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ESCUELA DE MEDICINA
CLINICA DEL ADULTO MAYOR
Caso Clínico
Masculino de 65 años de edad acude a consulta con su familiar refiriendo que desde
hace un año aproximadamente inició su padecimiento con episodios sincopales de
repetición muy frecuentes, el cual no se modifica con los cambios de posición, se
acompaña TA de 90/60 mm Hg con náuseas, refiere cuadro similar un año atrás, en
contexto de situación de estrés.
El día 27 de marzo del 2020 es transferido a las Unidades del Instituto Mexicano del
Seguro Social a los servicios de urgencias por presentar TA de 80/60, cefalea de
gran intensidad 10/10, pulso débil, náuseas y vomito, confuncion mental, palidez de
tegumentos, piel fría. El paciente es ingresado para valoración realizándose
estudios de laboratorio como biometría hemática, química sanguínea,
electrocardiograma. Diagnosticándose hipotensión ortostática.
Datos clínicos
• Mareos o aturdimiento
• Desmayos (síncope)
• Visión borrosa
• Náuseas
• Fatiga
• Falta de concentración
La hipotensión extrema puede provocar este trastorno que pone en riesgo la vida.
Algunos de los signos y síntomas son:
Anamnesis
Antecedentes de la enfermedad actual: deben identificarse la duración y la
gravedad (si se asocia con síncope o caídas) de los síntomas. Es preciso
preguntar al paciente por factores desencadenantes (fármacos, reposo en cama,
pérdida de líquido) y la relación de los síntomas con las comidas.
Revisión por aparatos y sistemas: Enfocar en la identificación de las
enfermedades causantes, en particular los síntomas de insuficiencia autónoma
como compromiso visual, incontinencia o retención urinaria, estreñimiento,
intolerancia al calor y disfunción eréctil. Otros síntomas importantes son temblores,
rigidez y dificultades para la deambulación (enfermedad de Parkinson, atrofia
multisistémica), debilidad y cansancio y heces negras alquitranadas (hemorragia
INSTITUTO DE ESTUDIOS SUPERIORES DE CHIAPAS
ESCUELA DE MEDICINA
CLINICA DEL ADULTO MAYOR
Tratamiento no farmacológico
Los pacientes que requieren reposo en cama prolongado deben intentar pasar
cierto tiempo sentados todos los días y ejercitarse siempre que puedan. Es
importante que los pacientes se levanten lentamente cuando intentan pasar del
decúbito o la posición sentada a la de pie, consuman una cantidad adecuada de
líquido, limiten o eviten el alcohol y se ejerciten regularmente siempre que les sea
posible. La práctica habitual de ejercicio de intensidad moderada aumenta el tono
vascular y reduce la acumulación de sangre en el sistema venoso.
Tratamiento farmacológico
La fludrocortisona, un mineralocorticoide, causa retención de sodio, que expande
el volumen plasmático y a menudo reduce los síntomas, pero sólo es eficaz cuando
la ingesta de sodio es adecuada.
El paciente debe recibir 0,1 mg por vía oral antes de acostarse, que se incrementa
1 vez a la semana hasta 1 mg o hasta que se desarrolla edema periférico. Este
fármaco también puede mejorar la respuesta vasoconstrictora periférica a la
estimulación simpática.
La dosis oscila entre 2,5 y hasta 10 mg por vía oral 3 veces al día. Los efectos
adversos consisten en parestesias y prurito (probablemente debidos a la
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CLINICA DEL ADULTO MAYOR
Disminución del flujo simpático del sistema nervioso central, especialmente en las
primeras dosis
• Debe llevarse a cabo con respeto, referirse al paciente por su nombre y hacer
contacto visual con él.
• Evitar la infantilización del anciano, ya que no se comporta como tal, pues tiene
una historia de vida.
• No hay fórmulas para la valoración de un adulto mayor esta debe ser centrada en
la persona, hay que reconocer individualidad y heterogeneidad de este grupo de
población.