Sie sind auf Seite 1von 96

1

Intervención en la
atención a las personas
dependientes y su
entorno
Objetivos:
— Identificar las diferentes instituciones, sus
programas y profesionales, relacionados
con las personas dependientes.

— Distinguir la metodología de trabajo de los


diferentes equipos y sus características.

— Identificar a cada uno de los profesionales


que proporcionan la atención sociosanitaria,
así como también sus responsabilidades
y las funciones que desempeñan en
colaboración con el resto de profesionales
sociosanitarios.

— Exponer las nociones básicas para que el


alumno adquiera la capacidad necesaria
para afrontrar las tareas que, con frecuencia,
se le van a plantear en su actividad laboral
diaria.

© C.E.A. Ediciones Valbuena, S.A. La reproducción total o parcial de esta obra por cual-
I.S.B.N.:  quier medio, existente o de próxima invención, sin
permiso por escrito de los propietarios del © será per-
Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos seguido de acuerdo con la legislación vigente.
Reprográficos, wwww.cedro.org) si necesita
fotocopiar, escanear o hacer copias digitales de
algún fragmento de esta obra.
Anagrama «LUCHA CONTRA LA PIRATERIA»
propiedad de Unión Internacional de Escritores.
Índice
1. Instituciones, programas y profesionales de
atención directa a personas dependientes:
características
2. Papel de los diferentes profesionales
de atención sociosanitaria. El equipo
interdisciplinar
3. Tareas del profesional de atención
sociosanitaria. Competencia y
responsabilidad en diferentes áreas

1- 2
Intervención en la atención a las personas dependientes y su entorno

1. Instituciones, programas y
profesionales de atención directa
a personas dependientes:
características
Definición

La dependencia puede entenderse como el resultado de un proceso que


se inicia con la aparición de un déficit en el funcionamiento (deficiencia)
corporal como consecuencia de una enfermedad o accidente. Este déficit
comporta una limitación en la actividad (discapacidad). Cuando esta
limitación no puede compensarse mediante la adaptación al entorno,
provoca una restricción en la participación, que se concreta en la
dependencia de la ayuda de otras personas para realizar actividades de
la vida cotidiana.

Como vemos en el cuadro, hay muchos factores que pueden llevar a una situación de
dependencia. La persona dependiente puede iniciar en cualquier punto el ciclo de dependencia,
como ejemplo la depresión y los psicofármacos disminuyen la actividad, la enfermedad
cardiovascular disminuye el volumen de oxigeno máximo, y la discapacidad per se puede llevar
a la disminución de masa muscular por desacondicionamiento. En la fragilidad hay varias vías
con múltiples factores que puede actuar de forma independiente o aditiva para dar lugar a las
manifestaciones clínicas y de dependencia.

Todas estas personas necesitan de cuidados, en su mayor parte ofrecidos por los propios
familiares en su domicilio, pueden se cónyuge, hijos, etc., por lo que la sanidad tiene que ofertar
servicios y programas que les ayuden en su día a día. Estos servicios que ofrece el Estado se ven
compensados a su vez por la iniciativa privada con y sin fin de lucro, éstas están desempeñando

1-3
Apoyo en la recepción y acogida en instituciones de personas dependientes

un papel clave en la mejora tanto cualitativa como cuantitativa de la oferta de servicios, aunque
por otra parte hay que reconocer que aun son insuficientes para atender la demanda existente hoy
en día, como la creciente demanda, en parte por el aumento de las personas mayores y también
por el rol de las mujeres en la sociedad y en las preferencias de las personas dependientes, en
cuanto se refiere a los modelos de atención que desean.

Por tanto, en cuanto a la forma de financiarse las instituciones existen 2 grupos claramente
diferenciados:

z Sanidad Publica.

z Sanidad Privada.

Definición

La sanidad pública es toda aquella que se financia a través del


gobierno o de las autonomías, siendo esta la más importante
en nuestro país y sobre la que se basa todo el sistema sanitario
español, ésta va a englobar los diferentes apartados en los que si
divide:
z Atención primaria de salud (Centros de salud, consultorios,
ambulatorios, centros de especialidades, servicios de ayuda
a domicilio, etc.).
z Atención especializada (hospitales, residencias
asistenciales).
z También podemos encontrar entidades que se van a ocupar
de la atención a personas con discapacidades (IMSERSO,
Real patronato sobre discapacidad, etc.).

Definición

En la sanidad privada podemos encontrar también varios sistemas,


más relacionados con la atención a pacientes y sus demandas,
como pueden ser:
z Residencias para personas dependientes, éstas tendrán
distintos servicios y profesionales, dependiendo del grupo de
personas con discapacidad a las que estén orientadas.
z Centros de día o noche.
z Asociaciones de enfermos de una determinada enfermedad,
éstas son asociaciones privadas, que se financian gracias a
las subvenciones estatales y a las donaciones privadas de
sus afiliados.
z Asociaciones aunque financiadas por dinero público, son
de carácter privado, como puede ser Cruz Roja en España,
asociaciones como Enfermundi, etc.

Todas estas instituciones tienen en común la atención a pacientes dependientes, todas


cuentan con distintos recursos y personal, por lo que ahora definiremos que programas se
derivan de cada una de ella, englobándolas por servicios y actividades que ofrecen.

1- 4
Intervención en la atención a las personas dependientes y su entorno

En primer lugar definiremos los servicios de ayuda a domicilio, en éstos podemos encontrar
2 grupos según sea su naturaleza asistencial:

z Servicio de Atención Domiciliaria.

z Servicios de Ayuda al Domicilio.

1.1. Servicio de atención domiciliaria


Estos servicios, se prestan fundamentalmente por equipos de atención primaria y también
por equipos especializados de soporte (PADES, ESAD, equipos domiciliarios de los servicios de
Geriatría hospitalaria), va mas encaminada a pacientes de cuidados paliativos o geriátricos, cuya
finalidad reside en ofrecer una asistencia en domicilio, por profesionales médicos y sanitarios,
los cuales tratan a los pacientes y sus enfermedades en los propios domicilios, evitando así los
ingresos hospitalarios de dichos pacientes. Estos servicios están compuestos en su mayoría por
médico, psicólogo, enfermera, auxiliares y conductores.

1.2. Servicio de Ayuda a Domicilio (SAD)


Por parte de los servicios sociales, éstos no van por separado, deben estar coordinados
con los servicios de atención domiciliaria dependiente de los centros de salud o de los servicios
hospitalarios.

Definición

Lo define como “Un programa individualizado, de carácter preventivo y


rehabilitación, en el que se articulan un conjunto de servicios y técnicas de
intervención profesionales consistentes en atención personal, doméstica,
de apoyo psicosocial y familiar y relaciones con el entorno, prestados en
el domicilio de una persona dependiente en algún grado”. Rodríguez. P.
2003.

Las conclusiones que podemos sacar de esta definición son varias:

z El programa ha de ser
individualizado. Debe estar
ajustado a la persona a la que se
lo vamos a prestar, adaptando
de manera flexible los apoyos
necesarios a dicha persona y sus
peculiaridades, tanto personales
como en el ámbito en el que se
interviene, contando con las
circunstancias que le rodean en
el aspecto familiar.

z Tienen un carácter preventivo y


rehabilitador. No solo intentan

1-5
Apoyo en la recepción y acogida en instituciones de personas dependientes

prevenir las situaciones carenciales, las cuales incrementan el riesgo de pérdida de


independencia, sino que también pretenden recuperar capacidades funcionales
desaparecidas, tales como vestirse, andar, asearse, hacer las tareas domésticas,
preparación de alimentos, comer, acudir al servicio con regularidad, también se
le orienta para que no pierda la capacidad para comunicarse con el exterior, para
realizar actividades lúdicas y recreativas, etc.

z En este programa se comparten tanto servicios como técnicas de intervención. No


se trata solamente de ofrecer determinadas prestaciones o servicios, sino que también
es necesario utilizar técnicas de intervención para rehabilitar o mitigar la dependencia
a la que está sujeta la persona. Se trata de servicios que se ofrecen de manera
profesional, por eso es necesario que cada intervención sea programada, supervisada
y evaluada periódicamente por los profesionales adecuados, y con formación para
desempeñar este trabajo, como pueden ser enfermeros, trabajadores sociales, etc.

z Los servicios y técnicas básicos de intervención consisten en:

D La atención personal, desarrollándose en actividades de compañía,


conversación y escucha activa, paseos y principalmente en actividades de
asistencia en las principales actividades de la vida diaria, como levantarse,
acostarse, bañarse, vestirse, comer, higiene, etc.. Las personas en situación
de dependencia importante, requieren cuidados especiales como cambios
posturales, movilizaciones, orientaciones temporoespacial, etc., que serán
siempre pautados y supervisados por profesionales de enfermería.

D En la atención doméstica se realizaran tareas como la limpieza de la casa,


compra de alimentos, cocinar, lavar, planchar, etc.

D En las actividades de apoyo psicosocial realizaremos escucha activa con la


persona dependiente, la estimularemos para que realice su autocuidado, que se
relacione socialmente, previniendo y reduciendo la dependencia.

D Cuando nos referimos al apoyo familiar, las actitudes de los trabajadores, no


sustituyen al papel familiar, tenderán a reforzar la cohesión familiar colaborando
con ellos.

Los objetivos de los Servicios de Ayuda a Domicilio se basan fundamentalmente en que la


persona siga viviendo en su domicilio, si ese es su deseo, el mayor tiempo posible en condiciones
aceptables de dignidad profesional. Se trata de incrementar la autonomía personal en el medio
habitual de vida.

Como objetivos fundamentales de los Servicios de Ayuda a Domicilio podemos decir que
son:

z Incrementar la autonomía de la persona dependiente, y la de su familia, para que


pueda permanecer el mayor tiempo posible en su casa, manteniendo el control sobre
su propia vida.

z Conseguir los cambios necesarios para que mejoren su calidad de vida.

z Facilitar las tareas y actividades que no pueden realizar por si mismas, sin interferir en
su capacidad de decisión.

1- 6
Intervención en la atención a las personas dependientes y su entorno

z Fomentar hábitos saludables como son la higiene, ejercicio físico acorde a sus
características, alimentación, etc.

z Adecuar las características de la vivienda a las necesidades de la persona dependiente,


adaptando, reparando o instalando ayudas técnicas.

z Potenciar las actividades en el domicilio y su entorno comunitario.

z Aumentar la seguridad y autoestima de la persona atendida.

z Mejorar y reforzar los vínculos familiares, vecinales y de amistad.

z Favorecer los sentimientos positivos ante la vida.

La institución responsable de los Servicios de Ayuda a Domicilio es el municipio y otras


corporaciones locales de mayor ámbito, como pueden ser las diputaciones provinciales, los
cabildos insulares, etc.

Estos servicios los prestaran con la gestión directa de la corporación local, que podrá
en muchos casos concertar con alguna entidad prestataria, como pueden ser cooperativas,
instituciones sin ánimo de lucro o empresas. En cualquiera que sea la forma, la responsabilidad
del servicio la tendrá siempre la institución de la Administración de quien depende, sea local,
provincial o autonómica.

Otra de las cuestiones de interés, es la determinación de las tareas que asumirán familiares
o allegados, y si las hubiese de voluntariado. Por ello, siempre ha de tenerse en cuenta que parte
de los cuidados y atención que requiere la persona, puede ser asumido por cada una de las
partes y poder programas estas actividades de forma que podamos planificarlos, de manera que
el resto de servicios lo lleven a cabo los auxiliares de ayuda a domicilio y los servicios sanitarios
correspondientes.

Los trabajadores de ayuda a domicilio, no trabajan de manera aislada, sino que deben ser
una parte más del equipo de trabajo. Son los que más estrechamente van a estar con las personas
a las que tratamos y su entorno. El máximo responsable del equipo será el trabajador social de
los servicios sociales, que planificará la actuación inicial, pautando las tareas a desarrollar en el
domicilio, tiempo que se va a dedicar a las mismas, etc. También se va a dedicar a la supervisión
y seguimiento de cada caso, resolviendo todas las dudas y consultas que le sean planteadas
por los auxiliares.

Como ya hemos dicho los auxiliares, forman parte de un equipo, por lo que aparte de
cumplir escrupulosamente con sus tareas, deberán mantenerse en contacto permanente con
el profesional responsable, para dar información del desarrollo de su trabajo y los cambios
que pudieran producirse, con el fin de reorientar las actividades. Pero también, en los casos
de personas dependientes que requieren cuidados especiales, deberán tener contacto con los
profesionales sanitarios (médicos, enfermeras) con quien deberán también evaluar los cambios
que puedan presentar y recibir las indicaciones necesarias para orientar su trabajo y los cuidados
a estas personas. Esta intermediación se hace especialmente necesaria cuando las personas
dependientes no tienen familiares o personas allegadas que se ocupen de ellas.

1-7
Apoyo en la recepción y acogida en instituciones de personas dependientes

Encuesta Europea de Salud en España 2009.


Asistencia sanitaria: Cifras absolutas
ASISTENCIA DOMICILIARIA
Utilización de servicios asistenciales domiciliarios en los últimos 12 meses según sexo y grupo de edad.
Población de 16 y más años
Unidades:miles de personas
Atención domiciliaria prestada por Ayuda domiciliaria para las tareas
un enfermero o matrona domésticas o para las personas mayores
Total Total
Ambos sexos
Total 38442,1 38442,1
De 16 a 24 años 4456,8 4456,8
De 25 a 34 años 7449,7 7449,7
De 35 a 44 años 7622,9 7622,9
De 45 a 54 años 6390,8 6390,8
De 55 a 64 años 4966,7 4966,7
De 65 a 74 años 3792,8 3792,8
De 75 y más años 3762,5 3762,5
Hombres
Total 18843 18843
De 16 a 24 años 2280 2280
De 25 a 34 años 3833,4 3833,4
De 35 a 44 años 3899,7 3899,7
De 45 a 54 años 3183,5 3183,5
De 55 a 64 años 2411,1 2411,1
De 65 a 74 años 1741,2 1741,2
De 75 y más años 1494,1 1494,1
Mujeres
Total 19599,1 19599,1
De 16 a 24 años 2176,8 2176,8
De 25 a 34 años 3616,3 3616,3
De 35 a 44 años 3723,2 3723,2
De 45 a 54 años 3207,3 3207,3
De 55 a 64 años 2555,6 2555,6
De 65 a 74 años 2051,6 2051,6
De 75 y más años 2268,3 2268,3
Fuente:Instituto Nacional de Estadística

Copyright INE 2011

1- 8
Intervención en la atención a las personas dependientes y su entorno

1.3. Teleasistencia domiciliaria


Este es un servicio complementario al de Ayuda a Domicilio, a veces se da de forma
individual, por tanto, hay mucha gente independiente que vive sola, y otras de forma conjunta,
al darse en personas dependientes que viven solas. Gracias a los avances de la tecnología,
existen diversos sistemas de teleasistencia, cada vez más perfeccionados. La base de todos
ellos, es un terminal que se encuentra en el domicilio de la persona dependiente, la cual lleva un
dispositivo que al pulsarlo desencadena una señal de alarma en la central de escucha, donde de
manera automática, aparece en el ordenador del operador los datos identificativos y relevantes
del usuario. Inmediatamente se produce contacto telefónico para detectar la causa de la llamada
y buscar la solución más adecuada, incluyendo enviar a los servicios de emergencia si fuese
necesario.

Este servicio es un importante elemento de seguridad y tranquilidad, sobre todo para


personas mayores que viven solas o pasan gran parte del día sin compañía. Secundariamente
este servicio pretende retrasar la institucionalización de las personas, que en algunos casos no
puede ser necesaria.

Este servicio, gracias a los avances en la telecomunicaciones ha disminuido mucho su


precio, por lo que en la gran mayoría de los casos, se está derivando esta prestación hacia las
entidades privadas.

Los trabajadores que realizan esta labor, son fundamentalmente trabajadores sociales y
psicólogos, que están en contacto permanente, atendiendo y gestionando las necesidades
urgentes o cotidianas de las personas que están en situación de riesgo.

En caso de emergencia, se movilizan todos los recursos necesarios públicos o privados


que sean necesarios, y que al beneficiario del servicio le pudieran corresponder: medico,
ambulancia, bomberos, policía, aviso a familiares, etc., aunque no siempre son urgencias vitales,
en ocasiones las personas solo necesitan hablar con alguien y aclarar dudas.

En este apartado hay que destacar que en la expansión de este servicio el IMSERSO,
en colaboración con la FEMP y los diferentes Ayuntamientos de España, han desempeñado un
papel primordial.

1.4. Ayudas técnicas para la mejora de


la autonomía y la reducción de la
dependencia
1.4.1. Programas de intervención con las familias
Como ya hemos dicho al comienzo de esta Unidad, la gran mayoría de los cuidados que
precisan las personas en situación de dependencia, son prestados por sus familias, y dentro de
ésta en especial son las mujeres las que se ocupan de ellos. Es necesario incorporar a la familia
al plan de cuidados, desarrollando programas específicos dirigidos directamente a ellos. Hay que
“cuidar a los que cuidan” para poder conservar los cuidados familiares y evitar su claudicación,
ofreciendo apoyos desde los servicios sociales que complemente el trabajo de estas familias.

1-9
Apoyo en la recepción y acogida en instituciones de personas dependientes

Son abundantes las áreas donde se puede actuar con las familias, ya que son muchas las
dificultades a las que pueden enfrentarse, por lo tanto, hay que individualizar cada caso.

Algunas de las áreas y acciones consideradas más importantes son las siguientes:

z Area cognitiva:

D Modificar ideas, creencias y atribuciones sobre el cuidado o la enfermedad, que


sean erróneos.

D Informar, formar y capacitar en habilidades de comunicación y resolución de


problemas.

z Área psicoafectiva:

D Entrenar habilidades de manejo y reducción de estrés.

D Interpretar y expresar emociones.

D Adiestrar a los familiares para el manejo de problemas.

D Aumentar la autoestima y sentimientos de control.

D Disponer tratamientos en casos de depresión y ansiedad.

z Área relacional:

D Potenciar las redes y el apoyo social.

D Incluirlos en programas de estancia temporales.

D Favorecer la calidad y cantidad de las relaciones.

z Apoyo instrumental:

D Apoyar en las actividades y tareas relacionadas con el cuidado.

D Programas de atención domiciliaria, centros de día para complementar los


cuidados.

z Tiempo libre:

D Realizar actividades que aporten sensaciones positivas y gratificantes.

D Favorecer climas lúdicos.

z Organizacional:

D Preparar la planificación de actividades y realización de tareas cotidianas.

Con estas intervenciones el objetivo que se pretende conseguir, es reducir o modular la


carga de trabajo del cuidador, ofreciendo apoyos y evitando así la claudicación.

Hay otros objetivos que también hay que tener presentes:

z Ofrecer información, orientación y asesoramiento individualizado.

1- 10
Intervención en la atención a las personas dependientes y su entorno

z Proporcionar conocimientos y habilidades para afrontar mejor el cuidado.

z Dotar de estrategias para el autocuidado, reduciendo el estrés.

z Proporcionar estrategias para compartir el cuidado con otras personas de la familia.

Programas de información, orientación y asesoramiento

Éstos suelen ser realizados por el trabajador social o enfermero/a. Se dirigen a informar,
orientar y asesorar a las familias sobre cuestiones generales. Esta información la dará un
profesional en concreto o por el equipo interdisciplinar, según el asunto de la consulta.

Los grupos psicoeducativos

Están dirigidos a grupos de familiares o cuidadores principales. Tienen como objetivo


general dotar a estas personas de los conocimientos necesarios para cuidar mejor y cuidarse
ellos mismos.

Grupos de autoayuda o ayuda mutua

Son reuniones de grupos de familiares con el objetivo de ofrecer apoyo social de tipo
emocional e informativo, compartiendo experiencias y problemas derivados del cuidado e
intercambiar las estrategias de afrontamiento que utilizan sus miembros. Estos grupos actúan de
proveedores y receptores de apoyo emocional.

Asociaciones de familiares de personas en situación de dependencia

Estas asociaciones juegan un papel muy relevante en el desarrollo de programas de


intervención con familias. Actualmente han adquirido gran relevancia las que agrupan a familiares
de personas que sufren la enfermedad de Alzheimer.

Estas asociaciones han suplido en ocasiones a las carencias que plantean las
Administraciones Públicas en la realización de programas. Trabajan para todo tipo de programas
relacionados con esta enfermedad y desarrollan una gran labor por el apoyo que brindan a sus
asociados, reivindicando los derechos sociales que tienen, consiguiendo así un incremento de
recursos y programas para la atención de personas afectadas y sus familias.

1.5. Servicios intermedios (o programas de


respiro familiar)
Estos programas contienen un conjunto de actuaciones que tienen como objetivo ayudar
y apoyar a las familias cuidadoras de una persona en situación de dependencia por diferentes
motivos (enfermedad, hospitalización, descanso, etc.). El tipo de actuaciones que se ofrece es
diverso, aunque se puede agrupar en 2 grupos:

z Acciones orientadas a las demandas puntuales dirigidas al día a día de la persona


cuidadora.

z Acciones orientadas al uso de servicios y recursos fuera del espacio doméstico.

1-11
Apoyo en la recepción y acogida en instituciones de personas dependientes

Con respecto a las primeras, se puede decir que están todas las que se desarrollan en el
espacio domiciliario, estando la mayoría de los recursos en el propio entorno. Así podemos poner
a un cuidador secundario (hijos, vecinos, amigos, personal contratado, etc.) que de descanso al
cuidador principal, en este aspecto es importante la organización de los miembros de la familia
y la colaboración con grupos de autoayuda, para realizar otro tipo de actividades por parte del
cuidador principal. En cuanto a las orientadas al uso de servicios fuera del espacio doméstico,
nos encontramos con organismos de estancias temporales, teniendo estos intervalos variables.
Estos organismos lo que van a promover es, en primer lugar, atender todas las necesidades
de la persona en situación de discapacidad, y en segundo lugar, proporcionar a su cuidador
principal y familiares un periodo de descanso y de tranquilidad, mejorando así su capacidad
como cuidadores.

Desarrollando estas acciones disminuimos en gran medida el riesgo de problemas entre


las personas cuidadoras y mejoramos la atención prestada por ellos a las personas que están a
su cargo.

Existen gran variedad de recursos para llevar a cabo este tipo de programa, como son:
estancias temporales en residencias, Centros de día, estancias de día o de noche, vacaciones
para personas dependientes, periodos de atención y evaluación sociosanitaria, etc.

El equipo multiprofesional responsable de los programas en cada unos de los centros, a los
que se puede llevar a la persona dependiente, atenderá las necesidades de atención y elaborará
los planes de intervención individualizados en cada caso.

En los centros de día se desarrollan varios tipos de programas de intervención, éstos


garantizan una atención especializada que da respuesta a las necesidades de los usuarios y
las familias, sin descuidar otros aspectos, como son las características ambientales, tanto en
su dimensión física como social. Los programas que fundamentalmente se desarrollan en estos
centros son:

z Programa de intervención terapéutica: este programa engloba varias terapias


funcionales (gerontogimnasia, rehabilitación funcional, entrenamiento de las ABVDs,
psicomotricidad); terapias cognitivas (orientación a la realidad, psicoestimulación
cognitiva, rehabilitación cognitiva especifica); terapias psicoafectivas (grupos
terapéuticos, terapias de reminiscencia); y terapias socializadoras (ergoterapia,
musicoterapia, ludoterapia, grupos de habilidades sociales y de comunicación,
grupos de conversación o tertulias).

z Programas sanitarios: alimentación y nutrición, aseo e higiene, control de esfínteres,


prevención de caídas, atención básica de enfermería.

z Programas de intervención con familias (información, formación, asesoramiento,


grupos psicoeducativos, grupos de autoayuda, etc.

z Programa de intervención ambiental.

z Programa de colaboradores.

z Programa de formación continúa de cuidadores profesionales.

1- 12
Intervención en la atención a las personas dependientes y su entorno

También hay programas


en los que se incluyen otros
tipos de alojamiento, pensados
para las personas que viven
solas o les faltan recursos para
proporcionarles los cuidados
adecuados. Vamos a exponer
algunos de estos alojamientos
alternativos:

z Alojamientos he-
terofamiliares o
servicios de aco-
gimiento familiar:
éstos funcionan en
algunos de los países de Europa, consiste en alojar en una familia diferente a la pro-
pia, la familia que acoge recibe una prestación económica a cambio de los cuidados,
el alojamiento, la manutención y la compañía que ofrecen. Estos alojamientos donde
mejor funcionan es en el ámbito rural, donde normalmente las personas son conoci-
das, lo que facilita la adaptación de todas las partes. La prestación económica, no la
recibe la familia directamente, sino que es la persona dependiente, la que recibe el
dinero, para abonar mensualmente a la familia de acogida la cantidad estipulada.

z Apartamentos o viviendas individuales o bipersonales con servicios de apoyo:


éstas tienen muchas ventajas y sus características más importantes son:

D Pueden ubicarse en el entorno habitual de las personas.

D La convivencia es con grupos pequeños.

D La organización se realiza según el sistema de tutela de las personas.

D El diseño es hogareño, no se trata de un diseño institucional.

D Se integran en la red local de servicios sociales.

Estos servicios, probablemente, sean mejores para personas independientes o con


un grado de dependencia mínimo. El diseño arquitectónico, los recursos humanos,
los programas de intervención, etc., no son los adecuados para las personas con
dependencia.

z Apartamentos o viviendas unifamiliares con servicios tienen las ventajas de la


intimidad, el ajuste del servicio a la necesidad de la persona, se fomenta la autonomía
e independencia, y son de fácil mantenimiento. Como desventajas están la soledad
de la persona y posible aislamiento del entorno, y coste muy elevado cuando la
dependencia aumenta.

Los apartamentos o viviendas con servicios, cuentan con los servicios más o menos
igual que las residencias, como pueden ser: lavandería, restaurante, comidas a
domicilio, asistencia doméstica, servicios médicos y de enfermería, actividades de
ocio, animación, etc.

1-13
Apoyo en la recepción y acogida en instituciones de personas dependientes

Estas viviendas tienen unas dimensiones entre 30 y 50 metros cuadrados, y suelen


disponer de teleasistencia o un dispositivo de alarma conectado a la conserjería del
edificio o a los centros de servicios, lo que conlleva tranquilidad a los usuarios, ya que
funcionan las 24 horas del día.

z Viviendas tuteladas:

Éstas suelen ser de grupos de entre 4 y 10 personas, en ocasiones ubicadas junto a


algún centro social, centro de día, residencia, etc. En estas viviendas la ayuda se la
dan unos usuarios a otros y en ella la convivencia se realiza de manera casi familiar,
fomentando la autoorganización y la autonomía en el día a día.

Tiene las ventajas de que las personas se sienten útiles, se fomenta la autoayuda,
mejora la autoestima de las personas, y se permanece más tiempo en el entorno
habitual. Las desventajas que conllevan estas viviendas es que la intimidad no está
garantizada y puede haber problemas de convivencia.

z Unidades de convivencia:

En éstas, al igual que en la viviendas tuteladas van a ser grupos de personas las que
van a convivir, entre 2 y 24 personas.

El modo de vida de estas personas es similar al de un hogar, siendo el eje central el


abordaje terapéutico, desarrollándolo en torno a las actividades de la vida diaria.

La atención se centra en el respeto a las personas dependientes y sus deseos, aunque


esto conlleve asumir ciertos riesgos.

El trabajo se realiza intensamente, sobre todo para la adaptación de los usuarios que
se incorporan.

Al igual que las viviendas tuteladas, estas unidades de convivencia, están integradas
en la red local de servicios sociales y sanitarios. Siendo atendidas por profesionales
de diferentes grados de cualificación, implicadas en estos proyectos.

Prestan atención las 24 horas del día, los 365 días del año.

En este tipo de viviendas los destinatarios son las personas que tienen deterioros
cognitivos y demencias. Para ellas en estas unidades se refuerza el modo de vida
familiar, siendo la comunicación y el contacto emocional el elemento a trabajar,
teniendo en cuenta los gustos y preferencias de las personas atendidas.

z Residencias

Éstas están destinadas en su mayor parte a personas mayores con algún grado de
dependencia o ancianos independientes que quieren ingresar. Se las denomina centros
gerontológicos abiertos, ya que se quiere huir del término institución, estos centros están
incluidos en los servicios sociales comunitarios. Siendo lo más aceptable, que estén en el medio
urbano, para que puedan gozar de interrelación con todos los recursos de la zona y los diferentes
colectivos de la comunidad. La apertura de estos centros se basa en que los usuarios salgan
el mayor número de veces posible del centro o las personas de fuera puedan entrar, ya sean
familiares o allegados, para que la socialización de las personas no se pierda. Debe ser un lugar
de desarrollo personal y de vida, siendo la atención el principal argumento de éste.

1- 14
Intervención en la atención a las personas dependientes y su entorno

Los cuidados que necesitan los usuarios no son solo sanitarios, ni son solo sociales.
La atención sociosanitaria será de carácter integral y multiprofesional, en un plan general de
intervención. Las necesidades de este tipo de personas son complejas y multidimensionales.

Todo ello hace que los


profesionales de estos centros deban
tener una formación gerontológica
específica y trabajando en equipo,
que sus intervenciones estén sujetas,
desde cada una de las disciplinas a
un plan general que los englobe a
todos y que los haga trabajar
conjuntamente.

En estos centros las estancias


van a poder ser temporales o
permanentes, como hemos visto
ya anteriormente, las estancias
temporales van a servir para
dar descanso a las familias,
hacer revisiones terapéuticas,
rehabilitación, fases agudas de
enfermedad, vacaciones, etc.

Destinadas fundamentalmente
a las personas mayores con
algún grado de dependencia, para que pueda realizarse en cada caso un plan de cuidados
individualizado, sin intervenir en la capacidad de decisión de las personas. No hay que confundir
dependencia (necesidad de ayuda para las ABVDs) con la falta de autonomía (incapacidad
para tomar decisiones y para elegir), esto es fundamental para poder hacer las intervenciones
necesarias con las personas.

Los objetivos de la atención van a ser varios, pero podemos decir que el objetivo general de
la atención va a ser facilitar y potenciar el mantenimiento de la autonomía de la persona mayor.
Si el deterioro es tanto funcional, como de autonomía, el objetivo será atender con las máximas
garantías de respeto y dignidad hacia estas personas.

Los objetivos específicos van a ser varios, teniendo que diferenciar, por un lado, los que
se dirigen a los profesionales y, por otra, los que son dirigidos a la atención de los usuarios. Los
objetivos que van a tener los profesionales van a condicionar el cumplimiento de los que se
dirigen a la atención.

z Son objetivos con los profesionales:

D Mantener la motivación del personal mediante estímulos permanentes


relacionados con la buena práctica profesional.

1-15
Apoyo en la recepción y acogida en instituciones de personas dependientes

D Favorecer la formación de los profesionales, estimulando la participación en


cursos y congresos.

D Favorecer el intercambio de experiencias y conocimientos con otros profesionales,


para enriquecer y contrastar los propios criterios.

D Impulsar los contactos con los recursos de la zona para favorecer la coordinación
sociosanitaria y la participación con la comunidad.

D Fomentar la investigación, sobre todo, la relacionada con los programas del


centro.

D Impulsar el sentido de pertenencia y responsabilidad, mediante técnicas de


trabajo en equipo y los métodos de trabajo multidisciplinar.

z Son objetivos de la atención a los usuarios:

D Controlar y hacer un seguimiento terapéutico de las enfermedades y trastornos


detectados.

D Mejorar o mantener las capacidades funcionales y mentales, siempre que sea


posible, mediante técnicas rehabilitadoras.

D Hacer prevención de la dependencia mediante programas adecuados.

D Ofrecer un régimen alimenticio sano, equilibrado y variado, dando varias


propuestas y esmerándose en la presentación.

D Mantener todas las zonas limpias, bien ventiladas y ordenadas, cuidando


especialmente los olores.

D Se desarrollaran programas de animación, dirigidos y supervisados por


profesionales adecuados, haciendo participes a los usuarios, cuidadores o
voluntariado.

D Favorecer las buenas relaciones de residentes, familiares y personal, interviniendo


cuando se creen conflictos.

1- 16
Intervención en la atención a las personas dependientes y su entorno

D Favorecer el contacto con el exterior siempre que sea posible, de manera


individualizada o en grupo.

D Mantener una buena higiene de las personas y su apariencia física.

D Estimular los ejercicios para mantener conocimientos y experiencias de las


personas mayores.

D Desarrollar la creatividad y la expresión corporal, con los profesionales y las


actividades adecuadas.

D Se favorecerán mecanismos que garanticen la participación de los usuarios en


su plan de cuidados y en vida en las instituciones.

1.5.1. Programas de intervención


Las residencias y los alojamientos que atienden a personas con dependencia deben contar
con los programas de intervención que señalamos a continuación:

z Programas sanitarios:

D Alimentación y nutrición.

D Aseo e higiene.

D Prevención y tratamiento de incontinencias.

D Prevención de caídas.

D Control y seguimiento médico de enfermedades y trastornos.

D Atención de enfermería.

z Programas de intervención terapéutica:

D Terapias funcionales (rehabilitación funcional, entrenamiento en ABVDs,


psicomotricidad y gerontogimnasia).

D Terapias cognitivas (orientación a la realidad, psicoestimulación cognitiva y


rehabilitación cognitiva).

D Terapias psicoafectivas (grupos terapéuticos y reminiscencia).

D Terapias socializadoras (ergoterapia, musicoterapia, ludoterapia, grupos de


habilidades sociales y de comunicación y tertulias).

D Animación sociocultural.

z Intervención con las familias:

D Información.

D Grupos de autoayuda y psicoeducativos.

D Participación.

z Cuidados paliativos.

1-17
Apoyo en la recepción y acogida en instituciones de personas dependientes

1.6. Programas y profesionales que llevan


a cabo la atención a las personas
dependientes
Como ya hemos visto anteriormente, cada institución tiene diferentes programas, los cuales
nos van a servir para poder ofrecer a las personas con discapacidad las atenciones necesarias,
de manera individualizada, que necesiten.

A continuación, vamos a ver las características generales de estos programas y cuáles


serian los profesionales para poder llevarlas a cabo:

Programas
sanitarios

Alimentación Aseo e Prevención Atención de


y nutrición higiene de caídas enfermería

Estos programas están diseñados o se diseñaran con la finalidad de mantener una buena
salud física de los usuarios. Esos serán elaborados por los equipos multidisciplinares, los cuales
realizaran labores de valoración de los usuarios, orientación a las familias y prescripción de las
pautas a seguir de manera individualizada. También estarán en contacto con los centros de salud
de atención primaria, para que la atención sea integral.

1.6.1. Programa de
alimentación
Este programa facilitará a la
persona dependiente una alimentación
sana y equilibrada, permitiendo el
mantenimiento de su salud y previniendo
la enfermedad. También tendrá en
cuenta la hidratación, pues es una
parte muy importante, para evitar
algunos problemas, como pueden ser
deshidratación de la piel, aparición de
UPP, caquexias o anorexias.

Vamos a realizar las siguientes


actuaciones para este programa:

z Valorar el estado nutricional e


hidratación del usuario.

z Indicar la dieta a seguir,


siendo esta adecuada para
el usuario.

1- 18
Intervención en la atención a las personas dependientes y su entorno

z Pautar los horarios de ingesta hídrica en casos necesarios.

z Asesorar a los distintos profesionales para que manipulen correctamente los alimentos
y en dietética para la correcta confección de menús.

z Ayudar a las personas que tengan problemas para su alimentación.

z Educar y aconsejar al usuario y familiares en cuestiones de alimentación y nutrición.

Los objetivos que vamos a conseguir con estas actuaciones serán:

z Detectar y corregir los hábitos no adecuados para la salud del usuario.

z Promover una dieta equilibrada y sana.

z Promover la ingesta hídrica.

Los profesionales que llevarán a cabo estas actuaciones serán, el médico y personal de
enfermería que realizaran la valoración nutricional de los usuarios, pautaran las dietas e ingesta
hídrica correspondientes y desarrollaran las labores informativas con los usuarios y familiares.
Los auxiliares llevaran a cabo las pautas prescritas, supervisaran y ayudaran en lo que necesiten
los usuarios e informaran al equipo de la evolución de cada uno de los usuarios.

1.6.2. Programa de aseo e higiene


El aseo y la higiene, son algo fundamental en la prevención de problemas de salud tan
diferentes como el descenso de la autoestima, aislamiento social, riesgo de infecciones y
riesgo de aparición de UPP. Este programa lo que pretende es que el usuario tenga una higiene
adecuada y potenciar la mayor autonomía posible en las actividades de autocuidado.

Las actuaciones que vamos a realizar en este programa son:

z Valorar las circunstancias causantes de la incapacidad para el autocuidado, bien


sean de tipo cognitivo, motor o visual.

z En caso de incapacidad, realizar y ayudar a realizar la higiene del modo más adecuado.
Aquí efectuaremos las siguientes actuaciones:

D Baño o ducha, siempre pautado uno de los dos y su frecuencia.

D Aseo diario.

D Cuidado de la boca, siempre tras cada comida.

D Cuidado de las uñas.

D Limpieza y cuidado del cabello.

Los objetivos que pretendemos obtener con este programa son:

z Emprender prácticas de higiene adecuadas.

z Observar y corregir conductas no deseadas de higiene.

z Enseñar e informar sobre la importancia de la buena higiene corporal.

1-19
Apoyo en la recepción y acogida en instituciones de personas dependientes

z Prevenir infecciones y/o enfermedades de la piel.

z Fomentar el autocuidado y la autonomía personal.

z Elevar la autoestima personal.

z Evitar el aislamiento social de la persona.

La organización de estas tareas y los profesionales es la misma que en la alimentación.

1.6.3. Programa de prevención y tratamiento de la incontinencia


La incontinencia es un problema grave que afecta a muchas personas, tanto en la población
geriátrica, como en personas jóvenes con algún trastorno en el aparato genitourinario. La
incontinencia aumenta gradualmente con la edad y con la dependencia funcional. Esta afecta
negativamente a las personas que la sufren, creándoles aislamiento social, dañando la autoestima
y provocando alteraciones de la piel, incrementando el riesgo de padecer infecciones.

Las actuaciones que vamos a realizar en este programa son:

z Valorar y analizar los factores causantes o concurrentes de la incontinencia.

z Eliminar o reducir el impacto de estos agentes concurrentes.

z Favorecer y suministrar factores que inciden en el control de esfínteres, como son:

D Mantener una buena hidratación.

D Mantener una buena nutrición.

D Favorecer la movilidad de la persona.

D Disminuir los factores en los que se producen las perdidas.

D Colocar un acceso fácil a los baños.

D Desarrollar los ejercicios de reeducación vesical.

D Pautar si fuese necesario patrones de eliminación.

1- 2 0
Intervención en la atención a las personas dependientes y su entorno

z Realizar las tareas de higiene y cuidados relacionadas con la incontinencia, como


son:

D Cambios de pañales cuando lo precise el usuario.

D Asear y bañar o ayudar a la persona cuando sea necesario.

D Hacer un correcto uso de absorbentes y drenajes.

D Valorar y tener cuidado minucioso de la piel a diario.

Los objetivos que pretendemos obtener con este programa son:

z Prevenir, retrasar o minimizar los episodios de incontinencia en la persona afectada.

z Prevenir o eliminar alteraciones de la piel o infecciones relacionadas con la


incontinencia.

z Socialmente evitar el rechazo o el aislamiento.

z Fomentar la autoestima de la persona.

Las personas encargadas del cumplimiento de este programa y sus actuaciones serán las
mismas que en las dos anteriores.

1.6.4. Programa de prevención de caídas


Entre las personas dependientes, especialmente las que tienen alteraciones motoras o
visuales, hay una elevada prevalencia de lesiones causadas por caídas. Estas caídas pueden
ocasionar mayor dependencia en la persona, ya que suelen ocasionar disfunciones, incapacidad
y con frecuencia aceleran la mortalidad de la persona.

Las actuaciones que vamos a realizar en este programa son:

z Valorar que riesgo de caídas tiene cada usuario e identificar cuáles pueden ser los
factores que aumenten ese riesgo.

z Disponer patrones ambientales que reduzcan el riesgo de dichas caídas.

z Preparar actividades físicas para la mejora de la estabilidad, del equilibrio y de la


marcha.

z Realizar educación sanitaria, en torno a medidas preventivas y actuaciones si ha


sucedido la caída.

1-21
Apoyo en la recepción y acogida en instituciones de personas dependientes

Los objetivos que pretendemos obtener con este programa son:

z El objetivo principal será la eliminación de las caídas, reduciendo los factores de


riesgo que puedan tener el usuario y su entorno.

z Evitar en la medida de lo posible los factores ambientales que favorecen el riesgo de


caídas.

z Las actividades físicas ayudarán a mejorar la estabilidad y el equilibrio del usuario.

z Reeducar la marcha si fuese preciso.

z Ayudar y enseñar al usuario a levantarse del suelo en caso de caída.

z Fomentar la seguridad personal y evitar que el usuario tenga miedo a la


deambulación.

En cuanto a los profesionales que van a intervenir en este programa, el médico y el personal
de enfermería, continúan teniendo la responsabilidad de la valoración y prescripción de las
pautas correspondientes, para la prevención de las caídas, así como de la formación de los
cuidadores profesionales o sus familias.

El Terapeuta ocupacional, será el responsable del desarrollo de las modificaciones


ambientales, prescribirá las ayudas técnicas que se precisen y realizará los ejercicios de
reeducación, ayudado por los auxiliares de enfermería.

2. Papel de los diferentes profesionales


de atención sociosanitaria. El equipo
interdisciplinar
2.1. Introducción
A lo largo de la historia muchos han sido los modelos de tratamiento de las personas con
discapacidad, siendo fundamentalmente el modelo multidisplinar el que imperaba hasta la
segunda guerra mundial, donde hace su aparición el equipo interdisciplinar.

Este cambio se produce por la dificultad de tratar a las personas en rehabilitación, estas
personas necesitan un modelo que los integre completamente en los cuidados. El modelo
multidisciplinar los atendía, pero los profesionales necesitaban trabajar más cerca, unos de otros,
para poder llevar a cabo los objetivos que se fijaban.

Fundamentalmente la creación de equipos para atender la salud de la personas es integrar


los servicios y profesionales en el suministro de servicios asistenciales. La toma de decisiones
integra tanto a paciente como a familia, lo que los convierte en una de las partes más importantes
del equipo.

En los equipos multidisciplinares los objetivos van a ser de cada profesional que trata
al usuario, por ejemplo, un médico va a dirigir sus objetivos hacia la cura, administración de
medicación o cirugía. Por otro lado, la rehabilitación exige otros objetivos más completos, como
son la salud física y psicológica del individuo, reconociendo sus logros.

1- 2 2
Intervención en la atención a las personas dependientes y su entorno

Los pacientes en este equipo van a aprender quiénes son y lo que pueden conseguir con
el proceso de rehabilitación, mitigando de esta manera las preocupaciones tanto del paciente
como de la familia. También al estar integrados en el equipo cualquier cosa que cambie será
trasladada rápidamente al equipo, con lo que se consigue mayor eficacia en los tratamientos,
pues se pueden cambiar rápidamente.

2.2. Concepto de equipo


Hay diferentes conceptos de equipo, como son:

PRITCHARD, define el equipo, como un grupo de gente que realiza distintas tareas de
aportaciones hacia el logro de un objetivo común.

DAVIS y NEWSTROM, plantean que es, un grupo pequeño cuyos miembros colaboran entre
sí y están en contacto y comprometidos en una acción coordinada, respondiendo responsables
y entusiásticamente a la tarea.

Según POLLACK el equipo puede ser considerado como un sistema de trabajo que permite
a varias personas de diferentes profesiones y habilidades coordinar sus actividades y en el cual
cada uno contribuye con sus conocimientos al logro de un propósito común.

Definición

Son un grupo de personas que se relacionan unas con otras como


compañeros profesionales interactuantes para el logro de objetivos
compartidos.

En la construcción del equipo van a intervenir diferentes factores, pero es un proceso de


estimulación para sus componentes, realizar una práctica profesional colectiva para conseguir
una serie de logros y resolución de problemas, permitiendo a sus componentes que experimenten
las sensaciones del trabajo grupal.

Este proceso de construcción se va a basar en cuatro pilares fundamentales que van a


ser:

1. Realización de objetivos: cada uno de los miembros deben tener claros cuáles son
los objetivos. Éstos serán consensuados por el grupo, de tal manera que no se mezclen
ni puedan provocar confusión. Estos objetivos serán claros, pero no serán estáticos,
los objetivos pueden variar en cualquier momento, dependiendo de los progresos que
se vayan haciendo, servirán para ser la base de todo el trabajo y decisiones que se
tomen.

2. Roles: cada miembro del equipo sabrá cuál es su cometido en el trabajo y dentro del
equipo y también conocerá cuál es la función de cada uno de los otros miembros. Esto
va a hacer que cada uno entienda sus funciones y, por tanto, la coordinación entre
todos sea la correcta, complementando el trabajo de unos con el de los otros.

3. Procedimientos: cada integrante debe saber cuáles son los procedimientos


específicos que se están llevando a cabo. La realización de un plan dinámico permite
a sus miembros ver resultados satisfactorios.

1-23
Apoyo en la recepción y acogida en instituciones de personas dependientes

4. Interpersonales: en este punto es donde las personas deben saber trabajar en


equipo, tener en cuenta las relaciones de todos los miembros, aceptar los valores
individuales y poder determinar qué formas son las más adecuadas para la correcta
comunicación.

Esta filosofía de grupo, la tienen que tener muy en cuenta los integrantes del mismo. Que
todo puede ir cambiando a lo largo del proceso es lo que identifica a este grupo, por lo que
asimilar este concepto es fundamental para el perfecto desarrollo del mismo.

2.3. Diferentes equipos del equipo de


rehabilitación
2.3.1. Multidisciplinario
En la actualidad es la forma más extendida. En este modelo, cada profesional mantendrá
sus funciones de forma paralela a los otros, pero sabrá en todo momento que hacen los demás
profesionales y que objetivos persiguen. Los miembros de este equipo tienen regularmente
reuniones para compartir sus opiniones y resultados entre ellos, estas reuniones serán de manera
informal. Por lo general, uno o dos miembros del equipo serán los que dirijan y planifiquen las
actividades, teniendo contacto con el resto del equipo y llevando a cabo las líneas de trabajo
para llevar a cabo el tratamiento.

En este equipo no se llegara a los planes de cuidados, pues cada profesional valorara de
forma aislada al usuario, trabajando con sus objetivos. Esto va a requerir un gran esfuerzo en lo
que a personal e instalaciones se refiere, pues cada profesional va a demandar una serie de
materiales y espacios independientes. Aquí lo que más se van a ver son equipos especializados
con unos pacientes y patologías muy concretos.

La desventaja que posee este equipo está en los resultados, pues no son tan eficientes
como otros, con una gran diversidad de medios, sus resultados serán la suma de cada una de
las disciplinas por separado. El paciente pasaría por todos los profesionales y cada uno le daría
sus pautas, pero no tendría un tratamiento integrado.

2.3.2. Interdisciplinario
Este es el enfoque de equipo en el que nos vamos a centrar, representa el enfoque más
viable y completo de todos. Este enfoque se va a dar cuando el paciente requiere ser tratado por
más de un profesional, pero de manera que ambos se interrelacionen.

Va a implicar a todos los estamentos, tanto profesionales como de apoyo, también


integrando el paciente y la familia, hará planificación de programas individuales, los llevara a
cabo y los evaluara periódicamente. Todos los integrantes del equipo interdisciplinar, aunque las
evaluaciones se hagan por separado, llevaran su trabajo al grupo, tomando las decisiones de
manera consensuada, llevando la planificación de los cuidados, el establecimiento de objetivos
y tomando las decisiones de manera conjunta e integral. En este equipo no solo va a haber un
profesional de cada disciplina, sino que puede haber varios, con lo que también favoreceremos
que haya más puntos de vista y, por lo tanto, un mayor enfoque integral.

El punto negativo que puede tener este equipo es el mayor tiempo que requiere, pues son
muchos profesionales y tienen que reunirse, pero esto también se compensa con que los errores

1- 2 4
Intervención en la atención a las personas dependientes y su entorno

son menores, el costo de los cuidados es más eficiente y los profesionales al trabajar en equipo
se sienten mejor.

2.3.3. Transdisciplinario
Este equipo es el más nuevo que hay, con lo que aún queda por demostrar su eficacia,
también es el menos usado por los profesionales, pero es el que mejor integra a los profesionales.
Se va a basar, no solo en el trabajo en equipo como el interdisciplinar, si no que va mas allá,
haciendo que los profesionales trabajen en sintonía, los componentes del equipo aprenden y
enseñan unos a otros superponiendo sus funciones, esto es de gran ayuda para la práctica.
Las tareas se basan en la práctica más que en lo formal o disciplinario. Esto necesita de gran
cantidad de profesionales, los cuales evaluaran al usuario de forma conjunta y simultanea, junto
con los familiares, también integrados en el equipo. Todo esto asegura que el usuario sea tratado
de manera integral y la comunicación y el abordaje sean uniformes.

2.4. El equipo interdisciplinario


Este equipo como ya hemos dicho antes, estará formado por los profesionales que sean
necesarios para el tratamiento integral del usuario, haciéndolo de forma coordinada.

La composición del equipo debe estar adaptada a las funciones que debe tener, será distinta
dependiendo de los requerimientos que el usuario tenga, los objetivos que quiera cumplir y las
posibilidades que existan. Normalmente hay un grupo, que va a ser lo mínimo que nos vamos
a encontrar en estos equipos, compuesto de médico, enfermera, auxiliares y trabajador social,
luego irá incorporando los distintos profesionales que sean adecuados para el tratamiento.

Todos estos profesionales tendrán la obligación de participar en los cuidados, teniendo


la responsabilidad compartida. Esto se llevara a cabo con la función de uno de ellos que
será el coordinador, desempeñando esta función algún miembro del equipo, según sean las
características del usuario y el centro donde se realicen los cuidados.

EQUIPO INTERDISCIPLINARIO

MÉDICO

FISIOTERAPEUTA ENFERMERA

TERAPEUTA
AUXILIAR
OCUPACIONAL

TRABAJADOR
PSICÓLOGO
SOCIAL

1-25
Apoyo en la recepción y acogida en instituciones de personas dependientes

2.5. Objetivos del equipo


Esta será la labor más difícil que tengan los integrantes del equipo, la creación de objetivos
a conseguir con el tratamiento, pero resultara el epicentro de todo el programa que se siga, de
éstos va a depender que se tomen unos procedimientos u otros. El proceso de rehabilitación
tendrá su comienzo en la valoración y formulación de diagnósticos y pronósticos, continuando por
todas las fases del tratamiento. Esta primera fase la realizara el médico, siendo este el que tendrá
la responsabilidad inicial de involucrar al usuario y familiares en el tratamiento, contribuyendo así
al éxito del trabajo en equipo.

Los objetivos generales serán:

z Ayudar a los pacientes a desarrollar su potencial físico, psicológico, social, laboral,


sexual, recreativo y educacional.

z Facilitar la reinserción a una vida normal y útil.

Luego los objetivos deben ser individualizados, acordados con el usuario y cuidadores y
llevarán a un plan que debe ser realista y factible.

Otro de los objetivos es involucrar a todos los miembros del equipo en la realización de los
cuidados, teniendo siempre presente que éstos van a ser continuos y reforzados por la fuerza
del grupo de trabajo, debiendo conocer cuáles son los objetivos que se pretenden obtener y
debiendo éstos ser revisados dependiendo de la evolución del usuario o sus circunstancias. En
este caso el miembro más importante del equipo es el usuario y su familia.

Hay algunos estudios que determinan que el trabajo del equipo es más efectivo cuando los
objetivos que se plantean son muy específicos, siendo éstos individualizados, realistas, concretos
y secuenciados.

2.6. Beneficios
Los mayores beneficios de este enfoque interdisciplinario son para el paciente, que obtiene
un nivel más alto de diagnóstico y pronóstico. Ésto se va a conseguir gracias a que el equipo va
a ver al usuario como un todo, compartiendo y coordinando actividades y conocimientos a favor
de él.

Como el paciente y la familia están integrados en el equipo, toda la información será llevada
en todo momento a las interacciones del equipo y los planes de tratamiento. Gracias a las
instrucciones del equipo y las respuestas que da el paciente y familiares la atención será más
efectiva y global.

Como la toma de decisiones las hace el grupo conjuntamente, hay una similitud de objetivos
por parte de todos, acrecentando los roles individuales e interactuando en mayor medida con
el paciente y su familia. Estos objetivos al ser revisados periódicamente van a facilitar que éstos
cambien, que no sean estáticos, si no que vayan redefiniéndose a medida que el usuario va
consiguiendo logros y las circunstancias cambien.

Como venimos observando, la familia es otro de los objetivos del plan terapéutico, éstos
van a formar parte del plan, pero también de los objetivos, pues también están sufriendo el

1- 2 6
Intervención en la atención a las personas dependientes y su entorno

trauma por el cual el usuario requiere la rehabilitación. Tendremos que ayudar a dichas familias a
comprender el proceso de rehabilitación, ofreciéndoles unas expectativas y esperanzas realistas,
lo cual es importante durante el proceso.

La familia ante el equipo interdisciplinar estará más aliviada, pues sentirá el apoyo y
comprensión por parte del equipo, se enfrentara con mejor espíritu ante la dura tarea de una
larga recuperación, consiguiéndose esto por la información recibida por el equipo de manera
que todas sus dudas e información confusa que pudiesen poseer sea aclarada y sus logros
apoyados.

Otro de los objetivos de este equipo es desarrollar y crear dotes de liderazgo entre ellos,
pues este enfoque interdisciplinario conlleva una movilidad ascendente entre sus miembros,
permitiendo la especialización clínica, la expansión de roles, la educación continua y proyectos
de investigación integrados, lo cual también hará que los integrantes del equipo encuentren un
sentido de propósito a su trabajo.

Las ventajas del trabajo en equipo, en general, son:

z Poder acceder a un número de servicios y profesionales más amplio.

z Un aumento de la eficiencia por mayor integración y coordinación de servicios.

z Aumento de la comunicación y soporte entre los miembros del equipo y cuidadores.

z Aumenta el número de oportunidades de adquirir conocimientos y habilidades.

z El usuario recibe una mejor atención.

z El cuidado que presta el equipo es mayor que la suma de los cuidados individuales
de sus miembros.

z Proporciona una mayor satisfacción laboral a los miembros del equipo.

z El trabajo conjunto con otros profesionales de la misma disciplina, permite el


intercambio de conocimientos y pautas de actuación, así como mantenerse al día
más fácilmente.

Las dificultades con que nos podemos encontrar son:

z Escasa experiencia.

z Falta de incentivos.

z Exceso de rigidez en algunos integrantes.

z Falta de interés.

z Dificultad en el control de gestión.

2.7. Los miembros del equipo


En este apartado vamos a definir las características que debe tener cada miembro del
equipo interdisciplinar para rehabilitación, este tipo de profesionales han de tener valores de
cuidado y unas habilidades interpersonales que sean capaces de contribuir al éxito del equipo.
Tienen también la necesidad de estar al día en cuanto a avances tecnológicos, pues hoy en día
la tecnología forma parte de nuestra vida cotidiana, así como de los cuidados.

1-27
Apoyo en la recepción y acogida en instituciones de personas dependientes

Se van a necesitar personas que aumenten el dinamismo del grupo, que aporten ideas, que
tengan una autoestima positiva y confianza en su rol profesional, y que sean capaces de llevar
bien las relaciones interpersonales y una gran capacidad para el trabajo en grupo.

Todos los componentes del equipo tendrán un compromiso explícito con los valores del
proceso interdisciplinario, enfrentamiento de riesgos e interdependencia, todos ellos aspectos
muy importantes para los miembros del equipo. De tal manera que los integrantes del equipo que
creen en los nuevos modelos y programas, facilitan el buen desarrollo de éste.

La ayuda mutua entre los componentes del equipo para un aprendizaje colaborativo, tendrá
que existir para el entendimiento entre ellos.

Los profesionales sanitarios del equipo tendrán en cuenta que su servicio no es prioritario,
sino que va a estar al servicio de aquél para la consecución de objetivos mayores al suyo propio.
Cada miembro tiene sus conocimientos y habilidades en materia de salud, formando parte de
un plan de cuidados específico. Sin embargo, ningún profesional o ninguna disciplina serán más
importantes que otra en el equipo, tampoco tendrá más poder, ni será independiente. El equipo
deber ser un grupo de profesionales con interrelación, con una comunicación fluida y haciendo
una labor compartida.

Todos deben tener presente que la atención por parte de un profesional, puede influir en el
trabajo de otros, ayudándoles, por lo que la unión de todos ellos llevara al cumplimiento de los
objetivos generales y no solo los individuales.

La total participación de todos y con todos los miembros, es una exigencia.

2.8. El líder o coordinador en el equipo


En muchos casos, el médico es el que asume el papel de líder o coordinador, aunque no
siempre es de esta manera y algunos equipos tienen como coordinador a otro miembro, por
ejemplo en algunos Hospitales de Día, el papel de coordinación lo lleva la enfermera o Terapeuta
Ocupacional.

1- 2 8
Intervención en la atención a las personas dependientes y su entorno

En cualquier caso e independientemente de la persona que ocupe ese cargo, ésta será
muy influyente en la eficiencia del equipo y en su desarrollo. Su propósito debe ser facilitar el
proceso de rehabilitación del equipo.

En caso de que fuese, por ejemplo, el médico el coordinador del equipo, esta estructura
puede o no ser la mejor posible, pero es éste el que va a manejar la atención del paciente,
teniendo dirección en los procedimientos y prescripciones, así como autoridad frente al equipo
de trabajo. Como miembro del equipo interdisciplinar, sus funciones como médico no disminuirán.
El médico seguirá teniendo la obligación de ejercer la práctica médica, pero teniendo en cuenta
que diversos profesionales de distintas especialidades están trabajando las diferentes facetas
de la rehabilitación del usuario.

El coordinador del programa ha de tener una serie de virtudes, para el correcto


funcionamiento del equipo, éstas pueden ser la creatividad, que sea estimulante con el paciente
y demás integrantes del equipo, que tengan entusiasmo por el trabajo que está realizando y el
de sus compañeros. Deberá hacer que todos los profesionales se sientan a gusto dentro del
equipo y trabajen todos hacia los objetivos propuestos en todas las facetas del programa de
rehabilitación. Debe tener la convicción de que todos los integrantes del equipo trabajan con el
mismo fin y puedan realizar correctamente sus funciones dentro del equipo, creando atmósfera
de trabajo positiva y estimulante.

El coordinador tendrá especialmente habilidades de comunicación y colaboración efectivas,


ayudando el resto del equipo en su integración e interrelación entre sus componentes.

Deberá mantener un modelo democrático dentro del equipo, desarrollando los protocolos
del programa y tratamiento y ayudando en la resolución de los problemas que vayan surgiendo.

Como ya vimos en el modelo transdisciplinario, cuanto más igualadas estén las facetas
de poder y responsabilidad, más efectivo será el trabajo del equipo y mayor compromiso
y satisfacción habrá entre sus componentes. Este es el fin que se persigue y el coordinador
tiene esa gran responsabilidad, a medida que el proceso avanza y los miembros del equipo
se van comprometiendo y responsabilizando cada vez más, la efectividad será mayor. Esto se
va a conseguir con el respeto entre todas las partes y la confianza que unos tengan en otros,
consiguiendo esto a medida que crece el proceso.

Entre los deberes del coordinador, vamos a encontrar:

z Asegurar la aplicación de una metodología de trabajo dirigida a unos objetivos


terapéuticos individuales y realistas y a la monitorización adecuada de ellos.

z Regulará y moderará las reuniones del equipo, distribuyendo el tiempo de forma


coherente y facilitando las intervenciones de todos los componentes.

z Se encargará de identificar las situaciones de conflicto real o potencial, prevenirlas y


conocer las estrategias adecuadas para afrontarlas.

z Será el responsable último de la planificación y ejecución del plan de cuidados.

1-29
Apoyo en la recepción y acogida en instituciones de personas dependientes

2.9. Descripción de los roles y


responsabilidades de los integrantes
del equipo interdisciplinar
2.9.1. Médico

Es el mayor responsable en la rehabilitación médica. Entre sus funciones están la prescripción


médica de la actividad, la medicación y la alimentación del paciente. Aquí también habrá que
tener en cuenta que el médico consultara con otros médicos especialistas para ofrecer un
tratamiento mejor al paciente, puesto que un médico solo, no tiene los conocimientos suficientes
para un tratamiento integral.

Realizará la valoración del paciente de manera clínica, funcional, mental y social, esta
valoración la hará de tal manera que se pueda llegar a diagnósticos y se pueda establecer
pronósticos.

También será responsabilidad suya la trasmisión de conocimientos médicos al resto de


componentes del equipo, eso ayudará a trazar el plan de cuidados oportuno.

Si es un médico especializado, estará en contacto con el personal de Atención Primaria,


informando de la evolución del paciente y asegurar así la continuación de los cuidados en el
domicilio.

2.9.2. Personal de enfermería


El personal de enfermería es el encargado del cuidado total de la persona, todos los
componentes de este Cuerpo trata con los pacientes las 24 horas del día, lo cual permite conocer
al instante cualquier incidencia que pueda ocurrir, trasmitiéndola en caso necesario a los demás
componentes del equipo. También va a ayudar al paciente y familiares a integrar todas las
habilidades que vayan aprendiendo en el día a día, informándoles, sobre sus responsabilidades
en los cuidados, reforzando las habilidades comprendidas.

Tendrá funciones específicas en los tratamientos y cuidados de enfermería, tratando de


evitar las posibles complicaciones, como son las UPP, las contracciones, etc.

Será una pieza fundamental


en el manejo de los problemas
de incontinencia, disfagia, etc.,
en general todos los factores que
puedan influir negativamente en
la recuperación funcional de la
persona.

Realizará educación sanitaria


con el paciente y su familia,
involucrándolos en los cuidados,
haciendo que colaboren en las ABVDs
y las actividades instrumentales.

1- 3 0
Intervención en la atención a las personas dependientes y su entorno

Efectuarán valoraciones periódicas de la progresión del paciente, para determinar lo


posibles problemas que puedan surgir, tanto físicos como emocionales.

2.9.3. Trabajador social


Es el encargado de todos los temas sociales. Ofertará una evaluación psicosocial,
asesoramiento social y financiero, y terapia familiar. También presentará diferentes formas de
apoyo como son los grupos familiares de apoyo y servicios de planificación al alta, mediante
servicios directos al paciente y familiares, y a través del equipo, dando la información necesaria
a los distintos componentes de éste, para que una vez en su domicilio tenga la atención integral.
Ayudará a coordinar el alta de los pacientes, trabajando con los servicios de la comunidad
disponibles. También asesorará en asuntos financieros.

Evaluará las necesidades sociales de los pacientes, sus redes de apoyo y sus recursos.

Planteará a los distintos estamentos si los cuidados necesarios del paciente podrán seguir
ofertándose en el futuro.

En la planificación al alta, desarrollará un plan de soporte y gestión de ayuda social, si fuese


necesario.

La valoración social será muy importante en el establecimiento de objetivos que se planteen


para el paciente, pues se podrán determinar las áreas de prioridad sobre las que debe trabajar
el equipo.

2.9.4. Psicólogo y neuropsicólogo


El psicólogo va a ser el encargado de evaluar y tratar los problemas cognitivos, del
comportamiento o problemas emocionales que estén asociados a problemas incapacitantes en
el usuario.

Tendrá la función de asistir al paciente, a la familia y otros como cuidadores informales para
que comprendan la naturaleza, pronóstico y las posibles implicaciones de la rehabilitación.

Los enfoques que tiene para evaluar son muchos y muy diferentes, cubriendo un gran
número de campos a nivel cognitivo, perceptual, motor, emocional y funcional. Estas evaluaciones
supondrán una gran ayuda para integrar la información de las capacidades que el paciente tenía
antes de la enfermedad, las fortalezas y debilidades que conserva actualmente y los problemas
que pueden suponer en el futuro, también valorara las fuentes de apoyo que tenga la persona.

Los neuropsicólogos están más especializados, las labores que llevan a cabo son las
interacciones entre el cerebro y la conducta de la persona. Estos evalúan y tratan los problemas
relacionados con disfunciones cerebrales, emocionales y conductuales. Sus estrategias de
trabajo también son muy amplias, incluyendo la modificación de la conducta, manejo de estrés,
terapias individuales, grupales o familiares, etc.

2.9.5. Fisioterapeuta
Es el profesional encargado de los sistemas musculoesquelético, pulmonar y cardiovascular
del paciente. Realizará procedimientos apropiados para mantener, mejorar o rehabilitar las

1-31
Apoyo en la recepción y acogida en instituciones de personas dependientes

funciones de estos sistemas, dando


funcionalidad para la realización
correcta de actividades.

Estos procedimientos incluyen


ejercicios para aumentar la fuerza,
resistencia, coordinación y rango
de movilidad. También realizara
estimulación de los músculos para
mejorar la actividad motora y el
aprendizaje. Ayudara a las actividades
de la vida diaria dando instrucciones
para un mejor manejo del paciente.

Pondrá en marcha el plan terapéutico rehabilitador establecido por el equipo.

2.9.6. Terapeuta ocupacional


Van a trabajar identificando problemas o barreras modificables en el domicilio de los usuarios,
realizando recomendaciones si fuesen necesarias adaptaciones domiciliarias, resultando éstas
importantes tanto para pacientes como cuidadores.

Ayudará a los pacientes y cuidadores en la realización y afrontamiento de las ABVDs y las


instrumentales.

Evaluará a los usuarios en diferentes aspectos, tales como la fuerza muscular que posean,
el movimiento articulatorio, la coordinación, la percepción que tienen y otros factores que incidan
en la manera de los usuarios en sus tareas de la vida cotidiana, intentando que sean lo más
independientes posible.

También podrá influir en la rehabilitación de la persona para su vuelta al trabajo, si fuese


posible y la integración de la persona en la comunidad si lo requiriese.

2.9.7. Logopeda
Se va a encargar de los trastornos de comunicación de los usuarios, determinando su
naturaleza. Va a centrarse en las cuatro estructuras fundamentales que comprende el lenguaje:
neurología, psicología, lingüística y social.

Participará en la elaboración de planes y su ejecución, por medio de acciones comunitarias


de prevención, detección, planeación y ejecución en las áreas de lenguaje, habla y audición.

Le enseñará al usuario estrategias para que use sus habilidades de forma correcta,
aumentando así las habilidades que tenga en la comunicación funcional.

Ofrecerá consejos al usuario y a los familiares para mejorar en lo posible el programa de


terapia del lenguaje en el día a día.

1- 3 2
Intervención en la atención a las personas dependientes y su entorno

2.9.8. Terapeuta recreacional


Este profesional va a utilizar diferentes técnicas de recreo para los tratamientos de los
pacientes, como pueden ser la artesanía, los deportes o la música para proporcionar terapia.
Éste trabaja para reducir la depresión, el estrés y la ansiedad en los pacientes.

También deberá hacer valoraciones y exámenes, determinando la naturaleza de los


trastornos que posea el usuario. Determinará si hay actuaciones que puedan ayudar a su
tratamiento, por ejemplo, a una persona que le guste el deporte, podre hacer terapia con grupos
deportivos, intentando eliminar de esta manera las barreras que puedan crearle el estrés o la
ansiedad en su rehabilitación.

Estas actividades recreativas tendrán como finalidad mantener o mejorar el funcionamiento


físico, mental, emocional y social del usuario, capacitándolo para ser lo más independiente
posible.

También ayudará a los usuarios a reinsertarse en la comunidad por medio de todas estas
actividades.

2.9.9. Dietista especializado


Es un especialista en nutrición que evaluará y controlará las necesidades dietéticas básicas
de cada usuario, basándose en sus necesidades médicas, su capacidad de alimentación y sus
preferencias culinarias.

2.10. Organización
Cada equipo de rehabilitación estará compuesto por dos o más integrantes de cada
especialidad que estén implicadas en la rehabilitación. Estos miembros enfocarán las necesidades
y los problemas de los usuarios y sus familias. Representarán todos los aspectos de la vida física,
psicológica, social y vocacional del usuario. Todos éstos cooperarán en los distintos servicios
como la comunicación e interacción continua de los servicios.

1-33
Apoyo en la recepción y acogida en instituciones de personas dependientes

2.11. Dinámica de trabajo en equipo


El principio de esta dinámica de trabajo, es cuando el usuario ingresa en la planta o en los
primeros días de su incorporación en el nivel asistencial correspondiente.

En este primer momento se va a tener contacto con el usuario y su familia, se intentará


entonces que vaya conociendo a los diferentes miembros del equipo interdisciplinar.

Cada componente del equipo realizará una primera valoración inicial, con la recogida de
datos tanto de su situación previa, como de su situación al ingreso, iniciando así el proceso que
dará lugar al plan de cuidados.

Todo el lenguaje que se emplee en este proceso debe ser común en todos los integrantes
del equipo, así permitirá la monitorización e interpretación de los datos por todos los miembros.
Esto debe ser consensuado por el equipo, para usar los mismos instrumentos.

El segundo paso será la elaboración de una lista de problemas por parte de todos los
miembros del equipo, poniendo en común todas las valoraciones realizadas para poder detectar
los principales problemas que tiene el paciente. Esto va a dirigir a todo el equipo a aunar sus
esfuerzos para resolver dichos problemas, centrándose en ellos de forma conjunta.

El tercer paso sería la planificación de objetivos, como ya hemos visto anteriormente es lo


más complicado de hacer, pero es la base donde se van a apoyar todos los planes terapéuticos
que realicemos. Éstos deben ser consensuados con el paciente y su familia, ya que van a ser
parte importante del proceso.

El siguiente paso es concretar el plan de cuidados, cada profesional debe exponer como
quiere llevar el caso para la obtención de objetivos hasta que se vuelvan a reunir.

El plan de tratamiento para cada objetivo concreto debe detallar los cuidados a realizar y
por quien debe ser realizado, también reflejará las expectativas que se tienen con esos cuidados
y en cuanto tiempo se quieren conseguir. Para eso hay muchos modelos y propuestas, el equipo
decidirá el modelo que más se adapte a sus necesidades.

El último paso del plan de cuidados será la evaluación, ésta consiste en la realización de
una reunión del grupo de manera programada, deberá determinarse la frecuencia con que se
realiza. En estas reuniones se observara la progresión del usuario, los cambios que pueda haber
en todas las necesidades a cualquier nivel del usuario.

Se revisarán y evaluarán:

z Todos los objetivos propuestos, analizando los problemas que pudiese haber habido
en caso de no alcanzarlos.

z La lista de problemas, pues pueden haberse producido cambios y habrá que


actualizarla.

1- 3 4
Intervención en la atención a las personas dependientes y su entorno

Proceso de los cuidados


• Salud (diagnóstico y pronóstico).
Valoración • Función física, mental y social.
• Recursos (cultura, educación, sociales, etc.)

Elaboración • Objetivos que pauta el equipo.


lista de objetivos • Opinión del paciente sobre los mismos.
de tratamiento
• Qué es posible realizar.

Concretar • Ver lo que el paciente puede hacer y las demadas que existen.
el plan de • Con el tratamiento y el equipo interdisciplinar.
cuidados
• Disminuir las demandas del entorno.

• Comprobar evolución.
Evaluaciones
• Redefinir objetos y plan de tratamiento si fuese necesario.

Después de la reunión del equipo, éste debe haber logrado:

z Una evaluación objetiva del paciente y su familia.

z Revisar todas las evaluaciones e informes del progreso de todos los profesionales
implicados en el plan de cuidados y si éstos son realistas.

z Recoger toda la información concerniente al usuario y su familia, incluyendo las


preocupaciones y necesidades que puedan tener.

z Comprobar el último plan de cuidados y evaluación de todos sus componentes.

2.12. Conflictos con el equipo y estrategias


de resolución
En todos los equipos y grupos de personas surgen conflictos, éstos en ocasiones pueden
ser buenos para el desarrollo de los programas, pues crean diferentes discusiones, dando
lugar a técnicas de resolución de problemas y diferentes puntos de vista de los diferentes
profesionales.

También pueden crear problemas dentro del equipo las expectativas que no se logran, la
falta de motivación de los componentes o del usuario, que los integrantes no estén satisfechos
con el trabajo que realizan, falta de comunicación entre ellos, etc.

En la comunicación también pueden surgir conflictos, sobre todo si la competencia entre los
profesionales se hace evidente, las conductas defensivas afectan a la comunicación, promoviendo
la desconfianza entre ellos y malos entendidos. Todo esto llevará a que los profesionales no

1-35
Apoyo en la recepción y acogida en instituciones de personas dependientes

concedan importancia al trabajo y a las opiniones de los demás miembros, olvidándose de


buscar los recursos necesarios para el plan de cuidados.

Cualquier miembro que no realice correctamente su labor afectará de forma negativa al


trabajo de todos los demás miembros del equipo.

Resumen

“Unir un grupo de expertos y denominarlos grupo, no hace a un equipo.


Para ser exitosos, los equipos deben ser entrenados juntos, definidos
claramente y apoyados por las estructuras organizativas (tales como,
sistemas de incentivo y recompensa) de la institución.“ (Richard Hackman,
Ph.D- Harvard Universiti).

3. Tareas del profesional de atención


sociosanitaria. Competencia y
responsabilidad en diferentes áreas
Al igual que cada uno de los sistemas sanitarios que componen el Sistema Nacional de
Salud español, sus recursos materiales, así como también los humanos, tienen la obligación de
dar la debida atención a las necesidades más básicas, así como también satisfacer las demandas
más actuales que la sociedad en que nos desenvolvemos genera.

Es de todos conocido que la mejora de la calidad de vida de los individuos va generalmente


ligada al aumento de su esperanza de supervivencia, lo que supone al mismo tiempo un incremento
considerable de las enfermedades degenerativas asociadas a la edad y, de forma directamente
proporcional, un aumento de las necesidades asistenciales que dichas enfermedades generan y
que la sociedad tiene la obligación de atender.

En este contexto los recursos asistenciales


sociosanitarios, tanto públicos como privados, se
revelan como un pilar estratégico a la hora de dar
respuesta a todas las posibles situaciones en las
que las personas con algún grado de dependencia
puedan necesitar del apoyo del colectivo social.

Es en este punto donde los profesionales de


la atención sociosanitaria ejercen sus funciones,
colaborando con todos aquellos profesionales que
componen los diversos equipos multidisciplinares
de atención a las personas en situación de
dependencia, y proporcionando un servicio y un
apoyo imprescindibles para facilitar la integración
de los individuos en lo que debería ser la tendencia
hacia una sociedad cada vez más humanitaria.

1- 3 6
Intervención en la atención a las personas dependientes y su entorno

El entorno laboral en el que el profesional sociosanitario puede desarrollar sus funciones


conjuntamente con los equipos multidisciplinares es muy heterogéneo.

Los servicios o lugares de trabajo más usuales son, entre otros:

z Residencias de ancianos.

El INSERSO define las residencias de ancianos como todos aquellos centros que
ofrecen una atención integral y un lugar de vivienda permanente a personas mayores
de 60 años que, por su situación familiar, social y/o económica, no puedan ser
atendidos en sus propios domicilios y necesiten de este tipo de centros. Pueden ser
de naturaleza pública o privada.

z Centros de día.

Un centro de día es aquel en el que se oferta un servicio muy similar al de una


residencia, con la diferencia fundamental que la persona puede pasar el día pero no
quedarse a dormir. También pueden ser de naturaleza pública o privada.

z Centros de educación especial.

Son centros educativos en los que se escolariza a personas con necesidades


especiales hasta los veinte años de edad y que, además de un programa formativo
adaptado, también proporcionan servicios y atenciones extraordinarios que no se
incluyen en centros educativos estándar debido a la naturaleza de sus estudiantes.

Estos centros suelen ofertar sus servicios en dos opciones: régimen de internado (los
internos reciben atención todo el día) y régimen de externado (los internos reciben
atención solo una parte del día).

z Servicios de Ayuda a Domicilio.

Este tipo de servicios comprenden todos aquellos recursos encaminados a la


prestación de atención y cuidados a las personas en sus domicilios particulares
cuando, por diferentes motivos éstos ven mermadas sus capacidades funcionales
para desempeñar con soltura sus actividades básicas de la vida diaria (ABVD´s).

z Instituciones sociosanitarias.

Nos referimos particularmente a aquellas instituciones que proporcionan atención


global a los pacientes psiquiátricos o con enfermedades neurológicas y a los
drogodependientes.

También podemos enmarcar en este punto a aquellas asociaciones de naturaleza


privada y a aquellas sin ánimo de lucro que agrupan distintos recursos asistenciales
para dar atención a individuos con algún tipo de discapacidad (asociaciones de
enfermos de Alzheimer, asociaciones de niños discapacitados, etc.).

z Equipos de atención primaria.

Corresponden con el primer nivel organizativo del Sistema Nacional de Salud (SNS)
español. Enmarcados administrativamente dentro de lo que se conoce como Zona
Básica de Salud (ZBS) y de financiación pública en nuestro país, el profesional
sociosanitario trabaja con el resto de integrantes del equipo de salud, generalmente

1-37
Apoyo en la recepción y acogida en instituciones de personas dependientes

compuesto por personal médico, personal de enfermería y personal administrativo


(aunque la zona básica de salud también puede estar dotada de matronas,
fisioterapeutas, psicólogos y trabajadores sociales).

z Centros de atención especializada.

Corresponden con el segundo nivel organizativo del Sistema Nacional de Salud


español, siendo, por tanto, también de financiación pública. Forman parte de la
atención sanitaria especializada los hospitales y los centros de especialidades
médicas, donde los profesionales de distintas materias de la medicina y ciencias afines
proporcionan asistencia sanitaria y rehabilitación, ejercen funciones de promoción de
la salud y de prevención de enfermedades, así como también labores docentes y de
investigación.

El equipo interdisciplinar como su propio nombre indica, engloba a todo ese colectivo de
profesionales tanto sanitarios como no sanitarios de las diferentes especialidades, cuyo objetivo
común debe ser el de asistir las necesidades de la persona en situación de dependencia,
teniendo en cuenta las carencias particulares que cada individuo manifieste en función del
problema que genere su situación. Por tanto, no será la
misma atención la que necesite un anciano, que la que
necesiten las personas afectadas por lesiones medulares
o neurodegenerativas, los pacientes psiquiátricos o los
drogodependientes.

A pesar de que los integrantes de los equipos


multidisciplinares son siempre los mismos profesionales,
las combinaciones resultantes de estos individuos y las
diferencias estructurales y económicas existentes entre
los distintos centros asistenciales, condicionan que la
organización de las actividades que deben desempeñar
cada uno de los miembros del equipo sean infinitamente
cambiantes.

Otra variable a tener en cuenta es el tipo de persona hacia la que vaya dirigida la asistencia,
ya que no será el mismo tipo de atenciones ni la misma clase de recursos los que el profesional
sociosanitario tendrá que destinar a un anciano dependiente que vive en su domicilio en una
zona rural de Castilla – La Mancha, que la que haya que proporcionarle a un toxicómano en un
servicio de atención a drogodependientes en la Comunidad de Madrid.

Debido a la inmensa cantidad de profesionales que hoy en día intervienen en la atención


de personas dependientes, aquí solo repararemos en los que, por la naturaleza del servicio que
prestan, se podrían considerar como esenciales para asegurar el correcto funcionamiento de
cualquier sistema de prestación de servicios sociosanitarios.

A) Médicos

Dentro de este grupo, además del médico de familia, podemos distinguir también al médico
especialista en geriatría y al médico rehabilitador, debido al grupo de población tan grande al
que proporcionan atención como es el de las personas ancianas.

1- 3 8
Intervención en la atención a las personas dependientes y su entorno

z Médico de familia

Es aquél especialista de la medicina cuyas obligaciones consisten en:

z Prestar la debida asistencia médica cuando la persona dependiente lo requiera.

z Diagnosticar los problemas existentes y percibir los tratamientos pertinentes a dichos


problemas de forma eficiente.

z Adoptar medidas preventivas para el control de procesos agudos o crónicos.

z Responsabilizarse de mantener actualizado el historial clínico de sus pacientes.

z Servir de enlace entre sus pacientes y el resto de especialidades sanitarias,


derivándolos cuando su situación de salud lo requiera.

z Atender y valorar las consultas e informes del resto de profesionales sociosanitarios.

z Médico geriatra

z Además de las funciones propias del médico de familia anteriormente descritas, el


geriatra deberá proporcionar los elementos diagnósticos, terapéuticos, preventivos y
paliativos (aquellos destinados no a curar, sino a aliviar los problemas derivados de la
incapacidad del sujeto anciano y dependiente).

z Elaborar los informes pertinentes para asegurar la continuidad de los cuidados por
parte del equipo sociosanitario que preste los cuidados al anciano en su entorno
habitual (residencia, domicilio particular, etc.).

z Médico rehabilitador

z Además de las funciones propias de los especialistas anteriormente descritos, el


rehabilitador tiene la responsabilidad de elaborar los programas terapéuticos que el
fisioterapeuta y el terapeuta ocupacional deberán aplicar a los usuarios, colaborando
con ambos para que las personas con limitaciones recuperen el máximo de
funcionalidad y autonomía posibles.

z Deberá realizar una valoración inicial y periódica de cada usuario al que preste sus
servicios para garantizar el seguimiento de los posibles cambios que se produzcan en
las cualidades de los usuarios del servicio sociosanitario y poder de este modo actuar
para mejorarlo de forma continuada.

z Responsabilizarse de mantener actualizado el historial clínico de sus pacientes.

B) Personal de enfermería

El personal de enfermería se encuentra generalmente en cualquier ámbito de la atención


sociosanitaria de los pacientes dependientes, proporcionando una atención directa bien de forma
autónoma, o bien prestando su colaboración al resto de los integrantes del equipo sociosanitario.
Sus funciones básicas son:

z Diagnosticar las necesidades de los usuarios de los sistemas de atención


sociosanitaria.

1-39
Apoyo en la recepción y acogida en instituciones de personas dependientes

z Desarrollar, ejecutar y evaluar planes encaminados a la resolución de las necesidades


identificadas con anterioridad.

z Participar en el proceso asistencial aplicando los tratamientos prescritos por el


médico.

z Proporcionar la atención necesaria al individuo dependiente de forma programada


tanto en los diferentes centros asistenciales como en sus propios domicilios, realizando
las tareas pertinentes para asegurar la atención sanitaria de las patologías que aflijan
al usuario y prevenir la aparición de nuevas complicaciones o accidentes.

z Atender las dudas que el usuario dependiente pueda plantear, proporcionando


información veraz enfocada a la resolución de las preguntas planteadas.

z Registrar en la historia clínica de los sujetos dependientes todas las actividades


realizadas con éstos, contribuyendo así a la continuidad de los cuidados que reciben
tanto del personal de enfermería como del resto de los profesionales que participen
en su atención.

z Contribuir a facilitar la comunicación de los miembros del equipo multidisciplinar entre


sí para asegurar una atención de calidad.

z Atender y valorar las consultas e informes del resto de profesionales sociosanitarios.

z Participar junto con todos los profesionales implicados en el proceso de planificación,


ejecución y evaluación del programa de atención al usuario dependiente.

z Coordinar junto con los profesionales del cuidado a personas dependientes las
necesidades asistenciales de éstos, así como pactar días y horas de vista domiciliaria
conjunta para valorar la situación de las personas atendidas.

C) Trabajadores sociales

El trabajador social es el responsable de la ayuda de índole social que se les proporciona a


los individuos en situación de dependencia. Entre sus funciones están las siguientes:

z Participar de forma activa como integrante del equipo multidisciplinar en el proceso


de planificación, desarrollo y evaluación de la atención.

z Canalizar las solicitudes de atención sanitaria realizadas por el sujeto objeto de la


atención hacia los profesionales sanitarios del equipo (médico, enfermera, psicólogo,
fisioterapeuta, terapeuta ocupacional).

z Realizar el informe social de toda aquella persona que sea susceptible de recibir las
ayudas y atenciones que brinde un plan sociosanitario.

z Elaborar y tramitar informes y solicitudes de ayuda a domicilio.

D) Fisioterapeutas

El fisioterapeuta es el profesional sanitario responsable de curar, recuperar y sobretodo


de prevenir los problemas derivados de la discapacidad que presenta la persona dependiente
mediante la aplicación de todas aquellas técnicas y tratamientos con agentes físicos de que
disponga.

1- 4 0
Intervención en la atención a las personas dependientes y su entorno

El fisioterapeuta mantiene una participación activa como integrante del equipo multidisciplinar
en el proceso de planificación, desarrollo y evaluación de la atención.

E) Terapeutas ocupacionales

Según la Asociación Americana de Terapia Ocupacional, esta se define como “El arte y la
ciencia de dirigir la respuesta del hombre a la actividad seleccionada para favorecer y mantener
la salud, para prevenir la incapacidad, para valorar la conducta y para tratar o adiestrar a los
pacientes con disfunciones físicas o psicosociales”.

Por tanto, el terapeuta ocupacional es el profesional que se encarga de evaluar las carencias
en las actividades básicas de la vida diaria que la persona dependiente tiene, utilizando actividades
dirigidas con el objetivo de que la persona adquiera las destrezas y aptitudes adecuadas a sus
posibilidades para conseguir el máximo de autonomía y de integración social.

Al igual que el fisioterapeuta mantiene una participación activa como integrante del equipo
multidisciplinar en el proceso de planificación, desarrollo y evaluación de la atención.

F) Psicólogos

El psicólogo es el profesional que ejerce la psicología y que tiene la capacidad inherente a


su especialidad de estudiar el comportamiento humano en todas sus dimensiones: la cognitiva
(el pensamiento), la afectiva (las emociones) y la comportamental (el comportamiento). Sus
funciones básicas son:

z Evaluará el estado psicológico del usuario.

z Proporcionará atención psicológica tanto al usuario como a las personas de su entorno


cuando sea necesario.

z Puede colaborar en la gestión y coordinación de los recursos humanos y materiales


del centro donde desempeñe su trabajo en conjunto con el resto de profesionales del
equipo multidisciplinar.

G) Cuidadores profesionales de personas dependientes

Los cuidadores de personas dependientes desempeñan su actividad en diversos entornos,


aunque los que mayormente demandan sus servicios suelen ser las residencias y centros de día,
y los servicios de asistencia domiciliaria.

Las funciones básicas de los cuidadores de personas dependientes son:

z Se coordinará con el resto del equipo de atención sociosanitaria y establecimiento


como su figura de apoyo en la atención del sujeto dependiente en su medio habitual
(domicilio particular, residencia o centro de día).

z Proporcionar información en lo referente al estado de salud del usuario a los miembros


del equipo responsable (médico, enfermera, psicólogo) a través de reuniones
periódicas.

z Hacer los trámites oportunos para facilitar la evaluación del sujeto dependiente por
parte del resto de componentes del equipo multidisciplinar.

1-41
Apoyo en la recepción y acogida en instituciones de personas dependientes

z Asistir o suplir las carencias que el usuario


En general el equipo
a su cargo presente en sus actividades
multidisciplinar debe estar
básicas de la vida diaria.
compuesto de los siguientes
z Las actividades desarrolladas en la asistencia profesionales:
del sujeto dependiente por parte del cuidador
deberán estar siempre encaminadas a Auxiliares de enfermería,
favorecer su autonomía (permitiéndole hacer gerocultores, cuidadores de
por sí mismo todo aquello de lo que sea capaz, minusválidos físicos, psíquicos
ayudándole solo en aquellas situaciones en y sensoriales o cuidadores
las que sin la asistencia del cuidador no lo de personas dependientes en
podría conseguir), favorecer su autoestima instituciones.
(permitiendo la toma de decisiones propia, Profesionales de la enfermería.
la participación activa en la realización de las Médico.
actividades que afecten al resto de su entorno, Psicólogo.
y facilitando su integración en el medio que Fisioterapeuta.
le rodea), cuidar del aseo personal y de la Terapeuta Ocupacional.
alimentación (poniendo especial cuidado en Trabajador/a social.
que el sujeto realice por sí mismo la mayor
cantidad de estas actividades básicas
de la vida diaria) y participar en el acondicionamiento del medio en que el usuario
dependiente se desenvuelve (adaptando éste a las limitaciones físicas o psíquicas
que presente eliminando aquello que pueda obstaculizarle o proporcionando aquellos
elementos que reduzcan las repercusiones de sus deficiencias, como sillas de ruedas,
bastones, andadores, elementos de sujeción, etc).

Psicólogos Terapeutas
ocupacionales
Trabajadores sociales

Usuario dependiente

Fisioterapeutas

Médicos
Personal de
enfermería

Esquema de la composición básica de un equipo multidisciplinar de


atención sociosanitaria a las personas dependientes.

Después de este breve repaso a las funciones básicas que cada uno de los principales
profesionales de atención sociosanitaria poseen, habremos podido apreciar de una manera
global que, a pesar de la complejidad que puedan alcanzar la organización de sus actividades,
todos los integrantes del equipo multidisciplinar siempre tendrán un objetivo común: el bienestar
de la persona dependiente asistida.

1- 4 2
Intervención en la atención a las personas dependientes y su entorno

Veamos a continuación cuales serían las competencias y responsabilidades particulares


del profesional de atención sociosanitaria en cada una de las grandes áreas de las necesidades
humanas. Pero antes, para poder entender mejor lo que las necesidades humanas representan
dentro de la vida de cualquier individuo, y poder proporcionar así unos estándares de calidad a la
hora de aplicar nuestros cuidados, tenemos que referirnos inexcusablemente a lo que se conoce
como “Teoría de las necesidades de Maslow”.

En 1943 el psicólogo estadounidense ABRAHAM MASLOW creó un nuevo concepto que


jerarquizaba todas las necesidades que influyen en el comportamiento de los seres humanos,
elaborando lo que hasta nuestros días aún sirve a todos los profesionales que proporcionan
cuidados a sujetos dependientes, o con una alteración de su estado de salud, para concebir los
planes de cuidados que van dirigidos a ellos: la Teoría de las necesidades de Maslow.

Abraham Maslow (1908 – 1970). Psicólogo estadounidense creador de la Teoría de las necesidades humanas.

En esta teoría se identifican cinco grandes niveles superpuestos uno encima del otro según
la relevancia que las necesidades que éstos comprenden representen en la supervivencia del
individuo, de tal modo que a medida que las necesidades básicas (las de los niveles inferiores)
se van satisfaciendo, otras del nivel inmediatamente superior cobran protagonismo.

1-43
Apoyo en la recepción y acogida en instituciones de personas dependientes

moralidad,
creatividad,
Crecimiento Autorealización
espontaneidad,
falta de prejuicios,
aceptación de hechos,
resolución de problemas

autoreconocimiento, confianza,
Reconocimiento
respeto, éxito

Afiliación
amistad, afecto, intimidad sexual

seguridad física, de empleo, de recursos, moral, Seguridad


familiar, de salud, de propiedad privada

Crecimiento Fisiología
respiración, alimentación, descanso, sexo, homeostasis

Nos encontramos, por tanto, que en la base de la pirámide se aglutinan todas aquellas
necesidades fundamentales que cualquier persona necesita conseguir para garantizarse su
propia existencia (necesidad de alimentación, de salud, de seguridad, etc.). A medida que
conseguimos estos objetivos, nos encontramos con aquellas necesidades más relacionadas
con el aspecto psicosocial (el afecto del individuo hacia los demás y viceversa, necesidad
de aprendizaje y conocimiento). Finalmente, en los niveles más elevados de la pirámide se
encontrarían aquellos aspectos humanos a los que en momentos de extrema necesidad no se
otorga excesiva relevancia, pero que una vez que cada individuo a asegurado la cobertura de las
necesidades de los niveles inferiores, puede dedicar sus esfuerzos a conseguirlos para alcanzar
la plenitud del desarrollo de su personalidad (aspectos relacionados con la autoestima: belleza,
moralidad, autorrealización y demás).

MASLOW mantenía que, en la actualidad los componentes de las sociedades que podríamos
conocer como desarrolladas, es decir, las que permiten a sus ciudadanos mantener un alto nivel
de vida, tienen prácticamente asegurada la satisfacción de las necesidades correspondientes a
los tres primeros niveles de la pirámide.

Ejemplo

Ilustrando esta teoría con un sencillo ejemplo diremos que, en un estado


del bienestar como puede ser el de la sociedad española, las necesidades
básicas de sus ciudadanos como la comida, la bebida, la seguridad, la
sanidad o la educación se cubren sin grandes dificultades gracias a
la cooperación de todos los componentes del Estado, quedando aún
recursos sociales y personales para plantearse la consecución de objetivos
superiores (aunque menos necesarios para la supervivencia de la especie).
Sin embargo, comparativamente en una sociedad que se encuentre
en un país con escaso desarrollo, como puede ser la mayoría de los del
África subsahariana, posiblemente estas necesidades básicas como la
alimentación, el acceso a agua potable o a una sanidad suficiente sean
prácticamente inalcanzables para sus ciudadanos debido a la inmensa falta
de recursos, con lo que en la mayor parte de las ocasiones los objetivos de
los niveles superiores de la pirámide se les antojan imposibles.

1- 4 4
Intervención en la atención a las personas dependientes y su entorno

No obstante, aprovechando este ejemplo, no es necesario que nos traslademos a ninguno


de esos países extranjeros en vías de desarrollo, ya que en un estado como España también
existen numerosos colectivos de personas cuyas necesidades quedan sin cubrirse, en no
pocos casos debido también a una ausencia total o parcial de recursos, ya sean económicos,
materiales, humanos o a un conglomerado de ellos. Nos referimos a esos sujetos con algún
grado de dependencia que pueden beneficiarse enormemente de lo que los sistemas de apoyo
social les pueden brindar y de los que sus activistas, los profesionales de atención sociosanitaria,
pueden hacer para contribuir a que estas personas dependientes no lo sean tanto, y a que
también puedan aspirar a alcanzar los niveles superiores de satisfacción de las necesidades de
la pirámide.

3.1. Alimentación
La alimentación de las personas dependientes no tiene por qué ser diferente a la de
cualquier persona sin ningún tipo de limitación, a no ser que éstas tengan alguna patología de
base que condicione el tipo de comida que puede ingerir o su vía de administración.

El cuidador que proporcione la atención a estas


personas deberá conocer estas particularidades y poner
en práctica sus conocimientos, ya que la mayor parte del
tiempo es responsabilidad suya el asegurar un estado
nutricional óptimo de los usuarios.

Mencionábamos al comienzo que existen diferentes


vías de alimentación, las más comunes en las personas
dependientes con las que cualquier profesional
dedicado a la atención sociosanitaria se va a encontrar
en su práctica habitual son la oral y los dispositivos de
ayuda a la nutrición como las sondas nasogástricas y las
gastrostomías.

El objetivo que el gerocultor o cuidador de personas dependientes o con minusvalías debe


tener siempre presente es que la alimentación, sea cual sea su vía de administración debe
perseguir en todo momento la consecución de una dieta adecuada al usuario de sus servicios
según sus necesidades, su situación de salud o sus creencias religiosas, administrando los
cuidados pertinentes para la ingesta.

Para la alimentación oral, el cuidador que vaya a administrar los alimentos o a supervisar la
ingesta deberá hacer acopio de una serie de recursos para asegurar la calidad en la asistencia.
Por ello, el material básico con el que debe contar en cualquier situación es el siguiente:

z Dieta a seguir elaborada según las condiciones del paciente.

z Jabón neutro para el lavado de manos.

z Mesa adecuada a las limitaciones del usuario.

z Material de alimentación diverso (cubiertos, platos, vasos, bandejas, servilletas).

Posteriormente, el cuidador deberá seguir un procedimiento que, aunque estandarizado,


también permita su actualización para conseguir el mayor grado de confort del usuario:

1-45
Apoyo en la recepción y acogida en instituciones de personas dependientes

z Realizar lavado de manos y pedir al usuario que proceda de la misma forma por si
precisáramos de su ayuda.

z Ayudar al usuario a colocarse en una posición adecuada.

z Colocar la mesa o bandeja de tal forma que el paciente alcance con comodidad la
comida.

z Dar el suficiente tiempo como para que el paciente se alimente (evitaremos así malas
digestiones, atragantamientos, pérdida de apetito…).

z Propiciar la ingesta estableciendo un buen ambiente comunicativo.

z Observar y anotar la cantidad y el tipo de comida ingerida (para no repetir alimentos


con demasiada frecuencia y permitir una dieta variada).

z Retirar o ayudar a retirar los elementos utilizados y proceder a su limpieza y


almacenaje.

z Ayudar o supervisar el correcto lavado de manos de la persona y su correcta higiene


bucal.

z Realizar lavado de manos.

Información

En aquellas personas que tengamos bajo nuestro cuidado y que, debido a


su situación no puedan alimentarse sin ayuda, deberemos:

• Si se trata de personas de edad avanzada o con alteraciones


neurológicas administraremos cantidades pequeñas y vigilaremos
la correcta masticación y deglución de la comida para evitar
atragantamientos.

• Ofreceremos continuamente líquidos a la persona aunque ésta no nos


lo solicite para asegurar una correcta hidratación.

• Preguntaremos a la persona el orden en el que quiere recibir los


alimentos para hacerle más placentero el acto de comer.

Si el estado de la persona bajo nuestra atención implicara el que esta estuviera en riesgo
de realizar la aspiración de los alimentos (que en vez de ir al estómago, la comida se fuese
para las vías respiratorias, con el consecuente riesgo de asfixia y/o infección), una manera de
prevenirlo sería la utilización de cualquier gelatina, espesante y alimento de consistencia pastosa
que existen en el mercado. No obstante, esto no nos exime de la supervisión y aplicación del
protocolo antes descrito.

Dado que este texto no pretende servir como manual de técnicas de alimentación, solo
comentaremos los dos casos más frecuentes con los que los cuidadores pueden encontrarse
en su práctica diaria a la hora de alimentar a algún usuario que disponga de los siguientes
dispositivos de ayuda a la alimentación:

1- 4 6
Intervención en la atención a las personas dependientes y su entorno

z Sondas nasogástricas para alimentación


Básicamente una sonda nasogástrica es un tubo de plástico o de
goma que se introduce por la nariz hasta el estómago con la finalidad
de administrar alimentos y/o ciertos medicamentos en las personas con
alguna alteración del tracto gastrointestinal.

z Gastrostomía
Se trata de un tubo que se coloca a través de la piel y la pared estomacal
directamente dentro del estómago en los siguientes casos:

z Personas que no pueden tragar correctamente debido a su


enfermedad.

z Personas que no pueden tomar suficiente alimento por la boca.

z Personas que continuamente se atragantan con los alimentos.

La utilización de estos dispositivos para la alimentación y su


mantenimiento en unas condiciones de funcionamiento óptimas corresponde
al personal de enfermería (enfermeras y auxiliares), no obstante cualquier persona puede ser
instruida en su uso para un manejo en condiciones seguras para el usuario. Llegado el caso, si
el cuidador de la/s persona/s dependiente/s se viese en la necesidad de aprender a usarlos por
normativa de su centro de trabajo o bien porque su actividad se engloba dentro de la atención
domiciliaria (en la que el cuidador es el responsable de la alimentación del usuario), la obligación
de la enseñanza recae exclusivamente en el titulado en enfermería responsable (enfermero de la
residencia de ancianos, enfermero del centro de salud, etc).

En relación a las competencias del cuidador profesional en materia de alimentación, el


“Catálogo Nacional de Cualificaciones Profesionales” editado por el Ministerio de Educación,
Cultura y Deporte de España menciona, entre otros, los siguientes criterios de evaluación, en
materia de higiene y atención sanitaria domiciliaria, dirigidas a personas con necesidades de
atención sociosanitaria y arealizar por los profesionales del cuidado:

z Analizar diferentes tipos de dietas y aplicar la técnica de apoyo a la ingesta y de


recogida de eliminaciones más adecuada, en función del grado de dependencia del
usuario, siguiendo las indicaciones de administración prescritas.

z Analizar la composición de una dieta saludable, describiendo las necesidades nutritivo


- dietéticas de un individuo en función de sus características fisiológicas, patológicas
y conductuales.

z Confeccionar propuestas de menús diarios y/o semanales, en función de las


características de los usuarios y de las prescripciones dietéticas existentes.

z Manejar prescripciones dietéticas aplicadas a diferentes patologías, analizando la


influencia de la dieta en cada una de ellas.

z Describir las técnicas de administración de alimentos por vía oral, en función del grado
de dependencia de la persona y los materiales necesarios para el apoyo a la ingesta,
en el ámbito domiciliario.

1-47
Apoyo en la recepción y acogida en instituciones de personas dependientes

z Aplicar diferentes técnicas de apoyo a la ingesta, en función de las características y


necesidades del usuario.

Ejemplo

Un ejemplo de documento que permite el registro de datos en referencia al


estado nutricional del usuario es el siguiente:

1- 4 8
Intervención en la atención a las personas dependientes y su entorno

Ejemplo

Un modelo de registro de datos más sencillo, pero igualmente efectivo en


lo que a funcionalidad se refiere podría ser el siguiente:

Nombre del usuario:

Desayuno Comida Cena Horario de


Incidencias/
Fecha de la descanso
Problemas
actividad Día/
que hayan
Mes/ Año
aparecido

Nombre del
cuidador:

3.2. Higiene y Aseo


Proporcionar al usuario el aseo necesario para satisfacer sus necesidades de higiene
y confort es uno de los pilares elementales de cualquier programa de atención a los sujetos
dependientes.

En relación a las competencias


del cuidador profesional en materia de
higiene y aseo, el “Catálogo Nacional de
Cualificaciones Profesionales” editado
por el Ministerio de Educación, Cultura
y Deporte menciona, entre otros, los
siguientes criterios de evaluación, en

1-49
Apoyo en la recepción y acogida en instituciones de personas dependientes

materia de higiene y atención sanitaria domiciliaria, dirigidas a personas con necesidades de


atención sociosanitaria a realizar por los profesionales del cuidado:

z Adaptar y aplicar técnicas de higiene personal y de preparación de cama, en el


domicilio, seleccionando los productos, materiales y utensilios de uso común, en
función del estado del usuario y del tipo de técnica.

z Precisar los diferentes tipos de atenciones higiénicas requeridos por una persona
dependiente en función de su estado de salud y nivel de dependencia, especialmente
en el caso de mayores y discapacitados, identificando las condiciones higiénico-
sanitarias que debe reunir su entorno.

z Describir y aplicar los procedimientos de aseo e higiene personal, precisando los


productos, materiales y ayudas técnicas necesarias para su realización en función
del estado y necesidades de la persona, incluso los especiales para personas
incontinentes y/o colestomizadas y las medidas de protección del profesional.

z Aplicar técnicas de limpieza y conservación de prótesis, precisando los materiales


necesarios en función del estado y necesidades del usuario.

z Identificar los tipos de camas, accesorios y ayudas técnicas para aseo y descanso
disponibles en domicilio que sean de uso más frecuente para personas dependientes,
aplicando las técnicas de preparación y recogida para posteriores utilizaciones.

z Aplicar las técnicas de realización de los distintos tipos de cama en función de las
necesidades de “confort”, y del grado de dependencia de la persona.

z Favorecer la participación de la persona y su entorno en las actividades de atención a sus


necesidades sociosanitarias contribuyendo así a su autonomía y autodeterminación.

Introducir unos hábitos higiénicos correctos paulatinamente contribuye a incrementar la


autoestima del usuario y a desarrollar sus relaciones sociales. A continuación, se detallan a
modo de ejemplo dos de las técnicas de higiene más habituales a efectuar con las personas
dependientes en la práctica diaria del profesional sociosanitario.

3.2.1. Aseo del usuario dependiente


A) Objetivo

Mantener en las mejores condiciones posibles la piel, para evitar lesiones y proporcionar al
paciente seguridad, comodidad y bienestar.

B) Material básico

z Palangana.

z Esponja.

z Gel y champú.

z Crema corporal.

z Objetos de higiene personal.

1- 5 0
Intervención en la atención a las personas dependientes y su entorno

z Bolsa para residuos.

z Toallas.

z Ropa limpia.

C) Procedimiento

z Lavarse las manos con agua y jabón antes de comenzar.

z Preparar el material a usar.

z Informar al usuario.

z Preservar en todo momento la intimidad.

z Mantener una temperatura adecuada del agua y del recinto donde se vaya a realizar
el aseo, evitando corrientes de aire.

z Asegurar el área para evitar el riesgo de caídas.

z Seguir siempre la misma secuencia de baño: comenzar por la cara (cuidado de no


meter jabón ni en ojos, ni en nariz, ni en boca) – cuello – tórax – axilas - brazos y manos
– abdomen (insistiendo en el ombligo) – piernas y pies (insistiendo entre los dedos) y
finalmente las regiones genital y anal.

z Secar.

z Hidratar la piel con crema.

D) Observaciones

z El aseo se realizará tantas veces como sea necesario.

z Se debe implicar al propio usuario y a sus familiares en la medida de lo posible.

z Observar el estado de la piel del paciente y registrar cualquier anomalía.

3.2.2. Higiene bucal


A) Objetivo

Mantener la higiene bucal, prevenir caries y enfermedades bucales y evitar la aparición de


grietas en labios y lengua.

B) Material básico

z Cepillo de dientes.

z Solución antiséptica bucal.

z Palangana para enjuagues.

z Vaso.

1-51
Apoyo en la recepción y acogida en instituciones de personas dependientes

z Recipiente para prótesis dental.

z Gasas.

z Dispositivo de aspiración de secreciones si se precisara.

z Toalla.

C) Procedimiento

z Lavarse las manos con agua y jabón antes de comenzar.

z Preparar el material a usar.

z Informar al usuario.

z Preservar su intimidad.

z Colocar al usuario sentado y ligeramente inclinado hacia delante.

z Colocarle una toalla alrededor del cuello.

z Cepillar dientes, lengua y encías.

z Realizar enjuagues con antiséptico oral.

D) Observaciones

z Si el usuario es lo suficientemente autónomo solo supervisaremos la higiene.

z Si el usuario es portador de prótesis dentales, habrá que retirar éstas y limpiarlas por
separado.

3.2.3. Higiene de genitales


A) Objetivo

Mantener los genitales del usuario limpios como parte del protocolo de higiene corporal
global para prevenir la aparición de infecciones.

B) Material básico

z Bolsa para residuos.

z Solución jabonosa neutra.

z Esponja suave.

z Papel higiénico.

z Muda limpia de ropa interior.

z Guantes.

z Toalla.

1- 5 2
Intervención en la atención a las personas dependientes y su entorno

C) Procedimiento

z Lavarse las manos con agua y jabón antes de comenzar y colocarse los guantes.

z Preparar el material a usar.

z Informar al usuario.

z Preservar su intimidad.

z Colocar al usuario tumbado boca arriba.

z Mantener una temperatura ambiente y del agua adecuadas.

z En el hombre:

D Retirar el prepucio y lavar el glande.

D Devolver el prepucio a su posición inicial para evitar la producción de edema.

D Limpiar la parte superior y los flancos del escroto.

D Colocar a la persona de lado y limpiar la región anal.

D Enjuagar y secar.

z En la mujer:

D Pedir a la persona que flexione las rodillas y que separe las piernas o ayudarla
si no es capaz de hacerlo sola.

D Separar los labios bulbares con una mano mientras con la otra limpiar desde
delante hacia atrás (de región bulbar a región anal) para evitar la contaminación
de los genitales con residuos fecales.

D Colocar a la mujer de lado y limpiar la zona anal.

D Enjuagar y secar.

D) Observaciones

z Si el usuario es lo suficientemente autónomo solo se supervisará la higiene.

z Si el usuario necesita pañal habrá que colocarlo después del secado.

3.2.4. Higiene de los ojos


A) Objetivo

Mantener los ojos limpios y húmedos para evitar la aparición de lesiones e infecciones.

B) Material básico

z Gasas estériles.

1-53
Apoyo en la recepción y acogida en instituciones de personas dependientes

z Jeringa.

z Guantes.

z Suero salino fisiológico al 0,9%.

C) Procedimiento

z Lavarse las manos con agua y jabón antes de comenzar.

z Preparar el material a usar.

z Informar al usuario.

z Preservar su intimidad.

z Colocar al usuario tumbado boca arriba.

z Mantener una temperatura ambiente y del suero adecuadas.

z Colocarse los guantes.

z Cargar las jeringas con el suero.

z Abrir lo párpados de la persona con dos dedos de una mano e irrigar con el suero el
ojo empezando desde la parte interna (lagrimal) hacia afuera.

z Secar suavemente con una gasa estéril.

z Pedir a la persona que cierre los ojos y limpiar la zona externa de los párpados con
una suave presión desde la zona interna hacia la externa en una sola pasada.

z Recoger el material usado.

z Lavarse las manos.

z Dejar a la persona en una posición cómoda.

D) Observaciones

z Si el usuario es lo suficientemente autónomo solo supervisaremos la higiene.

z Vigilaremos la presencia de anomalías en los ojos para asegurar la atención médica si


fuera necesario.

3.3. Limpieza
Dentro del catálogo de prestaciones que el
profesional sociosanitario proporciona a las personas en
situación de dependencia, una de sus competencias es
la de asegurar unas condiciones de limpieza del entorno
en el que estos individuos se desenvuelven y en el cual
los cuidadores desarrollan su trabajo para garantizar
unas mínimas condiciones higiénico-sanitarias.

1- 5 4
Intervención en la atención a las personas dependientes y su entorno

Corresponde a estos profesionales el asegurar unas condiciones ambientales adecuadas


en el entorno en que se encuentra la persona dependiente llevando a cabo todas las actuaciones
pertinentes para alcanzar la máxima seguridad y comodidad de los usuarios.

Al mismo tiempo, la limpieza debe formar parte de la educación contenida en cualquiera


de los programas asistenciales que ejecutan los cuidadores que, aunque tal vez no aparezca
como punto claramente diferenciado, sí que lo hace de forma intrínseca en cualquiera de las
actividades desarrolladas por estos profesionales. Tomemos como ejemplo la realización de la
higiene a cualquier sujeto que así lo precise, en la que además de la higiene propiamente dicha,
el cuidador deberá proceder a asegurarse de que antes de emplear cualquier objeto presente en
el baño, éste se encuentre en condiciones óptimas para su uso en la persona.

En el caso concreto de aquellos cuidadores que presten sus cuidados en los domicilios
particulares de las personas dependientes, lo recomendable es que integren la limpieza del hogar
como parte del proceso rehabilitador de la autonomía en las Actividades de la Vida Diaria (AVD),
permitiendo que sea la propia persona la que se responsabilice de la ejecución de las tareas de
su hogar. En este caso, el cuidador realizará tareas de supervisión y apoyo, complementando
aquellas funciones en las que el usuario presenta una deficiencia clara que le limita a la hora de
desempeñarlas de una manera autosuficiente. Podemos utilizar entonces las labores domésticas
como parte esencial del tratamiento para recuperar un grado aceptable de independencia en las
actividades de la vida diaria.

La limpieza también puede tener un enfoque preventivo, ya que el cuidador hábil tiene que
saber aprovechar el momento de los quehaceres domésticos para identificar aquellos elementos
susceptibles de ser mejorados a fin de prevenir lesiones accidentales a la persona. Existen, por
ejemplo, numerosos elementos en las viviendas, que incrementan notablemente el riesgo de
sus propietarios a sufrir caídas, y más si éstos tienen una predisposición más elevada debido a
una disminución de su capacidad de reacción debido a una enfermedad limitante (alfombras,
suelos resbaladizos, pavimento en mal estado, escaleras sin protección,…). El cuidador tomará
las precauciones necesarias para solventar estos problemas en la medida de sus posibilidades,
y emitirá un informe en el que se detallen todos los problemas estructurales que presente la
vivienda (o el centro de trabajo si su actividad no se desarrolla en un domicilio particular) con
el objetivo de que los responsables que integren el equipo multidisciplinar conozcan estos
inconvenientes y trabajen para eliminarlos.

El adecuado conocimiento en la eliminación de los residuos resultantes de la actividad


asistencial, en función de las posibilidades que cada lugar de trabajo ofrezca, también es
responsabilidad tanto del cuidador, como de cualquier integrante del equipo asistencial, ya que
a parte del constante mantenimiento de una excelencia en su actividad laboral, el trabajo de
cualquier profesional de la atención sociosanitaria también debe adaptarse a las necesidades
del entorno en el que se desenvuelve.

En el desempeño de sus actividades es inevitable la manipulación de diferentes sustancias


consideradas como tóxicas o peligrosas (detergentes, productos de limpieza abrasivos, residuos
biopeligrosos, etc.) y, además tras la realización de la limpieza se generan diferentes desperdicios
que la persona encargada de eliminarlos debe saber manipular correctamente.

1-55
Apoyo en la recepción y acogida en instituciones de personas dependientes

Entre estos residuos destacamos principalmente


los siguientes:

z Los de recogida domiciliaria: papel, vidrio,


cartón, plásticos, recipientes metálicos
(latas), materia orgánica (desperdicios
alimenticios), electrodomésticos, etc.

z Los de recogida especial: material


desechable derivado de la actividad
sanitaria (medicamentos, objetos
punzantes (agujas) y cortantes (bisturís)),
pilas alcalinas, productos disolventes, etc.

Para su eliminación, los residuos domiciliarios se depositarán en los contenedores destinados a


cada uno de los diferentes tipos de material (contenedor para basura orgánica, plásticos y papel/
cartón). Los residuos especiales requieren una serie de precauciones a la hora de su eliminación
por parte de las personas que los generan:

z Clasificar adecuadamente los residuos (material


punzante en contenedores especiales, desperdicios
que contengan sustancias orgánicas como los pañales
o las gasas en bolsas de basura habilitadas para su
uso, material biopeligroso como muestras de sangre en
contenedores de plástico especiales).

z Identificar correctamente los contenedores según el


tipo de residuo que contienen, sellándolos firmemente
para evitar que se abran y puedan dañar o contaminar
el medio y a las personas.

z Almacenarlos en un lugar adecuado hasta su retirada,


lejos de donde se desarrolla la actividad asistencial,
para eludir la posibilidad de que los usuarios puedan
entrar en contacto directo con estos desechos.

Finalmente, se exponen una serie de recomendaciones a tener en cuenta por las personas
que realizan labores de mantenimiento y limpieza en el marco del cuidado de personas
dependientes, extraídas del “Manual de buenas prácticas ambientales del auxiliar de ayuda a
domicilio” editado por el Departamento de Medio Ambiente, Ordenación del Territorio y Vivienda
del Gobierno de Navarra. En este manual se menciona que el cuidador debe:

z Emplear materiales y productos con certificaciones que garanticen una gestión


ambiental adecuada.

z Evitar materiales fabricados con sustancias que produzcan emisiones tóxicas (tableros
de aglomerado con adhesivos con formaldehído, madera impregnada con disolventes
que afectan a las vías respiratorias, etc.).

z Elegir útiles provenientes de recursos renovables, obtenidos o fabricados por medio


de procesos que supongan un mínimo empleo de agua y energía, y en lo posible,
materiales y productos elaborados con elementos reciclados.

1- 5 6
Intervención en la atención a las personas dependientes y su entorno

z Desarrollar prácticas respetuosas con el medio como ahorro de materiales, agua y


energía.

z Conocer y cumplir la normativa ambiental que le afecta (Ordenanza Reguladora de la


Gestión de Residuos Urbanos, normativa sobre vertidos).

z Reducir la producción de residuos.

z Gestionar los residuos de manera que se evite el daño ambiental.

3.4. Atención sanitaria


Ya en la Constitución española se reconoce en
su artículo 43 el derecho de todos los ciudadanos a la
protección de la salud.

En la Ley 14/1986, de 25 de abril, General de


Sanidad, en su artículo 1 del Título Preliminar, Del derecho
a la protección de la salud, dice lo siguiente:

1. La presente Ley tiene por objeto la regulación


general de todas las acciones que permitan
hacer efectivo el derecho a la protección
de la salud reconocido en el artículo 43 y
concordantes de la Constitución.

2. Son titulares del derecho a la protección de


la salud y a la atención sanitaria todos los españoles y los ciudadanos extranjeros que
tengan establecida su residencia en el territorio nacional.

Igualmente, en la Ley 14/1986, de 25 de abril, General de Sanidad, en su artículo 86 del


Capítulo VI, en referencia al personal se dice que: “El ejercicio de la labor del personal sanitario
deberá organizarse de forma que se estimule en los mismos la valoración del Estado de salud de
la población y se disminuyan las necesidades de atenciones reparadoras de la enfermedad”.

Queda claro, por lo tanto, que la atención sanitaria en España


constituye un derecho fundamental, que debe ser respetado por
todos y, en mayor medida por los profesionales de la atención
sociosanitaria, quienes por ley y por propia ética personal y
profesional serán los encargados de asegurar el mantenimiento
de este derecho.

El profesional de la atención sociosanitaria representa


una pieza estratégica dentro de todas las que componen
el equipo de trabajo multidisciplinar, ya que el tiempo que
pasan junto a los usuarios y en el entorno de éstos, condiciona
la facilidad para el establecimiento de una estrecha relación,
tanto con el usuario como con su familia y amistades, lo que permite
a los cuidadores mantener un importante dinamismo en el análisis,
seguimiento y actualización continua del conocimiento del estado real
de las personas en situación de dependencia.

1-57
Apoyo en la recepción y acogida en instituciones de personas dependientes

Por este motivo, los profesionales relacionados con el cuidado más directo de los individuos
dependientes, es decir, auxiliares de ayuda a domicilio, gerocultores, cuidadores de minusválidos
físicos, psíquicos y sensoriales y cuidadores de personas dependientes en instituciones, deben
mantener un contacto permanente con el resto de profesionales implicados en el cuidado de
estas personas, con el objetivo de informar de los avances efectuados gracias a su trabajo y
de las novedades que hayan podido tener lugar en un determinado intervalo de tiempo, de tal
modo que la planificación de los cuidados por parte de todos los cuidadores implicados pueda
adaptarse y avanzar parejo al propio usuario.

Un grupo que cobra especial relevancia, sobretodo cuando la situación de la persona bajo
nuestro cuidado es de una dependencia extrema, es el de los profesionales sanitarios (médicos
y enfermeros), ya que es a éstos a los que se deben dirigir los informes sobre actividades y
evolución, y de los cuales el cuidador recibirá las órdenes de tratamiento y actuación pertinentes
para facilitar y orientar su trabajo. En esta situación de gran dependencia corresponde al
profesional sanitario, sobretodo al diplomado en enfermería, supervisar y aconsejar para una
mejor gestión del caso.

El profesional de la atención sociosanitaria tiene una responsabilidad aún mayor a la hora de


asegurar la asistencia sanitaria, sobretodo en aquellos casos en los que la persona que está bajo
su cuidado carece de familia u otros tutores cercanos y su nivel de dependencia no le permite
comprender o asimilar suficientemente la información que se maneja. Por ejemplo, en el caso del
manejo de la medicación que debe tomar, la petición de citas para el médico, la explicación de
los síntomas de su enfermedad, etc. En esta situación se hace evidente la necesidad de que el
cuidador gestione los “papeleos” para la solicitud de cita médica, controle la correcta toma de los
tratamientos farmacológicos prescritos o sirva de voz del usuario que no es capaz de expresarse,
asegurando así una comunicación bidireccional entre el dependiente y su entorno.

3.5. Medicación
Los medicamentos son productos derivados de
la unión de uno o más fármacos cuyo objetivo es el de
curar o prevenir una enfermedad o aliviar un dolor físico.
Correctamente utilizadas, las medicinas son capaces de
conseguir beneficios inimaginables para la persona que las
toma, por lo que la importancia del conocimiento de sus
riesgos/beneficios es vital para evitar que estos productos
tan provechosos puedan convertirse en auténticos venenos
perjudiciales para la salud.

1- 5 8
Intervención en la atención a las personas dependientes y su entorno

Información

Por ello, en España la ley 29/2006, de 26 de julio, de garantías y uso


racional de los medicamentos y productos sanitarios, en su Título VI Del uso
racional de los medicamentos de uso humano; Capítulo I De las garantías
de formación e información independiente y de calidad para la utilización
adecuada de los medicamentos y productos sanitarios; Artículo 77. La
receta médica y la prescripción hospitalaria dice que:

La receta médica, pública o privada, y la orden de dispensación hospitalaria


son los documentos que aseguran la instauración de un tratamiento con
medicamentos por instrucción de un médico, un odontólogo o un podólogo,
en el ámbito de sus competencias respectivas, únicos profesionales con
facultad para recetar medicamentos sujetos a prescripción médica.
Sin perjuicio de lo anterior, los enfermeros, de forma autónoma, podrán
indicar, usar y autorizar la dispensación de todos aquellos medicamentos
no sujetos a prescripción médica y los productos sanitarios, mediante la
correspondiente orden de dispensación.

De esta Ley se desprende, por tanto, que, solo los profesionales sanitarios que en ella se
mencionan tienen al mismo tiempo la capacidad para manipular y administrar medicamentos
a los seres humanos dentro de las competencias particulares que cada uno de ellos tenga en
función de cada una de sus profesiones.

En referencia a otros profesionales de la atención sociosanitaria, según el Artículo 75 del


Estatuto de Auxiliares de Enfermería las funciones de las auxiliares en lo referente a la manipulación
y/o administración de fármacos a las personas dice que, por indicación del personal auxiliar
sanitario titulado (médicos y enfermeras) colaborará en la administración de medicamentos por
vía oral y rectal, con exclusión de la vía parenteral (inyectables y demás fármacos intravenosos).
Asimismo podrá aplicar enemas de limpieza, salvo en casos de enfermos graves.

Según esto y teniendo en cuenta siempre el marco del equipo multidisciplinar, en relación
a las competencias del profesional de enfermería, diremos que con base en el análisis de las
circunstancias de tiempo, modo y lugar, podrá delegar actividades propias del cuidado de
enfermería al auxiliar o cuidador cuando, de acuerdo con su juicio, no ponga en riesgo la integridad
física o mental de la persona o grupo de personas que están bajo su cuidado y siempre y cuando
pueda ejercer supervisión sobre las actividades delegadas. Además, según sus competencias el
profesional de enfermería tiene el derecho y la responsabilidad de definir y aplicar criterios para
seleccionar, supervisar y evaluar al personal sobre el que delegue.

Sin perjuicio de todo lo dicho


anteriormente, también hay que tener
presente las limitaciones que, como siempre,
nos encontremos en la práctica laboral
diaria, ya que en determinados medios de
trabajo la supervisión se hace imposible o,
simplemente innecesaria dada la naturaleza
de los medicamentos a manipular. Así por
ejemplo, si nos encontramos en un domicilio particular efectuando cuidados a una persona
afectada de esclerosis lateral amiotrófica (una enfermedad neurodegenerativa que condiciona en

1-59
Apoyo en la recepción y acogida en instituciones de personas dependientes

alto grado la movilidad el enfermo), dentro de las rutinas del cuidado que tengamos que aplicar
se encontrará la de administrarle a ese usuario su medicación habitual, por lo que siguiendo las
pautas prescritas por el médico se le administrarán las medicinas.

En el caso de que la administración del fármaco requiera de su inyección, lo conveniente


es dar aviso al servicio de salud que corresponda para que el titulado en enfermería acuda al
domicilio. En España esto corresponde a las Enfermeras de Atención Primaria (EAP) del centro
de salud o consultorio rural del municipio en que se encuentre el paciente.

3.6. Movilización, traslado y deambulación


Parece que todos entendemos que el movimiento es un
elemento corriente que forma parte de nuestras vidas, y en parte
así es, ya que la capacidad motora para el desplazamiento y la
manipulación de nuestro entorno es una habilidad con la que
nacemos y que vamos perfeccionando a lo largo de nuestro
desarrollo. Sin embargo, cuando la salud de cada uno condiciona
la capacidad de movimiento para trasladarse de un lugar a
otro, para desarrollar sus actividades o para desempeñar las
funciones propias de su profesión, las carencias que se ponen
de manifiesto suelen tener un carácter altamente limitante para
la persona que las padece.

Un ejemplo de esto son los ancianos, personas a las que la edad y las diversas enfermedades
asociadas a los procesos degenerativos del envejecimiento, favorecen la aparición de no pocas
limitaciones e incapacidades asociadas a la falta de movilidad. Si añadimos a esto que este
colectivo es especialmente temeroso a las repercusiones que la enfermedad puede tener en la
merma de su independencia, tendremos un combinado estupendo para agravar su situación de
invalidez.

Otro colectivo especialmente sensible a este tema es el de los afectados por lesiones
medulares (paraplejías y tetraplejías, entre otras) y el de aquellos que padecen enfermedades
neurológicas incapacitantes (hemiplejías, parkinson, esclerosis múltiple, etc.).

En cualquier caso, el desconocimiento de las habilidades y capacidades que aún les


quedan intactas o simplemente el miedo a las repercusiones que una caída puede ocasionarles,
les condiciona de tal manera que ellos mismos son, en muchos casos, los propios responsables
de perpetuar su situación, limitando aún más su movilidad y allanando el camino hacia un estado
de dependencia total.

En general, fisioterapeutas y terapeutas ocupacionales son los encargados de aplicar los


tratamientos pertinentes encaminados a alcanzar la recuperación de la máxima independencia
posible en materia de movilidad. Aunque es también cierto que, como en toda actividad destinada
a personas dependientes, muchos de los profesionales del equipo asistencial deben implicarse
en el programa terapéutico para vigilar y potenciar durante toda la jornada, lo que se logra en las
sesiones de tratamiento en el gimnasio de rehabilitación.

Corresponde, por lo tanto, a los profesionales de atención sociosanitaria, el incentivar a


estos sujetos para que desarrollen las capacidades necesarias para sortear las limitaciones
que les imponen su enfermedad o los achaques de la edad, así como también el proporcionar

1- 6 0
Intervención en la atención a las personas dependientes y su entorno

las ayudas técnicas y humanas necesarias para permitir alcanzar estas capacidades con las
máximas garantías de seguridad.

3.6.1. Ayudas técnicas básicas para facilitar la deambulación


A) Silla de ruedas

Representa la ayuda técnica más habitual a la hora de trasladar a una persona con limitación
de la movilidad, o cuando de lo que se trata es de proporcionarle al sujeto una cierta dependencia
en su deambulación (desplazamientos voluntarios).

Consisten en dispositivos formados de una base donde sentarse con un respaldo y la


presencia de tres o más ruedas.

Ejemplo de silla de ruedas clásica.

B) Bastones, muletas y andadores

Son los dispositivos de elección cuando la persona puede desplazarse andando de forma
voluntaria, pero no tiene la suficiente estabilidad como para asegurar una marcha en condiciones
mínimas de seguridad, lo que les hace susceptibles de emplear estos sistemas de apoyo que
aumentan su equilibrio.

Según el número de terminaciones que tengan los bastones


se distinguen entre:

z Bastones clásicos (consiste en un sencillo cilindro con


asidero para su agarre).

z Bastones tripodales (tres patas unidas al eje central con


asidero para la mano).

z Bastones tetrapodales (cuatro patas unidas al eje central


con asidero para la mano).

Hay que indicar también que las conocidas muletas son


ayudas similares a los bastones pero que permiten además el
apoyo del antebrazo o de la axila.

Los andadores por su parte son dispositivos consistentes en


dos arcos laterales unidos por dos nervios centrales que poseen asideros en los que la persona
puede apoyar las manos. Estos dispositivos son los que mayor estabilidad proporcionan durante
la marcha.

1-61
Apoyo en la recepción y acogida en instituciones de personas dependientes

Andador.

Existen también numerosas ayudas técnicas que permiten a las personas con alguna
limitación física desempeñar con un menor esfuerzo las actividades de la vida diaria, aunque
para no extendernos demasiado mencionaremos únicamente aquellos dispositivos que facilitan
la movilización a la hora de realizar una función tan básica como es la del baño y el aseo. Estos
dispositivos consisten en barras móviles atornilladas a la pared y que se pueden fijar en distintas
posiciones para permitir que la persona que se encuentre en el aseo o en la ducha pueda
agarrarse para desplazarse o mantener una posición. También están las ayudas para la ducha,
consistentes en sillas de material plástico y acolchados impermeables. Otras son los adaptadores
de asiento para el inodoro, las ayudas para la bañera y las grúas mecánicas.

Otros elementos que facilitan los desplazamientos son los arquitectónicos, es decir, la
forma en que se diseñan los edificios para no entorpecer la deambulación de los sujetos con
minusvalías y favorecer la accesibilidad: rampas, ascensores con botones adaptados a la altura
de usuarios de sillas de ruedas, pavimentos antideslizantes, mobiliario ergonómico, etc.

En el “Libro Blanco de la Dependencia” se señala que las ayudas técnicas deben cumplir
los siguientes requisitos:

z Ser accesibles.

z Ser asequibles.

z Ser adecuadas.

z Ser aceptadas.

z Ser amigables.

z Ser atractivas en su diseño.

3.6.2. Principales técnicas de movilización y traslado de personas


dependientes
Después de dar un escueto repaso a las ayudas técnicas básicas, pasaremos a describir
con suficiente detalle las principales técnicas de movilización y traslado de personas en situación
de dependencia con limitación de la movilidad, ya que como comprobaremos en la práctica
asistencial diaria, en numerosas ocasiones serán los profesionales los que deban suplir incluso
los movimientos más imprescindibles.

1- 6 2
Intervención en la atención a las personas dependientes y su entorno

Para realizar una adecuada movilización, no es solo necesario poseer unas cualidades
físicas adecuadas, sino que también resulta necesario ejecutar las técnicas siguiendo unos
criterios estandarizados que posibiliten el favorecer la comodidad y evitar los riesgos tanto del
cuidador como del usuario.

A) Los planos y ejes

Los planos y ejes son conceptos abstractos que permiten el estudio y la descripción de
todos los movimientos realizados por el cuerpo humano.

Los planos en que podemos dividir el cuerpo son:

z Plano frontal: es aquél que divide el cuerpo en dos mitades iguales, una anterior y
otra posterior.

z Plano medio o sagital: es


Eje Frontal
aquél que divide el cuerpo en Plano
dos mitades iguales, una mitad Sagital
derecha y otra mitad izquierda.
Plano
z Plano transversal: es aquél que Frontal
divide al cuerpo en una mitad
superior y en otra mitad inferior.
Plano
Los ejes que determinan los movimientos Transversal
son:

z Eje transversal: discurre de forma Eje


paralela al plano transversal, transversal
atravesando el cuerpo de
izquierda a derecha.

z Eje longitudinal: discurre de


forma paralela al plano frontal, Eje
atravesando el cuerpo desde la Sagital
cabeza hasta los pies.

z Eje sagital: discurre de forma


paralela al plano sagital,
atravesando al cuerpo desde
delante hacia atrás. .
Imagen que muestra los planos y ejes corporales

B) Los tipos de movimientos

Antes de comenzar con las técnicas de movilización, repasaremos brevemente los


principales términos que se utilizan para describir los distintos movimientos corporales:

z Clases de movimiento según el agente que lo ejecute

Distinguimos entre tres grandes grupos de movimientos en función de si el usuario es capaz


o no de realizar alguna acción:

1-63
Apoyo en la recepción y acogida en instituciones de personas dependientes

z Pasivos: en ellos el usuario no realiza ningún esfuerzo, y toda la acción movilizadora


la ejecuta el cuidador.

z Activos: en ellos el usuario realiza todo el movimiento de forma voluntaria, y el cuidador


se convierte en un mero observador.

z Activo-asistidos: es una mezcla de los dos anteriores, ya que tanto el usuario como
el cuidador, realizan el movimiento en colaboración, ayudando este último a que la
persona dependiente realice la acción con menor esfuerzo.

z Clases de movimiento según el desplazamiento de las partes del cuerpo

En función del sentido en que se dirijan las articulaciones tendremos:

z Flexión: cuando parte del cuerpo (el tronco a una


articulación) se desplaza hacia delante desde la
posición anatómica neutra en el plano medio.

z Extensión: cuando parte del cuerpo (el tronco a una


articulación) se desplaza hacia atrás desde la posición
anatómica neutra en el plano medio.

z Rotación: movimiento de giro sobre un eje determinado


en cualquiera de los planos dependiendo de la posición
de la extremidad que ejecuta el giro.

z Abducción: movimiento de separación de una


extremidad de la parte central del tronco en la posición
anatómica neutra en el plano frontal.

z Adducción: movimiento de aproximación de una


extremidad hacia la parte central del tronco en la
posición anatómica neutra en el plano frontal.

z Pronación: movimiento de rotación de una extremidad


que gira hacia dentro en el plano transversal (en la
posición anatómica neutra la pronación sería colocar la
palma de la mano mirando hacia atrás).
Posición anatómica neutra

z Supinación: movimiento contrario al de pronación en


el plano transversal (en la posición anatómica neutra, la
modelo que observamos ya tendría el antebrazo en posición de supinación).

C) Las posiciones

Ateniendo a la posición del cuerpo se distinguen:

z Sentado: la persona está apoyada sobre sus nalgas.

z Decúbito supino: es el equivalente a decir “boca arriba”, es decir, la persona estará


tumbada sobre su espalda mirando al cielo.

1- 6 4
Intervención en la atención a las personas dependientes y su entorno

z Decúbito prono: es el equivalente a decir “boca abajo”, es decir, la persona estará


tumbada sobre su pecho mirando al suelo.

z Decúbito lateral: la persona se encontrará tumbada de lado sobre uno de sus


costados, luego entonces diferenciaremos entre decúbito lateral derecho (si es el lado
derecho el que reposa en la cama) y decúbito lateral izquierdo (si es el lado izquierdo
el que reposa en la cama).

z Posición de Fowler: el usuario permanece decúbito supino en una posición de


“semisentado”, es decir, con el respaldo de la cama formando un ángulo de unos 45º
con respecto a la horizontal.

z Posición de Trendelemburg: en este caso la persona se encuentra en decúbito


supino sobre la cama pero con los pies más elevados que la cabeza. Esta posición
es la más empleada en los casos de shock, ya que favorece el retorno de la sangre
desde las piernas hacia el corazón y el cerebro.

D) Las técnicas de movilización

Para asegurar que la persona que va a dirigir la movilización no sufre lesiones evitables,
recomendamos que siga siempre estos sencillos consejos basados en la ergonomía (higiene
postural):

z Mantener siempre una base de apoyo correcta (con los pies separados y lo más
cercanos posible a la persona que va a movilizar).

z Doblar ligeramente las rodillas para repartir entre ambas piernas el peso y evitar así
que la fuerza ejercida durante la movilización solo la ejecuten las lumbares.

z Sostener a la persona lo más cerca del cuerpo del que la moviliza para controlar con
menor esfuerzo el movimiento.

z Coger aire en el momento de tirar y mantenerlo dentro tensando los abdominales (para
proteger la zona lumbar).

z Utilizar el propio peso corporal de uno mismo para “arrastrar” a la persona hacia
nosotros.

z Controlar la caída de la persona desde el inicio para no dejarnos llevar por ella.

z Servirse de apoyos y asideros cuando se disponga de ellos.

z Intentar trabajar siempre a la altura más adecuada (a la altura de nuestras caderas).

z Utilizar sistemas de ayuda mecánica (grúas) o realizar la movilización entre varias


personas cuando esto sea posible, a fin de minimizar el esfuerzo realizado.

E) Movilizaciones y traslados más comunes en el ámbio asistencial

z Colocación correcta del usuario encamado en decúbito supino

Es muy habitual encontrarnos con que la persona encamada se ha ido deslizando


paulatinamente hacia los pies de la cama, quedando la mayor parte del lecho desaprovechado
y al sujeto en una posición un tanto incómoda para él (o ella).

1-65
Apoyo en la recepción y acogida en instituciones de personas dependientes

Para colocarla en posición correcta:

z Si la persona es capaz de colaborar, requeriremos su ayuda pidiéndola que flexione


sus rodillas y apoye los talones en la cama y que se agarre al cabecero de la cama.

z Bajaremos el respaldo hasta dejar la cama plana (si la cama es articulada) y retiraremos
la almohada.

z Situándonos en el lateral y mirando de frente a la cama, pasaremos nuestro brazo


(el que quede más próximo a su cabeza) por detrás de sus hombros, y el otro
brazo agarrará el tronco por el lado que queda contrario a donde nos encontremos
nosotros.

z Una vez en posición coordinaremos el movimiento y a una orden nuestra pediremos


a la persona que se empuje con los talones a la vez que tiramos de ella hacia el
cabecero.

En el caso de que la persona esté totalmente inmovilizada el movimiento se hará en la


misma posición pero de forma totalmente pasiva.

Usuario en decúbito supino.

Para asegurar la plena comodidad colocaremos una almohada o cojín debajo de la cabeza,
de las rodillas y de ambos brazos, con el fin de que no se produzca un exceso de extensión que
resultaría dolorosa en las articulaciones de las extremidades.

z Colocación correcta del usuario encamado en decúbito lateral

z Para colocar a la persona en esta posición, nos situaremos en el lado de la cama hacia
el que vayamos a dejar mirando al usuario.

z Le flexionaremos el brazo que quede más cercano a nosotros en un ángulo de 90º.

z Colocaremos su brazo contrario encima de su pecho y nuestra mano más próxima a


su cabeza agarrará su hombro de este lado.

z La pierna del lado contrario la flexionaremos y adduciremos quedando agarrada su


rodilla con la mano que nos queda libre.

z Una vez en esta posición tiraremos del hombro y de la rodilla que tenemos sujetos
hacia nuestro lado de tal forma que la persona quede tumbado de lado mirando hacia
nosotros.

1- 6 6
Intervención en la atención a las personas dependientes y su entorno

z Finalmente acomodaremos al usuario con una almohada bajo la cabeza y tres cojines:
uno entre sus piernas, otro bajo el brazo que quedó arriba y otro apoyando en la
espalda.

Usuario en decúbito lateral.

z Colocación correcta del usuario encamado en decúbito prono

Los principios a seguir para colocar a la persona en esta posición serían los mismos que
para ejecutar la movilización hacia el decúbito lateral, solo que prolongaremos el movimiento
hasta dejarla en decúbito prono, y tomando la precaución de no dejar trabadas las extremidades
al darle la vuelta para no causar daño.

Dejaríamos a la persona con una almohada bajo la cabeza (y la cabeza mirando a un lado
para evitar la asfixia), otra almohada bajo las caderas y otra bajo ambos pies (para asegurar la
flexión de caderas y rodillas y evitar el mantenimiento de una extensión dolorosa).

Usuario en decúbito prono.

z Traslado del usuario hacia la posición de sentado en el borde de la cama

Lo normal cuando se persigue esta posición es que el usuario colabore en el movimiento y


en el mantenimiento de la postura, ya que de otro modo la colocación en la posición de sentado
no tendría sentido.

Los pasos a seguir para sentar a una persona en el borde de la cama son:

z Nos colocaremos de pie en el lado de la cama hacia el que deseemos levantar a la


persona y más o menos hacia la mitad del lecho.

z Pedir a la persona que ponga sus brazos con las manos apoyadas en la cama a
ambos lados de su cuerpo.

z Agarraremos el hombro del usuario contrario a donde nos encontremos con la mano
más cercana a su cabeza.

z La mano contraria agarrará la pierna del lado contrario del sujeto.

1-67
Apoyo en la recepción y acogida en instituciones de personas dependientes

z Le pediremos al usuario que haga el esfuerzo de levantarse, y mientras nosotros le


ayudamos también tiramos de la pierna hacia nosotros en un movimiento combinado
de giro para dejarle sentado en la cama con las piernas colgando.

z Traslado del usuario de la cama a la silla de ruedas o sillón

Lo ideal en cualquier traslado sería disponer de la ayuda de uno o más cuidadores para
garantizar la seguridad tanto de la persona dependiente como del propio cuidador.

Para pasar a una persona de la cama a la silla de ruedas lo primero que deberemos hacer
será colocar la silla en el lateral de la cama por donde vayamos a sacar al usuario, teniendo
siempre la precaución de poner los frenos de ambas ruedas para evitar accidentes.

Después de esto incorporaremos a la persona y la sentaremos con las piernas colgando


de nuestro lado. Nos colocaremos delante del usuario (si somos un solo movilizador) o a ambos
lados (si somos dos). Colocaremos nuestros brazos en la espalda de la persona pasándolos
por debajo de los suyos (“abrazándola”) y usando nuestro cuerpo como contrapeso y con un
movimiento rápido de giro de piernas colocaremos a la persona en la silla.

En el caso de que sean dos movilizadores, el brazo de cada uno irá a la axila del usuario y
el otro irá bajo el muslo, para levantarlo en el aire y colocarlo en la silla.

Es lógico pensar que para hacer lo contrario, es decir, para trasladar a la persona de la silla
a la cama hay que ejecutar el mismo procedimiento pero a la inversa.

z Posición del usuario en la silla de ruedas

Debemos asegurarnos de que la persona que tenga que usar


una silla de ruedas quede lo mejor sentada posible, aumentando su
sensación de seguridad en la misma y su comodidad.

La posición correcta de una persona en silla de ruedas es


básicamente aquella en la que el trasero de la misma está lo más
metido hacia el fondo del asiento posible, permitiendo el contacto
total de la zona lumbar y de la zona dorsal con el respaldo. Los
antebrazos deben quedar apoyados en los reposabrazos instalados
para tal uso, y los pies deben situarse encima de los reposapiés
(que normalmente son reclinables) para evitar arrastrarlos durante
Postura correcta en la
los desplazamientos. silla de ruedas

z Traslado del usuario en silla de ruedas

Existen unas normas que cualquier persona que vaya a manejar una silla de ruedas lo haga
de forma segura. Éstas son:

z Poner el freno de las ruedas cada vez que el usuario se vaya a levantar o a sentar.

z Levantar siempre los reposapiés antes de arrimar la silla a la persona para sentarla.

z Mantener los reposapiés bajados y los pies del usuario colocados encima de los
mismos siempre que éste se encuentre en la silla.

1- 6 8
Intervención en la atención a las personas dependientes y su entorno

z Usar los sistemas de sujeción de la silla (cinturones de agarre) que evitan que la persona
caiga hacia delante en caso de frenada brusca o de pérdida de conocimiento.

z Comprobar que la persona está correctamente sentada.

z Poner especial cuidado cuando desplacemos la silla por una pendiente, frenando
el movimiento con nuestro cuerpo y no dejando desatendida y sin agarrar la silla en
ningún momento.

z Para entrar o salir de un ascensor, siempre debemos introducir primero la parte


posterior de la silla de ruedas, para evitar clavar las ruedas delanteras (más pequeñas)
y no correr así el riesgo de volcar al usuario.

z Traslado del usuario en cama o camilla

En muchos centros de trabajo nos encontraremos en la situación de tener que transportar


a alguna persona dependiente en su propia cama (siempre y cuando ésta tenga ruedas que
permitan su manipulación) o en una camilla.

Las precauciones que deberemos tomar siempre que utilicemos este sistema de transporte
son:

z Comprobar que la persona se encuentra situada en el centro de la cama y que su


posición es lo suficientemente estable como para permitir su movilización.

z Asegurarnos de que los sistemas de sujeción están puestos (cinturones y


barandillas).

z Antes de colocar al usuario en la cama o bajarle de ella comprobaremos que los


frenos de la misma están puestos.

z Vigilar periódicamente el estado de la persona durante el traslado.

z Procurar siempre que la persona vaya mirando hacia el sentido de la marcha


(evitaremos así mareos innecesarios).

z Para entrar o salir de un ascensor manejaremos la cama de tal modo que lo primero
que entre sea el cabecero de la cama.

z Traslado del usuario utilizando una grúa

Las grúas son un elemento de gran ayuda para realizar las transferencias de los sujetos con
un esfuerzo mínimo para el cuidador unas buenas garantías de seguridad y comodidad para el
usuario.

Se trata de sistemas mecánicos consistentes en una estructura metálica con un sistema de


elevación hidráulico, dos patas provistas de ruedas, una percha de sujeción donde se engancha
el arnés, un arnés de tracción que se colocará a la persona que vayamos a movilizar y un mando
para accionar el dispositivo.

Las grúas se emplearán en aquellos casos en los que el usuario no colabora en absoluto a
su movilización o éste es demasiado voluminoso y pesado como para manejarlo sin ayuda.

1-69
Apoyo en la recepción y acogida en instituciones de personas dependientes

La técnica a emplear consiste básicamente en colocar un arnés de sujeción que se


engancha a la grúa y que abarca la cintura, los muslos y los glúteos del usuario para después
suspenderlo en el aire gracias al sistema hidráulico del aparato y desplazarlo así a la nueva
superficie (un sillón, por ejemplo).

Antes de utilizar la grúa, siempre deberemos tener la precaución de comprobar antes el


correcto funcionamiento del aparato y que las sujeciones y arneses se encuentran en un estado
óptimo de uso.

Grúa para la movilización de personas dependientes no colaboradoras.

Señalaremos también que, independientemente del sistema de transporte que empleemos


o de la técnica de movilización que utilicemos, procuraremos siempre que la persona a la que
atendemos se encuentre cómoda, segura, evitando en todo lo posible causarle daños añadidos
(golpes, rozaduras, etc) y se realizarán las movilizaciones con tranquilidad y planificando los
movimientos a fin de que el cuidador tampoco sufra daños.

3.7. Primeros Auxilios


Se consideran primeros auxilios al conjunto de actuaciones y técnicas que aseguren la
atención in situ de un accidentado hasta que llegue la asistencia sanitaria profesional, y cuya
finalidad es la de que las lesiones que se hayan producido no empeoren.

El conocimiento sobre primeros auxilios debería ser práctica obligada para cualquier
ciudadano, ya que el mantenimiento de la salud y el socorro son dos elementos comunes
inherentes a la sociedad. Sin embargo, en el caso de los profesionales sociosanitarios es distinto,
ya que en este caso los conocimientos elementales de primeros auxilios deben considerarse
fundamentales para permitirles afrontar aquellas situaciones que pueden plantearse en su

1- 7 0
Intervención en la atención a las personas dependientes y su entorno

trabajo, y dada la naturaleza especialmente delicada del estado de salud de la mayoría de las
personas a las que van a brindar su atención, esto se hace aún más evidente.

En muchos casos, la figura de ciertos profesionales de atención sociosanitaria no tiene


capacidad legal para actuar como responsable de la actuación en una situación de urgencia.
Sin embargo, resulta interesante el que éstos tengan conocimientos teórico-prácticos básicos
suficientes sobre las principales técnicas de primeros auxilios, para poder ayudar al personal
sanitario de forma eficaz en aquellas situaciones en las que la integridad física de la persona
pueda estar comprometida.

Antes que nada conviene comentar que, ante


cualquier situación de urgencia, es vital alertar al
sistema de emergencia con el propósito de que la ayuda
se ponga en marcha de la manera más rápida posible,
lo que incrementará las posibilidades de supervivencia
de la persona a la que estemos atendiendo, o permitirá
la reducción de las posibles secuelas que ésta tenga a
consecuencia del accidente. Para tener presente esto
recordaremos en todo momento la palabra PAS, cuyas
letras se corresponden con:

— Proteger (“P”)

Antes de hacer nada, debemos asegurarnos de que tanto la persona que ha sufrido el
accidente como el que auxilia está a salvo y fuera de peligro. Por ejemplo, si nos encontramos
en una casa con olor a gas y la persona de esa casa está desmayada en la cocina, deberemos
cerrar la llave del gas y abrir lo antes posible todas las puertas y ventanas para ventilar antes de
evacuar a la persona.

— Avisar (“A”)

Siempre tenemos que alertar a los sistemas de emergencia por la vía más rápida que nos
sea posible, activando así a todos los servicios que sean necesarios.

Normalmente, una vez llamemos al 112, las personas encargadas de gestionar la llamada
nos solicitarán una serie de datos para facilitar la respuesta de auxilio:

z Lugar del problema y tipo de accidente.

z Número de personas implicadas.

z Identificación de la persona que llama (para evitar alertas falsas).

1-71
Apoyo en la recepción y acogida en instituciones de personas dependientes

— Socorrer (“S”)
Activación del sistema de emergencia (PAS)
Una vez hemos asegurado a
la víctima y al que auxilia y se ha Proteger (“P”)
dado la voz de alarma, lo siguiente
es socorrer a la persona o personas
implicadas, por lo que se procederá
a aplicar los procedimientos de
auxilio apropiados.
Avisar (“A”)
Según lo dicho a continuación
se mencionan las situaciones
urgentes más usuales con las
que nos podremos encontrar y las
actuaciones a seguir. Socorrer (“S”)

3.7.1. Accidentes de
diverso tipo
Cuando pensamos en un accidente, frecuentemente lo hacemos en los siniestros de tráfico,
que si bien representan un alto porcentaje de los que suceden en nuestro país, no son ni los
únicos ni de los que normalmente vamos a ser testigos en nuestro medio de trabajo (residencias,
domicilios particulares, centros de día, etc). Otros, sin embargo, sí se nos pueden presentar con
más frecuencia, como los ahogamientos por atragantamiento, las electrocuciones, las sobredosis
de medicamentos, los ataques cardíacos, las caídas…

En muchas ocasiones, estos accidentes pueden dar como resultado graves secuelas, aunque
por supuesto también pueden representar un riesgo vital, siendo la parada cardiorrespiratoria
(PCR) la que más cantidad de muertes e invalidez por secuelas neurológicas produce.

Para abordarlo, ante una situación en la que podemos sospechar que la persona se
encuentra en parada cardiorrespitoria, existen una serie de maniobras encaminadas a revertir
este estado: el soporte vital básico (SVB). A continuación veremos los pasos a seguir en la
realización del SVB.

Deberemos valorar el estado de consciencia de la persona, es decir, comprobar si la


persona responde a estímulos (hablarle, pellizcarle, zarandearle…). Si responde diremos que la
persona está consciente, con lo que lo normal es que ésta conserve las funciones vitales básicas
(latido cardíaco, ventilación y circulación). Si no responde diremos que está inconsciente, y
sospecharemos que sus funciones vitales pueden estar disminuidas o por completo ausentes.

En el caso de que la persona esté consciente deberemos comprobar si existe algún factor
que esté provocando la situación alterada para intentar solucionarla lo antes posible.

Por el contrario, en el caso de que la persona estuviera inconsciente, lo más normal es que
se produzca un descenso en la tensión muscular global del cuerpo (lo que se conoce como
disminución del “tono muscular”), con lo que la lengua tiende a caer hacia la garganta y obstruir
el flujo de aire hacia los pulmones. Para evitar esta situación, deberemos colocar a la persona

1- 7 2
Intervención en la atención a las personas dependientes y su entorno

boca arriba y aplicar lo que se conoce como maniobra frente – mentón, que consiste en desplazar
la cabeza hacia atrás (extensión del cuello) empujando desde la frente con la palma de una mano
y tirando de la barbilla hacia el cielo con dos dedos de la mano contraria. En el caso de niños de
menos de un año la maniobra es similar, aunque la barbilla se manejará con un solo dedo y los
movimientos serán menos acentuados.

Maniobra frente-mentón para evitar que la lengua obstruya el flujo aéreo.

Si la persona, aunque inconsciente mantiene una correcta respiración, deberemos colocarla


en posición lateral de seguridad, es decir, tumbado de costado, con el brazo del suelo estirado
hacia delante y el de arriba flexionado y debajo de la cabeza (haciendo de almohada), la pierna
de abajo estirada y la pierna que quede arriba flexionada para mantener la postura del tronco.
Esta posición favorece la ventilación y la circulación sanguínea, y evita que la persona pueda
aspirar contenido del estómago en el caso de que vomitara.

1-73
Apoyo en la recepción y acogida en instituciones de personas dependientes

1º Flexionar la pierna de un lado

2º Separar el brazo del lado contrario a


la pierna

3º Tirar suavemente de la pierna que habíamos


flexionado y del brazo del mismo lado

4º Una vez girada dejar a la persona con


el brazo debajo de la cabeza (a modo
de almohada) y la pierna del lado que
queda arriba con la rodilla flexionada

Cómo colocar a un inconsciente en posición lateral de seguridad.

En el caso de que la persona esté inconsciente, deberemos cerciorarnos de su función


ventilatoria y de su estado circulatorio, para ello seguiremos la “Regla del ABC”:

z A (del inglés “Airway”): nos referimos a que debemos comprobar si la vía aérea está
libre, o si, por el contrario, hay algún objeto en boca o garganta que obstruya el paso
de aire a los pulmones. Si tal es el caso, procederemos rápidamente a su extracción
con la mano.

z B (del inglés “Breathing”): nos referimos a la ventilación, es decir, a si la persona


respira de forma espontánea o no (en este caso sería una parada respiratoria). Para
ello acercaremos nuestra oreja a la boca de la persona y “sentiremos” el aire que
exhale.

z C (del inglés “Circulation”): aquí deberemos comprobar si la persona tiene pulso o


no. Para ello intentaremos tomarlo a nivel de la arteria radial (en la muñeca) o en la
arteria carótida (en el cuello). Si no encontramos pulso nos encontraríamos ante una
parada cardíaca.

La alteración de uno o más de estos parámetros da como consecuencia una parada


cardiorrespiratoria, ante la cuál el único modo de asegurar un mínimo de posibilidades
de supervivencia a la persona que la sufre es la de iniciar las maniobras de Reanimación
Cardiopulmonar ó RCP.

1- 74
Intervención en la atención a las personas dependientes y su entorno

La RCP básica consta de una serie de maniobras estandarizadas según un protocolo que
pretende suplir de manera temporal las funciones orgánicas fundamentales de respiración y
circulación, con la finalidad de asegurar la oxigenación de los tejidos corporales. Para realizar
una RCP básica en el adulto deberemos seguir los siguientes pasos:

1. Comprobar si la persona está consciente.

2. Observar si tiene algún elemento extraño en boca o garganta.

3. Comprobar si respira, en el caso de que no respire realizaremos dos insuflaciones


de aire mediante la técnica del boca a boca (pinzando la nariz para que el aire no
se escape) colocando previamente la cabeza en posición adecuada mediante la
maniobra frente – mentón antes explicada.

4. Comprobar si tiene pulso, en el caso de que no tenga aplicaremos compresiones


torácicas en tandas de 30 compresiones tras las que volveremos a dar dos respiraciones
de rescate. El lugar para la aplicación de las compresiones se encuentra dos dedos por
encima de la terminación de hueso esternón en el tórax, donde colocaremos el talón
de una de nuestras manos, con la otra mano colocada encima de la que apoyamos
sobre el pecho del inconsciente y con los dedos de ambas manos entrelazados.

Lugar de aplicación de compresiones torácicas y colocación de las manos.

5. Tras la aplicación de varios ciclos de ventilaciones – compresiones, deberemos


interrumpir las maniobras para volver a comprobar si la persona ha recuperado la
respiración espontánea y la circulación. Si no es así, continuaremos con la reanimación
hasta que llegue la ayuda o hasta que el reanimador no tenga fuerzas para continuar.
Por el contrario, si la persona recupera la respiración y la circulación espontáneas,
deberemos colocarla en la posición lateral de seguridad antes expuesta y vigilar que
su estado no empeore hasta que llegue la ayuda sanitaria especializada.

1-75
Apoyo en la recepción y acogida en instituciones de personas dependientes

Resumiendo todo lo anterior:

Soporte Vital Básico (SVB) en adultos

¿No responde?

112

Abrir la vía aérea

¿No respira normalmente?


¿No tiene pulso?

2 respiraciones de rescate Posición


Lateral de
Seguridad
30 compresiones torácicas

REEVALUAR
NO SÍ
¿Respira y tiene pulso?

3.7.2. Asfixia y ahogamiento


La manera más frecuente de producirse asfixia en el lugar de trabajo de la mayoría de
profesionales sociosanitarios es mediante el atragantamiento de la persona con cualquier elemento
que ésta se introduzca en la boca, aunque también es posible una situación de ahogamiento en
casos en los que, por ejemplo, nos encontremos desarrollando nuestra actividad en el domicilio
particular de un usuario propietario de una piscina, por lo que no se debe nunca descartar la
opción de que este se caiga en ella o el intento de suicidio.

En cualquier caso, para iniciar la reanimación de una persona ahogada o de una persona
asfixiada el protocolo a seguir es el mismo: el soporte vital básico.

No obstante, lo más interesante resulta ser la actuación temprana para evitar el colapso de
la persona, que en el caso del ahogado supone su rescate del agua, y en el caso del asfixiado
por atragantamiento supone la extracción del objeto que produce la asfixia.

En el segundo supuesto y mientras la persona esté consciente las maniobras a aplicar


serían las siguientes:

1- 76
Intervención en la atención a las personas dependientes y su entorno

z Inclinar a la persona hacia


delante con la cabeza hacia
abajo, sujetándola por el
pecho y dándole cinco
palmadas enérgicas en la
espalda (entre los hombros)
mientras le animamos a
toser.

z Si esta técnica no es efectiva


aplicaremos la “Maniobra de
Heimlich”, la cuál produce
una expulsión súbita del aire
contenido en los pulmones,
con lo que el objeto que está
obstruyendo la vía aérea se
ve empujado hacia fuera. Para ejecutar la “Maniobra de Heimlich” nos colocaremos
detrás de la persona rodeándo su cintura con nuestros brazos, colocaremos el puño
de una mano con la parte del pulgar hacia dentro sobre la boca del estómago (por
encima del ombligo) de la persona, colocamos la otra mano encima de nuestro puño y
finalmente presionamos con movimientos rápidos en nuestra dirección y en dirección
a la cabeza del atragantado con la finalidad de vaciarle de aire los pulmones.

3.7.3. Lesiones por electrocución


Son múltiples las lesiones que tienen lugar tras
la exposición a una corriente eléctrica de alto voltaje,
pudiendo ocasionar desde el coma o la muerte por
paro cardíaco hasta serias quemaduras y fallos renales
por destrucción de las proteínas musculares o lesiones
óseas y articulares por las convulsiones.

Salvo la puesta en marcha del soporte vital


básico, poco más se puede hacer ante una persona
electrocutada, ya que todos los tratamientos que
pueden beneficiarle se llevarán a cabo en un hospital.

Recuerde

Antes de tomar contacto con la víctima asegurarse de que la corriente


eléctrica ha sido desconectada.

3.7.4. Quemaduras
Los agentes que más comúnmente pueden causar quemaduras son muchos y muy
variados:

z Calor extremo (fuego, aceite hirviendo, vapor caliente, etc).

1-77
Apoyo en la recepción y acogida en instituciones de personas dependientes

z Frío extremo (quemaduras por congelación).

z Productos químicos (sustancias corrosivas ácidas como las baterías y bases como la
lejía).

z Electricidad (electrocuciones).

Atendiendo a su profundidad las quemaduras se clasifican en:

z Primer grado: son poco profundas, ya que solo afectan a la capa más superficial de la
piel (la epidermis). Este tipo de quemaduras no son excesivamente dolorosas, aunque
sí muy molestas cuando se rozan. Las sensaciones
que predominan son el escozor y la picazón, y el
aspecto de la piel afectada es de un rojizo intenso
(las quemaduras de este grupo son las clásicas
producidas por una exposición abusiva al sol). La
curación suele ser espontánea.

z Segundo grado: son más profundas que las


anteriores, afectando tanto a la epidermis como
a la dermis (capa más inferior de la piel). Estas
lesiones son muy dolorosas al tacto y presentan
ampollas rellenas de líquido. Necesita tratamiento
con pomadas antisépticas e hidratación.

z Tercer grado: la afectación de tejidos en estas quemaduras es evidente, produciendo


la destrucción de todas las capas de la piel y de las terminaciones nerviosas sensitivas
(por lo que no son dolorosas), dando a la piel un aspecto negruzco y acartonado.

La atención de urgencia al paciente quemado será:

z En términos generales el tratamiento de las quemaduras dependerá, por tanto, del


grado y de su extensión (las de primer grado únicamente necesitan de hidratación
con cremas y la no exposición al sol durante una temporada).

z Se retirará el agente causal de la quemadura (si es por líquidos calientes o productos


químicos abrasivos habrá que quitar la ropa y lavar con agua corriente la zona afectada;
si es una quemadura eléctrica habrá que apartar a la persona de la corriente).

z Cubriremos a la persona con mantas y procuraremos no exponerla a corrientes de


aire, ya que los quemados, sobretodo los quemados con grandes extensiones de
piel afectada, tienden a perder el calor corporal con gran facilidad, con el riesgo de
hipotermia que ello conlleva.

z Se avisará a los servicios de emergencia y se trasladará a la persona a un centro


sanitario lo antes posible para su correcta valoración y la aplicación del tratamiento
más indicado.

3.7.5. Crisis convulsivas


La enfermedad que más frecuentemente puede producir crisis convulsivas es la epilepsia,
consistente en un trastorno neurológico que produce una actividad eléctrica anormal en el cerebro

1- 7 8
Intervención en la atención a las personas dependientes y su entorno

cuyo resultado más espectacular son las convulsiones. No obstante, existen otras muchas
patologías que pueden manifestarse con crisis convulsivas, como, por ejemplo, una bajada de
azúcar en sangre (hipoglucemia), tumores cerebrales, meningitis (enfermedad infecciosa que
afecta al sistema nervioso) o el consumo de ciertas drogas y medicamentos entre otros.

Las crisis convulsivas son simplemente la expresión motora del problema que tiene lugar en
el cerebro, consistiendo entonces en movimientos musculares bruscos y de gran fuerza. Debido
a esto, si nos encontramos ante una persona que está sufriendo una crisis, lo único que se debe
hacer es intentar evitar al enfermo mayores lesiones, para ello retiraremos todos los objetos de
la habitación con los que el usuario pudiese golpearse, le intentaremos aflojar las prendas del
cuello y le colocaremos algún objeto que pueda morder entre los dientes pero que no pueda
romperse para evitar el riesgo de ingestión accidental o de asfixia (una libreta, por ejemplo).

Lo que nunca, bajo ningún concepto se debe de hacer es sujetar firmemente a la persona
que está sufriendo un ataque, ya que corremos el riesgo de producir graves lesiones como
luxaciones y fracturas.

Cuando las convulsiones ceden, estas personas pueden encontrarse enormemente


cansadas y fatigadas, con lo que les procuraremos un lugar donde relajarse mientras avisamos
a los servicios médicos.

3.7.6. Intoxicaciones
Entendemos por intoxicación toda entrada de una sustancia perjudicial para la salud en el
organismo de la persona que la toma.

La gravedad de la intoxicación dependerá siempre del producto causante, de la cantidad


de que se trate y de la vía de acceso al organismo.

Existen cuatro tipos de vía de entrada:

z La oral (ingestión).

z La nasal (inhalación de productos químicos).

z La piel (bien sea a través de la inyección o por contacto directo).

A) Intoxicaciones por ingestión

Generalmente si la exposición al tóxico ha sido oral los síntomas


suelen ser siempre digestivos (náuseas, vómitos, dolor abdominal,
diarrea,…). También se puede producir una disminución del nivel
de conciencia (la persona estará más aletargada por la ingestión
de fármacos depresivos como los tranquilizantes) o un incremento
de su nivel de actividad (por el consumo de sustancias excitantes
como las anfetaminas).

Dependiendo del tipo de producto ingerido también podremos observar signos característicos
de la sustancia como quemaduras en los labios y en la boca (por la ingesta de abrasivos como
la lejía) o un olor característico (por ingestión de detergentes, por ejemplo).

1-79
Apoyo en la recepción y acogida en instituciones de personas dependientes

Lo que siempre debemos hacer en estos casos es, por un lado, identificar el tipo de tóxico
que ha producido el envenenamiento, y por otro lado, alertar a los servicios de emergencias para
solicitar ayuda.

El teléfono del Instituto Nacional de Toxicología es el 915 620 420.

B) Intoxicaciones por inhalación

Normalmente los problemas resultantes de este tipo de vía suelen ser la dificultad respiratoria,
la tos, la coloración azulada de la piel (por falta de oxígeno) y la pérdida de consciencia.

En este supuesto lo que debe hacerse es ventilar el habitáculo donde se encuentre la


persona y aplicar las técnicas de soporte vital básico descritas.

Los productos que pueden producir toxicidad a través de la inyección son prácticamente
infinitos y de efectos muy rápidos, por lo que la atención sanitaria especializada es vital.

En el caso de los productos que ejerzan una acción tóxica a través del contacto con la piel
lo que podemos hacer en lo que los servicios sanitarios llegan es:

z Retirar la ropa contaminada.

z Lavar la piel con abundante agua durante veinte minutos.

z Tratar de identificar el producto causante de la intoxicación.

3.7.7. Heridas sangrantes


La sangre que sale después de una lesión puede ser de dos tipos:

z Arterial (es de color rojo brillante y su salida al exterior suele ser fuerte y en forma
pulsátil, ya que acompaña a los latidos del corazón).

z Venosa (es de color rojo mate y suele fluir de manera continua y con menos fuerza).

Asimismo, el sangrado puede ser hacia el exterior (hemorragia


externa) o hacia el interior (hemorragia interna). Los signos de
la primera son evidentes, pero los de la segunda pueden pasar
más desapercibidos, por lo que mencionaremos los principales
a tener en cuenta, que consisten en una disminución del nivel
de consciencia de la persona que sufre el sangrado (están más
adormilados), presentan una respiración más agitada y superficial,
se encuentran pálidos y tienen sudores fríos y, sobretodo, han sufrido
algún accidente que nos haga sospechar de que pueden estar
sufriendo un sangrado interno o están tomando algún tratamiento
que les hace más vulnerables a este tipo de problemas (por ejemplo, pacientes en tratamiento
con anticoagulantes tipo “Sintrom”).

Si el mecanismo de lesión es lo suficientemente brutal, la herida resultante puede dar lugar


a un sangrado masivo. En este caso lo que debemos hacer es lo siguiente:

z Tumbar a la persona para evitar desmayos.

1- 8 0
Intervención en la atención a las personas dependientes y su entorno

z Comprimir directamente y con fuerza la zona de sangrado, usando para ello un paño
limpio o compresas estériles si se dispone de ellas (no usar nuca algodón, ya que
este desprende fibras que se introducen en la herida y pueden causar una infección
posterior).

z Elevar si es posible el miembro en el que se haya producido la herida.

z Comprimir con el puño la zona donde se encuentre la arteria que produce el sangrado
para reducir el flujo de sangre que llega a la zona lesionada.

z En caso de que la hemorragia se haya controlado total o parcialmente, aliviaremos


la presión de la herida y la vendaremos con suficiente fuerza como para que permita
controlar la hemorragia pero que no impida la circulación a la extremidad. Por este
motivo no se debe utilizar un torniquete para detener la hemorragia, ya que podría
interrumpirse totalmente el flujo de sangre y producir graves lesiones por falta de
oxígeno a los tejidos. Solo puede usarse un torniquete en las extremidades cuando
el sangrado es masivo y no puede controlarse con ningún elemento compresivo (en
este caso debemos anotar la hora exacta en que hemos aplicado el torniquete para
controlar el tiempo que la extremidad ha estado sin flujo sanguíneo).

En el caso de que el sangrado que produce la herida sea menor, normalmente basta con
aplicar una leve presión con un paño estéril en la zona lesionada y esperar unos minutos hasta
que la sangre se corte.

En heridas de poca entidad resulta conveniente lavarlas con


agua y jabón para eliminar cuerpos extraños y suciedad y reducir así
el riesgo de sufrir una infección con posterioridad.

Cabe señalar que, como cualquier situación es conveniente


valorar la necesidad de alertar a los servicios sanitarios para asegurar
una correcta atención de la persona accidentada.

Un tipo especial de hemorragia que, quizás por lo cotidiano


merece su mención es la hemorragia nasal. Normalmente las
hemorragias nasales más frecuentes son fáciles de tratar y controlar,
ya que es suficiente con aplicar una ligera presión en la nariz durante
unos minutos para que las heridas coagulen por sí mismas. Por el
contrario, existen otras hemorragias nasales que son más complicadas
de controlar, son aquellas que se mantienen en el tiempo y que no
ceden pese a la aplicación de presión en la nariz. Este caso debe
tratarse en un centro sanitario para la aplicación de un taponamiento
con gasas y/o productos coagulantes.

Recuerde

La practica habitual de colocar a la persona echada hacia atrás para cortar


las hemorragias nasales no solo es errónea, sino también peligrosa, ya que
existe el riesgo de aspiración de la sangre hacia las vías aéreas con la
consecuente posibilidad de asfixia.

1-81
Apoyo en la recepción y acogida en instituciones de personas dependientes

3.7.8. Traumatismos
Llamamos traumatismo a toda lesión producida en el cuerpo a consecuencia de la acción
de un objeto externo el cual deja secuelas de cualquier tipo (contusiones, hematomas, heridas,
fracturas, etc), que pueden poner o no la vida de la persona que lo sufre en riesgo.

Cualquier zona del cuerpo es susceptible de sufrir un traumatismo, así que según la zona
afectada distinguiremos:

z Traumatismo craneoencefálico
(TCE): la cabeza es el área corporal
que más golpes recibe, siendo éstos
la causa de hasta el 70% de todos
los traumatismos que se producen
en nuestro país, además del que más
repercusiones negativas y secuelas
plantea, ya que existe el riesgo de
que haya afectación neurológica por
lesiones del sistema nervioso central
(cerebro, cerebelo y bulbo raquídeo).
Radiografía que muestra fractura de cúbito y radio
z Traumatismo medular: suelen ser
más habituales en accidentes de tráfico
o por caídas desde grandes alturas (trabajadores), aunque sus repercusiones pueden
ser fatales y dejar graves secuelas (parálisis).

z Traumatismo torácico: pueden producir desde simples hematomas, hasta la fractura


de una o varias costillas e incluso la afectación de órganos internos y, consecuentemente
un paro cardíaco o respiratorio, comprometiendo así la vida del traumatizado.

z Traumatismo abdominal: si el mecanismo de golpe es demasiado intenso suele


afectar a las vísceras, produciendo desde hematomas internos (moratones en los
órganos) o sangrados internos solo controlables mediante cirugía (debido a la rotura
de alguno de los órganos alojados en la cavidad abdominal).

z Traumatismo de extremidades: lo más frecuente suelen ser las heridas de cualquier


tipo y las fracturas de los huesos que componen los brazos y las piernas por caídas
fortuitas.

El modo de actuar en cada caso dependerá del mecanismo del traumatismo sufrido y del
área o áreas afectados. Así pues en los siguientes casos tendremos:

A) Traumatismos en la cabeza

En este tipo de lesiones deberemos valorar los puntos explicados en el primer punto de este
capítulo, es decir, el nivel de consciencia de la persona y si ésta tiene las vías aéreas despejadas,
si respira y si tiene pulso (ABC), con el objeto de emprender las acciones del soporte vital básico
si fueran necesarias.

Siempre deberemos tener la precaución de mantener a la persona accidentada tumbada


boca arriba y sin realizar ningún movimiento del cuello hasta que llegue la ayuda médica

1- 8 2
Intervención en la atención a las personas dependientes y su entorno

especializada, ya que siempre se debe sospechar la posibilidad de una lesión en la columna


vertebral.

También deberemos valorar la presencia de lesiones o de un sangrado activo en la cabeza


para pasar a comprimir la herida y controlar la hemorragia.

B) Traumatismos abdominales

Como hemos mencionado anteriormente, los traumas abdominales pueden producir con
bastante frecuencia hemorragias internas, por lo que en el caso de que sospechemos esta
situación deberemos avisar de inmediato a los servicios de emergencias (dolor que no cede,
disminución del nivel de consciencia, sudores fríos, palidez,…).

En el caso de que el traumatismo lo hubiese producido algún objeto punzante y este


permaneciese enclavado en el abdomen de la víctima (cuchillos, estacas, hierros,…), no se
deberá retirar el objeto bajo ningún concepto para evitar producir mayores lesiones, y en caso
de que la situación degenere en una pérdida de consciencia o en parada cardiorrespiratoria
procederemos a aplicar soporte vital básico hasta que llegue la ayuda.

C) Traumatismos torácicos

En el caso de las lesiones en la caja torácica habrá que tener presente que son muchos los
huesos que pueden fracturarse, con el consiguiente riesgo de perforar algún órgano produciendo
sangrado interno y dificultad respiratoria. El tratamiento que daremos a estas lesiones será el de
hacer que el accidentado permanezca inmóvil y vigilar su estado hasta que sea atendido por
personal sanitario cualificado.

Si el traumatismo lo produce un objeto punzante enclavado en la caja torácica seguiremos


las mismas recomendaciones del apartado anterior.

D) Traumatismos en extremidades

Los brazos y las piernas son las partes corporales que, en no pocas ocasiones se
llevan la peor parte, ya que las utilizamos
inconscientemente a modo de escudo para
minimizar las consecuencias de los golpes.

Las lesiones típicas que pueden producirse


son heridas y rozaduras, fracturas y luxaciones.

Las fracturas se deberán inmovilizar (con


un entablillado hecho con planchas rígidas de
cualquier material y una toalla) hasta que la
Aspecto de la articulación tras sufrir
persona reciba asistencia médica.
un esquínce de tobillo

En el caso de las luxaciones o esguinces o


torceduras, la víctima comentará un intenso dolor
de la articulación afectada y se podrá observar una inflamación que aumenta por momentos.
Para minimizar el dolor y evitar la inflamación deberemos aplicar hielo (no directamente sobre la
piel, sino en una bolsa de plástico envuelta en un paño grueso) e inmovilizar la articulación hasta
que consigamos que la persona reciba la atención sanitaria pertinente.

1-83
Apoyo en la recepción y acogida en instituciones de personas dependientes

3.7.9. Golpe de calor


El exceso de sol y la deshidratación (muy frecuentes entre la población anciana) pueden
dar lugar a lo que conocemos popularmente como “golpe de calor” o “insolación”. En este
problema lo que se produce es una subida de la temperatura corporal por encima de los 39º,
junto a una gran pérdida de agua y sales minerales, a través del sudor y de la orina, dando lugar
a calambres musculares muy dolorosos, a una sensación de agotamiento e incluso a una pérdida
de consciencia que puede resultar fatal, ya que si la persona que sufre este cuadro no recibe la
atención sanitaria pertinente en un breve espacio de tiempo, puede ocasionarse un coma y la
muerte por fallo multiorgánico.

Los factores que predisponen a sufrir una insolación son:

z Edad avanzada (ancianos) o edad muy temprana (niños).

z Exposición mantenida al sol u otra fuente de calor excesiva.

z Mala hidratación (beber poco agua).

z Realización de esfuerzos excesivos (ejercicio a horas del día de máximo calor).

Los cuidadores que atiendan a personas de estos grupos de riesgo, deberán emprender
por tanto, acciones preventivas como evitar que las personas permanezcan al sol mucho tiempo
en épocas del año excesivamente calurosas, proporcionar una correcta hidratación con agua,
zumos y otras bebidas refrescantes, etc.

Si a pesar de todas estas acciones el golpe de calor se sucede, deberemos alertar a los
servicios sanitarios mientras colocamos a la persona en un lugar fresco, tumbado boca arriba
con las piernas elevadas y refrescándola con paños humedecidos en agua fresca.

Recuerde

No sumergir a la persona en agua helada ya que se puede producir un


shock.

Finalmente mencionar que a pesar de que en este punto hemos dedicado unas
cuantas páginas a la atención de urgencia, no se persigue dar a éstas el enfoque de manual
de primeros auxilios, sino que solo pretendemos que el personal implicado en la atención a
personas dependientes que no posea el estatus de personal sanitario, adquiera un abanico de
conocimientos suficientes que le permitan ponerse en situación y poder así brindar su inestimable
ayuda en momentos tan delicados como son las situaciones de urgencias.

3.8. Apoyo psicosocial


Las necesidades de relación del ser humano con el resto de individuos de que se rodean,
sus necesidades de interactuar con el entorno y sus necesidades para expresar sus sentimientos
son las que les confieren a éstos su condición de humanidad, de persona singular.

El sentimiento de pertenencia al grupo (de amigos, de trabajo, de ocio, de nación, etc.) es


un hecho patente que condiciona el estado de salud de las personas, ya que como vimos, según

1- 8 4
Intervención en la atención a las personas dependientes y su entorno

la teoría de las necesidades de MASLOW, las necesidades de


afecto, de amistad y de seguridad familiar y emocional forman
parte de las bases de esa pirámide de crecimiento humano
necesarias para la formación de un individuo completo y capaz
de desarrollarse en la sociedad.

Parece claro entonces que aquellos que se dedican a


la prestación de cuidados a personas dependientes, no solo
deben prestar atención al “elemento sanitario puro”, sino que
tampoco deben descuidar la faceta psicológica y social de la
personalidad y el carácter humano, ya que solo de este modo
se puede asegurar que la atención proporcionada es completa
en todos sus sentidos.

En este caso la figura del trabajador social y, sobretodo la del psicólogo, cobran un especial
protagonismo, ya que la participación de estos profesionales en los programas de intervención
psicosocial diseñados en cualquier organización o institución, permite la integración y planificación
de las actividades propuestas para el resto de integrantes del equipo multidisciplinar que actúa
para solventar las necesidades psicosociales y sanitarias de las personas dependientes.

El profesional sociosanitario encargado del cuidado directo de las personas dependientes


contribuye a la atención integral colaborando en la aplicación de las técnicas de apoyo psicológico,
y en la atención y cuidados psíquicos del individuo realizando, según sus competencias, las
tareas encaminadas a conseguir estos objetivos comunes con el resto del equipo asistencial.

Existen numerosos programas en los que cuidadores y gerocultores desempeñan sus


actividades para mejorar las condiciones psicológicas y favorecer la integración social de los
usuarios. Tengamos en cuenta, por ejemplo, una residencia de ancianos o un centro de día
en el que exista un programa de mejora de habilidades intelectuales (memoria, orientación
espacial, lenguaje). Dentro de este programa, y en colaboración con el terapeuta ocupacional
o el logopeda, la figura del cuidador sirve de apoyo en la realización por parte de los ancianos
de todas las actividades propuestas (dibujo, talleres de teatro, etc.) dinamizando las tareas e
incentivando a los mayores para que éstas les resulten más amenas y educativas. Otro ejemplo
podrían ser las actividades del cuidador dentro de un programa de ejercicio físico, en el que
éstos prestan su colaboración al fisioterapeuta encargado de la dirección de la terapia física,
ayudando a que el programa sea más efectivo y se lleve a cabo con mayores garantías de
seguridad, facilitando al mismo tiempo las relaciones interpersonales que puedan tener lugar
entre los distintos beneficiarios del ejercicio durante la ejecución del mismo.

Los gerocultores y demás cuidadores de dependientes físicos, psíquicos o sensoriales,


gracias al tiempo que invierten en la atención directa de estas personas día tras día, se convierten
en auténticas fuentes de conocimiento e información para el resto de profesionales que forman
parte del equipo multidisciplinar, lo que les permite a todos ellos mejorar la atención dedicada.

Es inherente a las funciones de cualquier profesional dedicado al cuidado el conocer unas


técnicas básicas de modificación de la conducta, así como también el conocimiento acerca
de las modificaciones elementales del entorno que rodea al usuario que se beneficie de los
cuidados y que, si bien deberían ser adquiridas previamente con la debida formación, lo normal
es que estas nociones tengan su base en la experiencia personal de cada profesional, en su
intuición y sentido común, y en su saber hacer y estar.

1-85
Apoyo en la recepción y acogida en instituciones de personas dependientes

Información

Acciones encaminadas a la mejora de la situación psicosocial de la persona


dependiente:

z Ayuda a detectar las necesidades psicológicas de la persona


dependiente.

z Prestar atención a la expresión de sentimientos, dudas y temores d ela


persona dependiente, ayudando a detectar sentimientos negativos.

z Prestar apoyo psicológico básico.

z Promover una actitud favorable para el autocuidado, potenciado y


colaborando en las actividades dirigidas a tal fin.

z Colaborar en las actividades diseñaas a aportar sensaciones


gratificantes y enriquecedoras (ejercicio físico, actividades en grupo,
etc.).

z Colaborar con el usuario y con el resto del equipo en la planificación y


organización de las tareas cotidianas.

z Ayudar en la adquisición de hábitos de vida saludables.

Las características elementales que el perfil de todo profesional del cuidado debería tener
para lograr una empatía comunicativa eficaz y eficiente, tanto con la persona que recibe los
cuidados como con los compañeros del equipo multidisciplinar pasan por tener:

z Un gran sentido de la colaboración y del trabajo en grupo (para segurar las buenas
relaciones interdisciplinares).

z Sensibilidad social (para dignificar en todo momento la situación de las personas


cuidadas, sea cual sea esta).

z Imaginación y creatividad (para colaborar en la planificación y desarrollo de


actividades).

z Capacidad de organización (para seguir la dinámica de trabajo del centro en que


desarrolle su actividad asistencial).

z Vocación por la tarea que desempeña (ya que el cuidado de personas dependientes
representa una carga asistencial considerable que somete al cuidador a un gran
desgaste físico y psíquico).

Existe un elemento que le es propio a cualquier profesional sociosanitario y que le otorga


una cierta independencia profesional a la hora de planificar sus acciones. No obstante, como
siempre señalamos y dado que esta actividad se plantea entorno al trabajo dentro de un equipo
multidisciplinar, resulta siempre conveniente el entablar un diálogo bidireccional entre cuidadores
y el resto de profesionales para garantizar una efectividad y una seguridad máximas a la hora de
ponerlas en práctica. Nos estamos refriendo a la animación socio-cultural.

1- 8 6
Intervención en la atención a las personas dependientes y su entorno

La animación socio-cultural se convierte así en una poderosa herramienta con la que los
profesionales del cuidado pueden abordar gran parte de las necesidades de apoyo psicosocial
que una persona presenta, ya que este elemento favorece la convivencia y la participación en
colectivo de aquellos que padecen una dependencia, amortiguando los obstáculos que se les
plantean a estas personas y la forma de pensar negativista que en numerosas ocasiones aparece
en ellos como efecto secundario de sus deficiencias.

Las características que todo programa de animación socio-cultural debe tener son:

z Situar las acciones dentro de una estructura grupal (aplicar las actividades a un solo
individuo no tendría sentido, ya que la finalidad intrínseca de la acción es la de integrar
y socializar).

z Favorecer la comunicación y las relaciones interpersonales.

z Potenciar la participación de las personas en las actividades.

z Incrementar la calidad de la convivencia de cada persona de manera individual con el


resto de personas del colectivo de que se rodea.

z Estar adaptado a las limitaciones de las personas a quienes van dirigidas las
actividades.

Por lo demás, solo cabe decir que para el desarrollo de estos programas de animación, el
profesional que los diseñe deberá tener presente el medio en el que lo va a aplicar y las personas
a quienes van dirigidos, ya que no contaremos con los mismos recursos ni las actividades van a
resultarle igual de atractivas a unos ancianos de una residencia, que a personas jóvenes internas
en un centro de atención neuropsiquiátrica.

Resumen

Actualmente la tendencia global de casi cualquier servicio asistencial de


personas dependientes es la de la obtención de una atención psicosocial
basada en la integración del individuo en la comunidad, y su objetivo
primordial es el proporcionar una atención integral que tenga en cuenta
todos los problemas y necesidades del ser humano.

3.9. Actividades diarias


Definición

Las Actividades de la Vida Diaria (AVD) son el conjunto de tareas y rutinas


que todo ser humano en condiciones normales realiza de manera cotidiana
(por ejemplo, vestirse, hacer la comida, limpiar, asearse, realizar actividades
de ocio), y que en caso de no realizarse condicionan su dependencia de
terceras personas y un cierto grado de discapacidad.

1-87
Apoyo en la recepción y acogida en instituciones de personas dependientes

Según el grado de complejidad que alcance la rutina, las AVD se pueden clasificar en:

z Actividades Básicas de la Vida Diaria (ABVD):

Son todas aquellas acciones que se refieren al autocuidado y a la capacidad de


deambulación de los individuos:

D Higiene personal (lavarse los dientes, ducharse,…).

D Capacidad para desplazarse (andar, subir escaleras, …).

D Alimentación.

D Continencia urinaria y fecal.

z Actividades Instrumentales de la Vida Diaria (AIVD):

Son las referidas a las interacciones que la persona hace con su entorno:

D Tareas domésticas (limpiar la casa, hacer la cama, poner la lavadora,…).

D Hacer la comida.

D Capacidad de manejar su dinero, los aparatos electrónicos, los medios de


transporte, los recursos sanitarios, etc.

z Actividades Volitivas de la Vida Diaria:

Comprenden todas aquellas actividades relacionadas fundamentalmente con el ocio


y el trabajo y requieren de la integridad de las funciones mentales superiores para
llevarse a cabo.

Pues bien, desde el punto de vista de las necesidades asistenciales en el ámbito de la atención
sociosanitaria, son las actividades básicas y las instrumentales las que mayor interés despiertan
a la hora de plantearse un programa de intervención que trate de disminuir las repercusiones que
la carencia en la ejecución de éstas tiene en la independencia de las personas.

El profesional del cuidado deberá, por tanto, involucrarse de lleno a la hora de analizar y
suplir estas deficiencias, intentando motivar en todo momento a las personas que están bajo su
protección para que potencien los recursos de que disponen a la hora de desempeñar estas
actividades cotidianas y minimizar así el grado de invalidez que éstas presentan.

1- 8 8
Intervención en la atención a las personas dependientes y su entorno

Información

Según lo dispuesto en el Real Decreto 1368/2007, de 19 de octubre, de


19 de octubre sobre la cualificación de los profesionales de atención
sociosanitaria a personas dependientes en instituciones sociales, en
relación a las actividades de la vida diaria, el candidato o candidata a la
obtención de dicha cualificación deberá:

z “Colaborar en la organización de las actividades de la vida diaria


(AVD) de los residentes y/o usuarios o usuarias, en función de los
recursos disponibles y sus necesidades individuales, informándoles y
preparándoles para participar en las mismas, acompañándoles según
requerimientos e instrucciones recibidas.

z Organizar las actividades en función de las necesidades individuales


de las usuarias o usuarios y de los recursos disponibles según
procedimientos establecidos.

z Preparar actividades que impliquen la participación de las usuarias o


usuarios y potencien su autonomía.

z Informar previamente a las usuarias o usuarios sobre las actividades


que se van a realizar.

z Acompañar a los usuarios o usuarias en las actividades de la vida diaria


según instrucciones recibidas.

z Efectuar las actividades en función de los usuarios o usuarias y de las


indicaciones del equipo multidisciplinar”.

Queda claro entonces que la labor organizativa de los profesionales de atención


sociosanitaria, a la hora de organizar y poner en marcha las actividades programadas en
relación a los programas educativos que se establezcan en los diferentes centros de trabajo a
los usuarios, representa una responsabilidad vinculada de forma directa a su puesto de trabajo.
Además, supone un elemento competencial que le otorga una labor profesional cierta, ya que
es el encargado de que todas las rutinas se lleven a cabo de forma organizada y eficiente por
parte de todas las personas dependientes a las que van destinados los esfuerzos del equipo
multidisciplinar.

Los cuidadores profesionales pueden intervenir y colaborar en el diseño de un plan de


cuidados personalizado junto con el resto de profesionales del equipo asistencial.

También conviene recordar que, aunque el cuidador no es un profesional sanitario, en su


figura también se apoya el enorme peso de mantener el orden de las rutinas diarias, implicar
al usuario en la ejecución de las AVD, ayudarles a mantener su autonomía y responsabilizarles
de su autocuidado, lo que le convierte en un eslabón imprescindible a la hora de satisfacer los
objetivos propuestos en las diferentes actuaciones terapéuticas.

1-89
Apoyo en la recepción y acogida en instituciones de personas dependientes

Resumen

Toda intervención sobre las AVD debe tener en cuenta:

z Hacer hincapié en el mantenimiento de una rutina más o menos estricta


(respetar un horario para las comidas, para el descanso, para el ocio,
la higiene,…).

z Favorecer que las actividades siempre se lleven a cabo en un


ambiente acogedor, tranquilo y lo más adaptado a las necesidades
individuales que sea posible, con el objetivo de facilitar el desarrollo
de las actividades.

z Enfocar todas las intervenciones de modo que persigan la obtención


del máximo grado de autonomía de la persona.

z Estimular y potenciar las habilidades que la persona conserve.

z Las limitaciones del usuario para plantear de este modo metas realistas
y alcanzables, reduciendo así el riesgo de frustración tanto por parte
del usuario como por parte del profesional.

z Mantener una comunicación fluida en todo momento.

z Negociar y plantear actividades de ocio y tiempo libre que resulten


atractivas a ojos de la persona dependiente.

z Mantener la alerta ante la aparición de nuevas deficiencias que


condicionen un replanteamiento de las actividades planteadas.

Para la valoración objetiva del grado de dependencia que presenta una


persona existen diversas escalas al uso como la “Escala de Barthel”,
que cualquier profesional de atención sociosanitaria puede emplear para
evaluar la situación funcional de la persona. Esta escala, la más aceptada
a nivel internacional, utiliza la monitorización de diez tipos de actividades y
clasifica cinco grupos diferentes de dependencia funcional de las personas.
Además, es de un manejo rápido y sencillo para su aplicación en el día a
día.

3.10. Comunicación
En este epígrafe estudiaremos no solo la comunicación entre el cuidador y la persona a su
cuidado, sino también la necesidad de mantener un intercambio fluido de información en ambos
sentidos entre el cuidador y el resto de los profesionales implicados que componen el equipo de
atención sociosanitaria.

Definición

La comunicación es un elemento de vital importancia para el buen


funcionamiento de las relaciones de los miembros del equipo asistencial y
el eslabón principal que asegura la firmeza del plan de cuidados diseñado
por y para el bienestar del usuario dependiente.

1- 9 0
Intervención en la atención a las personas dependientes y su entorno

C O M U N I CAC I Ó N E F I CA Z
Profesional sanitario

Cuidador

Trabajador social

Los cuidadores tienen derecho a consultar todas aquellas cuestiones derivadas de su


actividad en el cuidado del sujeto dependiente con los profesionales sanitarios (médicos y
enfermeras principalmente), así como también con los trabajadores de los servicios sociales
(trabajadores sociales) con el objetivo claro de beneficiar siempre el estado de la persona a la
que dirigen sus cuidados.

Del mismo modo, los profesionales de la salud y los de los servicios sociales deben facilitar
toda la información de que dispongan, de un modo organizado y entendible acerca de los
tratamientos y estrategias a seguir, de los recursos disponibles y de los medios para acceder
a dichos recursos con el fin de mejorar la calidad asistencial y propiciar una buena relación
recíproca de los miembros del equipo asistencial multidisciplinar entre sí y con el usuario.

Para alcanzar esta “intercomunicación” entre los componentes del equipo, existen diversas
opciones encaminadas a facilitar lo que podríamos llamar “comunicación interna”, es decir,
todo el flujo de datos relevantes que todos los profesionales implicados en el cuidado de una o
varias personas dependientes intercambian a lo largo de su relación laboral con la intención de
transmitir conocimientos que ayuden a mejorar la asistencia recibida por el usuario.

3.10.1. Comunicación en sentido descendente


Este tipo de comunicación es la que ejercen los superiores jerárquicos. Como ejemplo
podríamos mencionar las instrucciones que un director de una residencia precisa a todos los
empleados dependientes de dicho centro mediante una comunicación interna para que éstos
acaten las normas planteadas.

3.10.2. Comunicación en sentido ascendente


Esta sería la antónima de la anterior, es decir, lo que persigue es el efecto contrario, para
que la dirección de la empresa sea la que reciba el mensaje de sus trabajadores. Esto se puede
conseguir mediante vías que todos conocemos: buzones de sugerencias, reclamaciones e
informes de las actividades desarrolladas por los trabajadores.

3.10.3. Comunicación en sentido horizontal


Desde el punto de vista de la mejora de las relaciones del equipo multidisciplinar, este tipo
de comunicación es la que resulta más interesante y, por tanto, en la que nos vamos a detener
para analizar con un poco más de profundidad.

Esta comunicación se obtiene gracias a la realización de reuniones del equipo, la emisión


de informes a los que se pueda tener acceso y la organización de sesiones de trabajo o mesas

1-91
Apoyo en la recepción y acogida en instituciones de personas dependientes

redondas en las que exponer dudas y soluciones. Y todo para


obtener una mayor calidad en la práctica asistencial, ya que
proporciona a todos los miembros del equipo diversos puntos de
vista y posibles salidas a los problemas que en el día a día se
les plantean. Además, la horizontalidad en la comunicación tiene
la facultad de hacer que todos los profesionales sociosanitarios
adquieran una percepción de cohesión, de equipo, les permite
percibir que están todos al mismo nivel, aunque cada cual
tenga sus competencias y sus responsabilidades, eliminando
el aislamiento al que los propios profesionales en ocasiones se
ven inmersos, bien sea por exceso de celo profesional o bien
por ignorancia de las posibilidades que otras disciplinas pueden
brindar a la hora de mejorar la calidad asistencial.

Aplicando esta teoría al terreno de la práctica, la comunicación puede realizarse a través de


distintos elementos, dependiendo del entorno en el que el profesional de atención sociosanitaria
ejerza sus funciones, por lo que existirán infinitas opciones que deberán ser validadas por los
diferentes trabajadores.

En el caso de centros grandes, en los que existe una gran concentración de trabajadores
(hospitales y grandes residencias), las redes de comunicación informática son las que más
posibilidades ofrecen, ya que permiten una comunicación casi instantánea y actualizada de toda
la información disponible, implicando a todo el personal del centro en su actualización periódica,
es lo que se conoce como “Intranet”. La intranet es un interfaz al que se accede a través de
cualquier ordenador presente en el centro de trabajo y que faculta al trabajador para abrir,
modificar o comprobar todos los datos referentes al estado de salud de la persona dependiente
que esté registrada en la base de datos, permitiendo registrar todas la actividades que con esa
persona se realizan durante el tiempo que dure su asistencia.

La creación de informes en soporte no digital (papel, por ejemplo) es otra de las opciones
más comúnmente usadas en aquellos lugares en los que, la escasez de medios o la imposibilidad
de tener un acceso informático, obligan a buscar otras soluciones. Así, por ejemplo, la asistencia
en domicilio en el medio rural sería un buen ejemplo de ello. Aunque estos handicaps no deben
servir de excusa para el mantenimiento de una adecuada base de datos posterior con el fin de
no perder la valiosa información obtenida en el campo de trabajo. Existe una increíble cantidad
de modelos de registro de actividades, todos ellos válidos mientras que su formato sea aceptado
por el total de los profesionales sociosanitarios que prestan la atención y que éstos contengan
apartados en los que, en mayor o menor medida, todos los miembros del equipo multidisciplinar
puedan dejar registradas sus actividades, lo cual también incluye inexcusablemente a los
cuidadores por supuesto, ya que éstos pasan gran cantidad de tiempo con las personas y son
quienes en no pocas ocasiones lanzan la voz de alarma ante cambios relevantes que, de otro
modo, podrían pasar inadvertidos a ojos del resto de profesionales.

A continuación, presentamos un modelo de evaluación y registro para la planificación de


actividades que, si bien es más comúnmente usado por el personal de enfermería, los cuidadores
y gerocultores pueden colaborar estrechamente a la hora de valorar ciertos ítems que éste
contiene para mejorar la comunicación interna del equipo y contribuir a la actualización de los
datos de que se dispone acerca del estado del usuario:

1- 9 2
Intervención en la atención a las personas dependientes y su entorno

Ejemplo

REGISTRO DE SEGUIMIENTO

Nombre del profesional/es:

Fecha de la evaluación actual: Motivo:

Fecha última evaluación:

Tipo de usuario: TERMINAL INMOVILIZADO OTRO

Nombre del cuidador:

VALORACIÓN (Por patrones funcionales)

CUIDADOR

MEDICAMENTO

1-93
Apoyo en la recepción y acogida en instituciones de personas dependientes

ESTADO DE LA MOVILIDAD

1- 9 4
Intervención en la atención a las personas dependientes y su entorno

CUIDADOR

Existen otros documentos que no tienen la complejidad del ejemplo anterior y que cualquier
profesional de atención a personas dependientes puede emplear para facilitar la transmisión
de información útil al resto de componentes del equipo asistencial, al tiempo que también les
permite llevar un registro apropiado de sus propias actividades diarias.

1-95
Apoyo en la recepción y acogida en instituciones de personas dependientes

Ejemplo

Actividades/Cuidados Seguimiento/
Fecha Problemas detectados
aplicados Observaciones

En cuanto a la comunicación con el usuario por parte de sus


cuidadores, baste decir que los profesionales de atención sociosanitaria
deberán emplear en todo momento un lenguaje comprensivo para la
persona a la que cuiden, asegurándose en todo momento de que la
persona recibe una información veraz y adaptada a su capacidad
de entendimiento. Para ello, el cuidador siempre tendrá presente y
adaptará su discurso en función de las limitaciones del usuario, por lo
que si éstos tienen deficiencias auditivas habrá que hablar en un tono
de voz más elevado, si las deficiencias son visuales habrá que potenciar
la comunicación hablada y si las deficiencias son por alteraciones psiquiátricas tendremos que
buscar la fórmula más apropiada para el deterioro mental que el sujeto presente.

1- 9 6

Das könnte Ihnen auch gefallen