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Como modificación de esta ley aparece la posibilidad de aguda o con enfermedades de tiroides, paratiroides y glándulas
que los intervalos de conducción y descanso pueda regularlos suprarrenales.
un facultativo (art. 48), o que se exija que al conductor le acom- Las patologías del sistema nervioso central o periférico que
pañe otra persona habilitada para la conducción de un vehículo. produzcan disminución o ausencia de las funciones sensoriales
Del mismo modo, el facultativo puede determinar cuál es el motoras y psicomotoras, tampoco están permitidas; ni los tem-
período de vigencia máximo de un permiso de conducir, tenien- blores de grandes oscilaciones, espasmos de movimientos am-
do en cuenta que para algunos trastornos hay establecido un plios de la cabeza, tronco o miembros y espasmos que incidan
período de vigencia máximo (art. 60). en el control del vehículo. En caso de epilepsia o crisis convul-
Si existe una deficiencia, se puede obtener un permiso de sivas, tiene que transcurrir un año desde la última crisis. Y, lógi-
conducción extraordinario, es decir, sujeto a condiciones restricti- camente, no alcanzarían los requisitos aquellas personas con
vas (art. 65), y está permitido, además, modificar el vehículo con trastornos de la personalidad, funcionamiento intelectual defici-
las adaptaciones necesarias. Se le permitiría a esa persona apren- tario, trastornos psiquiátricos con ideas obsesivas de suicidio o
der a conducir en el vehículo adaptado, que debe tener una serie tendencias agresivas, y trastornos por consumo de sustancias
de condiciones técnicas, además de las requeridas por las restric- psicoactivas como drogas, alcohol o medicamentos.
ciones. Si existiera riesgo para la circulación, se podría inmovili- Los apartados que más interesan al neuropsicólogo forense
zar el vehículo por exceso en los tiempos de conducción (art. 70). son los que están menos detallados. Además, desde los centros
Otro texto legal necesario es el Real Decreto (RD) 772/1997, de reconocimiento a veces parten las primeras recomendaciones
de 30 de mayo, por el que se aprueba el Reglamento General de para que estas personas corrijan sus deficiencias del tipo que
Conductores. Se modifica gracias al RD 1907/1999, de 17 de sea, y se llega a rechazar al 1,24% de los conductores que, sin
diciembre, por el que se modifican varios artículos del Regla- revisión, hubiesen seguido conduciendo. De un modo u otro, los
mento General de Conductores. Cabe destacar que sólo se per- centros de reconocimiento reducen la siniestralidad con este
miten restricciones en los permisos de la clase B, nunca en los tipo de medidas.
profesionales. Del mismo modo, sólo se permitiría en los permi- Se debe revisar si se le permite la conducción a pacientes en
sos ordinarios el empleo de lentes correctoras o audífonos para tratamiento oncológico, a trasplantados, a personas con trastor-
mejorar la agudeza visual o auditiva, respectivamente (art. 47). nos de la alimentación como obesidad extrema o anorexia ner-
Antes de solicitar un permiso de conducir, se necesitará un viosa, e incluso a personas en el límite de las aptitudes psicofí-
informe de aptitud psicofísica expedido por un centro de recono- sicas requeridas. La demencia es causa de denegación del per-
cimiento de conductores, para comprobar que no existan trastor- miso, aunque muchos conductores ancianos comienzan a tener
nos de las áreas asociadas a la conducción (art. 44.2) [3], entre déficit cognitivos o psicomotores que les dificultan la conduc-
ellas el sistema nervioso y la aptitud perceptivomotora, y tampo- ción segura. El problema viene cuando no se someten a revisión
co trastornos mentales, de conducta o relacionados con drogas, o porque nieguen sus déficit o los encubran para que sus familia-
cualquier otra afección no especificada que comprometa la segu- res no les resten autonomía al detectar cualquier deficiencia.
ridad vial. Si después de estas condiciones se detectase que una
persona no tiene las aptitudes necesarias para conducir, se comu-
nicarán las causas a la Jefatura Provincial de Tráfico (art. 45). QUÉ SE NECESITA PARA CONDUCIR UN VEHÍCULO
Tras la disposición legal que regula la existencia de los cen- Para obtener un permiso de conducción se requiere una serie de
tros de reconocimiento de conductores, el RD 1467/1982, de 28 conocimientos, determinados por el artículo 48 del Reglamento
de mayo, aparecen los textos legales que son la base de esta de Conductores:
revisión: el RD 2272/1985, de 4 de diciembre, por el que se 1. Actitud de cooperación con los demás conductores y no
determinan las aptitudes psicofísicas que deben poseer los con- molestar, advertir las maniobras, etc.
ductores de vehículos y por el que se regulan los centros de 2. Evaluación, toma de decisiones, tiempo de reacción y las
reconocimiento destinados a verificarlas. La orden de 4 de fe- modificaciones de éstas por el efecto del alcohol, drogas,
brero de 2000 modifica su anexo 3, relativo a las tarifas aplica- medicamentos, trastornos, fatiga, sueño y otros factores.
bles a los informes de aptitud, pero no interviene sobre lo que 3. Respeto de las distancias de seguridad entre vehículos y te-
interesa: las aptitudes psicofísicas. ner en cuenta las particularidades de las distintas vías: con-
Los trastornos que no permiten obtener permiso ordinario diciones meteorológicas, ambientales, etc.
de conducción se exponen en el anexo 4 del RD 1467/1982, de 4. Riesgos con usuarios más vulnerables (peatones, ciclistas,
28 de mayo, anexo que no se ha modificado. conductores de ciclomotores) y los propios de la circulación
En cuanto a los déficit sensoriales, la visión debe revisarse y las condiciones de visibilidad.
cada 5 años, y se permite un mínimo de agudeza visual de un 5. Elementos relacionados con la seguridad de la conducción y
65%; en lo que a la audición respecta, sólo se permite un máxi- detección de sus defectos.
mo de un 45% de hipoacusia entre los dos oídos. 6. Uso racional del vehículo en relación con el medio ambien-
Es necesaria una posición sedente normal, un manejo eficaz te, y evitar la contaminación.
de los mandos sin posiciones atípicas y una altura superior a 7. Normas y señales reguladoras de la circulación.
1,50 m. No se permiten insuficiencias cardíacas, pulmonares o 8. Factores y causas frecuentes de los accidentes de circulación.
renales, y se debe tener precaución si la tensión arterial mínima
es superior a 120 mmHg. Hay trastornos que requieren una revi- Por ello, sería necesario determinar cuáles son las capacidades
sión cada dos años: es el caso de quienes padecen síndrome de necesarias para la conducción [5], muchas de las cuales están
apnea obstructiva del sueño (SAOS). contempladas por la normativa vigente.
Quienes sufran diabetes deberán acudir a revisión cada dos Los aspectos atencionales necesarios son el empleo de los
años, y se prohíbe la conducción a pacientes con hipoglucemia espejos retrovisores y la consideración del ‘ángulo muerto’, es
decir, eventos que pueden existir en el campo atencional visual a ducción (art 11.3), porque aumentan las distracciones y provoca
los que no se atiende porque no se perciben directamente. Es mayores tiempos de reacción. Al hablar por el teléfono se pier-
importante tener unos buenos tiempos de reacción, y saber res- de la noción de la situación del vehículo respecto al tráfico, e
ponder rápido ante situaciones imprevistas (art. 50), y se sabe incluso se desvía la trayectoria. Además, se mantienen unas dis-
que ésta es una de las mayores dificultades de las personas ancia- tancias de seguridad inadecuadas y no se capta casi la mitad de
nas, debido a su lentitud en el procesamiento de la información. las señales.
Se necesita una atención selectiva competente para atender Otro importante elemento de distracción que se debe con-
sólo a la información relevante, y también una buena atención trolar cuando se conduce son los pensamientos o imágenes
dividida, para distribuir los recursos atencionales entre las dife- mentales, que producen cambios marcados en los patrones de
rentes tareas que se requieren en el manejo de un vehículo. Se inspección visual y en los aspectos técnicos de la conducción.
automatiza dicho manejo y se reservan más recursos para la De este modo, se reduce la inspección de los espejos y del cua-
conducción en sí, para adaptarse al entorno y para responder al dro de mandos.
tráfico. También las imágenes mentales producen una mayor con-
Se requieren también una serie de habilidades técnicas (art. centración espacial de la mirada, e incrementan la duración
49 del Reglamento de Conductores), que suelen ser casi auto- media de las fijaciones oculares. Se reduce marcadamente la
máticas en los conductores con experiencia, como el control de ventana de inspección visual y, al mismo tiempo, el foco aten-
pedales y volante y la selección de la marcha correcta y su cam- cional, por lo que desciende la probabilidad de detectar eventos
bio, relacionadas con una buena competencia perceptivomoto- de tráfico.
ra; sin embargo, dichas habilidades tienen que aplicarse según
la apropiada secuencia de acciones y mediante una ejecución
fluida, más todavía cuando se realizan maniobras como el esta- EL PROBLEMA DE LOS CONDUCTORES ANCIANOS
cionamiento. Uno de los principales problemas de los conductores ancianos
Por otra parte, todo lo relativo a la flexibilidad cognitiva tie- es el enlentecimiento del procesamiento de la información [7].
ne que estar bien conservado, lo que supone realizar un juicio Aumentan los tiempos de reacción y, por tanto, la capacidad de
correcto de las situaciones que surgen en el tráfico, al igual que responder de forma rápida y adecuada a las situaciones del trá-
mantener las distancias de seguridad, y adaptarse a la velocidad fico disminuye bastante.
de otros conductores y a las características de la vía. Se requie- Por otra parte, las personas mayores no suelen ser objetivas
ren unos buenos tiempos de reacción para avisar las acciones y respecto a su competencia en la conducción [3]. Así, se perci-
maniobras con la antelación suficiente para no entorpecer a los ben como seguros, aunque para ello tengan que conducir anor-
otros conductores, y se necesita una buena capacidad de antici- malmente despacio y sólo por recorridos habituales, con lo que
pación de las situaciones en la vía pública (art. 50). También se puede perjudicar a otros usuarios de la vía.
entraría como un aspecto derivado de la flexibilidad la selección Un trastorno asociado a la ancianidad que debe incluirse es
del mejor itinerario según las condiciones del tráfico. la EP [3]. Sus principales síntomas son el temblor, la rigidez y la
Los aspectos referentes a la personalidad sí se contemplan lentitud extrema de movimientos, que provocan una incapacidad
en la normativa legal, y establecerían que los conductores no progresiva en las actividades de la vida cotidiana. Son también
tuvieran alteraciones emocionales que interfiriesen en la con- evidentes trastornos psicomotores la pérdida de la mímica y del
ducción, como irritabilidad o impulsividad, y que también fue- braceo en la marcha, el retraso en la iniciación del acto motor, la
ran conscientes de sus limitaciones. no realización secuencial de dos movimientos y la lentitud.
Junto a estos aspectos, se añadiría otro relativo a los conoci- En un principio la enfermedad [8] no afecta a la conducción,
mientos de las normas de tráfico y seguridad vial (art. 51), carac- pero en las etapas avanzadas se deteriora la exactitud de la tra-
terísticas del conductor, de la vía, de las diferentes maniobras, yectoria, los tiempos de reacción y la interpretación de las seña-
etc. Según el permiso solicitado, se valorarán diferentes conteni- les de tráfico. No es una de las grandes causas de accidente, ya
dos, que pueden ser adicionales. En el permiso A, el relativo a que un 30% de personas abandona voluntariamente cuando tie-
vehículos de dos ruedas, se incluyen otras habilidades, como ne dificultades, por pequeñas que sean, y conviene desaconsejar
conservar el equilibrio a diferentes velocidades (art. 53.2). la conducción cuando la EP cursa con deterioro cognitivo con-
Hay una serie de elementos que interfieren significativamen- comitante, aunque pueden hacerlo los sujetos en fases iniciales,
te, como es el caso del consumo de alcohol. El alcohol produce con buen control terapéutico, sin fluctuaciones, sobre la base de
un falso estado de euforia, que deriva en un exceso de seguridad autodeclaraciones y pruebas de conducción real [9].
y confianza, y un gran aumento de los tiempos de reacción. Cada vez son más frecuentes los diagnósticos de cualquier
Al manejar un vehículo bajo los efectos del alcohol, dismi- trastorno de demencia. Concretamente en la EA, que presenta
nuye la capacidad visuoperceptiva y se afectan las capacidades déficit cognitivos en muchas áreas y capacidades, los pacientes
motoras, se perciben incorrectamente las situaciones, la veloci- superan la accidentalidad de su grupo de edad, incluso en las
dad y las distancias con los otros vehículos. Una concentración fases iniciales [10].
de alcohol en la sangre entre 0,2 y 0,4 g/L influye en las capaci- Giménez-Roldán y González-Luque [3] proponen que, en
dades atencionales de vigilancia, atención selectiva, atención el caso de estar ante un paciente con sospecha de demencia
alternante y atención dividida [6]; es decir, en todas. que quiere seguir conduciendo un vehículo, se valore el estado
Un gran elemento de distracción, que ha causado numero- cognitivo. El miniexamen cognitivo (MEC), tanto en la ver-
sos accidentes, y que por ello ha motivado la reciente modifica- sión de Folstein [11] como en la de Lobo [12,13], no discrimi-
ción de la ley de Tráfico, Circulación de Vehículos a Motor y na una demencia leve de un paciente normal que también tiene
Seguridad Vial, de diciembre de 2001, es el uso del teléfono otras leves dificultades debidas a la edad, según menciona
móvil. En la actualidad se prohíbe el uso de éste durante la con- Bieliauskas [14]. Se le debería administrar al menos un MEC
a las personas mayores de 65 años que solicitan o renuevan su sobre la integración en la conducción de las maniobras simples,
permiso de conducción. tales como el control de los retrovisores, el giro del volante, el
Sin embargo, como se sabe, estos test son breves y no dan uso del freno, etc. También, este test tiene una elevada variabili-
cuenta de todas las capacidades; por ello, se proponen otros test dad intrasujeto; es decir, un sujeto puntúa de forma diferente al
suplementarios para la administración del MEC, como hacen repetirse el WURT en el intervalo de un mes; incluso un 3% de
Geldmacher y Whitehouse [15]. Estos autores proponen una prue- los sujetos normales evaluados fallaban dicha prueba. Es evi-
ba de aprendizaje verbal: repiten una dirección postal imaginaria, dente, puesto que las situaciones planteadas en la vía abierta al
después repiten cuatro palabras, y finalmente le piden al sujeto tráfico no siempre son iguales, y no todos los conductores son
que recuerde la dirección postal y las cuatro palabras presentadas. igual de expertos. Tampoco evalúa las funciones ejecutivas ni la
Los pacientes con EA cometen evidentes fallos en esta prueba. desorientación topográfica o espacial, quizá porque para ello
Otra prueba complementaria sería una de fluidez verbal; se existen otras pruebas.
le pide al sujeto que diga palabras que empiecen por una letra Otro tipo de pruebas son los simuladores de conducción.
determinada, o palabras dentro de una categoría, como anima- Estos dispositivos se componen de una pantalla semejante a la de
les. Un paciente con EA mencionaría muy pocas palabras den- un videojuego y de una serie de mandos iguales a los que suele
tro de la categoría. tener un vehículo. También existe una forma mucho más ecológi-
Otra prueba que es muy necesaria y que no se contempla en ca, que es emplear un vehículo estático cuyos mandos se conec-
el MEC [11-13] es una de atención. Se le propone al sujeto inhi- tan a sensores que analizan y registran las respuestas del sujeto.
bir secuencias automáticas, como repetir los meses del año al Los simuladores de conducción imitan la conducta de con-
revés, otra prueba de cancelación de letras y otra que requiere ducción real sin tener que someter a un paciente a los riesgos de
responder con un golpe cuando aparezca una letra concreta. un examen en una carretera abierta al tráfico. Tienen también el
inconveniente de que, al ser situaciones ficticias, los sujetos no
están tan pendientes de las infracciones y su correspondiente
¿PUEDE CONDUCIR UNA PERSONA CON DEMENCIA? sanción.
Esta pregunta no puede resolverse como ‘todo o nada’, ya que Por tanto, lo mejor sería un examen real, como el que permi-
implicaría condiciones muy restrictivas si se determinase me- te obtener el permiso de conducir, y añadir una serie de restric-
diante ley. No todos los pacientes con una EA incipiente quie- ciones para la conducción en el caso de que haya déficit.
ren seguir conduciendo, y tampoco todos emplearían el vehícu- En el caso de ancianos sin deterioro cognitivo, más que
lo de la misma forma, en el supuesto caso de que pudieran man- determinar su incapacidad para la conducción, se debería pro-
tener esa capacidad de conducción. mover y potenciar más la concesión de restricciones o la revi-
Por ejemplo, es menos exigente conducir por una carretera sión de dichos criterios, para valorarlas.
comarcal en un medio rural, en la que muchas veces basta con
aminorar la velocidad para que la conducción sea más segura,
que conducir por un entorno urbano. DAÑO CEREBRAL Y CONDUCCIÓN DE AUTOMÓVILES
La evaluación necesita pruebas ajustadas a la capacidad de Si trabajando con personas ancianas hay gran cantidad de aban-
conducir, como proponen Geldmacher y Whitehouse [15], que donos voluntarios de la conducción [3], con las personas más
se basen no sólo en pruebas de lápiz y papel, sino también en jóvenes que hayan sufrido algún tipo de daño cerebral, por
pruebas reales en la carretera y en simuladores de conducción. ejemplo un TCE, la cuestión se complica.
La solución ‘fácil’ de administrar un MEC posiblemente no sea Los TCE pueden ser de distinta gravedad. El criterio para
la más adecuada, ya que es un test que no correlaciona con la definir los TCE leves es una puntuación entre 13 y 15 en la esca-
capacidad para conducir [16]. la de coma de Glasgow. Se le añaden otros, como haber sufrido
Entre estas pruebas reales en carretera se encuentra el WURT un período de pérdida de conciencia inferior a 30 minutos,
(del inglés Washington University road test) de Hunt [17,18]. amnesia lacunar postraumática para eventos sucedidos antes y
Este test se desarrolla valorando la conducción en aproximada- después del accidente no superior a 24 horas, alteración del esta-
mente 9 km en una carretera convencional, sin que las condicio- do mental en el momento del accidente y déficit neurológicos
nes del tráfico sean especialmente complejas. Al lado del con- focales que pueden ser o no transitorios [19].
ductor se sienta un examinador de tráfico y puntúa diferentes Dichos TCE leves producen un síndrome llamado poscon-
aspectos de la conducción, tanto sencillos como complejos. En mocional, con síntomas de tipo somático y de tipo cognitivo
el asiento trasero se encuentra también otro investigador, que [20]. Los primeros dan pie a que se confundan con un trastorno
puntúa aspectos cognitivos y conductuales. somatomorfo, y comprenden cefaleas, fatiga, fotofobia y fonofo-
Según esta prueba, los pacientes con EA leve tienen más bia, disminución de la audición, diplopia, visión borrosa, vérti-
fallos que los conductores sanos de su misma edad, junto con un gos y mareos. Los síntomas cognitivos son los de enlentecimien-
descenso de la velocidad de conducción y una mayor dificultad to del procesamiento de la información y grandes tiempos de
para juzgar la distancia de otros vehículos, sobre todo en la reacción, disminución de la concentración, disminución del ren-
dirección contraria. Los pacientes con EA están menos atentos dimiento en tareas de atención dividida, ausencia de memoria del
a las condiciones del tráfico en su entorno, siguen con dificultad material nuevo y disminución de la flexibilidad mental. El aspec-
por su carril y muchas veces no se dan cuenta de los vehículos to más procedimental de la conducción, como es el manejo de los
que se aproximan. Frenan muy frecuentemente de forma ines- mandos del vehículo, suele conservarse, aunque hay que destacar
perada y tienen graves problemas ante una intersección de vías la importancia de los trastornos de atención a la hora de permitir
en cuanto a la prioridad de paso [3]. a un paciente con un TCE volver a conducir un automóvil.
Sin embargo, este test [18] tiene limitaciones a la hora de Además, los TCE leves muchas veces no dan alteraciones
evaluar a pacientes con EA leve. Entre ellas, no se informa de tipo neurológico en las pruebas de neuroimagen, con lo que
no es difícil que se produzcan falsos negativos. De este modo, traumáticos que sufren crisis epilépticas en las primeras fases
es frecuente la simulación en estos pacientes, sobre todo cuando [27]. Cuando las crisis son graves se desaconseja conducir, por
pretenden volver a su forma de vida premórbida, incluyendo en el riesgo que supone para los demás, y es una grave infracción
ella la conducción de vehículos. de las normas de seguridad vial. Por ejemplo, hay una mayor
Más graves e incapacitantes son los TCE moderados y gra- incidencia de accidentes e infracciones entre conductores epi-
ves. Estos pacientes quedan con secuelas, como profundos défi- lépticos, y las convulsiones parciales complejas con pérdida de
cit de aprendizaje y memoria, abstracción, atención, capacida- conciencia más o menos brusca, ya que muchas veces no hay un
des visuoperceptivas y motoras y lenguaje; por ello, las capaci- aura previa y se acompañan de amnesia postictal, es decir, de
dades requeridas para la conducción merman. Aunque en el amnesia tras la crisis [28]. De este modo, el período mínimo
transcurso de un año en rehabilitación mejoren sus problemas interictal –entre crisis– permitido para conducir es de 1-2 años,
de lenguaje, los problemas de memoria tienden a persistir. El según la normativa legal.
84% de los pacientes, dos años después del TCE expresan que Es necesario adoptar una serie de precauciones, ya que los
tienen déficit residuales en su funcionamiento cognitivo, como epilépticos tienen el doble de riesgo que los sujetos control (sin
dificultades de memoria, irritabilidad, lentitud, falta de concen- epilepsia), pero menos que los afectados por otras enfermedades
tración y fatiga [21]. con menos restricciones, como la diabetes mellitus. Además, se
Sin embargo, también hay déficit emocionales y comporta- ha constatado que un 90% de los accidentes en epilépticos se
mentales en los TCE. Los más frecuentes son, además del sín- deben a errores en la conducción, y uno por cada 10.000 acci-
drome posconmocional, excitabilidad y agresividad, depresión dentes se debe a una crisis. Las crisis parciales complejas y las
postraumática, trastornos de personalidad o desinhibición [22]. crisis generalizadas son las que producen más accidentes; inclu-
Estos trastornos de personalidad tienen importantes repercusio- so, hay más recurrencia de las crisis si hay alteraciones neuroló-
nes en la conducción de un vehículo, ya que pueden llevar a gicas, electroencefalográficas, consumo de alcohol, trastornos
estos individuos a actuar de manera impulsiva, y a responder de psiquiátricos, etc.
forma agresiva a las diferentes circunstancias que se dan duran- Otros trastornos importantes que producen déficit cognitivos
te la conducción. Por ello, sería importante tenerlas en cuenta son los del sueño, ya que la excesiva somnolencia diurna es un
antes de permitir o facilitar la conducción de estas personas con factor de riesgo enorme, que provoca el 20% de los accidentes.
daño cerebral. Además, evocan una de las situaciones más co- También el SAOS se asocia a una alta frecuencia de accidentes
munes en neuropsicología forense, la imputabilidad del pacien- de tráfico por deterioro psicomotor, cognitivo y de la vigilia [29].
te, que ya hemos comentado en otro lugar [23-25]. Conviene también revisar las alteraciones cognitivas y de
En el estudio de Peregrín et al [26] se determina una distri- personalidad que no permiten la obtención de permiso de con-
bución de frecuencias de los distintos tipos de cambio de perso- ducir de ningún tipo, teniendo en cuenta aspectos como la
nalidad categorizados según el DSM-IV en una muestra de 55 imputabilidad del paciente en el caso de resultar implicado co-
sujetos. Los porcentajes más elevados corresponden a los apáti- mo conductor en un accidente de tráfico. Se debería contemplar
cos y lábiles, que superan el 30%, y el siguiente en frecuencia al menos el síndrome frontal como entidad única, aunque sea
es el desinhibido (27,3%). Menor frecuencia tienen el agresivo una categoría tan difusa como los trastornos que se proponen en
y el inespecífico, ambos con un 16,4%, y el paranoide (3,6%). la normativa.
Hay que señalar que un 40% de los sujetos presenta un trastor- Se desconoce el apoyo legal requerido para la retirada del
no mixto, y un 20% tiene un único subtipo. permiso de conducir a lesionados cerebrales graves, ya que es
Por tanto, se necesita un mejor sistema de clasificación, más muy arriesgado, tanto para el paciente como para los otros con-
operativo, para que la repercusión dentro de la medicina legal se ductores, el que vuelva a subirse a un vehículo. Se contempla en
adecue a la realidad. Lo que sucede en la normativa actual, en la otros trastornos de tipo médico y neurológico, pero no en el
ley 30/1995 de Ordenación y Supervisión de los Seguros Priva- deterioro cognitivo por lesión cerebral, diagnosticado por una
dos, es que se incluyen tres categorías sin los baremos que per- evaluación neuropsicológica y forense exhaustiva.
mitan justificar las secuelas de una manera fiable. Estas son: Como conclusión final, se debería destacar la importancia
síndrome de apatía, síndrome orgánico de personalidad y altera- de los aspectos medicolegales en el desarrollo de la neuropsico-
ción de la personalidad. logía, sobre todo en cuanto a la integración social y comunitaria
La epilepsia y la conducción son una importante fuente de de los pacientes, puesto que es muy necesaria la conducción de
estudios, ya sea sobre epilépticos crónicos o sobre lesionados vehículos en sociedades urbanizadas.
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