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Abordaje de la desnutrición infantil.

Aportes desde una perspectiva


psicológica
Informe de investigación

Autoras
Cecilia Satriano y Nora Moscoloni

Resumen
En este estudio se aplica y desarrolla el conocimiento psicosocial al ámbito
de la salud, demostra nd o la complejidad del problema de la desnutrición
infantil, y determina ndo la importa ncia de los aportes subjetivos en los
casos en donde se mantiene la cronicidad del cuadro.
Los resultados obtenidos durante los distintos procedimientos de la
investigación 1 , proponen un enfoque integral en el primer nivel de
asistencia. Esta experiencia nos permitió obtener, de manera sistemática los
rasgos que caracterizan la función de la madre en la crianza.

INTRODUCCIÓN:
La indagación de las representaciones sociales de un grupo de madres cuyos
hijos estaban bajo el Programa Provincial de Crecimiento y Desarrollo,
posibilitó desarrollar un conocimiento acerca de ellas y una reconstr ucción
de su realidad social. Esto explica, no sólo la percepción que tienen de la
desnu trición infantil sino que otorga un significado al lugar que ocupan sus
hijos en la fantas m á tica individual.
Además, las conclusiones amplió los conocimientos que los programas de
ayuda y las estrategias de intervención por parte de los equipos de salud.
En general, estos programas no profundiza n sobre los determinantes y las
implicancias que generan este tipo de acciones, en consecuencia los efectos
de los trata mientos suelen no incidir sobre los cambios de actitudes de las
familias. El enfoque fragmentad o de la problemática, hace que se tienda a la
naturalización de la cronicidad. Por esta razón, cuando no se encuentran
respues tas satisfactorias desde un único tipo de abordaje (como el médico,
en este caso), destaca mos la importancia de utilizar un modelo transversal
que permita enfocar el problema desde un trabajo multidisciplinario.

Propone mos en consecuencia, una intervención que integre el campo de la


salud con otros ámbitos, permitiendo la detección temprana y el
seguimiento constante, tendientes a la superación del cuadro y la reducción
del daño producido por la cronicidad.

1 Este
trabajo se constituyó en el curso de varios años abarcand o distinto s proyectos y grupos de investigación.
Proyecto radicado en :
• CONSEJO DE INVESTIGACIONES DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL DE ROSARIO, aprobado su primer informe
por Ordenan za Nº261 / 7 8, Acta Nº24.
• PROGRAMA INTERDISCIPLINARIO DE ANALISIS DE DATOS (IRICE- CONICET- UNR) piad@sede.unr.edu.ar
• ÁREA PROGRAMÁTICA III, HOSPITAL PROVINCIAL DE ROSARIO, MINISTERIO DE SALUD, GOBIERNO DE LA
PROVINCIA DE SANTA FE
Las experiencias se desarrollaron en dos centros de atención socio -
comunitarios:
- Centro de Salud Nro 24 dependiente del Hospital Provincial de Rosario.
- Asociación Cooperador a del Centro de Desarrollo Infantil y Promoción
Familiar, Secretaría de Extensión Universitaria y Municipalidad de Rosario .

Los diferentes momentos del abordaje técnico metodológico 2 :

1. Relevamiento cuantitativo de la zona de San Martín Sur, considera ndo


variables habitacionales, sociodemográficas y sanitarias. Selección de
los casos críticos a partir de la identificación de las familias.
2. Realización de entrevistas semiestr uct ura d a s a los responsables del
cuidado de niños menores de 6 años para conocer las
representaciones sociales de la desnutrición infantil.
3. Grupos focales con madres de niños con diagnóstico de desnutrición
crónica, que sirvió para corroborar algunos rasgos obtenidos en las
experiencias anteriores.

Construcción del sistema de matrices de datos:


En este trabajo tuvimos especialmente en cuenta la constr ucción de los
datos incluyendo su contextualización. Esto nos permitió identificar los
diversos elementos en juego, imprimiendo una organización y
jerarq uización de los hechos y confor man d o una dialéctica entre los
distintos momentos.
Hacemos especial énfasis en los datos porque son elementos que sustentan
las investigaciones y su construcción remite a un problema epistemológico.
Es un material simbólico que posee una determinada estructuración capaz
de producir un proceso de síntesis y atribución de sentido (Saltalamacchia,
1983) 3 .
Sabemos que cuando queremos realizar la descripción de un objeto
complejo, identificamos elementos de diversos tipos, configuraciones de
elementos y configuraciones de configuraciones de elementos, admitiendo el
paso de unos niveles a otros confor me a ciertas operaciones. Esta última
noción permite imprimir a la organización jerárquica de los hechos del
universo una connotación dinámica de gran importancia para el
establecimiento de un sistema, llamado matrices de datos.
Metodológicamente constr uimos un sistema de matrices que quedó definido
en tres niveles que coincidieron en este caso con distintos momentos de la
investigación.

1)- La matriz contextual :


Esta constituyó la investigación inicial. Las unidades de análisis fueron las
familias y las variables: las condiciones del barrio con dimensiones socio -
2 Los puntos 1 - 2 se llevaron a cabo en la zona San Martín Sur. El pun to 3 se aplicó en esa zona y en un centro de
desarrollo familiar, cercano a la zona universitaria.
3 Saltalamacchia, H. (1983). Historia de vida y mivimientos sociales: una propuesta para el uso de la
técnica. Iztapalapa. Año 4, Nro 9. México.
habitacionales y sanitarias. Los datos resultante s posibilitaron obtener una
información del contexto de la zona en estudio e identificar a las familias
vulnerables de las familias críticas.

2)- La matriz focal :


Estuvo formada por las familias de riesgo cuyos niños tienen problemas de
desnu trición. Las unidades de análisis fueron las madres o cuidadores de
estos niños que seleccionamos según los registros de las historias clínicas
de los centros de salud, respectivos.
Las variables fueron las representaciones sociales de la desnutrición y
fueron estudiadas a través de los discursos de las madres.

3)- La matriz infraunitaria :


Estuvo constituida por unidades de análisis conforma da s por las categorías
semánticas. Los indicadores fueron los textos o grupos de textos,
constituidos por los correspondientes discursos de las madres o cuidadora s
agrupadas según las características comunes del entorno familiar.

Relevamiento de salud en la zona sur 4 :


Elegimos iniciar un relevamiento en un sector denomina do 98 porque reunía
las características sustanciales de una zona geográficamente marginal y
conforma do por familias identificadas como vulnerables y críticas.
Priorizamos la realización de un diagnóstico exhaustivo de ellas con el
objetivo de conocer sus características estructur ales y de funciona miento.

El propósito fue conocer los aspectos de la estructura interna de la


población definida para el estudio. Para esto fue necesario indagar la
composición del parentesco y el ciclo vital, los aspectos relevantes en
cuanto a las representaciones de salud que permitiesen identificar un perfil
más amplio para, luego profundiza r en los ámbitos particulares y singulares
a través de entrevistas en profundida d.
De este objetivo principal se desprendieron necesariamente la planificación
de acciones específicas desde el Centro de Salud, que se relacionaron con los
otros dos momentos que completaron esta investigación.

En la mayoría de los estudios de este tipo la unidad de análisis es la familia ,


porque cuando existe un problema de salud en uno de sus componentes,
este hecho no puede considerarse un incidente individual. La familia, en este
sentido, forma parte de las redes vinculares sociales y es la que también
deter mina el comporta mie nto individual y las modalidades vinculares.
Existen al respecto, muchos estudios que demues tra n la interrelación que
existe entre los procesos de salud - enfermeda d respecto del rol
prepon dera nte de las familias 5 .

4 Moscoloni N, Satriano C, Bolis N “Representaciones sociales de la desnu trición infantil en familias en situación de
riesgo psicosocial de la zona sur de la ciudad de Rosario”, Jornadas de Psicología, Facultad de Psicología, UNR,
Rosario, septiemb re 2000.
Resultados obtenidos:
Para esta etapa de la investigación el problema giró en relación a cuál es la
mejor perspectiva metodológica para interpretar los datos. Dado que el
trata miento era descriptivo, elegimos técnicas cuantitativas que funcionan
en base a análisis de variables.
Con las 157 familias indagadas se construyó una base de datos que incluyó
49 indicadores. Realizamos un análisis exploratorio con la finalidad de
elaborar una tipología de estas familias o unidades domésticas.
Dimensiones e indicadores:
1- Condiciones habitacionales :
Tipo de vivienda; materiales; procedencia del agua; ubicación de las
cañerías; servicios sanitarios; número de ambientes; número de camas,
hacinamiento.
La casilla de chapa es el tipo de vivienda predominante, constituyendo un
57% del total. Pese a que la mayoría de las viviendas cuentan con agua
corriente, las condiciones precarias en cuanto a la extracción y distribución
muestran una inmediata necesidad de mejorar el servicio. El 70 % no cuenta
con servicios sanitarios en la vivienda, es decir que esto sucede tanto en las
casillas de chapa como en las casas de material. A su vez el 66% tienen
letrinas.
En el 60% de las unidades las camas son compartidas por al menos dos
integrantes de la familia. El valor promedio del número de integrantes por
núcleo familiar es de 4 personas, y el promedio de personas por cama es de
1,62. Esto indica que no todos los integrantes del grupo familiar cuentan
con cama propia, siendo esto un factor de hacinamiento 6 .

2- Unidad familiar y/o doméstica:


Composición familiar; edades de los padres; edades de los niños;
alfabetización de los padres.
La población estudiada está conforma da en su mayoría por niños y adultos
jóvenes. A su vez se relevó la edad de los progenitores. Se relevó que hay un
12% de madres menores de 20 años mientras que en el caso de los hombres,
sólo encontra m os un padre de menos de 20 años. En casi un 30% de las
familias relevadas, alguno de los progenitores no están alfabetiza dos. La
instrucción de los progenitores es fundament al para tener en cuenta en
estudios de contextos de pobreza. Éstos muestran que la distribución de la
mortalidad infantil en Argentina responde al perfil de la pobreza estructur al
nacional y en particular esta asociada estadísticame nte con la carencia de
instrucción de la madre 7 .

5 Hidalgo, G. “Evaluación del funcionamiento familiar en familias con y sin riesgo biopsicosocial”, Revista PSIKHE,
Vol. 8, Nro 2- Noviembre 1999, Universidad Católica de Chile. p.85.
6 Estos resultado s coinciden con un elevamiento realizado en el año 95 por el INDEC en el cual se deducía que en

los hogares pobres habita casi el doble de las personas (promedio de 5 por vivienda) que en los hogares de ingresos
medios. En: Levín, S. La ciudadanía social argentina en los umb rales del siglo XXI. En: Estado y Sociedad. Hintze
comp. (2000). Eudeba. Buenos Aires.
7 López, A. (2000).Trabajo y sociedad: Indagaciones sobre el empleo, la cultura y las prácticas políticas en
sociedades segmentadas. La situación de la niñez en Argentina. Indicadores sanitarios y socio ambientales.
Evolución duran te la convertibilidad Nro 3, Vol. II, agosto - octubre, Santiago del Estero, Argentina. p.3.
3- Acceso a Servicios de Salud:
Cobertura de salud, lugar de control médico, embara zo, vacunación;
enfermeda de s diversas; tratamientos.
El lugar de control médico nos permite analizar cuáles son los servicios que
la población de este barrio encuentra más accesibles. Observamos que
aunque los hospitales a los que acuden, el Hospital de Niños y
especialmente el Hospital Roque Sáenz Peña, no se encuentra n próximos en
cuanto a la distancia y medios de transpor te, son los servicios más
utilizados por la población de este barrio, aún más que el Centro de Salud
San Roque que está ubicado en el barrio.
La accesibilidad de los servicios depende a su vez de la posibilidad de
obtener turnos de atención, por ejemplo en el Centro San Roque el personal
médico es escaso, y está afectado a otras tareas además de la atención en el
Centro. Observamos que sólo el 8% de la población relevada está incluida en
algún tipo de cobertura médica. Este dato también nos indica las
condiciones de precarieda d en el trabajo, ya que sólo ese grupo reducido
contaría con empleos que les permitan aportes al sistema de seguridad
social. Se observa que casi el 60% de las familias con niños menores de 8
años presentan un buen estado de vacunación. En los 157 hogares
entrevistados existen 92 casos que registran enfermeda de s diversas.

Tipología de hogares:
Con el fin de realizar una caracterización de las unidades domésticas se
procesó la información a través de técnicas de análisis multidimensional de
datos, sintetizan d o la información. En un primer momento, mediante el
análisis de correspon de ncias múltiples, que permite la visualización
simultánea de las relaciones entre variables. Posteriormente se realizó una
clasificación de los hogares teniendo en cuenta los valores de las
coordenada s sobre los ejes factoriales del análisis precedente, a los efectos
de mantener lo esencial de las relaciones analizadas 8 .
La clase 1 está constituida por 39 hogares. Representa casi el 25 % del total
de la muestra en estudio. Observamos que las categorías de cada variable
que mejor definen la clase son: los servicios sanitarios fuera de la vivienda,
vivienda de un ambiente, tipo casilla de chapa, con letrina, dos camas por
vivienda, y la edad promedio del padre entre 20 y 30 años. No encontra m o s
un tipo de composición familiar que defina esta clase.
La clase 2 está constituida por 20 hogares, representa el 12,5% del total de la
muestra. A diferencia de la clase anterior, la composición familiar, madre e
hijos es una de las modalidades que define esta clase. El 47% de las familias
comp ues ta s por madre e hijos, se encuentra en este grupo.
La clase 3 está confor mada por 29 hogares, representa el 18,5% del total de
la muestra. Las condiciones higiénicas de la vivienda mejoran en relación
con las dos clases anteriores, sin embargo persiste la precariedad en el tipo
de servicios sanitarios, que se encuentra fuera de la vivienda y tienen letrina.
8 Lebart L., Morineau A., Piron M. (1995) Statistique exploratoire multidimensionelle, Dunod, París.
En esta clase tiene relevancia el tipo de composición familiar, ya que las
familias nucleares conforma n el 86% de la clase, sin embargo este tipo de
familia es sólo el 26% del total de familias nucleares de la muestra. Esto
indica que este tipo de familia se distribuye entre varias clases y no queda
enmarcada en un solo tipo de vivienda. En esta clase el tamaño, 2 ambientes
y el número de camas aumenta, situación que mejora sensiblemente las
condiciones habitacionales.
La clase 4, constituida por 30 hogares, representa el 19% de la muestra La
categoría que define esta clase es el tipo de composición familiar: sólo
adultos . Por esto observamos que no hay niños y no aparecen los datos de
edad de los padres.
La clase 5 está conforma da por 39 hogares que representan el 25% de la
muestra. En esta clase se agrupa n las familias predomina nte me n t e del tipo
nuclear, que viven en mejores condiciones habitacionales. Es la única clase
donde aparece la casa de material, con servicios sanitarios y cañerías en la
vivienda, así como el uso del inodoro. También el tamaño de la casa es
mayor, ya que tienen tres ambientes, y el uso del baño es exclusivo de
quienes habitan la vivienda. En relación con las condiciones habitacionales
podemos decir que las familias que se agrupa n en esta clase no presentan
una situación de criticidad.

Representacione s sociales de las madres:


Constituyó el segundo momento de la indagación y consistió en conocer las
represen taciones sociales de las madres que concurren al centro de salud
provincial, referente sanitario de la población de la zona indagada en el
primer momento.
Nos planteam os la necesidad sus representaciones sociales al observar la
sorpresa de muchas de estas madres cuando reciben el diagnóstico del
pediatra. Observamos que no existe en ellas el concepto de desnutrición
sino algunas señales o síntomas percibidos en sus hijos.
Considere mos que la representación social correspon de al orden de lo
imaginario, en cuanto son imágenes que condensan significados y se
constituyen en sistemas de referencia que permiten interpretar y clasificar.
La representación social es un proceso simbólico que se produce
sustituyendo las representaciones presentes con otras, constituyendo un
sistema referencial.
Entonces, a partir de conocer las representaciones sociales podemos dar
lugar a los aspectos subjetivos que a su vez implican la cristalización de lo
singular a través de los intercambios simbólicos en el seno de una cultura.
Conocer estas representaciones nos permitió identificar los rasgos
psicológicos más relevantes entre las madres, con la finalidad de determin ar
los factores relacionados con el tipo de vínculo madre - hijo y otros factores
del contexto materno.

Destacamos la relevancia que juegan estos soportes subjetivos porque la


desnu trición puede ser la resultante de un orden complejo de relaciones
entre factores ambientales y sociales. Ellas incluyen desde la calidad de los
alimentos hasta situaciones que tienen que ver con la realidad del niño y,
funda me ntalmen te, el vínculo con la madre y la familia, sobretodo en los
primeros años.
Pensamos que, a pesar de que la desnutrición infantil se instala en un
contexto de carencia y pobreza existen otras dimensiones que son
descuidadas por los programas asistenciales. Una de éstas, es la dificultad
en la asunción de la función protectora que debiera cumplir la familia, y la
inestabilidad de los soportes funcionales maternos que son los que inciden
en el crecimiento y desarrollo de los niños.

Aspectos técnicos metodológicos:


Para la muestra utilizamos entrevistas en profundidad como principal
recurso para la obtención de datos, aunque fueron valiosos los registros
existentes en la institución y los relatos extraídos de pediatras y agentes
sanitarios. Entrevistamos a los siguientes grupos:

1- madres o cuidadoras de niños desnutridos: agudos y crónicos.


2- madres de niños recuperados.
3- madres de niños que concurren al control pediátrico, sin antecedentes de
desnu trición.

Las dimensiones consideradas en las entrevistas fueron: composición


familiar, situación sanitaria, relación con los dispositivos de diagnóstico y
atención médica, creencias sobre la desnutrición infantil, aspectos
socioculturales que inciden en la crianza y alimentación de los niños; roles y
funciones de la pareja parental, estrategias de sobrevivencia.

Todas las mujeres consultada s tienen en común factores socio -


demográficos similares: pobreza, lugar de residencia precaria, saneamiento
inadecuado, presencia de basura en el hábitat, bajos ingresos por cabeza,
problemas de empleo, ocasional o irregular.

Resultados obtenidos:
El total de entrevistas relevadas fue de 55, discriminando los grupos según
el diagnóstico y resultando: 19 de niños crónicos, 8 de agudos, 11 de
recupera dos y 18 en control pediátrico. Técnicamente se procesó el material
obtenido en las entrevistas en profundida d utilizando el software SPAD- N y
T.

Indicadores Sociodemográficos y Sanitarios :


El perfil socioeconómico es deter minante para este grupo, por eso se
consignó la ocupación laboral de algún miembro de la familia. Cuando la
madre tiene una ocupación remunerada produce un impacto positivo en la
nutrición de sus hijos.
Los resultados obtenidos muestran un 47 % de ocupados y un 52 % de
desocu p a dos 9 . Existe un 54 % de las familias que intentan buscar una
posibilidad en los recursos que le brinda la comunidad, recurriendo a los
comedores escolares como estrategia para la supervivencia y un 67 % que no
recibe ayuda alimentaria por parte de organismos estatatales.
En cuanto a los antecede nt es de desnutrición en la mayoría de las familias
no se registran aunque hay un 18 % afirmativo lo cual es significativo.

Indicadores biológicos :
La edad promedio de los niños afectados es de 3 años, con un número de
herman os de 3. Las madres al tener muchos hijos, se encuentran
sobrecargadas por el peso de la crianza y no ponen especial énfasis en el
desarrollo de cada uno. Sólo el 10 % de los niños son únicos. En este sentido
hay que destacar que el patrón reproductivo o el tiempo intergenésico entre
cada hijo no es muy espaciado. El peso al nacer promedio es de 3 Kg. Este
último dato se registra en otros estudios realizados en esta ciudad, cuyo
promedio al nacer consignado es de 3,100kg 10 .
En la mayoría de los casos, las madres manifestaron que la edad de inicio
de la desnutrición estuvo alrededor de los 6 meses. En el 49 % de los casos
no cesó el cuadro de desnutrición. Los niños con cronicidad registraban un
tiempo de más del 50 % de acuerdo a la edad. El indicador ‘existencia de
parásitos’ reveló que el 35% de los niños los padecían.

Indicadores familiares:
El 80 % de las familias están constituidas por modelos monoparent ales y el
20% por mujeres solas. Es sabido que las características de las madres
inciden en la desnutrición porque son las que toman la mayor parte de las
decisiones de salud, educación y alimentación. Casi el 71 % de los niños
pertenecen a familias numerosas , del tipo nuclear. La cantidad de
hermanos dio como resultado que el 20 % tiene un solo hermano, el 69 %
tiene entre 2 y 4 y el 16 % tiene 5 hermanos o más. El 44% de estos niños
están en el 4to ó 5to lugar en la cadena familiar . En más del 56 % se
observa que estas madres no reciben ayuda en la crianza .

Indicadores de la crianza :
Llama la atención que en un 67 % de los casos estos niños no fueron
embarazos esperados. En general, estas madres fueron controladas en el
Centro de Salud, registrándose que el 63 % de partos fueron normales, en el
84 % con lactancia materna , contando que de ésas el 58 % fue prolongada .
Los niños alimenta dos a pecho exclusivamente o casi exclusivamente, han
mostrado detención en el crecimiento. Si bien la lactancia materna se

9 En relación al relevamiento comparativo realizado por el INDEC en el año 95 en donde se concluía que la tasa de
desocupación en los niveles de pobreza se aproximaba aun 40 % respecto de los sectores medios que era del 6 %.
(Levín, 2000, ob.cit).
10 Específicamente se releva un peso de 3,175 kg en las niñas y 3,265 kg para los niños. Markevich, A.; Perez, B. y

Giarroso, M. (1995). Aspectos socioeconó micos y situación nutricional de una población hospitalaria. Cuadernos
Médico Sociales Nro 71.
recomienda como uno de los recursos más eficaces para proteger al niño en
su crecimiento y desarrollo cerebral su continuidad mas allá de los 6 o 7
meses tiene consecuencias adversas.

Indicadores de resultados :
El 72 % de las madres se dieron cuenta o advirtieron algún signo de cambio
en sus hijos pero recién consultan do al pediatra se enteraron que era
desnu trición. En más del 53 % han tenido antecedent es de enfermedade s
que son considerados factores infecciosos como parásitos, diarreas, bronco
espasm o s y neumonías; y factores de déficit de micro nutrientes como falta
de hierro (anemia) y vitamina A.
Las causas y las representacione s sociales serán analizadas en el punto
siguiente, no obstante las palabras asociadas atribuibles a enfermeda d que
más se destacaron fueron el bajo peso en un 56 %, siguiendo la delgadez y
problemas alimentarios . Respecto de las causas más frecuentes: no comer,
falta de alimentación y parásitos. Respecto de las estrategias de
sobreviv e n cia empleadas por estas madres, la mayoría concurre a
comedores. Los niños desnutridos crónicos concurren en mayor porcentaje
a comedores.Es importante considerar el tiempo que el niño se mantiene
en el cuadro porque eso afectará su desem peño a nivel cognoscitivo entre
otros. Casi el 53 % de estos niños pasan desnutridos por más de un año.

Resultados del análisis cualitativo :


Hicimos un análisis comparativo de los discursos de las madres que
consintió en:
- aplicación de la técnica del Análisis del Discurso como herramienta
metodológica
- profun diz ar en los rasgos que caracterizan la posición subjetiva de las
madres de niños con diagnóstico de desnutrición crónica.

Al analizar el discurso de las madres observamos que el de aquéllas cuyos


niños padecen desnutrición crónica se opone al de las de niños sin
problemas . En este sentido, la presencia de un niño desnutrido es un
analizador de la situación familiar y devela la fragilidad de los soportes
subjetivos, claramente entre estos dos grandes grupos.
En el vocabulario de las madres del primer grupo (crónicos) se manifiesta
que existe una cristalización del problema, precisame nte porque hay una
naturalización del estado de salud del niño. Ampliando un poco más estas
consideraciones tenemos que:

las madres de niños crónicos son excéntricas al problema de sus hijos.


Niegan la situación, aún frente al diagnós tico. Mantienen una actitud de
exterioridad respecto de las intervenciones. La falta de comprensión por
parte de los padres hace que abandone n el tratamiento y no concurran a
los controles pediátricos. Falta de compro miso con el problema de sus
niños. Esta actitud negativa hace que transfieran la responsabilidad a
otros. Son los agentes sanitarios del centro quienes deben reiteradas
veces citarlos a la consulta. También, la manera negativa que responde n
estas madres produce una contínua frustración y desinterés de los
profesionales médicos, puesto que los niños no registran modificaciones
a lo largo del seguimiento. Existen diferencias culturales, entre el modelo
de las madres respecto de los cuidados del niño y el de los pediatras.

las madres de niños con desnutrición aguda se manifiestan más


abiertas y permeables a aceptar el diagnóstico. Pero, lo suficientemente a
distancia como para impedirles comprome terse con las condiciones de
generación del cuadro.

las madres de niños recuperados de la desnutrición se encuentra n


aliviadas por la superación del episodio. Aunque no se cuestionan los
deter minantes que operaron en la instalación del problema.

las madres cuyos niños nunca padecieron desnutrición compro mete n


los aspectos subjetivos aduciendo que el cuadro es provocado por fallas
en los soportes de contención. De esta manera, son las únicas que
señalan a los cuidadores como responsables directos.

Menéndez señala que cuando se produce un proceso de naturalización de


un problema, la enfermedad se visualiza como algo que forma parte de la
realidad de las personas y esto puede obrar en una falta de la capacidad de
respues ta de la gente (1979) 11 .

Comparand o a los tres grupos con antecedentes, es de destacar que estas


madres no hablan mucho de sus hijos. Tienen un lenguaje reducido y usan
pocas palabras para referenciarlos. Profundizan d o esta observación,
constata m os que en las madres cuyos hijos tienen o han tenido problemas
de nutrición no los llaman por su nombre sino por adjetivos demostrativos
o apelativos.
En el discurso de las madres de niños crónicos aparecen en posición
distante respecto de sus hijos, utilizando palabras que objetivizan al niño y
visualizando el problema de la desnutrición sin relación a ellas y
consideran do al problema sólo como una falta de comida. De modo que
circunscriben el problema a un plano estrictame nte biológico. Descuidan la
función de la alimentación como parte de la carga subjetiva desde donde
este sujeto - niño se constituye.

Transferencia de la experiencia en el CEDINA 12 :


Los resultados obtenidos en el centro de salud movilizó a replicar la
experiencia en el Centro de Desarrollo Infantil a partir de la demanda de

11 Menéndez, E. (1979). Cura y control. La apropiación de lo social por la práctica psiquiátrica. Nueva Imagen.
México.
12 En esta etapa se incorpora la Ps. Jesica Redond o, quien colabora actualmen te con la investigación.
algunos de los integrantes del equipo. La principal preocupación fue que
ninguno de los niños desnutridos que asistían al jardín maternal tenían un
seguimiento adecuado.
Seleccionamos los niños crónicos y a través de ellos invitamos a participar a
sus madres. Utilizamos la técnica de Grupo Focal.

Resultados obtenidos en los grupos con las madres:


Nos llamó la atención que no aparecieran palabras que referencien la
desnu trición. Aparecen relatos de la recuperación, destacándose el lugar de
exterioridad que surge en la narrativa de las madres. Sin embargo, esta
posición puede interpretarse como una defensa contra el sentimiento de
culpabilidad que sienten por la enferme da d de sus hijos. Ellas sienten que
fallan en su función y que sus hijos se enferma n por falta de cuidados. Por
esta razón tienen una conducta protectiva que llega al exceso.
En todos los casos el problema de salud era encarado, únicamente por las
pediatras, quedando ellas fuera de cualquier acción que permitiese la
recuperación.
En cuanto a los hábitos alimentarios, en la mayoría aparecen destetes
tardíos y dificultades de los niños en la incorporación de los alimentos
sólidos. Los obstáculos en la alimentación se interpretan como respuesta
ante la comida y lo relacionan con la culpa que sienten por haberlos
destetados.
En general, estas son madres con dificultades para poner límites, razón por
la cual el destete es vivido como un acontecimiento traumá tico. Una acción
que no está del todo lograda en los hechos porque estos niños siguen
usando mamaderas. En ningún momento reconocen que la lactancia
prolongada es uno de los acontecimientos que influye en la construcción del
cuadro de desnutrición.
Se nota que el no comer y el enfermarse resultan ser conceptos
naturalizados por las madres. Por eso puede ser que no se incluyan en el
proceso de recuperación.
Llama la atención que suelen ser mujeres solas y consideran al hombre
como un estorbo.
El lugar del padre aparece como una figura sin autorida d, situación que
incide sobre la función paterna la cual está muy desdibujada en los niños
como producto de la representación desvalorizada que tienen estas madres.
La declinación de la imago paterna incide en la decadencia de las estructur as
familiares. Algunas de estas madres muestran una relación desdibujada
como parejas y los reducen a nivel de niños, borrándolos como figura
emblemática.
Suelen extrapolar los lazos parentales y algunos de estos niños llaman papá
a sus abuelos.
Tampoco existe una inclusión de las madres en la conducción de la crianza.
Se conforma n con que otros (ya sea el jardín o el centro de salud) nutran a
sus hijos, encontrand o además que les transfieren todo el peso de lo que
significa la recuperación del cuadro.
La posición que adoptan frente a los agentes institucionales es de
subordinación e inhibición a la autorida d.
Cuanto indagamos sobre la cronicidad del cuadro, muchas de estas madres
lo atribuyen a mudan za s, síntomas de vómito y diarrea, dificultades en
reconocer los referentes parentales, abandonos de algunos de los
progenitores, falta de cuidados básicos, embarazos continuos. Vuelve a
aparecer una naturalización del cuadro y la aceptación como parte de la
condición de contexto .

Intervenciones con los niños :


Realizamos sesiones de dibujo con una muestra de niños, confeccionadas
con ayuda del Director del Jardín Maternal y las maestras.
Tuvimos en cuenta las siguientes variables:
1. Todos estos niños tienen el diagnóstico de desnutrición crónica,
habiéndose profundiza do la problemática en los primeros años de vida.
2. Las edades varían desde los 3 años hasta los 5 años. Trabajamos con
niños, tanto del turno mañana como del turno tarde.
3. Las sesiones se realizaron en un aula aparte y se efectuaron
colectivamente.
4. La consigna era la siguiente: "En estas hojas van a dibujar una persona.
Usen todo lo que necesiten y empleen todo el tiempo que sea necesario."

Los niños realizaron los dibujos, siendo necesaria cierta animación por parte
nuestra. Se debió enfatizar y aclarar varias veces la consiga ya que parecían
no compren derla. Para salvar ese obstáculo, se utilizó como recurso la
consigna que dibujen a la mamá, a ellos mismos o a algún amigo. Algunos
de ellos, los menos, pudieron atenerse a lo que se le pedía.
En los dibujos de nuestra muestra, pareciera que los niños se detienen en el
dibujo parcializado de los ojos y en una especie de intento de graficar la
cabeza. No habría en ellos, salvo en la niña anteriorme nte citada, una
realización, o al menos una tendencia, de figuras cada vez más definidas. En
estos niños parece haber cierta dificultad en su desarrollo madurativo o tal
vez en su experiencia y estimulación, ya que lo llamativo es que teniend o
distintas edades son dibujos similares y que no muestra n un avance o
características propias a su edad cronológica.
Hay algo en lo madurativo que se detiene. Yo me arriesgaría a decir también
que hay cierta parálisis de la estimulación y de lo lúdico, en cuanto a la
captación de consigna.
Los niños de nuestra muestra, mostraron en sus dibujos, mucha descarga
motora, con producción de muchas líneas, puntos indiscriminados y muchas
expresiones circulares. Algunos de ellos realizaron letras e intentaro n
escribir partes de su nombre. Con esto podemos decir que el dibujo y la
escritura poseen pautas análogas al desarrollo tempra no del niño y tienen
orígenes similares puesto que para los niños muy pequeños el escribir y el
dibujar son casi lo mismo.
Se registra cierta dificultad en este desarrollo y crecimiento, debido a que es
muy difícil discriminar, en los dibujos, las edades de los niños. Todos los
dibujos son muy similares, en los cuales se les hizo difícil poder hacer una
figura humana, simpleme nte presenta n representaciones circulares y por
momen tos muy fragmentada s. Esto implica que la conciencia del niño, o la
imagen, de los cuerpos de los demás, se concentra más bien en la cabeza
(especialmente en los ojos), le sigue después una conciencia global de la
figura total, dentro de la cual apenas comienza a diferenciarse las distintas
partes.
En los dibujos de nuestra muestra, pareciera que los niños se detienen en el
dibujo parcializado de los ojos y en una especie de intento de graficar la
cabeza. No habría en ellos, salvo en la niña anteriorme nte citada, una
realización, o al menos una tendencia, de figuras cada vez más definidas. En
estos niños parece haber cierta dificultad en su desarrollo madurativo o tal
vez en su experiencia y estimulación, ya que lo llamativo es que teniend o
distintas edades son dibujos similares y que no muestra n un avance o
características propias a su edad cronológica.
Hay algo en lo madura tivo que se detiene. Nos arriesgamos a decir que hay
cierta parálisis de la estimulación y de lo lúdico, en cuanto a la captación de
consigna.

A modo de cierre:
Encontram os que existen rasgos que caracterizan los procesos de crianzas y
que están determina dos por los aspectos que fuimos destacando en las
distintas etapas.
Se hace necesario la búsqueda de alternativas en la formulación del
problema de la desnutrición infantil, pero también enfocar con espíritu
creativo, las posibles soluciones a los mismos. La salud, en este sentido,
requiere de una permanente incorporación de nuevas tecnologías capaces de
resolver las distintas necesidades acordes con las demandas actuales y los
problemas sanitarios.
Por esta razón considera mos que los programas vigentes de salud deberían
ampliar las categorías conceptuales y establecer intervenciones que
profun dicen la relación madre - hijo en las crianzas de bajo peso.

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