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LOS REYES

Y SACERDOTES
DE DIOS
EN LOS
DÍAS POSTREROS
Domingo, 25 de octubre de 1998
Santiago de Chile, Chile
NOTA AL LECTOR
Es nuestra intención hacer una transcripción fiel y
exacta de este Mensaje, tal como fue predicado; por lo
tanto, cualquier error en este escrito es estrictamente
error de audición, transcripción e impresión, y no debe
interpretarse como errores del Mensaje.
El texto contenido en esta conferencia puede ser
verificado con las grabaciones del audio o del video.
Este folleto debe ser usado solamente para
propósitos personales de estudio hasta que sea publicado
formalmente.
LOS REYES Y SACERDOTES DE DIOS
EN LOS DÍAS POSTREROS

Dr. William Soto Santiago


Domingo, 25 de octubre de 1998
Santiago de Chile, Chile

M uy buenos días, amados amigos y hermanos reunidos


aquí, en Santiago de Chile. Es para mí un privilegio
grande estar con ustedes en esta ocasión, para compartir
con ustedes unos momentos de compañerismo alrededor
del Programa de Dios correspondiente a este tiempo final.
Para lo cual quiero leer en Primera de Pedro, capítulo
2, verso 4 en adelante, donde nos dice de la siguiente
manera:
“Acercándoos a él, piedra viva, desechada ciertamente
por los hombres, mas para Dios escogida y preciosa,
vosotros también, como piedras vivas, sed edificados
como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer
sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de
Jesucristo.
Por lo cual también contiene la Escritura:
He aquí, pongo en Sion la principal piedra del
ángulo, escogida, preciosa;
Y el que creyere en él, no será avergonzado.
4 Dr. William Soto Santiago
Para vosotros, pues, los que creéis, él es precioso;
pero para los que no creen,
La piedra que los edificadores desecharon,
Ha venido a ser la cabeza del ángulo;
y:
Piedra de tropiezo, y roca que hace caer, porque
tropiezan en la palabra, siendo desobedientes; a lo cual
fueron también destinados.
Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio,
nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que
anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las
tinieblas a su luz admirable;
vosotros que en otro tiempo no erais pueblo, pero que
ahora sois pueblo de Dios; que en otro tiempo no habíais
alcanzado misericordia, pero ahora habéis alcanzado
misericordia.
Amados, yo os ruego como a extranjeros y peregrinos,
que os abstengáis de los deseos carnales que batallan
contra el alma,
manteniendo buena vuestra manera de vivir entre
los gentiles; para que en lo que murmuran de vosotros
como de malhechores, glorifiquen a Dios en el día de la
visitación, al considerar vuestras buenas obras”.
Que Dios bendiga nuestras almas y nos permita
entender Su Palabra.
Nuestro tema para esta ocasión es: “LOS REYES
Y SACERDOTES DE DIOS EN LOS DÍAS
POSTREROS”.
De esto también nos habla el libro del Apocalipsis, en
el capítulo 1 y verso 5 al 6, cuando dice:
“… y de Jesucristo el testigo fiel, el primogénito de los
muertos, y el soberano de los reyes de la tierra. Al que nos
Los reyes y sacerdotes de Dios… 5
amó, y nos lavó de nuestros pecados con su sangre,
y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre; a él
sea gloria e imperio por los siglos de los siglos. Amén”.
También nos dice Apocalipsis, capítulo 5, versos 9 al 10:
“… y cantaban un nuevo cántico, diciendo: Digno eres
de tomar el libro y de abrir sus sellos; porque tú fuiste
inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios, de
todo linaje y lengua y pueblo y nación;
y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes,
y reinaremos sobre la tierra”.
Estos reyes y sacerdotes, que han sido redimidos por la
Sangre de Cristo, tienen la promesa de Cristo para reinar
con Cristo por el Milenio y por toda la eternidad.
Por eso es que también en Apocalipsis, capítulo 20,
verso 4 al 6, dice:
“Y vi tronos, y se sentaron sobre ellos los que recibieron
facultad de juzgar; y vi las almas de los decapitados por
causa del testimonio de Jesús y por la palabra de Dios,
los que no habían adorado a la bestia ni a su imagen, y
que no recibieron la marca en sus frentes ni en sus manos;
y vivieron y reinaron con Cristo mil años.
Pero los otros muertos no volvieron a vivir hasta que
se cumplieron mil años. Esta es la primera resurrección.
Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera
resurrección; la segunda muerte no tiene potestad sobre
éstos, sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y
reinarán con él mil años”.
Aquí hemos visto, en el libro del Apocalipsis, que hay
un nuevo orden sacerdotal. Para el glorioso Reino Milenial
el orden sacerdotal será el de este nuevo orden, y este es el
Orden de Melquisedec.
Ese Orden de Melquisedec, que es el Orden Sacerdotal
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del Templo que está en el Cielo, ha venido apareciendo en
este planeta Tierra de etapa en etapa, de edad en edad; y
han estado siendo redimidos con la Sangre de Jesucristo,
por cuanto han estado viniendo en cuerpos mortales,
corruptibles y temporales, y obteniendo un espíritu del
mundo; y por eso se ha requerido el nuevo nacimiento de
esas personas, los cuales pertenecen al Orden Sacerdotal
del Templo que está en el Cielo.
Y lo que ha estado sucediendo es que lo mismo que el
sumo sacerdote realizaba el día de la expiación cada año,
el día 10 del mes séptimo de cada año, es lo que Cristo ha
estado realizando en el Cielo; y ha estado llevando a cabo
esa Intercesión por todos los pertenecientes a ese orden
sacerdotal celestial.
Vean cómo lo hacía el sumo sacerdote en el templo;
capítulo 16 de Levítico dice:
“Habló Jehová a Moisés después de la muerte de
los dos hijos de Aarón, cuando se acercaron delante de
Jehová, y murieron”.
Estos hijos de Aarón fueron al lugar santísimo con
fuego extraño, a ofrecerlo a Dios, y murieron; porque
no se puede ofrecer cosas extrañas a Dios, tiene que ser
conforme a lo que Dios ha ordenado.
Y ahora, Dios le dice a Moisés algo muy importante;
dice:
“Y Jehová dijo a Moisés: Di a Aarón tu hermano, que
no en todo tiempo entre en el santuario detrás del velo,
delante del propiciatorio que está sobre el arca, para
que no muera; porque yo apareceré en la nube sobre el
propiciatorio”.
¿Dónde aparecía Dios en el lugar santísimo? Sobre el
propiciatorio; y aparecía en esa Nube de Luz o Columna de
Los reyes y sacerdotes de Dios… 7
Fuego o Pilar de Fuego, en la luz de la Shekinah aparecía allí.
Y ahora, Dios le dice al profeta Moisés que no en todo
tiempo entre Aarón a ese lugar, para que no muera, y le
establece el día en que tiene que entrar. Es establecido que
el día 10 del mes séptimo de cada año entraría el sumo
sacerdote allí, para llevar allí la sangre de la expiación
para la reconciliación del pueblo hebreo con Dios y para
la reconciliación también de los sacerdotes.
Y ahora, veamos cómo dice aquí:
“Con esto entrará Aarón en el santuario: con un
becerro para expiación, y un carnero para holocausto.
Se vestirá la túnica santa de lino, y sobre su cuerpo
tendrá calzoncillos de lino, y se ceñirá el cinto de lino, y
con la mitra de lino se cubrirá. Son las santas vestiduras;
con ellas se ha de vestir después de lavar su cuerpo con
agua.
Y de la congregación de los hijos de Israel tomará
dos machos cabríos para expiación, y un carnero para
holocausto.
Y hará traer Aarón el becerro de la expiación que es
suyo, y hará la reconciliación por sí y por su casa (o sea,
por sí y por la casa sacerdotal, que son los descendientes
de Aarón, los sacerdotes; y los ayudantes de ellos son los
levitas, que son también de la misma tribu de la cual es
Aarón)”.
Para la reconciliación o expiación de los sacerdotes,
se requería que Aarón tomara el becerro de expiación para
efectuar esa expiación por él y por los sacerdotes.
“Después tomará los dos machos cabríos y los
presentará delante de Jehová, a la puerta del tabernáculo
de reunión.
Y echará suertes Aarón sobre los dos machos cabríos;
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una suerte por Jehová, y otra suerte por Azazel.
Y hará traer Aarón el macho cabrío sobre el cual
cayere la suerte por Jehová, y lo ofrecerá en expiación.
Mas el macho cabrío sobre el cual cayere la suerte
por Azazel, lo presentará vivo delante de Jehová para
hacer la reconciliación sobre él, para enviarlo a Azazel al
desierto.
Y hará traer Aarón el becerro que era para expiación
suya, y hará la reconciliación por sí y por su casa…”.
La reconciliación del sumo sacerdote y de los demás
sacerdotes, descendientes de Aarón, vean cómo era
efectuada: llevando la sangre del becerro, que había sido
tomado para la expiación del sumo sacerdote y los demás
sacerdotes, su sangre tenía que ser llevada dentro del
lugar santísimo; aunque era sacrificado en el atrio, pero
luego su sangre era llevada por el sumo sacerdote al lugar
santísimo.
Ahora sigue diciendo:
“Y hará traer Aarón el becerro que era para expiación
suya, y hará la reconciliación por sí y por su casa (o
sea, por su familia, por sus descendientes sacerdotes), y
degollará en expiación el becerro que es suyo.
Después tomará un incensario lleno de brasas de
fuego del altar de delante de Jehová, y sus puños llenos
del perfume aromático molido, y lo llevará detrás del velo
(o sea, al lugar santísimo).
Y pondrá el perfume sobre el fuego delante de Jehová,
y la nube del perfume cubrirá el propiciatorio que está
sobre el testimonio, para que no muera”.
Cuando el sumo sacerdote entraba con el incensario
(el cual llevaba el fuego - los carbones de fuego del altar
del incienso), entraba al lugar santísimo, y llevaba sus
Los reyes y sacerdotes de Dios… 9
puños llenos de incienso molido y lo echaba dentro del
incensario; y el incensario, por cuanto estaba encendido
con los carbones encendidos, ahí se quemaba el incienso
y subía el humo; como cuando se quema alguna cosa,
que sube humo, pues así subía el humo y cubría todo el
propiciatorio. Y ahí estaba Dios manifestado en la luz
de la Shekinah; porque Dios dijo que aparecería sobre la
nube, sobre el propiciatorio.
Y ahora, todo esto tenía que hacerlo Aarón, porque
de otra forma moriría entrando al lugar santísimo; como
murieron sus dos hijos, los cuales entraron, y entraron con
fuego extraño, no con el fuego ordenado por Dios.
“Tomará luego de la sangre del becerro, y la rociará
con su dedo hacia el propiciatorio al lado oriental; hacia
el propiciatorio esparcirá con su dedo siete veces de
aquella sangre.
Después degollará el macho cabrío…”.
O sea, después saldrá del lugar santísimo e irá de
nuevo al atrio (pues se cambiará sus ropas) y degollará el
macho cabrío de la expiación (el que cayó en suerte para
Jehová); y luego tomará la sangre del macho cabrío…; se
cambiará de ropa de nuevo, se pondrá las ropas de lino que
le corresponden para entrar al lugar santísimo (porque no
puede entrar con otra ropa, sino con las de lino), y llevará
la sangre de la expiación del macho cabrío, y esparcirá de
nuevo sobre el propiciatorio, como lo había hecho con la
sangre del becerro. Vamos a ver:
“Después degollará el macho cabrío en expiación por
el pecado del pueblo, y llevará la sangre detrás del velo
adentro, y hará de la sangre como hizo con la sangre del
becerro, y la esparcirá sobre el propiciatorio y delante del
propiciatorio.
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Así purificará el santuario, a causa de las impurezas
de los hijos de Israel, de sus rebeliones y de todos sus
pecados; de la misma manera hará también al tabernáculo
de reunión, el cual reside entre ellos en medio de sus
impurezas”.
Y ahora, por cuanto el tabernáculo que construyó
Moisés y las cosas que contiene dentro, y el que construyó
Salomón, representa al Templo que está en el Cielo…;
y por consiguiente representa a la Iglesia del Señor
Jesucristo, la cual es el Templo espiritual de Jesucristo.
Y ahora, veamos aquí algo que San Pablo nos dijo, para
que no se nos pase. En su carta a los Hebreos el apóstol
San Pablo nos dice: en el capítulo 9, verso 16 al 24, dice:
“Porque donde hay testamento, es necesario que
intervenga muerte del testador.
Porque el testamento con la muerte se confirma; pues
no es válido entre tanto que el testador vive.
De donde ni aun el primer pacto fue instituido sin
sangre (o sea, que el primer Pacto fue instituido con
sangre).
Porque habiendo anunciado Moisés todos los
mandamientos de la ley a todo el pueblo, tomó la sangre
de los becerros y de los machos cabríos, con agua, lana
escarlata e hisopo, y roció el mismo libro y también a todo
el pueblo,
diciendo: Esta es la sangre del pacto que Dios os ha
mandado.
Y además de esto, roció también con la sangre el
tabernáculo y todos los vasos del ministerio.
Y casi todo es purificado, según la ley, con sangre; y
sin derramamiento de sangre no se hace remisión”.
Todo lo que tiene que ser redimido, requiere sangre; y
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se requiere entonces la sangre del animalito redentor.
“Fue, pues, necesario que las figuras de las cosas
celestiales fuesen purificadas así…”.
Las figuras de las cosas celestiales, o sea, todas las
cosas que había allí: el tabernáculo, los utensilios del
tabernáculo y todo lo que estaba allí en el tabernáculo
fue rociado con sangre, y el mismo pueblo; y eso es
tipo y figura de los que serían rociados con la Sangre de
Jesucristo.
“Fue, pues, necesario que las figuras de las cosas
celestiales fuesen purificadas así; pero las cosas
celestiales mismas, con mejores sacrificios que estos (con
un mejor sacrificio: con el Sacrificio de Jesucristo nuestro
Salvador)”.
Y ahora, el Templo del Señor Jesucristo, que es Su
Iglesia, es rociado y purificado con la Sangre de Jesucristo,
el Cordero de Dios y Macho Cabrío de la Expiación, para
nuestra reconciliación con Dios.
Y así como el sumo sacerdote hacía la intercesión con
la sangre del becerro que era por él y por los sacerdotes,
ahora vean ustedes cómo todos esos sacrificios (tanto el del
macho cabrío como el del becerro para el sumo sacerdote
y los demás sacerdotes), todos esos sacrificios representan
el Sacrificio de Cristo.
Y ahora, por la Sangre de Cristo, los sacerdotes del
Orden de Melquisedec, que han estado viniendo a esta
Tierra desde los días de Jesús hacia acá, encontramos que
son redimidos y reconciliados con Dios por medio de la
Sangre de nuestro amado Señor Jesucristo.
Y ahora vean que el Orden Sacerdotal de Melquisedec
ha estado pasando por este planeta Tierra; y nuestro
Melquisedec, el Sacerdote del Templo de Dios que
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está en el Cielo, ha estado haciendo lo mismo que el
sumo sacerdote hacía en la Tierra en el templo terrenal:
haciendo intercesión el sumo sacerdote por los sacerdotes;
y estaba haciendo intercesión con la sangre del becerro,
esparciéndola sobre el lugar de intercesión, sobre el
propiciatorio, siete veces.
Y ahora, vean, Cristo ha estado en el Cielo por estos dos
mil años que han transcurrido, y todavía está allí haciendo
intercesión. Y ahora vean cómo Él hace intercesión en el
Cielo por todos los del Orden de Melquisedec, que son los
hijos e hijas de Dios, los miembros de la Iglesia del Señor
Jesucristo.
Por eso San Pedro nos dice que nosotros somos
sacerdotes. ¿Y de qué orden sacerdotal? Del de
Melquisedec, que es el Orden Eterno, es del Templo
celestial. Y por eso es que al venir a esta Tierra tenemos
que estar en un templo aquí en la Tierra que represente el
Templo que está en el Cielo; y el templo aquí en la Tierra
que representa al Templo que está en el Cielo es el Templo
espiritual del Señor Jesucristo, que es Su Iglesia.
Y ahora, nos dice Pedro qué hacemos aquí como
sacerdotes en este Templo de Jesucristo. Dice… Primera
de Pedro, capítulo 2, verso 5, dice:
“… vosotros también, como piedras vivas, sed
edificados como casa espiritual y sacerdocio santo
(vean, esa Casa espiritual y esa Casa sacerdotal, que es la
Iglesia de Jesucristo, está siendo edificada), para ofrecer
sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de
Jesucristo”.
Y sacrificios espirituales ofrecemos a Dios cuando
tenemos las actividades y cantamos a Dios y glorificamos
a Dios: estamos en esa labor de sacrificios espirituales
Los reyes y sacerdotes de Dios… 13
(¿dónde?) en el Templo de Dios, como así tenían que ser
hechos en el templo de Dios en medio del pueblo hebreo.
Y ahora, sigue diciéndonos en el verso 9 de este mismo
capítulo: Primera de Pedro, capítulo 2, verso 9, dice:
“Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio…”.
¿Cuál es el Real Sacerdocio? El de Melquisedec, es
eterno; y ese es el orden sacerdotal que estará durante el
Reino Milenial.
“…  (gente) santa, pueblo adquirido por Dios, para
que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las
tinieblas a su luz admirable…”.
Y cuando estamos dando a conocer las virtudes de
Aquel que nos llamó de las tinieblas a la luz, estamos
ministrando como sacerdotes del Orden de Melquisedec.
Así que cuando los miembros de la Iglesia de
Jesucristo están trabajando en la Obra de Cristo, llevando
el Mensaje por todas partes, trabajando en esa labor, tanto
en la predicación como en la impresión del Mensaje en
folletos, y como también en videos y en cintas, y llevando
ese Mensaje: estamos ministrando como sacerdotes del
Orden de Melquisedec, en el Templo de Jesucristo, que es
Su Iglesia.
Miren la labor de los sacerdotes del Orden de
Melquisedec, de los que han sido hechos por la Sangre
de Cristo reyes y sacerdotes. Y durante el Reino Milenial,
literalmente reinaremos sobre esta Tierra como reyes del
Orden de Melquisedec.
Y como sacerdotes del Orden de Melquisedec toda la
parte religiosa estará a cargo ¿de quiénes? De los sacerdotes
del Orden de Melquisedec; porque la parte religiosa del
Reino Milenial y de toda la eternidad corresponde al
nuevo orden: al Orden de Melquisedec y Sus hijos; pues
14 Dr. William Soto Santiago
Sus hijos son los sacerdotes del Sumo Sacerdote, hijos
sacerdotes del Sumo Sacerdote; así como los hijos de
Aarón eran los sacerdotes y Aarón era el sumo sacerdote.
Y ahora, Jesucristo es el Sumo Sacerdote Melquisedec,
del Templo que está en el Cielo; y Sus hijos, los cuales
son los creyentes en Cristo que lo han recibido como
su Salvador y han lavado sus pecados en la Sangre de
Cristo, y han recibido Su Espíritu Santo: han nacido como
sacerdotes del Orden de Melquisedec; sus almas han
venido de Dios, del Cielo, de nuestro Melquisedec. Y por
eso pertenecemos al Orden Sacerdotal de Melquisedec, el
nuevo orden que estará durante el Reino Milenial a cargo
de toda la parte religiosa de ese Reino.
Y por cuanto también nuestro Melquisedec es el Rey
del universo completo, los hijos de Melquisedec son reyes
también. Por lo tanto, reinaremos con Cristo, con nuestro
Melquisedec, el Rey del universo y Rey de la Tierra por
consiguiente también, reinaremos con Él porque somos
Sus hijos y por consiguiente somos reyes también. Ese es
el Orden de Gobierno para el Reino Milenial.
Y vean ustedes el por qué hemos tenido que pasar por
esta Tierra: para que Melquisedec haga intercesión por
nosotros en el Cielo, en el Templo de Dios que está en el
Cielo, y seamos así redimidos; por eso es que Cristo ha
estado haciendo Su Obra de Sumo Sacerdote: para nuestra
reconciliación con Dios.
Teníamos que venir a este planeta Tierra, y hemos
venido; y aunque hemos venido en un cuerpo mortal,
corruptible y temporal, Jesucristo ha estado en el Cielo,
en el Templo de Dios en el Cielo, haciendo intercesión por
todos nosotros; y así reconciliándonos con Dios.
Pertenecemos a un Orden Sacerdotal Celestial y
Los reyes y sacerdotes de Dios… 15
también a un Orden de Gobierno celestial también; y somos
reyes y somos sacerdotes del Orden de Melquisedec.
Ahora, hemos visto cuál es el orden que estará
establecido en el Reino Milenial: el Orden de Melquisedec;
y a ese orden pertenecen todos los redimidos por la Sangre
de nuestro amado Señor Jesucristo.
En la actualidad somos reyes, porque Él nos ha hecho
reyes, y somos sacerdotes; y en el campo espiritual se
mueve en la actualidad todo esto, pero para el Reino
Milenial físicamente, literalmente, también estará en
función.
Y entonces todo en el Reino Milenial de Cristo estará
sujeto a Cristo nuestro Melquisedec, el Sumo Sacerdote
del Templo que está en el Cielo y también el Rey de los
Cielos y de la Tierra; estará sujeto a Cristo y a Sus hijos,
que son también reyes y sacerdotes; porque lo que Él es,
lo ha hecho también por nosotros.
Él nos ha hecho lo que Él es: Él es Rey, Él nos ha hecho
reyes; Él es Sumo Sacerdote, Él nos ha hecho sacerdotes.
Recuerden que los sacerdotes descendientes de Aarón
eran los que ayudaban al sumo sacerdote, eran los que
trabajaban en el templo establecido en la Tierra. Y así es
para el Templo de Dios: pertenecemos al Orden Sacerdotal
del Templo que está en el Cielo.
Y eso es reflejado en el Templo espiritual de
Jesucristo, que es Su Iglesia, donde ministramos como
sacerdotes del Orden de Melquisedec; y en donde el
mismo Jesucristo nuestro Melquisedec, en Espíritu Santo
ha estado manifestado de etapa en etapa, de edad en edad
ministrando; así como el sumo sacerdote ministraba tanto
en el atrio, también en el lugar santo, y una vez al año (o
sea, un día en el año) ministraba en el lugar santísimo.
16 Dr. William Soto Santiago
Y ahora, Cristo en Su Iglesia, que es Su Templo
espiritual, vean cómo de etapa en etapa ha estado
ministrando por medio de Su manifestación a través de Sus
mensajeros; y con Él han estado trabajando en la Obra de
Jesucristo los sacerdotes, los hijos e hijas de Dios, unidos
a Jesucristo en la Obra correspondiente a cada edad.
Así que podemos ver que así como Dios le dio buenos
ayudantes al sumo sacerdote Aarón (los cuales fueron sus
hijos), al Sumo Sacerdote del Templo que está en el Cielo
(a nuestro amado Señor Jesucristo) Dios le ha dado buenos
ayudantes, que son todos los redimidos por la Sangre de
Jesucristo, los cuales han sido hechos sacerdotes de Dios,
y reyes también. Y le ha dado buenos ayudantes también
para el glorioso Reino Milenial: le ha dado reyes también
(redimidos por la Sangre de Jesucristo) para ese glorioso
Reino que gobernará sobre el pueblo hebreo y sobre todo
el planeta Tierra, sobre todas las naciones.
Ahora podemos ver este misterio de estos reyes y
sacerdotes de Dios en los días postreros.
Vean cómo en los días postreros, los cuales comenzaron
desde que Jesucristo tenía de 4 a 7 años de edad…; porque
los días postreros delante de Dios para los seres humanos
son los milenios postreros, que son quinto milenio, sexto
milenio y séptimo milenio, por cuanto un día delante del
Señor son como mil años para los seres humanos1; o sea,
un día delante de Dios, para los seres humanos es un día
milenial, o sea, un día de mil años.
Y ahora, los días postreros delante de Dios son los
milenios postreros, los tres milenios postreros, que son
quinto milenio, sexto milenio y séptimo milenio. Por eso es
que San Pablo y San Pedro dicen que Dios habló por medio
1 2 Pedro 3:8, Salmos 90:4
Los reyes y sacerdotes de Dios… 17
de Jesucristo en los días postreros2; y ya han transcurrido
dos mil años, pero solamente han transcurrido dos días
delante de Dios, de los tres días postreros solamente dos
días han transcurrido; y nos queda el Día Postrero, que es
el séptimo milenio; y si le añadimos al calendario los años
de atraso que tiene, ya estamos en el séptimo milenio.
Y todavía siguen ministrando los sacerdotes del Orden
de Melquisedec en la Casa de Jesucristo, en la Iglesia de
Jesucristo, dando a conocer a los seres humanos las buenas
nuevas de Dios, dando a conocer todas estas virtudes
divinas que han sido manifestadas tanto en la Primera
Venida de Cristo como en todas estas etapas o edades de
la Iglesia de Jesucristo, más las que Él manifiesta en este
tiempo final.
A cargo de ese Nuevo Orden Sacerdotal, que es el
Orden Sacerdotal Celestial de Melquisedec, está a cargo
la ministración de todos los bienes espirituales, para ser
ministrados, los cuales están siendo ministrados por ese
Orden Sacerdotal Celestial, que son los miembros de la
Iglesia de Jesucristo.
Por eso nadie más tiene derecho a ministrar los bienes
celestiales, sino los hijos e hijas de Melquisedec, que son
lavados por la Sangre de Cristo y son hechos sacerdotes y
reyes del Orden de Melquisedec.
Por eso la comisión de la predicación del Evangelio, ¿a
quién fue dada? A la Iglesia del Señor Jesucristo, porque
es la que tiene el Orden Sacerdotal celestial para ministrar
las cosas espirituales a la raza humana.
Ahora, hemos visto que de etapa en etapa le ha
tocado a un grupo de sacerdotes trabajar con Cristo, el
Sumo Sacerdote, en la Obra de Dios; así como en medio
2 Hebreos 1:1-2, Hechos 2:16-17
18 Dr. William Soto Santiago
del pueblo hebreo los sacerdotes tenían su tiempo para
trabajar en el templo.
Y ahora, vean ustedes, toda la labor que los sacerdotes
realizaban era sincronizada con la obra del sumo
sacerdote; tenía que ser de acuerdo a la obra que el sumo
sacerdote llevaba a cabo, porque él es la cabeza de ese
orden sacerdotal. Y así es en el Orden Sacerdotal del Cielo
o Celestial, del Templo que está en el Cielo.
A cada ángel mensajero en cada etapa le tocó su
tiempo, para ministrar junto a Melquisedec, el Sumo
Sacerdote del Templo que está en el Cielo. Y ahora, para
el Día Postrero…
Vean ustedes, podemos ver que durante los días
postreros se ha estado ministrando con el Sumo Sacerdote
Melquisedec, los sacerdotes que les ha tocado ministrar en
cada edad.
Y ahora, podemos ver que la manifestación de
Jesucristo en Espíritu Santo en cada ángel mensajero fue
una manifestación de Melquisedec, del Sumo Sacerdote;
y junto a Él estuvieron los ayudantes, los sacerdotes que
trabajaron con Cristo en la Obra correspondiente a cada
edad.
Y para este tiempo final, Cristo, el Sumo Sacerdote del
Templo celestial, nuestro Melquisedec, ministra en este
Día Postrero así como ministró en las siete etapas o edades
de la Iglesia gentil, que corresponden al Lugar Santo del
Templo espiritual de Cristo, lo cual fue representado en
el lugar santo del templo que construyó Salomón y del
tabernáculo que construyó Moisés.
Y ahora, para este tiempo final Cristo ministra, el Sumo
Sacerdote ministra en Su Templo espiritual, en Espíritu
Santo, por medio de Su manifestación correspondiente
Los reyes y sacerdotes de Dios… 19
al Día Postrero a través de Su Ángel Mensajero, en la
construcción del Lugar Santísimo de Su Templo y en la
ministración de las cosas espirituales correspondientes a
este Día Postrero en el Templo espiritual de Cristo, en el
Lugar Santísimo; para que en la Obra de Reconciliación
que Cristo está haciendo en el Cielo por todos Sus hijos,
toda Su Casa, toda Su Familia, nosotros así como hemos
obtenido la reconciliación espiritual con Dios y hemos
obtenido el nuevo cuerpo, el cuerpo teofánico, o sea, ese
nuevo espíritu (Él dijo que nos daría un nuevo espíritu y
un nuevo corazón3), también Él ha prometido darnos un
nuevo cuerpo.
Y ahora, para la reconciliación física, la reconciliación
del cuerpo, en donde obtendremos la redención del
cuerpo, en donde obtendremos la transformación, y así
por consiguiente el cuerpo nuevo, Cristo entra al Lugar
Santísimo de Su Templo espiritual (o sea, de Su Iglesia)
y ministra ahí por medio de Su Ángel Mensajero; y junto
a Su Ángel Mensajero, vean ustedes, estarán todos los
escogidos de Dios (que son también sacerdotes) trabajando
en la Obra correspondiente al Día Postrero; pero el que
ministra lo que corresponde al Lugar Santísimo, y el
que hace la Obra correspondiente a esa etapa del Lugar
Santísimo para que pueda venir la resurrección de los
muertos en Cristo y la transformación de nosotros los que
vivimos, es Cristo, nuestro Melquisedec.
Y Él ministra en la etapa del Lugar Santísimo de Su
Templo espiritual, y nos da la fe, la revelación, para ser
transformados y raptados en este tiempo final; nos ministra
la revelación divina de los siete truenos de Apocalipsis,
capítulo 10, que es la revelación divina del Séptimo Sello,
3 Ezequiel 11:19, 36:26
20 Dr. William Soto Santiago
la revelación divina de la Segunda Venida de Cristo, como
el León de la tribu de Judá, como Rey de reyes y Señor de
señores en Su Obra de Reclamo. Y esa es la revelación que
hará que los muertos en Cristo sean resucitados en cuerpos
eternos y nosotros los que vivimos seamos transformados.
Ahora, Cristo, vean ustedes, se encuentra en el Cielo,
en el Lugar Santísimo del Templo que está en el Cielo; allí
está Su cuerpo glorificado, el cual fue resucitado; pero en
Espíritu Santo Jesucristo ha estado en medio de Su Iglesia,
ministrando por medio de Sus ángeles mensajeros en el
Lugar Santo, y en este tiempo final ministra en el Lugar
Santísimo por medio de carne humana.
Y con la labor que Él estará haciendo en el Lugar
Santísimo de Su Templo espiritual, se completará todo Su
trabajo, toda Su labor, y estará en pie el Templo espiritual de
Cristo, que es Su Iglesia, y que también son los sacerdotes
del Orden de Melquisedec, hijos de nuestro Melquisedec,
hijos de Jesucristo por medio del nuevo nacimiento.
Y ahora, vean ustedes cómo los hijos de Jesucristo, los
redimidos por la Sangre de Cristo, los cuales han nacido
de nuevo, siendo hijos del segundo Adán, por consiguiente
son sacerdotes también, de un nuevo orden que estará
funcionando en la Tierra físicamente también durante el
Reino Milenial.
Desde Cristo hacia acá ese Orden ha estado funcionando
espiritualmente, desde el Día de Pentecostés hacia acá,
espiritualmente, ministrando las cosas espirituales de
Cristo, de Dios; pero para el Reino Milenial, vean ustedes,
todo lo del Gobierno de Cristo en el campo religioso
pertenece al Orden de Melquisedec, al cual pertenecen
todos los creyentes en Cristo lavados con la Sangre
de Cristo y llenos del Espíritu de Cristo, los cuales han
Los reyes y sacerdotes de Dios… 21
obtenido el nuevo nacimiento y han nacido como reyes y
sacerdotes en el Reino de Dios, como hijos de Melquisedec,
el Sacerdote y Rey del Cielo; el cual le apareció a Abraham
y le dio pan y vino4; lo cual muestra que le aparecería a la
simiente espiritual de Abraham, celestial de Abraham, y
también a la descendencia según la carne, que es el pueblo
hebreo. Y para este tiempo final nos estará dando de Sí
mismo, para que podamos ser transformados y llevados a
la Casa de nuestro Padre celestial.
Por eso es que Él en este tiempo final, siendo Él el Verbo,
la Palabra, nos dará de Sí mismo: nos dará Su Palabra, y
obtendremos pronto nuestra transformación; porque esa
Palabra que Él nos dará y estará hecha carne en nosotros,
hará que seamos transformados, así como la Palabra que
había recibido Abraham y también Sara obró en ellos, y
alrededor de esa Palabra vino el rejuvenecimiento de ellos
para tener el hijo prometido.
Y alrededor de la Palabra que Él nos da en este
tiempo, se materializará nuestra transformación, que Él ha
prometido; o sea que todos los que serán transformados
habrán recibido esa Palabra, llamada también la Gran
Voz de Trompeta5 o Trompeta de Dios6. Y así es como
Cristo ministra para nosotros en el Lugar Santísimo lo que
nosotros necesitamos para ser transformados y llevados
con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero.
Y esto es así porque Él nos ha lavado de nuestros pecados
con Su Sangre preciosa, y nos ha hecho para nuestro Dios
reyes y sacerdotes; reyes… y reinamos espiritualmente,
pero en el Reino Milenial reinaremos literalmente como
4 Génesis 14:18-20
5 San Mateo 24:31
6 1 Tesalonicenses 4:16
22 Dr. William Soto Santiago
reyes; y como sacerdotes ministraremos todo lo que tenga
que ver con el aspecto religioso.
“Y en aquel día Jehová será uno, y uno Su Nombre”7.
Ya, por cuanto estará a cargo de los sacerdotes
descendientes de Melquisedec (que son los redimidos con
la Sangre de Cristo), solamente habrá una forma sola de
creer en Dios. O sea que no habrá un montón de religiones,
cada una con sus diferentes formas de interpretar la
Biblia y de creer en Dios, cada una con sus formas o sus
concepciones intelectuales de quién es Dios, cómo es Dios
y cuántas personas es Dios.
En Zacarías nos dice: “Y en aquel día Jehová será uno, y
uno Su Nombre”. O sea que la enseñanza será monoteísta:
un solo Dios; la enseñanza del Dios de Abraham, de Isaac
y de Jacob.
“Oye, Israel: El Señor nuestro Dios uno es”8. Así
comienzan los diez mandamientos. Por eso cuando le
preguntaron al Señor Jesucristo: “Dinos cuál es el primer
mandamiento”, comenzó Jesús diciéndoles: “Oye, Israel;
el Señor nuestro Dios uno es. Y amarás al Señor nuestro
Dios con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus
fuerzas. Y el segundo mandamiento es semejante a este, el
cual es: Amarás a tu prójimo como a ti mismo”9.
Ahora podemos ver la enseñanza religiosa que
habrá durante el Reino Milenial; y estará a cargo de los
sacerdotes de Cristo, que son los redimidos con la Sangre
de Jesucristo; y toda otra creencia será eliminada.
Y no solamente eso, sino que dice la Escritura en Zacarías…
veamos: en el capítulo 14, verso 8 en adelante dice:
7 Zacarías 14:9
8 Deuteronomio 6:4
9 San Marcos 12:28-31
Los reyes y sacerdotes de Dios… 23
“Acontecerá también en aquel día, que saldrán de
Jerusalén aguas vivas, la mitad de ellas hacia el mar
oriental, y la otra mitad hacia el mar occidental, en
verano y en invierno.
Y Jehová será rey sobre toda la tierra. En aquel día
Jehová será uno, y uno su nombre”.
Será Rey sobre toda la Tierra, porque estará reinando
como Rey de reyes y Señor de señores. Ahí también está
la promesa de Cristo en Apocalipsis, capítulo 3, verso 21,
donde dice:
“Al que venciere, yo le daré que se siente conmigo en
mi trono; así como yo he vencido, y me he sentado con mi
Padre en su trono”.
Así como Cristo se ha sentado con Su Padre en el
Trono celestial, en el Templo que está en el Cielo, ahora
Él ha prometido al Vencedor sentarlo en Su Trono.
¿Y cuál es el Trono de Jesucristo? Pues el Trono del
Padre es el que está en el Cielo, y el Trono de Jesucristo
es el Trono de David, en el cual Él estará reinando durante
ese Reino Milenial.
De eso fue que habló el Arcángel Gabriel a la virgen
María cuando le dijo: en el capítulo 1, verso 30 en adelante,
donde dice [San Lucas]:
“Entonces el ángel le dijo: María, no temas, porque
has hallado gracia delante de Dios.
Y ahora, concebirás en tu vientre, y darás a luz un
hijo, y llamarás su nombre Jesús.
Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y
el Señor Dios le dará el trono de David su padre;
y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su
reino no tendrá fin”.
Ahí tenemos el Trono de Jesucristo; es el Trono de
24 Dr. William Soto Santiago
David, el cual dice el Arcángel Gabriel aquí que Dios le
dará. Y ese es el Trono al cual Cristo se refiere cuando
dice:
“Al que venciere, yo le daré que se siente conmigo en
mi trono; así como yo he vencido, y me he sentado con mi
Padre en su trono”.
Ahora vean cómo lo mismo que Dios ha hecho con
Jesús es lo que Jesús hace con el Vencedor en Su Reino.
En el Reino de Jesucristo, ese Reino Milenial, Jesucristo
hace con el Vencedor lo mismo que el Padre ha hecho con
Jesús al sentarlo en Su Trono.
También Jesucristo le dará autoridad sobre las
naciones, “y las regirá con vara de hierro; (dice) así como
yo he recibido de mi Padre”, como Jesús recibió autoridad
sobre todas las naciones, pueblos y lenguas; y Él dijo10:
“Toda autoridad me es dada en el Cielo y en la Tierra”.
Y ahora Cristo le dará autoridad al Vencedor, le dará
autoridad sobre las naciones: “y él las regirá con vara de
hierro, y serán desmenuzadas como vaso de alfarero; así
como yo he recibido de mi Padre”. Apocalipsis, capítulo
2, versos 26 al 28.
Vamos a leerlo directamente aquí para que lo tengan
ya tal y como fue dicho por Jesús. Capítulo 2, verso 26 al
28, dice:
“Al que venciere y guardare mis obras hasta el fin…”.
¿El que guarde las obras de Cristo hasta cuándo?
Hasta el fin, hasta el fin del tiempo. El mensajero que esté
en ese tiempo será el Vencedor, y será el que obtendrá la
materialización de estas promesas en él.
“… yo le daré autoridad sobre las naciones,
y las regirá con vara de hierro, y serán quebradas
10 San Mateo 28:18
Los reyes y sacerdotes de Dios… 25
como vaso de alfarero; como yo también la he recibido de
mi Padre…”.
Vean, la misma autoridad que ha recibido del Padre,
ahora se la otorga al Vencedor; porque por medio del
Vencedor, por medio de Su siervo fiel y prudente, que
estará en el Día Postrero ministrando en la Casa de Dios,
a través del cual Cristo estará manifestado en Espíritu
Santo…; y estará Cristo manifestado en Espíritu Santo
como Melquisedec, como Sumo Sacerdote ministrando en
el Día Postrero en la Edad de la Piedra Angular, que es la
Edad del Lugar Santísimo del Templo espiritual de Cristo.
Por lo tanto, la autoridad que Cristo ha recibido
del Padre será manifestada por medio del siervo fiel y
prudente, por medio del instrumento que Cristo tendrá
en el Día Postrero, que será Su Ángel Mensajero. “Así
como yo he recibido de mi Padre” (dice Cristo), Él le dará
autoridad sobre las naciones al Vencedor.
“… y le daré la estrella de la mañana”.
¿Y cuál es la Estrella de la Mañana? En Apocalipsis,
capítulo 22, verso 16, dice:
“Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio
de estas cosas en las iglesias. Yo soy la raíz y el linaje de
David, la estrella resplandeciente de la mañana”.
Estos atributos de Cristo, vean ustedes, son dados y
manifestados por medio del Vencedor. Dice: “Al que
venciere, yo le daré la Estrella resplandeciente de la
Mañana”.
Por lo tanto, la Estrella resplandeciente de la Mañana,
el cual es Cristo, estará manifestado como la Estrella
resplandeciente de la Mañana por medio del Vencedor;
y estará manifestado también como la raíz y el linaje de
David por medio del Vencedor.
26 Dr. William Soto Santiago
Y por eso es que Cristo, nuestro Melquisedec, ministra
por medio de Su Ángel Mensajero en el Día Postrero en
la Edad de la Piedra Angular, o sea, en el Lugar Santísimo
de Su Templo espiritual, y manifiesta estos atributos de
Jesucristo por medio de Su Ángel Mensajero en el Día
Postrero.
Y los escogidos de Dios, la Iglesia de Jesucristo, verá
la Estrella resplandeciente de la Mañana resplandeciendo
en el Día Postrero, en la Edad de la Piedra Angular, a
través de Su Ángel Mensajero; y verán también la raíz
y el linaje de David manifestado por medio de Su Ángel
Mensajero; porque estarán viendo a Cristo en Espíritu
Santo manifestado en Su Ángel Mensajero, manifestando
esos atributos del Señor Jesucristo. Y lo verá la Iglesia del
Señor Jesucristo y también lo verá el pueblo hebreo.
Pero el Ángel de Jesucristo no es el Señor Jesucristo;
él solamente es el instrumento de Jesucristo para esas
manifestaciones de Jesucristo prometidas para este Día
Postrero, en el Templo espiritual de Cristo, que es Su
Iglesia, en la parte del Lugar Santísimo de ese Templo
espiritual.
Ahora recuerden que el sumo sacerdote ministraba en
el atrio, ministraba en el lugar santo y también ministraba
en el lugar santísimo. Y luego, cuando estaba saliendo del
lugar santísimo, pasaba al lugar santo y ahí ministraba
también, ya cuando estaba saliendo del lugar santísimo;
donde —en el lugar santo— él colocaba de la sangre de
la expiación sobre los cuernos del altar del incienso11, y
así por el estilo; y él usaba de esa sangre de la expiación
cuando salía del lugar santísimo, usaba en el lugar santo,
y luego seguía saliendo.
11 Levítico 16:18-19
Los reyes y sacerdotes de Dios… 27
O sea que el sobrante de esa sangre era utilizada. Y esa
sangre lo que hace es ¿qué? Redimir. Así que podemos ver
que algo grande Cristo hará en este tiempo final, luego que
haya acabado Su Obra en el Lugar Santísimo.
Por eso es que luego tienen oportunidad, luego que
Cristo obre con Sus escogidos, tiene oportunidad el pueblo
hebreo y tiene oportunidad el resto de las vírgenes.
Las cinco vírgenes, pues esas corresponden al Lugar
Santísimo en el Día Postrero; pero las otras vírgenes, que
no tenían aceite en sus lámparas, que representan al resto
del cristianismo o el cristianismo que no tenía el Espíritu
Santo… pero que estarán dispuestos a dar su vida por
Cristo, y estarán dispuestos a morir en esa apretura y luego
persecución que vendrá en este tiempo final, en donde el
anticristo, la bestia, perseguirá al resto de los que creen
en Cristo pero que no tenían el Espíritu Santo; aunque
pensaban que lo tenían, pero no lo tenían.
Después, al final, se dan cuenta que no lo tenían; vienen
buscando aceite, vienen buscando el Espíritu Santo, pero
las vírgenes prudentes dicen que compren ellos para que
no les falte a ellas y a las vírgenes insensatas también12;
porque el tiempo para recibir el Espíritu Santo era antes de
que Cristo terminara Su labor de intercesión en el Cielo.
Ahora podemos ver que habrá bendición para el
pueblo hebreo cuando Cristo haya completado el número
de Sus escogidos en el Cuerpo Místico, en Su Iglesia; y
habrá una manifestación plena de Dios, tanto en el Lugar
Santísimo como en el Lugar Santo, y en el Atrio también;
porque habrá personas que, aunque no pertenezcan al
Lugar Santísimo del Templo espiritual de Cristo (porque a
ese lugar solamente pertenecen los reyes y sacerdotes del
12 San Mateo 25:1-9
28 Dr. William Soto Santiago
Día Postrero), pero habrá miles o millones de personas
que estarán en el Atrio; pues no fueron de las siete etapas,
no fueron del grupo de las siete etapas, por lo tanto, habrá
lugar en el Atrio para el resto de los seres humanos.
Ese es el lugar que Dios extiende, y ahí es donde
entrarán las vírgenes insensatas. Y por eso es que en el
libro del Apocalipsis, capítulo 7, versos 8 al 17, aparece
ahí esa multitud. Versos 9 al 17, dice así, de Apocalipsis,
capítulo 7:
“Después de esto miré, y he aquí una gran multitud,
la cual nadie podía contar (o sea, que son millones), de
todas naciones y tribus y pueblos y lenguas (o sea que
no son hebreos, porque es de todo pueblo, nación, tribu y
lengua), que estaban delante del trono y en la presencia
del Cordero, vestidos de ropas blancas, y con palmas en
las manos;
y clamaban a gran voz, diciendo: La salvación
pertenece a nuestro Dios que está sentado en el trono, y al
Cordero.
Y todos los ángeles estaban en pie alrededor del trono,
y de los ancianos y de los cuatro seres vivientes; y se
postraron sobre sus rostros delante del trono, y adoraron
a Dios,
diciendo: Amén. La bendición y la gloria y la sabiduría
y la acción de gracias y la honra y el poder y la fortaleza,
sean a nuestro Dios por los siglos de los siglos. Amén.
Entonces uno de los ancianos habló, diciéndome:
Estos que están vestidos de ropas blancas, ¿quiénes son, y
de dónde han venido?
Yo le dije: Señor, tú lo sabes. Y él me dijo: Estos son
los que han salido de la gran tribulación, y han lavado sus
ropas, y las han emblanquecido en la sangre del Cordero”.
Los reyes y sacerdotes de Dios… 29
Esas son las vírgenes insensatas, que salen de la gran
tribulación; tienen que morir durante la gran tribulación
porque no tenían aceite en sus lámparas, o sea, no tenían
el Espíritu Santo: no habían nacido de nuevo. Dice:
“Por esto están delante del trono de Dios, y le sirven
día y noche en su templo; y el que está sentado sobre el
trono extenderá su tabernáculo sobre ellos (al extender
Su Tabernáculo, vienen a tener parte en el Atrio del
Tabernáculo de Dios).
Ya no tendrán hambre ni sed, y el sol no caerá más
sobre ellos, ni calor alguno;
porque el Cordero que está en medio del trono los
pastoreará, y los guiará a fuentes de aguas de vida; y
Dios enjugará toda lágrima de los ojos de ellos”.
Este es el mismo grupo que aparece en Apocalipsis,
capítulo 15; vamos a ver, verso 1 en adelante, dice:
“Vi en el cielo otra señal, grande y admirable: siete
ángeles que tenían las siete plagas postreras; porque en
ellas se consumaba la ira de Dios.
Vi también como un mar de vidrio mezclado con
fuego…”.
Un mar de vidrio mezclado con fuego. ¿Dónde estaba
el mar de bronce en el tabernáculo que construyó Moisés
y el templo que construyó Salomón? En el atrio. Y ahora,
vean aquí:
“Vi también como un mar de vidrio mezclado con
fuego; y a los que habían alcanzado la victoria sobre la
bestia y su imagen, y su marca y el número de su nombre,
en pie sobre el mar de vidrio, con las arpas de Dios”.
¿Dónde están? Están en el Atrio. No pertenecen ni al
Lugar Santo ni al Lugar Santísimo.
“Y cantan el cántico de Moisés siervo de Dios, y el
30 Dr. William Soto Santiago
cántico del Cordero, diciendo: Grandes y maravillosas son
tus obras, Señor Dios Todopoderoso; justos y verdaderos
son tus caminos, Rey de los santos”.
¿Cómo lo conocen? Lo reconocen como el Rey de
los santos, lo reconocen como el Rey de reyes y Señor de
señores. Esa es la revelación que las vírgenes insensatas
obtendrán; y morirán durante la gran tribulación dando
sus vidas, pero no se inclinarán a la bestia y a la imagen
de la bestia, sino que permanecerán fieles a Dios.
“¿Quién no te temerá, oh Señor, y glorificará tu
nombre? pues sólo tú eres santo; por lo cual todas las
naciones vendrán y te adorarán, porque tus juicios se han
manifestado”.
Y ahí podemos ver lo que será del grupo de las vírgenes
insensatas, que no tenían aceite en sus lámparas: tendrán
que pasar por la gran tribulación. Pero ellas, luego que
termine todo, al final del Reino Milenial resucitarán y
serán juzgadas y entrarán a la vida eterna.
Ahora, podemos ver todo este Programa Divino y cómo
se ha ido moviendo de etapa en etapa; y cómo de etapa en
etapa han estado entrando al Programa de la Redención
los hijos e hijas de Dios, que tienen sus nombres escritos
en el Cielo, en el Libro de la Vida del Cordero, y han sido
lavados con la Sangre de Cristo: han creído en Cristo
como su Salvador, han lavado sus pecados en la Sangre de
Cristo y han recibido Su Espíritu Santo; y así han nacido
de nuevo; y han nacido como reyes y sacerdotes en el
Reino de Dios, porque Él nos ha hecho para nuestro Dios
reyes y sacerdotes; no del orden levítico, no del orden
de Aarón, sino del Orden de Melquisedec, del Orden del
Sumo Sacerdote del Templo que está en el Cielo.
Y para el Reino Milenial, todo lo que se estará
Los reyes y sacerdotes de Dios… 31
llevando a cabo en este planeta Tierra —tanto en la parte
de Gobierno, en lo político, y en la parte religiosa— estará
a cargo de Melquisedec y Sus hijos.
Él es el Sumo Sacerdote del Templo que está en el Cielo,
y Sus hijos son sacerdotes también, con Cristo; y son los
que trabajan con Cristo en todos los asuntos religiosos, y
son los que trabajan con Cristo también en todos los asuntos
de Gobierno, en toda la parte política de ese glorioso Reino
Milenial que Cristo tendrá en este planeta Tierra, y que
estará ese Reino sobre el pueblo hebreo y sobre todas las
naciones. Todo estará sujeto a ese Reino.
Y de Jerusalén saldrán todas las leyes para ser
establecidas en todas las naciones; “porque de Jerusalén
saldrá la Ley”13 para todas las naciones, tanto en lo político
como en lo religioso. Son las leyes del Reino de Jesucristo.
Por eso es que, así como por medio del ministerio de
Moisés Dios estableció las leyes para el pueblo hebreo,
el ministerio de Moisés y de Elías estarán en la Tierra
manifestados porque Dios establecerá las leyes (para y de
Su Reino) para el pueblo hebreo y para todas las naciones,
en ese glorioso Reino Mesiánico de mil años.
Ahora, hemos visto este misterio de LOS REYES
Y SACERDOTES DE DIOS EN LOS DÍAS
POSTREROS.
Todo ha estado moviéndose en la parte espiritual, por
cuanto los reyes y sacerdotes de Dios del Día Postrero
han recibido el cuerpo teofánico eterno, que Cristo nos ha
dado por medio de creer en Cristo como nuestro Salvador
y lavar nuestros pecados en la Sangre de Cristo y recibir
Su Espíritu Santo; y así nos ha dado el cuerpo teofánico de
la sexta dimensión.
13 Isaías 2:3, Miqueas 4:2
32 Dr. William Soto Santiago
Y por eso es que se ha estado llevando a cabo una
labor espiritual desde el Día de Pentecostés hacia acá;
pero pronto nos dará el cuerpo físico y eterno, y seremos
plenamente a imagen y semejanza de Jesucristo físicamente
también, con un cuerpo glorificado; y entonces en la parte
física también estaremos teniendo todas las labores que
se llevarán a cabo aquí en la Tierra: todas estarán bajo la
dirección, bajo el gobierno de Cristo y Su Iglesia, Cristo
y Sus reyes y sacerdotes, que Él por medio de lavarnos en
Su Sangre ha hecho.
Y ahora, vean cómo estos reyes y sacerdotes están
siendo preparados de etapa en etapa para ese glorioso Reino
Milenial, en donde físicamente también gobernaremos
como reyes y ministraremos como sacerdotes.
Y desde la Tierra, desde ese Templo espiritual (que es
Su Iglesia), se ministrará todo, y todo será comunicado
al Templo de Dios en el Cielo y al Reino de Dios en el
Cielo. O sea que por medio del Templo espiritual, que es
la Iglesia de Jesucristo aquí en la Tierra durante el Reino
Milenial, se ministrará todo lo del Templo de Dios del
Cielo.
Así como durante el tiempo del tabernáculo que
construyó Moisés y el templo que construyó Salomón, y
todo ese tiempo del Antiguo Testamento, todas las cosas
celestiales se ministraban a través del templo terrenal que
el pueblo hebreo tenía.
Vean el por qué Moisés tuvo que levantar ese
tabernáculo; y Dios le hablaba a Moisés dentro de
ese tabernáculo, desde el lugar santísimo, desde el
propiciatorio, desde donde Dios se manifestaba, se
revelaba a Moisés, y le hablaba todo lo que Dios quería
que Moisés le diera a conocer al pueblo hebreo. “Desde
Los reyes y sacerdotes de Dios… 33
allí (Dios dice) me manifestaré a ti, y te diré todo lo que tú
le tengas que decir al pueblo hebreo”. Eso está en el libro
del Éxodo, capítulo 25.
Ahora vean cómo aquí Dios muestra que Moisés podía
entrar al templo, al lugar santísimo, en cualquier tiempo,
pero el sumo sacerdote no podía. Dice capítulo 25, verso
21 al 22:
“Y pondrás el propiciatorio encima del arca, y en el
arca pondrás el testimonio que yo te daré.
Y de allí me declararé a ti, y hablaré contigo de sobre
el propiciatorio, de entre los dos querubines que están
sobre el arca del testimonio, todo lo que yo te mandare
para los hijos de Israel”.
Ahora podemos ver que ese es el lugar más importante
del templo: el propiciatorio, que está sobre el arca del
pacto. O sea que el arca del pacto con el propiciatorio
tiene también los dos querubines de oro, y en medio de los
dos querubines de oro ahí está la presencia de Dios.
Nosotros hemos llegado al tiempo más grande y glorioso
de todos los tiempos, el tiempo del Lugar Santísimo en
el Templo espiritual de Cristo. Y los dos querubines de
oro ahí, sobre el lugar santísimo, corresponden a los
ministerios de Moisés y Elías; y de en medio de esos dos
ministerios prometidos para el Día Postrero será que la
gloria de Dios, la gloria de Jesucristo será manifestada en
toda Su plenitud.
Desde ahí es que Dios se manifestará en medio de
Su Iglesia en este tiempo final; y ahí estará la gloria
de Jesucristo manifestada. De lo cual hablaremos en la
próxima actividad, ya que la próxima actividad tiene
como tema… vamos a ver, el tema de la próxima actividad
es: “LA VENIDA DEL SEÑOR CON LAS NUBES”. Ese
34 Dr. William Soto Santiago
será el tema que estaremos viendo en la próxima actividad:
“LA VENIDA DEL SEÑOR CON LAS NUBES”.
Recuerden que todas estas cosas, todas estas
revelaciones prometidas para ser dadas a conocer a los
hijos de Dios en el Día Postrero, son ministradas en el
Lugar Santísimo del Templo espiritual de Cristo por
medio del Espíritu Santo, Jesucristo en Espíritu Santo a
través de Su Ángel Mensajero; así como las revelaciones
correspondientes a cada edad de la Iglesia gentil fueron
ministradas por el Espíritu Santo, Jesucristo en Espíritu
Santo en el ángel mensajero de cada edad, y se llevó a
cabo la Obra de Cristo en cada edad.
Y la Obra de Cristo para la Edad del Lugar Santísimo
de Su Templo espiritual, que es la Edad de la Piedra
Angular, vean ustedes, será realizada por Jesucristo en
Espíritu Santo a través de Su Ángel Mensajero, dándonos
a conocer todas estas cosas que deben suceder pronto,
en la etapa del Lugar Santísimo del Templo espiritual de
Jesucristo, donde hemos sido llamados y colocados en
este Día Postrero.
Hemos visto nuestro tema de esta ocasión: “LOS
REYES Y SACERDOTES DE DIOS EN LOS DÍAS
POSTREROS”.
Los hemos visto en estos dos mil años que han
transcurrido, y ellos son los redimidos por la Sangre de
Cristo, los miembros de la Iglesia del Señor Jesucristo;
y ahora en estos días en los cuales vivimos, donde (si le
añadimos al calendario los años de atraso que tiene) ya
estamos en el séptimo milenio, que es el Día Postrero
delante de Dios: y ahora miramos a los reyes y sacerdotes
de Dios en el Día Postrero.
Y cuando los miramos, cuando yo los veo, los miro,
Los reyes y sacerdotes de Dios… 35
los veo a todos ustedes, que han sido redimidos con la
Sangre de Cristo, ¡y han sido hechos reyes y sacerdotes
de Dios!, y viven en el Día Postrero; y están trabajando,
ministrando en la Obra de Cristo, llevando la Palabra,
llevando el Mensaje, dando a conocer las buenas nuevas
de Cristo correspondientes a este Día Postrero, en adición
a las buenas nuevas de la Primera Venida de Cristo.
Y ahora, podemos ver a los reyes y sacerdotes de
Dios, no solamente en los dos días postreros que ya han
transcurrido, sino en este Día Postrero, en este milenio
postrero que ya ha comenzado (si le añadimos al calendario
los años de atraso que tiene); en donde hay grandes
bendiciones para los reyes y sacerdotes de Jesucristo, para
todos los redimidos por la Sangre de Jesucristo; y grandes
cosas estarán ministrando los sacerdotes de Jesucristo,
los sacerdotes del Orden de Melquisedec, que trabajan y
ministran con Cristo, el Sumo Sacerdote del Templo que
está en el Cielo.
Porque somos colaboradores de Cristo, nos dice San
Pablo, colaboradores de Dios14; y si somos colaboradores
del Sumo Sacerdote Melquisedec es porque somos
sacerdotes también. Él nos ha hecho… - nos ha limpiado
con Su Sangre preciosa, nos ha lavado de nuestros pecados
y nos ha hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes;
y reinaremos con Cristo por el Milenio y por toda la
eternidad, y estaremos como reyes y como sacerdotes en
Su Reino.
Por lo tanto, todo lo que tenga que ver con lo político
estará a cargo de Cristo como Rey y de Sus hijos como
reyes; y todo lo que tenga que ver con lo religioso estará
a cargo de Cristo como Sumo Sacerdote (el cual es
14 1 Corintios 3:9, 2 Corintios 6:1
36 Dr. William Soto Santiago
Melquisedec) y de todos los sacerdotes, que son los hijos
del Rey Melquisedec, que han sido hechos sacerdotes por
Cristo al ser redimidos con la Sangre de Cristo.
Ahora vean que todo lo que se mueva durante el Reino
Milenial estará ligado a Cristo y a nosotros. Nada se
moverá sin el visto bueno de Jesucristo y Sus redimidos;
porque son LOS REYES Y SACERDOTES DE DIOS
EN LOS DÍAS POSTREROS.
Que las bendiciones de Jesucristo, el Ángel del Pacto,
sean sobre todos ustedes y sobre mí también; y pronto
todos seamos transformados juntamente con los muertos
en Cristo que resucitarán en cuerpos eternos, y seamos
llevados a la Cena de las Bodas del Cordero. Y que pronto
el Reino de Dios y el Reino sobre esta Tierra sea entregado
a los santos del Altísimo, como nos dice Dios a través del
profeta Daniel en el capítulo 7, verso 18:
“Después recibirán el reino los santos del Altísimo,
y poseerán el reino hasta el siglo, eternamente y para
siempre”.
Que todo esto se materialice pronto para cada uno de
ustedes y para mí también. En el Nombre Eterno del Señor
Jesucristo. Amén y amén.
Hemos visto la bendición tan grande que Dios nos ha
dado a todos nosotros; y no sabíamos que la bendición era
tan grande, pero ahora sí lo sabemos.
Así que en la tarde, o en la próxima actividad, ya
tendremos el tema que hemos anunciado; el tema que hemos
anunciado (vamos a ver) es “LA VENIDA DEL SEÑOR
CON LAS NUBES”. Y ahí estaremos abarcando desde
el ángulo de la Venida del Señor en las nubes, estaremos
abarcando todo ese campo, para ver ahí las bendiciones que
hay para cada uno de ustedes y para mí también.
Los reyes y sacerdotes de Dios… 37
Algunas veces pensamos que la historia de Cristo
solamente es desde que nació en Belén de Judea hasta que
fue crucificado; pero la historia de Cristo antes de eso y
la historia de Cristo después que fue crucificado y murió
y resucitó…, y desde que murió, resucitó y ascendió al
Cielo, ya tiene dos mil años de historia; más los 33 años;
más antes de eso, que es sin fin.
O sea que la historia de Cristo no es solamente de 33
años; porque: “En el principio era el Verbo, y el Verbo era
con Dios, y el Verbo era Dios. Y el Verbo se hizo carne”15.
Y ahora, la historia de Cristo antes de hacerse carne,
la historia del Verbo antes de hacerse carne; y la historia
del Verbo cuando se hizo carne; y la historia del Verbo
después que murió, resucitó y ascendió al Cielo; o sea que
tenemos bastantes miles de años o millones de años, de
historia de Cristo.
Bueno, ahora vamos a pedir siempre escuchar la
historia de Cristo.
Para eso hay un verso ahí, para este tiempo final. Dice:
“Yo Jesús…”. ¿Cómo dice? [Los presentes continúan:
“… he enviado mi ángel para daros testimonio de estas
cosas en las iglesias”]. Así que nos estará dando a conocer
la historia de Cristo bien pero que bien clara.
Por aquí nuevamente nuestro amado hermano y amigo,
el reverendo Miguel Bermúdez Marín, para continuar.
Que Dios les continúe bendiciendo a todos; y nos
veremos en la próxima actividad, en donde tendremos el
tema: “LA VENIDA DEL SEÑOR CON LAS NUBES”.
Que Dios les continúe bendiciendo a todos.
“LOS REYES Y SACERDOTES DE DIOS EN
LOS DÍAS POSTREROS”.
15 San Juan 1:1 y 14
Notas
Notas

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