Sie sind auf Seite 1von 5

ANÁLISIS DEL CUENTO: LOS DIENTES DE CAPERUCITA DE ANDRÉS CAICEDO

POR: CAROLINA FRANCO GIRALDO

INTRODUCCIÓN

Aparece aquí un relato complejo en el cual los elementos evidencian el tratamiento minucioso del
tema, que podría nombrarse como la amistad que se ve atravesada por una mujer que tiene un
romance con ambos amigos.

El narrador del cuento que actúa a la vez como el protagonista, es el personaje que está dentro de
todos los sucesos narrativos mostrándose como el agente activo en cada uno de ellos. Eduardo
mientras habla con su amigo Nicolás se muestra como un hombre seguro de sí mismo, que logra
tener a las mujeres que quiere y que, de hecho, a pesar de su aparente corta edad, ha tenido
relaciones con numerosas adolescentes que se encuentran en su círculo social, dejando incluso a
una de ellas supuestamente en embarazo. Su manera de expresarse hace pensar en él como un
“don juan” frente al que la mayoría caen rendidas y si no, él busca la manera de que esto pase,
llegando incluso, podría decirse, a abusar sexualmente de algunas; sólo hay una mujer frente a la
que él no puede hacer nada y esto es por dos razones principales: ella es una adolescente seria y
respetada que al parecer en un principio no siente ninguna atracción por él, además es la novia de
su mejor amigo, lo cual es tal vez la razón principal que lo aleja de esta mujer.

El segundo personaje que encontramos cumpliendo la función de narratario es Nicolás, que es


precisamente su mejor amigo, al que le está contando la historia que desde el inicio los incluye a
ambos. Este segundo personaje se muestra un poco más amable con las mujeres, tal vez es algo
más recatado y fiel, aunque no deja de unirse muchas veces a las aventuras mujeriegas y sexuales
de su amigo Eduardo. Nicolás mantuvo una relación estable con la mujer antes mencionada que
pone en aprietos a Eduardo y por lo menos durante este tiempo, Nicolás pareció tener un carácter
muy diferente al de su amigo.

Se encuentran entonces estos dos amigos sentados en algún lugar de Cali y es Eduardo quien
mantiene la línea narrativa; es él quien está contando y tratando de explicar a su amigo lo que
pasó con Jimena. Para esto entonces el narrador se remite a un tiempo anterior en el cual
sucedieron varios acontecimientos que tienen como desenlace el punto central de su relato.
Eduardo se refiere desde el inicio a una serie de situaciones que tienen lugar en el pasado y que
involucran a ambos personajes, aunque su amigo aún no tenga conocimiento de una gran parte de
ellas. A pesar de esto, se puede ver que la distancia entre la historia y el tiempo narracional de los
sucesos no es demasiado grande.

Jimena aparece como el punto de quiebre, como esa representación de Caperucita que, con su
ternura y su aparente incapacidad de hacer daño, los enamora a ambos y hace que la relación de
estos amigos tambalee fuertemente.

EL NARRADOR

El narrador del relato, que como ya se pudo ver es intradiegético, manipula y controla las dos
historias que se encuentran presentes, porque si bien es él quien está narrando a su amigo los
hechos que tuvieron lugar con Jimena y demás situaciones que le refiere, también manipula de
alguna manera las locuciones de Nicolás, ya que simplemente hace alusión a sus comentarios y
reacciones, pero generalmente las frena y se podría pensar que incluso las oculta o las maquilla, ya
que tiene el poder total al ser el único personaje que habla literalmente en el texto, mencionando
también durante al relato algunos pensamientos, sensaciones y sentimientos personales que
pueden direccionar la manera como el lector reciba el relato. De esta manera se podría pensar
que el texto es una especie de monólogo que realiza Eduardo.

Este narrador intradiegético y protagónico que además aparece como la figura central del relato
que él mismo hace, podría describirse como un joven de entre 16 y 19 años, pero que representa
un hombre común y corriente, lo cual se hace evidente en las palabras que utiliza y la forma de
usar el lenguaje; no pertenece a una clase social muy alta ni demasiado formada académicamente,
aunque por otro lado, tampoco pertenece a la baja sociedad, lo que se hace evidente en sus
pertenencias, o las de su familia, que también lo llevan a fundamentar sus relaciones sociales, la
finca y el carro por ejemplo, son indispensables para construir y mantener su estatus en la
sociedad de la cual se está hablando.

ACCIÓN NARRATIVA

El cuento comienza con un llamado de atención al interlocutor, Nicolás, que en principio puede
aparecer como el mismo lector, ya que no se hace una contextualización de la situación en la que
se comienza a desarrollar la narración. Eduardo relata entonces lo traumático y difícil que ha
tenido que vivir desde aquella fatídica ocasión en que ocurrió el suceso desafortunado, hace
referencia también en esta primera parte a aquella mujer que aparece como centro de desarrollo
de la trama de la historia. El narrador hace una contextualización de lo que es su vida hasta ese
momento, mencionando temas como el bachillerato y las fiestas que enmarcan sus círculos
sociales más cercanos. Siguiendo con la narración aparece la referencia a otra mujer a quien
Eduardo posiblemente haya embarazado, pero para reafirmar su condición de mujeriego e
irresponsable, cuenta con toda naturalidad que simplemente le dijo que no le creía y que no iba a
asumir este asunto; es importante resaltar que durante la narración, también se hace referencia
constante a asuntos sexuales que pueden tener el mismo interés de reafirmación machista que no
tiene en cuenta a la mujer para nada más, a pesar de que también menciona cómo de un tiempo
para acá, se siente en una “novela de Corín Tellado pero al revés”(p. 171), lo cual hace alusión a
sus sentimientos de enamoramiento o de frustración amorosa de alguna manera.

Se menciona en el siguiente momento lo que hizo con uno de sus amigos llamado Oswaldo a una
mujer a quien violaron y abandonaron sin ropa a unos ocho kilómetros de la ciudad, hecho que
viene a marcar también los alcances a los que puede llegar su personalidad y su forma de
relacionarse con las mujeres. A continuación se muestra el momento en el que llegaron a la ciudad
unos hombres que se veían más atractivos y con más capacidad adquisitiva, ya que llegaban en
carros último modelo conquistando a las mujeres; esto es una nueva recurrencia al tema de las
mujeres como eso que no se valora realmente como personas, sino como él mismo lo menciona,
como comida: “por eso yo creo que hay que cuidarse reservar comida para situaciones difíciles
como esa”(p.174) o “Yo con semejante hambre que alimentaba para la hembrita”(p.175).

La narración continúa hablando de los sentimientos que generaba en él la relación de su amigo


con Jimena y de la felicidad que sintió cuando su amigo le contó que habían terminado. El relato se
mueve en saltos entre el presente en el que los amigos están conversando y el pasado no muy
lejano, aunque inexacto, en el que sucedían los hechos de los que están hablando. El siguiente
acontecimiento que aparece en la trama y que va fraguando la importancia de la historia es la
llamada que recibe Eduardo de parte de Jimena para invitarlo a una fiesta el fin de semana; la
referencia a este acontecimiento viene acompañada de una necesidad por hacer que su amigo
crea en la versión que él le está contando, ya que para él la amistad es lo más importante y de una
alusión a sus propios pensamientos frente a lo que acontece, lo cual puede tener la misma
finalidad de reafirmar en su amigo la certeza de lo que sucedió.

Lo que aconteció durante la fiesta hizo que se sintiera desilusionado y que volviera a pensar en
Jimena como la mujer de su amigo, o por lo menos, la mujer que quería más a su amigo de lo que
podría quererlo a él, así que tomó la decisión de irse de la fiesta y encontrarse precisamente con
Nicolás para ir a la finca con otras mujeres que era lo que casi siempre terminaban haciendo, pero
al llegar a su casa encontró que Jimena lo había estado llamando en repetidas ocasiones, lo cual
generó en él un impulso que lo hizo salir inmediatamente para la casa de ella a intentar averiguar
qué estaba sucediendo.

En la casa de Jimena él intentó hablarle de la fiesta y de su amigo, pero ella lo que hizo fue besarlo
con tal fuerza y pasión que le mordió el labio, pero él sólo se dio cuenta cuando sintió la sangre
bajando por su cuello; encontramos entonces la primera referencia en todo el cuento al
apoderamiento de una mujer, a la manera en que el que durante toda la historia había manejado
la situación, ahora aparece como un juguete de alguien más y es precisamente esa mujer que
siempre ha tenido en gran estima y que siempre ha visto envuelta en una gran ternura y seriedad
la que toma el control de la situación que acontece, además de esto al parecer esta mujer con su
amigo no se había comportado de esta manera, tal vez la intención de lo que estaba haciendo era
clara y direccionada precisamente hacia él.

El siguiente acontecimiento que ya está cerca del final de la historia, es según Eduardo cuando la
invita a salir y en medio del baile, ella le muerde la nuca y lo hace sangrar nuevamente, lo cual hizo
que pensara, en medio de su mente machista, que lo mejor era llevársela para la finca donde
comienza a relatar lo que sucedió en la cama de sus papás pero ahora hablando en tercera
persona, tal vez con la intención de cambiar el foco y de hacer ver la historia desde un plano más
global y envolvente; es aquí donde aparece el suceso mágico e impactante, el sonido que sale de
Jimena como de un animal, ahora ella es todo lo contrario a lo que él siempre había visto y a lo
que a su amigo y a él les había gustado en ella, ahora Jimena lo muerde de la manera más
espeluznante, y mastica el pedazo de su cuerpo que le había arrancado; es en este momento en
que se descubre la verdadera intención de una mujer que tal vez nunca sintió atracción por
Eduardo, una mujer que simplemente quiso mostrar que así como él pensaba en el sexo opuesto
como comida, tal vez ellos también podían ser alimento de una manera más literal para ellas. La
narración termina con este acontecimiento del pasado contándose en tercera persona, con el
momento en que llegan a recoger a dos mujeres con las que iban a salir para obviamente tener
sexo y con la manera como estos dos acontecimientos parecen mezclarse en una referencia
directa a Jimena. Es en este sentido, a la manera del narrador como se hace mención de que lo
sucedido con Jimena y su canibalismo no va a hacer mella en su personalidad ni en su manera de
tratar a las mujeres, sólo quedará en su memoria y ahora en la de su amigo como una anécdota
más de la cual es preferible no volver a hablar.
HIPÓTESIS INTERPRETATIVA

Es Jimena entonces quien viene a cumplir el papel de una caperucita que, en lugar de ser comida
por el lobo, un hombre mujeriego y abusador de mujeres, adopta un papel salvaje y dominante
tomando venganza tal vez por lo que sabía de él o tal vez simplemente porque no lo quería a su
lado. El giro insospechado de esta historia aparece precisamente en el papel que desempeña
Jimena, mostrando esa segunda historia que no es la de un romance al estilo Corín Tellado, ni al
revés, sino una historia en la que caperucita también tiene la capacidad de morder y de dejar una
cicatriz en el cuerpo y en la mente de ese que apareció siempre como el lobo feroz, el gran
hombre frente al que todas las mujeres se rinden.

Más allá de intentar indagar sobre la explicación del título del relato, lo que aparece aquí es un
texto que bien podría entenderse como un monólogo, lo cual ya se dijo anteriormente, pero
haciendo referencia a que su inclinación es bastante marcada hacia la oralidad del lenguaje. El
presente es un relato donde la función lingüística, más allá de mostrarnos una gramática perfecta
y una cohesión impecable, deja reconocer un discurso absolutamente coloquial y direccionado
hacia la oralidad; en la manera como se narra, en las palabras que se utiliza, en la forma de unir
unas palabras con otras y en la poca utilización de los signos de puntuación se evidencia esa clara
necesidad por incluirse de alguna manera en una tradición de cuentos orales que aparecen como
la cuna más patente de una cultura y de unas costumbres tradicionales que van más allá de un
simple acontecimiento.

Expresiones como: “Deseándola diá verdad mompa nuera sino pensar en ella y digamos que se te
va parriba el tiringuistinguis” (p. 167) o “verde te digo comuna chirimoya” (p. 176), de las cuales se
encuentra compuesto en gran parte el texto, remiten a pensar en una clara referencia a un
entorno social y cultural específico y sin conocimiento del cual, no sería posible un claro
acercamiento al texto. Además de esto el texto prescinde casi en su totalidad de los signos de
puntuación, solo se encuentran algunos muy pocos puntos y comas, situación que también hace
pensar en un discurso creado para ser contado de manera oral, el habla es el vehículo quizás más
apto para reproducir este relato.

El relato entonces aparece como la necesidad de un joven de explicarle a su amigo lo que pasó con
esa mujer de la que ya antes hemos hablado y en la manera de aparecer la historia como
intercalada con la narración se evidencia un interés del personaje principal por lograr en su
interlocutor una receptividad y credibilidad que garanticen la utilidad de su relato. Este narrador
puede estar buscando precisamente, no solo una reconciliación con su amigo por lo que hizo, ya
que realmente no es evidente que se esté disculpando, sino tal vez un afianzamiento de esta
relación fraternal que tiene con el otro personaje y que se pudo o podría ver afectada por esa
mujer. Lo que busca el protagonista es sembrar en su interlocutor esa necesidad vital por olvidar y
superar esta mujer que, aunque él no lo crea del todo, puede resultar ser muy mala y hacerles
daño física y mentalmente tanto a ellos como a su relación de amigos.

Lo que termina haciendo Eduardo es una invitación a superar estos sentimientos por una mujer
que les hizo daño a ambos y a recobrar su vida anterior llena de disfrute y placer en los encuentros
furtivos con diferentes mujeres.

Das könnte Ihnen auch gefallen