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Embarazo y cardiopatía
El embarazo y el parto están asociados con cambios fisiológicos
sustanciales que requieren adaptaciones en el sistema
cardiovascular. Estos cambios, bien tolerados en mujeres embarazadas
sin enfermedad cardíaca, exponen a la mujer con enfermedad
cardiovascular a un riesgo grave. De hecho, la enfermedad cardíaca es
la causa más frecuente de muerte materna, después de los trastornos
psiquiátricos, y se espera que el número de mujeres embarazadas con
enfermedad cardíaca aumente en los próximos años. La prevención de
complicaciones cardiovasculares debe ser el objetivo principal de cada
cardiólogo involucrado en el tratamiento de mujeres embarazadas con
enfermedades cardíacas congénitas o
adquiridas. Desafortunadamente,
El embarazo y el parto conllevan cambios fisiológicos que afectan la
adaptación del sistema cardiovascular. Estos cambios, tolerados en las
gestantes sin cardiopatía, exponen a la mujer con enfermedad
cardiovascular a riesgos importantes. De hecho, la cardiopatía es la
causa más frecuente de muerte materna, tras los trastornos
psiquiátricos, y se espera que el número de gestantes con cardiopatía
crezca en los próximos años. La prevención de las complicaciones
cardiovasculares debe ser el primer objetivo de todo cardiólogo
involucrado en el manejo de la gestante con cardiopatía congénita o
adquirida. Desafortunadamente
TEXTO COMPLETO
INTRODUCCIÓN
Figura.
Riesgo materno
Paro cardíaco
Tromboembolismo
El riesgo de tromboembolismo durante el embarazo experimenta un
aumento de 5 veces, durante el puerperio este riesgo aumenta 11
veces y es mayor después de la cesárea. Esto debe tenerse en cuenta
en mujeres cuya enfermedad cardíaca implica un riesgo de trombosis.
Endocarditis
Insuficiencia cardíaca
ENTREGA Y POSTPARTUM
CARDIOPATÍA CONGÉNITA
COARCTACIÓN AÓRTICA
Estenosis pulmonar
Atresia pulmonar
Anomalía de Ebstein
Procedimiento Fontan
Síndrome de Marfan
Miocardiopatía hipertrófica
Miocardiopatía dilatada
Miocardiopatía periparto
Tratamiento de IAM
Lesiones regurgitantes
Regurgitación mitral
Regurgitación aórtica
Esto puede deberse a una enfermedad congénita en pacientes jóvenes
(válvula aórtica bicúspide o síndrome de Marfan) o endocarditis previa.
Heparina no fraccionada
Lara A. Friel
, MD, PhD, University of Texas Health Medical School at Houston, McGovern Medical School
NOTA: Esta es la versión para el público general. MÉDICOS: Hacer clic aquí para la versión para
profesionales
La mayoría de las mujeres con cardiopatías, entre ellas las valvulopatías (como prolapso de la válvula mitral ) y
algunos defectos congénitos que afectan al corazón, pueden dar a luz sin problemas a niños sanos, sin ningún
efecto permanente de esta enfermedad en las funciones del corazón o en la esperanza de vida. Sin embargo, las
que sufren de insuficiencia cardíaca moderada o grave antes del embarazo tienen un riesgo de complicaciones
considerable. Antes de quedar embarazadas, dichas mujeres deben hablar con su médico para asegurarse de
que su trastorno está siendo tratado con la mayor eficacia posible.
A las mujeres con determinados tipos de enfermedad cardíaca se les desaconseja el embarazo, puesto que este
aumenta el riesgo de muerte. Estos trastornos incluyen
Hipertensión pulmonar (presión arterial elevada en las arterias de los pulmones) grave
Ciertos defectos cardíacos congénitos, incluyendo algunos casos de coartación de la aorta
Síndrome de Marfan (un trastorno hereditario del tejido conjuntivo), en algunas ocasiones
Estenosis aórtica grave (estrechamiento de la apertura de la válvula aórtica del corazón)
Estenosis mitral grave (estrechamiento de la apertura de la válvula mitral del corazón)
Una válvula aórtica con dos aletas, en lugar de las tres normales, y una aorta agrandada
El embarazo requiere un mayor trabajo por parte del corazón; por lo tanto, el embarazo puede empeorar una
enfermedad cardíaca o hacer que se presenten sus primeros síntomas. Por lo general, el riesgo de muerte de la
mujer o del feto aumenta cuando la mujer ya sufre una afección cardíaca importante antes de quedarse
embarazada. Sin embargo, dependiendo del tipo y la gravedad de la cardiopatía, pueden darse complicaciones
graves. Estas complicaciones incluyen la acumulación de líquido en los pulmones (edema pulmonar), un ritmo
cardíaco anómalo y accidentes cerebrovasculares.
El riesgo de problemas aumenta con el embarazo, ya que las exigencias cardíacas son cada vez mayores. Las
mujeres embarazadas con alguna enfermedad cardíaca pueden sentirse inusualmente cansadas y necesitar
reducir sus actividades diarias. En raras ocasiones, a mujeres con cardiopatías graves se les aconseja abortar al
comienzo del embarazo. El riesgo también aumenta durante las contracciones y durante el nacimiento. Después
del parto, las mujeres que sufren una enfermedad cardíaca grave pueden no encontrarse fuera de peligro
durante 6 meses, en función del tipo de enfermedad cardíaca.
La enfermedad cardíaca en mujeres embarazadas puede afectar al feto, que corre el riesgo de nacer
prematuramente. Las mujeres con ciertos defectos congénitos del corazón son más propensas a tener hijos con
defectos similares. La ecografía puede detectar algunos de estos defectos antes del nacimiento del bebé.
Si una cardiopatía grave empeora de repente en una mujer embarazada, el feto puede morir.
Miocardiopatía periparto
Las paredes del corazón (miocardio) pueden dañarse (miocardiopatía ) al final del embarazo o después del parto.
Este periodo de tiempo se denomina periodo periparto, y por lo tanto dicho trastorno se conoce como
miocardiopatía periparto. Se desconoce su causa.
La miocardiopatía periparto se presenta con mayor probabilidad en mujeres con una de las características
siguientes:
El tratamiento de la miocardiopatía periparto es similar al tratamiento de la insuficiencia cardíaca , salvo que los
inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (IECA) y los antagonistas de la aldosterona
(espironolactona y eplerenona) no se utilizan.
Valvulopatías
Idealmente, los trastornos de las válvulas cardíacas se diagnostican y tratan antes de que las mujeres se queden
embarazadas. Los médicos a menudo recomiendan un tratamiento quirúrgico a las mujeres con trastornos
graves.
Las válvulas más frecuentemente afectadas son las válvulas aórtica y mitral. Los trastornos que causan el
estrechamiento de la abertura de una válvula cardíaca (estenosis) son especialmente peligrosas. La estenosis de
la válvula mitral puede dar lugar a la acumulación de líquido en los pulmones (edema pulmonar ) y una frecuencia
cardíaca rápida e irregular (fibrilación auricular ).
Las mujeres con prolapso de la válvula mitral suelen tolerar bien el embarazo.
Tratamiento
Evitar determinados medicamentos durante el embarazo
Los médicos aconsejan a las mujeres embarazadas seguir las pautas mencionadas a continuación:
Evitar el estrés
Descansar lo suficiente
Ciertos medicamentos utilizados para tratar los trastornos del corazón no se utilizan durante el embarazo, Se
incluyen los siguientes:
Si el corazón no está funcionando bien, se puede administrar digoxina (utilizada para tratar la insuficiencia
cardiaca) y se aconseja a la mujer que repose o limite sus actividades a partir de las 20 semanas de embarazo.
Durante el parto, el dolor se trata según sea necesario. Si la mujer padece una cardiopatía grave, los médicos
pueden inyectarle un anestésico en la zona lumbar, en el espacio comprendido entre la columna vertebral y la
capa externa del tejido que cubre la médula espinal (espacio epidural). Este procedimiento se
denomina inyección epidural . Este anestésico bloquea la sensibilidad en la médula espinal inferior, reduce la
respuesta al estrés que produce el dolor y la necesidad de empujar. El objetivo es reducir el estrés cardíaco. Los
esfuerzos durante el parto agotan el corazón, porque hacen que este trabaje más. Dado que estas mujeres no
pueden empujar, el bebé puede tener que ser extraído con fórceps o ventosa .
La inyección epidural no debe usarse en mujeres con estenosis aórtica. En su lugar se administra un anestésico
local o, en caso necesario, un anestésico general .
Las mujeres son vigiladas de cerca inmediatamente después del parto y revisadas periódicamente por un
cardiólogo durante varias semanas después.