Mantenga un patrón de sueño estable. Acuéstese aproximadamente a la misma
hora todas las noches y levántese aproximadamente a la misma hora cada mañana. Dormir demasiado, dormir muy poco, o los cambios en sus patrones normales de sueño pueden alterar las sustancias químicas del cuerpo, lo que puede desencadenar cambios en el estado de ánimo o empeorar sus síntomas. Cumpla una rutina diaria. Planifique su día en torno a una rutina bastante predecible. Por ejemplo, coma las comidas a horarios regulares e incorpore ejercicio u otra actividad física como parte de su programa diario. Y quizás practique meditación u otra técnica de relajación todas las noches antes de acostarse. Establezca metas realistas. Tener metas poco realistas puede predisponerle a la decepción y a la frustración, que pueden desencadenar un episodio maníaco. Haga su mayor esfuerzo por manejar su enfermedad. Pero espere y esté preparado para tener retrocesos ocasionales. No beba alcohol ni use drogas ilegales. Es posible que se vea tentado a consumir alcohol o drogas para ayudarle a superar un episodio maníaco. Pero esto puede empeorar los síntomas. Incluso una bebida puede interferir en el sueño, en el estado de ánimo o en los medicamentos usados para tratar el trastorno bipolar. Obtenga la ayuda de amigos y familiares. Es posible que necesite la ayuda de sus familiares o amigos durante un episodio maníaco, especialmente si tiene problemas para diferenciar entre lo que es real y lo que no lo es (psicosis). Tener un plan implementado antes de que se produzca cualquier cambio en el estado de ánimo permitirá que su red de apoyo le ayude a tomar buenas decisiones. Reduzca el estrés en el hogar y en el trabajo. Trate de mantener horarios regulares en el trabajo o en la escuela. Hacer un buen trabajo es importante, pero evitar un episodio de estado de ánimo depresivo o maníaco es más importante. Si el estrés en el trabajo, en la escuela o en el hogar es un problema, la asesoría psicológica podría ayudar a mejorar la situación y a disminuir el estrés. Vigile su estado de ánimo todos los días. Después de que conozca sus señales tempranas de advertencia, verifique su estado de ánimo a diario para ver si podría estar a punto de tener un cambio en el estado de ánimo. Anote sus síntomas en un diario. O regístrelos en un cuadro o en un calendario. Cuando vea un patrón o señales de advertencia de un cambio en el estado de ánimo, busque tratamiento. Continúe con el tratamiento. Puede verse tentado a interrumpir el tratamiento durante un episodio maníaco debido a que se siente bien con los síntomas. Pero es importante continuar con el tratamiento tal como le ha sido indicado para evitar correr riesgos o tener consecuencias desagradables de un episodio maníaco. Si tiene inquietudes acerca del tratamiento o los efectos secundarios de los medicamentos, hable con su médico. No ajuste los medicamentos por su propia cuenta.