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Edición del volumen:

Trinidad Nogales Basarrate


Julián González

Coordinación editorial:
Mª José Pérez del Castillo
Eugenia López González
Dpto. de Investigación del M.N.A.R.

Diseño y maquetación:
Ceferino López

Proyecto PRI06B286
Foros Romanos de Extremadura. Análisis y Difusión
del Patrimonio Extremeño.
Consejería de Infraestructuras y Desarrollo
Tecnológico de la Junta de Extremadura

Proyecto 3PR05B003
Lusitania Romana: Investigación para la difusión
del pasado cultural del Occidente de la Península
Ibérica.
Consejería de Infraestructuras y Desarrollo
Tecnológico de la Junta de Extremadura

Ministerio de Educación y Ciencia


Acción Complementaria HUM2005-25435-E/HIST
Cofinanciación FEDER.

Culto Imperial: política y poder


(Hispania Antigua, Serie Arqueológica, 1)

Copyright 2007 © «L’Erma» di BRETSCHNEIDER


Via Cassiodoro, 19 - 00193 Roma
http://www.lerma.it

Tutti diritti riservati. É vietatala riproduzionedi testi


e illustrazioni senza il permesso scritto dell’Editore

Atti del Congresso «Culto Imperial: Politica y Poder»


Nogales T. y González J. (Eds.)
In collana Hispania Antigua, collana diretta da Julián González, Universidad de Sevilla – Departamento
de Filología Griega y Latina.

ISBN 88-8265-438-9
Culto Imperial:
política y poder
Trinidad Nogales
Julián González
Editores

Actas del Congreso Internacional


Culto Imperial: política y poder
Mérida
Museo Nacional de Arte Romano
18-20 de mayo, 2006
Al Prof. R. Étienne, en homenaje de la
comunidad peninsular a su trayectoria
científica, por su importante
aportación al conocimiento
del Culto Imperial
en Hispania
Índice
Prólogo
Presentación

I. El Culto Imperial: perspectivas y problemas

29 - Duncan Fishwick: Imperial processions at Augusta Emerita


49 - Jean-Charles Balty: Culte impérial et image du pouvoir: les statues d’empereurs en
“Hüftmantel” et en “Jupiter-Kostüm”; de la représentation du genius à celle du diuus
75 - Eugenio La Rocca: I troni dei nuovi dei
105 - Gilles Sauron: Le forum et le théâtre: le décor du culte impérial d’Arles à Mérida
125 - Emmanuelle Rosso: Culte imperial et image dynastique: les divi et divae de la Gens
Flavia
153 - Alexandra Dardenay: Le rôle de l’image des primordia Vrbis dans l’expression du
culte imperial

II. El Culto Imperial en las provincias hispanas

BAETICA
173 - Julián González: El origen del Culto Imperial en la Bética según la documentación
epigráfica
191 - José María Luzón y Elena Castillo: Evidencias arqueológicas de los signos de poder
en Itálica
215 - Ángel Ventura Villanueva: Reflexiones sobre la arquitectura y advocación del templo
de la calle Morería en el forum adiectum de Colonia Patricia Corduba
239 - José Beltrán Fortes y Armin U. Stylow: Un aspecto del culto imperial en el suroeste
bético: el "puteal" de Trigueros (Huelva), un altar dedicado a Augusto
251 - Juan M. Campos Carrasco y Javier Bermejo Meléndez: Manifestaciones de culto
imperial en el foro de la ciudad hispanorromana de Turobriga
275 - Sergio García-Dils de la Vega y Salvador Ordoñez Agulla: Nuevos datos para el
estudio del culto imperial en la colonia Augusta Firma (Écija-Sevilla)
299 - José Antonio Garriguet Mata: La decoración escultórica del templo romano de las
calles Claudio Marcelo-Capitulares y su entorno (Córdoba). Revisión y novedades
323 - Antonio Peña Jurado: Reflejos del Forum Augustum en Italica

LUSITANIA
349 - José d´Encarnação: O culto imperial na epigrafia da Lusitânia ocidental: Novidades
e reflexões
369 - Pedro Mateos Cruz: El conjunto provincial de Culto Imperial de Augusta Emerita
395 - José Carlos Saquete y José María Álvarez Martínez: Culto imperial en Augusta
Emerita: complejos monumentales y documentos epigráficos
415 - Walter Trillmich: Espacios públicos de culto imperial en Augusta Emerita: entre
hipótesis y dudas
447 - Trinidad Nogales Basarrate: Culto imperial en Augusta Emerita: imágenes y pro-
gramas urbanos
541 - Jonathan Edmondson: The Cult of Mars Augustus and Roman Imperial Power at Au-
gusta Emerita (Lusitania) in the Third Century A.D.: a New Votive Dedication
577 - Manuel Salinas de Frías y Juana Rodríguez Cortés: El Culto Imperial en el contexto
político y religioso del conventus emeritensis
597 - Pilar Fernández Uriel: El Culto Imperial en la ideología neroniana y su reflejo en
Lusitania
613 - Javier Andreu Pintado: Apuntes en torno al Culto Imperial y a la conducta munificen-
te de las élites en Lusitania

TARRACONENSIS
641 - Sebastián F. Ramallo Asensio: Culto Imperial y arquitectura en la Tarraconense me-
ridional: Carthago Nova y sus alrededores
685 - Juan Manuel Abascal, Martín Almagro-Gorbea, José Miguel Noguera y Rosario
Cebrián: Segobriga. Culto imperial en una ciudad romana de la Celtiberia
705 - Julio Mangas: El culto imperial en el noroeste de Hispania
721 - Manuel Martín-Bueno: El Culto Imperial en el Valle del Ebro
739 - Isabel Rodà: Documentos e imágenes de culto imperial en la Tarraconense septen-
trional
763 - J. M. Macias, J. J. Menchón, A. Muñoz y I. Teixell: Excavaciones en la catedral de
Tarragona y su entorno: avances y retrocesos en la investigación sobre el Culto Im-
perial

Listado de autores
Evidencias arqueológicas de los signos de poder en Itálica
José María Luzón
Elena Castillo
José María Luzón / Elena Castillo

Los hallazgos arqueológicos y epigráficos de Itálica, si bien dan una visión parcial de la ciudad y de
las épocas en las que se perciben transformaciones urbanísticas o programas monumentales, coinciden
en líneas generales con lo que por otras fuentes conocemos de su historia. Se dispone de una escasa
información estratigráfica en las colinas que estuvieron ocupadas desde época más antigua y se conocen
algunos datos sueltos acerca de edificios que hoy quedan debajo del pueblo de Santiponce, cuyo descu-
brimiento se debe en gran parte a excavaciones de los siglos XVIII y XIX, que hoy no son fácilmente
repetibles. Se ha sumado también, a partir sobre todo de la segunda mitad del siglo XX y en los años 80
y 90, el estudio de lo que se considera por una parte la ampliación de la ciudad en el siglo II d.C. y por
otra la reducción del perímetro de las murallas en el Bajo Imperio. La secuencia que se establece, por
tanto, en la vida de esta ciudad romana de la Bética, es un asentamiento de época republicana, la apa-
rición de edificios más o menos monumentales a partir del cambio de Era y durante todo el siglo I d.C.,
la urbanización de desmesuradas proporciones que se hace en los siglos II d.C. y III d.C. y las últimas
obras coincidentes con el declive de la ciudad. Muy probablemente el estatuto jurídico de la ciudad evo-
luciona a lo largo del tiempo al compás de las transformaciones que podemos reconstruir con los datos
arqueológicos, epigráficos, numismáticos o literarios.

Se ha dicho en numerosas ocasiones que Itálica fue, siguiendo la información de Apiano, un asentamien-
to de ciudadanos romanos a orillas del Baetis, decidido al final de la II Guerra Púnica por el propio Pu-
blio Cornelio Escipión, para repartir tierras entre sus veteranos1. En ningún momento se alude al rango
jurídico del establecimiento (denominado pólis por Apiano), lo que llevó a García y Bellido a suponer
que se trataba simplemente de un vicus civium romanorum, siguiendo la interpretación de Mommsem2,
aunque otros han preferido seguir fuentes diversas, en las que Itálica es considerada una urbs3 o un op-
pidum4. Sea como fuere, se desconoce por el momento bajo qué tipo de fórmula administrativa se regían
los campesinos itálicos, ex-soldados de Escipión, instalados en las tierras de la Bética, pues para Roma
la colonización de provincias tan alejadas en una época tan temprana era algo nuevo5. Únicamente se
puede afirmar que, antes de que le fuera concedido el estatuto municipal, pertenecían a Itálica miembros
de un status social alto, como Gayo Marcio, a quien le fue conferido encabezar el enfrentamiento contra
Viriato en el 143 a.C. por el gobernador de la Ulterior, Quinctius6. Debía pertenecer al menos al rango
ecuestre. Hacia el año 76 a.C., Itálica vuelve a participar en un enfrentamiento militar con uno de sus
ciudadanos, el gobernador Metellus Pius, contra el sertoriano Hirtuleius7.

1 Appianus, Iber 153.1-154.1: kaiì au )toi jÍ o ( Skipi ¿wn o l ) i g¿ hn stratian\ wj̈ e )piì ei ¹rh /nv katalipw Ün sun%k̄ise tou \j traumatia ¿ j
ej) po l/ in, h nÁ a )po \ th j= I¹ talia
¿ j I¹ talikh n\ e )ka l
/ ese: kaiì patri ¿j e )sti Trai a + nou = te kaiì ¹Adrianou ,= tw n½ u Àsteron R
¸ wmaio¿ ij
a )rca /ntwn th n\ au )tokra /tora a )rxh /n. “Como fue dejada una pequeña tropa conveniente para el establecimiento de la paz, el resto de los
soldados fueron instalados como colonos de una ciudad, que por Italia llamó Itálica. Y es la patria de Trajano y de Adriano, que más tarde
asumieron el poder autocrático”.
2 CIL 02, 01119 (p 838) = CIL 01, 00630 (p 921) = D 00021d = HEp-01, 00545 = HEp-04, 00698 = AE 1985, 00551 = CILA-02-02, 00377
= ILLRP) = ILS 21d = ILLRP 331 (p 326): [L(ucius) Mumm]ius L(uci) f(ilius) imp(erator) / [dedit Co]rintho capta / [vico Ital]icensi. La
restitución de Mommsen, aceptada por A. García y Bellido, Colonia Aelia Augusta Italica, Madrid 1979, pp. 33 y 69, ha sido puesta en duda
por R. C. K napp, Aspects of the Roman Experience in Iberia 206-100 B. C., Valladolid 1977, p. 113.
3 Siguiendo el epígrafe CIL 02, 00213 (Lusitania, Lisboa / Olisipo): D(is) M(anibus) / Q(uinti) Fabi Festivi / an(norum) XL et / Q(uinti) Fabi
Euelpis[t]i fratr(is) / an(norum) XXX si[t]is urbe Itali[ca] / Q(uintus) Fabius Zosimus / [f]ra[t(er)] f(aciendum) c(uravit).
4 P lin. NH, III. 11.2.
5 H. Galsterer, “La trasformazione delle antiche colonie latine e il nuovo ius Latii”, en Pro Populo Arimininese. Epigrafia e Antichità
14, 1995, pp. 79-94; Idem, “La ciudad de Itálica: estatuto y administración”, en A. Caballos y P. León (edd.), Italica MMCC. Actas de las
Jornadas del 2200 Aniversario de la Fundación de Itálica (Sevilla, 8-11 noviembre 1994), Sevilla 1997, p. 196.
6 Appiano, Iber. 66.
7 Orosio, 5. 23. 10.

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Evidencias arqueológicas de los signos de poder en Itálica

La escasez de información de que dispo-


nemos de Itálica desde su fundación hasta
fines de la República coincide arqueológi-
camente con los datos suministrados por las
estratigrafías del Pajar de Artillo8 (Fig. 1) y
la de la “Casa de Venus”. Sin entrar en la
polémica de que existan unos niveles tur-
detanos anteriores, sí es evidente que es en
estas excavaciones en las únicas en las que
tenemos la secuencia de la ciudad anterior
a la época augustea. Ésa es la Itálica más
antigua y los edificios encontrados son de
adobe y piedra, con cubiertas que no han
dejado vestigio. Son los niveles en los cua-
les la cerámica ibérica convive durante un
tiempo incluso con recipientes y formas de
barniz negro, sin que sepamos nada de los Fig 1. Estratigrafía en el Pajar de Artillo, mostrando los niveles más antiguos de la
ciudad.
edificios principales ni de las característi-
cas urbanísticas de la ciudad. Esta Itálica, que apenas ocuparía lo que hoy es el cerro de San Antonio
y que fue durante un tiempo el núcleo primitivo de Santiponce es la que participa de manera decisiva
del lado de César9 y recibe en un momento debatido del siglo I a.C. (muy probablemente en época de
Augusto) el estatuto jurídico de la municipalidad. A partir de este momento, sí nos deben interesar, a
efectos de lo que puede ser la exaltación personal de determinados dirigentes y el homenaje que se hace
de ellos en la ciudad, las transformaciones que desde el punto de visto arqueológico son susceptibles de
ser documentadas.

El momento clave para analizar alguno de los hallazgos que se han interpretado vinculados a lo que por
regla general se denomina “culto imperial” surge con la concesión del estatuto jurídico municipal. Sobre
este particular, con respecto a Itálica, también ha habido una discusión que ha generado diferentes visio-
nes. Es determinante fijar de si ha sido en época de César o en época de Augusto cuando Itálica adquiere
el rango de municipio. Dando valor al hecho de que el municipium Italicensium queda adscrito a la tribu
Sergia, algunos autores como J. González10 han propuesto que se trate de una concesión cesariana. Por
otro lado, la mención como municipes de algunos italicenses que intervinieron en un episodio ocurrido
en el año 48 a.C. avalaría esta hipótesis. Las transformaciones de la ciudad, sin embargo, parecen datarse
en época de Augusto, lo cual, por otra parte, es normal porque corresponde a un proceso muy extendido
en toda Hispania. Ello puede deberse a que Augusto no hace más que continuar el programa colonizador
de César. Las acuñaciones de moneda son quizá un reflejo de la capacidad que en ciertos ámbitos tiene
a partir de ahora la ciudad. Por sus características, ya que se trata de numerario menor, es muy difícil

8 J. M. Luzón, Excavaciones en Itálica. Estratigrafía en el Pajar de Artillo, <Excavaciones arqueológicas en España>, 78, Madrid 1973.
9 El italicense Quinto Pompeyo Niger, en el 46 a.C., alentó a los soldados cesarianos en la batalla de Munda. Existen también testimonios de
colaboradores del adversario de César, como Munatio Flacco, comandante enviado a Ategua por Pompeyo (Dión Casio, Hist. 43, 66)
10 J. González, “Las fundaciones de Augusto en la Bética y la tribu Galeria”, en J. Mangas (ed.), Italia e Hispania en la crisis de la
República romana. Actas del III Congreso Hispano-Italiano (Toledo, 20-24 de septiembre de 1993), Madrid 1998, p. 40; J. González,
“Italica, municipium iuris Latini”, MCV 20, 1984, pp. 17 ss., criticado por H. Galsterer, “La ciudad de Itálica...”, art. cit., p. 200.

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José María Luzón / Elena Castillo

determinar con precisión las fechas, aunque F.


Chaves data las primeras acuñaciones de esta
ceca en época augustea. Es precisamente en
las monedas donde aparece por vez primera el
título de municipium italicensium, en acuña-
ciones que esta autora fija en el 15 a.C.11.

Entre las primeras familias que emigraron


desde Italia a Italica, poco tiempo después de
su fundación, se contaban las que, generacio-
nes después, llegaron a asumir el control del
Imperio: los Aelii, procedentes de Hadria, en
el Piceno; los Trahii, de Tuder (Todi)12, Italia
central, y los Ulpii, posiblemente también de
la misma zona, asentados todos ellos en Itá-
lica probablemente desde el momento de su
fundación en tiempo de los Escipiones13. Su
Fig 2. Opus signinum conmemorativo de la evergesía de Marco Trahio. participación en las magistraturas locales y su
paulatina promoción política y social convir-
tieron a los miembros de estas familias en homines novi, integrantes del ordo senatorialis (los Aelii
desde la época de Augusto y los Trahii desde los años 70 d.C.). El más lejano antepasado de Trajano,
M(arcus) Trahius C(ai) f(ilius) aparece atestiguado en un pavimento en opus signinum14 (Fig. 2). Cuan-
do la inscripción fue exhumada se realizó un estudio epigráfico-filológico que dio lugar a la interpreta-
ción admitida hasta el momento, según la cual Marco Trahio había sido magistrado de Italica en época
tardorrepublicana, ejerciendo el cargo de pr(aefectus) o pr(aetor) de un templo consagrado a Apolo15.
En la restitución propuesta por J. Gil se suponía la existencia de una doble evergesía por parte de Marco
Trahio: la primera, la de un aedis consagrado probablemente a Apolo; la segunda, la de unas caulas para
el templo. La propuesta, aunque impecablemente razonada, puede ser discutida en algún punto gracias

11 F. Chaves, Las monedas de Itálica, Sevilla 1973, p. 99; M. Grant, From Imperium to Auctoritas, Cambridge 1962, p. 290; F. Chaves, Las
monedas de Itálica, Sevilla 1973, p. 99.
12 Aurelio Victor, Ep.Caes. 9.12, corroborado por CIL XI, 4686.
13 Eutropio 8.2.28. A. Caballos, en “Aportaciones epigráficas al estudio del papel de los precedentes familiares en la promoción de los Ulpii
Traiani”, en S. A rmani, B. Hurlet y A. U. Stylow, Acta Antiqua Complutensia IV. Epigrafía y sociedad en Hispania durante el alto imperio:
estructuras y relaciones sociales, Alcalá 2003, pp. 255-258, publica una serie de inscripciones inéditas en las que se atestigua el nomen
Ulpius o Traius, que testimonian la gran significación de estas familias en Itálica a lo largo de los dos primeros siglos de nuestra era.
14 El pavimento fue hallado en 1984, en la Avda. de Extremadura nº. 56 de la actual Santiponce. Las dimensiones aproximadas son de 4 m.
de largo por 3 m. de ancho (F. Amores y J. M. Rodríguez, “Pavimentos de opus signinum en Itálica”, Habis 17, pp. 551-564). Los excavadores
suponen como anchura total de la estancia unos 4,5/5 m. aproximadamente. CILA-02-02, 00578 = MosHispa-SE, 00001 = HEp-03, 00350 =
HEp-09, 00509 = AE 1987, 00494 = AE 1988, 00707: M(arcus) Trahius C(ai) f(ilius) pr(aetor?/ praefectus) Ap[ollinis aedem(?)] / de stipe
idemq(ue) caul[as d(e) s(ua) p(ecunia) f(aciendum) c(uravit?)]. J. F. Rodríguez Neila y E. Melchor Gil, “Evergetismo y cursus honorum de
los magistrados municipales en las provincias de Bética y Lusitania”, en C. Castillo (ed.), De Augusto a Trajano, Pamplona 2001, p. 229, lo
fechan a mediados del s. I a. C. L. A. Curchin, “Local elites in Baetica in the time of Trajan”, en J. González (ed.), Imp. Caes. Nerva Traianus
Aug. Sevilla 1993, p. 84, propone que Trahius hubiese ocupado el cargo de prefecto (curator) del templo. H. Galsterer, “Die Stadt Italica:
Status und Verwaltung”, en A. Caballos y P. León (edd.) Italica MMCC. Actas de las Jornadas del 2200 aniversario de la fundación de
Itálica, Sevilla 1997, pp. 59-60, cree que podría ser tanto un praefectus pro IIviris o un praefectus operis.
15 J. Gil, “La inscripción italicense de Trahius”, Gerión 4, 1986, pp. 325-380; A. Caballos, “M. Trahius, C.f., magistrado de la Itálica
tardorrepublicana”, Habis 18-19, 1987-1988, pp. 299-317; F. des Boscs-P lateaux, Un parti hispanique à Rome? Ascension des élites
hispaniques et pouvoir politique d´Auguste à Hadrien (27 av. J..C.-138 ap.J.-C.), Madrid 2005, p. 92.

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Evidencias arqueológicas de los signos de poder en Itálica

a la posibilidad actual que nos permite cotejar secuencias de palabras en bases de datos que contienen
todos los hallazgos epigráficos existentes hasta el día de hoy. El sintagma preposicional de stipe apare-
ce asociado siempre al nombre de una divinidad a la que pertenecería el tesoro de ofrendas del templo
(stips)16. Es probable que las dos últimas líneas de la primera línea ap[--- formaran parte del nombre
del dios al que pertenecía el tesoro invertido en la pavimentación o construcción del edificio en el que
apareció el pavimento de signinum. El pago de la obra se hizo con los fondos de un stips, administrado
por uno de los miembros del collegium encargado del mantenimiento del aedes, Marcus Trahius, cuya
función era quizá la de pr(aefectus) dentro de dicha organización17. El problema principal radica en la
iteración del sujeto en la inscripción. ¿Qué une la conjunción copulativa -que? ¿Qué dos cosas hizo
Marco Trahio? Para los editores de la pieza, se trataba de dos evergesías: un aedem o templum y unas
caulas. En nuestra opinión no se trata de una doble liberalidad sino de un doble modo de sufragar los
gastos de una única construcción, que no se especifica porque es aquélla misma en la que se inserta el
epígrafe. Frente a un único paralelo epigráfico de la secuencia caul[-, con la realización vocálica de la
<V>, la secuencia cavi[- aparece atestiguada en numerosos ejemplos. El sintagma verbal con núcleo ca-
veo se complementa en la mayor parte de los casos con el sustantivo, en ablativo (con o sin preposición)
testamento18 y con un verbo en infinitivo pasivo, como fieri o poni. Si fuera este sintagma verbal el que
apareciera en la inscripción original de Itálica, podría interpretarse del siguiente modo: Marco Trahio,
en su función de prefecto de un collegium asociado a un edificio sacro, empleó el tesoro de Apolo y

16 M. Toutain, s.v.  “Stips”, en Daremberg-Saglio, Dictionnaire des antiquités grecques et romaines, París 1877, pp. 1515-1516. El
significado primitivo del término era el de “pecunia non signata”, según Festo, moneda pequeña, que se daba como limosna a los mendigos
del puente Sublicius. Tiempo después, el sustantivo pasó a designar de forma más genérica la ofrenda en piezas de moneda que se otorgaba a
las divinidades, guardada normalmente en una caja, que constituía el tesoro de algunos templos (stips Apollinis, stips Caereris, stips Dianae,
stips Aesculapii, stips Iovis, etc. ). Los fondos constituidos por estas ofrendas se usaban para diversas obras, de carácter religioso o laico.
La donación obligatoria de un stips de forma periódica hizo que la palabra significase también el aguinaldo (especialmente la donación
que a principios de año se hacía al emperador de forma “voluntaria”) o la cotización mensual que debían pagar los miembros de un colegio
funerario. En el capítulo 72 de la Lex Ursonensis se delimita el uso del dinero en concepto de stips para fines sacros, pues la donación tiene
que ser consumida en beneficio del dios o diosa para el que se había hecho la ofrenda: Quotcumque pecuniae stipis nomine in aedis sacras
datum inlatum erit, quot eius pecuniae eis sacris superfuerit, quae sacra, uti hac lege data oportebit, ei deo deaeve, cuius ea aedes erit,
facta fuerint, ne quis facito neve curato neve intercedito, quo minus in ea aede consumatur, ad quam aedem ea pecunia stipis nomine data
conlata erit, neve quis eam pecuniam alio consumito neve quis facito, quo magis in alia re consumatur. “Cuanto dinero se diere o se llevare
a edificios sagrados en concepto de ofrenda, cuanto de este dinero sobrare para estas cosas sagradas que hayan de ser hechas, según esta
lex data convendrá, para el dios o diosa del cual sea este edificio, que nadie haga ni se preocupe ni impida que se consuma en este edificio,
en el cual fue dado y reunido este dinero en concepto de ofrenda y que nadie lo gaste en otra cosa, y que nadie haga que se consuma en otra
cosa”.
17 La lectura de pr. de la primera línea del epígrafe como praefectus o praetor de una asociación colegial fue propuesta también por A.
Caballos, aunque el autor opta por considerar el cargo como municipal y no como colegial. Yo opto por interpretar el cargo como colegial
por las características arqueológicas del lugar en el que fue hallado el pavimento. Durante el estudio que realizamos J. M.Luzón y yo, nos
planteamos también la posiblidad de que la interpunción hubiese sido añadida por error. En tal caso Prap[
18 Podría haber formado parte del cognomen del ciudadano, sin embargo sólo está atestiguado un cognomen con este inicio, Prapis-Prapidis,
un nombre parlante griego que significa “corazón, prudencia, inteligencia”, y que está atestiguado sólo en relación con libertos: AE 1964,
00083; CIL 06, 07135 (p. 3917) = CIL 06, 24592 = AE 1993, 00282; CIL 06, 15018; CIL 06, 15257; CIL 06, 16663; CIL 06, 35726, todas ellas
procedentes de Roma, y CIL 14, 01813, procedente de Ostia Antica.
AE 1995, 00311 (Latium et Campania / Regio I; Miseno) : (...) [h]ic ob honorem statuae / iam pridem decretae si/bi ab eis testamento suo
/ HS XX(milia) n(ummum) dari cavit / propolae piscium / l(ocus) d(atus) d(ecreto) d(ecurionum); AE 2000, 00344 (Latium et Campania /
Regio I, Miseno): (...) sed reditus eius quod annis ita dis/pensaturos ut testamento cavisset desideraretque Nymphidia / Monime dari sibi reos
qui nomine Augustalium corporatorum / ob eam rem q(ua) d(e) a(gitur) caverent et Plaetorius Fortunatus et Aemilius / Epagathio curatores
nominati ab eis stipulatione spondere / vellent actum est (...); CIL 06, 24312 (p 3917) (Roma): Dis Manibus / L(uci) Ploti Euni / ex testamento
/ ita uti cavit / liberti idemque heredes / posuerunt; CIL 10, 00114 = D 06469 (Bruttium et Lucania / Regio III, Petelia, Strongoli): (...) ita
ut cavi fieri praestariqu[e] / volo hoc amplius ab heredibus meis volo praestar[i] / rei p(ublicae) Petelinorum et a re p(ublica) Petelinorum
corpori Au/gustalium ex praedis ceteris meis palum ridica[m] / omnibus annis sufficiens pedaturae vineae / quam Augustalibus legavi (...);
CIL 10, 00336 = InscrIt-03-01, 00176 (Bruttium et Lucania / Regio III, Atena Lucana), leg(ato) leg(ionis)] I Adiutricis quaes[t(ori)] [tri]buno
mili[t(um)] / legionis X Geminae in omnibus / honoribus candidato Caesarum / testamento fieri cavit ex HS X(milibus?); CIL 11, 00695
= D 04359 = SIRIS 00588 (Aemilia, Regio VIII, Bolonia), Dominae Isid[i] Victrici / nomine M(arci) Calpurni Tiron[is et] suo ex parte
patrimoni(i) sui / Sextilia M(arci) lib(erta) Homulla per Anic[etu]m lib(ertum) suum ut fieret test(amento) cavit; CIL 11, 03110 (Etruria /
Regio VII, Civita Castellana, Falerii): L(ucius) Numisius / L(uci) f(ilius) Pol(lia) Viator / Eporedia / evocatus Aug(usti) / testamento / poni
cavit.

— 196 —
José María Luzón / Elena Castillo

Fig 3. Placa conmemorativa de la donación de Lucio Herio en el teatro.

dispuso en su testamento que fuera realizada la obra o incluso que se destinase una parte de su dinero a
ese mismo fin, que en latín quedaría redactado de un modo semejante a: M(arcus) Trahius C(ai) F(ilius)
Pr(aefectus) Ap[ollini ¿---?]/ de stipe idemq(ue) cavi[t fieri/poni test(amento)].

De la ley municipal de Itálica se conserva un sólo fragmento en bronce, pero fue en ella donde se creó el
primer colegio sacerdotal de los pontífices del municipio, integrado por tres miembros19: Lucius Blattius
Traianus Pollio, hijo de Lucio, Gaius T[raius] o T[itius], hijo de Gayo20 y Lucius Herius, hijo de Lu-
cio21. Los dos primeros subvencionaron la construcción de la orchestra del teatro, del proscaenium, de
los itinera o parodoi, de las aras y de las estatuas (signa) esculpidas para ornato del edificio. El pago de
estos elementos arquitectónicos y decorativos de sua pecunia pudo deberse a la elección de ambos per-
sonajes como duoviros del municipio por segunda vez. Sin embargo, contaban ya en su cursus honorum
con el prestigio que les otorgaba a ellos y a los suyos el haber formado parte del primer colegio pontifical
de Itálica. El tercer miembro del primer colegio de pontífices de Itálica era igualmente conmemorado en

19 El colegio de pontífices tenía que estar formado por tres miembros, tal como establece la Lex Ursonensis 67: Neve quis quem in conlegium
pontificum capito* sublegito cooptato nisi tunc cum minus tribus pontificibus ex iis, qui coloniae Genetivae sunt, erunt. Neve quis quem
in conlegium augurum sublegito cooptato nisi tum cum minus tribus auguribus ex eis, qui coloniae Genetivae Iuliae sunt, erunt. “Y que
ninguno sea tomado, elegido u optado para colegio alguno de póntifices a no ser cuando haya al menos tres de los pontífices que hay en la
colonia Genetiva. Y que ninguno sea tomado, elegido u optado para el colegio de augures a no ser cuando estén al menos tres de aquellos que
son (augures) en la colonia Genetiva”. A. Caballos, “Aportaciones epigráficas...”, art. cit., p. 254, pone directamente en relación la inscripción
de Lucio Herio con el pasaje de la Lex Ursonensis 67 arriba citado.
20 CILA-02-02, 00383 = AE 1978, 00402: L(ucius) B[la]ttius L(uci) f(ilius) Traianus Pollio C(aius) T[raiu]s C(ai) f(ilius) Pollio IIvir(i)
desig(nati) iter(um) pontific(es) prim[i cr]eati / Augusto orchestram pros[caeni]um itinera aras signa d(e) s(ua) p(ecunia) f(aciendum)
c(uraverunt?)]. J.F. Rodríguez Neila y E. Melchor Gil, “Evergetismo y cursus honorum de los magistrados municipales”, art. cit., pp. 159-
161; L .A. Curchin, The local Magistrates of Roman Spain, Toronto 1990, p. 151; O. Rodríguez, El teatro romano de Itálica, o.c., catálogo
de epigrafía, I.1. A. Caballos, “Aportaciones epigráficas...”, art. cit. p. 252, corrige la lectura del nombre del segundo pontífice y lee, en lugar
de T[raiu]s, T[itiu]s.
21 AE 1983, 522; CILA II, 382: L(ucius) Herius L(uci) f(ilius) IIvir iter(um) IIvirali / potest(ate) decr(eto) decur(ionum) tert(ium) pont(ifex)
/ creatus Augusto primus / municipio pollicitus ex / [p]atrim[onio suo? arc]us porticu[s / - - - de sua] pecunia / [dedit idemq]ue dedicavit.
L .A. Curchin, The local Magistrates of Roman Spain, Toronto 1990, p. 151; O. Rodríguez, El teatro romano de Itálica, o.c., catálogo de
epigrafía, I.2.
Existen dos testimonios epigráficos de miembros de la misma familia Heria: una niña de nombre Heria Calpurnia, muerta a los cinco años,
cinco meses y diecinueve días (CIL 02, 01150 (p 838) = CILA-02-02, 00453), y un Q(uinti) Her() A(uli) l(iberti) / Sal(vi) (CIL 02, 01151 =
CILA-02-02, 00454).

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Evidencias arqueológicas de los signos de poder en Itálica

el teatro en una placa de mármol que indicaba el objeto de su liberalidad: sufragó la erección de arcos
y pórticos para el teatro, en cumplimiento de una pollicitatio o promesa unilateral22 (Fig. 3). El acto de
evergetismo de estos tres individuos está asociado a un edificio cuya difusión se populariza con fines
propagandísticos y políticos en época de Augusto. Es al menos discutible la interpretación de que estos
pontífices guarden relación alguna con un culto a la persona de Augusto en vida. La asunción del cargo
de pontífices los convertía en referentes de la tradición religiosa romana y de la normativa que la regía,
así como en los más expertos del municipium en derecho sacro. Debían incorporar a las fórmulas de las
plegarias o al desarrollo de los cultos todos los cambios implantados en Roma, pero también proceder a
su eliminación o potenciación según las órdenes enviadas desde la cabeza del Imperio, donde Augusto
había asumido el cargo de pontifex maximus en el año 12 a.C. El pontífice debía dar a conocer mensual-
mente el calendario de las fiestas de la ciudad e inaugurar, es decir, convertir en un “objeto público”
a los flámines que estaban a su servicio. Directamente o por medio del ministerio de sus flámines se
ocupaban del culto a Júpiter Capitolino, a los Penates y a Vesta, nudo vital de la religión cívica; de los
cultos del Estado que no contaban con un sacerdocio especial y de la estricta ejecución de las ceremo-
nias propiciatorias y expiatorias, regulares o extraordinarias23. Pero además, intervenían en cuestiones
relativas al derecho civil cuyas fórmulas, indispensables para la validación de los actos jurídicos, debían
ser sometidas a su supervisión. Lucio Blattio Trajano Pollio, Gayo T[rahio] Pollio, IIviri designati por
segunda vez y Lucio Herio, IIvir por segunda vez y duoviral con la potestad otorgada por decreto de
los decuriones por tercera vez, habían integrado el primer colegio de pontífices de Itálica al servicio de
Augusto24 y aportaron a la ciudad parte de su enorme patrimonio como muestra de liberalidad. A cambio
y en cumplimiento de la ley25, sus nombres fueron grabados en los lugares más visibles del teatro para
servir de ejemplo al resto de sus conciudadanos. El teatro era, en este momento, el lugar privilegiado en
el que exponer el poder y la legitimidad de los miembros más cercanos a la domus Augusta, delante de
la comunidad urbana reunida26 (Fig. 4).

22 J. Arias y J. A. A rias, Derecho romano II. Obligaciones, familia, sucesiones, Madrid 1986, p. 605. Según los autores, la pollicitatio sólo
tenía obligatoriedad jurídica cuando había sido hecha a favor de la ciudad y con un motivo estimable (iusta causa), como lo era el acceso a
una magistratura (pollicitatio ob honorem) o cuando la promesa se hubiese emitido en favor de una divinidad (votum). En el caso de Lucius
Herius la causa de su pollicitatio no queda explícita, por lo que, en caso de incumplimiento, no habría existido sanción contra él o contra sus
herederos. Sin embargo, se puede suponer que la causa de la promesa pudo ser su acceso al cargo de duovir.
23 Daremberg-Saglio, Dictionaire des Antiquités grecques et romaines, París 1887, s.v. Pontifices, p. 569.
24 El dativo Augusto del sintagma pont(ifex) / creatus Augusto primus / municipio (AE 1983, 522; CILA II, 382) debe interpretarse como
un dativo de interés. Véase L. Rubio, Introducción a la sintaxis estructural del latín, Barcelona 1984, p. 142-148. O. Rodríguez, en El teatro
romano de Itálica, o.c., catálogo de epigrafía, I.1, interpreta incorrectamente el epígrafe cuando traduce “los pontífices primeros creados
para el culto de Augusto”. Tal interpretación le lleva a plantearse por qué no se hace alusión al carácter de divus del princeps (lo cual llevaría
a fechar el epígrafe en época tiberiana, cuando la información arqueológica obliga a fechar el teatro en época de Augusto) o por qué son
pontífices y no flámines los que se ocupan de su culto. El error estriba en la interpretación de primi creati, al considerar que el participio
se refiere a la “creación” por primera vez de un cargo con una función concreta, la del culto al emperador divinizado. Como se ha visto
anteriormente, primi facti o primi creati designa el nombramiento de los primeros miembros que asumen las magistraturas civiles o religiosas
de un municipio o colonia. Una vez elegido el primer ordo decurionum es posible la datio legis, la redacción de los estatutos jurídicos de
una ciudad y a partir de ellos serán elegidos los miembros del resto de las magistraturas y sacerdocios. Véase también el planteamiento de P.
Le Roux, “L´evolution du culte impérial dans les provinces occidentales d´Auguste à Domitien”, Pallas 40, 1994, pp. 397-411, en el que pide
cautela en la interpretación de primus creatus, que no debe ser confundido con la aparición del cargo mencionado en la fecha en la que se
pueda datar el documento epigráfico. A. Caballos, “Aportaciones epigráficas...”, art. cit., considera que, puesto que no aparece la mención de
divus y dada la relación entre la inscripción de la orchestra y la de Lucio Herio, los pontífices fueron nombrados durante la vida de Augusto,
siempre y cuando no se considere “augusto” como calificativo del cargo o se piense en una significación genérica del término.
25 Según Dig 50.10.3-4 o Dig.50. 8. 6., en los teatros y anfiteatros no podía aparecer ningún otro nombre que el del emperador que había
concedido el permiso para la construcción o el de los evergetas que hubieran contribuido a ella.
26 M. L. Caldelli, “Le élites locali fanno spettacolo negli edifici di spettacolo” en M. Cébeillac-Gervasoni, Autocélébration des élites
locales dans le monde romain, Clermond-Ferrand 2004, pp. 129-155.

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José María Luzón / Elena Castillo

Fig 5. Cabeza colosal de Augusto

Fig 4. Inscripción con litterae callatae en conmemoración de la


donación evergética de Lucio Blattio Trajano Pollio y de Gayo T
[ raio?] Pollio.

Una cuestión que sin duda plantea problemas en la estatuaria italicense que se atribuye a los denomi-
nados programas de culto imperial lo tenemos con dos cabezas del tamaño mayor del natural y muy
diferentes en su concepto. Una de ellas es el retrato de Augusto27, de grandes proporciones, sobre cuya
cronología los autores no se han puesto de acuerdo (Fig. 5). Con razones y argumentos muy consisten-
tes, se ha fechado desde época del propio Augusto hasta época de Trajano. D. Boschung28 ha propuesto
la datación del retrato monumental en época augustea temprana, en virtud de la “pinza” del flequillo
y de la ausencia de rasgos clasicistas, según el modelo del tipo de la Alcudia y del Louvre MA 1280.
P. León, sin embargo, retrasa la datación y la considera tiberiano-claudia al compararla con la cabeza
colosal de Trípoli, procedente del foro de Leptis Magna. Las consecuencias de que este retrato sea de
un momento u otro son evidentes. En el primer caso estaríamos ante una escultura monumental en un
minúsculo municipio de la Bética, de carácter meramente propagandístico. El retrato de Octaviano-Au-
gusto se enclavaría dentro de la difusión de imágenes del joven hijo del ya divinizado César, que trataba

27 P. León, Retratos romanos de la Bética, Sevilla 2001, pp. 248-251; Eadem, Esculturas de Itálica, o.c., n. 19, pp. 74-75.
28 Augustus 131, n. 47, lám. 44.

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Evidencias arqueológicas de los signos de poder en Itálica

de conseguir el reconocimiento de sus capacidades militares. Para ello, había difundido en las monedas
su imagen desnuda, sosteniendo con una mano el aplustre o espolón de un barco y una lanza con la otra,
según la representación del Poseidón de Lisipo, ensalzando su poder conforme lo había aprendido de
los monarcas helenísticos de Oriente29. El retrato y la estatua colosal a la que pertenecía pudieron for-
mar parte del ambicioso programa propagandístico de Augusto, subvencionado o bien por la clientela
cesariana de Itálica o bien por la propia familia Julia. Si la estatua hubiese sido realizada en tiempos de
Claudio o en fecha posterior, su significado sería completamente diferente. El retrato representaría no
ya a un militar deseoso de granjearse el apoyo y la colaboración de las elites municipales partidarias
de su padre adoptivo, sino a un emperador al que el Senado le había concedido (después de días de va-
cilación y debate) el título honorífico de divus y en una época en la que numerosas ciudades hispanas
se embellecían y desarrollaban gracias a las reformas legislativas del emperador Claudio. Relacionada
con una posible basílica, con un templo dedicado a alguna de las divinidades protectoras del gobierno
de Augusto (Júpiter o Apolo), con el teatro –construido en parte por el cuerpo de pontífices sobre el que
aquél imponía sus decisiones-, la estatua colosal subrayaba un cambio radical en la vida de la ciudad,
vigilada y custodiada desde la altura por los ojos de piedra del princeps.

La otra cabeza de tamaño mayor del natural es un retrato con corona civica30, del que se ha dicho que
pudiera ser el emperador Galba. El hecho de llegar a la conclusión de que se trate de un emperador
por llevar corona civica ha limitado mucho las posibilidades de identificación del personaje. Todos los
autores que han tratado el tema, están de acuerdo en que no podemos atribuirlo claramente a ningún
emperador conocido, aunque la ejecución de la obra se data claramente en la segunda mitad del siglo I
d.C. o incluso en época flavia. En realidad la corona civica es un distintivo militar de máximo rango que
obtuvieron personajes como el propio Publio Cornelio Escipión, fundador del asentamiento. La cuestión
es a qué personaje de altísimo reconocimiento militar de la segunda mitad del siglo II le pudieron haber
dedicado, en Itálica, una escultura pública de tales proporciones. Puede por tanto ser un particular y no
un emperador o miembro de la familia imperial. No faltan en este municipio personajes muy destacados
que cuentan en su cursus honorum con la concesión de los ornamenta triunfalia y que pudieran haber
querido quedar representados en el municipio bético con este distintivo. Sirvan como ejemplo los dos
hermanos Domitii (Cn. Domitius Lucanus31 y Cn. Domitius Tullus32), cuya carrera militar fue contempo-

29 P. Zanker, Augusto y el poder de las imágenes, Madrid 1992.


30 P. León, Esculturas de Itálica, o.c., n. 21, pp. 78-79.
31 F. des Boscs-P lateaux, Un parti hispanique à Rome?..., o.c. pp. 488-489, n. 45. CIL XI 5210 = CIL 06, *01772 = D 00990, de Fulginia
(Foligno), Umbría: Cn(aeo) Domitio Sex(ti) f(ilio) V[o]l[t](ina) / Afro Titio Marcello / Curvio Lucano / c(o)ns(uli) proco(n)s(uli) provinciae
Africae / legato eiusdem provinciae Tu[lli] / fratris sui septemviro epulonum i[tem(?)] / praetorio legato provinciae Afr[ri]c[ae] /
Imp(eratoris) Caesar(is) Aug(usti) praef(ecto) auxiliorum omnium / adversos Germanos donato ab / Imp(eratore) Vespasiano Aug(usto) et
T(ito) Caesar(e) Aug(usti) f(ilio) coronis / murali vallari aure<a=IS> hastis puris III / vexillis III adlecto inter patricios praetori / tr(ibuno)
pl(ebis) quaest(ori) pro praetore provinciae Afric[ae] / [tr(ibuno)] mil(itum) leg(ionis) V Alaud(ae) IIIIvir(o) viarum curandar(um) patrono
/ optimo / d(ecreto) d(ecurionum).
32 F. des Boscs-P lateaux, Un parti hispanique à Rome?..., o.c. pp. 492-493. CIL 11, 05211 = D 00991: Cn(aeo) Domitio Sex(ti) f(ilio) 3 Curvio
Tullo 3] / festali praef(ecto) au[xilior(um) omnium] / adversus Germanos qui cum esset candidatus Caesar(is) pr(aetor) desig(natus) missus
est ab / Imp(eratore) Vespasiano Aug(usto) legatus pro praetore ad / exercitum qui est in Africa et apsens inter / praetorios relatus donato
ab / [Im]p(eratore) Vespasiano Aug(usto) et Tito Caesare Aug(usti) f(ilio) coronis / murali vallari aure<a=IS> hastis puris III vexillis III /
adlecto inter patricios (a la vez que su hermano, en el 73/74, durante la censura de Vespasiano y Tito) tr(ibuno) pl(ebis) quaest(ori) Caesar(is)
Aug(usti) / [t]r(ibuno) mil(itum) leg(ionis) V Alaud(ae) Xvir(o) stlitib(us) iudicandis patrono optimo / d(ecreto) d(ecurionum).

— 200 —
José María Luzón / Elena Castillo

ránea a la de Trajano padre y que estaban emparentados


con Publio Aelio Hadriano Afer, padre de Adriano, casa-
do con la sobrina de aquéllos, Domitia Lucilla, heredera
de cuatro grandes patrimonios33.

El rango jurídico de municipio, que tiene la ciudad con


seguridad a partir de época augustea, se mantiene duran-
te algo más de un siglo, sin que haya indicios arqueoló-
gicos de que el establecimiento primitivo de la colina de
san Antonio adquiriese mayores proporciones. Se trata
de un núcleo de población muy reducido próximo a His-
palis, en el que existe una evidente desproporción entre
sus dimensiones y el papel creciente que va a jugar en la
política del Imperio, a medida que avanza el siglo I d.C.
Los restos arqueológicos que aparecen en la ciudad no
difieren de lo que cabe esperar en cualquier otro munici-
pio de la Bética, tanto en documentos epigráficos como
en monumentos. Es a lo largo del siglo primero cuando
se produce el encumbramiento de las familias italicen-
ses que van a llevar de manera consecutiva a dos de sus
miembros al trono. No está claro ni arqueológicamente
Fig 6. Escultura heroizada procedente de Los Palacios. Museo
ni por las fuentes el reflejo que puede haber tenido en Arqueológico de Sevilla.
Itálica el hecho de que Trajano accediese al Imperio.
Sus grandes obras conocidas están en Italia, como el puerto de Ostia, el foro y la basílica Ulpia... Son
modelo de una actividad de arquitectura e ingeniería como no se había conocido hasta entonces. Pero en
Itálica no hay atribuido a este emperador ningún proyecto de tal envergadura. Es posible que las termas
del foro sean de esa época, pues la técnica constructiva con ladrillo alcanza en este momento su pleno
apogeo34.

Suponiendo que la estatua desnuda de un personaje heroizado35 sea el propio Trajano36, tendríamos aquí
un testimonio de la dedicación en su ciudad de un monumento honorífico o algún tipo de homenaje al
emperador (Fig. 6). Está muy admitida la identificación con Trajano de este retrato, cuya cabeza está se-
veramente mutilada, pero sería conveniente revisar de manera más minuciosa el parecido físico, puesto
que de no ser posible la identificación mantenida hasta ahora, cambiaría mucho el discurso que se sos-
tiene de esta obra de gran calidad dedicada en su ciudad natal. Lo único que se conserva del rostro es la
parte inferior y aquí el rasgo iconográfico inconfundible del emperador es siempre su boca apretada con

33 Sobre la concentración de las herencias por las mujeres de las elites locales, véase M. Navarro, “L´élite, les femmes et l´argent dans les
provinces hispaniques”, en L. de Ligt, E. A. Hemelrijk y H.W. Singor (edd.), Roman rule and civic life: local and regional perspectives.
Proceedings of the fourth workshop of the international network. Impact of Empire (Roman Empire, c. 200 b.C- a.D 476). Leiden, june
25-28, 2003, Amsterdam 2004, pp. 389-400.
34 Véase por ejemplo: L. Roldán, Técnicas constructivas romanas en Itálica (Santiponce, Sevilla), Madrid 1993.
35 P. León, Las esculturas de Itálica, Junta de Andalucía 1995, n. 5, pp. 42-47, con la bibliografía anterior.
36 Así lo considera W. H. Gross, Bildnisse Traians, 1940, pp. 59, 61 y 133, n. 76, lám. 2a, a pesar de que el modo de combinación de los rasgos
del retrato fuera único para la representación de Trajano.

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Evidencias arqueológicas de los signos de poder en Itálica

el labio inferior ligeramente retraído. Así lo vemos en toda la iconografía tanto monetaria como en los
retratos oficiales. Sería éste el único caso en toda la iconografía de Trajano en el que la boca no coincide
con algo que es un gesto tan característico de él. Por lo que respecta al resto del tipo iconográfico, se trata
de un modelo de tradición helenística, que es válido para el emperador como para otros miembros de las
élites locales. En Volubilis este modelo se aplica al hijo de Iuba II, y aparece también desnudo, con clá-
mide en el hombro izquierdo pero con los rasgos del retrato del personaje representado. De no poderse
confirmar con seguridad que esta escultura idealizada de Itálica sea Trajano, sería difícil, a partir de este
testimonio arqueológico, continuar el argumento del culto o la mera dedicación honorífica en su ciudad
natal sobre la que tanto se ha escrito. De todas formas, no debemos olvidar que en Itálica hubo miem-
bros de su familia y que si no se han encontrado monumentos escultóricos o arquitectónicos asociados
a un emperador tan significado no quiere ello decir que no los hubiera. Simplemente, que no trabajamos
sobre la certeza de que lo que se ha venido atribuyendo a Trajano pueda ser objeto de un razonamiento
con conclusiones más o menos útiles.

A diferencia de lo que ocurre en las etapas anteriores, a partir de Adriano la ciudad sí experimenta cam-
bios visibles que se manifiestan arqueológicamente. Nosotros sabemos por Aulo Gelio que es Adriano
quien concede el estatuto de colonia a los munícipes italicenses37. En este caso, las fuentes literarias
coinciden con los testimonios epigráficos y arqueológicos. El nombramiento de colonia (que incorpora
el nomen de la familia imperial: Colonia Aelia Augusta Italica) conllevaba el aumento de la maiestas
de la ciudad, materializada en la creación de nuevas áreas residenciales y de nuevos espacios y edifi-
cios públicos. Itálica duplica su extensión en un brevísimo espacio de tiempo y se hacen con dinero del
emperador obras de gran envergadura38. Todo el perímetro de la ampliación de la ciudad se ve rodeado
por una muralla de más de dos kilómetros, de nueva construcción, con torres, puertas y todo lo que una
urbe puede desear. Las calles gozan de un trazado impecable de cloacas de desagüe como tienen muy
pocas ciudades de la Bética; se pavimentan anchas avenidas de 8 y 6 metros de calzada, se dictan normas
para que todas estas calles tengan fuentes públicas y aceras porticadas. Fuera del perímetro de la ciudad
se construye un acueducto de casi 40 km. para abastecer las nuevas termas, fuentes públicas e incluso
mansiones privadas. En el mismo programa urbanístico se construye un anfiteatro, calculado para más
de 25 mil espectadores, que en su diseño arquitectónico sigue de cerca muchas soluciones del Coliseo
de Roma. De una manera desproporcionada, Itálica, que apenas contaría con dos o tres mil habitantes,
tiene uno de los mayores anfiteatros del Imperio. Dentro de la muralla también predomina la despro-
porción de la arquitectura oficial. En el sector norte, se construyen unas termas y lo que parece ser una

37 Aul. Gelio, NA 16.13.4.-5: De cuius opinionis tam promiscae erroribus diuus Hadrianus in oratione, quam de Italicensibus, unde ipse
ortus fuit, in senatu habuit, peritissime disseruit mirarique se ostendit, quod et ipsi Italicenses et quaedam item alia municipia antiqua, in
quibus Vticenses nominat, cum suis moribus legibusque uti possent, in ius coloniarum mutari gestiuerint.
38 Los círculos de amicitia en torno a Trajano y Adriano, que llevaron al Senado a ciudadanos de Itálica, como A. Platorius A.f. Serg. Nepos
Aponius Italicus Manilianus C. Licinius Pollio, Publius Coelius P(ublii) f(ilius) Serg(ia tribu) Balbinus Vibullius Pius, hijo de Publius
Coelius Apollinaris, pariente de Trajano; o Publius Acilius Attianus, tutor de Adriano junto a Trajano y encargado de eliminar a los eventuales
rivales de su pupilo, pudieron formar parte del grupo que celebró la ascensión al poder de Trajano y Adriano mediante una inscripción
dedicada en Tivoli, la antigua Tibur, con la que agradecían las liberalidades públicas imperiales en la provincia meridional de Hispania, en
la que puede leerse el siguiente texto: CIL 14, 04235 = InscrIt-04-01, 00079 = D 00318 (Tibur): ob libe]ralitates pub[licas] / [Imp(eratoris)
Caes(aris) T]raiani Hadria[ni Aug(usti)] / [p(ontificis) m(aximi) trib(unicia) pot(estate) X]X co(n)s(ulis). p(atris) p(atriae) im[p(eratoris)
II] / [erg]a prov[inciam H]ispaniam Baetic[am ex an(no)] / [d(ie)] III Id(us) Aug(ustas) Q(uinto) A[quilio Nigro M(arco)] Rebilo Aproniano
co(n)s(ulibus) in a[n(num)] / [d(ie)] IIII K(alendas) Ian(uarias) [L(ucio) Tutilio Luperco P(ublio) Calpu]rnio Atiliano co(n)s(ulibus).

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José María Luzón / Elena Castillo

Fig 7. Vista aérea de Italica, donde se aprecia la ampliación adrianea y el lugar que ocupa
en ella en nuevo foro.

palestra adjunta, que ocupan una amplísima superficie y que dotan a la ciudad de unos baños de gran
monumentalidad39 (Fig. 7).

En la parte más alta y central de esta ampliación se construyó un enorme pórtico, orientado de este a
oeste, del que queda sobre todo la planta y algunos fragmentos arquitectónicos y epígrafes que fueron
estudiados por P. León40. Es sin duda el conjunto monumental más emblemático de todo el proyecto del
siglo II d.C. en Itálica. Esta ampliación del municipium italicense coincide a todas luces con el cambio
de estatuto jurídico de la ciudad. Las fistulae de plomo para la conducción de aguas llevan las iniciales
CAAI (Coloniae Aeliae Augustae Italicae). Pero lo verdaderamente importante de asociar a Adriano

39 M. Boatwright, “Itálica y la magnificencia urbana de Adriano”, en A. Caballos y P. León (edd.), Italica MMCC..., o.c., pp. 220-233,
compara el crecimiento urbanístico de Itálica en relación a la intervención de Adriano con la transformación experimentada por Atenas,
Cízico y Ostia.
40 P. León et alii, Traianeum de Itálica, Sevilla 1988.

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Evidencias arqueológicas de los signos de poder en Itálica

Fig 8. Vista aérea del llamado Traianeum.

el estatuto de colonia para Itálica es que a ello se debe también vincular todo este inmenso programa
urbanístico. La nueva colonia necesita un foro y, aunque poco sabemos del que existía en la zona an-
tigua, quizá desde época republicana y repleto de recuerdos históricos de la ciudad y de sus anteriores
evergetas, el único espacio al que en la nueva colonia se le puede atribuir el calificativo de foro colonial
es a este pórtico. Se reservó este gran espacio para la vida pública, sagrada o profana, con un recinto
consagrado a la reunión de las asambleas, a la ejecución de las ceremonias sacras, al comercio, a la expo-
sición de las nuevas leyes o a la exhibición de los nuevos evergetas y de las nuevas familias en pujanza
dentro de un recién estrenado escenario digno de una colonia41 (Fig. 8). Los asuntos concernientes a la
religión y a la administración de la ciudad se desplazaban a un espacio más amplio, más moderno, con
una arquitectura conforme a los emergentes gustos de la época, que recurría a la dilatación intermitente
de los muros con exedras semicirculares y vanos rectangulares en alternancia, como en el Asklepeion
de Pérgamo, en el pórtico de la Biblioteca de Atenas, en la villa imperial de Tibur, etc.42. En su forma,
incorporaba a los viejos esquemas arquitectónicos utilizados, desde época helenística, para espacios
abiertos y plazas el estilo y las técnicas aplicadas en la construcción del Foro de Trajano y depuradas en
el Panteón romano o en la Biblioteca ateniense e incluso, a menor escala, en la Piazza d´oro de la villa
adrianea de Tívoli. Cabría dentro de lo posible que la figura de Trajano, como hijo que también fue de

41 J. L. Jiménez, “Los escenarios de representación en las ciudades romanas de Hispania”, en S. R amallo, La decoración arquitectónica
en las ciudades romanas de Occidente, Murcia 2004, p. 387: “Con el establecimiento del Principado se inaugura una etapa de desarrollo
monumental urbano en el que la iniciativa se repartirá entre la domus Augusta y las familias más poderosas que invierten grandes sumas de
dinero en dotar a sus ciudades de aquellos elementos que les permitan establecer lazos de parentesco con la Urbs. Por este procedimiento,
las elites urbanas expresan su adhesión al régimen político imperante, a la vez que aumentan sus cuotas de reconocimiento entre sus
conciudadanos, medio indispensable para alcanzar su más elevada proyección social”.
42 D. M. Jacobson, “Hadrianic Architecture and Geometry”, AJA. 90.1, 1986, pp. 69-95.

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José María Luzón / Elena Castillo

Itálica, estuviese en este lugar más o menos recordado. Pero ninguna de las evidencias arqueológicas
o epigráficas lo confirma. El escaso número de epígrafes relacionados con la plaza adrianea de Itálica
apareció reutilizado y, por tanto, no se puede saber con certeza el lugar exacto que ocupaba dentro del
recinto. Todos ellos tienen una característica común: celebran importantes donaciones de dinero por
parte de magistrados y sacerdotes de la colonia para la ornamentación de la plaza o del templo: Marcus
Cassius Caecilianus43, dedicadas al genio de la colonia splendidissima Italicensis, donó cuatro estatuas
de cien libras de plata, ob honorem IIviratus44, es decir, como muestra de liberalidad “extra” sumada al
pago obligatorio de la summa honoraria del cargo (honos) de duoviro, munificencia que pudo haber sido
una promesa electoral y, por tanto, de obligado cumplimiento45. Es la segunda de un total de tres inscrip-
ciones que aluden a donaciones ob honorem realizadas por magistrados de la Bética (la primera aludía
al pago de los arcos y pórticos del teatro por Lucio Herio), de las cincuenta y cuatro conocidas en toda
Hispania46. De su cursus honorum se destacan únicamente los cargos religiosos de mayor rango que le
llevaron a ser elegido duoviro de la colonia: flamen perpetuo del Divo Trajano, (titulatura sólo atestigua-
da en un epígrafe de Tarraco47), y flaminal de la provincia Bética. Según la información que ofrece otro
epígrafe fragmentado, probablemente referido al mismo personaje, de dimensiones considerablemente
mayores y que fue situado en el teatro48 (aunque no con certeza), su elección como miembro del ordo
local fue realizada directamente por el emperador49. Se ha propuesto para la restitución de la placa que
podía haber sido Trajano el emperador que lo eligió como miembro del senado local. Sin embargo, el
ejercicio del duovirato lo realizó con posterioridad a los cargos sacerdotales de flamen de Trajano divi-
nizado, por lo que la adlectio tuvo que ser propuesta por Adriano, probablemente animado por la lealtad
a la familia augusta que había mostrado el ciudadano.

43 L. A. Curchin, The local Magistrates of Roman Spain, Toronto 1990, p. 152; J. F. Rodríguez Neila y E. Melchor, “Evergetismo y cursus
honorum de los magistrados municipales”, art. cit., p. 225.
44 AE 1982, 520; AE 1983, 519; CILA II, 343: M(arcus) Cassius Ser(gia) Caecili[anus] / flamen perpetuus divi Traiani flaminalis
provin[ciae] / Baeticae statuas quae sunt in ordinem positae / n(umero) IIII ex argenti libris centenis ob honorem IIvir(atus) / Genio
coloniae splendidissimae Italicensis posuit. 
Publicada por P. León, El Traianeum de Itálica..., o.c., cap. “Hallazgos epigráficos”, pp. 105-108.
45 Las entregas de dinero a las arcas públicas por el acceso a un cargo, la summa honoraria, apenas son mencionadas en los epígrafes,
por su carácter obligatorio. El dinero era destinado al pago de los ludi oficiales de la ciudad. Las promesas ob honorem eran de obligado
cumplimiento tanto para el que lo prometía como para sus herederos, en caso del fallecimiento del primero: Dig. L.12.14: Pomponius libro
sexto epistularum et uariarum lectionum. Si quis sui alieniue honoris causa opus facturum se in aliqua ciuitate promiserit, ad perficiendum
tam ipse quam heres eius ex constitutione diui Traiani obligatus est. sed si quis ob honorem opus facturum se ciuitate aliqua promiserit
atque inchoauerit et priusquam perficeret, d<e>cesserit: heres eius extraneus quidem necesse habet aut perficere id aut partem quintam
patrimonii relicti sibi ab eo, qui id opus facere instituerat, si ita mallet, ciuitati, in qua id opus fieri coeptum est, dare.
Dig 50.12.9: Modestinus libro quarto differentiarum. Ex pollicitatione, quam quis ob honorem apud rem publicam fecit, ipsum quidem
omnimodo in solidum teneri: heredem uero eius ob honorem quidem facta promissione in solidum, ob id uero, quod opus promissum
coeptum est, si bona liberalitati soluendo non fuerint, extraneum heredem in quintam par- tem patrimonii defuncti, liberos in decimam
teneri diui Seuerus et Antoninus rescripserunt. sed et ipsum donatorem pauperem factum ex promissione operis coepti quintam partem
patrimonii sui debere diuus Pius constituit.
46 J.F. Rodríguez Neila y E. Melchor Gil, “Evergetismo y cursus honorum de los magistrados municipales”, art. cit., p. 147.
47 L. Minucius Apronianus, de Tarraco, también había sido flamen divi Traiani antes de ocupar el IIvirato quinquennali, el cargo más
prestigioso dentro de la carrera municipal: CIL 02, 04274 = CIL 02, 06072 = RIT 00918: L(ucio) Minicio / L(uci) fil(io) Gal(eria) / Aproniano
/ aedil(i) q(uaestori) IIvir(o) / et q(uin)q(uennali) col(oniae) I(uliae) u(rbis) t(riumphalis) T(arraconis) / flam(ini) divi / Traiani Parthici /
heredes ex / testament(o).
48 O. Rodríguez, El teatro romano de Itálica, o.c., catálogo de epigrafía, I-8.
49 CILA-02-02, 00403: ------ / [---]++ / [---C]aeciliano[---?] /3 [---]adlect[o---?] / [---a]ian[---] / -----. Ha sido restituida como: C]aeciliano
/ [3] adlect[o] / [ab Imp(eratore) Tr]aian[o Aug(usto).

— 205 —
Evidencias arqueológicas de los signos de poder en Itálica

Otra inscripción es la de Marcus Sentius Maurianus, Marci filius50, que había ejercido como edil, duovir
y, por último, como augur. Consagró a Apolo Augusto una estatua de cien libras de plata (considerando
que un pondus es el peso de una libra). La donación no fue realizada ob honorem del sacerdocio augural
sino por iniciativa propia, en muestra de su poder adquisitivo y de su elevado rango dentro de la colo-
nia.

Marcus Antistius [---51 cumplió, junto a su hijo Marcus Antistius, un votum prometido a Júpiter (Augus-
to u Optimo Maximo), in honor(em52) Gen(ii) co[l(oniae?, es decir, “en consideración al Genio (¿de
la Colonia?)”. Por la fragmentariedad de la pieza, nada se sabe de la condición social o del origen del
dedicante, probablemente no italicense. Su nomen se ha puesto en relación con el duovir de Córdoba,
Lucius Antistius Rusticus, o con otro Lucius Antistius Rusticus53, procónsul de la Bética entre el 82-87
d.C.54, cónsul sufecto bajo el principado de Domiciano y gobernador de Capadocia hasta su muerte,
recordada en un epigrama de Marcial55. El sintagma preposicional ex provincia acompaña, en bue-
na parte de las inscripciones que lo contienen, un toponímico o un gentilicio, como en domo Choba
ex provincia Mauretania Caesarensi56; ex provincia Baetica civitate Baesarensi57; colono ex provincia
Baetica Tuccitano58; Volubilitani ex provincia Mauretaniae59; ex provincia Baetica municipio Italica60
o bien como oriundus ex provincia Pannonia61. Puede también acompañar un sustantivo o adjetivo que

50 AE 1983, 520; CILA II, 342: Apollini Aug(usto) sacr(um) / M(arcus) Sentius M(arci) f(ilius) Serg(ia) Maurianus / Italic(ensis) aedil(is)
IIvir augur perpetuus / colon(iae) Ael(iae) Aug(ustae) Ital(icae) ex arg(enti) p(ondo) C d(onum) d(edit). P. León, El Traianeum de Itálica...,
o.c., cap. “Hallazgos epigráficos”, pp. 109-110.
51 P. León et alii, El Traianeum de Itálica..., o.c., cap. “Hallazgos epigráficos”, pp. 113-114; AE 1988, 708; HEp 2, 1992, 630; CILA II,
344: Iovi [---] / M(arcus) Antistus [---] / ex prov(incia) Baet(ica) E[---] / honor(em) Gen(ii) co[lon(iae)---] / cum fil(io) M(arci) Antisti
vo[tum. corregida como: Iovi [- - -] / M(arcus) Antistius [- - -] / ex prov(incia) Baet(ica) E[- - - ob] / honor(em) Gen(io) co[l(oniae) - - -] /
cum M(arco) Antist(io) Luca[no - - -] / fil(io?) [ 
52 La lectura ha sido corregida por HEp 2, 1992, 630, [in] honor(em) Gen(ii) frente a las propuestas anteriores que escribían ob honorem
Genio Coloniae..., lo cual suponía un problema de interpretación, pues el Genio col[ no sería el destinatario del voto, sino Júpiter, ya
especificado en la primera línea. La restitución in honorem Genii está avalada por AE 1965, 00193 (Alpes Maritimae, Cimiez, Cemenelum ):
In honorem / G(enii) m(unicipii) / cultorum P(ublius) Vesucius / Soterichus / v(otum) s(olvit); o por AEA 1999/00, 00184 = AE 2001, 01656
(Pannonia superior, Vindobona, Viena): [I]n ho(norem) / Gen(ii) / cent(uriae) / [p]ro salute Aug(usti) / Fla(vius) Victo/rinus v(otum) s(olvit)
l(ibens) m(erito).
53 CIL 02-05, 00302 = HEp-01, 00288 = HEp-09, 00295 = AE 1977, 00440 = AE 1982, 00544 = AE 1986, 00334c.; AE 1925, 00126 = AE
1926, 00001= AE 1926, 00058 = AE 1927, 00053 = AE 1927, 00093 = AE 1927, 00096 = AE 1926, 00078 = AE 1997, 01482.
54 G. Alföldy, Fasti Hispanenses. Senatorische Reichsbeamte und Offiziere in den spanischen Provinzen des Römischen Reiches von
Augustus bis Diokletian, Wiesbaden 1969, p. 160; S. E. Stout, “L. Antistius Rusticus”, Classical Philology 21.1, 1926, pp. 43-51.
55 Marcial dedicó un epigrama (IX. 30) a su amigo Antistius y a su mujer Nigrina, que acudió a Capadocia a recoger las cenizas de su esposo
para devolverlas a Roma. Es el poeta bilbilitano el que hace referencia al origen hispano de este Antistius.
56 AE 1963, 00016 (Hispania citerior, Petavonium, Rosinos de Vidriales): Herculi sacr(u)m / M(arcus) Sellius L(uci) f(ilius) Arn(ensi) /
Honoratus do/mo Choba ex pr/ovincia Maur[e]/tania Caes(ariensi) pra[e]/f(ectus) M(milliariae) a(lae) II F(laviae) H(ispanorum) c(ivium)
R(omanorum) / votorum compo/s templa Alcidi / deo a fundame/ntis exstruxit.
57 AE 1908, 00108 = AE 1908, 00251: C(aius) Pupius / Restitutus / ex provincia Baetica / civitate Baesarensi / ann(orum) XXV h(ic) s(itus)
e(st) s(it) t(ibi) t(erra) l(evis) / in fr(onte) p(edes) X in agr(o) p(edes) X.
58AE 1975, 00019 (Roma): P(ublio) Petillio Q(uinti) f(ilio) Ga[l(eria)] / Colono / ex provincia / Baetica Tuccitano / scribae aed(ilium)
cur(ulium) / testamento / fieri iussit
59AE 1969/70, 00747 /Mauretania Tingitana, Volubilis): [Imp(eratore) Caesare Vespasiano Aug(usto) VI T(ito) Imp(eratoris) Aug(usti)
f(ilio) IV co(n)s(ulibus)] Sex(tum) Sen[tium Sex(ti) f(ilium) Quir(ina) Caecilianum leg(atum) Aug(usti)] pro pr(aetore) [ordinandae utriusque
Mauretaniae] co(n)s(ulem) des[ig(natum) Volubilitani ex provincia nova Ma]ureta[nia Africa sibi liberis posterisque eorum patronum
cooptaverunt] Sex(tus) Sen[tius Sex(ti) f(ilius) Quir(ina) Caecilianus leg(atus) Aug(usti)] pro pr(aetore) [ordinandae utriusque Mauretaniae]
co(n)s(ul) des[ig(natus) Volubilitanos ex provincia nova Ma]ureta[nia.
60 AE 1992, 00153 = AE 1996, 00108 (Roma): Iunia L(uci) f(ilia) / Amoena / ex provinci[a] / Baetica municipi[o] / Italica / hic sita est / in
fr(onte) p(edes) XII / in ag(ro) p(edes) XVI
61 CIL 06, 02544 (p 3835) = D 02066 (Roma):D(is) M(anibus) / Pletorio Primo fisci / curatori coh(ortis) / IIII pr(aetoriae) |(centuria) /
Silvani oriundus ex pro/vincia Panno(nia) inferiore / natus castello Vixillo qui / vixit annis XXXV m(ensibus) IIII / mil(itavit) an(nis) XV
m(ensibus) VIII Veturia / Digna marito b(ene) m(erenti) f(ecit).

— 206 —
José María Luzón / Elena Castillo

indique movimiento como reditu62 o reversus63 o aparecer con un nombre de oficio, como el de diffusor
olearius ex provincia Baeticae64 o mercatori olei Hispani ex provincia Baetica65. En cualquiera de los
casos anteriores las inscripciones hacen referencia a personas trasladadas a otro lugar del Imperio que
recuerdan su origen. En el caso de Marco Antistio se ha propuesto su procedencia de Colonia Patricia,
restituyendo patriciensis en la tercera línea66, a pesar de que no es posible la lectura de una P. Uno de los
epígrafes antes mencionados, AE 1911, 00208 (Roma), en el que L(ucius) Acilius Clodianus consagra un
signum Iovi, sugiere una nueva lectura de la 2ª y 3ª línea del epígrafe italicense del siguiente modo: [in]
honore(m) gen(ii) co[nsecravit?]/ cum filio M. Antisti(o) vo[to susceptu?], considerando además que la
dedicación podría estar dirigida a Iovi [Augusto o Aug(usto) sacrum, con lo que la piedra sería de algo
más del doble de las dimensiones de la parte conservada.

Por último, una reciente interpretación de dos fragmentos marmóreos por parte de A. Caballos67 sumaría
una nueva donación a las anteriormente documentadas. El primero de ellos (una placa de mármol de las
canteras de Almadén de la Plata) podría leerse como: ---]os cum [---/ ---] rg(enti) tribus Traiani[---68.
El segundo contiene el siguiente texto: ---] ersu[---/---] IIIV [---69. A. Caballos los ha puesto en relación
por su semejanza paleográfica y por las características comunes del material de las placas. Puesto que
el resto del material epigráfico del llamado “Traianeum” es de carácter votivo, deduce que esta placa
también lo fue. Hace una doble propuesta para la restitución de la segunda línea del primer fragmento:
podría tratarse del nombre en genitivo de la persona con cuyo dinero se pagó la dedicación o por encargo
de quien se hizo ([--- f. Se]rg(ia) tribus Traiani), con la tribu y el cognomen del emperador; o bien podría
considerarse referida al objeto dedicado: [statuis? a]rg(enteis) tribus Traiani [Aug(usti)]. Si esto fuera
así, la placa haría referencia a la evergesía de tres estatuas de plata del propio emperador, sin la mención
de divinización. Se documentaría con ello, por primera vez, el nombre de Trajano en el edificio italicen-
se. Sin embargo, la conjetura es arriesgada en tanto que el primer fragmento no se sabe con certeza si
procede del mismo recinto que el segundo. Faltaría saber, en todo caso, a qué divinidad se consagraban
las estatuas del emperador, en el supuesto de que la hipótesis de A. Caballos fuera correcta.

Algo más de un siglo después de que fueran consagrados los votos y promesas arriba citados, a finales
del s. III d.C., una mujer vinculada a la elite mauretana, promovida con la subida al trono de los Se-

62 AE 1911, 00208 (Roma): L(ucius) Acilius Clodianus / eques Roman(us) / decurialis pro reditu / ex provincia Icupri(!) item / aliarum
provinciarum vo/to suscepto signum / Iovi Olumpio(!) Corinthiu / consecravit cum fili(i)s.
63 CIL 06, 00092 (p 831, 3003) = CIL 06, 30690 (Roma): Pro salut[e] / Ti(beri) Caesaris Aug[usti] / pontificis ma[ximi] / Concord[i]a[e]
[d(onum) d(edit)] / M(arcus) Hordeoniu[s---] / procurator re[versus] / ex provincia Nar[bonensi] / auri p(ondo) V ar[genti p(ondo) ---].
64 CIL 06, 01885 = AE 1994, 00193 (Roma): Memoriae / Caeciliae Helladis / uxoris karissimae / D(ecimus) Caecilius Abascantus / lictor
curiatus / diffusor olearius ex / provincia Baetica / fecit sibi et libertis / [l]ibertabusque sui[s] / posterisque eoru[m].
65 CIL 06, 01935 = D 07489 (Roma): D(is) M(anibus) / L(ucio) Mario / Phoebo / viatori / tribunicio / decuriae maio/ris mercatori / olei
Hispani ex / provincia / Baeticae.
66 Podría tratarse del mismo personaje fallecido en Epora: CIL 02-07, 00154 (Montoro / Epora): Diis Manibus sacrum Antistius / Patriciensis
vixit ann(is) LXXV / p(ius) i(n) s(uis) h(ic) s(itus) e(st) s(it) t(ibi) t(erra) l(evis).
67 “Aportaciones epigráficas...”, art. cit., pp. 261-265.
68 CIL II, 5371= EE. IX, 80, n. 211 = CILA SE 402, HEp 4, 729. La lectura ha sido muy discutida y se han aportado numerosas propuestas,
recogidas en el artículo de A. Caballos, “Aportaciones epigráficas...”, art. cit. p. 261.
69 A. Blanco, “Hallazgos epigráficos”, en P. León, Traianeum de Itálica, Sevilla 1988, p. 116, 2, lám. 107.

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Evidencias arqueológicas de los signos de poder en Itálica

veros70, de nombre Vibia Modesta, hija de Gayo Vibio Libón, hacía la donación más importante ates-
tiguada hasta el momento en este recinto, dedicada en honor a la Victoria Augusta y conmemorada en
un pequeño bloque de mármol de espejuelo grueso71: una estatua de plata, de 132 libras de plata72, con
pendientes de tres racimos de diez perlas, cuarenta gemas y ocho berilos, además de una corona de oro
con veinticinco gemas y gemarios. Para colocar tan impresionante ofrenda, el ordo splendissimo le otor-
gó un lugar público dentro de un templo suo73 (¿de la Victoria, de la flamínica o del ordo decurionum?)
donde depositó también la corona áurea flaminal74, una pequeña cabeza de oro de Isis, otra de Ceres con
collares de plata y otra de Juno Regina. El motivo de la donación fue su nombramiento, por segunda
vez, como flaminica.

De todos los signa mencionados, estatuas o retratos que donaron los miembros de la elite italicense,
no queda nada. Los restos escultóricos que se han conservado son tan escasos que no aportan ninguna
información nueva: un dedo de una estatua colosal, quizá de un acrolito; un fragmento de mano algo
mayor del natural, un fragmento de pierna de tamaño natural y el pliegue de un paño75. La comparación
con otros centros semejantes hispanos del siglo II d.C. permiten conjeturar que el espacio o templum
adrianeo de Itálica estuviera adornado con conjuntos escultóricos de las dinastías locales, afines al poder
de los emperadores hispanos, miembros del senado local y evergetas que hubiesen colaborado econó-
micamente con la construcción y ornato del nuevo recinto urbano. Junto a ellos, como en los espacios
públicos de todas las ciudades del Imperio, se levantarían algunas estatuas de los emperadores, de los
ya fallecidos y de los entonces reinantes, acompañados por alguna representación alegórica o mítica

70 O. Rodríguez, “Programas decorativos de época severiana en Itálica”, en S. R amallo (ed.), La decoración arquitectónica..., o.c., pp. 355-
377 (especialmente p. 372).
71 CILA-02-02, 00358 = HEp-04, 00724 = AE 1982, 00521 = AE 1983, 00521: Vict(oriae) Aug(ustae) Vib(ia) Modesta G(ai) Vib(i) Libonis
fil(ia) ori[g(ine)] / Mauretania iterato honore bis flaminica sacerd(os) / statuam argenteam ex arg(enti) p(ondo) CXXXII cum inauribus
<mar>/garitis n(umero) X et gemmis n(umero) XXXX et berull(is) n(umero) VIII et corona au[rea] / cum gem(m)is n(umero) XXV et
gem(m)ar<i>is accep(to) loc(o) ab splendid(issimo) [or]/[d]in(e) in temp(lo) suo corona(m) aurea(m) flaminal(em) capitul(is) aure[is]
/ [Domi]na(e) Isidis alter(um) Cerer(is) cum M{a}anib(us) arg(enteis) item Iunoni R(eginae) d(onum) d(edit). Publicada en P. León, El
Traianeum de Itálica..., o.c., cap. “Hallazgos epigráficos”, pp. 110-111.
72 Según el estudio de E. Melchor, “Ornamentación escultórica y evergetismo en las ciudades de la Bética”, Polis. Revista de ideas y formas
políticas de la Antigüedad clásica, 6, 1994, pp. 221-254, las donaciones de estatuas por parte de los ciudadanos oscilaban, en África, entre
los 2000 y 8000 sestercios y en Italia entre los 4000 y 7000. En la Bética las once referencias a donaciones de estatuas oscilan entre los 248 y
los 6000 sestercios, de los cuales el 90% se debía pagar al artista. En la Bética hay quince testimonios que hacen referencia a la donación de
estatuas de plata, entre las que se cuenta la pagada por Vibia Modesta. El peso de 135 libras supera a las estatuas de Italia y norte de África
debido a la abundancia de plata en la Bética. En el siglo II o principios del III, una libra de plata labrada costaba entre 800 y 1000 sestercios,
por lo que la donación de Vibia ascendía de 108000 a135000 sestercios.
73 Según el estudio de P. Catalano, “Aspetti spaziali del sistema giuridico-religioso romano. Mundus, templum, urbs, ager, Latium, Italia”,
ANRW, II, 16.1, pp. 440- 553, un templum era el lugar donde, además de poder recibir los augurios, se podían administrar los asuntos públicos
y tener la reunión del Senado (Servio. Ad Aen. 1, 446: templa in quibus auspicato et publice res administrarentur et senatus haberi posse).
El templum hace referencia a una porción de territorio, generalmente delimitado por el kardo y el decumanus, sobre el cual se pedía la
aprobación divina para dedicarlo a las actividades públicas de los magistrados y sacerdotes. La inauguratio de los templa se diferenciaba
de la dedicatio-consecratio de los aedes, aediculae, arae, pulvinaria o simulacra, que se celebraba dentro de un lugar inaugurado. El ius
augurium establecía las normas según las cuales ciertos actos magistraturales o sacerdotales debían ser cumplidos in templo para que fueran
iusta.
74 E. Saglio, s.v. “corona”, en Daremberg & Saglio, Dictionaire des antiquites..., o.c., p. 1525. En la Bética se atestiguan otras cinco
donaciones de coronas: CIL II 1663, AE 1982 538, CIL II 2326 y 1582 y IRPC 534.
75 P. León et alii, El Traianeum de Itálica..., o.c., cap. “Cuestiones de iconografía. Interpretación y significado ”, pp. 82-86.

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José María Luzón / Elena Castillo

asociada a los lemas que definían el programa político76. La presencia de retratos imperiales, heroizados
o con atuendo militar, no justificaría en ningún caso la adscripción del templo al culto imperial o la
presencia de una estatua monumental de Trajano divinizado en el interior de la cella del templo, como
estatua de culto77. Nada podemos decir de la advocación del templo. Las dedicaciones a Júpiter, Apolo,
al Genio de la Colonia o la Victoria Augusta demuestran, una vez más, la indefinición sagrada de los
espacios inaugurati, en los que se acumulaban ofrendas diversas a distintos dioses, donaciones en las
que importaba más el dinero invertido para promoción social del dedicante que el destinatario divino a
quien se consagraba.

Una serie de inscripciones honoríficas procedentes de Itálica fue incluida en el CIL II sin hacer referen-
cia al lugar en el que fueron encontradas. Por el tipo de epígrafe -dedicación a un personaje de la co-
munidad, de la clase local o ecuestre- se puede suponer que se levantaron en cualquiera de los espacios
públicos que servían de marco para la promoción de ciudadanos leales al régimen imperial. Uno de ellos
fue Gayo Vallio Maximiniano78, procurador de las provincias de Macedonia, Lusitania y Mauretania
Tingitana, al cual la res publica italicensium recordaba porque había devuelto la paz a la provincia Bé-
tica. El pedestal fue dedicado durante el duovirato de Licinio Victor y Fabio Aeliano, datado en tiempos
de Marco Aurelio. Ambos duoviros estaban emparentados con la familia senatorial de los Aelii y proba-
blemente se encargaron de que fuera erigida una estatua al emperador, de la que se conserva su cabeza
en muy mal estado. El primero de ellos por pertenecer a la familia de los Licinii Victores de Munigua79,
en la cual Caius Licinius Victor Annianus había contraído matrimonio con Aelia L(uci) f(ilia) Procula80.
De ellos debía ser descendiente también una mujer de Itálica, Aelia Licinia Valeriana, hija de Aelius
Priscus81 y de una Licinia y esposa de Laberius Firmanus, a la cual le concedió el splendidissimus ordo
Italicensium el pago de los funerales y el lugar para la sepultura, con una estatua que la debió represen-
tar. Estos honores, una vez aceptados, los sufragó la familia y que se recibían a cambio de evergesías y
colaboraciones con el poder central. Tampoco sabemos cuál fue la labor o el beneficio que pudo aportar
a Itálica la mater familias Lucia Avircia Aciliana82, hija de Publio, para que el senado local colaborase,

76 A. Chastagnol, “L´expression épigraphique du culte impérial dans les provinces gauloises”, REA 97, 1995, pp. 593-614: “En définitive, les
bases qui honorent l´empereur en donnat tous ses noms et tous ses titres valables en un moment donné, les statues et bustes qui se pressent sur
le forum ou ailleurs ne relèvent pas à proprement parler de ce que nous avons pris l´habitude d´appeler le culte impérial ou s´y rattachent par
une voie parallèle indépendante. Les pratiques officielles dans les lieux appropriés, la forme de révérence que recouvre ce terme dans notre
langage telles que nous les avons étudiées sous le couvert de leur expression épigraphique ne s´agressent pas”.
77 P. León et alii, El Traianeum de Itálica..., o.c., p. 84: “No sería, pues, extraño que el acrolito colosal ya mencionado representara a divo
Trajano y que como estatua de culto estuviera ubicado en la cella del templo”. La presencia, accesibilidad y visibilidad del princeps o de
su imagen conformaba ideológicamente la diferencia entre la soberanía justa y la tiranía. Su estudio ha sido realizado por M. Millar, The
emperor in the Roman world, Londres 1977 y S. Benoist, “Le prince en représentation: visibilité et accessibilité du pouvoir impérial romain
d´Auguste à Constantin” en M. Molin (ed.), Images et représentations du pouvoir et de l´ordre social dans l´antiquité. Actes du colloque,
Angers 28-29 mai 1999, París 2001, pp. 249-259.
78 CIL 02, 01120 (p 838) = AE 1961, 00339 = D 01354 = CILA-02-02, 00378 = ILS 1354: C(aio) Vallio / Maximiniano / proc(uratori)
provinciar(um) / Macedoniae Lusi/taniae Mauretan(iae) / Tingitanae fortis/simo duci / res p(ublica) Italicens(ium) ob / merita et quot(!)
/ provinciam Baetic(am) / caesis hostibus / paci pristinae / restituerit // (latere dextro)Dedicata anno / Licini Victoris et / Fabi Aeliani
IIvirorum / pr(idie) Kal(endas) Ianuar(ias).
79 Se los conoce por dedicaciones a los emperadores flavios.
80 AE 1972, 264, CIL II 1050-1 = ILER 1248, 6051.
81 Advertimos que se ha trasmitido una lectura incorrecta del nombre de Aelius Priscus, incluido en CIL II como Aelius Prisus y que el
error se ha repetido en algunas publicaciones recientes. CIL 02, 01130 = CILA-02-02, 00389: Aeliae Q(uinti) f(iliae) / Liciniae / Valerianae
/ splendidissimus / ordo Italicens(ium) / funeris impensam / locum sepulturae / statuam ponendam / decrevit / Aelius Prisus pater et /
Laberius Firmanus / maritus honore accepto / d(e) s(ua) p(ecunia) posuerunt.
82 CILA-02-04, 01220 (Montellano, Callet?): D(is) M(anibus) / Luciae P(ubli) f(iliae) / Avirciae / Acilianae / matri piissumae(!) / huic ordo
Italicens(is) et / Romulens(es) Hispalens(es) et / Caesarini Asidonens(es) et / Fortunales Siarenses et / Aeneanici Callenses / decreverunt
inpensam funeris / et statuas / M(arcus) Aemilius Afer Acilianus fil(ius) / honore usus inpensam / remisit.

— 209 —
Evidencias arqueológicas de los signos de poder en Itálica

junto a Hispalis, Asido Caesarina, Fortunales Siarenses y Aeneaci Callenses, en el pago de su funeral
(en Montellano, ¿Callet?) y la colocación de estatuas (en plural), que fueron pagadas por Marcus Aemi-
lius Afer Acilianus, su hijo.

De otros, cuyo nombre ha desaparecido de la piedra, sólo sabemos que fueron patronos o curatores de
Itálica83 y que por ello, aunque sus carreras quedaron grabadas en lugares lejanos a la Bética (Volsinia,
en Etruria84, o Savaria, en Pannonia Superior85), pudieron ser representados en la Colonia Aelia Augusta
Italica.

La epigrafía de Itálica da cuenta de algunos cargos municipales de carácter religioso menor, ejercidos
por personajes que no ascendieron en la carrera pública: un sacerdos Coloniae Aeliae Augustae Itali-
censium de nombre Publius B[---] Fortunatus86 y un magister Larum Augustorum et Genii Caesaris
Augusti llamado Gayo Marcio Apilo87. El título sacerdos resulta muy ambiguo en un contexto epigráfico
en el que los flámines, seviros y pontífices, cargos que podían ser mencionados con el nombre genérico
de sacerdos, son diferenciados. Al ser esto así, el significado de sacerdos podría definirse como un sa-
cerdocio necesario para el culto de cualquier dios venerado en Itálica. Saber cuál era ese dios es lo que
resulta más complicado. La dedicación de Publius B[---] Fortunatus va dirigida a una Domina Regia,
no atestiguada en ninguna otra inscripción del Imperio. El adjetivo regia es escaso y acompaña en los
epígrafes a sustantivos como dignitate o veste. Domina, en cambio, es más frecuente como aposición al
nombre de algunas divinidades femeninas: Ceres88, Venus89, pero especialmente Isis, a la que se dedica
en las placas italicenses del sacellum del teatro como Isidi Dominae90 o como Isidi / Regin(ae)91, por lo
que se podría pensar que la dedicación de Fortunatus a Dominae Regiae estuvo dirigida a Isis, de la cual
él mismo fue sacerdos a finales del s. II d.C.

83 CIL II 1121 = CILA II, 380 (Italica): provi]nc(iae) pro[c(uratori) - - - / - - -]R tr(ibuno) mil(itum) l[eg(ionis) - - -] / patr[ono. 
84 CIL 11, 02699 (p 1295) = D 05013 = RHP 00077 = AE 2000, 00136 (Etruria / Regio VII, Volsinii, Bolsena): tr(ibuno) p]l(ebis?)
candi[d(ato) quaest(ori) patrono] / in Italia Volsiniensium / patriae suae item Ferent(inatium) / et Tiburtium item colon(iae) / Italicens(ium)
in prov(incia) Baetica / praet(ori) Etrur(iae) XV populor(um) / sacerdoti Caeninensium / M(arcus) Helvius M(arci) f(ililus) Clemens Arnen/
sis(!) domo Carthagine praef(ectus) eq(uitum) / alae primae Cannanefat(i)um / praesidi sanctiss(imo) et rarissimo / cura agente L(ucio)
Aconio Callisto / trib(uno) mil(tum) leg(ionis) XIIII Gem(inae) Sev(erianae). Es el mismo personaje que el mencionado en CIL 11, 07287
= AE 2000, 00136 (Etruria / Regio VII/ Volsinii ): praet(ori) Etruriae XV p]opulor(um) c[uratori] / [t]empl(i) deae N[ort]ia[e patrono] /
[c]oloniae I[tali]c[ensium.
85 Las dos inscripciones siguientes no fueron constrastadas para la propuesta de restitución, por lo que las partes perdidas, entre corchetes,
han sido restituidas de modo completamente diferente, considerando en una el cargo de curator coloniae Aeliae y en la segunda el de
legato Augusto pro praetore legionis tertiae Augustae Italicensium: RIU-01, 00120 = AE 1972, 00394 = AE 1983, 00773 = AE 1995, 01254
(Szombathely, Savaria Superior): adversus hoste]s publico[s ---] / [curator coloniae Ael]iae Aug(ustae) I[talicensium] / [curator viarum
Clodiae] Cassiae C[iminae] / [---]ae sacrif[icium donato] / [ab Imp(eratore) Vespasiano Caesa]r(e) Aug(usto) et Tito [Caesare Aug(usti)] /
[f(ilio) coronis IIII vallaribus] II aurea n[avalis?, el mismo al que se le dedicaba una inscripción en Roma: CIL 06, 41081 = AE 1972, 00394
= AE 1983, 00773 = AE 1995, 01254: ]s public[o?---3] / [leg(ato) Aug(usti) pr(o) pr(aetore) leg(ionis) tert]iae Aug(ustae) It[alicensium? ---] /
[cur(atori) viar(um) Clodiae Anniae] Cassiae C[iminiae 3] / [3]ae sacrif[icium? 3 adlecto] / [inter praetorios ab Imp(eratore) Ves]p(asiano)
Aug(usto) et Tito [Caes(are) Aug(usti) f(ilio) ab iisdem donato] / [hastis puris III(?) coronis I]II(?) aurea m[urali vallari(?).
86 AE 1908, 150; AE 1952, 121; AE 1984, 504; CILA II, 351: Dominae Regiae / P(ublius) B(- - -) Fortunat/us / sac(erdos) c(oloniae) A(eliae)
Aug(ustae) Ital(icensium). 
87 CIL 02, 01133 = CILA-02-02, 00385 = D 03623: C(aius) Marcius Apilus / magister Larum / Augustor(um) et Genii / Caesaris August(i)
/ hic situs est / in f(ronte) p(edes) XX in ag(ro) p(edes) XX
88 AE 1919, 00057 (Catania, Sicilia).
89 AE 1908, 150; AE 1952, 121; AE 1984, 504; CILA II, 351: Dominae Regiae / P(ublius) B(- - -) Fortunat/us / sac(erdos) c(oloniae) A(eliae)
Aug(ustae) Ital(icensium). 
90 HEp-05, 00714.
91 HEp-05, 00715.

— 210 —
José María Luzón / Elena Castillo

El acceso al sacerdocio suponía una serie de gastos que podían diezmar la fortuna de una familia. Los
munera a los que estaban obligados, como el pago de espectáculos para la ciudad, se podían ver afectado
por el desmesurado aumento de los precios. Así debió ocurrir durante el imperio de Marco Aurelio, al
que los sacerdotes de la Galia se vieron obligados a recurrir para que pusiese freno a los sucios negocios
(foedus quaestus) de los lanistas (grassaturi, “bandidos”), tal como relata el bronce de Itálica92. Marco
(Aurelio) Antonino y Lucio Cómmodo, restablecedores de la salud pública, sanadores de los males del
pueblo93, gracias a su gran providentia94, fueron llamados para auxilio de los afectados por un sacerdos
que lloraba su fortuna al verla dilapidada. La liberación de toda carga que oprimiera el patrimonio de
quien era elegido sacerdos se vio satisfecha y con ella se produjo el deseo ferviente de cumplir con las
obligaciones impuestas por el cargo, para demostrar el agradecimiento a los emperadores95. Así pues,
el bronce de Itálica se suma a los testimonios imperiales que prueban que determinadas dedicaciones
a la domus augusta eran consecuencia de la intervención directa de los emperadores en asuntos que
afectaban al fisco público o al patrimonio privado y que la condonación de deudas a la comunidad o al
individuo conllevaba una serie de muestras de agradecimiento en las que se exaltaban las virtudes de los
principes: providencia, justicia o equidad, en las que se afianzaba la vinculación entre la salus publica
y el cabeza del Imperio.

La mención del cargo de magister larum Augustorum et genii Caesaris Augusti aparece sólo en la
inscripción funeraria de Gayo Marcio Apilo, arriba mencionada. Su función estaba relacionada con el
cuidado de las imágenes de los lares –colocadas en edículos, altares y en los puntos más importantes
de la ciudad como los cruces de caminos (compita) o los confines de la región o de los barrios-, y con
la organización de los rituales dedicados a ellos, como los Compitalia (27 de junio) durante los cuales
se realizaba una procesión con los Lares, portados por togados, hasta los pies de la imagen del Genio
imperial, a la que se hacía un sacrificio. Desde el año 7 a.C., Augusto comenzó a rehacer los edículos de
los lares compitales e introdujo la imagen de su Genius, por lo que el culto a los lares protectores de los

92 CIL 02, 06278 (p 1056) = D 05163 = AE 1952, 00051 = AE 1962, 00403 = AE 1965, 00137 = AE 1967, 00221 = CILA-02-02, 00339.
Estudiado por A. Balil, La ley gladiatoria de Itálica, Madrid 1961.
93 Ibidem: Tantam illam pestem nulla medicina sanari posse(t) nec poterat verum nostri principes quibus omne studium est quanto li/bet
morbo salutem publicam mersam et enectam refovere et integrae valetudini reddere inprimis anima adverterunt quae / causa illi morbo
vires daret unde foeda et inlicita vectigalia ius haberent quis auctor et patronus esset (...) o magni Impp(eratores) qui scitis altius fundari
remedia quae etiam malis consulunt (...) “Aquella enfermedad tan grande no puede ni podía ser sanada con ninguna medicina. Sin embargo,
nuestros príncipes, que tienen todo el afán que es necesario, restablecieron la salud pública, hundida y atormendatada y la devolvieron al
sanamiento completo. En primer lugar, se dieron cuenta de qué razón daba fuerzas a esa enfermedad, de dónde cobraban derecho los feos e
ilícitos impuestos, qué autor o patrono había... ”; “Oh magnos emperadores que sabéis encontrar los mejores remedios que castigan incluso
a los malos”.
94 Ibidem: (...) fructus tan/tae vestrae providentiae (...).
95 erat aliquis qui deploraverat fortunas suas creatus sacerdos qui auxilium sibi in provocatione ad principes facta constituerat sed /
ibidem ipse primus et de consilio amicorum quid mihi iam cum appelatione omne onus quod patrimonium meum opprimebat sanc/tissimi
Impp(eratores) remiserunt iam sacerdos esse et cupio et opto et editionem muneris quam olim detestabamur amplector / itaque gratiae
appellationis non solum ab illo verum et a ceteris petitae et quanto plures petentur iam hoc genus causarum diversam formam / habebit
(...) de pectore intimo clamant{e} ego censeam / censeo igitur in primis agendas maximis Impp(eratoribus) gratias qui salutaribus remedis
fisci ratione post habita labentem civitatium statum et prae/cipitantes iam in ruinas principalium virorum fortuna(s) restiterunt (...) itaque
censeo uti munera quae assiforana / appellantur in sua forma maneant nec egrediantur sumptu HS XXX(milia)(...) “Había sido nombrado
sacerdote uno que había llorado su fortuna y que había establecido el auxilio para sí en la provocatio hecha a los príncipes. Pero puesto que a
mí los santísimos emperadores, con la apelación, me habían retirado toda la carga que oprimía mi patrimono, yo el primero y por el consejo
de mis amigos ya deseo y elijo ser sacerdos y abrazo la realización del munus que antes detestábamos. Así, gracias a la apelación solicitada
no sólo por aquél sino también por los demás y por cuanto muchos solicitan, este tipo de causas ya tendrá una forma diversa (...) Desde lo más
profundo de mi pecho clamante, yo considero en primer lugar que he de dar las gracias a los más grandes emperadores, que han restablecido
el estado desfalleciente de las ciudades con remedios ventajosos, después de tenida la valoración del fisco, y restituyeron las fortunas de los
hombres principales que se precipitaban ya a la ruina. (...) Así pues establezco que permanezcan en su forma los munera llamados assiforana
y que no rebasen la suma de treinta mil sestercios...”

— 211 —
Evidencias arqueológicas de los signos de poder en Itálica

lugares se asoció, en la mayoría de las dedicatorias, con el del genius Augusti96. Se ponía en práctica la
misma estrategia que para las fiestas estatales. El princeps, considerado pater patriae, merecía los mis-
mos rituales que los dedicados al pater familias pero a una escala mayor, oficial y universal, para la cual
era necesario crear un sacerdocio especial encargado del cuidado del culto97. La revitalización del culto
en tiempos de Trajano y la importancia que adquiere bajo Marco Aurelio sugieren fechar la inscripción
de Marcio Apilo en la segunda mitad del s. II d.C.

De cuantos epígrafes se han mencionado hasta el momento, sólo uno estaba dedicado a un emperador.
Curiosamente y a pesar de haber sido Itálica la cuna de la familia de los Aelii, de los Ulpii y de los Trahii,
se han descubierto muy pocos epígrafes dedicados a los miembros de la familia imperial y pocos re-
tratos que se puedan identificar sin dudas con miembros de estas gentes. Desgraciadamente, cualquiera
de ellos está descontextualizado, con lo que es imposible saber a qué espacio de la ciudad pertenecía.
Además de la ya mencionada inscripción hallada en 1788 en Los Palacios y dedicada probablemente a
Trajano98, existen otras tres, dedicadas por la res publica Italicensium al numen y a la maiestas de los
emperadores Floriano (276)99, Probo (276-282)100 y Caro (282/283 d.C.) 101 (Fig. 9). De ellos se extraen
algunos datos interesantes: los pedestales y sus estatuas eran sufragadas a cargo de las arcas de la colonia
y no con la fortuna de ningún particular; el pueblo constata en el epígrafe su lealtad, la devotio al numen,
al “espíritu” del Emperador innominado102 y a su capacidad de ejercer el mando, a su poder, dignidad y
soberanía (maiestas); los encargados de realizar la dedicatio de los pedestales no son sacerdotes de la
ciudad (que no habrían desaprovechado la oportunidad de aparecer nombrados) sino el vices praeses
(Aurelio Iulio) y el curator rei publicae Italicensium (Aurelio Ursino). La presencia del curator puede
ser justificada por el objeto mismo de su magistratura: la supervisión de las inversiones del dinero pú-
blico y de las obras realizadas ex novo o restauradas103.
Aunque los seviros y augustales, libertos imperiales en muchos casos, mostraban su lealtad mediante
dedicaciones a los emperadores y con votos pro salute imperatoris prometidos a diferentes divinidades,

96 F. Beltrán, “Culto a los lares y grupos de parentesco en la Hispania indoeuropea”, pp. 59-71, en M. Mayer (ed.) Religio deorum. Actas
del coloquio internacional de epigrafía: culto y sociedad en Occidente. (Tarragona, 6-8 octubre 1988), Sabadell 1999.
97 J. A. Hild, s.v. <Lares>, en Daremberg & Saglio, Dictionaire des antiquites..., o.c., pp. 937-949.
98 CIL 02, 01114 (p 838) = CILA-02-02, 00365.
99 Encontrada en 1771 y conservada en el convento de San Isidoro del Campo y traslada a Sevilla en el XIX por el duque de Montpensier:
CIL 02, 01115 = CILA-02-02, 00370 = D 00593: Magno et Invicto / Imp(eratori) Caes(ari) M(arco) Annio / Floriano Pio Felici / Invicto
Aug(usto) p(ontifici) m(aximo) / trib(unicia) potest(ate) / co(n)s(uli) p(atri) p(atriae) / proco(n)s(uli) res publica / Italicens(ium) devota
/ numini maiestati/que eius dedicante / Aurelio Iulio v(iro) p(erfectissimo) a(gente) v(ices) p(raesidis) / curante Aurelio / Ursino v(iro)
e(gregio) curatore / rei p(ublicae) Italicensium. (corona palmaria)
100 Hallada en 1753, en el pórtico del convento de San Isidoro del Campo y trasladada a Sevilla en las mismas circunstancias que la anterior.
CIL 02, 01116 = CILA-02-02, 00371 = HEp-04, 00726: Imp(eratori)] Caes(ari) / [M(arco) Aur(elio)] Probo / [Pio in]victo Aug(usto)
/ [p(ontifici) m(aximo) tr]ib(unicia) potest(ate) co(n)s(uli) / [des(ignato)] proco(n)s(uli) / res p(ublica)] Italicensium / [dev)ota numini /
[ma]iestatique eius / [de]dicante Aurelio / [Iu]lio v(iro) p(erfectissimo) a(gente) p(raesidis) et / [c]uratore rei public(ae) / Italicensium.
101 CIL 02, 01117 (p XLI) = CILA-02-02, 00372: Imp(eratori) Caes(ari) / M(arco) Aur(elio) Caro / Pio Felici Invicto / Aug(usto) pont(ifici)
max(imo) trib(unicia) / pot(estate) p(atri) p(atriae) co(n)s(uli) proco(n)s(uli) / res p(ublica) Italicens(ium) / devota numini maiestatiq(ue) /
eius.
102 Según A. Chastagnol, en “L´expression épigraphique du culte impérial dans les provinces gauloises”, REA 97, 1995, pp. 593-614, a partir
de Calígula, el nombre del príncipe queda en la sombra y se hace referencia a él en los epígrafes con el nombre simbólico e impersonal de
Augusto. Éste es reemplazado en época de Adriano por la evocación al numen Augusti y a la domus divina. “Le culte impérial n´est pas alors
le culte de l´empereur mais celui du régime impérial sans que rien ne change dans le formulaire quand on passe d´un titulaire a l´autre” (p.
604). Añade el autor que es a la divinidad local, al santuario, al que los ciudadnos dirigen las voces de plegaria, no al emperador.
103 C. Lucas, “Notes on the Curatores rei Publicae of Roman Africa”, The journal of Roman Studies, 30, 1, 1940, pp. 56-74. En África, el
primer testimonio de curator atestiguado data del 196 d.C. Buena parte de las inscripciones africanas de curatores indican el ejercicio previo
del flaminado.

— 212 —
José María Luzón / Elena Castillo

como el dedicado a Adriano y Sabina por su liberto Sil-


vano Pantheo Autarces104, no todas las inscripciones que
hacen referencia a un sevir augustalis pueden incluirse en
el marco de “sacerdocios de culto imperial”. Los dos epí-
grafes de Itálica así lo demuestran. Lucius Caelius Satur-
ninus105, liberto a su vez de otro liberto de nombre Lucius
Caelius Parthenopaeus, consagró un donum a Liber pa-
ter, en agradecimiento por el acceso al sevirato, inaugura-
do con juegos escénicos pagados por él. Pero no todos los
seviros y augustales fueron de condición libertina, sino
que algunos ciudadanos libres o peregrinos ocuparon un
puesto en la organización por imposibilidad de acceder a
una magistratura superior. Aulus Cumelius106, dedicante
de la segunda inscripción a Liber pater, augustal quizá en
tiempos de Trajano, consiguió acceder al cargo de augur
después de ser incluido en el colegio de los augustales.

En Itálica hay algunos retratos dedicados a emperadores


y miembros de su familia pero siempre que se conoce el
lugar al que fueron destinados se trata de emplazamientos
públicos en los que siempre se colocan con fines propa- Fig 9. Pedestal honorífico dedicado a Probo. Dibujo conservado en
gandísticos sus retratos o los de sus previsiones suceso- el archivo de Simancas.
rias. El teatro es uno de estos lugares, como lo es también el foro o la basílica. Pero ninguno de los
programas iconográficos de estas características se puede asociar, al menos en Itálica, con un culto asi-
milable al de las divinidades. Tampoco la epigrafía aporta datos para que podamos decir que en Itálica
haya habido algún tipo de dedicación religiosa al emperador. Por lo demás los edificios que conocemos
muy parcialmente tanto en su época de municipio como en la etapa en la que es colonia, se pueden iden-
tificar como lugares específicos de culto. Existe, como es natural, evergetismo de algún emperador como
Adriano en una ciudad en la que reside y de la que procede gran parte de su familia. En definitiva, lo que
tradicionalmente se ha querido interpretar como un culto post mortem de la figura de los emperadores
no tiene en Itálica elementos seguros que lo confirmen.

La reflexión sobre los restos monumentales de Itálica nos abre, o al menos así lo creemos, nuevos cami-
nos para pensar en la existencia de un foro en la colonia o para intentar buscar nuevas vías de interpre-
tación a esculturas que tradicionalmente se han identificado con emperadores pero que no vemos que se
pueda mantener con seguridad.

104 AE 1915, 9; CILA II, 369: Pro salute Hadriani Aug(usti) / et Sabinae Augustae n(ostrae) / Silvano Pantheo Autarces / Sabinae Aug(ustae)
n(ostrae) lib(ertus) / ex voto. Se conservan un busto de Adriano y un retrato de Sabina procedentes de Itálica que podrían proceder de un
ámbito privado o público. No se puede saber si su talla fue encargada y pagada por su liberto, en relación con el exvoto arriba citado. Sobre
los retratos, véase P. León, Retratos romanos de la Bética, Sevilla 2001, pp. 306-309 y 346-347.
105 Hallada en las excavaciones de 1839 por I. de la Cortina, quizá en el foro. CIL 02, 01108 = CILA-02-02, 00345: Libero patri sacr(um) /
L(ucius) Caelius Saturninus / L(uci) Caeli Parthenopaei / lib(ertus) ob honorem IIIIII(viratus) / editis ludis scaenicis / d(onum) d(edit). Se
fecha en época de Trajano.
106 CIL 02, 01109 = CILA-02-02, 00346 = HEp-01, 00529 = HEp-09, 00507: Libero Patr[i] / Aug(usto) sacr(um) / A(ulus) Cum(elius)
[Augu]stalis / aug[ur 3] M / D C [3] NI / [ .

— 213 —
Listado de autores
Duncan Fishwick José María Luzón
University of Alberta Elena Castillo
Department of History and Classics Universidad Complutense de Madrid
2-28 Henry Marshall Tory Building Facultad de Geografía e Historia
Edmonton Edificio B
Canadá C/ Prof. Aranguren s/n
E-mail: dfishwic@aonet.com.ca Ciudad Universitaria
28040 Madrid
Jean-Charles Balty España
Université de Paris-Sorbonne (Paris IV) E-mail: arqueología_ucm@yahoo.es
1 avenue de la Résistance
F-82600 Aucamville Ángel Ventura Villanueva
France Universidad de Córdoba
E-mail: jean-charles.balty@9online.fr Seminario de Arqueología
Plaza del Cardenal Salazar, 3
Eugenio La Rocca E-14071 Córdoba
Sovraintendenza Beni Culturali España
Piazza Di Montevecchio 6, I E-mail: aa1vevia@uco.es
00186 Roma
Italia José Beltrán Fortes
E-mail: larocca@comune.roma.it Universidad de Sevilla
Facultad de Geografía e Historia
Gilles Sauron Dpto. de Prehistoria y Arqueología
Université de Paris-Sorbonne (Paris IV) C/ María de Padilla, 1
Prof. D’Archéologie romaine 41004 Sevilla
3, rue Michelet España
75006 Paris E-mail: jbeltran@us.es
France
E-mail: gillessauron@hotmail.com
Armin U. Stylow
Centro CIL  II
Emmanuelle Rosso
Universidad de Alcalá
Ecole Française de Rome
Colegio Mayor de San Ildefonso
Piazza Farnese, 67
Plaza de San Diego, s/n
00186 Roma
E- 28801 Alcalá de Henares (Madrid)
Italia
España
E-mail: rosso_emma@yahoo.fr
E-mail: cilii@uah.es
Alexandra Dardenay
Maître de Conférences Juan M. Campos Carrasco
Université Toulouse II- Le Mirail Javier Bermejo Meléndez
2 rue Raymond Fassin Universidad de Huelva
92240 Malakoff Facultad de Humanidades
France Área de Arqueología
E-mail: adardenay@yahoo.fr Campus del Carmen
Avda. Fuerzas Armadas s/n
Julián González 21007 Huelva
Universidad de Sevilla España
Departamento de Filología Clásica E-mail: campos@uhu.es
C/ Palos de la Frontera, s/n
41004 Sevilla Sergio García-Dils de la Vega
España Salvador Ordóñez Agulla
E-mail: jgonzalez@siff.us.es Universidad de Sevilla
Departamento de Historia Antigua
C/ Dª María de Padilla, s/n Walter Trillmich
41004 Sevilla Antiguo Director del D.A.I. de Berlín
España Alemania
E-mail: sagulla@us.es E-mail: wtrillmich@gmx.de
sergiog@ecija.org
Trinidad Nogales Basarrate
José Antonio Garriguet Mata Museo Nacional de Arte Romano
Universidad de Córdoba Departamento de Investigación
Facultad de Filosofía y Letras C/ José Ramón Mélida, s/n
Área de Arqueología 06800 Mérida
Plaza del Cardenal Salazar, 3 España
14003 Córdoba E-mail: trinidad.nogales@mcu.es
España
E-mail: aa1gamaj@co.es Jonathan Edmondson
York University
Antonio Peña Jurado Department of History
Universidad Pablo de Olavide 4700, Keele Street
Seminario de Arqueología Toronto. Ontario
Carretera de Utrera Km. 1 M3J 1P3
E-14013 Sevilla Canadá
España E-mail: jedmond@yorku.ca
E-mail: apenjur@upo.es
Manuel Salinas de Frías
José d´Encarnação Juana Rodríguez Córtes
Instituto de Arqueologia Universidad de Salamanca
Palácio de Sub-Ripas Facultad de Geografía e Historia
P – 3000-395 Coimbra Departamento de Prehistoria, Historia Antigua y
Portugal Arqueología
E-mail:jde@fl.uc.pt C/ Cervantes s/n
37002 Salamanca
Pedro Mateos Cruz España
Instituto de Arqueología de Mérida E-mail: vafio@usal.es
Plaza de España, 15 juanar@usal.es
06800 Mérida
España Pilar Fernández Uriel
E-mail: p.mateos@iam.csic.es Universidad Nacional de Educación a Distancia
Facultad de Humanidades
José María Álvarez Martínez Departamento de Historia Antigua
Museo Nacional de Arte Romano Pº Senda del Rey, 7
C/ José Ramón Mélida, s/n 28040 Madrid
06800 Mérida España
España E-mail: pfuriel@geo.uned.es
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Javier Andreu Pintado
José Carlos Saquete Chamizo Universidad Nacional de Educación a Distancia
Universidad de Sevilla Facultad de Humanidades
Facultad de Geografía e Historia Departamento de Historia Antigua
C/ Dª María de Padilla, s/n Pº Senda del Rey, 7
41004 Sevilla 28040 Madrid
España España
E-mail: csaquete@us.es E-mail: jandreu@geo.uned.es
Sebastian F. Ramallo Asensio Manuel A. Martín-Bueno
Universidad de Murcia Universidad de Zaragoza
Departamento de Arqueología Facultad de Filosofía y Letras
Campus de la Merced Departamento de Arqueología
Sto. Cristo, 1 Pedro Cerbuna, 12
30001 Murcia E- 50009 Zaragoza
España España
E-mail: sfra@um.es E-mail: martín@unizar.es

Martin Almagro-Gorbea  Isabel Rodá de Llanza


Real Academia de la Historia Instituto Catalán de Arqueología Clásica
Gabinete de Antigüedades Plaza del Rovellat, s/n
C/ León, 21 43003 Tarragona
28014 Madrid España
España E-mail: iroda@icac.net
E-mail: anticuario@rah.es
J. M. Macias, J. J. Menchón, A. Muñoz
Juan Manuel Abascal Palazón y I. Teixell
Universidad de Alicante Instituto Catalán de Arqueología Clásica
Departamento de Historia Antigua Plaza del Rovellat, s/n
Aptdo. 99 43003 Tarragona
03071 Alicante España
España E-mail: jmmacias@icac.net
E-mail: juan.abascal@ua.es

José Miguel Noguera
Universidad de Murcia
Facultad de Letras
Dpto. de Prehistoria, Arqueología, Hª
Antigua e Hª Medieval y Ciencias y Técnicas
Historiográficas
C/ Santo Cristo, 1
30001 Murcia
España
E-mail: noguera@um.es

Rosario Cebrián Fernández
Parque Arqueológico de Segobriga
16430 Saelices
Cuenca
España
E-mail: segobriga@jccm.es

Julio Mangas Manjarrés


Universidad Complutense
Departamento de Historia Antigua
Ciudad Universitaria
28040 Madrid
España
E-mail: juliomangas@yahoo.es
Sebastian F. Ramallo Asensio Departamento de Historia Antigua
Universidad de Murcia Aptdo. 99
Departamento de Arqueología 03071 Alicante
Campus de la Merced España
Sto. Cristo, 1 E-mail: juan.abascal@ua.es
30001 Murcia
España José Miguel Noguera
E-mail: sfra@um.es Universidad de Murcia
Facultad de Letras
Martin Almagro-Gorbea  Dpto. de Prehistoria, Arqueología, Hª
Real Academia de la Historia Antigua e Hª Medieval y Ciencias y Técnicas
Gabinete de Antigüedades Historiográficas
C/ León, 21 C/ Santo Cristo, 1
28014 Madrid 30001 Murcia
España España
E-mail: anticuario@rah.es E-mail: noguera@um.es

Juan Manuel Abascal Palazón Rosario Cebrián Fernández


Universidad de Alicante Parque Arqueológico de Segobriga

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