El miércoles 21 de agosto se llevó a cabo, en la sede de la NEL-
Santiago, la cuarta y última Conversación sobre la Agresividad en
Psicoanálisis. Texto de Jacques Lacan que será trabajado en el XIX Seminario del INES a desarrollarse en los próximos días en el marco del IX ENAPOL.
Fue Carolina Vignoli, Asociada de la NEL-Santiago e invitada por la Comisión Organizadora para este último encuentro, quien dio inicio a la actividad planteando cómo la agresividad se ve como una virtud, en la cultura occidental, marcada por el darwinismo, dejando hacer de los devorantes los más fuertes:“proyecta las predaciones de la sociedad victoriana y la euforia económica que sancionaba para ella la devastación social que inauguraba a la escala del planeta”. Destacando cómo Lacan, ya en el 48, vislumbraba lo que venía: “futuro Estado Universal”.
La provocación de Carolina Vignoli continuó con el trabajo en torno a la relación de la simetría espacial con la estructura narcisista del yo, haciendo un breve recorrido por el Estadio del Espejo como soporte de la relación imaginaria y el sostén simbólico dado por el Edipo. Lo que abre el desagarramiento subjetivo en el sujeto que se encuentra divido en el devenir significante, en tanto el yo es un punto de desconocimiento respecto del sujeto del inconsciente. Nos recordará también que para Lacan la guerraera la comadrona obligada de los progresostécnicos, pero tal como nos enseña Freud -en sus textos sobre la guerra y la muerte- respecto de la pulsión no hay progreso, si bien la educación y la cultura pretenden domeñar la pulsión -la sexualidad y la muerte-, hay ocasiones tales como la guerra que liberan dichas ataduras y se muestra quienes realmente han sublimado sus pulsiones y quienes solamente las mantenían socialmente aceptables por sus fines egoistas.
Finalizó su provocación recordando que Lacan plantea: “…una fraternidad discreta por cuyo rasero somos siempre demasiado desiguales”. Una fraternidad discreta como lo contrario de la identificación al grupo, que refuerza una fraternidad continua con el caudillo. Señalando que de la experiencia de los grupos de Bion, Lacan podrá inspirarse para crear el Cartel como dispositivo de formación de los analistas, al lado del análisis, el control y el pase. El Cartel y La Escuela como un nuevo lazo social que permite las diferencias, un grupo diferente a todos, que permite hacer con los unos solos, dirá Vignoli.
Luego fue el turno de José Luis Obaid quien, para este último encuentro, tomó el desafío de formalizar las viñetas comentadas en las conversaciones anteriores sobre el trabajo con una paciente, en el Hospital donde trabaja, y quien presentaba arranques de ira severos e ideas homicidas. Caso que permitió conversar en torno a cómo va declinando la agresividad en el transcurso del tratamiento, la clara intención agresiva presente a lo largo de la cura y de cómo la transferencia y las intervenciones del analista, que le siguen la pista a las escansiones temporales que la propia paciente impone, abren el aplastamiento real- imaginario en el sujeto. También, como señalara Pablo Reyes, cómo se pasa de un primer tiempo de la petrificación de la identificación al objeto de duelo y la agresividad dirigida a otros, a un segundo tiempo en donde algo de la agresividad se rectifica y se comienza a dirigir, en el discurso de la paciente, a la madre.