografía como un procesos
gnoseológico.
En general, el libro lleva de una forma argumentada todo el proceso de la guerra hasta
su final, explicando los campos de batalla, uno novedoso es la guerra de submarinos, en
el cual se hace referencia a el hecho que ocurrió en 1915 a el torpedo que fue disparado
contra el barco a vapor Lusitania, en el cual viajaban “numerosos viajeros
americanos”5, lo cual dio paso a que naciones que habían estado neutrales empezaran a
tomar una posición frente a los bandos, en especial en contra de Alemania. Este
mecanismo de hundimiento de barcos a vapor, es uno de las formas de presionar a los
enemigo evitando el avituallamiento de los ejércitos por vía marítima.
Otro aspecto llamativo, es el los derecho de gentes que los beligerantes reclamaban a
sus adversarios, es curioso ver como las naciones tratan de promover unas reglas de
combate y algo interesante es el punto de una la petición alemana que demanda prohibir
“la utilización de pueblos no civilizados en guerras europeas”6, que se ve reflejado en el
uso de los hindúes por parte de los ingleses, o cualquier tipo de enrolamiento militar
llevado a cabo por las potencias coloniales en las tierras africanas, estas personas que
fueron sacadas de sus tierras natales para ser enviados a una zona de muerte, para morir
luchando por una nación a la que nada debían, de todas formas, el libro está lleno de
anécdotas que dan evidencia del accionar del imperialismo que venía compitiendo,
poniendo a prueba el accionar de un largo siglo XIX caracterizado por el desarrollo
tecnológico e innovación, para terminar siendo cerrado con una violenta guerra.
El libro es muy valioso para realizar trabajos sobre el final del siglo XIX y el inicio del
XX, debido a que en el podemos evidenciar la lógica en que se movía el mundo
3
Ibídem. Páginas 60-72.
4
Ibídem. Página 17.
5
Ibídem. Página 196.
6
Ibídem. Página 222.
occidental para dicho periodo, en el cual Europa dejó de ser el centro del mundo, y
sobre todo, es algo digno de recordar y no de replicar, es evidente que en la actualidad
las fuerzas políticas se encuentran un poco tensas, y la Gran Guerra es un evento que
nos recuerda que la vida no vale una cultura impuesta, una bandera o una etnia, y que en
ninguno caso hay razón para justificar la agresión al prójimo y menos por sentimientos
patrios, democráticos o religiosos, pero a pesar de todo esto, muchas personas solo
entienden los conflictos pasados como simples hechos aislados que nada tienen que ver
con el mundo que habitan, le presto un especial cariño a esto, debido a que en mi
formación primaria y secundaria tuve una muy vaga ilustración sobre el tema que la
obra de Ferro explica con pelos de detalle, el contexto, las problemáticas y el desarrollo
mismo de la guerra. Es evidente que el utillaje metodológico utilizado por el autor y la
forma de exponer sus ideas, puede ser aplicado para en el análisis de conflictos
latinoamericanos, los cuales evidentemente siempre han estado constantemente
bebiendo de todas las cosas que ocurren en Europa, por lo tanto sería pertinente
referenciar el texto para incrustar un proyecto local en un contexto general para poder
entender que estaba pasando en el mundo y aplicarlo a lo particular.

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