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La nueva ciencia llamada Prospectiva como la ciencia del futuro, se enfoca a la importancia
de la visión estratégica que debe servir a toda organización como parte fundamental de visión
de futuro organizacional, se analizan los estudios que se han efectuado en diversos países, el
efecto de la tecnología y las personas en las organizaciones,
Palabras claves: Prospectiva, Planes estratégicos, estrategia, visión, filosofía de empresa,
Competencia, stakeholders, métodos de expertos, benchmarking.
¿Qué es la prospectiva
estratégica?
El Centro de Estudios Prospectivos de la UNALM en su editorial refiere que La prospectiva
parte del concepto que el futuro aún no existe y se puede concebir como una realización
múltiple (Jouvenel, 1968) y que depende solamente de la acción del hombre (Godet, 1987).
Por esa razón, el hombre puede construir el mejor futuro posible, para lo cual debe tomar las
decisiones correctas en el momento apropiado.
Gastón Berger (1991) (uno de los fundadores de la disciplina), define como la Ciencia que
estudia el futuro para comprenderlo y poder influir en él. Aunque en ocasiones el término
futurología hace referencia a otras disciplinas no basadas en el método científico.
.
Para el Instituto de Prospectiva Estratégica de España (1999) : La prospectiva es una
disciplina con visión global, sistémica, dinámica y abierta que explica los posibles futuros, no
sólo por los datos del pasado sino fundamentalmente teniendo en cuenta las evoluciones
futuras de las variables (cuantitativas y sobretodo cualitativas) así como los comportamientos
de los actores implicados, de manera que reduce la incertidumbre, ilumina la acción presente
y aporta mecanismos que conducen al futuro aceptable, conveniente o deseado
Jordi Sierra (1992) la define como La ciencia que estudia el futuro para comprenderlo y
poderlo influir. Aunque de hecho es, paradójicamente, una ciencia sin objeto que se mueve
entre la necesidad de predecir lo que puede ocurrir y el deseo de inventar el mejor futuro
posible. Porque aunque el devenir no puede predecirse con exactitud, si podemos imaginar
nuestro mañana preferido.
Otras dos conocidas definiciones descritas por investigadores del Reino Unido, citaremos a Ben
Martin (1995), describe la prospectiva como El proceso de investigación que requiere mirar
sistemáticamente el futuro de largo plazo en ciencia, tecnología, economía y sociedad, con el
objetivo de identificar las áreas de investigación estratégicas y las tecnologías genéricas
emergentes que generarán los mayores beneficios económicos y sociales .
Los rasgos importantes en estas definiciones son el carácter periódico (horizontes de tiempo
que oscilan entre los 5 y los 30 años) y sistemático de estos estudios, así como la importancia
de balancear el empuje de los desarrollos científico-tecnológicos con la demanda del mercado.
Por su parte, estos estudios no deben ser dominados únicamente por los aspectos tecnológicos.
Es importante que el análisis esté orientado a los aspectos sociales que trascienda la creación de
riqueza e incluya asuntos tales como la prevención del crimen, la equidad, la educación, la
creación de habilidades o el envejecimiento de la sociedad.
La empresa
debe planificar sus futuro
Alvin Toffler (1992) refiere “Mientras la economía y la sociedad del mañana van tomando
forma, todos nosotros -individuos, compañías, organizaciones y gobiernos por igual- nos
enfrentamos al más salvaje y veloz recorrido hacia el futuro que ninguna generación haya
realizado ¡Bienvenidos al resto del siglo veintiuno!”
“Todos los países deben tener en claro que los cambios sociales se irán acelerando, los futuros
puestos de trabajo requerirán más y más conocimientos y habilidades.”
Nos planteamos algunas interrogantes que deben ser trascendentes en todo grupo humano y en
especial las organizaciones. Seguramente nos hemos preguntado si ¿el éxito de hoy que obtiene
una empresa, seguirá siendo el éxito de mañana?
Las organizaciones no sólo deben convivir y estar suficientemente satisfechos con los éxitos del
presente, sino seguir visualizando y planificando su visión hacia un futuro prometedor, los
éxitos de hoy no serán los éxitos de mañana, las organizaciones tendrán que estar renovándose
siempre, no es suficiente formular un plan estratégico, no siempre es la solución total, tenemos
que tener visión y adecuada prospectiva del entorno, en la Revista Americana Fortune (1996),
refiere que de diez planes estratégicos formulados adecuadamente sólo uno se implementa
exitosamente, y que entre las causas más comunes tenemos fundamentalmente el
adormecimiento de los niveles gerenciales, falta de visión, prospectiva y problemas
básicamente debido a las actitudes gerenciales, como el conformismo, escasas competencias
para inspirar, motivar e entusiasmar a sus colaboradores; el benchmarking, no es un solución
necesariamente, pero si es una necesidad constante que puede coadyuvar a asegurar su futuro
de largo plazo, aprendiendo las mejores prácticas de los negocios líderes.
Las organizaciones, deben tienen la necesidad de mirar con prospectiva todas estas
interrogantes:
¿Creemos que los clientes a los que sirve hoy les servirá también
en un plazo de entre cinco y diez años?
¿Los canales que utilizamos hoy para llegar a sus clientes
subsistirán sin cambios dentro de unos años?
¿Nuestros competidores de hoy; serán los mismos en otros
periodo?
¿Cuál es la base de nuestra ventaja competitiva actual?; ¿cuál será
dentro de cinco años?; ¿cuál será dentro de diez años?
¿Cuáles serán las condiciones económicas a largo plazo?, ¿Y las
tendencias de precios?
Nuestros productos ¿son competitivos?; ¿aparecerán otros
sustitutivos resultantes de las nuevas tecnologías?
¿Dónde se generan hoy los márgenes?; ¿dónde se generarán en el
futuro?
Las competencias de nuestra gente servirán dentro de diez años?
Controlamos nuestra empresa hoy; ¿creemos que la podremos
seguir controlando en el futuro con las mismas premisas de hoy?
¿Qué nos define hoy como empresa frente a accionistas,
empleados, proveedores, clientes, público y sociedad?; ¿qué nos definirá
dentro de algunos años?
¿Qué cosas cambiarán y cuáles no cambiarán?
¿Cómo analizarlas y extraer consecuencias útiles?
Las buenas preguntas nos aproximan a un nivel de reflexión muy interesante en torno a la
prospectiva estratégica.
En el mismo enfoque ¿Qué nuevas necesidades tendremos que satisfacer en 5 o más años en
nuestros clientes? ¿Cómo será la nueva cultura de consumo? ¿Cómo manejar eficazmente la
nueva fuerza de trabajo y sus características? ¿Qué competencias humanas serán necesarias en
las personas para manejar nuevas tecnologías? ¿Qué tecnologías serán necesarias para producir
mejores productos, mejores servicios? ¿Qué está siendo nuestra competencia mejor que
nosotros? ¿Cuáles son los cambios del entorno que afectan a clientes, productores y
proveedores? ¿Lo que hace nuestra competencia tienen visión de futuro? ¿Contamos con un
plan estratégico? ¿Cuáles son las nuevas competencias gerenciales necesarias en el futuro? ¿De
qué manera influyen nuestros stakeholders (Accionistas, clientes, proveedores, personal,
comunidad)?. Estas y otras interrogantes deben ser necesarias formular en el aquí y ahora en
todas las organizaciones que deseen permanecer en el mercado.
Contar con una filosofía de empresa y una visión orientadora es vital para las organizaciones
contemporáneas por los constantes cambios en el entorno altamente cambiante y competitivo,
ya lo decía Heráclito de Éfeso (535 a.C.) lo único permanente en el mundo es el cambio,
afirmando que el fundamento de todo está en el cambio incesante
Por su parte Peter Druker (1990) piensa que los cambios en cualquier orden de cosas podrían
producirse en el mundo cada 24 horas , esto lo podemos palpar diariamente en todo lo que
hacemos y percibimos a nuestro alrededor.
Todo lo que una empresa pueda haber construido hasta hoy será efímero en el futuro, si no está
sintonizada con la velocidad del cambio, creemos que ninguna organización debe dormirse en
sus laureles, las empresas de hoy no necesariamente serán las mejores del mañana y esta es la
base para sobrevivir este mundo moderno, contar con una filosofía orientadora será
fundamental.
Las personas y las empresas, deben prepararse conjuntamente para los cambios futuros, deben
anticiparse, adaptarse a las fenómenos emitidos por aquellas situaciones que se presentan en
este mundo cambiante, como es el de los negocios para construir futuro; es decir no esperar a
que las cosas ocurran para tomar medidas que pudieran ser no tan oportunas Porque aunque el
devenir no puede predecirse con exactitud, si podemos imaginar nuestro mañana preferido .
Entre ellas, señalaremos a continuación algunas de las que se consideran, habitualmente, entre
las más relevantes.
Este aumento de la competencia sigue dos vectores principales. Por un lado, presenciamos un
enorme (y tal vez sin precedentes) diferencial de costos laborales, en un contexto en el cual las
empresas pueden mudar sus recursos y producción de una manera mucho más rápida y sencilla
que en cualquier época pasada.
A pesar de haber sido Estados Unidos quien comenzó en 1950 con la utilización de estas
técnicas, fueron los japoneses los que las desarrollaron en todo su potencial. Persuadidos de que
las mismas representaban un instrumento potencialmente útil para formular políticas enviaron
un equipo de personas para consultar a los expertos en los Estados Unidos.
En 1970 los japoneses habían elaborado su propia estrategia de prospectiva y la aplicaron para
producir una primera previsión acerca del futuro de la ciencia y la tecnología, con un horizonte
temporal de 30 años. Dicho estudio fue preparado por la Agencia de Ciencia y Tecnología y,
normalmente se considera el primer estudio de prospectiva tecnológica propiamente dicho.
El objetivo del mismo fue producir una visión general que mirara los campos de ciencia y
tecnología como un conjunto, a fin de proveer inteligencia de negocios sobre tendencias de
largo plazo a quienes formulan políticas en el sector público y privado. De este modo, estarían
en condiciones de decidir los trazos gruesos de la dirección que había que tomar para alcanzar
la vanguardia del progreso. Miles de expertos de la industria, las universidades y el gobierno
participaron en la elaboración de este informe que desde entonces se repite cada 5 años.
En Holanda, este parece haber sido el primer país europeo en utilizar las técnicas de
prospectiva en los años 70 para examinar la relación entre la ciencia y la sociedad. En los 80 los
consejos sectoriales (para agricultura, salud y medioambiente) llevaron adelante varios estudios
de prospectiva y en los 90 un comité asumió las tareas de coordinación de estos estudios en
todo el país.
En Alemania el uso extendido que esta técnica comenzó a tener en otros países y, sobre todo, la
unificación y los problemas de recesión y ajuste estructural a los que se enfrentaba la economía
alemana, llevaron al país a incorporar (después de 1990) el uso de las técnicas de prospectiva.
A principios de los 80 Francia desarrolló varios ejercicios de prospectiva. Sin embargo, fue
sólo a partir de 1994 que los mismos comenzaron a realizarse de un modo sistemático, basados
en herramientas tradicionales como los formularios Delphi. A finales de esta década la técnica
se extendió a países como Australia, Canadá, Noruega y Suecia.
En 1994 el Reino Unido lanza el primer ejercicio de prospectiva tecnológica. Desde entonces,
varios países más han aplicado esta técnica, como Italia, España (que crea su Oficina de
Prospectiva Tecnológica), Irlanda, Austria, Hungría, Sudáfrica, Nueva Zelanda, República de
Corea, Tailandia, India y Turquía.
Hoy en día se requiere una mejor comprensión del funcionamiento de los sistemas económicos
y sociales, mayores capacidades para formular políticas públicas e instrumentos de análisis que
permitan vincular todos estos factores de manera articulada.
Las nuevas formas de competencia imponen la articulación de esfuerzos entre el sector público
y el privado. Los estudios de prospectiva son una herramienta formidable, precisamente, porque
representan una nueva y moderna forma de vincular las acciones de uno y otro.
Finalmente referimos que nadie discute hoy en día la importancia de la innovación y el cambio
tecnológico como motor del desarrollo de una economía, o el hecho de que éstos constituyen el
principal elemento de cambio y progreso. Sin embargo, introducirlos en la economía y en la
sociedad presupone como requisito indispensable la permanente renovación de las capacidades
sociales y habilidades en la fuerza de trabajo. Estas capacidades no sólo demandan nuevas
habilidades sino que, muchas veces, vuelven obsoletas las existentes.
Las presiones económicas y sociales que genera la globalización de los mercados sobre los
pueblos y los empresarios obligan a formular un nuevo contrato social entre la ciencia, la
tecnología y la sociedad, que permita la construcción de sociedades mas justas, equitativas y, a
la vez, mas competitivas.
Dentro de los métodos generales de prospectiva cabe destacar aquellos que se basan en la
consulta a expertos, (Métodos de Expertos) que reciben la denominación de métodos de
expertos.
Los métodos de expertos utilizan como fuente de información un grupo de personas a las que se
supone un conocimiento elevado de la materia que se va a tratar. Estos métodos se emplean
cuando se da alguna de las siguientes condiciones:
Visón gerencial de la
Prospectiva
Sin planes, la gerencia no pueden saber cómo organizar a la gente y los recursos; puede que no
tengan ni siquiera la idea clara de qué es lo que necesitan organizar. Sin un plan, no pueden
dirigir con confianza o esperar que otros los sigan. Y sin un plan, los administradores y sus
seguidores tienen muy pocas probabilidades de lograr sus metas o de saber cuándo y dónde se
están desviando de su camino.
El control se convierte en un ejercicio trivial. Con frecuencia, los planes erróneos afectan la
salud de toda la organización. Esta es la razón por la que la prensa comercial (The Wall Street
Journal, Fortune, y otros) dedican tanta atención a las estrategias organizativas, a los planes que
los principales administradores elaboran para satisfacer las metas generales de una
organización. Sus lectores son accionistas que utilizan esta información para juzgar el
desempeño actual de la organización y sus posibilidades de éxito futuro.