Beruflich Dokumente
Kultur Dokumente
html
EDICIÓN
IMPRESA
ARCHIVO
DOMINGO, 19 de abril de 2009
REPORTAJE:PSICOLOGÍA
Aunque los cambios en los estados de ánimo parezcan obedecer a causas oscuras y caprichosas, se han identificado varios factores que nos hacen estar unas veces bien y otras
veces mal. Los desvelamos.
Marta se levantó ese día exultante y decidió que ya era hora de cambiar su vida, así que se
dirigió al banco y pidió un préstamo. Con ese dinero y vendiendo su casa podría comprar un
velero con un amplio camarote, donde viviría junto con su hijo y su marido. La persona que la
atendió la conocía bien a ella y a su marido, así que cuando Marta salió del banco,
inmediatamente le telefoneó para contarle lo que había sucedido. La decisión de Marta era
de lo más extraño porque en su vida había tenido relación con el mar, pero a su marido no le
sorprendió ese arranque porque Marta sufría un trastorno del estado de ánimo (trastorno
bipolar). Vivía en una auténtica montaña rusa: unos días se encontraba eufórica y se comía
el mundo, y otros se hundía en la miseria, incluso había intentado suicidarse más de una vez.
Aunque Marta es un nombre inventado, el caso es real.
La ansiedad y la tensión "El ánimo gozoso hace florida la vida; el espíritu triste marchita
se deben a la los sucesos" (Salomón)
importancia que le El caso de Marta es una patología, pero todos nos podemos sentir
damos a lo que nos en cierto modo identificados con ella por dos motivos. Uno es que,
como Marta, las decisiones que tomamos se ven claramente
estamos jugando en
influenciadas por nuestros estados de ánimo; el segundo es que en
cada situación muchas ocasiones nuestro estado de ánimo también varía sin que
nosotros sepamos muy bien por qué razón. Cuando estamos de
La música es una buen humor nos resulta más fácil realizar tareas que encontramos
potente arma para desagradables, y, al contrario, con mal humor podemos llegar a
cambiar nuestro ánimo: considerar totalmente aburrida alguna actividad que suele
gustarnos. El humor determina el placer de lo que hacemos y sus
la musicoterapia es ya
efectos no acaban allí, también puede ejercer una poderosa
una licenciatura en influencia en nuestras decisiones. Hoy podemos tomar una decisión
muchos países que mañana nos puede resultar totalmente descabellada sólo
porque ha variado nuestro estado de ánimo.
Existe un término científico que describe muy bien por qué nuestras subidas y bajadas
pueden afectar nuestras decisiones: "dependencia de nuestro estado de ánimo". Muchas
investigaciones muestran que si aprendemos algo cuando nos encontramos en un
determinado estado, lo recordamos mejor cuando nos volvemos a sentir de esa forma. En
algunos estudios se ha comprobado que si memorizamos listas de palabras bajo los efectos
del alcohol, podremos recordarlas mejor cuando volvemos a estar ebrios. De la misma
manera, cuando estamos tristes recordamos mejor los episodios de nuestras vidas en los
que también nos hemos encontrado apenados. Así, nuestro estado de ánimo determinará a
qué tipo de información podrá acceder nuestro cerebro con más facilidad. Nuestro humor nos
sesga en un sentido u otro, y por eso no es de extrañar que determine qué tipo de decisiones
tomamos.
1 de 4 07/02/2014 13:50
Los vaivenes de nuestros estados de ánimo | Edición impresa | EL PAÍS http://elpais.com/diario/2009/04/19/eps/1240122411_850215.html
"El mejor servicio que podemos prestar a los afligidos no es quitarles la carga, sino
infundirles la necesaria energía para sobrellevarla" (Phillips Brooks)
La energía viene determinada por muchos factores, uno de ellos es el ritmo circadiano.
Robert Thayer en una de sus investigaciones comprobó que los periodos del día de menos
energía son justo después de levantarnos, alrededor de las cuatro de la tarde y entre las
nueve y las once de la noche. De todas formas, estos resultados debemos interpretarlos con
mucha cautela, ya que hay una gran variabilidad individual. En este estudio pudo también
comprobar que un mismo problema era considerado mucho más grave si coincidía con una
hora de baja energía. Cuando estamos cansados y pensamos en un determinado problema,
nos parecerá que es mucho más difícil de superar porque lo estamos evaluando según la
energía que tenemos en ese momento, es decir, poca.
Como ya nos podemos imaginar, otro de los determinantes de la energía son las horas de
sueño. Cuando se ha pedido a participantes de algunas investigaciones que anotaran
diariamente las horas de sueño y también su nivel de estrés, se ha comprobado algo que
todos experimentamos a menudo: que cuando dormimos poco o mal, nuestro estrés
aumenta.
Así, tenemos que los ritmos circadianos y el sueño, además del ejercicio y la alimentación,
determinan el nivel de nuestra energía, que, a su vez, repercute en nuestro estado de ánimo.
Pero nuestro estado de ánimo, como afirma Thayer, no es sólo resultado de nuestra energía,
sino también de nuestro nivel de tensión. ¿De qué depende la tensión?
(Miguel de Cervantes)
"La música compone los ánimos descompuestos y alivia los trabajos que nacen del
espíritu" (Miguel de Cervantes)
La música es otra potente arma que puede cambiarnos el ánimo, tanto que la musicoterapia
se ha convertido en una licenciatura en muchos países. Este tipo de terapia puede tener
diferentes objetivos. Uno de ellos, variar el estado anímico. Se pueden dar muchas
interpretaciones de cómo la música puede modular nuestro humor. Todos tenemos distintas
piezas musicales asociadas a determinados sucesos de nuestras vidas y cuando las
escuchamos nos parece que viajamos en el tiempo y volvemos a sentirnos como nos
2 de 4 07/02/2014 13:50
Los vaivenes de nuestros estados de ánimo | Edición impresa | EL PAÍS http://elpais.com/diario/2009/04/19/eps/1240122411_850215.html
Auguste Dupin, el detective de ficción creado por Edgar Allan Poe, decía: "Cuando quiero
averiguar si una persona es inteligente o tonta, mala o buena, qué es lo que piensa en ese
momento, imito su expresión facial y espero a que en mi mente o en mi corazón emerjan
pensamientos o sentimientos que coincidan con dicha expresión". Su sentencia era
exagerada, pero se basaba en ese principio. Obviamente, es muy agotador sonreír cuando
por dentro estamos hechos polvo, y si no, que se lo pregunten a las azafatas. No se trata de
eso, ni mucho menos, pero quizá conocer que nuestras expresiones y posturas también
influyen en nuestro estado anímico nos puede ayudar.
Además de los factores comentados, hay muchísimos más que pueden determinar nuestro
estado de ánimo: la estación del año, los cambios hormonales, factores genéticos Por eso a
veces nos pueden parecer un misterio nuestros propios estados anímicos. El peligro es que,
como siempre, queremos darle explicaciones a todo y podemos empezar a racionalizar y
encontrar motivos totalmente erróneos para explicar nuestros estados de ánimo.
3 de 4 07/02/2014 13:50