EL CRECIMIENTO ECONÓMICO DESDE LA EDUCACIÓN DE UN COLOMBIANO

Daniela Ximena Remolina Arévalo – 1091596194 – daniela.remolina@udea.edu.co

En la cotidianidad, la sociedad cada vez encuentra más y más necesidades y por el contrario, los recursos cada vez son
más escasos, es por esto que, las personas se ven obligadas a buscar estrategias que les permita asignar estos recursos
de la mejor manera para satisfacer las múltiples necesidades y así mejorar la economía de un país. Estos recursos
pueden ser agrupados en diferentes factores de producción como lo son: el capital humano que son los conocimientos y
las habilidades de los trabajadores, el capital físico traducido como máquinas, equipos, edificios, entre otros y los
recursos naturales; existe un factor importante para el desarrollo que une todos los citados anteriormente: La
tecnología, por medio de la cual se puede obtener más producto con menos recursos y se puede ver como la clave para
un mayor crecimiento económico.

Muchos autores coinciden en que la aplicación de una buena tecnología mejora la eficiencia de los procesos
productivos y por ende, genera un mayor crecimiento económico, pero, y si este crecimiento es tan fácil como
desarrollar nuevas tecnologías o adaptar ideas extranjeras, ¿por qué aún existen países como Colombia que están
rezagados económicamente? La respuesta es sencilla, para que exista innovación deben surgir nuevas ideas que den
solución a las necesidades de la sociedad, combinando el capital físico limitado con la mano de obra capacitada y así
producir bienes y servicios más valiosos, pero sin un buen capital humano es difícil generar dichas ideas y ser
innovadores, según el autor Mauricio Cárdenas, “las personas con mayor nivel de preparación y entrenamiento tienen
más capacidad para ensayar, experimentar, conjeturar y formular hipótesis” (Cárdenas, 2009, pág. 70), ahora,
preguntémonos ¿el estado garantiza las condiciones para que toda la sociedad tenga acceso a la educación o que por lo
menos tenga acceso al crédito para financiar su educación?, es decir, ¿garantiza que toda la población tenga un mínimo
de educación?. Según la investigación, 'Education at a Glance 2018', se dice que, si bien, la educación superior
colombiana genera importantes retornos en el mercado laboral, el acceso a ella es bastante limitado y aseguran que en
promedio solo el 22% de los colombianos obtienen un título universitario, muy por debajo del promedio de la OCDE
que es del 38%.

Por otra parte, el autor Mauricio Cárdenas asegura que, “la migración del campo hacia la ciudad facilita el acceso a la
educación y a la salud” (Cárdenas, 2009, pág. 90), pero, para los campesinos colombianos no es tan fácil dejar el
campo e ir en busca de mejores oportunidades, pues, la productividad de la agricultura es otro aspecto en el cual
Colombia se encuentra rezagado, ya que, según el Censo Agropecuario solo 16,7% de los agricultores tiene maquinaria
y el 75% de las zonas rurales están situadas a más de 4 horas de las principales ciudades, lo cual incrementa los costos
de transporte y le dificulta a los campesinos vender sus cosechas, esto es producto del mal estado de la infraestructura
Colombiana, pues, se estima que apenas el 20% de la red nacional de vías terrestres se encuentra en buen estado, lo
cual equivale aproximadamente a 140 mil kilómetros, lo cual hace a los campesinos cada vez más pobres y con más
dificultad para a la educación, en la columna del espectador La difícil situación de las escuelas rurales en Colombia, se
menciona que, al finalizar el 2015 habían más de 5 millones de jóvenes sin estudiar, de los cuales el 40% vivían en
zonas rurales, todo esto, sin olvidar el incremento de las tasas de criminalidad ligadas de manera estrecha a los grupos
armados ilegales y el narcotráfico, evidencia el déficit de la educación en Colombia, pues el acceso a mejores
oportunidades es muy restringido.

Cabe resaltar que si bien, el desarrollo tecnológico es el que permite la unión de todos los factores productivos y
generar aumentos en la producción agregada de la economía, para que exista innovación, el capital humano debe estar
altamente capacitado, en mi opinión, con una buena educación se logra un mejor acceso al capital humano,
retribuyendo con ello a la nación por medio de trabajo, proyectos de investigación, creación de empresa, propuesta de
nuevos métodos, incrementos en la producción con los mismos factores y a su vez la activación de la economía en
términos de movilidad social, prosperidad y demás, que se traducen en mejoras al sistema capital, lo cual vuelve a un
país más atractivo para la inversión extranjera y la integración con la economía global, e incrementa la posibilidad de
acceder a un mejor capital físico. Todo esto recalca la importancia de las instituciones a la hora de incentivar los
sectores privados y el papel de los gobiernos para implementar políticas beneficiosas para la población, pues la calidad
de la regulación y la carga impositiva afectan las decisiones de las empresas y los accionistas (Cárdenas, 2009, pág.
88), entonces, se puede concluir que, si el estado mejora el acceso a la educación a la sociedad, esta tendrá más
probabilidad de retribuirle con ideas innovadoras, que permitan un desarrollo tecnológico, y por consiguiente un
crecimiento económico.