El Aposento Alto, no era una casa alta de dos pisos, sino era una esquina del

templo, del lado de afuera del templo, que se le llamaba “el lugar alto”.

Refrigerio. Es la comida y la atención que se le dá a alguien que está de paso.

Tiempos de refrigerio tiene que ver “con la manifestación del Espíritu de la

profecía”.

Una verdad revelada es un refrigerio.

A quien se le entrega un diseño, se le marca con códigos.

Y quien lee tus códigos, caminará en tus diseños.

Si el diseño es revelado, te convertirás en uno que esparce códigos.

Discipulado. Es el establecimiento de sustancia a partir de códigos para

generar un estilo de vida. s una transmisión de códigos.

El discipulado no es un curso.

El Espíritu Santo dá códigos proféticos.

No hay restauración sin revelación.

La revelación define diseños.

La restauración establece la implementación de esos diseños.

Revelación es un fluir de un conocimiento oculto o secreto que Dios dá a

conocer, que tiene como objetivo, “llenar el vacío de conocimiento, y el vacío de
diseño”. Una revelación dota conocimiento y también diseño. Toda revelación
de Dios traerá diseño.

La restauración es la implementación de la revelación para establecer ése

diseño, en un fluir de vida sobrenatural.

La restauración no es sólo lo que sucede internamente, es lo que te va a

“provocar” hacia afuera.

La palabra restaurar está ligada en el hebreo con la palabra

“arrepentimiento”. Y la palabra arrepentimiento, con la palabra
“avivamiento”.
Para llegar al avivamiento, debe haber procesos de restauración, donde medie
el arrepentimiento. Pero no puede haber arrepentimiento sino hay restauración.
La revelación te va a ubicar en los tiempos, para que tu arrepentimiento te
ubique en lugar donde puedas generar el avivamiento.