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Keywords: Abstract
- Ulcerative proctitis Inflammation of the rectum and anal canal
- Perianal Crohn´s disease
The main cause of inflammation of the rectum and anal canal isinflammatory bowel disease. More
- Sexually transmitted proctitis than half of the patients with ulcerative proctitis at onset may experience a progression in the
- Radiation extent of colon involvement during the course of the disease. The diagnosis is stablished according
- Solitary rectal ulcer to clinical, endoscopic and histologic data and treatment should be started with topical agents. In
syndrome Crohn´s disease patients, of any extent, an examination of the perianal region is mandatory. Other
- Rectal bleeding etiologys of proctitis and anusitis include sexually transmitted diseases, radiation and solitary
rectal ulcer syndrome. The clinical presentation of patients presenting with sexually transmitted
- Tenesmus proctitis may not differ from those with ulcerative or Crohn’s proctitis, and patients may undergo
unnecessary investigations if appropriate questions on their sexual practices are not asked. Once
diagnosed with sexually transmitted proctitis, other sexually transmitted infections should be
further assessed. Radiation may cause acute or chronic actinic proctitis, even years after first
exposure. Phisycians should be aware of solitary rectal ulcer syndrome in patients presenting with
prolonged straining at stool and difficulty initiating defecation with mucosal prolapse.
Concepto, etiología y clasificación emisión de moco o heces líquidas por el recto, así como el
denominado síndrome rectal, (común a toda proctitis, inde-
Proctitis y anusitis hacen referencia, respectivamente, a la in- pendientemente de su causa), que incluye urgencia defecato-
flamación de la mucosa rectal y del canal anal. Tanto la etio- ria, incontinencia y tenesmo3. En más de la mitad de los casos
logía como el manejo de ambas entidades es, en la mayoría de se producirá una extensión proximal hasta ángulo esplénico
los casos, común, por lo que en el presente artículo se analiza de la enfermedad en los 10 primeros años tras el diagnóstico,
de manera conjunta la patología benigna inflamatoria de rec- siendo menos frecuente la extensión pancolónica. La refrac-
to y ano, sin distinción respecto a la localización anatómica. tariedad al tratamiento inicial es un factor de riesgo de exten-
Diferentes causas pueden conllevar la inflamación de sión, mientras que el tabaquismo aparece como factor pro-
recto y ano, pudiendo ser clasificadas desde un punto de vis- tector en diferentes estudios4. Aunque el riesgo de cáncer
ta práctico en: colorrectal es mayor en los pacientes con CU de larga evo-
1. Enfermedad inflamatoria intestinal (EII): proctitis ul- lución frente a la población general, en un estudio de pobla-
cerosa (PU) y enfermedad de Crohn perianal. ción realizado en Suecia sobre más de 3.000 casos de CU, no
2. Proctitis infecciosas: proctitis de transmisión sexual se observó un aumento del riesgo relativo de esta patología
(PTS). cuando la enfermedad está limitada al recto5. Sin embargo, se
3. Proctitis no infecciosas: proctitis actínica y síndrome recomienda realizar una colonoscopia de control a los 8-10
de la úlcera rectal solitaria. años del inicio de la enfermedad para reevaluar su extensión.
Para el propósito de este artículo, se va a hacer referencia Si la enfermedad queda limitada al recto, no es obligatorio
a aquellos procesos localizados en la región rectoanal, que- incluir al paciente en programas específicos de cribado de
dando por lo tanto el estudio de aquellas entidades que cur- cáncer colorrectal de este subgrupo6.
sen como proctocolitis remitido a los artículos específicos
que se incluyen en la presente monografía. Tal es el caso de Estrategias diagnósticas
las proctocolitis de origen infeccioso, como Salmonella o El diagnóstico de PU se establece en base a criterios clínicos,
C. difficile, o aquellas de origen isquémico. Dado que la proc- endoscópicos (fig. 1) e histológicos, no existiendo un patrón
titis isquémica aislada es excepcional debido a la rica vascu- oro para el mismo. Una correcta anamnesis e historia clínica
larización del recto, no ha sido valorada en este artículo. orientarán el diagnóstico y facilitarán el diagnóstico diferen-
cial con otras entidades como la proctitis actínica o infeccio-
sa, haciendo especial hincapié en infecciones de transmisión
Enfermedad inflamatoria intestinal sexual7. La batería analítica inicial debe incluir un hemogra-
ma completo, urea, creatinina, iones y proteína C-reactiva
La EII engloba un amplio espectro de manifestaciones clíni- (PCR), teniendo presente que en el caso de la proctitis, la
cas. Su nexo común es la inflamación crónica a diferentes correlación entre la actividad clínica y lo niveles de PCR no
niveles del tubo digestivo, con un curso clínico que alterna es buena en ocasiones8.
periodos de quiescencia o remisión, con otros de importante
actividad inflamatoria aguda conocidos como brotes o recidi- Tratamiento
vas. En la actualidad, la EII está representada por tres entida- El tratamiento de la PU debe ser en primera instancia tópi-
des independientes: enfermedad de Crohn (EC), colitis ulce- co, siendo de elección, en los casos leves o moderados, mesa-
rosa (CU) y colitis indeterminada. Característicamente, la
EC y la CU se diferencian por su extensión y grado de afec-
tación de la pared. La extensión en la CU es continua, inclu-
yendo el recto y una extensión variable de colon, y la afecta-
ción de la pared se circunscribe a la mucosa. En el caso de la
EC, la extensión es parcheada, con potencial implicación de
todo el tubo digestivo y afectación transmural de la pared1.
La etiología de la EII es desconocida, siendo el mecanismo
etiopatogénico más aceptado una activación inapropiada del
sistema inmune a nivel de la mucosa intestinal, desencadenada
por la propia flora bacteriana y otros factores ambientales. Esta
respuesta aberrante se perpetuaría en sujetos genéticamente
predispuestos debido a defectos a nivel inmunológico, y en la
función de barrera del epitelio intestinal, lo que explicaría la
inflamación crónica a nivel de la pared del tubo digestivo2.
Proctitis ulcerosa
Manifestaciones clínicas e historia natural
La CU con afectación limitada al recto se conoce como PU. Fig. 1. Colitis ulcerosa. Característica apariencia de la mucosa eritematosa, fria-
Sus manifestaciones más frecuentes son la rectorragia y la ble, granular, con pérdida del patrón vascular y erosiones superficiales.
cientes con EPA, y están en su mayoría asociados a fístulas infliximab reservado a una segunda línea en caso de refracta-
perianales. La mayor parte son abscesos simples, mientras riedad28.
que entorno a un 20% son complejos y en herradura22. El
síntoma más frecuente es el dolor y en ocasiones pueden apa-
recer síntomas sistémicos como fiebre y malestar general. En
la EPA de larga evolución la inflamación crónica puede deri-
Proctitis infecciosas
var en fibrosis y, por tanto, verse complicada con la forma-
ción de estenosis. Asimismo, otra posible complicación de la
Proctitis de transmisión sexual
EPA de larga evolución, o con estenosis asociada, es el au-
mento del riesgo de carcinomas. Éstos deberán sospecharse La patología inflamatoria circunscrita a recto y región peria-
en pacientes que presenten fístulas con tejido de granulación nal de causa infecciosa tiene como principal foco patógenos
exuberante o indurado23. de transmisión sexual. En ocasiones la sintomatología gas-
trointestinal derivada de enfermedades de transmisión sexual
Estrategias diagnósticas (ETS) se asemeja a la presentada en otras entidades de dife-
La valoración inicial de estos pacientes debe incluir siempre rente origen, por lo que sólo con una alta sospecha diagnós-
una minuciosa exploración anal, perianal y perineal, siendo pre- tica, guiada a través de una completa historia clínica que in-
cisa en ocasiones una exploración bajo anestesia, sobre todo en cluya los hábitos sexuales del paciente, se podrá llegar a un
EPA complicada. En manos expertas, esta técnica es considera- correcto diagnóstico y tratamiento posterior. Es bien cono-
da el patrón oro en la evaluación de fístulas y abscesos. Las cido que la práctica de coito anal sin protección es el princi-
técnicas de imagen son de gran importancia, en especial la eco- pal factor de riesgo para la transmisión sexual del virus de la
grafía endoanal o endorrectal y la resonancia magnética pélvica. inmunodeficiencia humana (VIH), y que la presencia de ETS
La combinación de dos de los tres métodos diagnósticos ante- concomitantes incrementa considerablemente este riesgo.
riores puede llegar a alcanzar una precisión diagnóstica cercana Por lo tanto, un rápido reconocimiento y tratamiento de la
al 100%24, por lo que se recomienda en aquellos pacientes con PTS desempeña un papel muy importante en la prevención
una EPA complicada para una correcta orientación del trata- de la transmisión del VIH29. Aunque clásicamente se ha co-
miento posterior. La endoscopia permite evaluar la existencia nocido a la PTS como síndrome del intestino homosexual por su
de actividad inflamatoria, así como conocer la presencia de ac- mayor incidencia en este grupo de población, no debe olvi-
tividad en el resto del tubo digestivo, elementos que también darse este diagnóstico entre la población heterosexual. Esto
contribuirán en la toma de decisiones posterior25. queda de manifiesto en un estudio realizado en Estados Uni-
dos sobre hábitos sexuales entre heterosexuales, donde hasta
Tratamiento un 10% de las mujeres incluidas en el mismo refirió mante-
El tratamiento de la EPA debe ser individualizado y conser- ner relaciones anales con regularidad30.
vador. En todos los pacientes se debe conocer previamente: Los patógenos más comúnmente implicados en la PTS
a) la actividad inflamatoria existente en otros tramos del tubo son Neisseria gonorrhoeae, Chlamydia trachomatis, Herpes simplex
digestivo, incluido el recto, pues su tratamiento mejorará las virus (HSV) y Treponema pallidum, responsable de la sífilis.
manifestaciones perineales y b) la clasificación precisa de Asimismo, en la última década en Europa31 se han registrado
las lesiones existentes y su grado de actividad, de cara a plan- diferentes brotes de Chlamydia trachomatis de las variedades
tear un correcto tratamiento quirúrgico. Como norma gene- serológicas L1, L2, L3, que son endémicas en países tropica-
ral, el tratamiento farmacológico de la EC subyacente debe les y responsables del linfogranuloma venéreo (LGV). Debi-
seguir los mismos criterios que en la EC sin EPA asociada, y do a esta nueva situación epidemiológica, el LGV se conside-
no se debe plantear la cirugía sin haberse iniciado dicho tra- ra una enfermedad de declaración obligatoria individualizada
tamiento, con excepción del drenaje de abscesos. Los colga- en algunas comunidades autónomas españolas32.
jos y las fisuras suelen tener un curso benigno, con buena Los síntomas pueden variar dependiendo del patógeno
evolución con tratamiento conservador (medidas higiénicas, responsable del cuadro (tabla 2), teniendo en cuenta, además,
pomada de nitroglicerina) y raras veces precisarán cirugía. que es frecuente que coexistan varias ETS. Por lo general, los
Cuando se trata de fístulas simples, el tratamiento viene mar- síntomas son clínicamente indistinguibles de los presentes en
cado por la clínica. En los casos asintomáticos se puede otras formas de proctitis. Las manifestaciones más frecuentes
adoptar una actitud expectante, mientras que el tratamiento son las englobadas dentro del denominado síndrome rectal,
quirúrgico se reservará a la presencia de síntomas, asociado así como dolor, rectorragia y emisión de moco o pus por el
con tratamiento antibiótico. Metronidazol en monoterapia26 recto. Síntomas sistémicos como la fiebre pueden estar tam-
o en combinación con ciprofloxacino27 ha mostrado eficacia bién presentes. La localización anatómica de las lesiones pue-
en la inducción de la remisión. Para disminuir la tasa de re- de diferenciarse atendiendo al patógeno. Así, HSV y trepone-
cidivas, se recomienda prolongar el tratamiento con metro- ma infectan el epitelio escamoso estratificado y, por tanto, sus
nidazol entre 6 meses y un año. En caso de refractariedad, la lesiones se observan en la región perianal y margen del ano,
segunda línea terapéutica incluye azatioprina o mercaptopu- siendo extraordinariamente dolorosas debido a la riqueza en
rina, quedando como tercera línea de tratamiento infliximab. terminaciones nerviosas de esta región. N. gonorrhoeae y
En las fístulas anales complejas, el tratamiento quirúrgico C. trachomatis infectan el epitelio columnar, por lo que sus
adecuado junto con antibióticos e inmunosupresores se acep- lesiones se verán fundamentalmente en el recto y serán me-
ta como primera línea terapéutica, quedando el empleo de nos dolorosas o incluso asintomáticas33.
TABLA 2
Principales organismos responsables de la proctitis de transmisión sexual, manifestaciones, técnicas diagnósticas y tratamiento de elección. Debe recordarse
que comúnmente se presentan varios organismos asociados y que el diagnóstico de alguna de estas entidades obliga a descartar una infección por virus de la
inmunodeficiencia humana concomitante
En el examen físico de los pacientes con sospecha de vica como los cánceres de ano, recto, próstata, cuello uteri-
PTS se debe incluir siempre una minuciosa exploración ab- no, vejiga urinaria y ovarios. El recto es el segmento del
dominal, rectal, genitourinaria e inguinal en busca de adeno- tubo digestivo afectado con más frecuencia por su localiza-
patías. En los casos en los que a los mencionados síntomas ción y posición fija a nivel pélvico. Frecuentemente coexiste
rectales se asocien a diarrea, se deberá añadir a la batería con la afectación de tramos proximales. Para su estudio se
diagnóstica una muestra de heces para su cultivo y estudio remite al lector al artículo específico dentro de esta mono-
microscópico. La proctoscopia está indicada para la tipifica- grafía. La proctitis actínica se puede clasificar en aguda o
ción de las lesiones y la toma de muestras. Las técnicas diag- crónica. Las lesiones agudas acontecen dentro de las 6 pri-
nósticas específicas para cada uno de estos patógenos, así meras semanas tras el inicio del tratamiento radioterápico,
como su tratamiento se especifican en la tabla 2. Debe recor- y los síntomas más comunes son urgencia defecatoria, in-
darse que, siempre que se diagnostique una ETS, es obligado continencia y tenesmo. La rectorragia es menos frecuente y
descartar la presencia de otras ETS concomitantes, sin olvi- la presencia de diarrea nos debe hacer pensar en una afecta-
dar VIH y virus hepáticos, especialmente el virus de la hema- ción proximal del colon. Este cuadro se resuelve, por lo
titis B (VHB). general, en poco tiempo36. Las formas crónicas tienen un
En general, en pacientes con una alta sospecha de PTS el comienzo más tardío y los síntomas aparecenc aracterística-
tratamiento frente a Chlamydia trachomatis y Neisseria gonorr- mente entre los 9 y los 14 meses tras la exposición, aunque
hoeae puede iniciarse de manera empírica hasta la confirma- se han descrito casos que se presentan tras más de 20 años.
ción microbiológica. Los pacientes infectados por el VIH Las lesiones en la forma crónica son secundarias a fibrosis
que presenten síntomas rectales deben ser tratados inicial- del tejido conectivo y endarteritis obliterante, con isquemia
mente como si se tratara de un LGV34. De este modo, lo que tisular secundaria y desarrollo de lesiones neovasculares
se pretende es reducir la inflamación, la duración de la infec- mucosas. Por este motivo, estos pacientes presentan un gra-
ción y, por tanto, la infectividad del paciente. Los contactos do variable de rectorragia y estenosis rectal como principa-
de los pacientes con diagnóstico de PTS deberán ser remiti- les manifestaciones37. La relación entre ambas formas de
dos a una consulta especializada para su evaluación35. proctitis, aguda y crónica no es clara, por lo que se descono-
ce si la forma aguda puede ser un factor predisponente para
la aparición posterior de la forma crónica.
Proctitis no infecciosas El desarrollo de la proctitis actínica está directamente
relacionado con la dosis de radiación, volumen irradiado,
Proctitis actínica tipo de exposición empleada, fracción de la dosis e intervalo
entre las sesiones. Por este motivo, los avances en las técnicas
La proctitis actínica es la inflamación del recto secundaria radioterápicas han centrado su interés en la prevención de su
al tratamiento radioterápico de tumores de localización pél- aparición. En este sentido, varios ensayos clínicos han obser-
cuente y posiblemente infradiagnosticada, por lo que es ✔3. Katz J. The course of inflammatory bowel disease. Med Clin North Am.
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difícil saber su incidencia real, que se estima entorno a un ✔ ••
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caso por cada 100.000 personas al año40. Su denominación study. Am J Gastroenterol. 2000;95:469-73.
puede generar confusión, pues este síndrome lo componen ✔5. ���������������������������������������������������������������������
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necesariamente solitarias, que van desde una mucosa hiperé-
✔ ••
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mica, hasta la presencia de lesiones polipoideas con amplia tive colitis: special situations. J Crohns Colitis. 2008;2:63-92.
base de implantación. La patogenia del SURS no es del todo ✔ ••
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rakauskiene A, ���������������������������������������������������
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conocida, y se piensa que diversos factores pueden influir en sation (ECCO). European evidence-based Consensus on the diag-
su desarrollo. En la actualidad, la teoría más aceptada apunta nosis and management of ulcerative colitis: Definitions and
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hacia fenómenos de isquemia o trauma directo a nivel de la
mucosa rectal como principal origen del proceso. El prolapso
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rectal, ya sea clínico o subclínico, es el trastorno subyacente ✔9. Gionchetti P, Rizzello F, Venturi A, Ferretti M, Brignola C, Miglioli M,
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Comparison of oral with rectal mesalazine in the treatment of ul-
encontrado con más frecuencia en estos pacientes41. cerative proctitis. Dis Colon Rectum. 1998;41:93-7.
Los síntomas son variables y, en ocasiones, el SURS ✔
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