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5 consejos y 5 actividades para

fomentar el pensamiento crítico en


el aula
 VICENS VIVES · 22 DE MARZO DE 2018

Con la entrada de las nuevas tecnologías, tenemos infinita información a la que acceder

gratuitamente. La pregunta es, ¿los alumnos son capaces de discernir entre la

información que es relevante y la que no? ¿Diferencian aquellas fuentes que son

fiables de las que no? ¿Saben tomar decisiones? ¿Tienen una opinión propia basada en el

contraste de la información? ¡Si crees que debemos dotar a los alumnos de

habilidades y herramientas para que desarrollen un pensamiento crítico, ¡no

dejes de leer!

Cada vez se hace más necesario dotar a nuestros alumnos de recursos para desarrollar la

capacidad de aprender a aprender. Para ello, el pensamiento crítico es una

competencia imprescindible, ya que implica un conjunto de capacidades para

saber analizar, reflexionar, comparar, discernir, explicar, decidir, etc. sobre la

información a la que accedemos.

Sin embargo, es habitual que la educación se siga centrando únicamente en los contenidos y

deje de lado el desarrollo de habilidades enfocadas a poder trabajar dicha información

correctamente, lo que permitiría un aprendizaje más significativo. 

Si quieres fomentar el pensamiento crítico en tus alumnos, empieza a proponer actividades que

les hagan pensar de verdad. Para ello el docente debe seguir algunas premisas:

 Promover preguntas para pensar. Existen preguntas abiertas que permiten a los

alumnos expresar sus opiniones, que les obliga a comparar diferentes fuentes, a

posicionarse, a explicar qué han entendido. ¡Sólo es necesario hacer las

preguntas pertinentes!

 Dar tiempo. ¡No permitas que el silencio que se produce cuando preguntamos, te

incomode! Da tiempo a los alumnos para reflexionar y responder y


proporciona las herramientas que sean necesarias para que busquen sus propias

respuestas.

 Utilizar metodologías activas. Las metodologías donde el alumno es un

protagonista pasivo harán que escuchen y vuelvan a repetir aquello que se ha explicado.

Sin embargo, con estrategias como el estudio de casos, el aprendizaje

basado en proyectos, en problemas o el flipped classroom despertarás el

interés, motivación y curiosidad por aprender. Además, el trabajo en equipo

inducirá a los  alumnos a compartir opiniones, discutir, decidir, buscar información,

discernir, etc. para construir una respuesta final.

 Fomentar un clima de confianza y relajado. Si en el aula fluye un buen

ambiente de aprendizaje, los alumnos se sentirán cómodos para opinar, para

equivocarse, para compartir…¡Es en ese momento en el que se produce el

verdadero aprendizaje!

 Favorecer un aprendizaje autónomo. El rol del docente debe ser de

acompañamiento en el proceso de aprendizaje de los alumnos. De este modo, los jóvenes

deberán construir su propio conocimiento y, en caso que no entiendan algún contenido,

pedir ayuda a sus compañeros o a su docente. Éste último, deberás intentar explicar

sin dar respuesta, sino haciendo más preguntas que ayuden a los alumnos a

reflexionar y encontrar su propia respuesta.

Algunas actividades que puedes poner en práctica son:


 Los dilemas morales. En esta dinámica se presenta una breve narración con una

situación problemática que plantea un conflicto de valores. Los alumnos

deben posicionarse y responder qué harían en dicha situación según su

escala de valores. Con esta actividad, los estudiantes pueden reflexionar acerca de

sus propios valores, decidir cuál será su acción definitiva y argumentar el porqué.

 Análisis y comparación de noticias. Analizar y comparar una noticia desde

diferentes perspectivas ya sea con diarios, distintos canales de televisión, la radio… Esto

puede ayudar a que los alumnos construyan su propio conocimiento, partiendo de la

reflexión y el contraste de diferentes fuentes.

 Debates. Se puede plantear un debate a partir de la lectura de un libro, de un artículo,

de la visualización de un vídeo, de una situación conflictiva en clase, etc. El debate permite

que los alumnos, después de analizar una información, argumenten la posición que

han escogido.

 Role-Playing: Esta actividad consiste en representar una situación de

conflicto cognitivo y consensuar con el grupo una solución. Con ello, los

alumnos deberán discutir cuál es la mejor solución, argumentarla, y representarla al resto

de la clase para que estos puedan opinar si ellos lo hubiesen solucionado igual o de otra

forma.

 Preguntas, preguntas y más preguntas: Haz preguntas curiosas que motiven a

los alumnos a pensar y reflexionar.

¡Si te ha interesado este tema, no te pierdas la charla de Melina Furman, doctora en ciencias de

la educación y bióloga, que genera propuestas educativas para fomentar un aprendizaje basado

en la lógica, la curiosidad a la vez que promueve la creatividad y el espíritu crítico!

¿Te animas a desarrollar el pensamiento crítico con tus alumnos? ¡Adelante! ¡Y no dudes en

compartir tus propuestas educativas sobre cómo desarrollar el pensamiento crítico en el aula!

También puedes echarle un vistazo a  La importancia de la lectura para desarrollar el


pensamiento crítico,  Cómo desarrollar el pensamiento histórico con niños de primaria
5 propuestas para educar el
pensamiento crítico en la era de la
posverdad
 VICENS VIVES · 19 DE SEPTIEMBRE DE 2019

El pensamiento crítico está a la orden del día y como no puede ser de otra manera, también

está muy presente en los retos educativos. La capacidad de análisis, de razonamiento y

posicionamiento y la habilidad de formular nuevas preguntas son las aptitudes que buscamos

enseñar a los jóvenes en una sociedad compleja y con acceso a un gran volumen de

información para discernir.

Acumular conocimientos e información no es suficiente para cubrir estos objetivos. De la teoría

a la práctica, es imprescindible que el docente promueva el pensamiento crítico como

una manera de actuar: evitar ofrecer respuestas directas a las preguntas de los alumnos y

servir de modelo ante la resolución de problemas, pensar en voz alta y tener una mente abierta

y honesta dispuesta a reconsiderar todo.

Además de ser una actitud transversal dentro del aprendizaje, es necesario invertir tiempo en

desarrollar el pensamiento crítico. Cualquier situación de aprendizaje es un buen

espacio para para plantear problemas cotidianos e identificar el problema, hacer una lluvia de

ideas sobre las posibles soluciones, pensar las ventajas e inconvenientes de cada una de ellas y

decidir cuál es la mejor opción final.

Para entrenar este procedimiento es interesante proponer actividades que sirvan de espejo

para verse reflejado y a la vez, pensar nuevas y mejores situaciones utilizando la

creatividad.

Actividades para fomentar el pensamiento crítico


A continuación te proponemos algunas actividades con las que fomentar las claves

del pensamiento crítico: interpretar y relacionar la realidad, pensar en clave de comunidad


y con humildad, atreverse señalar lo que no es justo y posicionarse, razonar las consecuencias y

evitar “el principio de autoridad”.

Es decir, no utilizar grandes referentes sino pensar y crear un pensamiento con modelos de

aprendizaje más autónomos.

 Analizar imágenes, fotografías y lenguaje no verbal

Para fomentar el aprendizaje más allá del lenguaje verbal, acercarse a las formas del arte y el

movimiento promoverá entender con mayor profundidad y de forma transversal los

acontecimientos sociales y culturales de todo el mundo.

No te resistas a las redes, ¡aprovéchalas! Es una fuente de imágenes y de contenidos para

interpretar. Observa los detalles en que se fijan los alumnos e interpretad el contexto.

 El juez y el jurado

Propón por grupos nuevas leyes y pide que expongan sus argumentos frente al grupo. ¿Por

qué son necesarias? ¿Todos estamos de acuerdo? ¿Cómo se llevará a cabo? Finalmente, decidid

conjuntamente qué adoptar o bien inventad juntos una norma justa para todos.

 Interpretamos las palabras

Esta actividad está pensada para comprender los conceptos de forma crítica y más

profunda. El alumno tiene que buscar un concepto en el diccionario y después valorar qué

significa para él este concepto, pidiendo que lo aplique en algún ejemplo de forma espontánea.
Este ejercicio permitirá enseñarle a comparar y contrastar significados, preguntarle en

qué se asemejan y se diferencian dos conceptos, con la posibilidad incluso de extrapolarlo a dos

personajes o dos historias.

 Verdad, mentira o ninguna de las dos?

Más necesaria que nunca, la capacidad de discriminar la fiabilidad de un texto se ha

convertido en una competencia esencial. La era de la llamada “posverdad” se nutre de grandes

masas de información falsa que circulan a gran velocidad y se aceleran con cada “eslabón” de la

cadena -cada usuario- que comparte o reacciona con un like.

El pensamiento crítico tiene que ser un instrumento capaz de separar, discernir (eso de hecho

significa el verbo griego krínein de donde proviene) entre lo verdadero y lo falso. Por eso te

proponemos el análisis de noticias, comparando el tratamiento de la misma noticia en

varios medios.

Intenta ofrecer algunas indicaciones antes: buscar las fuentes de los datos que aporta,

evaluar la autoridad de la web o el medio (¡sin caer en el «principio de autoridad»!), o separar la

crónica de los hechos del juicio de valor. Gamifica la actividad y utiliza herramientas como

el juego interactivo iReporter de la BBC, que persigue dotar los jóvenes de capacidad crítica

ante las noticias.

 Del debate al diálogo

La degradación de la palabra en manos de las tertulias parece imparable y se ve reflejada

en toda la sociedad, desde los parlamentos políticos a las pequeñas reuniones familiares. Más

grave todavía es cuando se trata de la palabra pública, el “logos” compartido en el dia-logos.

La palabra y el pensamiento tiene que ir de un lugar al otro. En este sentido, tenemos

que enseñar más a dialogar que a debatir: este es competitivo y solo busca imponerse.

El logos es real pero invisible y lo tenemos que compartir para llegar entre todos a una idea

consensuada.

Prueba a hacerlo visible con un objeto en la mano que permita hablar solo a quien lo tiene.

Busca dilemas morales como el famoso dilema de Heinz, así como temas


controvertidos y de actualidad, donde los alumnos aprendan a verbalizar los argumentos

de su postura y también del resto.

¿Conoces más actividades para fomentar el pensamiento crítico? ¡Comparte tus ideas con

nosotros!

Si te gustaría saber más, no te pierdas 5 consejos y 5 actividades para fomentar el pensamiento

crítico en el aula o El gran reto, despertar el pensamiento crítico en el aula.

El gran reto, despertar el


pensamiento crítico en el aula
 VICENS VIVES · 22 DE ENERO DE 2019

Todo el mundo habla de ello, pero ¿qué es y cómo despertar el pensamiento crítico en

el aula? Richard W. Paul lo definió como “el modo de pensar en el que mejoramos la calidad del

pensamiento al apoderarnos de las estructuras inherentes del acto de pensar y someterlas a

estándares intelectuales”.         

En otras palabras, debido a que es un pensamiento disciplinado y autodirigido capaz

de corregirse y mejorar, está estrechamente relacionado con el aprendizaje y la educación.      

En la actualidad, el debate sobre el cambio de paradigma de la educación está abierto en

muchos aspectos, pero hay una cuestión en la que la mayoría de profesionales coinciden: si la

enseñanza se reduce a la acumulación de contenidos, el aprendizaje nunca será

profundo.

La interpretación de datos necesariamente aplica conceptos abstractos para poder

entender el contenido de manera profunda, herramientas que nacen precisamente del

pensamiento crítico.    

Es decir, si eres capaz de despertar el pensamiento crítico en el aula estarás fomentando

la capacidad para formular preguntas (más aún que para responderlas) y resolver

problemas. En definitiva, la madurez intelectual.


¡Y muy importante! Movilizarás habilidades de pensamiento que permiten vincular

conocimiento y práctica: saber para actuar correctamente. Lección llegada directamente

de Sócrates atravesando 2500 años de historia.  

6 claves para despertar el pensamiento crítico en el aula


El objetivo de despertar el pensamiento crítico en el aula es formar personas independientes,

curiosas, humildes y perseverantes frente a cualquier obstáculo. Por eso te ofrecemos algunas

claves que desarrollen competencias transversales y aplicables a cualquier área.  

 Un ambiente adecuado

Puede parecer obvio y por eso mismo lo puedes olvidar. Y si olvidas este punto al principio,

después será muy difícil corregirlo.

Lo primero que necesitas para despertar el pensamiento crítico en el aula es un ambiente

propicio, en el que las normas sean compartidas y consensuadas como reglas de

juego. No te preocupes por dedicar a eso el tiempo que sea necesario.   

 Dibujar el pensamiento

En la educación primaria y especialmente en el ciclo superior (a partir de los 10 años), resulta

muy efectivo invitar a los estudiantes a dibujar o utilizar fotos para analizar conceptos

abstractos. Eso les permitirá materializarlos y descubrir ideas y matices nuevos.  

Puedes organizar un trabajo en grupos reducidos (2-3) en el que tengan que dibujar u

organizar en un collage de fotos, por ejemplo, esas normas consensuadas en el punto anterior.

Después, pídeles que verbalicen por qué han dibujado o elegido esas fotos para representar

cada norma.

       Fomentar el diálogo

También el diálogo alimenta el pensamiento crítico y este lo necesita para

ponerse a prueba, pero no siempre es fácil que en un grupo sea participativo por igual. La

disposición en el espacio es importante y las estrategias para fomentarlo también.

Prueba a cambiar la disposición de los alumnos y si hablamos de alumnos jóvenes, utiliza

objetos mediadores que permitan hablar, para que se respeten los turnos de palabra.     
Con eso estarás sentando las bases de una comunidad de investigación en pequeño.

Pero para que eso tenga continuidad en el tiempo, necesitarás un horizonte. Es decir, un

proyecto.   

 Elaborar un manual para pensar

A pensar se aprende, y si hablamos de enseñar a utilizar el pensamiento crítico en el aula con

más razón. Por eso es muy recomendable que entregues un guión con pasos para su

aplicación en la resolución de problemas:

Definir con claridad objetivos y dificultades, decidir qué conocimientos necesitas y dónde los

puedes encontrar, analizar la información, qué limitaciones existen…                     

Deja que el propio guión lo analicen y critiquen. ¡Quizás lo pueden mejorar!      

 Proyectos de investigación   

Para poder llevar a cabo un proyecto los alumnos necesitarán aplicar todas las herramientas

que ofrece el pensamiento crítico, como el análisis o la argumentación.

Por eso es tan interesante diseñar proyectos a largo plazo que involucren varias

asignaturas y obliguen a analizar la propia experiencia y someterla a un plan estratégico.    

 La mirada sobre la información

Un ejercicio excelente y cada vez más necesario es el de analizar las publicaciones de

medios de comunicación digitales, como una manera de aprender a ser conscientes de que son

los lentes a través de los cuales miramos (y distorsionamos) la realidad.     

Para eso, puedes proponer un ejercicio que siga varios pasos: clasificación del tipo de

publicación, análisis de los argumentos, verificación de la información y contrastación con otras

fuentes, y conclusiones finales.       

¿Ya te has propuesto inculcar el pensamiento crítico en el aula? ¡Comparte con nosotros tu

experiencia!
Si te ha resultado interesante seguro que sabrás sacar partido a 5 consejos y 5 actividades para

fomentar el pensamiento crítico en el aula o La importancia de la lectura en el desarrollo del

pensamiento crítico.

La importancia de la lectura en el
desarrollo del pensamiento crítico
 GERMÁN SÁNCHEZ PARDO · 14 DE FEBRERO DE 2017 ·COLOMBIA

El pensamiento crítico constituye una de las inquietudes que con mayor interés se debate en

los foros académicos, ocupados de los procesos de aprendizaje en los tiempos actuales. En qué

consiste y cómo enseñarlo son preguntas en las que investigadores y educadores no se han

puesto de acuerdo.

En lo que sí ha habido un consenso es en la necesidad de formar estudiantes más

autónomos y creativos en todas las ramas del saber, dotados de habilidades del

pensamiento que les permitan relacionarse con los conocimientos y la realidad con un criterio

propio y, por lo tanto, más libre.

Lectura y pensamiento crítico

Peter A. Facione define al pensador crítico como “una persona habitualmente

inquisitiva; bien informada, que confía en la razón; de mente abierta; flexible; justa cuando se

trata de evaluar; honesta cuando confronta sus sesgos personales; prudente al emitir juicios;

dispuesta a reconsiderar y si es necesario a retractarse; clara respecto a los problemas o las

situaciones que requieren la emisión de un juicio; ordenada cuando se enfrenta a situaciones

complejas; diligente en la búsqueda de información relevante; razonable en la selección de

criterios; enfocada en preguntar, indagar, investigar; persistente en la búsqueda de resultados

tan precisos como las circunstancias y el problema o la situación lo permitan”.

Para obtener importantes resultados en este sentido, es necesario promover entre los

estudiantes, mediante la poderosa herramienta de la lectura, espacios de

interpretación, análisis, evaluación, explicación y autorregulación desde las

primeras etapas escolares.


La comprensión de lectura será siempre el punto de inicio para acceder al

pensamiento crítico. No es posible asumir críticamente un texto que forme parte de la

realidad si no se ha interpretado del todo bien; esto es, si no se ha reconocido su contenido, su

propósito y su sentido global. Llegar al significado es el único camino que permite, siguiendo el

modelo dialéctico, tomar la distancia necesaria para calificar su sustancia.

El análisis se debe entender, a su vez, como la posibilidad de examinar las ideas que surgen del

objeto de interpretación. El objetivo consiste en identificar y comprender los componentes que

integran el texto. Es gracias al análisis que el intérprete logra evidenciar la

manera en que todos los elementos se relacionan entre sí.

La evaluación como ejercicio crítico

La evaluación representa, por sí sola, el ejercicio crítico por excelencia, pues

con ella se logra una valoración de los enunciados y los argumentos. Es importante recalcar que

todo juicio debe estar siempre acompañado de fundamentaciones objetivas, capaces de

sustentar las tesis y las apreciaciones subjetivas involucradas en las valoraciones. Es a través de

la evaluación que el estudiante da cuenta de su criterio al momento de valorar el contenido o la

materialidad de un texto. Esto es, lo que dice y cómo lo dice.

Explicar es comunicar y justificar el razonamiento. No se completa el proceso del pensamiento

crítico si no someto a la interpretación de los demás los hechos y las deducciones que soportan

mi razonamiento. Este sencillo ejercicio representa la base de la competencia

argumentativa, habilidad determinante en el desarrollo del pensamiento y la

lectura crítica.

Mediante la autorregulación, el estudiante se enfrenta finalmente a la autoevaluación,

momento determinante en el propósito de formar individuos capaces de

cuestionar, validar y corregir sus propios razonamientos. Es la culminación del

pensamiento crítico en cuanto que el objeto de interpretación, análisis y valoración lo

constituyen las mismas conclusiones del sujeto crítico.

¿Qué papel tiene el docente?


El papel del maestro en el propósito de incentivar una lectura crítica del mundo por parte de

sus estudiantes es definitivo. Estimular la idea de que toda realidad humana es susceptible de

ser mejorada, genera una conciencia que reafirma la confianza y la seguridad en el

pensamiento propositivo.

La principal tarea de la escuela es proporcionar herramientas idóneas para

pensar de manera libre y honesta, para de este modo, cultivar la convicción,

entre los estudiantes, de que sí es posible cambiar el mundo. Entender el

pensamiento crítico como un recurso de crecimiento personal, es creer en la necesidad del

logro que con mayor urgencia requiere esta y todas las sociedades: que los individuos piensen

por sí mismos.

Otras reflexiones que te pueden interesar son  La importancia de la lectura en el desarrollo del

pensamiento crítico,  Cómo desarrollar el pensamiento histórico con niños de primaria, o  5

propuestas para trabajar el pensamiento lógico en el aula.

5 propuestas para trabajar el


pensamiento lógico en el aula
 VICENS VIVES · 15 DE SEPTIEMBRE DE 2016

Gracias al razonamiento las personas somos capaces de resolver problemas y es el

razonamiento lógico el que nos permite ordenar y estructurar ideas para llegar a una

conclusión. ¿Cómo trabajarlo en el aula? Con una estimulación divertida, atractiva e incluso

imperceptible. Aquí te dejamos algunas propuestas.

1. Cada cosa en su sitio. Organizar, clasificar, asociar objetos unos con otros es una

excelente forma de fomentar el pensamiento lógico. Por ejemplo puedes mezclar imágenes de

animales, frutas, ropa, etc. para que los agrupen de forma lógica a través de útiles fichas. No

sólo imágenes, también puede utilizar palabras, objetos reales o incluso hacerlo como

un sudoku. ¡Así que puedes elegir la fórmula que más se adapte a tus necesidades!

2. Los clásicos también sirven. Trabajo en equipo, integración, aceptación de normas e

incluso desarrollo del pensamiento y razonamiento. El juego siempre es un gran recurso para
desarrollar técnicas intelectuales y los clásicos como el 3 o 4 en raya, el Quién es quién o el juego

Mastermind  son algunos ejemplos en los que la lógica juega un papel destacado. Puedes

rescatar estos juegos de mesa o incluso puedes preparar el material antes de jugar. ¿Te

imaginas un Quién es quién en vivo? Crea con tus alumnos las cartas de los diferentes

personajes y… ¡a jugar!

3. Aprender de forma divertida. Por ejemplo con actividades autocorrectivas para que

ellos mismos comprueben si el razonamiento que han seguido es el correcto. Este tipo de

actividades sacian su curiosidad y desarrollan el pensamiento lógico mediante la observación y

la discriminación visual. Un ejemplo de este material educativo es LOGICO un método de

aprendizaje con actividades desde los 3 hasta los 10 años con el que podrán probar y

comprobar mientras razonan.

4. Sin miedo al ajedrez. No te dejes convencer por la fama de complicado que tiene y

aprovecha las ventajas de este juego de mesa que sirve para desarrollar un gran número de

habilidades cognitivas, entre ellas el pensamiento lógico, buscando el porqué de cada jugada y

respondiendo de la forma más adecuada. Aprender los movimientos, aplicar la lógica jugando e

incluso adelantarse a la siguiente jugada son ejercicios que ayudarán a razonar y ordenar el

pensamiento, además de otras ventajas del ajedrez como herramienta educativa.

5. Aprovecha las TIC. Hoy en día puedes encontrar en la red infinidad de recursos

y aplicaciones pensadas para fomentar el pensamiento lógico. La interactividad, la motivación,

la autocorrección o la autonomía que proporcionan las TIC sirven de gran apoyo al aprendizaje

y al desarrollo de habilidades, como el pensamiento lógico. ¡Así que anímate a dejarlas entrar

en el aula!

Fomentar el pensamiento lógico es fundamental para su desarrollo y con estas ideas hacerlo de

forma fácil y divertida es posible. ¿Te animas?

¿Cómo desarrollar el pensamiento


histórico con niños de Educación
Básica Primaria?
 OSCAR ANDRÉS ARDILA PEÑUELA · 6 DE FEBRERO DE 2019 ·COLOMBIA

El desarrollo del pensamiento histórico en los niños de básica primaria es uno de los

principales desafíos que afrontan los docentes de Ciencias Sociales. Algunos aspectos propios

del pensamiento histórico en edad escolar, como la multicausalidad de los hechos

históricos, las diversas versiones acerca del pasado que se encuentran en las fuentes de

primer y segundo orden, así como la multiplicidad de intereses y motivaciones de

los personajes históricos hacen que la enseñanza de la Historia y en general de las Ciencias

Sociales presenten un conjunto de particularidades que la convierten en un asunto complejo.

Algunos investigadores han negado la posibilidad de que los niños que se ubican en este nivel

educativo puedan adelantar procesos investigativos inspirados en las actividades

profesionales de los historiadores, desarrollando así algunos elementos del pensamiento

histórico. Según estos planeamientos, la enseñanza de las Ciencias Sociales en la Educación

Básica Primaria debe limitarse a temas relacionados con el contexto inmediato del niño y su

familia, así como a elementos vinculados con su contexto local y regional.

Sin embargo, Hillary Cooper, doctora en Filosofía del Pensamiento Histórico de los Niños de la

Universidad de Londres, no comparte esta posición. En su artículo How Can We Plan for

Progression in Primary School History?, publicado en el número 52 de la Revista de Estudios

Sociales de la Universidad de los Andes, Cooper afirma que, partiendo de las teorías

constructivistas del aprendizaje, es posible que los niños de la escuela primaria

comprendan los conceptos de tiempo, utilicen fuentes históricas y

propongan interpretaciones acerca de los procesos sociales.

De acuerdo con Cooper, para que los niños de las escuelas primarias puedan desarrollar sus

conceptos de tiempo y avancen en la comprensión de la Historia, deben contar con seis

elementos fundamentales:

 manejo de la cronología y la secuencia temporal, clasificando acontecimientos

históricos que ocurrieron antes o después

 vocabulario temporal, organizando sus rutinas diarias cronológicamente y

utilizando términos como ayer, hoy y mañana


 identificación de similitudes y diferencias entre periodos históricos,

explorando diversas características kinestésicamente, mediante artefactos o visitas a

lugares históricos; iconográficamente, a través de imágenes o modelos de objetos

históricos; y simbólicamente, por medio de historias, rimas y tradiciones orales

 comprensión de las causas y los efectos de los cambios históricos, distinguiendo

entre causas de las acciones y razones de los resultados, así como entre diversas causas

de un hecho histórico

 identificación de las motivaciones que generan versiones de la Historia,

reconstruyendo una historia a partir de diversos puntos de vista

 caracterización de las diferencias sociales y culturales, escuchando las historias

de los adultos pertenecientes a diversas generaciones

A través de una revisión sistemática de las investigaciones más recientes sobre el desarrollo del

pensamiento histórico en niños de la escuela primaria, la doctora Cooper sugiere un conjunto

de estrategias que pueden contribuir al avance de los estudiantes en el desarrollo de

las habilidades asociadas con el tiempo histórico, que permiten que los niños

desarrollen su comprensión sobre el tiempo y la historia. Algunas de estas estrategias son:

 los estudios de caso

 el trabajo cooperativo

 las actividades de discusión con final abierto

 las estrategias multisensoriales

 el manejo de fuentes históricas como objetos, textos, pinturas o fotografías y mapas

 las visitas a lugares como monumentos o museos


Sin embargo, para lograr que los estudiantes logren avanzar en su pensamiento histórico, la

planeación y la evaluación se convierten en herramientas fundamentales para los docentes. De

acuerdo con esto, Cooper propone una planeación basada en cuatro

pasos fundamentales:

 una planeación a corto plazo, en la que los objetivos sean precisos y estén asociados

con los logros previos

 un conjunto de actividades, que estén relacionadas directamente con los objetivos y

que utilicen diversas habilidades

 una evaluación, que esté involucrada al interior de cada lección a través de diversos

instrumentos

 el registro de los logros alcanzados por los niños, que serán la base de la siguiente

planeación.

Investigaciones como la liderada por la doctora Cooper se convierten en un aporte fundamental

para que los docentes de Ciencias Sociales puedan elaborar planeaciones de clase que

permitan el avance significativo del pensamiento histórico, aspecto fundamental para

el aprendizaje de las Ciencias Sociales, con el fin de que los estudiantes puedan utilizar sus

conocimientos para comprender su contexto, así como el mundo que los rodea.

También te puede interesar  El gran reto, despertar el pensamiento crítico en el aula  o  La

importancia de la lectura para el desarrollo del pensamiento crítico

El gran reto, despertar el


pensamiento crítico en el aula
 VICENS VIVES · 22 DE ENERO DE 2019

Todo el mundo habla de ello, pero ¿qué es y cómo despertar el pensamiento crítico en

el aula? Richard W. Paul lo definió como “el modo de pensar en el que mejoramos la calidad del

pensamiento al apoderarnos de las estructuras inherentes del acto de pensar y someterlas a

estándares intelectuales”.         


En otras palabras, debido a que es un pensamiento disciplinado y autodirigido capaz

de corregirse y mejorar, está estrechamente relacionado con el aprendizaje y la educación.      

En la actualidad, el debate sobre el cambio de paradigma de la educación está abierto en

muchos aspectos, pero hay una cuestión en la que la mayoría de profesionales coinciden: si la

enseñanza se reduce a la acumulación de contenidos, el aprendizaje nunca será

profundo.

La interpretación de datos necesariamente aplica conceptos abstractos para poder

entender el contenido de manera profunda, herramientas que nacen precisamente del

pensamiento crítico.    

Es decir, si eres capaz de despertar el pensamiento crítico en el aula estarás fomentando

la capacidad para formular preguntas (más aún que para responderlas) y resolver

problemas. En definitiva, la madurez intelectual.

¡Y muy importante! Movilizarás habilidades de pensamiento que permiten vincular

conocimiento y práctica: saber para actuar correctamente. Lección llegada directamente

de Sócrates atravesando 2500 años de historia.  

6 claves para despertar el pensamiento crítico en el aula


El objetivo de despertar el pensamiento crítico en el aula es formar personas independientes,

curiosas, humildes y perseverantes frente a cualquier obstáculo. Por eso te ofrecemos algunas

claves que desarrollen competencias transversales y aplicables a cualquier área.  

 Un ambiente adecuado

Puede parecer obvio y por eso mismo lo puedes olvidar. Y si olvidas este punto al principio,

después será muy difícil corregirlo.

Lo primero que necesitas para despertar el pensamiento crítico en el aula es un ambiente

propicio, en el que las normas sean compartidas y consensuadas como reglas de

juego. No te preocupes por dedicar a eso el tiempo que sea necesario.   

 Dibujar el pensamiento
En la educación primaria y especialmente en el ciclo superior (a partir de los 10 años), resulta

muy efectivo invitar a los estudiantes a dibujar o utilizar fotos para analizar conceptos

abstractos. Eso les permitirá materializarlos y descubrir ideas y matices nuevos.  

Puedes organizar un trabajo en grupos reducidos (2-3) en el que tengan que dibujar u

organizar en un collage de fotos, por ejemplo, esas normas consensuadas en el punto anterior.

Después, pídeles que verbalicen por qué han dibujado o elegido esas fotos para representar

cada norma.

         

 Fomentar el diálogo

También el diálogo alimenta el pensamiento crítico y este lo necesita para

ponerse a prueba, pero no siempre es fácil que en un grupo sea participativo por igual. La

disposición en el espacio es importante y las estrategias para fomentarlo también.

Prueba a cambiar la disposición de los alumnos y si hablamos de alumnos jóvenes, utiliza

objetos mediadores que permitan hablar, para que se respeten los turnos de palabra.     

Con eso estarás sentando las bases de una comunidad de investigación en pequeño.

Pero para que eso tenga continuidad en el tiempo, necesitarás un horizonte. Es decir, un

proyecto.   

 Elaborar un manual para pensar

A pensar se aprende, y si hablamos de enseñar a utilizar el pensamiento crítico en el aula con

más razón. Por eso es muy recomendable que entregues un guión con pasos para su

aplicación en la resolución de problemas:

Definir con claridad objetivos y dificultades, decidir qué conocimientos necesitas y dónde los

puedes encontrar, analizar la información, qué limitaciones existen…                     

Deja que el propio guión lo analicen y critiquen. ¡Quizás lo pueden mejorar!      

 Proyectos de investigación   
Para poder llevar a cabo un proyecto los alumnos necesitarán aplicar todas las herramientas

que ofrece el pensamiento crítico, como el análisis o la argumentación.

Por eso es tan interesante diseñar proyectos a largo plazo que involucren varias

asignaturas y obliguen a analizar la propia experiencia y someterla a un plan estratégico.    

 La mirada sobre la información

Un ejercicio excelente y cada vez más necesario es el de analizar las publicaciones de

medios de comunicación digitales, como una manera de aprender a ser conscientes de que son

los lentes a través de los cuales miramos (y distorsionamos) la realidad.     

Para eso, puedes proponer un ejercicio que siga varios pasos: clasificación del tipo de

publicación, análisis de los argumentos, verificación de la información y contrastación con otras

fuentes, y conclusiones finales.       

¿Ya te has propuesto inculcar el pensamiento crítico en el aula? ¡Comparte con nosotros tu

experiencia!

Si te ha resultado interesante seguro que sabrás sacar partido a 5 consejos y 5 actividades para

fomentar el pensamiento crítico en el aula o La importancia de la lectura en el desarrollo del

pensamiento crítico.

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