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I.

CASO:
El asesinato del “monstruo de la bicicleta” es el nombre que recibe una serie de
acciones que tuvieron lugar el 1 de febrero del presente año en contra de la menor
María Jimena de 11 años, previamente abusada sexualmente, posteriormente
estrangulada con una soguilla y por último prender y dejar el cuerpo de la niña en
llamas en el distrito de san juan de Lurigancho.
En la comisaria de Canto Rey, abrieron un taller de manualidades por vacaciones
útiles, en la que la menor se había inscrito para aprovechar sus vacaciones. El 1 de
febrero de 2018 salió como todas las mañanas junto a su padre en su auto para
dejarla en la puerta de dicha comisaría. Según relata el padre, no se fijó si ingreso o
no al taller, el personal de la comisaría confirmo que ella nunca asistió al taller,
confirmación que se contradice a las cámaras de seguridad de una de las casas donde
se ve salir de dicho taller a la hora del terminada la clase.
Cesar Alva Mendoza, que figura con antecedentes de violación y agresión estaba
paseando por el lugar desde una bicicleta hasta que la encuentra y decide planear
algo para poder cumplir su objetivo. Con su bicicleta provoca un accidente, haciéndola
caer lastimada y ofrecer su ayuda para llevarla a su casa, por el “accidente” que había
causado. Esto se confirmaría ya que se encontraron registros de cámaras de
seguridad cercanas donde se ve a la víctima junto al sujeto en la bicicleta.
Pasado unos minutos, la llevó a un descampado conocido como “La huairona” donde
la violó y la estrangulo, provocando su muerte. Horas más tardes, se la lleva hasta su
domicilio y la esconde hasta la madrugada del día siguiente, para entonces, sus
familiares estaban desesperados tratando de hallar la viva. Pasada la medianoche del
día viernes 2 de febrero, abandona el cadáver y le prende fuego a tan solo cinco
metros del domicilio del asesino.
Después de ser hallada la niña, parcialmente calcinada, por un conductor de
motocicleta, pensando que era un maniquí y hallar tal macabra escena, nunca se
llegaron a imaginar que a tan solo cinco metros donde la ubicaron, vivía el asesino,
que previamente había fugado hasta Ica para no ser hallado, pero terminó siendo
ubicado por un poblador mientras deambulaba.

II. PROBLEMA:
La paidofilia o pedofilia es una parafilia que consiste en la excitación o el placer sexual
que se obtiene, principalmente a través de actividades o fantasías sexuales con niños
de, generalmente, entre 8 y 12 años. Un elemento importante desde el punto de vista
del psicodinámico general es la casi inexistencia de relaciones entre pares: el pedófilo
se interesa por los menores, por ser más débiles y retraídos. El pedófilo no se
encariña con el niño, sino con la posibilidad de ejercer poder sobre él: cuando el niño
crece el “amor” desaparece. Por lo tanto, el problema no reside en la frecuencia o la
cantidad de tiempo dedicado a los niños ni tampoco al hecho de estar genuinamente
interesado en ellos.

III. DESCRIPCION:
El 76% de las víctimas de violación sexual en el Perú son menores de edad. Cifras del
Ministerio Público revelan que el 40% de los agresores eran tíos, padres, padrastros,
abuelos u otros familiares cercanos a las víctimas.
IV. ANÁLISIS:
Los pedófilos frecuentemente han sufrido traumas o abusos sexuales infantiles. Entre 
el 50 y el 80 porciento de los niños abusados se convierten, cuando sean adultos, en
abusadores sexuales. Cuando el niño ha sido abusado, se identifica de adulto con el
abusador y construye una escena similar donde él es ahora quien se venga, controla y
humilla. También se describe como posibles causa de pedofilia el abandono, la
carencia y el aislamiento del niño, el cual, en estas circunstancias, se refugia en un
mundo sexual fantástico que le brinda excitación, estimulación y apoyo, y al que queda
fijado para siempre.

V. POSIBLES SOLUCIONES:
 La pedofilia, gusto por los menores, es algo que no puede curarse. A lo más
que pueden aspirar los tratamientos basados en la terapia cognitivo-conductual
es a mejorar el autocontrol de los pedófilos para evitar las agresiones y a tratar
de reconducir su visión del sexo con menores; es decir, a modificar sus
actitudes y sus conductas sociales. Con este fin, los psicólogos emplean
técnicas utilizadas para la prevención de las recaídas en las adicciones.
 Otra medida es la llamada castración química destinado a reducir la libido en
los agresores sexuales, incluidos los pederastas. En contra de lo que su
nombre sugiere, generalmente los efectos sexuales son reversibles. Las
sustancias empleadas son anti andrógenos, reductores de la testosterona.
 Por último, encontramos también a la denominada castración química que
consiste en la extirpación de los testículos como método para reducir los
impulsos sexuales se ha aplicado históricamente a los violadores, incluidos los
pederastas. Una revisión de 2005 concluía que “existe una muy baja
reincidencia” de asaltos sexuales en los agresores castrados quirúrgicamente.
Sin embargo, esta práctica provoca la repulsa de las organizaciones de
derechos humanos.

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