La educación es un derecho universal de orden público e interés nacional.

La educación es un proceso de moldeamiento en valores críticos y democráticos de cada

individuo. Es aquella que da las herramientas para el desarrollo personal y nacional por
medio de la obtención de conocimientos y practicas educativas que permiten que cada
ser se convierta en un ente competente para desenvolverse como parte de una sociedad.
El mismo fue promulgado un derecho universal en 1948 con La Declaración de los
Derechos Humanos, donde además se visualiza a cada individuo como un ser libre,
digno y en iguales condiciones de derechos. Además, no hay lugar para la distinción y
discriminación por raza, nacionalidad, color de piel, etnia y religión.
La educación se convierte en un derecho universal puesto que en todo el mundo se han
establecido las políticas, leyes y normas para que en cada país y ciudad se garantice la
misma, sin exclusión.
El Estado Dominicano debe garantizar que cada ciudadano del país reciba una
educación de calidad, estableciendo las políticas necesarias para regular este proceso de
formación, facilitando los medios, recursos y servicios para el desarrollo exitoso de cada
proceso educativo. Por esta razón, la educación es de total interés nacional, puesto que
los individuos que se están formando en las aulas, en un futuro estarán brindando
servicios a la comunidad, a la sociedad y por ende al estado.
Para propiciar que los procesos educativos se desarrollen desde una perspectiva
holística se ha diseñado la Ley General de Educación (66-97) en la que se establecen los
principios y fines que tiene la educación dominicana, incentivando además una
educación en valores democráticos, practicando la inclusión como eje fundamental de
todo el proceso. Se busca la formación de individuos críticos, autónomos, competentes,
tolerantes, solidarios, amantes de la sociedad, que utilicen los recursos del medio y la
cultura para adquirir habilidades, responsables y comprometidos a transformar desde la
educación a la nación dominicana.
Sin embargo, el compromiso no es solo de los centros educativos, sino también de los
padres y familiares ya que ellos son los responsables de dar la primera educación en
valores a sus hijos, elegir el tipo de educación que recibirán y monitorear que los
procesos educativos impartidos permitan un desarrollo propicio y personal de sus hijos.
Bien es sabido que el sistema educativo no puede actuar a espaldas de la comunidad y
cultura del país, pues como se mencionaba estos se convierten en uno de los factores
principales para que se obtenga una educación de calidad. Esta calidad es la que se
manifiesta en la sociedad y en el progreso que muestra la misma ante el mundo. Una
persona con buena educación esta apta para brindar servicios públicos, esta apta para
servir de inspiración a futuras generaciones y, por consiguiente, contribuir al avance
político, social, económico y científico que necesita una sociedad.
En conclusión, la educación es el arma para enfrentar los desafíos que afectan y marcan
a nuestra sociedad, es el instrumento para entender el mundo circundante. Sin
educación, nuestra sociedad no podría exhibir el disfrute pleno de las oportunidades que
brinda la nación, la naturaleza y la sociedad a cada individuo.