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Sígueme…

Comunes Y Corrientes….
Instrumentos ordinarios…que en las manos del
Maestro se vuelven extraordinarios
Sansón….
El héroe que se volvió bufón…Jueces 13 – 16
Intro
Según el relato bíblico, Manoa era de la tribu de Dan y vivía en la ciudad de Zorá.
Se casó con una mujer que resultó estéril, cuyo nombre la Biblia no menciona,
pero que se habría llamado Hazelelponi o Zʻllpunith. Manoa y su mujer fueron los
padres del famoso juez Sansón. Según la tradición rabínica también tuvieron una
hija llamada Nishyan o Nashyan

Asi que debemos de preguntarnos ¿Por qué Dan y no Judá, o Levi o Neftalí?
¿Qué significa Dan?
 Dan (hebreo: ‫ דָּ ן‬que significa «juzgar»)
i. Vemos como Dios mueve su primera pieza…

Pablo estando en Atenas dijo: Hechos 17:30-32… Por tanto, habiendo


pasado por alto los tiempos de ignorancia, Dios declara ahora a
todos los hombres, en todas partes, que se arrepientan, porque Él
ha establecido un día en el cual juzgará al mundo en justicia, por
medio de un Hombre a quien ha designado, habiendo presentado
pruebas a todos los hombres al resucitarle de entre los muertos. Y
cuando oyeron de la resurrección de los muertos, algunos se
burlaban, pero otros dijeron: Te escucharemos otra vez acerca de
esto. ¿qué nos dice esto?

Vendrá a juzgar a los vivos y a los muertos

Hechos 10:42…Y nos mandó predicar al pueblo, y testificar con toda


solemnidad que este Jesús es el que Dios ha designado como Juez de los
vivos y de los muertos. Romanos 14:9 y 12…Porque para esto Cristo
murió y resucitó, para ser Señor tanto de los muertos como de los vivos.
De modo que cada uno de nosotros dará a Dios cuenta de sí mismo. 2
Timoteo 4:1…Te encargo solemnemente, en la presencia de Dios y de
Cristo Jesús, que ha de juzgar a los vivos y a los muertos, por su
manifestación y por su reino:

Jesús Juez y Abogado


A lo largo de la Biblia se asocia a la persona de nuestro Señor Jesucristo con
muchos oficios: Sacerdote, Rey de reyes, Señor de Señores, Apóstol de
apóstoles, el buen pastor, Consejero, etc. Pero si hay dos oficios por los cuales
deberíamos conocerlo es por ser abogado y juez de la humanidad., ya que en uno
de estos lo conoceremos. Todo pecado deberá ser juzgado y cada persona
pagara por sus maldades y esto es algo que no debemos pasar por alto.

Los primeros discípulos saben que Jesús volverá pronto, no como hombre
frágil, sino con el poder y la gloria de Dios, al que nadie podrá poner en duda.
Vendrá con el pleno poder del Padre, con la autoridad de Dios, juzgará a los
hombres y consumará la creación. Sin embargo, pronto se dan cuenta que el
tiempo de Dios tiene una medida distinta al tiempo de los hombres, que confirma
las palabras de su Hijo «Más de aquel día y hora nadie sabe nada, ni los ángeles
del cielo ni el Hijo, sólo el Padre» (Mc 13, 32).
 Nada hay tan misterioso como el fin del mundo, Nuestro Señor nos ha
querido dejar ciertos indicios en el Evangelio. Vamos a tratar de explicarlos…
Entonces les dijo: Se levantará nación contra nación y reino
contra reino; 11habrá grandes terremotos, y plagas y hambres
en diversos lugares; y habrá terrores y grandes señales del
cielo. 12Pero antes de todas estas cosas os echarán mano, y os
perseguirán, entregándoos a las sinagogas y cárceles,
llevándoos ante reyes y gobernadores por causa de mi
nombre…Lc 21:10-12

“…habrá pestes, y hambres, y terremotos en


diferentes lugares.”

 En el año 2016 el mundo se aterrorizó con la gripe aviar que les quitó la
vida a miles de seres humanos infectados. En el año 2015 el “Zika” le pasó
la cuenta a la humanidad y también causó la muerte a miles de personas. En
el año 2014 tocó su turno al virus del Ébola que causó una gran
mortandad en el mundo. Jesús dijo que antes de su regreso se incrementarían
las enfermedades.
 Hoy en día las pandemias incontrolables que destruyen la salud de
millones de seres humanos nos recuerdan que el Señor regresa pronto.
 Quizá el fenómeno más dramático son los que mueren de hambre, según
la Organización de las Naciones Unidas (ONU) de los 600 mil millones de
seres humanos que poblamos el orbe, al menos un 11 por ciento de ellos
perece por falta de alimentos.
 Las cifras de ese organismo internacional revelan que 815 millones de
personas padecen hambre; de ellas Asía concentra 520 millones, África
243 y Latinoamérica y el Caribe 42 millones.
 Cristo dijo que, a su regreso, encontraría una humanidad hambrienta.
Hoy esa señal se está cumpliendo.
 Aunado a las pestes y la hambruna mundial, Jesús añadió a las señales de su
retorno los terremotos que se presentarían en diferentes lugares, suceso que
ha venido ocurriendo a lo largo y ancho del planeta y que confirma
indudablemente que Cristo está a la vuelta de la esquina.
 Sin embargo, el Señor no quiso alarmar a sus seguidores, sólo consideró
necesario ofrecernos los pormenores que ocurrirían antes de su retorno para
así estar listos para su venida.
 Ante esto, los discípulos de Jesús saben que no deben quedarse
«quietos» esperando, sino que deben ir al mundo a proclamar el
Mensaje de Cristo, la luz que iluminará las naciones. Sólo Dios conoce
el momento de la segunda venida de su Hijo. Durante la espera, los
creyentes pueden sentirse inseguros ¿Cuándo vendrá el Señor? y
pueden distraerse en su vida terrena. Pero los apóstoles y los
evangelistas les recuerdan ¡Permaneced vigilantes, no sabéis cuándo
vendrá!.

Pese a que para los hombres oir hablar de juicio nos suscita
temor, no podemos alejar nuestro pensamiento de quien nos va a juzgar: Jesús.
Él es quien con amor e infinita misericordia nos ayuda en nuestro camino y quien
ve cómo nos esforzamos por cumplir la voluntad de Dios.
1. POR CAUSA DEL PECADO TODOS DEBEMOS SER JUZGADOS.
“Al que oye mis palabras, y no las guarda, yo no le juzgo;
porque no he venido a juzgar al mundo, sino a salvar al mundo.
El que me rechaza, y no recibe mis palabras, tiene quien le
juzgue; la palabra que he hablado, ella le juzgará en el día
postrero”.
a. Lo primero que debemos considerar es la realidad de nuestro
estado de condenación por nuestros pecados. En estas palabras
Jesús nos recuerda una verdad espiritual muy importante que no
debemos pasar por alto: Por causa del pecado todos seremos juzgados
en la eternidad.
b. Jesús les dijo a sus oyentes que no había venido a este mundo a
juzgar y condenar a los hombres, sino para mostrarles el camino a
la salvación ya que por causa del pecado todos estamos condenados
al infierno. Sin embargo, aquellos que lo rechacen serán condenados de
acuerdo a lo que la palabra de Dios establece: El que me rechaza, y no
recibe mis palabras, tiene quien le juzgue; la palabra que he hablado,
ella le juzgará en el día postrero.
c. Por eso hoy Dios ofrece dos opciones, la vida eterna o sufrir la paga
de nuestros pecados: “Porque la paga del pecado es muerte,
más la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor
nuestro”. Romanos 6:23
2. HOY EN DÍA JESÚS ES NUESTRO ABOGADO.
“Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de
Dios, siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante
la redención que es en Cristo Jesús”. Romanos 3:23-24
a. Aunque somos culpables de haber cometido pecados en contra de
Dios el Señor nos declara justos de forma gratuita por medio de la fe en
la redención en Cristo Jesús: siendo justificados gratuitamente por su
gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús.
b. Es imposible que el hombre llegue a justificarse delante del Señor
a través de sus obras de justicias ya que nada de lo que hagamos
será suficiente para borrar todos nuestros pecados, sino solamente
tener fe en la obra redentora de Cristo: “Sabiendo que el hombre
no es justificado por las obras de la ley, sino por la fe de
Jesucristo, nosotros también hemos creído en Jesucristo,
para ser justificados por la fe de Cristo y no por las obras
de la ley, por cuanto por las obras de la ley nadie será
justificado”, (Gálatas 2:16).
c. Por tanto, todos necesitamos a Jesús quien en esta vida ofrece ser
nuestro abogado delante de Padre para que aquel día podamos estar
delante de su presencia. “Hijitos míos, estas cosas os escribo
para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado
tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo. Y él es la
propiciación por nuestros pecados; y no solamente por los
nuestros, sino también por los de todo el mundo” . 1 Juan
2:1-2
i. Hoy en día Jesús puede ser nuestro abogado, pero
si llegamos a morir en nuestros pecados se
convertirá en nuestro Juez.

Conclusión
Ya que Jesús perdonó nuestros pecados en la cruz, el día del juicio
seremos juzgados y recompensados por nuestros actos de justicia, no por
nuestros pecados. Sin embargo, eso no quiere decir que el pecado no pueda
ocasionar ningún efecto en nosotros. Mientras vivamos en la Tierra, el pecado aún
puede afectarnos; pues puede abrirle la puerta a Satanás para que pueda
atacarnos. Esto sucede cuando no vivimos en fe, pues es ahí donde le damos el
derecho a Satanás de destruir nuestra vida (Romanos 14:23). El pecado puede
hacer que nos apartemos de la protección de Dios.

En 1 Juan 1:9 leemos: «Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para
perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad».

El perdón le arrebata a Satanás todo el derecho legal que tenía sobre nuestra
vida. En el día del juicio, todos los cristianos serán juzgado por las obras que
hicieron durante toda su vida. Seremos recompensados por lo que hemos hecho
en la Tierra (2 Corintios 5:10; 1 Corintios 3; Romanos 14; 2 Timoteo 4:8; y
Apocalipsis 11:18, 22:12).

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