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Autoras
Cecilia Satriano y Nora Moscoloni
Resumen
En este estudio se aplica y desarrolla el conocimiento psicosocial al ámbito
de la salud, demostra nd o la complejidad del problema de la desnutrición
infantil, y determina ndo la importa ncia de los aportes subjetivos en los
casos en donde se mantiene la cronicidad del cuadro.
Los resultados obtenidos durante los distintos procedimientos de la
investigación 1 , proponen un enfoque integral en el primer nivel de
asistencia. Esta experiencia nos permitió obtener, de manera sistemática los
rasgos que caracterizan la función de la madre en la crianza.
INTRODUCCIÓN:
La indagación de las representaciones sociales de un grupo de madres cuyos
hijos estaban bajo el Programa Provincial de Crecimiento y Desarrollo,
posibilitó desarrollar un conocimiento acerca de ellas y una reconstr ucción
de su realidad social. Esto explica, no sólo la percepción que tienen de la
desnu trición infantil sino que otorga un significado al lugar que ocupan sus
hijos en la fantas m á tica individual.
Además, las conclusiones amplió los conocimientos que los programas de
ayuda y las estrategias de intervención por parte de los equipos de salud.
En general, estos programas no profundiza n sobre los determinantes y las
implicancias que generan este tipo de acciones, en consecuencia los efectos
de los trata mientos suelen no incidir sobre los cambios de actitudes de las
familias. El enfoque fragmentad o de la problemática, hace que se tienda a la
naturalización de la cronicidad. Por esta razón, cuando no se encuentran
respues tas satisfactorias desde un único tipo de abordaje (como el médico,
en este caso), destaca mos la importancia de utilizar un modelo transversal
que permita enfocar el problema desde un trabajo multidisciplinario.
1 Este
trabajo se constituyó en el curso de varios años abarcand o distinto s proyectos y grupos de investigación.
Proyecto radicado en :
• CONSEJO DE INVESTIGACIONES DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL DE ROSARIO, aprobado su primer informe
por Ordenan za Nº261 / 7 8, Acta Nº24.
• PROGRAMA INTERDISCIPLINARIO DE ANALISIS DE DATOS (IRICE- CONICET- UNR) piad@sede.unr.edu.ar
• ÁREA PROGRAMÁTICA III, HOSPITAL PROVINCIAL DE ROSARIO, MINISTERIO DE SALUD, GOBIERNO DE LA
PROVINCIA DE SANTA FE
Las experiencias se desarrollaron en dos centros de atención socio -
comunitarios:
- Centro de Salud Nro 24 dependiente del Hospital Provincial de Rosario.
- Asociación Cooperador a del Centro de Desarrollo Infantil y Promoción
Familiar, Secretaría de Extensión Universitaria y Municipalidad de Rosario .
4 Moscoloni N, Satriano C, Bolis N “Representaciones sociales de la desnu trición infantil en familias en situación de
riesgo psicosocial de la zona sur de la ciudad de Rosario”, Jornadas de Psicología, Facultad de Psicología, UNR,
Rosario, septiemb re 2000.
Resultados obtenidos:
Para esta etapa de la investigación el problema giró en relación a cuál es la
mejor perspectiva metodológica para interpretar los datos. Dado que el
trata miento era descriptivo, elegimos técnicas cuantitativas que funcionan
en base a análisis de variables.
Con las 157 familias indagadas se construyó una base de datos que incluyó
49 indicadores. Realizamos un análisis exploratorio con la finalidad de
elaborar una tipología de estas familias o unidades domésticas.
Dimensiones e indicadores:
1- Condiciones habitacionales :
Tipo de vivienda; materiales; procedencia del agua; ubicación de las
cañerías; servicios sanitarios; número de ambientes; número de camas,
hacinamiento.
La casilla de chapa es el tipo de vivienda predominante, constituyendo un
57% del total. Pese a que la mayoría de las viviendas cuentan con agua
corriente, las condiciones precarias en cuanto a la extracción y distribución
muestran una inmediata necesidad de mejorar el servicio. El 70 % no cuenta
con servicios sanitarios en la vivienda, es decir que esto sucede tanto en las
casillas de chapa como en las casas de material. A su vez el 66% tienen
letrinas.
En el 60% de las unidades las camas son compartidas por al menos dos
integrantes de la familia. El valor promedio del número de integrantes por
núcleo familiar es de 4 personas, y el promedio de personas por cama es de
1,62. Esto indica que no todos los integrantes del grupo familiar cuentan
con cama propia, siendo esto un factor de hacinamiento 6 .
5 Hidalgo, G. “Evaluación del funcionamiento familiar en familias con y sin riesgo biopsicosocial”, Revista PSIKHE,
Vol. 8, Nro 2- Noviembre 1999, Universidad Católica de Chile. p.85.
6 Estos resultado s coinciden con un elevamiento realizado en el año 95 por el INDEC en el cual se deducía que en
los hogares pobres habita casi el doble de las personas (promedio de 5 por vivienda) que en los hogares de ingresos
medios. En: Levín, S. La ciudadanía social argentina en los umb rales del siglo XXI. En: Estado y Sociedad. Hintze
comp. (2000). Eudeba. Buenos Aires.
7 López, A. (2000).Trabajo y sociedad: Indagaciones sobre el empleo, la cultura y las prácticas políticas en
sociedades segmentadas. La situación de la niñez en Argentina. Indicadores sanitarios y socio ambientales.
Evolución duran te la convertibilidad Nro 3, Vol. II, agosto - octubre, Santiago del Estero, Argentina. p.3.
3- Acceso a Servicios de Salud:
Cobertura de salud, lugar de control médico, embara zo, vacunación;
enfermeda de s diversas; tratamientos.
El lugar de control médico nos permite analizar cuáles son los servicios que
la población de este barrio encuentra más accesibles. Observamos que
aunque los hospitales a los que acuden, el Hospital de Niños y
especialmente el Hospital Roque Sáenz Peña, no se encuentra n próximos en
cuanto a la distancia y medios de transpor te, son los servicios más
utilizados por la población de este barrio, aún más que el Centro de Salud
San Roque que está ubicado en el barrio.
La accesibilidad de los servicios depende a su vez de la posibilidad de
obtener turnos de atención, por ejemplo en el Centro San Roque el personal
médico es escaso, y está afectado a otras tareas además de la atención en el
Centro. Observamos que sólo el 8% de la población relevada está incluida en
algún tipo de cobertura médica. Este dato también nos indica las
condiciones de precarieda d en el trabajo, ya que sólo ese grupo reducido
contaría con empleos que les permitan aportes al sistema de seguridad
social. Se observa que casi el 60% de las familias con niños menores de 8
años presentan un buen estado de vacunación. En los 157 hogares
entrevistados existen 92 casos que registran enfermeda de s diversas.
Tipología de hogares:
Con el fin de realizar una caracterización de las unidades domésticas se
procesó la información a través de técnicas de análisis multidimensional de
datos, sintetizan d o la información. En un primer momento, mediante el
análisis de correspon de ncias múltiples, que permite la visualización
simultánea de las relaciones entre variables. Posteriormente se realizó una
clasificación de los hogares teniendo en cuenta los valores de las
coordenada s sobre los ejes factoriales del análisis precedente, a los efectos
de mantener lo esencial de las relaciones analizadas 8 .
La clase 1 está constituida por 39 hogares. Representa casi el 25 % del total
de la muestra en estudio. Observamos que las categorías de cada variable
que mejor definen la clase son: los servicios sanitarios fuera de la vivienda,
vivienda de un ambiente, tipo casilla de chapa, con letrina, dos camas por
vivienda, y la edad promedio del padre entre 20 y 30 años. No encontra m o s
un tipo de composición familiar que defina esta clase.
La clase 2 está constituida por 20 hogares, representa el 12,5% del total de la
muestra. A diferencia de la clase anterior, la composición familiar, madre e
hijos es una de las modalidades que define esta clase. El 47% de las familias
comp ues ta s por madre e hijos, se encuentra en este grupo.
La clase 3 está confor mada por 29 hogares, representa el 18,5% del total de
la muestra. Las condiciones higiénicas de la vivienda mejoran en relación
con las dos clases anteriores, sin embargo persiste la precariedad en el tipo
de servicios sanitarios, que se encuentra fuera de la vivienda y tienen letrina.
8 Lebart L., Morineau A., Piron M. (1995) Statistique exploratoire multidimensionelle, Dunod, París.
En esta clase tiene relevancia el tipo de composición familiar, ya que las
familias nucleares conforma n el 86% de la clase, sin embargo este tipo de
familia es sólo el 26% del total de familias nucleares de la muestra. Esto
indica que este tipo de familia se distribuye entre varias clases y no queda
enmarcada en un solo tipo de vivienda. En esta clase el tamaño, 2 ambientes
y el número de camas aumenta, situación que mejora sensiblemente las
condiciones habitacionales.
La clase 4, constituida por 30 hogares, representa el 19% de la muestra La
categoría que define esta clase es el tipo de composición familiar: sólo
adultos . Por esto observamos que no hay niños y no aparecen los datos de
edad de los padres.
La clase 5 está conforma da por 39 hogares que representan el 25% de la
muestra. En esta clase se agrupa n las familias predomina nte me n t e del tipo
nuclear, que viven en mejores condiciones habitacionales. Es la única clase
donde aparece la casa de material, con servicios sanitarios y cañerías en la
vivienda, así como el uso del inodoro. También el tamaño de la casa es
mayor, ya que tienen tres ambientes, y el uso del baño es exclusivo de
quienes habitan la vivienda. En relación con las condiciones habitacionales
podemos decir que las familias que se agrupa n en esta clase no presentan
una situación de criticidad.
Resultados obtenidos:
El total de entrevistas relevadas fue de 55, discriminando los grupos según
el diagnóstico y resultando: 19 de niños crónicos, 8 de agudos, 11 de
recupera dos y 18 en control pediátrico. Técnicamente se procesó el material
obtenido en las entrevistas en profundida d utilizando el software SPAD- N y
T.
Indicadores biológicos :
La edad promedio de los niños afectados es de 3 años, con un número de
herman os de 3. Las madres al tener muchos hijos, se encuentran
sobrecargadas por el peso de la crianza y no ponen especial énfasis en el
desarrollo de cada uno. Sólo el 10 % de los niños son únicos. En este sentido
hay que destacar que el patrón reproductivo o el tiempo intergenésico entre
cada hijo no es muy espaciado. El peso al nacer promedio es de 3 Kg. Este
último dato se registra en otros estudios realizados en esta ciudad, cuyo
promedio al nacer consignado es de 3,100kg 10 .
En la mayoría de los casos, las madres manifestaron que la edad de inicio
de la desnutrición estuvo alrededor de los 6 meses. En el 49 % de los casos
no cesó el cuadro de desnutrición. Los niños con cronicidad registraban un
tiempo de más del 50 % de acuerdo a la edad. El indicador ‘existencia de
parásitos’ reveló que el 35% de los niños los padecían.
Indicadores familiares:
El 80 % de las familias están constituidas por modelos monoparent ales y el
20% por mujeres solas. Es sabido que las características de las madres
inciden en la desnutrición porque son las que toman la mayor parte de las
decisiones de salud, educación y alimentación. Casi el 71 % de los niños
pertenecen a familias numerosas , del tipo nuclear. La cantidad de
hermanos dio como resultado que el 20 % tiene un solo hermano, el 69 %
tiene entre 2 y 4 y el 16 % tiene 5 hermanos o más. El 44% de estos niños
están en el 4to ó 5to lugar en la cadena familiar . En más del 56 % se
observa que estas madres no reciben ayuda en la crianza .
Indicadores de la crianza :
Llama la atención que en un 67 % de los casos estos niños no fueron
embarazos esperados. En general, estas madres fueron controladas en el
Centro de Salud, registrándose que el 63 % de partos fueron normales, en el
84 % con lactancia materna , contando que de ésas el 58 % fue prolongada .
Los niños alimenta dos a pecho exclusivamente o casi exclusivamente, han
mostrado detención en el crecimiento. Si bien la lactancia materna se
9 En relación al relevamiento comparativo realizado por el INDEC en el año 95 en donde se concluía que la tasa de
desocupación en los niveles de pobreza se aproximaba aun 40 % respecto de los sectores medios que era del 6 %.
(Levín, 2000, ob.cit).
10 Específicamente se releva un peso de 3,175 kg en las niñas y 3,265 kg para los niños. Markevich, A.; Perez, B. y
Giarroso, M. (1995). Aspectos socioeconó micos y situación nutricional de una población hospitalaria. Cuadernos
Médico Sociales Nro 71.
recomienda como uno de los recursos más eficaces para proteger al niño en
su crecimiento y desarrollo cerebral su continuidad mas allá de los 6 o 7
meses tiene consecuencias adversas.
Indicadores de resultados :
El 72 % de las madres se dieron cuenta o advirtieron algún signo de cambio
en sus hijos pero recién consultan do al pediatra se enteraron que era
desnu trición. En más del 53 % han tenido antecedent es de enfermedade s
que son considerados factores infecciosos como parásitos, diarreas, bronco
espasm o s y neumonías; y factores de déficit de micro nutrientes como falta
de hierro (anemia) y vitamina A.
Las causas y las representacione s sociales serán analizadas en el punto
siguiente, no obstante las palabras asociadas atribuibles a enfermeda d que
más se destacaron fueron el bajo peso en un 56 %, siguiendo la delgadez y
problemas alimentarios . Respecto de las causas más frecuentes: no comer,
falta de alimentación y parásitos. Respecto de las estrategias de
sobreviv e n cia empleadas por estas madres, la mayoría concurre a
comedores. Los niños desnutridos crónicos concurren en mayor porcentaje
a comedores.Es importante considerar el tiempo que el niño se mantiene
en el cuadro porque eso afectará su desem peño a nivel cognoscitivo entre
otros. Casi el 53 % de estos niños pasan desnutridos por más de un año.
11 Menéndez, E. (1979). Cura y control. La apropiación de lo social por la práctica psiquiátrica. Nueva Imagen.
México.
12 En esta etapa se incorpora la Ps. Jesica Redond o, quien colabora actualmen te con la investigación.
algunos de los integrantes del equipo. La principal preocupación fue que
ninguno de los niños desnutridos que asistían al jardín maternal tenían un
seguimiento adecuado.
Seleccionamos los niños crónicos y a través de ellos invitamos a participar a
sus madres. Utilizamos la técnica de Grupo Focal.
Los niños realizaron los dibujos, siendo necesaria cierta animación por parte
nuestra. Se debió enfatizar y aclarar varias veces la consiga ya que parecían
no compren derla. Para salvar ese obstáculo, se utilizó como recurso la
consigna que dibujen a la mamá, a ellos mismos o a algún amigo. Algunos
de ellos, los menos, pudieron atenerse a lo que se le pedía.
En los dibujos de nuestra muestra, pareciera que los niños se detienen en el
dibujo parcializado de los ojos y en una especie de intento de graficar la
cabeza. No habría en ellos, salvo en la niña anteriorme nte citada, una
realización, o al menos una tendencia, de figuras cada vez más definidas. En
estos niños parece haber cierta dificultad en su desarrollo madurativo o tal
vez en su experiencia y estimulación, ya que lo llamativo es que teniend o
distintas edades son dibujos similares y que no muestra n un avance o
características propias a su edad cronológica.
Hay algo en lo madurativo que se detiene. Yo me arriesgaría a decir también
que hay cierta parálisis de la estimulación y de lo lúdico, en cuanto a la
captación de consigna.
Los niños de nuestra muestra, mostraron en sus dibujos, mucha descarga
motora, con producción de muchas líneas, puntos indiscriminados y muchas
expresiones circulares. Algunos de ellos realizaron letras e intentaro n
escribir partes de su nombre. Con esto podemos decir que el dibujo y la
escritura poseen pautas análogas al desarrollo tempra no del niño y tienen
orígenes similares puesto que para los niños muy pequeños el escribir y el
dibujar son casi lo mismo.
Se registra cierta dificultad en este desarrollo y crecimiento, debido a que es
muy difícil discriminar, en los dibujos, las edades de los niños. Todos los
dibujos son muy similares, en los cuales se les hizo difícil poder hacer una
figura humana, simpleme nte presenta n representaciones circulares y por
momen tos muy fragmentada s. Esto implica que la conciencia del niño, o la
imagen, de los cuerpos de los demás, se concentra más bien en la cabeza
(especialmente en los ojos), le sigue después una conciencia global de la
figura total, dentro de la cual apenas comienza a diferenciarse las distintas
partes.
En los dibujos de nuestra muestra, pareciera que los niños se detienen en el
dibujo parcializado de los ojos y en una especie de intento de graficar la
cabeza. No habría en ellos, salvo en la niña anteriorme nte citada, una
realización, o al menos una tendencia, de figuras cada vez más definidas. En
estos niños parece haber cierta dificultad en su desarrollo madurativo o tal
vez en su experiencia y estimulación, ya que lo llamativo es que teniend o
distintas edades son dibujos similares y que no muestra n un avance o
características propias a su edad cronológica.
Hay algo en lo madura tivo que se detiene. Nos arriesgamos a decir que hay
cierta parálisis de la estimulación y de lo lúdico, en cuanto a la captación de
consigna.
A modo de cierre:
Encontram os que existen rasgos que caracterizan los procesos de crianzas y
que están determina dos por los aspectos que fuimos destacando en las
distintas etapas.
Se hace necesario la búsqueda de alternativas en la formulación del
problema de la desnutrición infantil, pero también enfocar con espíritu
creativo, las posibles soluciones a los mismos. La salud, en este sentido,
requiere de una permanente incorporación de nuevas tecnologías capaces de
resolver las distintas necesidades acordes con las demandas actuales y los
problemas sanitarios.
Por esta razón considera mos que los programas vigentes de salud deberían
ampliar las categorías conceptuales y establecer intervenciones que
profun dicen la relación madre - hijo en las crianzas de bajo peso.
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