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Energía en Argentina

La energía en la Argentina

Petróleo y Gas natural

Transporte y distribución de petróleo y gas

Energía Eléctrica

Aprovechamiento de recursos hidroeléctricos

En síntesis…

Referencias
LECCIÓN 1 de 7

La energía en la Argentina

En la década de los ´90 Argentina transformó su sector energético generando de esta manera un cambio total en las reglas de juego que regían en la industria, las
cuales implicaron la privatización de la industria de hidrocarburos y la desregulación de las actividades de producción de gas y generación eléctrica quedando
reguladas las de transporte de gas natural y electricidad. En este contexto, el gas se transformó en el recurso energético clave del sector. El proceso de inversión
se orientó a:

1 aumentar la generación de energía térmica con gas natural,

2 construir gasoductos para la exportación del producto y

3 aumentar la extracción de hidrocarburos con destino al mercado tanto interno como externo buscando maximizar el valor presente de las
inversiones.

A comienzos del año 2002, en un contexto de fuertes restricciones de la oferta de gas y de la capacidad de transporte, se produjo una devaluación del tipo de
cambio que indujo, en los tres años siguientes, a una reactivación industrial significativa, principalmente en los sectores ligados al mercado internacional. Esto
condujo al sector a un importante problema de abastecimiento energético (gas-electricidad) con características estructurales de difícil solución en el corto plazo,
provocado por la insuficiencia de abastecimiento de gas natural, capacidad de transporte de gas natural cercana a la saturación, ausencia de inversiones en
generación eléctrica y fuerte crecimiento de la demanda de gas natural y de la demanda de energía eléctrica.

La crisis de la convertibilidad que termina en la devaluación del tipo de cambio, derivó en el congelamiento y pesificación de las tarifas de las empresas de los
servicios públicos. Los cambios provocados por la salida dela convertibilidad generaron distorsiones en los precios de los energéticos y provocaron situaciones
contradictorias tanto por el lado de la oferta como por el lado de la demanda y la incidencia sobre el sector energético puede observarse a través de dos efectos.
Por el lado de la oferta la ruptura de los contratos implicó la falta de incentivos a invertir en infraestructura en el sector, aún cuando es necesario mencionar que en
los ’90 con mejores incentivos, tampoco las inversiones crecían, principalmente en el sector de hidrocarburos en el área de exploración. Por el lado de la demanda,
los precios finales de la energía incentivaron el consumo y el sobre equipamiento en el sector residencial de más altos ingresos. Estas dos situaciones provocaron
un círculo vicioso de crecimiento por el lado de la demanda de energía y restricciones en la oferta, que el gobierno ha intentado paliar con la introducción de
políticas URE (políticas por el lado de la demanda) y acciones tendientes a incrementar la oferta eléctrica a través de primero un fondo denominado FONIVEMEN en
el cual los generadores deberán invertir las a creencias del Estado en dos nuevas usinas de Ciclo combinado alimentadas con gas natural que le sumarían al
sistema una potencia de 1600MW y segundo la terminación de la Central Nuclear ATUCHA II prevista para el año 2010.

En el marco de este contexto de insuficiencia de gas, congelamiento de tarifas en el sector residencial, crecimiento de la demanda de energía, uno de los objetivos
de este módulo será analizas en detalle la estructura de del sector energético de nuestro país.

Estructura del consumo y reservas

El consumo total de energía alcanzó en el año 2004 a un equivalente de 71,4 millones de toneladas en términos de petróleo (Tep). Este valor muestra un incremento
del 46% respecto del año 1990 y representa un consumo per cápita de más de 1.800 kilogramos anuales de Tep. Si bien este índice no guarda relación con el grado
de desarrollo alcanzado por el país, es equivalente al promedio mundial.
En Argentina, existe un importante avance del gas natural que continúa ganando terreno al petróleo. Ambas fuentes en conjunto representan casi el 90% del total de
energía consumida en nuestro país. La energía nuclear,que había perdido participación en los años ´90, se recupera parcialmente en 2004. El carbón mineral, por su
parte, continúa perdiendo peso respecto de las otras fuentes y la energía hidráulica se muestra estable.

La importancia de la energía y, fundamentalmente, del petróleo lleva a una economía de desarrollo de productos, que tiene incidencia en cada aspecto de la vida
cotidiana mundial. Por ello, la demanda de petróleo ha sido y sigue siendo eje de tensión a nivel internacional. En la Argentina, se descubrió por casualidad. Así,
comienza una historia sobre su exploración y explotación, dividida entre el Estado y las empresas privadas. Para comprenderlo mejor te invito a ver el siguiente
video.

Video 1: Historia del petroleo en Argentina

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LECCIÓN 2 de 7

Petróleo y Gas natural

Petróleo

En 2004 las reservas comprobadas de petróleo en Argentina ascendían a 394 millones de m3. Sin embargo, en cualquier momento pueden incrementarse por
nuevos descubrimientos en el territorio o en la plataforma continental submarina.

La elevada proporción de petróleo de nuestro balance energético y el ritmo acelerado del crecimiento del consumo contrastan con lo limitado de las reservas, de
modo que los expertos se inclinan en pensar que mientras no se descubran nuevos yacimientos, tendremos petróleo sólo para 8 o 10 años. Actualmente, las
cuencas petrolíferas en operación son cinco: Noroeste, Cuyana, Neuquina, Golfo de San Jorge y Austral o de Magallanes. A continuación se presenta el porcentaje
de reservas petrolíferas por cada cuenca:

1 Neuquina 37%

2 Golfo de San Jorge 48%

3 Cuyana 7%

4 Austral 5%

5 Noroeste 3%
Producción de petróleo. Se mantuvo prácticamente constante durante la década del ochenta. Se produjo un fuerte crecimiento en la década de los noventa. En
1998 se registró un récord histórico de 49 millones de m3.

En los años posteriores se produce una ligera y constante caída.

Por provincia: Neuquén, Chubut, Santa Cruz y Mendoza 88% de la producción total del petróleo

Industrialización del petróleo. Nuestro país posee una capacidad de procesamiento (destilación) de petróleo que satisface las necesidades de los distintos
subproductos.

Las principales empresas que se ocupan de la destilación del petróleo son: Repsol YPF, Esso y Shell con sus respectivas destilerías que se encuentran ubicada
cerca de los centros de consumo, por lo cual se transporta hacia ellos el petróleo crudo. 

Derivados del Petróleo. Los más importantes en nuestro país son: el gasoil, la nafta especial, el fuel oil y la nafta común.

Gas natural

Las reservas comprobadas de gas natural en Argentina muestran una tendencia creciente hasta el año 2000 en el que llegaron a 778.000 millones de m3. En los
años posteriores se produjeron fuertes caídas que llevaron a que en el año 2005 estas reservas sean casi la mitad de las mencionadas para el año 2000. Nuestro
país se ubica en el tercer lugar en cuanto a reservas probadas de gas natural de Sudamérica (después de Venezuela y Bolivia). Las cuencas gasíferas coinciden
con las cuencas petrolíferas. Casi la mitad de las reservas se concentra en la cuenca neuquina, siguiéndole en orden de importancia la cuenca Austral con el 28%
de las reservas de nuestro país.

Producción y consumo de gas natural. Ha tenido un marcado crecimiento en los años ´90, llegando casi a duplicarse. En los últimos años se mantuvo
prácticamente constante.

Cabe destacar, que el consumo del gas tiene una tendencia ascendente. La estrategia oficial consiste en tender a la mayor sustitución del petróleo porgas natural y
licuado.
LECCIÓN 3 de 7

Transporte y distribución de petróleo y gas

El hecho de que la mayor parte de las cuencas petrolíferas y gasíferas del país se encuentren a distancias que oscilan entre 900 y 3000 Km. de los principales
centros de consumo determina que el transporte de esos productos sea uno de los factores que más inciden en su costo.

Esta realidad es la determinante de la gran prioridad que se ha dado a la construcción de tuberías o conductos, toda vez que se trata del medio de transporte más
económico, siempre que se trate de yacimientos con importancia suficiente como para justificar las costosas inversiones.

Los oleoductos son los conductos que transportan el petróleo crudo. Por ramales internos, el petróleo va desde los tanques de almacenamiento, en los
yacimientos, hasta líneas troncales de oleoductos donde se lo bombea hacia terminales oceánicas o refinerías.

Los poliductos son conductos que pueden transportar distintos tipos de petróleo crudo, kerosén, nafta, gas oil, y gases licuados.
LECCIÓN 4 de 7

Energía Eléctrica

El sector eléctrico en Argentina constituye el tercer mercado energético de América Latina. Depende principalmente de la generación térmica (54% dela capacidad
instalada) y de la generación hidroeléctrica (41%). Las nuevas tecnologías de energía renovable están muy poco explotadas. El país aún tiene un gran potencial
hidroeléctrico sin explotar, sin embargo, la generación térmica predominante por combustión de gas natural está en riesgo debido a la incertidumbre sobre el
abastecimiento futuro de gas.

Este sector representa en nuestro país alrededor del 2% del PBI y estaba regido por la ley 15.336 en 1960. La actividad estaba totalmente concentrada en las
empresas estatales.

A partir de la reforma del Estado impulsada por el gobierno nacional a partir de 1989 y, más específicamente, de la sanción en 1992 de la ley 24.065, del Mercado
Regulatorio Eléctrico, se establecieron las bases para asegurar el abastecimiento del mercado eléctrico a precios razonables y competitivos. Por otra parte, se
reasignaron los papeles entre el sector público y el privado. El estado pasó a tener la responsabilidad en lo referente a la regulación, establecimiento de normativa,
control y fiscalización, mientras que el sector privado debió asumir otras condiciones de riesgo.

Ante la creciente demanda de electricidad (más del 6% anual) y los márgenes de reserva cada vez menores, el gobierno de Argentina está en proceso de encargar
grandes proyectos, tanto en el sector de la generación como en el de la transmisión. Se estima que para satisfacer la demanda creciente se necesitará aumentar
la capacidad de generación en 1.000 MW por año. Una cantidad importante de estos proyectos es financiada por el gobierno mediante fideicomisos, mientras que
la iniciativa privada aún es limitada ya que no se ha recuperado del todo de los efectos de la crisis económica argentina (1999-2002). La necesidad de aumentar las
bajas tarifas residenciales actuales, que habían sido congeladas como respuesta a la crisis, sigue siendo un problema político controvertido sin resolver.

Las reformas impuestas a principios de la década de los 90 dividieron el sector eléctrico en generación, transmisión y distribución. La generación tiene lugar en un
mercado competitivo y mayormente liberalizado, con el 75% de la capacidad de generación en manos de compañías privadas. Por el contrario, los sectores de la
transmisión y la distribución están altamente regulados y son mucho menos competitivos que el sector de la generación.

Capacidad instalada

En Argentina existen dos sistemas interconectados principales: el SADI (Sistema Argentino de Interconexión), que cubre las zonas norte y central del país, y el SIP
(Sistema Interconectado Patagónico), que cubre el sur del país. Ambos sistemas están integrados desde marzo de 2006.

Las generadoras térmicas alimentadas a gas natural (TGC) son la principal fuente de generación de electricidad de Argentina. La capacidad nominal instalada en
2006 era de 24.046 MW, de los cuales el 54% corresponde a generación térmica, el 41% a generación hidroeléctrica y el 4% a generación nuclear, mientras que
menos del 0,1% corresponde a fuentes renovables. Sin embargo, es probable que este escenario de predominio del gas sufra cambios debido al agotamiento del
gas como consecuencia de los "cuellos de botella" en exploración y producción (E+P) y en la capacidad de los gasoductos. La producción de gas disminuyó por
primera vez en 2005 (-1,4%) y las reservas de gas cayeron hasta diez años de consumo hacia fines de 2004 (desde un promedio de 30 años en la década de los
80). Actualmente, las reservas de gas son un 43% más bajas que en 2000. Esta situación se agravó aún más por la incertidumbre acerca de los acuerdos sobre gas
con Bolivia y los planes para construir nuevos gasoductos regionales.

La generación total en 2005 fue de 96,65 TWh. El desglose por fuente en 2003 es el siguiente: fuentes térmicas convencionales: 59%, fuentes hidroeléctricas:
35,4%, energía nuclear: 7% y fuentes geotérmicas: 1%.
Importaciones y exportaciones

En 2005 Argentina importó 6,38 TWh de electricidad y exportó 3,49 TWh. Por lo tanto, la importación neta de energía fue de alrededor del 3% del consumo.

Demanda

La demanda de electricidad en Argentina tuvo un crecimiento constante desde 1991, con una caída pasajera debido a la crisis económica de 2001-2002, a la que
siguió una rápida recuperación (aumento del 6-8%anual) en los últimos cinco años, en parte debido a la recuperación económica. En 2005, el país consumió 94,3
TWh de electricidad, lo que corresponde a 2.368 Kwh. per cápita. El consumo residencial representó el 29% del total, mientras que los consumos industrial y
comercial representaron el 43% y el 26% respectivamente.

Proyecciones de demanda y suministro

Actualmente Argentina se enfrenta a un escenario ajustado de suministro y demanda, ya que los márgenes de reserva han caído desde más del 30% en 2001 a
menos del 10%. Este hecho, junto con el deterioro de los servicios de las empresas de distribución (es decir, cables, transformadores, entre otros), puede poner en
peligro el abastecimiento. Se estima que el sistema debería incorporar cerca de 1.000 MW de capacidad de generación por año para sostener un crecimiento anual
de la demanda del 6-8%.

Acceso a la electricidad

La cobertura total de electricidad en Argentina alcanzó un máximo del 95% en 2003. Sin embargo, cerca del 30% de la población rural carece de acceso a la
electricidad. El Proyecto de Energías Renovables en Mercados Rurales (PERMER) es uno de los programas que se están implementando para aumentar la
cobertura eléctrica en áreas rurales.

Política y regulación

La Secretaría de Energía (SENER) es la responsable de fijar las políticas, mientras que el Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE) es el organismo
independiente, dentro de la Secretaría de Energía, que tiene la responsabilidad de aplicar el marco regulatorio establecido por la ley 26.046 de 1991. El ENRE tiene a
su cargo la regulación y supervisión general del sector bajo control federal. Los organismos reguladores provinciales controlan el resto de las empresas de
suministro. El ENRE y los reguladores provinciales fijan las tarifas y supervisan que los agentes de transmisión y distribución regulados cumplan con las normas de
seguridad, calidad, técnicas y ambientales. CAMMESA (Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico) es quien administra el mercado eléctrico
mayorista. Sus principales funciones incluyen la operación y despacho de la generación y el cálculo de precios en el mercado spot, la operación en tiempo real del
sistema eléctrico y la administración de las operaciones comerciales en el mercado eléctrico.

El Consejo Federal de la Energía Eléctrica (CFEE), creado en 1960, también cumple un papel muy importante en este sector. Es el administrador de los fondos
específicamente dedicados a las operaciones en electricidad (por ejemplo, el Fondo Nacional de Energía Eléctrica) y también asesora a los gobiernos nacional y
provinciales en asuntos relacionados con la industria de la energía, servicios de energía públicos y privados, prioridades en la ejecución de nuevos proyectos y
estudios, concesiones y autorizaciones, y tarifas y precios de la electricidad. También asesora sobre modificaciones en la legislación del sector energético.
Generación

La generación es producida por compañías privadas y estatales, dentro de un mercado eléctrico competitivo y mayormente liberalizado, con el 75% de la capacidad
instalada total en manos privadas.La parte en poder público corresponde a la generación nuclear y a las dos plantas hidroeléctricas binacionales: Yacyretá
(Argentina-Paraguay) y Salto Grande (Argentina-Uruguay). El sector de la generación está altamente fragmentado, con más de diez grandes compañías, todas por
debajo del 15% de la capacidad total del sistema. Los generadores de electricidad la venden en el mercado mayorista, operado por CAMMESA.

Transmisión y distribución

Los sectores de la transmisión y la distribución están altamente regulados y son menos competitivos que el sector de la generación. En transmisión, la Compañía
de Transporte de Energía Eléctrica en Alta Tensión (Transener) opera la red de transmisión eléctrica nacional por un acuerdo a largo plazo con el gobierno
argentino. En el sector de la distribución, Edenor (Empresa Distribuidora y Comercializadora Norte), Edesur (Electricidad Distribuidora Sur) y Edelap (Empresa de
Electricidad dela Plata) dominan un mercado con el 75% controlado por empresas privadas.

Otras empresas distribuidoras importantes a nivel provincial son:

Provinciales públicas: EPEC (Empresa Provincial de Energía de Córdoba), EPE (Empresa Provincial de Energía de Santa Fe)

Provinciales privadas: ESJ (Energía San Juan), EDET (Empresa de Distribución Eléctrica de Tucumán), EDEN (Empresa Distribuidora de Energía
Norte), EDEA (Empresa Distribuidora de Energía Atlántica), EDES (Empresa Distribuidora de Energía Sur)
LECCIÓN 5 de 7

Aprovechamiento de recursos hidroeléctricos

En nuestro país hay una bajo aprovechamiento de los recursos hidroeléctricos como fuente de energía. Las razones principales de ello han sido históricamente las
siguientes:

Distancia de los saltos de agua a los principales conglomerados de la población y centros industriales.

Crecimiento concéntrico del conglomerado industrial de Buenos Aires, alejado de las caídas de agua.)

Obstruccionismo de parte de intereses creados extranjeros (proveedores tradicionales de carbón y, hasta cierto momento, de petróleo).

En la Argentina existen tres represas responsables del mayor porcentaje de energía eléctrica producida a partir del aprovechamiento del agua como fuente de
energía:

Yacyretá. Está situada sobre el río Paraná y es una obra binacional, compartida con Paraguay. Si bien el objetivo principal es generar energía
eléctrica, también fue diseñada para mejorar la navegación del Paraná y el desarrollo del riego. Es la represa más grande de la Argentina y una
de las más importantes de América latina. Comenzó a funcionar en 1994.

El Chocón. Este complejo hidroeléctrico, que se terminó de construir en 1973, está formado por dos centrales: el Chocón y Arroyito. Se sitúa
sobre el río Limay y su embalse es el más grande del país, con una superficie de 816 km2 (mayor que el lago Nahuel Huapi). Su capacidad de
producción cubre el 25% de la potencia instalada del territorio nacional.

Salto Grande. Se encuentra sobre el río Uruguay, aguas arriba de la localidad de Concordia (Entre Ríos) y Salto (Uruguay). Esta represa se
construyó aprovechando un desnivel natural del río. La obra se inició en 1974 y comenzó a generar electricidad en 1979. La energía producida
se comparte en partes iguales con Uruguay.
En este video, conoceremos dos sistemas alternativos de producción de energía: la energía eólica y la energía solar.

Video 2: Energías alternativas

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LECCIÓN 6 de 7

En síntesis…

El sector energético afronta serios problemas estructurales sin soluciones a la vista; para resolverlos se debe formular una política de estado a largo plazo;
Argentina tiene un presente decadente en materia productiva y un futuro incierto.

1 “Los hidrocarburos que representan casi el 90 % del total de la energía primaria consumida por Argentina presentan una situación altamente
comprometida: la producción de petróleo en nuestro país disminuye desde 1998; la caída productiva respecto a aquel año supera al 25%, la
disminución productiva no se ha revertido y nos encaminamos a una segura importación;

2 Las reservas comprobadas disminuyen tanto en petróleo como en gas natural y no se han descubierto nuevos yacimientos de tamaño
significativo en los últimos 15 años.

Lamentablemente la exploración de riesgo, el verdadero corazón de la actividad petrolera muestra un notable retroceso en las últimas dos
décadas mostrándonos una performance decreciente que es muy urgente revertir: en 1988 Argentina hizo 103 pozos exploratorios; en 1998 se
hicieron 75 pozos exploratorios; en el último año se hicieron sólo 54 pozos exploratorios.

Los precios del petróleo en 1998 eran en promedio para los crudos de la canasta OPEP 12 u$s/barril; muy inferiores a los precios promedio 94
u$s/b registrados en el último año lo que revela que Argentina no aprovechó el período de precios altos del crudo para realizar inversiones
exploratorias en su territorio.

3 La producción gasífera doméstica está en decadencia desde 2004 y, con demanda interna en ascenso, se necesita recurrir a importaciones
crecientes de gas natural para abastecer sus consumos futuros, sin que existan proyectos desarrollados para tal fin por falta de planificación
energética. Debe tenerse presente que Argentina, como vimos, es un consumidor intensivo de gas natural y que este recurso energético
representa el 50% de nuestro balance de energía primaria lo que la ubica entre los primeros puestos a nivel mundial.

4 Argentina se encamina hacia la pérdida del auto abastecimiento energético que exhibe desde hace casi dos décadas, hecho que de
concretarse debilitará significativamente los saldos de la balanza comercial.

5 Las refinerías argentinas no se han ampliado en los últimos años y operan al máximo de su capacidad instalada, siendo necesario recurrir en
forma creciente a la importación de gas oil para abastecer nuestro mercado interno.

Estas deficiencias en el funcionamiento productivo son padecidas por la población, la industria y el transporte en las épocas del año en que
escasean el gasoil y el gas natural;

6 El sector eléctrico (el otro gran componente del sector energético) ha demostrado tener serias dificultades para ampliar la oferta en nueva
generación: el sector privado no cuenta en la situación actual con las condiciones mínimas para invertir y el Estado cuando lo hace (a través de
Enarsa por ejemplo) actúa en forma no planificada y recurriendo las más de las veces a costosas soluciones de urgencia: como unidades de
pequeño tamaño, consumidoras de hidrocarburos líquidos importados de alto costo compradas en forma simultánea y ubicadas en diversos
puntos de la red.

El funcionamiento del sistema eléctrico se torna crítico cuando se dan situaciones de bajas o altas temperaturas o cuando la hidraulicidad es
baja. Y el problema obedece tanto a la insuficiente generación como a las limitaciones de los sistemas de distribución en los grandes centros
urbanos.

7 En relación a los precios y tarifas de la canasta energética, Argentina hace un uso intensivo e indiscriminado de los subsidios al consumo de
energía y al transporte. Los subsidios han sido crecientes y existen dudas sobre la sustentabilidad del sistema. Los subsidios a la energía
representaron en 2007 el 57 % de total, y los correspondientes al sector transporte, que también tienen una raíz energética, alcanzaron al 28%
del total.

Ambos sectores son responsables de 85 % del total de las transferencias a empresas del sector público y privado. Las estimaciones del total
de subsidios para el año 2008 realizadas por la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública (ASAP) indican $
16.208 millones para el sector energía y $ 8746 millones para el sector transporte.

Los subsidios tienen como principal causa que las tarifas actuales no retribuyen los costos de capital de los equipamientos ni, en varios
casos, los de operación y mantenimiento, lo que dificulta disponer de un fluido sistema de inversión para ampliar la capacidad instalada como
lo requiere un sistema de demanda creciente como la que tiene el sistema energético. El resultado es que la ampliación de la capacidad
instalada no sigue a la demanda, y proviene casi exclusivamente de inversión pública subsidiada y no planificada. Para peor, los subsidios
indiscriminados en muchos casos han tenido efectos redistributivos contraproducentes beneficiando más a los que menos lo necesitan,
distorsionando las señales de asignación de los recursos del sector” (www.iapg.org.ar, último acceso setiembre 2013).
LECCIÓN 7 de 7

Referencias

Carlevari, Isidro (2014). La Argentina. Geografía económica y humana (15ª ed.). Buenos Aires: Alfaomega Grupo Editor.

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