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ACTUALIZACIÓN

Dolor abdominal agudo


en el adulto
F. González San Martín, M.I. Martín Arribas, E. Perianes Díaz y A. Rodríguez Pérez
Servicio de Aparato Digestivo. Hospital Universitario de Salamanca. Salamanca. España.

Palabras Clave: Resumen


- Dolor abdominal agudo El dolor abdominal agudo (DAA) es una situación clínica frecuente que requiere un diagnóstico y
- Abdomen agudo tratamiento adecuados, ya que puede ser una manifestación de un proceso grave que pone en pe-
ligro la vida del paciente.
Se analizan su frecuencia y las causas del mismo. El diagnóstico se apoya en una anamnesis de-
tallada, exploración física meticulosa y uso eficaz de las pruebas disponibles. Hay que precisar las
características del dolor: su forma de inicio, progresión, duración, intensidad, localización, irradia-
ción y síntomas asociados. Se exponen las pruebas de laboratorio y de imagen de que disponemos,
haciendo hincapié en una necesaria utilización racional de los recursos a emplear, dado su coste y
posibles efectos secundarios.
Se concluye con una aproximación diagnóstica y unas consideraciones sobre ciertos grupos de
pacientes con DAA como son las mujeres en edad fértil, los ancianos y los inmunodeprimidos. Se
sugieren unas pautas de manejo terapéutico inicial y se insiste en lo que no debe hacerse en un
paciente con DAA.

Keywords: Abstract
- Acute abdominal pain
Acute abdominal pain in adult patients
- Acute abdomen
The acute abdominal pain (AAP) is a frequent and challenging complaint that requires a correct
diagnosis and treatment, because it could be the first manifestation of a life-threatening condition.
We analyse its prevalence and causes. The diagnosis is based on a detailed anamnesis, physical
exploration and a correct use of the ancillary studies.
It is necessary to describe the pain, that is to say, the types of pain, an accurate characterisation,
the onset (sudden, gradual), the provocative and palliating factors, the quality radiation, the time
course and the symptoms associated with pain. We discuss the laboratory tests and the radiology
tests available, taking account of irrational use for the time and money spent.
We conclude with a diagnostically approach to the AAP, and the focus on special or unusual
presentations in certain populations, such as women, the elderly and immunocompromised
patients. We suggest the initial management of the AAP and we insist in what not to do in these
patients.

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Enfermedades del aparato digestivo (VI)

Introducción Urgencias hospitalario, quedando sin diagnóstico en la mitad


de los casos2.
En un análisis de la Organización Mundial de Gastroen-
El dolor abdominal agudo (DAA) es una situación frecuente
terología, de 10.682 casos de DAA el 34% fueron diagnosti-
(50% de la población) que en la mayoría de los casos suele
cados como dolor abdominal inespecífico, el 28% de apendi-
ser debido a un proceso “benigno” o funcional pero que re-
citis aguda y el 10% de colecistitis3. El dolor abdominal
quiere un diagnóstico preciso, ya que puede ser una manifes-
inespecífico es, pues, la causa más frecuente de dolor abdo-
tación de enfermedades graves que, en ocasiones, si no pone-
minal de curso breve y autolimitado, localizado con frecuen-
mos en marcha de forma inmediata las medidas necesarias,
cia en hemiabdomen superior, que no reconoce una etiología
comprometen la vida del paciente.
precisa y no es tributario de una intervención quirúrgica. En
Se considera de manera arbitraria DAA aquel que ha apa-
aproximadamente el 80% de los pacientes dados de alta en
recido en las 6-8 últimas semanas. Si es intenso y el paciente
Urgencias con este diagnóstico, se produce una mejoría no-
presenta signos de hipotensión, sudoración, etc., solemos
table con desaparición de los síntomas en las dos semanas
utilizar el término de abdomen agudo, usado como equiva-
posteriores4.
lente a peritonitis, y su manejo es una emergencia médica o
quirúrgica.
Para valorar qué pacientes son subsidiarios de medidas
urgentes de diagnóstico y tratamiento es imprescindible que
Etiopatogenia
el médico, bien de Atención Primaria o de especializada ten-
El dolor abdominal se desencadena de forma mecánica (trac-
ga presente las múltiples causas extra o intraabdominales que
ción, distensión y estiramiento) por mecanismos isquémicos
pueden provocarlo; así como el conocimiento de las bases
o inflamatorios. Existen múltiples mediadores químicos rela-
fisiopatológicas del mismo y de las medidas iniciales de tra-
cionados con el dolor abdominal como la sustancia P, la se-
tamiento.
rotonina y las prostaglandinas que son liberados en respues-
La correcta realización de la historia clínica y la explora-
ta a la inflamación o isquemia.
ción física son el primer paso para el diagnóstico diferencial,
El peritoneo deriva embriológicamente del mesodermo y
y para que el médico de Atención Primaria sea preciso en la
está formado por dos hojas de células de doble capa (viscera-
derivación de pacientes a los Servicios de Urgencias. A dife-
les y parietales) que si bien están en continuidad, presentan
rencia de lo que ocurría hace sólo 20 años, actualmente dis-
inervación separada. El dolor que deriva del intestino ante-
ponemos de un gran arsenal de pruebas de laboratorio y de
rior se percibe en el epigastrio, el procedente del intestino
imagen para el diagnóstico etiológico. Su utilización debe
medio periumbilical y el derivado del intestino posterior en
ajustarse a protocolos, dado que por una parte el coste de las
el hipogastrio.
mismas es elevado, por otra su puesta en marcha supone un
La capa visceral que recubre los órganos intraabdomina-
alto consumo de tiempo para el paciente y para el trabajador
les está inervada por el sistema nervioso autónomo (SNA)
sanitario y, finalmente, aunque escasos, son pruebas con po-
(simpático y parasimpático). La inervación visceral es bilate-
sibles efectos secundarios.
ral y el dolor transmitido de tipo sordo y poco localizado se
Hay situaciones que obligan al médico a estar especial-
percibe en la línea media.
mente alerta. En los pacientes ancianos o inmunocompro-
Según el origen de la lesión y la vía de transmisión se
metidos, aunque estemos ante una situación grave, el dolor
distinguen tres tipos de dolor abdominal: visceral, parietal y
puede ser leve, inespecífico o no existir; en embarazadas, las
referido5,6.
típicas localizaciones del dolor pueden cambiar mucho por
las alteraciones anatómicas.
En esta revisión se describen las bases fisiopatológicas del
DAA, la evaluación inicial del paciente, las indicaciones y el
Visceral
orden de utilización de las medidas diagnósticas complemen-
La isquemia, inflamación o distensión de los órganos huecos
tarias y las medidas iniciales de tratamiento. Las tablas y los
o la presión capsular de los órganos sólidos produce dolor de
algoritmos pretenden ayudar al médico a un manejo eficaz y
tipo visceral.
eficiente de esta situación.
TABLA 1
Parietal Causas más frecuentes de
dolor abdominal
Epidemiología
La estimulación de las termina- Dolor abdominal inespecífico
El dolor abdominal de presentación aguda es común en los ciones nerviosas en la hoja parie- Apendicitis aguda
Servicios de Urgencias y muy frecuente en las consultas am- tal del peritoneo es conducida por Colecistitis aguda/cólico biliar
bulatorias (1,5% de las visitas). Aunque habitualmente es fibras somáticas que pertenecen al Obstrucción intestinal
benigno, en el 10% de los que acuden por DAA a Urgencias nervio frénico y a los intercostales Diverticulitis aguda

y en menor porcentaje en los ambulatorios tienen una causa y lumbares que surgen de los ner- Pancreatitis aguda

grave que compromete la vida del paciente o requiere trata- vios espinales T7 a L2. Son fibras Cólico ureteral
Ulcus péptico
miento quirúrgico1. En nuestro medio, el DAA llega a cons- de tipo A delta que son transmiso-
Síndrome de intestino irritable
tituir casi el 50% de los motivos de consulta en el Servicio de res de conducción rápida, dando

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Dolor abdominal agudo en el adulto

lugar al dolor agudo e intenso que TABLA 2


Causas intraabdominales de dolor
define al dolor parietal.
Inflamatorias Obstrucción mecánica de víscera hueca Isquémicas
Contenido gastroduodenal, intestinal Obstrucción intestinal Oclusión vascular mesentérica
Dolor referido o biliar (por perforación o rotura de alguna
de estas vísceras). Peritonitis química
Pus o contenido colónico Obstrucción biliar Obstrucción intestinal con
Se percibe como procedente de estrangulación
otra localización diferente al lugar Peritonitis bacteriana
que lo origina, ya que los estímu- Sangre u orina Obstrucción urinaria Torsión de cualquier
órgano intraabdominal
los viscerales confluyen en las as- (estómago, ovarios, trompa,
epiplón, etc.
tas posteriores con los somáticos
Hemoperitoneo y rotura visceral
procedentes de localizaciones ana-
tómicas diferentes y en la corteza Traumáticas Distensión de superficies viscerales

cerebral son interpretados erró- Accidentes Cápsula hepática (Budd Chiari,


hematomas subcapsulares, etc.)
neamente: así el dolor de origen Heridas (arma blanca o de fuego) Renal (litiasis, tumores..)
vesicular se percibe en el hipocon-
drio derecho y la úlcera perforada
causa dolor en el hombro secun- TABLA 3
dario a irritación diafragmática7,8. Causas extraabdominales de dolor abdominal

Torácicas Enfermedades neurológicas Enfermedades metabólicas


Clasificación Neumonía basal Patología radicular (tumores, artrosis, Cetoacidosis diabética
espondilitis. hernias discales, etc.
Infarto pulmonar Uremia
El dolor abdominal puede clasifi- Herpes zoster
Infarto de miocardio Insuficiencia suprarrenal
carse según diferentes criterios que Tabes dorsal
Pericarditis Porfiria aguda
se recogen en las tablas siguientes. Perforación esofágica Hiperlipidemia
La tabla 1 muestra las causas más Hiperparatiroidismo
frecuentes del DAA. En la tabla 2 Hemopatías Toxinas Infecciones
se recogen las causas intraabdomi- Drepanocitosis Reacciones alérgicas Herpes zóster
nales de dolor, ya sean de tipo in- Leucemia aguda Picadura de insectos Osteomielitis
flamatorio, por obstrucción de vís- Púrpura de Schönlein Nenoch Mordedura de reptiles Fiebre tifoidea
cera hueca, isquémicas, traumáticas Anemia hemolítica Saturnismo
o por distensión de superficies vis- Miscelánea
cerales. La tabla 3 muestra las dife- Fiebre mediterránea familiar
rentes causas extraabdominales del Alteraciones psiquiátricas
mismo según procedan del tórax, Golpe de calor
enfermedades neurológicas, meta- Retirada de psicofármacos (narcóticos)
bólicas, hemopatías, por toxinas, Hematomas
infecciones y otros motivos. La ta- Tumores musculares
bla 4 recoge las causas más habi-
tuales de instauración brusca del
dolor. La localización del DAA TABLA 4
tología biliar, la obstrucción
puede orientar sobre su causa. En la tabla 5 se describe el Causas de dolor abdominal
intestinal, las neoplasias y la pato- agudo intenso de aparición
lugar donde suele manifestarse cada una de ellas. brusca
logía vascular. Por otra parte, las
manifestaciones varían depen- Embolia mesentérica
diendo de la edad, siendo habitual Vólvulo de colon
Diagnóstico que en los pacientes ancianos se o estómago
presenten de forma más atenua- Perforación de ulcus

El diagnóstico se apoya en tres pilares: una anamnesis deta- da . En las mujeres, el DAA pue-
13 Infarto agudo de miocardio

llada, una exploración física meticulosa y el uso adecuado de de ser de origen ginecológico, por Tromboembolismo pulmonar
Infarto orgánico abdominal
las pruebas complementarias disponibles9-11. lo que se les debe preguntar sobre
Aneurisma aórtico disecante
su historia menstrual y de contra-
Neumoperitoneo
cepción, sus antecedentes obsté-
Rotura de un embarazo
Anamnesis tricos, su historia sexual y posibles ectópico
alteraciones del flujo vaginal.
Edad y sexo
En pacientes jóvenes las causas más frecuentes de dolor ab- Antecedentes familiares
dominal son el dolor abdominal inespecífico y la apendici- Algunas enfermedades hereditarias, como la anemia falcifor-
tis12; mientras que en los ancianos son más frecuentes la pa- me o la fiebre mediterránea familiar cursan con DAA.

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Enfermedades del aparato digestivo (VI)

TABLA 5 tamiento cada vez más frecuente


Localización habitual de las diferentes causas del dolor abdominal agudo
con inmunosupresores o antibióti-
Hipocondrio derecho Epigastrio Hipocondrio izquierdo cos que pueden predisponer o en-
Hepatitis Úlcera péptica Infarto esplénico mascarar infecciones.
Colecistitis Reflujo gastroesofágico Absceso esplénico
Colangitis Gastritis Úlcera gástrica Características del dolor
Pancreatitis Pancreatitis Pancreatitis
Síndrome de Budd Chiari Infarto de miocardio Forma de inicio. El inicio insidio-
Neumonía/pleuritis Pericarditis so se asocia a la inflamación de vís-
Absceso subdiafragmático Rotura de aneurisma aórtico cera; el brusco, intenso y localizado
Fosa ilíaca derecha Periumbilical Fosa ilíaca izquierda induce a sospechar una catástrofe
Apendicitis Inicio de apendicitis Diverticulitis abdominal como perforación visce-
Salpingitis Gastroenteritis Salpingitis ral, rotura de aneurisma o infarto
Embarazo ectópico Obstrucción intestinal Embarazo ectópico mesentérico.
Hernia inguinal Aneurisma aórtico (rotura) Hernia inguinal
Litiasis renal Litiasis renal Progresión. Los diferentes patro-
Enfermedad inflamatoria intestinal (EII) Síndrome de intestino irritable (SII) nes de progresión pueden orientar
Adenitis mesentérica EICI acerca de la causa del dolor. Así, la
Difuso gastroenteritis suele cursar con
Gastroenteritis aguda dolor autolimitado; mientras que
Isquemia mesentérica en la apendicitis el dolor es pro-
Causa metabólica gresivo.
Malaria
Fiebre mediterránea familiar Carácter. El dolor punzante es
Obstrucción intestinal propio de la úlcera péptica. El do-
Peritonitis lor de la apendicitis se suele descri-
SII bir como sordo. La pancreatitis
EICI: enfermedad intestinal crónica inflamatoria.
produce un dolor penetrante. La
rotura o disección de un aneurisma
de aorta cursa con dolor lancinante
Antecedentes personales y el cólico biliar con dolor compre-
Hay que investigar la existencia de cuadros similares previos, sivo. El dolor de tipo cólico es característico de la obstruc-
ya que algunas patologías como la obstrucción parcial del ción intestinal y del cólico renoureteral.
intestino delgado, el cólico renal o la enfermedad pélvica in-
flamatoria suelen cursar con recaídas. Es importante interro- Duración. Ante un paciente con DAA, cuya duración es ma-
gar sobre intervenciones quirúrgicas abdominales (por ejem- yor de 6 horas y menor de 48, hay que pensar en una causa
plo, bridas en el caso de oclusión intestinal), traumatismos, quirúrgica. Un dolor de máxima intensidad en el inicio su-
dislipidemias, hipertensión arterial (HTA) o enfermedad car- giere una emergencia vascular abdominal o extraabdominal;
diovascular (las arritmias cardiacas o la enfermedad vascular mientras que el dolor de larga evolución (días/semanas) sue-
periférica hacen sospechar una isquemia mesentérica). En- le conllevar un menor riesgo vital.
fermedades sistémicas como la esclerodermia, el lupus erite-
matoso sistémico, el síndrome nefrótico, la porfiria y la ane- Intensidad. No es un elemento diagnóstico fiable porque es
mia de células falciformes cursan a menudo con dolor muy subjetivo; sin embargo, se relaciona con la gravedad del
abdominal. Enfermedades metabólicas como el hiperparati- cuadro. Si es intenso puede estar producido por cólico biliar,
roidismo, el hipotiroidismo o la cetoacidosis diabética pue- pancreatitis aguda, peritonitis, cólico renal y aneurisma disecante
den cursar con dolor abdominal difuso. de aorta. Hay que tener en cuenta que en algunas enfermedades
como la isquemia mesentérica, el aneurisma de aorta abdominal
Hábitos sociales y la porfiria, entre otras, la intensidad del dolor puede ser des-
La profesión, la realización de viajes recientes al extranjero, proporcionada en relación con los hallazgos de la exploración.
el contacto con otras personas enfermas, la convivencia con
animales y los hábitos tóxicos (tabaco, alcohol y drogas) pue- Localización. Es clave a la hora de orientar el diagnóstico
den orientar sobre la etiología. diferencial. Hay diferentes clasificaciones en relación con la
localización en el abdomen (tabla 5). Hay que tener en cuen-
Consumo de fármacos ta que puede cambiar de localización correspondiendo con la
Es importante conocer la medicación recibida por el pacien- progresión de la enfermedad; por ejemplo, en la apendicitis
te, ya que puede ser su causa o modificar el cuadro clínico. aguda el dolor se inicia en el epigastrio, más tarde afecta a
Debe hacerse hincapié en el consumo de aquellos fármacos mesogastrio y finalmente se localiza en la fosa ilíaca derecha;
que son más gastrolesivos, los antiinflamatorios no esteroi- en la úlcera duodenal perforada se inicia en el epigastrio y
deos (AINE) y los corticoides. Tiene especial interés el tra- después se generaliza a todo el abdomen.

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Dolor abdominal agudo en el adulto

Irradiación. El dolor abdominal puede estar provocado por de la piel y las mucosas y el estado de hidratación son pará-
la conjunción de dolor parietal, visceral y referido. Así, el metros que orientan hacia la gravedad del cuadro. La medida
dolor irradiado a la espalda es típico de la patología biliar, la de la tensión arterial y del pulso permite sospechar (en caso de
úlcera péptica penetrante o perforada, los procesos pancreá- hipotensión, taquicardia) o descartar hipovolemia secundaria
ticos, la patología vertebral, el aneurisma de aorta abdominal al secuestro de líquido en tercer espacio, debido a entidades
y los trastornos renoureterales. En estos últimos, puede irra- como la oclusión intestinal y la isquemia mesentérica. La fie-
diarse también a la región inguinal. La irradiación a la zona bre hace sospechar una infección o inflamación. La ictericia
subescapular es propia de la colecistitis. El dolor en cinturón de piel y mucosas indica una hepatopatía u obstrucción de la
suele aparecer en la pancreatitis y en la distensión gástrica o vía biliar.
intestinal.
Inspección general
Factores agravantes y atenuantes. Conocer la relación del Un paciente inquieto y con dolor abdominal intenso que no
dolor con los cambios posturales, las comidas y los movi- cede en ninguna postura hace pensar en un cólico renal;
mientos intestinales proporciona información muy útil para mientras que en un paciente con dolor que evita el movi-
el diagnóstico. Así, la inclinación del tronco hacia delante al miento, con las rodillas flexionadas, hay que sospechar peri-
mantener las piernas flexionadas puede mejorar el de origen tonitis.
pancreático. Un abdomen con peritonismo empeora con las
maniobras de Valsalva y la movilización, y mejora con las Auscultación cardiaca y pulmonar
piernas flexionadas. En relación con las comidas, el dolor de La fibrilación auricular induce a pensar en una embolia me-
la úlcera duodenal mejora tras la ingesta; mientras que en la sentérica. La auscultación pulmonar puede sugerir neumo-
úlcera gástrica, en la isquemia mesentérica y en la obstruc- nía, neumotórax, tromboembolismo pulmonar, etc.
ción intestinal el dolor presenta un empeoramiento con los
alimentos. El dolor que se alivia con los vómitos puede de- Exploración abdominal
berse a un cuadro obstructivo del tubo digestivo. La emisión
de gases y heces alivia el dolor producido por una enferme- Inspección. La existencia de distensión abdominal, hernias
dad del colon y del síndrome de intestino irritable. o cicatrices de cirugías previas hará sospechar una posible
obstrucción intestinal. Los hematomas periumbilicales (sig-
Síntomas asociados. La astenia, la anorexia y la pérdida de no de Cullen) o en flancos (signo de Turner) orientan hacia
peso son características de procesos graves como las neopla- una hemorragia intraabdominal o retroperitoneal. Se deben
sias. La presencia de fiebre, la sudación nocturna, las mialgias valorar zonas prominentes que puedan estar relacionadas
y las artralgias sugieren una patología de origen infeccioso. con tumores, y buscar lesiones cutáneas de herpes zoster.
Pueden aparecer náuseas y vómitos en la obstrucción intesti- La existencia de circulación colateral indica hipertensión
nal mecánica o en un proceso de inflamación visceral (en este portal.
caso no alivian el disconfort del paciente). Los vómitos feca-
loideos son propios de la obstrucción intestinal y los hemáti- Auscultación. Hay que escuchar los ruidos hidroaéreos du-
cos sugieren lesiones sangrantes situadas en el esófago, estó- rante dos minutos. La ausencia de ruidos, junto con un abdo-
mago o duodeno. En la estenosis pilórica los vómitos son men distendido indican peritonismo, íleo u obstrucción in-
claros, sin contenido biliar. La ausencia de emisión de heces y testinal en fases finales. Esta, en su fase inicial, cursa con
gases puede producirse por oclusión intestinal o por un íleo ruidos metálicos. Los ruidos aumentados sugieren inflama-
paralítico debido a peritonitis, pancreatitis o isquemia mesen- ción del tracto gastrointestinal u obstrucción mecánica del
térica. La presencia de diarrea con sangre y pus orienta hacia intestino. La presencia de soplos vasculares sugiere un aneu-
una enfermedad inflamatoria intestinal, colitis infecciosa o risma de aorta y los ruidos de fricción un infarto esplénico.
isquémica; mientras que una diarrea acuosa autolimitada su-
giere una gastroenteritis vírica. La alternancia de estreñi- Percusión. Se aprecia timpanismo cuando existe un exceso
miento y diarrea orienta a una neoplasia oclusiva del colon. de gas abdominal tanto intraluminal, en el caso de obstruc-
La presencia de rectorragia o hematoquecia indica lesiones ción intestinal, como extraluminal en la perforación visceral.
sangrantes habitualmente situadas por debajo del ángulo de Sin embargo, la matidez indica la existencia de masas o vis-
Treitz; mientras que las melenas son generalmente debidas a ceromegalias. La matidez desplazable en las zonas declives
lesiones sangrantes situadas por encima del mismo. sugiere ascitis y la ausencia de matidez hepática neumoperi-
toneo.

Exploración física Palpación. Ha de ser primero superficial y posteriormente


profunda, comenzando por la zona distal a la localización
En la exploración física prestaremos atención a los diferentes del dolor para no provocar una contractura muscular que
aspectos14: nos confunda. Además de analizar las características del do-
lor, la palpación permite investigar la presencia de masas y
Signos vitales visceromegalias y explorar los orificios herniarios. En pacientes
La presión arterial sistémica, la frecuencia cardiaca y respira- mayores de 50 años hay que intentar palpar la aorta. Para
toria, la temperatura, la saturación de oxígeno, la coloración ello, debemos poner al paciente en decúbito supino con las

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Enfermedades del aparato digestivo (VI)

rodillas dobladas para que relaje la musculatura abdominal. o no heces en el recto y observar las características de las mis-
Una amplitud anormal del pulso sugiere aneurisma de la mas (sangre roja o melena, fecaloma) y si es doloroso, hace
misma. Esta exploración tiene una sensibilidad y un valor sospechar un proceso inflamatorio (fisura, absceso, prosta-
predictivo positivo (VPP) del 43% cuando el diámetro de la titis).
aorta supera los 3 cm15. La hiperestesia en la palpación su- Es obligado el examen urogenital, especialmente en las
perficial es signo de irritación de la superficie peritoneal. En mujeres con dolor abdominal inferior.
el inicio del síndrome peritoneal, este se circunscribe a la
zona de la víscera que lo origina, extendiéndose en la medi-
da en que el peritoneo participa en el proceso inflamatorio. Pruebas complementarias
En estos casos el dolor se acompaña de defensa y contractu-
ra muscular y aumenta cuando el paciente realiza maniobras Laboratorio
de Valsalva. Hay varios signos que orientan sobre el origen Se hacen los siguientes análisis de forma habitual, aunque,
del dolor, de gran valor en el pasado y menos actualmente salvo algunos como la amilasa, tienen una baja especificidad
ante el uso difundido de pruebas de imagen más específi- para el diagnóstico etiológico.
cas:
Hemograma. El descenso de la hemoglobina y el hemato-
Maniobra de Blumberg o signo del rebote. Aumento del do- crito pueden evidenciar, entre otras, pérdidas hemáticas por
lor con la descompresión; indica irritación peritoneal. lesiones del tubo digestivo, aneurisma disecante de aorta,
Cuando es positivo en la unión del tercio externo con los dos embarazo ectópico o lesiones viscerales por traumatismo. En
internos de la línea entre la espina ilíaca anterosuperior de- los procesos inflamatorios suele aparecer una leucocitosis
recha y el ombligo (punto de Mac Burney) orienta hacia una con neutrofilia. El 80% de los pacientes con apendicitis sue-
inflamación del apéndice. le presentar leucocitosis. La leucocitosis a expensas de linfo-
citos es más sugerente de gastroenteritis vírica. Sin embargo,
Signo de Carnett. Si el dolor aumenta al contraer los mús- la presencia de leucocitosis es un dato inespecífico que puede
culos del abdomen, el origen es parietal con el 95% de pre- estar ausente en muchos pacientes con procesos infecciosos
cisión. o inflamatorios, especialmente en los ancianos e inmunode-
primidos.
Maniobra de McKessack-Leitch. El paciente se acuesta en
decúbito lateral izquierdo con ambos muslos flexionados Bioquímica general. Debe incluir la determinación de glu-
en ángulo recto con el cuerpo. El examinador extiende el cemia (para descartar cetoacidosis diabética), electrolitos,
muslo derecho hacia atrás, al mismo tiempo que con su mano urea, creatinina (son útiles para ver el estado de hidratación,
izquierda presiona el punto de Mac Burney contra el múscu- el equilibrio ácido-básico y la función renal), bilirrubina y
lo psoas tenso. enzimas hepáticas (son útiles a la hora de elaborar un juicio
clínico en pacientes con dolor en abdomen superior), lacto-
Maniobra de Haussmann. Una vez comprobado el dolor en deshidrogenasa (LDH) (se eleva en la isquemia mesentérica),
el punto apendicular, se eleva lentamente la pierna derecha, albúmina (disminuye en la alteración de la función hepática).
mientras que se continúa presionando en el punto doloroso. La creatinquinasa (CK) y las troponinas I y T son útiles en el
Si hay apendicitis, se produce un aumento del dolor, ya que diagnóstico diferencial con el infarto de miocardio. La gaso-
la compresión del ciego es mayor sobre el plano resistente metría arterial debe realizarse cuando se sospecha una pato-
del músculo psoas endurecido. Esta y la anterior maniobra logía pulmonar y para investigar alteraciones del equilibrio
son muy útiles en el caso de apéndice retrocecal. ácido-base en enfermedades abdominales que pueden cursar
con cuadros graves como pancreatitis, isquemia mesentérica
Signo de Rovsing. Dolor en el punto de Mac Burney al com- u obstrucción intestinal. Especial mención merecen la amila-
primir el colon descendente en la fosa ilíaca izquierda, indi- sa16 y la lipasa séricas. La amilasa se eleva en pacientes con
cativo de apendicitis aguda. pancreatitis aguda; aunque hay que tener en cuenta que tam-
bién puede aumentar en otras enfermedades abdominales
Signo de Klein. El dolor se traslada de la fosa ilíaca derecha como el infarto mesentérico, la oclusión intestinal con es-
a la línea media al colocar al paciente en decúbito lateral iz- trangulación o la úlcera péptica perforada o penetrante en
quierdo. Es característico de la adenitis mesentérica; mien- páncreas, y también en procesos extraabdominales y en pa-
tras que en la apendicitis no cambia. cientes alcohólicos. En general, valores de amilasa mayores
de 300 UI/l indican la presencia de una pancreatitis aguda.
Signo de Murphy. Existe dolor con la palpación profunda Por otra parte, en algunos pacientes con pancreatitis la ami-
del hipocondrio derecho durante la inspiración. Es caracte- lasa sérica presenta valores normales. Si se sospecha pancrea-
rístico de colecistitis aguda. titis, pero el diagnóstico no está claro, debe realizarse una
determinación de lipasa, la cual es más específica que la ami-
Inspección anal y tacto rectal. La inspección nos permite lasa.
detectar fístulas, fisuras o abscesos que pueden hacer sospe-
char una enfermedad inflamatoria intestinal. El tacto permite Coagulación. Esta prueba es obligada al inicio ante la posi-
comprobar masas, tanto intra como extraluminales, y si existen bilidad de una cirugía urgente y para detectar situaciones

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Dolor abdominal agudo en el adulto

graves que condicionan una coagulopatía de consumo, así La ecografía endovaginal o endorrectal es de utilidad en las
como un parámetro de funcionalidad hepática. patologías pélvicas que no se detectan con otras técnicas de
imagen.
Urinoanálisis. La presencia de proteinuria, piuria y hematu-
ria sugiere el diagnóstico de infección del tracto urinario. Sin Tomografía computadorizada
embargo, estos hallazgos no son muy específicos y pueden Es la prueba de elección en la evaluación del dolor abdomi-
estar presentes en otras patologías como la apendicitis aguda. nal indiferenciado17. Dos tercios de los pacientes que presen-
Además, los ancianos pueden presentar piuria crónica y un tan dolor abdominal pueden ser diagnosticados con técnicas
87% de los pacientes con aneurisma de aorta abdominal pre- de imagen. La tomografía computadorizada (TC) diagnosti-
sentan hematuria. En un paciente con un cuadro sugestivo ca la etiología en el 90% de los casos, frente al 76% de diag-
de crisis renoureteral, la detección de hematuria apoya este nósticos realizados mediante la historia clínica y la explora-
diagnóstico. ción física. Está indicada ante la sospecha de neumoperitoneo,
patrones de gas anormal, calcificaciones, lesiones inflamato-
Prueba de embarazo. Debe realizarse en todas las mujeres rias, (como apendicitis, diverticulitis, pancreatitis, abscesos),
en edad fértil que consulten por DAA. neoplasias, traumatismos, patología vascular y hemorragia
intraabdominal o retroperitoneal. En caso de peritonitis sin
Electrocardiograma causa determinada, la prueba de elección es la ecografía ab-
En los servicios de emergencia debe realizarse en todos los dominal, debiendo realizarse la TC cuando la ecografía no
pacientes con DAA. sea concluyente. La TC con contraste oral o intravenoso (iv)
tiene un 90-100% de sensibilidad y un 83-97% de especifi-
Radiografía de tórax (posteroanterior y lateral) cidad en el diagnóstico de apendicitis aguda. El uso de TC
Está indicada en pacientes con dolor abdominal en los que se ha disminuido las apendicectomías blancas de un 20 a un 4
considere necesario investigar causas extraabdominales del %, sin incrementar el riesgo de perforación18. La angioTC
dolor, y también cuando se sospeche la existencia de neumo- permite valorar la aorta y la vascularización visceral, por lo
peritoneo, el cual puede observarse en una radiografía (Rx) que está indicada ante la sospecha de oclusión vascular.
de tórax en bipedestación. Como hemos referido anteriormente, en pacientes inestables
en los que se sospecha una laceración o rotura de un aneuris-
Radiografía simple de abdomen en decúbito y ma aórtico, debe realizarse una ecografía abdominal. Sin em-
bipedestación bargo, en los pacientes estables, la TC es la mejor técnica
A pesar de que sólo en un 10% de los casos los hallazgos son para valorar el tamaño y la extensión del aneurisma.
significativos, es frecuente solicitar esta prueba en pacientes
con abdominalgia. La presencia de neumoperitoneo indica Resonancia magnética
una perforación de víscera hueca. Se detecta en la Rx en bi- La resonancia magnética (RM) es útil en el estudio del dolor
pedestación y en caso de pacientes que no pueden levantarse abdominal cuando no se ha llegado al diagnóstico etiológico
se sustituye por una Rx en decúbito lateral con rayo horizon- con otras técnicas. La angioRM, igual que la angioTC, per-
tal. En la obstrucción, el hallazgo de pequeñas burbujas de mite valorar la vascularización visceral. La colangioRM19 está
aire con imagen en cuenta de rosario en la Rx abdominal en indicada en pacientes en los que se sospecha una patología de
bipedestación es patognomónico de una obstrucción del in- la vesícula biliar o de las vías biliares y esta no se detecta en la
testino delgado. La distensión de las asas intestinales con ecografía abdominal.
niveles hidroaéreos es típica de la obstrucción en el intestino
grueso. En la isquemia mesentérica las Rx suelen ser anodi- Estudios radiológicos con contraste
nas; pero pueden existir hallazgos tardíos que indiquen la Su uso se ha sustituido por otras pruebas de imagen. El que
presencia de aire intramural e íleo. En el vólvulo de colon se utiliza con más frecuencia es el enema opaco, para valorar
sigmoide se observa un asa dilatada que ocupa casi todo el trastornos obstructivos del colon. También se usan las uro-
abdomen (signo del grano de café). También pueden verse grafías con contraste intravenoso para el estudio del aparato ge-
calcificaciones en el área pancreática (pancreatitis crónica nitourinario. La angiografía es útil en el diagnóstico y el tra-
calcificante), aerobilia (aire en las vías biliares), cálculos bilia- tamiento de la isquemia mesentérica.
res o renales o pueden intuirse masas.
Endoscopia
Ecografía abdominal Permite visualizar la mucosa del tubo digestivo, tomar biop-
Es de gran utilidad en el DAA; aporta información anató- sias de las lesiones y realizar tratamientos (hemostasia, dila-
mica rápida, precisa y barata. Es la prueba de elección en taciones o colocación de prótesis en estenosis, resección de
pacientes con dolor de origen biliar (colelitiasis, colecisti- pólipos, etc.). Es importante descartar una perforación antes
tis), embarazo ectópico, quistes ováricos o abscesos tubári- de proceder a su realización. La gastroscopia se utiliza en pa-
cos. Además, es la primera prueba de imagen a realizar en cientes con dolor en abdomen superior en los que se sospe-
pacientes inestables en los que se sospecha una laceración o cha patología de esófago, estómago o duodeno. La colonosco-
rotura de un aneurisma de aorta. La ecografía-doppler está pia urgente tiene un menor rendimiento por la falta de
indicada cuando existe la sospecha de un aneurisma aórtico limpieza del colon. Su uso se limita a la rectorragia masiva o
o visceral, trombosis venosa u otras anomalías vasculares. con fines terapéuticos para descomprimir el colon en caso de

Medicine. 2012;11(6):355-64   361


Enfermedades del aparato digestivo (VI)

obstrucción y se prefiere su realización diferida en el resto de Mujeres


las situaciones. La colangiopancreatografía retrógrada endoscópi-
ca (CPRE) está indicada siempre que se sospeche colangitis
En las mujeres20 hay que considerar el embarazo ectópico, la
por obstrucción de la vía biliar por cálculos u otras causas
endometriosis, la torsión o rotura de un quiste de ovario y
extrínsecas o intrínsecas de la vía, generalmente neoplasias, y
la enfermedad pélvica inflamatoria. Entidades como la sal-
permite realizar tratamientos como la esfinterotomía endos-
pingitis y la torsión o rotura de un quiste de ovario presentan
cópica y la extracción de cálculos o colocación de prótesis.
una clínica similar a la de la apendicitis. Es obligada una ex-
Ha demostrado ventajas su temprana realización en pancrea-
ploración meticulosa de la zona pélvica y vaginal, hacer una
titis agudas de origen biliar.
prueba de embarazo si se encuentran en edad fértil y valorar
la necesidad de otras pruebas complementarias como: citolo-
Paracentesis diagnóstica
gía del cuello de útero, análisis bacteriológico de la secreción
Debe realizarse en pacientes con ascitis para descartar peri-
vaginal o del líquido obtenido por punción del saco de Dou-
tonitis bacteriana espontánea (PBE) o secundaria (PBS), me-
glas, ecografía endovaginal y/o laparoscopia. No hay que
diante el recuento celular. El aspecto del líquido nos puede
olvidar que la apendicitis es una causa frecuente de DAA en
orientar a hemoperitoneo o contenido fecaloideo por perfo-
la mujer embarazada. Hay que considerar dos hechos: en el
ración. Se deben recoger muestras para un estudio citológico
embarazo, el fondo uterino desplaza al apéndice hasta el va-
y microbiológico. Si el paciente presenta ascitis a tensión,
cío derecho (sexto mes) y la región subcostal derecha (octavo
puede realizarse además una paracentesis evacuadora con el
mes) y, además, el desplazamiento por el útero grávido evita
fin de aliviar los síntomas.
con frecuencia una irritación del peritoneo parietal, lo que
explica que los signos de peritonitis focal puedan estar ausen-
Laparoscopia diagnóstica
tes en algunos casos. Por otra parte, hay que tener en cuenta
Está indicada en un paciente con DAA en estado clínico gra-
que en las embarazadas existe una leucocitosis basal.
ve, cuya causa no ha sido filiada tras un estudio extenso. La
incorporación de la ecografía laparoscópica ha mejorado la eva-
luación de las vísceras macizas y del retroperitoneo. La pre-
cisión diagnóstica de la laparoscopia en pacientes con DAA Ancianos
no traumático es del 93-98%. En nuestro medio es poco ha-
bitual dada la precisión de las técnicas de imagen descritas. En esta población21,22 el dolor abdominal es difícil de valorar.
Pero es de gran utilidad en situaciones de duda diagnóstica o Por un lado, muchas veces no es posible obtener una buena
si no se dispone de las pruebas idóneas. historia clínica, sobre todo en pacientes con demencia o con
hipoacusia grave. Por otro, es habitual que los síntomas se
presenten de forma más atenuada: el dolor sea menos intenso,
Aproximación diagnóstica presenten hipotermia en patologías que a otras edades cursan
con fiebre y no presenten leucocitosis en patologías que cur-
La anamnesis y la exploración física permiten realizar una san con ella en pacientes más jóvenes. La apendicitis23 en los
valoración de la situación clínica y realizar una orientación ancianos puede aparecer en un 14% de los casos como dolor
diagnóstica. La presencia de palidez, sudoración, alteración generalizado y no es inusual que el Blumberg sea negativo. El
del nivel de conciencia, hipotensión, taquicardia, fiebre alta, pronóstico24 puede ser infausto, ya que en estas edades au-
signos de irritación peritoneal o distensión abdominal con menta la incidencia de isquemia mesentérica aguda, la rotura
ausencia de ruidos intestinales orientan sobre la gravedad del de aneurisma de aorta o el infarto agudo de miocardio.
paciente y sobre la necesidad de actuar de forma urgente.
Por otra parte, la localización puede orientarnos a la causa
(tabla 5) y a elegir los estudios complementarios apropiados Inmunodeprimidos
para llegar al diagnóstico etiológico.
Los pacientes con DAA en los cuales tras una evaluación Estos pacientes pueden padecer infecciones oportunistas que
inicial no se llega a un diagnóstico etiológico, si están esta- se manifiesten con dolor abdominal y, a veces, en procesos
bles, pueden permanecer en observación y ser evaluados de infecciosos o inflamatorios pueden presentar una hipotermia
nuevo tras un periodo de tiempo. En los que se encuentran en lugar de fiebre. Los pacientes con neutropenia pueden
inestables, a veces es necesario realizar una exploración qui- presentar una respuesta sistémica a la inflamación local de
rúrgica para llegar a un diagnóstico de certeza que, además, una víscera dando lugar a una sepsis de difícil control. En los
sea terapéutica. pacientes con infección por el virus de la inmunodeficiencia
humana (VIH)25 con DAA hay que considerar algunas causas
más específicas como: enterocolitis aguda con diarrea y des-
Situaciones especiales hidratación, perforación del intestino grueso en infecciones
por citomegalovirus (CMV), sarcoma de Kaposi, obstrucción
A la hora de hacer la evaluación diagnóstica, hay que tener del intestino delgado por linfoma, infección por micobacte-
en cuenta que algunos grupos de pacientes con DAA presen- rias atípicas, enfermedades del tracto biliar por CMV o crip-
tan características especiales. Esto ocurre con las mujeres, los tosporidium y pancreatitis graves asociadas al uso de antirre-
ancianos y los pacientes inmunodeprimidos. trovirales.

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Dolor abdominal agudo en el adulto

Manejo terapéutico inicial Patología no quirúrgica

Ante un paciente con DAA26, lo primero que hay que plan- Se utilizarán medidas generales y tratamiento médico, y se
tearse es si este está hemodinámicamente estable o inestable, realizará una observación hospitalaria o domiciliaria en base
al tiempo que se realiza un rápido diagnóstico diferencial a la situación clínica del paciente.
entre las entidades que precisan únicamente tratamiento
médico y aquellas que constituyen una urgencia quirúr-
gica. Si no se llega a un diagnóstico etiológico
Ante un paciente hemodinámicamente inestable (taqui-
cardia, hipotensión, sudoración, palidez, fiebre alta), hay que Se aplicarán medidas generales y el paciente quedará en ob-
comenzar con medidas generales de sostén (reposición hi- servación hospitalaria o domiciliaria, según su situación clí-
droelectrolítica y, si es necesario, transfusión de concentra- nica. Si se procede a la observación hospitalaria, se realizará
dos de hematíes) y valorar por el cirujano la necesidad de una una nueva evaluación unas horas después. En el caso de que
intervención quirúrgica. En el paciente estable, la anamnesis exista una sospecha diagnóstica, se comenzará con un trata-
y la exploración física exhaustivas, junto con la realización de miento médico empírico y se mantendrá la observación. En
las pruebas complementarias que estén indicadas (hemogra- un paciente con dolor abdominal inespecífico, con buen es-
ma, bioquímica general con función hepática, coagulación, tado general, sin signos de irritación peritoneal en la explo-
gasometría arterial basal, pruebas de imagen) permitirán ración física y sin hallazgos patológicos en las pruebas com-
orientar el diagnóstico. plementarias, se realizará una observación domiciliaria,
En general, en un paciente que acude al servicio de ur- recomendándole acudir a Urgencias si la evolución es desfa-
gencias por DAA las medidas terapéuticas iniciales consisten vorable.
en: dieta absoluta, canalizar una vía intravenosa (o dos en
pacientes inestables) para administrar sueros, electrolitos,
concentrados de hematíes (si existe anemia e inestabilidad Conflicto de intereses
hemodinámica) y medicación (antibióticos de amplio espec-
tro si se sospecha sepsis y/o analgésicos si el dolor es muy Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.
intenso, pues la analgesia no oscurece el diagnóstico27), sonda
nasogástrica si se sospecha una obstrucción intestinal y son-
da vesical en pacientes con retención urinaria o que precisen Bibliografía
monitorizar la diuresis. La sonda rectal tiene escasa efica-
cia. •  Importante ••  Muy importante
Tras realizar una evaluación diagnóstica se pueden con- ✔ Metaanálisis ✔ Artículo de revisión
templar varias situaciones:
✔ Ensayo clínico controlado ✔ Guía de práctica clínica
✔ Epidemiología
Patología quirúrgica urgente

1. Cartwright SL, Kundson MP. Dolor abdominal agudo en los adultos. AM
Fam Physician. 2008;77(7):971-8.
Tras la valoración por el cirujano y la indicación de cirugía, 2. •  Navarro Fernández JA, Tárraga López PJ, Rodríguez Montes JA,

con anterioridad a la intervención quirúrgica, el paciente López Lara MD. Validez de las pruebas diagnósticas realizadas a
pacientes con dolor abdominal agudo en un Servicio de Urgencias
debe dar por escrito su consentimiento, después de que el hospitalario. Rev Esp Enf Dig. 2007;101(9):610-8.
médico le haya informado acerca de los riesgos y beneficios ✔3. �����������������������������������������������������������������������
Abboud PA, Colwell OB. Initial reappraising the literature-driven prac-
tice of analgesia administration for acute abdominal p����������������
ain in the emer-
de la misma, y se deben realizar los estudios preoperatorios gency room prior to surgical evaluation. Am J Surg. 2004;188(1):102-3.
procedentes. ✔4. ����������������������������������������������������������������������
Lukens TW, Emmerman C, Efrun D.���������������������������������������
The
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✔5. Ray BS, Neill CL. Abdominal visceral sensation in man. Ann Surg. 1947;
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Patología que puede requerir ✔6. �������������������������������������������������������������������������
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Baillieres Clin Gas-

un tratamiento quirúrgico en función de la ✔•


7.   Flajar MH, Cross R, Goldberg E. Acute abdominal pain. Prim
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evolución ✔ ••
8.   Flajar MH, Goldberg E. Acute abdominal pain. Med Clin North
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✔9. Yamada T, Hasler W, Inadomi JM, Anderson MA, Brow RS. Manual de
gastroenterología. 2ª ed. Módulo I. Madrid: Ed Lippreo; 2007.
El paciente quedará en observación hospitalaria con medidas
generales y tratamiento médico empírico. ✔
10. Feldman M, Friedman L, Brandt L. Enfermedades digestivas y hepáticas. Fi-
siopatología, diagnósotico y tratamiento. 8ª ed. Madrid: Ed. Elsevier; 2008.

11. Montoya MA, García JC, Castells A, Gomollon F, Marín F, Paris J, et al.
Problemas comunes en la práctica clínica gastroenterológica y hepatoló-
gica. Tomo I. Madrid: Ed. Jaspro; 2006.
Patología quirúrgica no urgente ✔
12. Hyamas JS, Burke G, Davis PM, Rzepski B, Andrulonis PA. Abdominal
pain and irritable bowel syndrome in adolescents: a community-based
study. J Pediatr. 1996;129(2):220-6.
Se aplicarán medidas generales y tratamiento médico. De- ✔
13. Bugliosi TF, Meloy TD, Vukov LF. Acute abdominal pain in the elderly.
Ann Emerg Med. 1990;19:1383.
pendiendo de la situación, se realizará una observación hos-
pitalaria o domiciliaria.

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Ed Librería Cervantes; 2007.

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