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El documento describe diferentes tipos de estructuras de suelos, incluyendo estructuras simples típicas de suelos gruesos como gravas y arenas, estructuras panaloides y floculentas típicas de partículas más finas, y estructuras compuestas formadas por una mezcla de tamaños de partículas. También discute la hipótesis de una estructura en "castillo de naipes" para suelos arcillosos, debido a las fuerzas superficiales entre las partículas laminares de arcilla.
El documento describe diferentes tipos de estructuras de suelos, incluyendo estructuras simples típicas de suelos gruesos como gravas y arenas, estructuras panaloides y floculentas típicas de partículas más finas, y estructuras compuestas formadas por una mezcla de tamaños de partículas. También discute la hipótesis de una estructura en "castillo de naipes" para suelos arcillosos, debido a las fuerzas superficiales entre las partículas laminares de arcilla.
El documento describe diferentes tipos de estructuras de suelos, incluyendo estructuras simples típicas de suelos gruesos como gravas y arenas, estructuras panaloides y floculentas típicas de partículas más finas, y estructuras compuestas formadas por una mezcla de tamaños de partículas. También discute la hipótesis de una estructura en "castillo de naipes" para suelos arcillosos, debido a las fuerzas superficiales entre las partículas laminares de arcilla.
El peso específico relativo de la mayoría de las partículas minerales
constituyentes de un suelo (s.) varía entre limites estrechos (2.60 a 2.90). Como ejemplo, el peso específico relativo del cuarzo es 2.67 y el del feldespato es 2.6. En suelos con abundante hierro, s, puede llegar a 3. En la turba se han llegado a medir valores de 1.5, debido la presencia de materia orgánica. Los minerales de arcilla que constituyen la fracción coloidal de un suelo, pueden tener un peso específico promedio comprendido entre 2.80 y 2.90. Sin embargo, En algunas arcillas volcánicas, tal como sucede en el Valle de México, suelen encontrarse valores más bajos (entre 2.2 y 2.6). Así pues, es normal que en un suelo real los minerales de las fracciones muy fina y coloidal tengan su peso específico relativo mayor que los minerales de la fracción más gruesa, con ello, no obstante, en la mayoría de los casos prácticos basta determinar el valor promedio del peso específico relativo de la materia sólida El peso específico relativo de los sólidos de un suelo se determina en el laboratorio haciendo uso de un matraz con marca de enrase. El matraz se llena hasta su marca, primero con agua y después con agua y la muestra de suelo. El aire atrapado entre las partículas de suelo se desaloja por ebullición exponiendo la suspensión al vacío. El peso seco de los sólidos (Wa) debe determinarse antes de la prueba en materiales gruesos y después de ella, en suelos finos plásticos. La razón es que, en estos últimos suelos, el secado previo forma grumos de los que es difícil desalojar al aire atrapado. Estructuración de los suelos En los suelos formados por partículas relativamente grandes (gravas y arenas) las fuerzas que intervienen para formar la estructura son bastante bien conocidas y sus efectos son relativamente simples de calificar; por ello, prácticamente no hay discusión respecto al mecanismo de estructuración que, por otra parte, es verificable a simple vista. Por el contrario, en los suelos formados por partículas muy pequeñas (limos y arcillas), las fuerzas que intervienen en los procesos de estructuración son de un carácter mucho más complejo y las estructuras resultantes son sólo parcialmente verificables por métodos indirectos, relativamente complicados y aun en plena etapa de desarrollo. Todo ello hace que los mecanismos de estructuración y aun las mismas estructuras resultantes sean, de estos suelos, materia de hipótesis. Tradicionalmente se han considerado las estructuras simples, panaloide y floculenta como las básicas en los suelos reales. En épocas más modernas se ha tratado de superar aquel cuadro tradicional introduciendo modificaciones en las ideas anteriores, a la luz de algunos resultados obtenidos en experimentos realizados con técnicas más modernas. Así, no sólo están variando las ideas de muchos investigadores acerca de los mecanismos de estructuración de los suelos, sino que, inclusive, han aparecido estructuras que, como la dispersa, no estaban incluidas en el cuadro tradicional En lo que sigue se presenta, en primer lugar, el conjunto de estructuras y mecanismos de formación tradicionales y, en segundo lugar, algunas de las ideas de mayor aceptación actual. a) Estructura simple. Es aquella producida cuando las fuerzas debidas al campo gravitacional terrestre son claramente predominantes en la disposición de las partículas; es, por lo tanto, típica de suelos de grano grueso (gravas y arenas limpias de masa comparativamente importante. Las partículas se disponen apoyándose directamente unas en otras y cada partícula posee varios puntos de apoyo. Desde un punto de vista ingenieril, el comportamiento mecánico e hidráulico de un suelo de estructura simple, queda definido principal mente por dos características: la compacidad del manto y la orientación de sus partículas Las arenas naturales muy uniformes en tamaño poseen valores de que se acercan mucho a los arriba escritos. Pero en las arenas comunes, los valores pueden disminuir apreciablemente y un pequeño porcentaje de partículas laminares aumenta notablemente el volumen de vacíos en el estado más suelto; en arenas bien graduadas, con amplia gama de tamaños, los estados más sueltos y más compactos tienen valores de e y n mucho menores que los que corresponden la acumulación de esferas iguales. Para medir la compacidad de un manto de estructura simple, Terzaghi introdujo una relación empírica, determinable en laboratorio, llamada Compacidad Relativa (C.). En arenas finas puede haber gran diferencia en los resultados, según se hagan las determinaciones en uno u otro estado; además, cuando se hacen las determinaciones en estado seco, los resultados dependen del tiempo transcurrido a partir del momento de la extracción de la muestra del horno o desecador, pues el aire puede transmitir humedad. También influyen d tamaño del recipiente donde se compacta la muestra (para la determinación de ensayo y el método de compactación; han propuesto varios métodos, pero hasta hoy, ninguno debe considerarse perfecto. Por ejemplo, en un suelo bien graduado, con 10% de partículas de tamaño menor que 0.04 mm de diámetro, se encontró en La orientación de las partículas de arena sedimentadas en agua, es tanto más pronunciada cuanto más se aparta su forma de la esférica: esta orientación produce, como efecto principal, una muy distinta permeabilidad del suelo, según que el flujo del agua sea normal o paralelo a la dirección de orientación; el efecto aumenta notablemente si el suelo contiene un porcentaje apreciable de partículas laminares. Aun en arenas naturales con formas prácticamente equidimensionales el efecto de la orientación sobre la permeabilidad es apreciable b) Estructura panaloide. Esta estructura se considera típica en granos de pequeño tamaño (0.002 mm de diámetro o algo menores) que se depositan en un medio continuo, normalmente agua y, en ocasiones aire. En estas partículas, la gravitación ejerce un efecto que hace que tiendan a sedimentarse, pero dada su pequeña masa, otras fuerzas naturales pueden hacerse de magnitud comparable. Las fuerzas de adherencia, causantes de estas estructuras son fuerzas superficiales, ya mencionadas anteriormente. c) Estructura floculenta. Cuando en el proceso de sedimentación, dos partículas de diámetros menores de 0.02 mm llegan a tocarse, se adhieren con fuerza y se sedimentan juntas; así, otras partículas pueden unirse al grupo, formando un grumo, con estructura similar a un panal. Cuando estos grumos llegan al fondo forman a su vez panales, cuyas bóvedas no están ya formadas por partículas individuales, sino por los grumos mencionados. El mecanismo anterior produce un estructura muy blanda y suelta, con gran volumen de vacíos, llamada floculenta y, a veces, panaloide de orden superior. d) Estructuras compuestas. Se considera que las estructuras anteriores rara vez se presentan puras en la naturaleza, pues la sedimentación comprende partículas de todos los tamaños y tipos, para las que rigen las leyes de la naturaleza de modo diferente. Según las ideas hasta aquí expuestas sobre estructuración. En estas formaciones se define un esqueleto constituido por los granos gruesos y por masas coloidales de flóculos que proporcionan nexo entre ellos. e) Estructura en "castillo de naipes". Algunos otros investigadores como Goldschmidt y Lambe han sugerido una interpretación diferente sobre la génesis de una estructura floculenta y la estructura resultante en sí. Según estas ideas la forma laminar típica de los minerales de arcilla es fundamental en la estructuración resultante para los suelos finos. Las investigaciones realizadas en partículas de caolinitas, ilitas y montmorillonitas demuestran que la longitud de ellas es del mismo orden de magnitud que su ancho y que el espesor varía de estas dimensiones, en las montmorillonitas, a / en las caolinitas, ocupando las alitas una posición intermedia. Con estos datos es posible estimar que la superficie especifica de estas partículas (metros cuadrados de área superficial por gramo de peso) es del orden de 10 en las caolinitas, 80 en las ilitas y 800 en las montmorillonitas; estas cifras cobran toda su importancia al considerar la acción de las fuerzas superficiales como factor que interviene en la estructuración, no siendo difícil concebir que tal factor Legue a ser determinante. Además, en las investigaciones de referencia se ha podido notar que, si bien la partícula de suelo posee carga negativa, según ya se dijo, parece cierto que en sus aristas existe una concentración de carga positiva que hace que esa zona localizada se atraiga con la superficie de cualquier partícula vecina. Tomando esto en consideración, los investigadores mencionados han propuesto para las arcillas una estructura tal como la que se muestra en la Fig. IV-6, a la cual se ha denominado en castillo de naipes" o floculada. f) Estructura dispersa. Algunas investigaciones modernas han indicado que una hipótesis estructural del tipo de "castillo de naipes", en la cual las partículas tienen contactos mutuos, si bien puede aceptarse como real en muchos casos, quizá no es la más estable en la que pudiera pensarse. Cualquier perturbación que pueda existir, como deformación por esfuerzo cortante, tiende en general a disminuir los ángulos entre las diferentes láminas de material.