Sie sind auf Seite 1von 37

POSCONFLICTO: REGULACIÓN DE LOS PROCESOS DE PAZ EN COLOMBIA,

EL SALVADOR Y GUATEMALA, A TRAVÉS DE LOS ORDENAMIENTOS


JURIDICOS.

EVELYN GONZALEZ CORDOBA


Cuarto semestre, Diurno, 401

Presentado a:
DRA. JENNY CHALARCA HOYOS

FUNDACIÓN UNIVERSITARIA DEL ÁREA ANDINA


FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS
SOCIALES Y HUMANÍSITICAS
PROGRAMA DE DERECHO
PEREIRA
2014
1
TABLA DE CONTENIDO

INTRODUCCION
JUSTIFICACION
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
OBJETIVOS
● GENERAL
● ESPECIFICOS
MARCO TEORICO
1. NORMATIVIDAD
1.1 COLOMBIA
1.2 EL SALVADOR
1.3 GUATEMALA
2. JURISPRUDENCIA
2.1 COLOMBIA
2.2 EL SALVADOR
2.3 GUATEMALA
3. DOCTRINA
3.1 COLOMBIA
3.2 EL SALVADOR
3.3 GUATEMALA
4. SEMEJANZAS Y DIFERENCIAS
MARCO METODOLOGICO
CONCLUSIONES
BIBLIOGRAFIA

2
INTRODUCCIÓN

Para comenzar debe aceptarse la existencia de un crónico conflicto armado con grupos al
margen de la ley que han dejado de manifiesto en los enfrentamientos armados, su irrespeto
hacia las normas o Tratados internacionales de los cuales son participes países como
Colombia, El Salvador y Guatemala, en aras de proteger a la población civil de los ataques de
las partes en un conflicto armado y, que son regulados por el Derecho Internacional
Humanitario junto con los organismos de orden interno.

Con el transcurrir del tiempo, en los Estados se hace notoria la necesidad y el


requerimiento de la sociedad al respeto de los principios, de las normas pactadas y del
Derecho Internacional Humanitario, a pesar de que éste ha tenido por tradición una gran
dificultad para ser acatado, sin ser pasado por alto, el hecho de que ha sido incesante la
ausencia de voluntad política para su aceptación y aplicación.

Sin embargo, tomando como base los ideales, sobre cómo hacer un alto en el trayecto del
conflicto armado interno, para darle paso a diálogos y acuerdos de paz, se parte de unas
políticas que faciliten las funciones y responsabilidades de las dos caras del conflicto frente a
la población civil, es decir, tanto del Estado como de los grupos insurgentes; en razón de ello,
se desarrollan unas medidas facilitadoras y mayormente garantistas en lo que concierne a la
desmovilización y reinserción de tales grupos, en conjunto con la protección de los derechos
vulnerados a la población envuelta en el conflicto armado interno.

Por lo mencionado anteriormente, son entonces los procesos de paz una de las salidas
propuestas para intentar controlar el conflicto armado en los países y alcanzar una paz firme y
duradera. En efecto, a través de este proyecto investigativo, se realizará especial enfoque en
la regulación de los procesos de paz de los dos países centroamericanos, oportunamente
asimilados como ejemplares para el camino de cambios en que se incursiona el Estado
colombiano.

3
JUSTIFICACIÓN

En los conflictos armados internos, como el que se vive en Colombia, la existencia de un


enemigo impreciso y en una condición por así decirlo ligada a la población civil, en especial
a las personas que habitan en territorios controlados por fuerzas insurgentes, crea la necesidad
de hacer una precisión de los derechos y garantías que se tienen respecto de todas las
personas, concertados tanto en el Derecho Internacional Humanitario como en el derecho
interno o lo contemplado a nivel constitucional.

Es por lo anterior, que se torna trascendental la investigación de las violaciones a los


derechos humanos cometidas por grupos armados; de la mano del papel que desempeña el
Estado en la protección, promoción y cumplimiento de los derechos humanos y del Derecho
Internacional Humanitario, manifestado por medio de procesos de paz, que previamente
transitan por unas etapas de diálogo, negociación y acuerdo, en aras de constituir un avance
significativo en la búsqueda de la paz y la terminación del conflicto armado interno en
nuestro país, además del respeto a los derechos fundamentales.

De modo que, al discutir sobre la protección que es brindada por los estados a las partes
del conflicto, es imprescindible hacer una búsqueda cuyo fin sea la realización de un análisis
de carácter comparativo, en relación con las posiciones estatales adoptadas en los procesos de
paz y los acuerdos alcanzados.

En atención a esa búsqueda, deben tomarse como ejemplares unos procesos de paz que de
una u otra forma han sido exitosos y enseñan un camino a las negociaciones que emprende
Colombia, es por ello que se tiene por elemento de investigación el caso de El Salvador, un
país que luego de 8 años en diálogos, firmó la paz y puso fin a la violencia de muchos años
que había cobrado miles de muertos y desaparecidos, con similitudes a Colombia en temas de
gobierno, conflicto armado y materia socio-jurídica; al igual que Guatemala, país fuertemente
azotado por el conflicto interno, que luego de varios años de debates con la guerrilla, cambió
su historia con la firma de la paz en 1996. Ambos países han atravesado constantes
enfrentamientos bélicos, en vista de ellos aceptaron iniciar y llevar a término, una nueva
etapa para su país, en la cual fuese posible facilitar unos procesos de re-inserción de los
grupos insurgentes a la sociedad y, brindar la garantía a los pueblos de no pasar a la

4
impunidad los crímenes cometidos durante el estado de guerra.

Al tener en cuenta esta investigación y los resultados que de ella emanen, se espera sean
de gran utilidad para la población académica, entrando a generar discusiones y reflexiones en
ésta área del conocimiento, develando muchas cuestiones derivadas de la justicia, inherente
de cada ser humano y de un estado de sociedad establecido, que presenta una paulatina
evolución con el pasar de los años y los cambios, de tipo económico, cultural, social y
político que son componentes de la evolución del derecho.

5
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

Al igual que en diferentes campos de investigación, resulta difícil esclarecer de forma


puntual lo que denota el término conflicto, esto a raíz de que existe una gran cantidad de
conceptos que intentan definirlo; sin embargo, al momento de plantear la pregunta ¿qué es
conflicto?, sin duda alguna se observaría la complejidad del término, puesto en muchas
ocasiones tal definición no acogería todas las clases de conflictos existentes (armados,
familiares, personales, internacionales, etc.), ni mucho menos lo que cada persona
interpretaría como conflicto.

Según lo Cabe entonces agregar, que para una situación ser considerada como un conflicto
debería tener algunos aspectos como lo son: participación entre dos o más personas
intervinientes, pudiendo ser solo personas o grupos ya sea pequeños o grandes; una constante
intervención entre las personas o grupos involucradas en el hecho; una continua utilización de
poder, de cualquier tipo y también debería existir una intención de perjudicarse entre las
partes intervinientes. (CICR, 2008)

De acuerdo con el Comité Internacional de la Cruz Roja (2008) los conflictos armados no
internacionales son enfrentamientos armados prolongados que ocurren entre fuerzas armadas
gubernamentales y las fuerzas de uno o más grupos armados, o entre estos grupos, que surgen
en el territorio de un Estado. Como producto de tales enfrentamientos resulta la población
civil, siendo la más afectada por los estragos y sufrimientos que han causado, convirtiéndose
además, en las primeras víctimas de las violaciones cometidas contra el DIH, tanto por
Estados como por grupos armados no estatales; al punto de generar un desequilibrio a nivel
nacional por los hechos vividos, ya sea por una población determinada o por el Estado en su
totalidad.

En ese orden de ideas, se reconocen diversos países que han sido foco de conflictos
armados, que a pesar de ser objeto de una problemática que logra agudizarse a lo largo de los
años, ha sido posible para algunos países emerger de tal situación, gracias a unos procesos de
paz que los pone en una etapa de posconflicto.

6
Ahora, si bien Colombia no es un país que se encuentre actualmente en la etapa
posconflicto, no pueden negarse varias cosas, por un lado la existencia de un evidente
conflicto armado que se consolida en la década de los sesenta, con el surgimiento de lo que
hoy serían los grupos insurgentes más importantes: Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de
Colombia (FARC) y el Ejército de Liberación Nacional (ELN), grupos guerrilleros que se han
creado una larga tradición de desapariciones, asesinatos, torturas, expropiaciones de tierras,
han logrado incluso actos terroristas, no solo con intenciones de deslegitimación de los
derechos humanos sino, además, queriendo justificar el crimen y el terror en que tienen
sumida a gran parte de la población colombiana (CINEP, s.f). De otro lado, a raíz de lo
sufrido por la población como fruto de los constantes actos bélicos provenientes de
mencionados grupos al margen de la ley, se hizo necesaria la creación de unos diálogos de
paz, cuyo propósito es brindarle a la nación un proceso de paz efectivo.

Así mismo, puede distinguirse El Salvador, como un país modelo en lo que refiere a un
proceso de paz, ya que siendo este un Estado seriamente afectado por un conflicto armado
que tendría su origen a partir de la década de los setenta, con un actor armado conocido como
el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), a raíz del cual la población
se redujo en un amplio número, ya que gran parte de la misma fue víctima del conflicto que
generó miles de muertos y mujeres que no solo fueron altamente violentadas en su aspecto
físico, sino también en su aspecto psicológico fruto de las violaciones a las que fueron
sometidas, sin dejar de lado los cientos de civiles que quedaron con una limitación física
permanente; haría posteriormente esa transición de someterse a ciertos diálogos cuyo
resultado fue la estipulación de unos acuerdos de paz, a través de los cuales, la población que
se encontraba al margen de la ley fue incluida en la vida política del país, de manera que en el
año 1992 fue posible firmar todos los acuerdos en pro de la paz.

Al igual que Colombia y El Salvador, Guatemala también ha sido un país marcado por los
rastros de la guerra, esta tuvo lugar entre 1970 y 1996, dejando a su paso miles de muertes y
una cantidad de desaparecidos devastadora, incluso las diferentes culturas indígenas que allí
habitaban fueron blanco de violencia, tanto por los grupos guerrilleros como por el Estado,
quienes indiscriminadamente llevaban a cabo sus enfrentamientos delante de la población
civil. Sin embargo, a pesar del panorama tan oscuro que se vivía en este país, ahora hace
parte de las naciones que ha hecho un alto en el camino de la violencia, para procurar unos

7
acuerdos de paz, que actualmente se encuentran firmados.

En atención a lo expuesto previamente, se hace pertinente pensar el conflicto como una


problemática que torna cada vez más vulnerable a la población por parte de los actores
armados, cuyo fin equivale a tener el control social, político y defender sus intereses en los
numerosos territorios; es por esta razón que para esas poblaciones, aun encontrándose en
medio del conflicto o no, se vuelve necesaria la creación de soluciones, de modo que no se
presente tan desmedido quebrantamiento de sus derechos.

No obstante, al pretenderse implementar unos procesos de paz, que permitan no solo un


cese al fuego y un desarme por parte de los grupos insurgentes, también se estima como
factor de estudio de cada Estado, un cambio en su legislación y sus estructuras estatales,
puesto que si se propone en tales acuerdos, la incorporación a la vida tanto política como
social, de los sujetos que por tanto tiempo han delinquido y estado al margen de la ley, debe
hacerse énfasis en aspectos de las normas vigentes que tendrán validez y aplicación, o por el
contrario cuales de manera irrefutable deberán ser modificadas parcial o totalmente.

Motivado por lo ante puesto, durante el desarrollo del presente trabajo se procurará
resolver la siguiente pregunta:
¿Cómo ha sido la regulación de los procesos de paz, en los ordenamientos jurídicos de
Colombia, El Salvador y Guatemala?

8
OBJETIVOS

OBJETIVO GENERAL

✓ Analizar comparativamente como ha sido la regulación de los procesos de paz, en los


ordenamientos jurídicos de Colombia, El Salvador y Guatemala.

OBJETIVOS ESPECÍFICOS

✓ Indagar en la Constitución, en las Leyes o en los Tratados Internacionales, cual ha sido el


respaldo normativo que se ha dado a los procesos de paz.

✓ Examinar pronunciamientos jurisprudenciales y doctrinales sobre la importancia de los


procesos de paz y los cambios que son generados por éstos a nivel socio-jurídico.

✓ Identificar las semejanzas y diferencias derivadas del análisis de los respectivos países, con el
fin de puntualizar los requerimientos implementados para lograr la paz.

9
MARCO TEÓRICO

➢ CAPÍTULO 1: NORMATIVIDAD

1.1 COLOMBIA

En la carta política de 1991, se haya contenido en su artículo 1, el argumento


constitucional por medio del cual se proyecta a Colombia, como un Estado social de derecho
organizado en forma de República unitaria, descentralizada, con autonomía de sus entidades
territoriales, democrática, participativa y pluralista. De lo mencionado se pueden concluir
varias cosas, por un lado que Colombia es un país caracterizado porque su organización a
manera de república unitaria, lo hace incompatible con tiranías y monarquías, en la cual tanto
los gobernantes como los gobernados se someten por igual a un conjunto de principios
fundamentales, establecidos en la Constitución; de otro lado, al ser un Estado democrático,
participativo y pluralista, le precisa no solo que el poder emana del pueblo, sino además que
permite la participación por medio de procesos de votación que aseguren la expresión de la
voluntad ciudadana y, que al ser una república unitaria pluralista, admite la existencia de
varios partidos políticos.

En Colombia existe un orden jurídico estructurado, de manera que todas las normas son
diferentes teniendo en cuenta su fuente, la forma de creación y quedando sometidas a una
organización de tipo jerárquico y subordinado; así las cosas, el orden jurídico plasmado de
forma descendente correspondería a lo siguiente: encabezando y como elemento de mayor
trascendencia se encuentra la Constitución Política, seguida por la ley, los decretos expedidos
por el Presidente de la República, las ordenanzas departamentales y acuerdos municipales, las
Sentencias expedidas por los Magistrados y Jueces de la República y finalmente, los Tratados
Internacionales. Es de precisar, que el último elemento no fue mencionado en el orden
jerárquico, pero se encuentra al mismo nivel de la Constitución, con la cual se une para
conformar el bloque de constitucionalidad, de allí nacen acciones conjuntas en cuanto a
normatividad que, sin aparecer formalmente en el articulado del texto constitucional, son
utilizadas como parámetros del control de constitucionalidad de las leyes, por cuanto han sido
normativamente integrados a la Constitución, por diversas vías y por mandato de la propia
carta política.

10
En efecto, de acuerdo al artículo 4 de la Carta Magna, la constitución es considerada como
norma de normas y, como tal una fuente irrefutable de derecho, al tener que desarrollarse el
mencionado con sujeción a la norma fundamental; asimismo, la ley y la costumbre
constituyen una fuente de derecho, sin dejar de lado, lo estipulado por el artículo 230 de la
norma rectora, en el que se precisan la jurisprudencia, los principios generales del derecho y
la doctrina como criterios auxiliares de derecho.

Una vez realizada a groso modo la aproximación a lo que caracteriza el Estado


colombiano, puede pasarse a lo que se pretende con este primer capítulo; cabe entonces traer
a colación los artículos constitucionales que a través de sus enunciados forman un vínculo
directo con lo que entraría a ser objeto de discusión en los procesos de paz, ya sea por estar
implícitos en los aspectos a negociar y por ende cambiar, o por tener un cumplimiento de
carácter obligatorio a razón de ser derechos inalienables a las personas que se encuentran
tanto dentro como fuera del conflicto armado. Para ilustrar lo antes dicho, se elevan los
artículos 11, 12, 13, 22, 58, 93, 94, 122, 179:

● Art. 11: El derecho a la vida es inviolable. No habrá pena de muerte.


● Art. 12: Nadie será sometido a desaparición forzada, a torturas ni a tratos o penas
crueles, inhumanas o degradantes.
● Art. 13: Todas las personas nacen libres e iguales ante la ley.
● Art. 22: La paz es un derecho y un deber de obligatorio cumplimiento.
● Art. 58: La propiedad privada.
● Art: 93: Los tratados y convenios internacionales ratificados por el Congreso, que
reconocen los derechos humanos y que prohíben su limitación en los estados de
excepción, prevalecen en el orden interno. Los derechos y deberes consagrados en
esta Carta, se interpretarán de conformidad con los tratados internacionales sobre
derechos humanos ratificados por Colombia.
● Art. 94: La enunciación de los derechos y garantías contenidos en la Constitución y en
los convenios internacionales vigentes, no debe entenderse como negación de otros
que, siendo inherentes a la persona humana, no figuren expresamente en ellos.
● Art. 122: De la Función Pública-Inc. 5. Sin perjuicio de las demás sanciones que
establezca la ley, no podrán ser inscritos como candidatos a cargos de elección
popular, ni elegidos, ni designados como servidores públicos, ni celebrar

11
personalmente, o por interpuesta persona, contratos con el Estado, quienes hayan sido
condenados, en cualquier tiempo, por la comisión de delitos que afecten el patrimonio
del Estado o quienes hayan sido condenados por delitos relacionados con la
pertenencia, promoción o financiación de grupos armados ilegales, delitos de lesa
humanidad o por narcotráfico en Colombia o en el exterior.
● Art. 179: No podrán ser congresistas: #1.Quienes hayan sido condenados en cualquier
época por sentencia judicial, a pena privativa de la libertad, excepto por delitos
políticos o culposos.

Lo plasmado con antelación, proporciona una visión más detallada de los derechos que les
han sido vulnerados a la población colombiana, en donde la vida, la dignidad humana, el
derecho a la paz y los derechos que se encuentran en Convenios y Tratados Internacionales
ratificados por Colombia, han sido violados constantemente por los agentes generadores de
conflicto. De lo preliminar, surge la necesidad de destacar los proyectos que ha tenido el
Gobierno colombiano, en aras a desarrollar unas disposiciones especiales para la
reincorporación de los miembros de grupos armados al margen de la ley, que de manera
individual o colectiva decidan contribuir con la paz nacional y, de resarcir los daños
cometidos a la población afectada, dictando medidas de atención, asistencia y reparación
integral a las víctimas del conflicto armado interno, obteniendo como resultados la Ley 975
de 2005 y la Ley de Víctimas, respectivamente.

Actualmente, el país se encuentra explorando distintas fases del proceso de paz que se está
llevando a cabo en la Habana desde el segundo semestre de 2012, en el cual la agenda está
comprendida por cinco puntos específicos y un punto adicional, correspondientes a los
siguientes temas:
 Política de desarrollo agrario integral: acceso y uso de tierras, formalización de la
propiedad, fronteras agrícolas y protección de zonas de reserva, infraestructura y
adecuación de tierras, desarrollo social, estímulo a la producción agropecuaria,
formalización laboral y sistema de seguridad alimentaria.
 Participación política: derechos y garantías para el ejercicio de la oposición política y para
los nuevos movimientos que surjan luego de los acuerdos, mecanismos de participación
ciudadana y promoción de la participación política en todos los sectores de la sociedad.
 Fin del conflicto: establece unas reglas de juego bajo el principio de que “nada está
acordado hasta que todo esté acordado”.

12
 Solución al problema de las drogas ilícitas: programas de sustitución de cultivos ilícitos,
recuperación de tierras afectadas por los mismos, programas de prevención del consumo y
salud pública y, solución al fenómeno de producción y comercialización de narcóticos.
 Víctimas: Entre otros asuntos, aborda el reconocimiento de las víctimas, reconocimiento
de responsabilidad, reparación de las víctimas, garantía de no repetición y principio de
reconciliación.
 Punto adicional: relacionado con la implementación, verificación y refrendación del
proceso.

Las conversaciones de paz son en pro de unos cambios realizados por lado y lado, de
modo que así como la guerrilla ofrece un cese al fuego y unas facilidades para llegar a la paz,
también pide que el Gobierno nacional le ofrezca unos cambios a nivel normativo, que si bien
no los deja completamente en la impunidad, si les permite el acceso a la vida política del país;
sobre esas consideraciones, se procuran varias cuestiones por parte del Estado. Por un lado,
que a través de los acuerdos a que se lleguen con los grupos armados, se promueva una
reforma constitucional, en donde se modifique parte del articulado, cuyo fin sea acercarlos
aún más a la firma de la paz. De otro lado, una vez establecidos los acuerdos, deben ser
sometidos al consentimiento del pueblo colombiano y, es por este último asunto, que a nivel
general surge una gran discusión sobre el método a emplear por el Gobierno para la
refrendación del proceso de paz, en tanto que las FARC ha sugerido la convocatoria a una
Asamblea Nacional Constituyente, mientras que el presidente Juan Manuel Santos, ha
expresado su inclinación por llevar a cabo una consulta popular, para ser así legitimados los
documentos que ocasionalmente se firmen; actuando de manera consecuente y en
cumplimiento de la Ley 134 de 1994, que regula lo relacionado con los mecanismos de
participación ciudadana, haciendo la precisión en el art. 8 sobre la consulta popular.

En efecto, en el Acto legislativo No. 01 del 31 de julio de 2012, también denominado


como “Marco Jurídico para la Paz”, se encuentra sustento para la inclusión de unos
instrumentos jurídicos de justicia transicional, a través de la cual, se busca solucionar las
fuertes tensiones que se presentan entre la justicia y la paz, entre los imperativos jurídicos de
satisfacción de los derechos de las víctimas y las necesidades de lograr el cese de
hostilidades; significa entonces, que tiene el gran reto de asegurar al mismo tiempo la paz y la
justicia. De tal suerte que la amnistía, pudiéndose convertir en un medio para facilitar la paz y
la reconciliación, no puede transformarse en un instrumento para asegurar intereses

13
personales de inmunidad de la justicia. En este sentido, la Corte Constitucional en sentencia
C-579/2013 ha destacado que una de las finalidades primordiales de la justicia transicional, es
lograr un adecuado equilibrio entre la justicia y la paz.

Según el Marco Jurídico para la Paz, la creación de los instrumentos de justicia


transicional serán excepcionales y su fin será facilitar la terminación del conflicto armado
interno y el logro de la paz estable y duradera, garantizándose la seguridad a la población
colombiana y la no repetición de los acontecimientos que llevaron a efectuarse las
negociaciones.

En su art. 1, se contemplan entre otras disposiciones, las garantías que serán brindadas a
las víctimas, tales como la verdad, la justicia y la reparación. Se fijan los deberes del Estado
en cuanto a la investigación y sanción, de la mano de la creación de la Comisión de la
Verdad. De igual forma, se determinan criterios de selección que permitan centrar los
esfuerzos en la investigación penal de los máximos responsables de todos los delitos que
adquieran la connotación de crímenes de lesa humanidad, genocidio, o crímenes de guerra
cometidos de manera sistemática.

En cualquier caso, el tratamiento penal especial mediante la aplicación de


instrumentos constitucionales como los anteriores estará sujeto al cumplimiento de
condiciones tales como la dejación de las armas, el reconocimiento de
responsabilidad, la contribución al esclarecimiento de la verdad y a la reparación
integral de las víctimas, la liberación de los secuestrados y, la desvinculación de los
menores de edad reclutados ilícitamente que se encuentren en poder de los grupos
armados al margen de la ley. (A.L No. 01de Julio 31 de 2012, p.2)

En lo que corresponde al artículo 2 y 3 de la norma en cuestión, el primero fija un tiempo


correspondiente a 4 años para que el congreso profiera todas las leyes que regulen esta
materia y, por último se dispone la creación de una Ley estatutaria que regule cuáles serán los
delitos considerados conexos al delito político para efectos de la posibilidad de participar en
política.

En ese mismo sentido, se presentan los Convenios y Tratados Internacionales, cuyo fin es
equivalente a la ampliación de la cobertura a nivel de protección a personas en situación de

14
conflicto. Por consiguiente, son de mencionar los siguientes:

 Declaración Universal de Derechos Humanos


De este tratado, se desprenden unos derechos y libertades, que comprenden como objetivo
común de todas las naciones, su promoción, a fin de que tanto los individuos como las
instituciones, procuren mediante la enseñanza y la educación, el respeto de los mismos y,
aseguren por medidas progresivas de carácter nacional e internacional, su reconocimiento y
aplicación universales y efectivos, tanto entre los Estados Miembros, como entre los
territorios en los que no tienen un carácter de estricto cumplimiento.

 Convención sobre la imprescriptibilidad de los crímenes de guerra y de los crímenes


de lesa humanidad
Con base en la ausencia de la limitación temporal, en las convenciones para el
enjuiciamiento de los crímenes de guerra y los crímenes de lesa humanidad, en los cuales
figuran tales delitos como los más graves en el campo del derecho internacional; se tiene
presente que si bien, son un elemento importante para hacer verídica la protección de los
derechos humanos y libertades fundamentales, en conjunto con el respaldo de la confianza,
estimulo de la cooperación entre los pueblos y contribución a la paz y la seguridad
internacional, hacen necesario el hecho de establecer una serie de normas que oportunamente
regulen los casos generados a raíz de los acontecimientos netamente derivados de los actos de
guerra, no como erróneamente se hacía, a través de normas de derecho interno cuya
regulación era referente a la prescripción de los delitos ordinarios, siendo así, obstáculo en el
camino del adecuado enjuiciamiento y castigo de las personas responsables de esos crímenes.

 Declaración sobre la protección de todas las personas contra la tortura y otros tratos
o penas crueles, inhumanas o degradantes.

Normatividad internacional que a través de su articulado manifiesta la no aceptación de


ningún tipo de tolerancia, respecto de la tortura u otros tratos o penas crueles, inhumanas o
degradantes, sin discriminación de los motivos que lo ocasionaran, llámese circunstancias
excepcionales que de alguna u otra manera llegaran a justificarlos.

 Convenio de Ginebra 1949


El Convenio de Ginebra, es una serie de normas que siendo promovidas por la Cruz Roja,
15
se encarga de humanizar la guerra en conjunto con los demás convenios humanitarios que le
sirven como complemento. Es formado por varios Tratados Internacionales, los cuales fueron
firmados en Ginebra en 1949, para tratar de minimizar todos los efectos causados por
conflictos, principalmente se encuentra basado en el respeto a las personas y a su dignidad,
reitera la colaboración desinteresada sin ninguna discriminación hacia las víctimas.

 Protocolo II adicional al Convenio de Ginebra


El Protocolo II es un anexo al convenio anteriormente mencionado y hace referencia a un
tipo de protección de victimas de conflictos que no son de carácter internacional y no son los
mencionados por el artículo 1 y 3 del mismo, ni por el Protocolo I. En atención a lo anterior,
éste protocolo define algunas normas internacionales encargadas de dar una protección más
amplia a todas aquellas víctimas de conflictos internos, siendo creado con el fin de respetar
todos los derechos y deberes de los gobiernos soberanos. Igualmente contiene algunas
normas reconocidas como de Derecho Internacional Consuetudinario, lo cual los hace válidos
tanto para todos aquellos países que lo ratificaron como para los que no lo hayan hecho.

1. 2 EL SALVADOR

Tal y como se plasma en su carta política, bajo los artículos 83 y ss., se determina que El
Salvador es un país soberano, republicano, democrático y representativo, con un sistema
político pluralista, manifestado al igual que en Colombia, mediante la pluralidad partidista.
Ante lo expuesto se deduce, no solo que es un país en donde la totalidad de su población está
sujeta a lo mandado por la Constitución, sino que al ser en el pueblo sobre quien recae la
soberanía, es por ende de quien emana el poder, siendo manifestado además, por medio de
procesos electorales en donde se deja expuesta la voluntad de las personas que lo habitan.

Dadas las consideraciones que anteceden, se encuentra que el país en cuestión, presenta un
orden jurídico clasificado bajo una jerarquización de las normas vigentes que regulan todo
tipo de situaciones e instituciones dentro de la nación. Tales normas se encuentran
comprendidas de manera escalonada así: como la regla fundamental que define aspectos
básicos en cuanto a ciudadanos y Estado, se encuentra la Constitución, seguida por los
Tratados Internacionales, inmediatamente inferior a estos se hallan las leyes, posteriormente
los decretos, los reglamentos y, por último se encuentran las ordenanzas municipales.

16
De acuerdo a los métodos de formalización del Derecho, las fuentes formales pueden
clasificarse en: la legislación sin lugar a dudas, como la principal fuente de Derecho, tal y
como lo contempla el art. 246; la costumbre jurídica que representa unas formas de
exteriorizar la conducta y cuando estas adquieren en los hombres que las practican, la
conciencia de su obligatoriedad, entonces se convierte de simple uso en costumbre jurídica;
los principios generales de derecho, el buen sentido y razón natural que representa el punto de
vista que de la justicia debe tener el Juez, el jurista y el abogado; la doctrina y la
jurisprudencia (Revelo, 2005).

Con respecto a la normatividad por medio de la cual se regula no solo la parte de derechos
vulnerados a los ciudadanos, sino también los aspectos relacionados directamente con los
acuerdos de paz pactados por el Estado Salvadoreño, se desprende la importancia de resaltar
los siguientes artículos:

● Art. 2: Toda persona tiene derecho a la vida, a la integridad física y moral, a la


libertad, a la seguridad, al trabajo, a la propiedad y posesión, y a ser protegida en la
conservación y defensa de los mismos.
● Art. 7: Se prohíbe la existencia de grupos armados de carácter político, religioso o
gremial.
● Art. 75: Pierden los derechos de ciudadano #2. Los condenados por delito.
● Art. 144-149: Convenios y Tratados Internacionales.
● Art. 168: Atribuciones y obligaciones del presidente #3. Procurar la armonía social, y
conservar la paz y tranquilidad interior y la seguridad de la persona humana como
miembro de la sociedad.

Adicionalmente, en medio del análisis realizado al país centroamericano, se constata el


resultado de los diálogos de paz, a través de los acuerdos a los que logró llegar el Gobierno
salvadoreño con los grupos subversivos; éstos comprenden nueve capítulos donde se
establecen una serie de medidas en diferentes temas, considerados importantes para adoptar
una paz firme y duradera en el país. En atención a lo anterior, se realiza un acercamiento de
carácter objetivo a los acuerdos, que permita esclarecer los cambios a nivel socio-jurídico,
adoptados por los dos sujetos promotores del conflicto, de la siguiente forma:

17
● Capítulo 1: Busca la modificación del sistema educativo de la Fuerza Armada,
determinando que el objetivo único de la institución es la defensa de la soberanía del
Estado y la integridad del territorio; así mismo pretende la creación de una Comisión
“ad hoc” cuyo fin será la depuración de los oficiales implicados en violaciones a los
Derechos Humanos y la Comisión de la Verdad, para la superación de la impunidad;
además la disolución de tres de los cuerpos de seguridad pública, de los servicios de
inteligencia militar, de los batallones de infantería de reacción inmediata, la supresión
de las entidades paramilitares y finalmente el acto reformatorio a la Constitución.
● Capítulo 2: Creación de la Policía Nacional Civil como nuevo cuerpo policial que
sustituyera los antiguos cuerpos de seguridad con una doctrina civilista y democrática,
en la que participarían elementos desmovilizados del FMLN, antiguos agentes de la
Policía Nacional y personas sin militancia en ambos bandos, haciendo énfasis en el
respeto de los Derechos Humanos.
● Capítulo 3: Crear la Escuela de Capacitación Judicial para formar jueces y magistrados
ajustados a la nueva realidad del país, entre otras disposiciones de carácter judicial.
● Capítulo 4: En el plano político, las medidas adoptadas buscaron garantizar a los
dirigentes del FMLN y a sus integrantes el pleno ejercicio de sus derechos civiles y
políticos dentro un marco de absoluta legalidad, al igual que la transformación del
FMLN en un partido político legal.
● Capítulo 5: Distribuir las tierras en zonas conflictivas entre los ex combatientes
desmovilizados, también distribuir las tierras que excedían las 245 hectáreas, así como
aquellas propiedad del Estado que no eran reserva natural, en pro de los campesinos y
pequeños agricultores que carecían de terrenos cultivables.
● Capítulo 6: Garantizar a los excombatientes del FMLN el pleno ejercicio de sus
derechos civiles y políticos, facilitando además, el retorno de los exiliados, lisiados y
otras personas que salieron del país por causa del conflicto.
● Capítulo 7: Cese del enfrentamiento armado.
● Capítulo 8: Verificación del proceso de separación de fuerzas y cese de fuego por las
Naciones Unidas.
● Capítulo 9: Se crearon unas instituciones a partir de los Acuerdos de Paz, tales como la
Policía Nacional Civil, la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos, la
Comisión para la Consolidación de la Paz, la Academia Nacional de Seguridad Pública,
la Secretaría de Reconstrucción Nacional, el Tribunal Supremo Electoral, el Foro de
Concertación Económica y Social y, el Consejo Nacional de la Judicatura.

18
Entre otras cosas, un proceso de paz abarca aspectos más allá de los diálogos y los
acuerdos, es así que como consecuencia de la necesidad del Gobierno por acercarse más a la
paz, se propusieron acerca de 24 modificaciones a la Carta Política, referentes a la Fuerza
Armada, el Sistema Judicial, el Sistema Electoral, el Ministerio Público y las atribuciones del
Legislativo; sin dejar de mencionar, las implicaciones de determinar a qué método recurrir
para la firma de lo acordado, de tal forma el Estado recurre a la Asamblea para refrendar su
proceso de paz.

En ese orden de ideas, El Salvador por medio de tratados internacionales y convenios


ratificados, adopta determinadas políticas para que de conformidad con la aplicación que es
dada a la carta constitucional, así mismo sean aplicados tales tratados, cuyo fin sea ampliar la
protección de personas en situación de conflicto. De lo anterior, es preciso destacar algunos:

 Convención Americana sobre Derechos Humanos


Las naciones que son parte es esta convención, realizan un compromiso por medio del
cual procuran no solo el respeto de los derechos y libertades contenidos en ella, también
pretende garantizar su libre y pleno ejercicio a todas las personas sin algún tipo de
discriminación. Conocido como "Pacto de San José", ratificado el 19 de junio de 1978.

 Convención contra la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanas o


degradantes (D. No 92 de 1994)

Los Estados que la conforman, reconocen que los derechos iguales inalienables de todos
los miembros de la familia humana, son la base de la libertad, la justicia y la paz del mundo;
además, proclaman que estos derechos emanan de la dignidad inherente de la persona
humana.

 Convenio de Ginebra 1949 y Protocolo II adicional a los Convenios de Ginebra del


12 de agosto de 1949
Estos son un conjunto de acuerdos compuesto por cuatro partes y unos protocolos
adicionales, todos comparten un fin y radica en referirse a la protección de las víctimas de los
conflictos armados (reafirmado el 28 de agosto de 1978).

19
1. 3 GUATEMALA

Por su parte, el país centroamericano contempla en el artículo 140 de su constitución


política, el sustento normativo que permite clasificar a Guatemala como un Estado libre,
independiente y soberano, organizado para garantizar a sus habitantes el goce de sus derechos
y de sus libertades; su sistema de Gobierno es republicano, democrático y representativo, con
un sistema político multipartidista. De lo anterior se derivan los siguientes aspectos, por un
lado al igual que Colombia y El Salvador, es un país que somete a las mismas normas a toda
su población indiscriminadamente; de otro lado, es del pueblo de quien surge el poder,
manifestado a través de votaciones que tienen por objeto la elección de sus gobernantes y, en
cuanto a ser un Estado representativo refiere al marco de un representante presidencial de una
república democrática, mediante el cual el Presidente es a la vez jefe de Estado y jefe de
gobierno de un sistema multipartidista, es decir, que aprueba la existencia de varios partidos
políticos.

Adicionalmente, es pertinente hacer un acercamiento al orden jurídico por el cual se ve


representado el país guatemalteco, encontrando así normas que tienen diversa formalidad y
jerarquía, de modo que no tienen el mismo rango y por lo tanto, están subordinadas unas con
respecto a otras. En tal sentido, las leyes constitucionales ocupan el rango superior en la
escala jerárquica distinguiéndose la Constitución, de la mano de los Tratados y convenios
internacionales que regulen temas de derechos humanos, tal y como se determina en el
artículo 46 de la norma constitucional, estos prevalecen sobre el derecho interno. Las leyes
ordinarias, se hallan subordinadas a la Constitución, en un nivel jerárquico parejo al de los
códigos y, finalmente los de inferior rango son los reglamentos, mandamientos de autoridad
administrativa, que desarrollan y facilitan la aplicación de las leyes ordinarias.

En atención al artículo 2 de la Ley del Organismo Judicial Decreto 2/89, la ley es la fuente
del ordenamiento jurídico, que a su vez es nutrida por la jurisprudencia; ésta cumple una
función supletoria al complementar la legislación, para que la jurisprudencia sea obligatoria
se requieren cinco fallos continuos en el mismo sentido, emitidos por la Corte Suprema de
Justicia o tres sentencias uniformes de la Corte de Constitucionalidad para configurar
jurisprudencia en materia constitucional; así mismo la costumbre cumple una función
complementaria, se admite cuando existen vacíos en el texto legal, pero no es permitida la
costumbre que se opone a la ley.

20
Ahora bien, entrando en materia de normatividad contemplada y promulgada por el Estado
Guatemalteco, se puede afirmar, que al igual que los países mencionados con antelación, éste
también contiene unas normas protectoras de derechos humanos y, que por uno u otro motivo
serían objeto de discusión a la hora de realizarse unos acuerdos de paz; de tal forma se
relacionan los artículos a seguir:

● Art. 2: El Estado garantiza a los habitantes de la República la vida, la libertad, la


justicia, la seguridad, la paz y el desarrollo integral de la persona.
● Art. 3: Derecho a la vida.
● Art. 4: Libertad e igualdad.
● Art. 39: Se garantiza la propiedad privada como un derecho inherente a la persona
humana.
● Art. 44: Los derechos y garantías que otorga la Constitución no excluyen otros que,
aunque no figuren expresamente en ella, son inherentes a la persona humana.
● Art. 46: En materia de derechos humanos, los tratados y convenciones aceptados y
ratificados, tienen preeminencia sobre el derecho interno.
● Art. 245: Prohibición de grupos armados ilegales, es punible su organización y
funcionamiento.

Aún en las variaciones socio-normativas que tendrían surgimiento a partir de los acuerdos
de paz, se hace visible la amplia gama de temas que éstos engloban, siendo debidamente
debatidos con anterioridad por las partes, incluyendo tanto el Gobierno y los grupos armados,
como la sociedad civil en representación de los intereses generales del Estado; de tal suceso
que la agenda de paz sea una de las más amplias, a razón de ir más allá del tradicional cese al
fuego. Adelantados los acuerdos de paz, se evidencia claramente la participación del pueblo
guatemalteco tanto en la aprobación de las reformas constitucionales previamente aprobadas
por el Congreso, como en la refrendación del proceso de paz, a raíz de los cuales se convocó
oportunamente a consulta popular como condición previa para que ambos sucesos pudieran
entrar en vigencia.

De conformidad con lo referido se relacionan los principales acuerdos, a través de los


cuales se abarcan temáticas como la democratización para la búsqueda de la Paz por medios
políticos, Derechos Humanos, acompañamiento a las poblaciones desarraigadas por el

21
conflicto armado, establecimiento de la Comisión para el Esclarecimiento Histórico de las
violaciones a los derechos humanos a la población guatemalteca, identidad y derechos de los
pueblos indígenas, aspectos socio-económico y agrario, fortalecimiento del poder civil y
función del Ejército, definitivo cese al fuego, reformas Constitucionales y régimen electoral,
incorporación de la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca a la legalidad,
cronograma para la implementación y cumplimiento de los acuerdos de Paz y finalmente, se
encuentra el acuerdo de Paz firme y duradera por medio del cual se concretaron los diálogos
de paz y, dando a renacer un Estado democrático libre de conflictos armados.

En adelante, el Estado guatemalteco también permitiría el funcionamiento de los Tratados


o convenios internacionales ratificados en materia de derechos humanos, acordes con el
derecho interno, para así asegurar una mejor protección de los mismos. Con base en las
consideraciones previas, Guatemala ratifica el 27 de abril de 1978 la Convención Americana
sobre Derechos Humanos, al igual que el Convenio de Ginebra de 1949 y el Protocolo II
adicional a los Convenios de Ginebra del 12 de agosto de 1949; así mismo aprueba el
Protocolo facultativo a la Convención contra la tortura y otros tratos o penas crueles,
inhumanos o degradantes y, la Convención Interamericana sobre desaparición forzada de
personas, el 17 de marzo de 2008 y el 27 de junio de 1999, respectivamente.

22
➢ CAPÍTULO 2: JURISPRUDENCIA

2.1 COLOMBIA

SENTENCIA C-579/2013
MAGISTRADO PONENTE: Dr. Jorge Ignacio Pretelt Chaljub.
Corte Constitucional – Sala Plena.
ACCIONANTE: Gustavo Gallón Giraldo y otros.

Hechos: El dieciocho (18) de diciembre de 2012, en ejercicio de la acción pública de


inconstitucionalidad, los ciudadanos Gustavo Gallón Giraldo, Fátima E. Calderón, Mary Díaz
Márquez y Juan C. Rivera, miembros de la Comisión Colombiana de Juristas, demandaron
las expresiones “máximos”, “cometidos de manera sistemática” y “todos los” contenidas en
el artículo 1º del Acto Legislativo 01 de 2012, por considerar que sustituyen un pilar
fundamental de la Constitución Política que es el deber del Estado Colombiano de garantizar
los derechos humanos y por consiguiente, su deber de investigar y juzgar adecuadamente
todas sus graves violaciones y las infracciones al Derecho Internacional Humanitario
cometidas en su jurisdicción.

Problema jurídico: ¿Sustituye la Constitución, la posibilidad de que se utilicen los


criterios de selección y priorización para la investigación, el juzgamiento y la sanción de los
más graves crímenes contra los DH y el DIH cometidos por los máximos responsables y, se
renuncie a la persecución de los demás?

Ratio Decidenci: La Corte, ha señalado que reforma hace referencia a la modificación


expresa de los textos constitucionales. De otro lado, la sustitución consiste en (i) el
reemplazo de la Constitución -o de alguno de sus ejes definitorios- por un modelo
constitucional diferente, (ii) en ejercicio del poder de reforma. En este sentido, en la
Sentencia C-1200 de 2003, la Corte indicó que la sustitución implica un cambio de tal
magnitud y trascendencia material, que conduce a transformar la “forma de organización
política” en una diferente.

De acuerdo con la jurisprudencia constitucional, la sustitución puede ser total o parcial;


la sustitución parcial se presenta cuando hay una transformación trascendental de alguno o

23
algunos de los componentes o ejes definitorios de la Constitución, lo cual la convierte en
algo diferente; mientras la sustitución total se refiere a todo el diseño constitucional –a la
Carta como un todo-. En este orden de ideas, como se señaló en la Sentencia C-588 de 2009,
la supresión puede ser una forma de sustitución total.

La sustitución también puede ser temporal o definitiva. La primera ocurre cuando se


deroga temporalmente uno de los ejes definitorios, lo cual transforma la identidad de la
Carta Política y la hace irreconocible por un lapso de tiempo.

Luego, la Corte Constitucional ha definido la justicia transicional como “una institución


jurídica a través de la cual se pretende integrar diversos esfuerzos, que aplican las sociedades
para enfrentar las consecuencias de violaciones masivas y abusos generalizados o
sistemáticos en materia de derechos humanos, sufridos en un conflicto, hacia una etapa
constructiva de paz, respeto, reconciliación y consolidación de la democracia, situaciones de
excepción frente a lo que resultaría de la aplicación de las instituciones penales corrientes”.

La justicia transicional “no es una forma especial de justicia, sino una justicia adaptada a
sociedades que se transforman a sí mismas después de un período de violación generalizada
de los derechos humanos. En algunos casos esas transformaciones suceden de un momento a
otro; en otros, pueden tener lugar después de muchas décadas”. En todo caso, la justicia
transicional es un sistema o tipo de justicia de características específicas, que debe aplicarse
de manera excepcional.

En este punto, como ya se dijo, el bloque de constitucionalidad señala que al cese de las
hostilidades el pilar fundamental se circunscribe a los delitos de lesa humanidad, al genocidio
y a los crímenes de guerra cometidos de manera sistemática, por lo cual, la limitación de este
pilar no se presenta porque no se investiguen, juzguen y sancionen todas esas graves
violaciones a los derechos humanos, sino concretamente porque no se sancionen a los menos
responsables de los delitos de lesa humanidad, de los crímenes de guerra y del genocidio, lo
cual como ya se dijo no implicará que el delito no se investigue o juzgue sino que se imputará
y sancionará en cabeza de sus máximos responsables.

Hecha esta precisión, debe señalarse que la propia Constitución Política en su artículo 250
autoriza una modalidad de renuncia a la persecución penal, permitiendo suspender,

24
interrumpir o renunciar a la persecución penal en los casos que establezca la ley para la
aplicación del principio de oportunidad regulado dentro del marco de la política criminal del
Estado, por lo cual la simple renuncia no vulnera la Constitución, tal como lo ha señalado
esta Corporación en numerosas sentencias que han avalado la aplicación del principio de
oportunidad (C-738 de 2008, M.P. Marco Gerardo Monroy Cabra; C-1154 de 2005, M.P.
Manuel José Cepeda Espinosa; etc.).

Resuelve: Declarar la exequibilidad del inciso cuarto del artículo 1º del Acto legislativo
01 de 2012, en los términos señalados en esta sentencia.

Observación: Si bien, lo que generalmente se espera a la hora de cometerse delitos es la


sanción penal, a través de los procesos de paz se pretende es encontrar un punto medio entre
la sanción y la impunidad, donde no queden absolutamente impunes los delitos, pero sea
posible para los grupos a desmovilizar encontrar unas alternativas de sanción; de allí que se
justifique la aplicación de la justicia transicional en aras a la restauración de la justicia y el
mantenimiento de la paz.

2.2 EL SALVADOR

SENTENCIA 5/99
MAGISTRADO PONENTE: Dr. Rene Eduardo Hernández Valiente.
Corte Suprema de Justicia – Sala de lo Constitucional.
ACCIONANTE: Jorge Alberto Flores y otros.

Hechos: El presente proceso constitucional ha sido promovido por los ciudadanos Jorge
Alberto Flores, Mirna A. Perla Jiménez, José Arturo Aguilera, Teodoro Miranda y Saúl
Cañénguez, a fin de que este tribunal declare la inconstitucionalidad de los Arts. 2, 9, 64 a 76,
78 y 90 del Decreto Legislativo N° 536, por medio del cual la Asamblea Legislativa emitió la
Ley del Consejo Nacional de la Judicatura; su pretensión se fundamenta en que altera los
principios y derechos que estatuyen los artículos de la Constitución, en perjuicio de las
atribuciones de la Corte Suprema de Justicia. Por lo anterior, los demandantes afirman que la
vigente Constitución, en su Art. 187, creó el Consejo Nacional de la Judicatura como una
institución independiente pero dentro de la esfera del Órgano Judicial, al cual encargó

25
colaborar con la administración de justicia. Además, formularon la tesis en la que sustentan
los Acuerdos de Paz como fuente del Derecho Constitucional Salvadoreño en los que se
convino redefinir la estructura del Consejo Nacional de la Judicatura, para que esté integrado
de manera que se asegure su independencia de los Órganos del Estado y de los partidos
políticos, así como la integración al mismo; por lo cual la Asamblea Legislativa, decidió
sustituir el Art. 187 de la Carta Política, acogiendo los mandatos de los Acuerdos de Paz.

Problema Jurídico: Teniendo presente que la razón de ser de la Corte Suprema de


Justicia, estriba en la defensa de la Constitución Nacional, ¿debe éste ente, basar sus
decisiones de control constitucional, en parámetros normativos que no sean constitucionales,
como los Acuerdos de Paz y reconocerles imperatividad, aun sabiendo que los mismos solo
tienen un valor secundario y complementario al análisis lógico-jurídico de la Ley Suprema?

Ratio Decidenci: El enfoque señalado para la sistematización de las fuentes del derecho
en general, es válido también para el examen de las fuentes del Derecho Constitucional en
particular. Así, según el esquema tripartito propuesto por Bertrand, Tinetti, Kury y Orellana
en su Manual de Derecho Constitucional, las fuentes se pueden clasificar en ideológicas o
fundamentales -"los principios, las teorías, las doctrinas que inspiran al sistema jurídico
constitucional patrio y que ilustran o iluminan las decisiones a través de las cuales se aplica la
Constitución"-; materiales o reales -"los fenómenos o elementos fácticos que provocan que
un determinado ordenamiento jurídico aparezca en el mundo cultural, que se modifique o
incluso desaparezca"-; y formales, las cuales, a su vez, pueden ser directas -"las que producen
inmediatamente la aparición de la norma jurídica en el mismo ordenamiento constitucional"-
e indirectas -las que "surgen en otros ordenamientos con la finalidad de producir relevancia
en el ordenamiento constitucional"-.

En el orden de ideas expuesto, es claro que, desde la perspectiva jurídico-positiva, la


fuente principal del Derecho Constitucional salvadoreño es el poder constituyente, el cual, a
través de un proceso político constituyente y como resultado del mismo, ha producido la
Constitución de la República de El Salvador, única determinante del significado y contenido
de la materia constitucional en nuestro ordenamiento jurídico y, por tanto, único corpus iuris
sobre el cual pueden basarse las decisiones de este tribunal.

Resuelve: Declarar la exequibilidad de todas las normas citadas, por cuanto no existe la

26
inconstitucionalidad de forma alegada, a excepción de los artículos 75, 78 y 90 del Decreto
Legislativo 536/99, declarados inconstitucionales en su contenido, de un modo general y
obligatorio.

Observación: A pesar de manifestarse mediante la sentencia, la relación de la norma


impugnada con los Acuerdos de paz, es poca la relevancia que le da la Corte a los mismos al
momento de generar su pronunciamiento; incluso se genera la percepción de que se tomaran
como normas de mínima jerarquía y, que por ende no tienen mayor influencia a la hora de ser
vista la normatividad del país.

2.3 GUATEMALA

SENTENCIA 1011/97
MAGISTRADO PONENTE: Dr. Luis Felipe Sáenz Juárez
Corte de Constitucionalidad en calidad de Tribunal Extraordinario de Amparo.
ACCIONANTE: Edgar Augusto Godoy Gaitán y otros.

Hechos: Los accionantes interponen amparo en única instancia en el proceso penal


seguido en su contra por el asesinato de Myrna Mack Chang, argumentando violaciones al
derecho de defensa, debido proceso, libertad e igualdad, presunción de inocencia e
irretroactividad de la ley; lo anterior en base a las consideraciones hechas por las instancias
precedidas que omitieron respetar que eran acusados de un proceso penal y, como tal podían
gozar de garantías constitucionales; una de las instancias invoca la aplicación del artículo 5o.
de la Ley de Reconciliación Nacional, para que los hechos catalogados como delitos
cometidos por las autoridades del Estado, puedan ser considerados de naturaleza política y
como consecuencia, den lugar a la extinción de la responsabilidad penal, petición que fue
denegada por el ente jerárquico superior a causa de no aceptar que el fallecimiento de Myrna
ocurrió dentro del enfrentamiento armado interno y que de las actuaciones no se desprende
que la fallecida hubiera realizado hechos delictivos contra la seguridad del Estado.

Problema Jurídico: ¿Hasta qué punto es aplicable la Ley de Reconciliación Nacional,


que extingue la responsabilidad penal bajo unos parámetros que determinan como requisito el
hecho de haber cometido los delitos en el marco del conflicto armado interno, al momento de

27
ser tutelados la presunción de inocencia y la carga de la prueba, argumentando una violación
de los mismos a causa de la predisposición por parte del ente regulador de justicia?

Ratio Decidenci: Examinada tal resolución y lo alegado por las partes es de advertir, por
una parte, que el artículo 14 constitucional reconoce, en su primer párrafo, el derecho
fundamental de toda persona a la que se impute la comisión de hechos, actos u omisiones
ilícitos o indebidos a que se presuma su inocencia durante la dilación del proceso o
expediente en el que se conozca la denuncia, y hasta en tanto no se le haya declarado
responsable judicialmente en sentencia debidamente ejecutoriada. Se trata, entonces, de una
presunción iuris tantum (presunción que permite prueba en contrario) dirigida a garantizar al
sindicado, que no podrá sufrir pena o sanción que no tenga fundamento en prueba pertinente,
valorada por un tribunal con eficacia suficiente para destruir la presunción y basar un fallo
razonable de responsabilidad, porque, en caso contrario, el principio constitucional enunciado
prevalecerá en su favor.

Confrontada la resolución que se cuestiona con lo antedicho se concluye que la autoridad


reclamada no se pronunció sobre ninguno de los dos aspectos examinados, sino se limitó a
conocer en grado, como órgano competente en la esfera de la tutela judicial, acerca de si a los
postulantes, les es o no aplicable el artículo 5 de la Ley de Reconciliación Nacional, es decir,
calificar si los hechos se cometieron o no dentro del conflicto armado interno, causa y origen
de la ley aquí citada; para lo cual, tal autoridad estuvo legalmente facultada para dicha
calificación. De consiguiente, si la resolución se limitó a hacer una declaración en el sentido
indicado, sin abordar ni lo referido a la presunción de inocencia ni a materia referida a la
carga de la prueba, porque estos quedan diferidos a futuro a tribunales distintos, no se han
producido las violaciones denunciadas en la acción de amparo que se resuelve, razón por la
cual éste debe de denegarse.

Resuelve: Denegar el amparo solicitado, imponer a los abogados patrocinantes la multa de


un mil quetzales a cada uno y condenar en costas a los amparistas.

Observaciones: Es importante, que sea establecido con antelación a la firma de los


acuerdos de paz, unos parámetros que determinen de manera clara, el tipo de delitos y
personas que serán acogidos por lo establecido en las normas a reformar y/o crear; lo anterior
con el objeto de prevenir situaciones en que personas externas a lo acontecido durante los

28
conflictos, excusen sus malos actos en normas menos rígidas que no les son aplicables,
queriendo únicamente evadir la justicia.

SENTENCIA 4371/11
MAGISTRADO PONENTE: Dra. Gloria Patricia Porras Escobar.
Corte de Constitucionalidad
ACCIONANTE: Julio Roberto Alpírez.

Hechos: El accionante manifiesta que el artículo 8 de la Ley de Reconciliación Nacional


viola los artículos 4, 15, 17 y 171 inciso f) de la Constitución Política, con base en que los
delitos descritos en la norma impugnada no estaban tipificados como delitos en el Código
Penal, durante parte de los 36 años de conflicto, como consecuencia no se pueden aplicar con
retroactividad ni pueden existir sin ley anterior. Además argumenta que la disposición
impugnada entraña una desigualdad significativa, según el contexto de los delitos indicados
en el artículo 8, se relaciona con enfrentamientos armados en pro de mantener la paz, es decir,
deben ser declarados por el Congreso de la República dentro de un estado de excepción en el
que se suspenden las garantías constitucionales, todo por medio de la Ley de Orden Público;
por ende, también deben ser comunicados al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas,
para implementar los tratados del Derecho Internacional Humanitario, al tener presente ese
contexto, resulta una notoria desigualdad entre las partes beneficiadas por la Ley en mención,
puesto que, por un lado los miembros del Ejército constituyen fuerzas de seguridad del
Estado establecidas para mantener la paz, mientras que la otra parte, la guerrilla tiene una
base anónima, que va en contra del artículo 245 Constitucional, que prohíbe los grupos
armados. Por tal motivo, los delitos que se contemplan en la norma cuestionada, les son
inaplicables a estos últimos.

Problema Jurídico: ¿Qué implicaciones tiene la exigencia de carácter constitucional, que


hace el accionante mediante la impugnación de unos fragmentos normativos, para lograr
abatir normas que están protegidas por su presunción de legalidad y, que solo dejan de tener
valor obligatorio cuando se haya demostrado su desavenencia frontal con normas de superior
jerarquía?

Ratio Decidendi: Al abrirse un proceso por el cual se discuta la compatibilidad


constitucional, correspondería al impugnante de una ley o disposición de carácter general,

29
aportar el material argumental suficiente para demoler la presunción de legitimidad que
acompaña al cuerpo normativo. Por esta circunstancia, dada la trascendencia del
pronunciamiento jurisdiccional sobre la ruptura de esa legitimidad, el juez que resuelve tiene
que estar revestido de la necesaria imparcialidad (es decir, que no debe convertirse en parte) y
de la adecuada objetividad (debe balancear argumentos sólidos y serios que se aporten para la
discusión del cuestionamiento). Esto explica la exigencia legal de que el planteamiento de la
inconstitucionalidad esté revestida de suficiente consistencia técnico-jurídica que sirva de
base para el análisis del caso, tanto por la indicada trascendencia de la decisión, que en los
juicios de inconstitucionalidad conlleva efectos derogatorios o de inaplicabilidad, como por
respeto al principio democrático que se supone avala los actos de la autoridad competente
para emitir normas. La necesidad de un planteamiento riguroso quedó plasmado en el artículo
135 de la Ley de Amparo, Exhibición Personal y de Constitucionalidad que requiere la
expresión “razonada y clara” de los motivos jurídicos en que descansa la impugnación.

Resuelve: Sin lugar la acción de inconstitucionalidad general parcial promovida por Julio
Roberto Alpírez.

Observaciones: A través de ésta sentencia se pueden traer a colación un par de asuntos


poco admisibles, en primer lugar se encuentra una gran falencia por parte del accionante para
argumentar adecuadamente los motivos por los cuales la norma es inconstitucional y, en
consecuencia al mentado, la facilidad de que la Corte determine guiar su atención a la
deficiente justificación aportada por la parte actora, dándole paso a la evasiva de resolver el
asunto impugnado.

30
➢ CAPÍTULO 3: DOCTRINA

3.1 COLOMBIA

Nombre: Claudia López Díaz


Profesión: Abogada, especializada en la Universidad Externado de Colombia, Doctora en
Derecho de las Universidades Externado de Colombia, Pontificia Universidad Javeriana,
Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario.

Pronunciamiento: En relación al proceso de paz adelantado por Colombia, hace un


enfoque en cuanto a la incorporación de criterios de justicia transicional, por tanto plantea a
través de una publicación en la Revista Facultad de Derecho y Ciencias Políticas, de la
Universidad Pontificia Bolivariana, Vol. 42, No. 117, lo siguiente: "Una selección y
priorización de delitos y de autores en la investigación penal es indispensable, aunque no se
debe desconocer que esta estrategia podría generar una brecha de impunidad, impunidad
parcial que es aceptada internacionalmente, pues en países como Colombia, que han
padecido una violencia generalizada por muchos años, le es imposible humana y
técnicamente investigar todos los autores y todas las conductas. Esta situación puede
solucionarse al permitir que el conjunto de delincuentes y delitos no abarcados por esta
normativa (o por un proceso judicial diferente, tratándose de una posible justicia transicional
en Colombia) pueden recibir otras respuestas del Estado, como por ejemplo: amnistías e
indultos condicionados, principio de oportunidad, cesación de procedimiento, resolución
inhibitoria, y de manera especial, la constitución de Comisiones de la Verdad, todos con un
componente de verdad y con reparación integral”.

3.2 EL SALVADOR

Nombre: Nayelly Loya Marín


Profesión: Magíster en Ciencia Política por la Universidad Centroamericana “José Simeón
Cañas”. Actualmente se desempeña como investigadora en la Facultad Latinoamericana de
Ciencias Sociales (FLACSO) de El Salvador.

Pronunciamiento: Respecto de los 15 años desde la firma de los acuerdos de paz, en el


país Salvadoreño, manifiesta a través de un artículo publicado en la Revista de Ciencia

31
Política, Vol. 28 No. 1, que "En general, el proceso democrático abierto en 1992 ha permitido
establecer una relativa estabilidad social y política, así como mantener y fortalecer el núcleo
de la reforma de institucionalidad diseñada en los Acuerdos de Paz. Sin embargo, pese al
avance en materia electoral y del respeto a las libertades y derechos humanos, la democracia
en construcción parece estar adoleciendo cada vez de espacios y mecanismos de diálogo y
concertación entre las fuerzas políticas y, más importantes aún, de voluntad concertadora. En
este sentido, el 2007 fue un año en que las altas posibilidades de buscar nuevos acuerdos
políticos –que se vislumbraron a principios del año– fueron truncadas por las confrontadas
visiones de país de la clase política y por su comportamiento polarizado”.

3.3 GUATEMALA

Nombre: Luis Pásara


Profesión: Abogado con doctorado de la Pontifica Universidad Católica del Perú, sociólogo
del Derecho, actualmente miembro del Instituto de Iberoamérica de la Universidad de
Salamanca.

Pronunciamiento: Con base en el tiempo transcurrido a partir de la firma de los acuerdos


de paz en Guatemala, aborda la utilidad de los acuerdos alcanzados y las transformaciones
que estos generaron en la sociedad y el Estado, por medio de su libro Ilusión y cambio en
Guatemala (2003), así: "En ese marco social –al que hoy debe restársele una confrontación de
superpotencias ya extinguida y añadírsele la apertura democrática– es algo más sencillo
entender lo ocurrido con el contenido de los acuerdos de paz, firmados entre el gobierno del
presidente Álvaro Arzú (1996-2000) y la dirigencia guerrillera. Tales contenidos fueron
pensados como un complejo esfuerzo para contar con un proyecto global destinado a resolver
los difíciles y arraigados problemas que habían conducido a la guerra. Pero tratándose de un
país como Guatemala, esa perspectiva difícilmente podía sostenerse en grandes voluntades
políticas y sociales. La ambiciosa propuesta expresada en los acuerdos cayó en el vacío
propio de una sociedad con su agenda pública crónicamente débil y estrecha, con un
liderazgo de mirada corta y una ciudadanía nominal, renuente a ejercer como tal. Es un marco
donde la paz no logró convertirse en una gran causa nacional, la sociedad guatemalteca no
hizo suyos los acuerdos y la población –si bien se expresaba ocasionalmente a favor–, no
conoció el contenido de la paz ni se sintió comprometida con los compromisos que intentaron
darle un horizonte programático”.

32
➢ CAPÍTULO 4: SEMEJANZAS Y DIFERENCIAS

SEMEJANZAS DIFERENCIAS
 Es característico de los tres países, que  Tanto en Colombia como en El
son Estados Sociales de Derecho, con Salvador, el elemento de mayor
un sistema de gobierno participativo y jerarquía en el ordenamiento interno es
pluralista, permitiendo que del pueblo la Constitución; sin embargo, de ello
emane el poder. difiere Guatemala, para quien prima la
 Presentan un ordenamiento jurídico, ley.
organizado de forma jerárquica y  En Colombia a través de la Carta
subordinada. Magna, se prohíbe la participación
 A través de sus cartas políticas reflejan política de quienes han sido
el respaldo a los derechos condenados por delitos de guerra o lesa
fundamentales, promovidos por los humanidad; entretanto los países
organismos internacionales. centroamericanos prohíben la
NORMATIVIDAD

 Han ratificado a lo largo de su existencia de los mismos y, quienes


desarrollo político, unos Tratados y sean condenados por delitos pierden
Convenios Internacionales en materia los derechos civiles. Adicionalmente,
de Derechos Humanos. Guatemala califica de punible la mera
 En pro de llevar a cabalidad los existencia de un grupo armado.
acuerdos de paz y de modificar su  A diferencia de los otros países,

normatividad, han propuesto unas Colombia además de los temas ya


reformas constitucionales que mencionados, ha propuesto un punto,
permitan facilitar el alcance de la paz relacionado con las drogas ilícitas.
y la reinserción de los grupos Mientras que El Salvador, ha anexado
insurgentes. unos puntos acerca de la Fuerza

 Por medio de sus acuerdos de paz han Armada y la creación de la Policía

elevado propuestas en relación a temas Nacional Civil.

como: participación política,


cuestiones agrarias y de tierras,
victimas y protección a las mismas,
cese al fuego.

33
 Respecto al método empleado para la
refrendación de los acuerdos,
Guatemala ha empleado la consulta
popular; ejemplo que ha estado bajo
consideración del Gobierno
colombiano, que pretende optar por el
mismo método. Por el contrario, El
Salvador recurrió a la Asamblea.
 Se ha percibido a través de las  Se diferencian los pronunciamientos, a
sentencias de cada país, la intención raíz de que en Colombia y Guatemala
de emplear las normas de transición se sustenta la decisión en la fuente
emanadas por los gobiernos, como principal de derecho, es decir en la
JURISPRUDENCIA

instrumentos para justificar delitos Constitución. Caso contrario el


cometidos fuera de la esfera de los ocurrido en El Salvador, que basa su
conflictos armados, con el fin de que decisión en el poder constituyente. De
se extingan determinadas acuerdo a lo antepuesto, en los dos
responsabilidades penales; empero ha primeros países se declara la
sido uniforme el pronunciamiento por exequibilidad total de las normas
parte de las Cortes, precisando unos demandadas y, en El Salvador se
requisitos y un escenario para que esas declara exequibilidad parcial.
salvedades normativas sean aplicables.
 Los doctrinantes, estudiosos del tema
de los procesos de paz, manifiestan
que en aras a los mismos y la
DOCTRINA

búsqueda de la estabilidad de los


Estados, tanto social como política,
hacen necesaria la idea de realizar una
reforma política, que no deje a los
gobiernos en una absoluta impunidad,
pero si garanticen a las victimas una
reparación de daños.

34
MARCO METODOLÓGICO

TIPO DE INVESTIGACIÓN
Derecho comparado, es el método, técnica o disciplina de investigación que permite
analizar y comparar sistemas jurídicos extranjeros con el sistema jurídico en el que está
suscrito el investigador; este modelo de investigación admite identificar analogías y
diferencias en las instituciones jurídicas extranjeras, a través de un proceso metodológico que
lleve a buscar innovaciones a la solución de problemas nacionales.

NIVELES DE COMPARACIÓN
✓ Internacional: el análisis comparativo se hace entre Colombia y dos países.
✓ Horizontal: Se revisan las normas de la misma jerarquía, constitucionales, legales y
jurisprudenciales.
✓ Micro comparación: Selección de un tema específico dentro del sistema jurídico.

FORMANTES O FUENTES
4 Normatividad
5 Jurisprudencia
6 Doctrina

FASES DE LA INVESTIGACIÓN
7 Identificativa y descriptiva: Identificación de los fundamentos constitucionales y legales
vigentes más relevantes del tema en cada uno de los países a estudiar, los recientes
pronunciamientos jurisprudenciales por parte de las altas cortes u órganos de cierre de los
respectivos países frente a un escenario jurídico concreto((3 pronunciamientos en
Colombia y 2 en cada uno de los dos países objeto de estudio), indaga doctrinas sobre un
aspecto de interés y actualidad del tema tomando como referencia un autor por país.

8 Comparativa: Se evidencia la aplicación del cuadro de “Semejanzas y diferencias”,


donde se condensen los aspectos más relevantes en cada uno de los países, discriminados
según las fuentes: normatividad, jurisprudencia y doctrina.

9 Analítica: Análisis de los aspectos jurídicos exitosos en cada uno de los países, según la
reflexión jurídica hecha por el investigador.

35
CONCLUSIONES


 Debido al conflicto interno que se vive en el país, se presentan diversas situaciones de
vulneración a los derechos fundamentales de la población colombiana que sin estar
involucrada en el conflicto armado, resulta afectada por el, en este caso se hace particular
enfoque a cómo serán resueltos a través del proceso de paz. Desafortunadamente, existe
desconocimiento por parte de la población en cuanto a los diálogos que se adelantan,
desconocimiento que puede ser a causa de ignorancia del pueblo, o falta de información
brindada por el mismo Estado.

 Una vez hecho el análisis de los resultados arrojados por ésta investigación, se puede notar
que la regulación normativa de los procesos de paz de El Salvador, Guatemala y el que
emprende Colombia, ha sido objeto de gran debate a razón de involucrar grandes cambios
para las naciones, en el ámbito jurídico, social, ecológico, agrario y en otros aspectos.

 En el contenido de la normatividad de los tres países, se refleja un articulado que limita las
participación y reinserción de los grupos a desmovilizar, haciendo primordial su reforma
para realizar adecuadamente un proceso de adaptación a nuevas normas que se presten tanto
para el acercamiento a la paz, como para garantizar los derechos y la reparación de las
víctimas, no permitiendo que la amnistía se convierta en un elemento ambiguo.

 Tener una reparación integral con óptimas garantías es un tema que se ha convertido en un
problema para todas las víctimas del conflicto interno, ahora bien, en el caso de las personas
que usan las normas emergentes de los acuerdos de paz, sin que los delitos cometidos tengan
relación con el conflicto, son diversos los requerimientos que establece la ley para desmontar
la mala aplicación de las mismas.

 De acuerdo a lo encontrado durante la investigación, es evidente que el camino de los


procesos de paz, requiere sacrificios por parte del Estado y de la guerrilla, al igual que de la
población civil, quien ha de estar vinculada a la hora de refrendar el proceso y de someterse a
la reconciliación ciudadana; simboliza entonces una ardua labor en materia educativa,
económica, electoral y demás.

36
BIBLOGRAFÍA

CICR (2008). ¿Cuál es la definición de "conflicto armado" según el derecho internacional


humanitario? [En línea]. Consultado: [5, septiembre, 2014] Disponible en:
http://www.icrc.org/spa/assets/files/red-cross-crescent-movement/31st-
internationalconference/31-int-conference-ihl-challenges-report-11-5-1-2-es.pdf

CINEP/PPP. (s.f). Conflicto armado y paramilitarismo en Colombia. [En línea]. Consultado:


[5, septiembre, 2014] Disponible en:
http://www.derechos.org/nizkor/colombia/ya/confarm1.htm

López, C. (2002). Selección y priorización de delitos como estrategia de investigación en la


justicia transicional. Revista Facultad de Derecho y Ciencias Políticas, Vol. 42 (No. 117),
pp.515-579.

Loya, N. (2008). El Salvador: Quince años de la firma de los Acuerdos de Paz. Revista de
Ciencia Política, Vol. 28 (No. 1), pp.367-383.

Marco Jurídico para la Paz, A. L. No. 01 de 2012

Pásara, Luis. (2003). Ilusión y Cambio en Guatemala: El proceso de paz, sus actores, logros
y límites. Guatemala: Universidad Rafael Landívar, Instituto de Investigaciones Jurídicas.

Revelo, R. (2005). Aspectos de la jurisprudencia y doctrina legal en El Salvador. [En línea].


Consultado: [5, septiembre, 2014] Disponible en:
http://www.csj.gob.sv/BVirtual.nsf/1004b9f7434d5ff106256b3e006d8a6f/3a2fc03e3881941e
062572600075a40b?OpenDocument

37

Das könnte Ihnen auch gefallen