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Nombre: María Paula Benavides Naranjo

Cuentos de sabiduría oriental

Primer cuento: El cambio esta en el interior


En un bosque estaba una lechuza y un búho, la lechuza le dijo que se iba a mudar
porque todas las personas que vivían ahí eran grosera con ella porque no les gustaban
sus graznidos, el búho le dijo que el problema estaba en ella porque no importaba donde
fuera a las personas no le gustarían sus graznidos.
Este cuento nos muestra que si tenemos un problema tenemos que resolverlo partiendo
en nosotros, ya que muchas veces no somos cocientes de que hay cosas que debemos
mejorar que molestan o incluso llegan a perjudicar a los demás. Cuando somos
conscientes de nuestros defectos podemos cambiarlos para así generar una buena
convivencia.

Segundo cuento: Idealizar


Una joven cambiaba continuamente de pareja ya que, según ella, después de un tiempo
andando con los jóvenes les encontraba defectos que con el tiempo se hacían mas y mas
visibles hasta que no soportaba mas estar con ellos y los dejaba. La joven siempre
anhelaba a su pareja perfecta ya que tenia muy idealizado al tipo de hombre con el que
quería compartir el resto de su vida. Las personas cercanas a ella al ver que sus
relaciones no duraban mucho le dijeron que en la aldea había un sabio que podría
ayudar. Cuando la joven llegó donde el sabio este le dijo que de joven había tenido
relaciones amorosas como las de ella, hasta que tiempo después conoció a la mujer
perfecta, pero terminaron porque para ella el no era el hombre perfecto.
El cuento nos enseña que no debemos idealizar a las personas ni buscar una persona
perfecta para nosotros ya que absolutamente nadie va a encajar en nuestros moldes, pero
mientras transcurre la relación pueden ir adquiriendo gustos en común y así a través del
tiempo una persona con la que se formó una relación solo por gusto se puede convertir
en la persona perfecta.

Tercer cuento: No juzgar a primera vista


Un día la belleza y la fealdad se encontraron en un lago, ambas se desnudaron para
meterse a este, jugaron un rato y luego la fealdad salió del lago para vestirse, se robo las
prendas de la belleza ya que estas eran muy lindas porque estaban hecha de seda, la
belleza cuando salió del lago se dio cuenta de que la fealdad se había llevado su ropa
nueva y tuvo que usar los harapos de la fealdad. Desde entonces el pueblo se dio cuenta
de que a veces la fealdad viste de seda y la belleza tiene una mala apariencia.
Este cuento nos muestra que las cosas no son lo que parecen, a veces nos topamos con
personas que a primera vista dan una mala impresión pero que al conocerlas nos
podemos dar cuenta de que en realidad son buenas personas, por el contrario existen
personas que a primera vista parecen ser muy amables pero con el paso del tiempo
podemos ver que tienen otros intereses propios que podrían llegar a afectarnos, así que
no debemos juzgar las cosas según las primeras impresiones.

Cuarto cuento: La felicidad


En un reino gobernaba un rey que no se sentía feliz, el, un día, pidió a sus hombres
buscar en el reino a una persona que se considerara feliz, tras una ardua búsqueda el rey
ya se estaba dando por vencido ya que ninguna persona decía sentirse feliz, entonces un
hombre le dijo que cerca al bosque vivía un hombre muy feliz. El rey le pidió a su
ejercito que fuera a buscar al hombre con muchos regalos y oro ya que se los pensaba
dar a cambio de su camisa, porque según el rey, portar la camisa de alguien feliz lo
haría feliz. Cuando los soldados llegaron le preguntaron al hombre si este era feliz a lo
que respondió que sí, enseguida le ofrecieron el oro a cambio de su camisa, pero el
hombre les dijo que no tenia una.
En este cuento la camisa simboliza todas las cosas que nos pesan y no nos permiten ser
felices, todos nuestros problemas familiares, amorosos, económicos y sociales porque es
algo que siempre cargamos que aquel hombre no y por eso él podía ser feliz, si nos
despojáramos de esos problemas también podríamos serlo.
Quinto cuento: Las religiones
A un pueblo llegaron dos oradores, uno hablo con muy buenos argumentos sobre la
existencia de dios, el otro, también con excelentes argumentos defendió su ateísmo,
ambos convencieron al pueblo de las ideas que ese día estaban dando a conocer. Al
finalizar el día, mientras el pueblo dormía, el hombre ateo llego a su casa y saco la
estatua a la que sus padres veneraban y consideraban Dios, mientras que el cristiano
llego a casa a retirar sus estatuas, ambos predicadores se habían convencido
mutuamente.
Este cuento nos muestra el porque debemos tener en cuenta ambos lados del paisaje,
nuestras creencias suelen ser muy firmes y estructuradas ya que, a veces creemos que la
verdad que conocemos es la verdad absoluta cuando en realidad no es así. Por esto basta
con un buen discurso para cambiar de opinión ya que somos seres muy maleables, así
mismo es bueno conocer los pensamientos de las demás personas respecto a un tema ya
que asi podemos decidir si apoyamos o creemos en dichos pensamientos o no.

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