CAMINANDO CON DIOS EN EL HORNO

“La llama no puede dañarte jamás

Si en medio del fuego te ordeno pasar;
El oro de tu alma más puro será,
Pues solo la escoria se habrá de quemar”
John Rippon, “Cuan firme cimiento”
Cuando EL creyente pasa por el sufrimiento se encuentra con cientos de artículos, o
mensajes y recursos con un vocabulario sacado del mundo de los negocios y la
psicología. Los consejos van desde evitar comentarios negativos, procurar
distracciones y esparcimiento, o buscar grupos de apoyo.
El enfoque siempre es el mismo: la humanidad sobreponiéndose a la adversidad.
Sin embargo la Biblia da a entender que el sufrimiento se enfrenta andando, no
evadiendo.
Salmo 23:4 ..aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno
porque tu estarás conmigo
Salmo 69:2 estoy hundido en cieno profundo donde no puedo hacer pie; he venido a
abismos de aguas y la corriente me ha anegado.
Isaías 50:10 el que anda en tinieblas y carece de luz, confíe en el nombre de Jehová,
y apóyese en su Dios.
Estos textos y otros mas describen e insisten en hacernos ver que el sufrimiento es
algo que se debe atravesar. Porque la idea de andar o atravesar a pesar de, habla de
un progreso de un avance.
Isaías 43:2 es tal vez el texto mas expresivo sobre este tema:
“Cuando pases por las aguas Yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegaran.
Cuando pases por el fuego, no te quemaras, ni la llama ardera en ti”
Las inundaciones y los incendios representan dificultades extremas. Basta ver
informes de catástrofes de este tipo y ver su alcance.
La promesa de Dios no es sacarnos de esa experiencia, la promesa es estar con
nosotros durante el andar. O como también expresa Pedro en 1 Pedro 1:6,7: tengan
que ser afligidos por diversas pruebas para que sometida a prueba la fe de ustedes,
mucho más preciosa que el oro, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea
manifestado Jesucristo”
Nuestra fe, al igual que el oro, contiene impurezas: la comodidad, el orgullo, el placer,
el ego.
La adversidad purifica. Quema las impurezas. Vemos quienes somos en realidad.
En medio del fuego debemos reconocer a Dios, depender de Él, hablar con Él y creer
en El. La clave para que el fuego no nos debilite y nos fortalezca es conocer
íntimamente a Dios.
Esta promesa de Isaías 43 se cumplió literalmente en la historia de 3 pibes: Mesac,
Sadrac, y Abed Nego en el libro de Daniel 3.
En los versos 17,18 hay una mezcla de confianza y humildad. Por un lado una fuerte
convicción de que Dios los va a rescatar, pero inmediatamente expresan la posibilidad
de no ser librados por Dios.
LA RESPUESTA ES QUE SU CONFIANZA ESTABA EN DIOS Y NO EN LA
COMPRENSION LIMITADA DE LO QUE PENSABAN QUE IBA A HACER.
No buscaban que Dios hiciera lo que ellos querían. Confiaban en Dios y en que lo que
Dios hiciera seguramente era la mejor opción.
Los verdaderos hombres y mujeres de Dios a menudo oraron y no recibieron la
respuesta que esperaban.
La mayor alegría de estos 3 muchachos fue honrar a Dios frente a los adoradores de
otras deidades, y no usar a Dios para obtener lo que querían en la vida.
Dios camino con ellos en el fuego. Dios acompaña en la adversidad.

LECCIONES:
1. Si creemos en Jesús y descansamos en El, entonces el sufrimiento o la prueba
será para tu carácter lo que el fuego es para el oro.
2. No hay manera de saber quiénes somos, y que creemos realmente, hasta que
somos probados.
3. No hay manera de aprender a confiar realmente en Dios hasta que nos estemos
ahogando o pasando por las aguas o el fuego.
4. El camina con nosotros. Nosotros caminamos con Él? Si creamos una imagen
distorsionada de Dios que se ajusta a nuestros planes, cuando llegue una crisis,
vamos a terminar creyendo que Dios nos abandonó y no le buscaremos. Y
entrar al horno sin el evangelio solo generara enojo y culpa.
5. Encontrar a Dios en el horno te lleva a decir interiormente: este es mi horno
donde estoy siendo purificado. No estoy siendo castigado por mis pecados,
porque Jesús pasó ese fuego por mí. Acepto la voluntad de dios de purificarme
en esta adversidad.
6. Caminar con Dios a través del sufrimiento significa reconocer que Dios es Dios y
que está presente a mi lado.
7. Nuestro sufrimiento es nuestro oro purificado.