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Parashá 19 Terumá

Éxodo 25:1 – 27:19


(por juan de dios heredia heredia )
Aliyás de la Torá:
• 25:1-16
• 25:17-30 (tradición sefardí); 25:17-40 (tradición ashkenazí)
• 25:31 – 26:14 (S); 26:1-14 (A)
• 26:15-30
• 26:31-37
• 27:1-8
• 27:9-19
• Maftir: 27:17-19
 
Haftará: 1 Reyes 5:12 (26 heb.) – 6:13
Los Escritos Mesiánicos: Lucas 15:1 – 18:14
Terumá
Significa “ofrenda alzada”, “porción separada”.

En el desierto, Dios dio las instrucciones de cómo construir el primer


santuario.
Debía ser un tabernáculo portátil y Dios quería que todo el pueblo judío
formara parte del proceso haciendo donaciones para ayudar a su
construcción.
Dios le dijo a Moisés que los donantes debían ser:
“...todo aquel que su corazón lo motive...” (Éxodo 25:2)

En el centro del Mishkán estaba el arca sagrada que contenía las tablas con
los diez mandamientos.
El arca era una caja cuadrada de madera.
La Torá dice en (Éxodo 25:11): "Debes cubrir la madera con oro puro por
dentro y por fuera".
La necesidad de cubrir el exterior del arca con oro puro es comprensible: la
pieza central del Mishkán tiene que ser ciertamente admirable y magistral.
¿Pero que necesidad hay de cubrir el interior con oro?
El Talmud (Yomá 72b) explica: La apariencia externa de una persona debe
ser un delicado reflejo tambien de su interior.
En otras palabras, dios nos dice que no seas un hipócrita.
En esta parasha hashem ya nos ha dado los 10 mandamientos y nos ha
explicado como se aplican a la vida diaria , por ejemplo el pecado de
idolatria se desglosa en 26 formas diferentes de cometer dicho pecado según
la halaja , aunque muchos hermanos piensan que no cometer idolatria es
simplemente no adorar a un palo o a una piedra, o que robar es simplemente
meterle la mano en el bolsillo a una persona para quitarle la cartera sin
comprender que hay 18 maneras diferentes de cometer robo.
Es por falta de este conocimiento que corremos el riesgo de desviarnos del
camino marcado por el Eterno, si nos basarnos en nuestras propias
convicciones y sensibilidades acerca de cómo debemos compartanos frente
a los mandamientos de hashem y que clase de persona debemos ser, nos
apartamos del crecimiento personal y espiritual que nos aporta la torah.
Cualquiera de nosotros quiere ser bueno, pero no sabemos lo que eso
realmente implica; porque una cosa es lo que hashem dice que es bueno y
otra muy diferente es lo que nosotros pensamos o consideramos que es
bueno, todos nosotros creemos que, esencialmente, tenemos buen corazón,
pero quizás las personas que estan a nuestro alrededor no comparten esa
misma opinion.
Muchos de nuestros parámetros de cómo comportarnos se originan en la
visión social de a quién se le llama una persona “buena” y, por lo general, las
exigencias de la Torá van mucho más allá de lo que la sociedad define como
“bueno” en estas fechas en muchos lugares se esta celebrando o se ha
celebrado una fiesta pagana conocida como carnabal (que traducido es la
fiesta del sacrificio de la carne al dios baal ) pero muchas personas piensan
que no estan haciendo nada malo y nisiquieran conocen el contecto historico
y espiritual de la fiesta , pero esto no es lo que hashem considera que es
bueno aunque muchos no lo consideren malo .
La Torá prohíbe, por ejemplo, hablar lashón hará,
independientemente de si lo que se dice es verdadero o falso, pero la sociedad
sólo prohíbe hablar lo falso; pero si lo que se dice es verdadero está dentro
de los límites de la libre expresión.
La Torá prohíbe dejar de hablar con alguien en represalia por algún agravio
recibido; sin envargo la sociedad lo ve como algo totalmente normal.
La Torá debe guiar todas nuestras actividades, incluso las cosas que
aparentemente son "lógicas" por naturaleza.
La Torá debe moldear totalmente nuestra personalidad y nuestra perspectiva,
a tal punto que nuestra filosofía de vida debe llegar a coincidir exactamente
con la filosofía de vida de la Torá.
Por eso los mandamientos de la Torá son los que nos guían en nuestro
camino de crecimiento personal y definen cuál debe ser el ideal que debemos
alcanzar.
Quizás uno crea que actuar de cierta manera es adecuado, pero cuando
ponemos nuestro yo por encima del mandamiento de hashem herramos,
quizás uno suponga que no tiene nada de malo hacer tal o cual acto, pero sólo
Dios define los medios y formas de acercarnos a Él y cómo merecemos que
la Shejiná more entre nosotros.
Cualquier otra manera puede llegar a ser un alejamiento y no un
acercamiento a Él, pese a nuestras mejores intenciones.
Otro error que se suele cometer es pensar: “Si yo no soy rico, no puedo dar
caridad”.
El dinero es una pequeña parte de lo que se debe dar en caridad y para
algunos es mas fácil escribir un cheque y desentenderse de la situacion que
involucrarse personalmente, La Torá nos enseña que dar caridad no se trata
simplemente de dar dinero , sino de solucionar problemas y de tomar
responsabilidades.
Lo que estoy diciendo es que El tiempo, la energía, el apoyo, el amor y la
amistad por lo general significan mucho más para muchas personas quel
dinero .
Además de dar el 10% de nuestros ingresos para ayudar a otros, deberíamos
dar también el 10% de nuestro tiempo.
Cuando en esta parashá se le solicita al pueblo judío hacer una contribución
para la construcción del Tabernáculo, no se les pide dinero, sino que se les
pide materiales: oro, plata, bronce, telas, madera, etc. Y a decir verdad, uno
de los placeres más grandes de la vida es dar o alludar a otros.
La cualidad primordial de Dios es la de ser un dador, entonces el emular a
Dios (por medio de dar a los demás) es una de las expresiones espirituales
más elevadas que existen.

A modo de explicación podemos decir que El dinero que poseemos es


temporal, pero nuestros buenos actos son eternos. Cuado hacemos Un regalo
o caridad en realidad va para nuestro propio crédito en los lugares celestiales.
Esta es la forma de hacernos tesoros en los lugares celestiales como dijo
nuestro santo maestro yeshua ha mashiaj.
Mateo 6:19 No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín
corrompen, y donde ladrones minan y hurtan;
20 sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y
donde ladrones no minan ni hurtan.

Y como una persona muy sabia dijo en cierta vez: “Todo lo que realmente
poseo es lo que he donado”.
El Talmud (Baba Batra 10a) relata que el malvado Turnus Rufus una vez le
preguntó a Rabí Akiva: "Si tu Dios ama tanto a los pobres, ¿por qué no les da
lo que necesitan?". Rabí Akiva respondió que Dios podría abastecer a los
pobres con mucha facilidad, pero elige darnos a nosotros el mérito de darles
tzedaká (caridad) para salvarnos a nosotros mismos del Guehinom (el
infierno).
El Midrash Rabá (Rut Rabá 5:9) dice que por esta razón la persona pobre
hace más por la rica que la rica por la pobre.
Cuando Naomí le preguntó a Rut quién le había provisto el alimento que trajo
a casa ese día, Rut respondió: "El hombre por el que hice hoy se llama
Boaz". Boaz le proveyó algo que Dios podría haberle dado Él mismo, pero
ella le dio a Boaz una mitzvá, una oportunidad de parecerse a Dios al proveer
a otro.

El Midrash tambien comenta que Betzalel, el arquitecto del Tabernáculo,


tenía la capacidad de discernir cuáles eran las intenciones de aquellos que
donaban.
De este modo, él determinaba de qué forma cada donación sería utilizada en
el Tabernáculo.
Por ejemplo, los obsequios de individuos con intenciones puras, eran
utilizados para el Arca Sagrada; mientras que los obsequios de las personas
que donaban a regañadientes eran destinados para las clavos que sostenían las
paredes del Tabernáculo.
Esta parashá nos dice que la clave de una ofrenda adecuada es que debe ser
hecha con el corazón.
Bueno De vuelta a nuestra Parashá y volviendo al tema del arca... ahora ha
surgido una interesante pregunta: Si el arca está cubierta por dentro y por
fuera, ¡¿Por qué debe ser hecha de madera?! ¿Por qué no hacer el arca de una
sola pieza de oro sólido?
La respuesta es que adquirir pureza y sinceridad no es algo que ocurre
necesariamente de la noche a la mañana.
Como cualquier meta importante, se alcanza con constancia. La madera –
orgánica y dinámica – representa esta idea.
El judaísmo no es todo o nada.
La observancia de la Torá puede comenzar con el encendido de las velas de
Shabat O quizás estudiando la Parashá durante la semana. O quizás recitando
el Shemá Israel antes de ir a dormir.
Cada Mitzvá es una mina de oro Y Por supuesto que debemos luchar para
cumplirlas todas , Pero incluso si cumplimos solamente una, nuestras vidas
se enriquecen y cambian para siempre.
recordemos lo que yeshua le dijo al joben rico cuando este le pregunto ¿como
puedo entrar en el mundo por venir?
Marcos 10: 19 Tú conoces bien los mandamientos: No mates, no seas infiel
en tu matrimonio, no robes, no mientas para hacerle daño a otra persona, no
hagas trampas, obedece y cuida a tu padre y a tu madre.
Lo importante no es en que peldaño de la escalera estamos, sino en que
dirección estamos yendo.
Crecer en Torá es exactamente lo mismo.
Cualquier esfuerzo que hagas para acercarte al Todopoderoso, cualquier idea
que aprendas – el impacto es acumulativo.
Tal vez por eso la Torá compara a la persona con un árbol (Deuteronomio
20:19). en un Crecimiento constante y firme, y cada gota de agua que
recibamos cuenta.
Que seamos capaces de encontrar la fuerza y la inspiración necesaria para
construir nuestro propio Mishkán , Y que esté hecho de madera fina,
cubierto con oro puro por dentro y por fuera por los meritos de nuestro santo
maestro yeshua ha mashiaj. Amen y amen.

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