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ENSAYOS MECÁNICOS
Los materiales se requieren para transmitir la energía mecánica entre ciertas partes de una
máquina. Las variables que determinan la energía mecánica son las fuerzas y los
desplazamientos. Un ejemplo clásico es el conjunto gancho, cable y reductor que accionados
desde un motor elevan una carga en una grúa, desplazamiento, efectuando un esfuerzo.
El diseño óptimo de una pieza, o máquina como conjunto de piezas, requiere el compromiso de
la buena conformación, de acuerdo con las funciones específicas, y el buen dimensionamiento,
de acuerdo con la adecuada selección del material. La selección y el dimensionamiento
requiere el conocimiento de los índices que califican y cuantifican las cualidades de cada uno
de los materiales alternativos que son aptos para realizar una pieza.
La determinación de los índices que miden las cualidades, o características de respuesta de los
materiales ante un determinado requisito, se realiza por medio de ensayos estandarizados.
Estos deben suministrar los parámetros de respuesta de los materiales que permitan
seleccionarlos; bien a través de valores absolutos, que permiten el dimensionamiento, o bien
por valores relativos, que definen niveles de aceptación.
Los ensayos son tan diversos como diversas son las características o cualidades que les
exigimos a las piezas o a su material. Pongamos por ejemplo un gancho de izado de una grúa.
Le exigiremos unos niveles determinados en la resistencia a tracción, en la resistencia al
impacto, en el número de izadas de servicio que ha de resistir, en la inoxidabilidad en
atmósferas industriales, etc. Evidentemente cada exigencia requiere un ensayo específico que
cuantifique esas características.
Figura 2.1. Esquema de las Unidades correspondientes a las propiedades mecánicas de los materiales.
Un análisis de los principales ensayos que se requieren para calificar las características
resistentes de los materiales se analizan en esta unidad temática, distinguiéndose aquellos
parámetros que pueden incorporarse como índices en los cálculos y de otros que suelen actuar
como indicadores condicionantes de la calidad del material. En esta unidad se analizarán los
ensayos de materiales calificados como:
a) Estáticos; que simulan el comportamiento del material con pequeñas velocidades de
aplicación de las cargas. Distinguiremos entre ellos:
. tracción,
. fluencia,
. fractura,
. dureza.
b) Dinámicos; que modelizan el comportamiento frente a cargas variables con el tiempo.
Distinguiremos entre ellos:
. fatiga,
. resiliencia.
El ensayo de fluencia es ensayo obligatorio para conocer las características resistentes de los
materiales metálicos y compuestos cuando la temperatura de servicio es media o alta, superior
a los 300°C. Pero también es aplicable a temperaturas ambientales para materiales de tipo
polimérico que muestran este fenómeno a esas temperaturas.
El ensayo de dureza es una herramienta básica para controlar, de forma rápida, las
características de tracción de los materiales.
El ensayo de fatiga tiene una extensa aplicación; la de todas aquellas piezas que se
encuentren sometidas a esfuerzos o tensiones variables: motores, máquinas, etc.
En general todos los ensayos citados se aplican para analizar y controlar la calidad de los
productos aplicados y elaborados en la fabricación de máquinas e ingenios.
2. ENSAYO DE TRACCIÓN
Es un ensayo que tiene por objetivo definir la resistencia elástica, resistencia última y
plasticidad del material cuando se le somete a fuerzas uniaxiales. Se requiere una máquina,
prensa hidráulica por lo general, capaz de:
c) Registrar las fuerzas, F, que se aplican y los alargamientos, ΔL, que se observan en la
probeta.
La figura 2.2 muestra una máquina universal de ensayos de 100 kN junto a un detalle de la
colocación del extensómetro para el registro de la fuerza, F, y desplazamiento, ΔL, montado
sobre la probeta.
Figura 2.2. a) Vista general de máquina universal de ensayos. b) Detalle de la colocación del extensómetro sobre la
probeta de ensayo.
L0 K So (2.1)
todo el ensayo, el diagrama - es semejante al F- L con razones de semejanza 1/S 0 y 100/L0
respectivamente.
En la figura 2.5 se expresa el diagrama - correspondiente al acero AE 235 ensayado.
Figura 2.5. Diagrama σ -ε en el acero AE235
Los diagramas unitarios de tracción - son
semejantes a los obtenidos en la máquina de ensayos F-L con razones de semejanza 1/S0 y
100/L0, respectivamente.
El límite superior del campo elástico se le denomina límite de elasticidad o límite elástico, Le.
El valor medido para el límite elástico en el acero ensayado es:
Se define el módulo de elasticidad, E, o de Young, como el factor numérico que relaciona las
tensiones, , y las deformaciones, , en el campo elástico. De la expresión 2.4 se deduce:
E = / = tg (2.5)
Los valores medidos de E en los ensayos, figura 2.7, son los siguientes:
El coeficiente de Poisson, , nos evalúa la relación entre la contracción relativa de una sección
transversal y el alargamiento relativo de la sección longitudinal. Éste viene definido por la
relación:
(2.6)
a) Mayor sensibilidad a los alargamientos para el mismo incremento de carga. En efecto, las
pendientes a la curva, figura 2.9, son siempre inferiores al módulo de Young, E.
MPa
La tensión de rotura, R, resistencia última,
indica el final del comportamiento estable del
material; o identidad entre las cargas aplicadas
Lr = 12 mm.
Ar = (12/50)100 = 24 %
Podemos observar en la norma EN 10025
que el acero AE 355, que tiene mayor
límite elástico y tensión de rotura que el
ensayado AE 235, dispone de un nivel de
alargamiento muy inferior al citado AE
235, lo que significa una respuesta más
Figura 2.10. Ductilidad dada por:
a) alargamiento de rotura y b) estricción. plástica o dúctil en este último.
Si calculamos la energía, E0, por unidad de volumen absorbida por la probeta en su fractura
diferenciando la que se absorbe con distribución uniforme y la que se realiza de forma
localizada, encontramos que:
La energía aplicada, Ea, a la probeta en cada momento del ensayo, i, viene determinada por la
expresión:
(2.12)
(2.13)
(2.17)
y siendo
tendremos
(2.20)
La tenacidad está favorecida por una alta carga de rotura y, fundamentalmente, por una alta
plasticidad.
Los materiales más tenaces muestran mayor energía de rotura, E0m, en el ensayo de tracción.
A partir del punto Lm se inicia la estricción por lo que el alargamiento último Lr - Lm está
ubicado solamente en una pequeña longitud de la probeta ensayada.
Por tanto, el cambio de variables F- yL-de las expresiones 2.2 y 2.3 no podemos realizarlo
y, por ello, las energías de rotura no pueden unificarse al campo de tensiones, y de
deformaciones, . Lo que muestra su falta de rigor como indicador cuantitativo de la tenacidad.
Por otra parte, el punto Fm-Lm del diagrama de tracción corresponde a la resistencia última
de la probeta, pues a partir de este punto aparece el proceso irreversible de fractura ubicada en
la sección que aparece la estricción. Sin embargo, cualitativamente, la estricción , variable
normalizada, es un indicador directo de la tenacidad de un material al estar correlacionada con
el alargamiento adicional Lr -Lm.
En ocasiones tiene más sentido utilizar curvas de tensión-deformación reales. La tensión real
T se define como la carga dividida por le área de la sección instantánea Ai sobre la cual
ocurre la deformación (por ejemplo, la estricción, una vez pasado el máximo), o sea,
T = F / Ai (2.21)
Además en ocasiones también es más conveniente representar la deformación real T, definida
por
T = ln ( li / l0) (2.22)
Ai li = A0 l0 (2.23)
En algunos metales y aleaciones, la región de la curva real tensión-deformación más allá del
límite elástico hasta el punto en que comienza la estricción puede aproximarse mediante
T = K Tn (2.25)
En esta expresión K y n son constantes, cuyos valores varían de una aleación a otra, y
también dependen de las condiciones del material (o sea, de si ha sido deformado
previamente, o tratado térmicamente, etc.). El parámetro n es a menudo denominado
exponente de endurecimiento por deformación y tiene un valor menor que la unidad. En
la tabla 2.1. se dan los valores de K y n para aleaciones.
Material n K (Psi) K (Mpa)
Acero de bajo contenido en carbono (recocido) 0.26 77000 530
Acero aleado (Tipo 4340 de AISI, recocido) 0.15 93000 640
Acero inoxidable (Tipo 304 de AISI, recocido) 0.45 185000 1275
Aluminio (recocido) 0.20 26000 180
Aleación de aluminio (Tipo 2024, tratada térmicamente) 0.16 10000 690
Cobre (recocido) 0.54 46000 315
Latón ( 70 Cu – 30 Zn, recocido) 0.49 130000 895
3. ENSAYO DE FLUENCIA
F-L en el ensayo de tracción anterior podemos establecer la correlación gráfica haciendo
uso de las expresiones 2.2 y 2.3 del ensayo de tracción, es decir:
b) A partir de la subida brusca, las tensiones permanecen invariantes para cada nivel de
temperaturas, zona plana del diagrama, registrándose alargamientos crecientes en el tiempo.
En el diagrama de tracción, en el denominado periodo plástico, las tensiones, , crecían con los
alargamientos, , lo que era manifestación de un proceso de endurecimiento.
c) A partir de los puntos señalados en la figura, aparece la irreversibilidad del proceso pues la
carga F requerida para seguir la fluencia es menor. Se debe, como en el caso del ensayo de
tracción, a la localización de la fluencia en un punto con la disminución en mayor grado de la
sección resistente hasta producirse la rotura.
El punto b de inflexión, como el m del ensayo de tracción, indica el inicio de la ruina total de la
probeta. Es el periodo terciario.
La sección fracturada se sitúa en una zona de alta estricción con una sección que se ha
reducido fuertemente, en mayor grado cuando sus temperaturas son mayores. La morfología
es fibrosa y grisácea, en los materiales metálicos, como corresponde a la fractura de tipo
dúctil.
A partir de la figura 2.16 podemos establecer las correlaciones gráficas por los cambios de
variables de las expresiones 2.2 y 2.3.
a) Primario o transitorio, 0-a. En éste el gradiente de alargamientos es muy alto con corta
extensión del periodo. No es interesante como aplicación industrial su modelización.
b) Secundario, a-b. En este periodo las deformaciones mantienen una cierta linealidad con los
tiempos de ensayo. Se establece:
d/ dlnt = (2.26) El modelo genérico al integrar la expresión 2.26 es: = 0i + ln (2.27)
siendo 0i y , función del material, de la temperatura de ensayo, Te, y de la tensión de ensayo,
.
Desde aquí el diseño define el tiempo máximo de servicio, tms, que la pieza puede estar en la
máquina, despejando de la expresión 2.27.
ln tms = (max - 0i)/ (2.28) para las condiciones de y Te que determinan el valor de 0i y .
El plan de mantenimiento de una pieza que trabaja a fluencia, debe especificar claramente las
horas de servicio para proceder a su reposición.
4. ENSAYO DE FATIGA
Se define que un material trabaja a fatiga cuando soporta cargas que varían cíclicamente con el
tiempo. Si en los ensayos estáticos, tracción y fluencia, podía aproximarse que dF/dt=0, en
fatiga dF/dt=0 en cualquier momento del servicio.
El ensayo de fatiga tiene por objetivo analizar las características resistentes de los materiales
cuando trabajan en las condiciones de fatiga prescritas.
Entre los parámetros fundamentales que califican el comportamiento característico ante la
fatiga de los materiales están:
A - La cinética de la carga aplicada en el tiempo, figura 2.17.
C - Tipo de trabajo característico del conjunto de la pieza en la máquina. Entre ellos citamos:
. Tracción.
. Flexión plana.
. Flexión rotativa.
. Torsión.
El tipo de trabajo, tipo de tensiones y cinética de la carga determina una gran variedad de
ensayos de fatiga. Se consigue reducir esta gran variedad:
a) Normalizando la cinética de la carga a una aplicación senoidal definida por la carga media,
Fm, la semiamplitud, Fa, y la frecuencia, f, figura 2.18.
b) Reduciendo los estados de tensiones de la probeta a los que suceden en los casos
descritos en C, tracción, flexión plana y flexión rotativa, para el tipo de probeta
seleccionado.
Cualitativamente, los resultados obtenidos en los tres tipos de ensayos, que corresponden a los
tipos de trabajo, son muy similares, lo que nos permite investigar los fenómenos de fatiga
seleccionando un solo tipo de ensayo.
La máquina para ensayos de fatiga debe permitir el control y registro de los parámetros de
ensayo, siguientes:
. Cargas aplicadas, F.
. Contador de vueltas de la probeta, n.
. Velocidad angular, rpm.
La máquina de fatiga por flexión rotativa, trabaja a una velocidad nominal de 3000 rpm.
L = 15 cm.
d = 10 mm.
F = variable.
La tensión nominal máxima n viene definida
para el caso de flexión:
n = F L/W0 (2.29)
Figura 2.20. Probeta de fatiga. y el módulo resistente,
W0 = d3/32 (2.30)
La carga requerida es:
F = d3n / 32 L (2.31)
que corresponde para el ensayo del acero AE275, a las cargas que se recogen en la tabla 2.2.
Los resultados de inicio, ng, y crecimiento de grieta, nc, al igual que la dimensión de la grieta, g,
antes de la rotura catastrófica, se indican en la tabla 2.3.
Si analizamos la correlación gráfica y analítica entre las tensiones aplicadas en los distintos
ensayos,n, y el número de ciclos transcurridos hasta la iniciación de la grieta, n g obtenemos la
correlación gráfica que denomina la CURVA DE WHOLER.
f = 100 MPa
0 = 420 MPa
kp = 0.8
En fatiga no puede decirse, como en el Figura 2.21. Correlación entre la tensión nominal y el número de ciclos
ensayo de tracción uniaxial, que el en la aparición de la grieta. Curva de Wholer.
En servicio de fatiga con tensiones de límite elástico, su servicio está limitado a un número de
ciclos de n=105. Incluso con tensiones inferiores sigue produciéndose la iniciación de la grieta,
predecesora de la rotura, como hemos observado en la correlación de la figura 2.21.
El campo elástico es, en forma general, sensible al deterioro por servicio de fatiga, cargas
cíclicas. Se llega al agrietamiento aún con tensiones muy inferiores al límite elástico.
No obstante, existen algunas excepciones a este concepto general, como en los aceros
templados, en los que sí parece encontrar la curva de Wholer un valor asintótico en las
tensiones, lo que se identifica como su límite de fatiga.
Sólo para niveles muy bajos de tensiones nominales se consiguen servicios tan altos en
número de ciclos, n > 107, que pueden asociarse a un límite de existencia de fatiga f . Este se
denomina límite de fatiga.
Esto significa un mal aprovechamiento de las posibilidades del material si el número de ciclos
requeridos por el servicio es inferior a n = 107.
En forma más general, la optimización del diseño de la pieza exige el cálculo en fatiga en
función del número de ciclos n requeridos.
Un primer criterio para definir el número de ciclos de servicio es aquel que lo limita a la
aparición de la grieta de fatiga.
La expresión 2.32 nos determina la tensión, , que hay que introducir en el cálculo de
elasticidad cuando se requiere un servicio, n, sin aparición de grietas.
Sin embargo, aún iniciada la grieta, esto no significa que la pieza sea ya inservible, lo que sólo
sucede cuando han transcurrido los nc ciclos hasta la fractura. Una mayor optimización del
material se consigue si se considera como ciclos de servicio aquellos comprendidos en el
crecimiento de grieta nc antes de la fractura.
La figura 2.22 nos permite, para el material investigado, determinar la tensión que hay que
seleccionar, en el cálculo de elasticidad, para que el servicio de la pieza alcance nt ciclos,
siendo nt suma de los ciclos hasta la aparición de la grieta ng y de los ciclos de crecimiento de
grieta antes de la fractura nc.
Es decir:
nt = ng + nc (2.33)
En la figura 2.22 se representa los
ciclos hasta la fractura en función del
nivel de tensiones aplicado .
Un modelo como el de la expresión 2.32
puede también ser utilizado para los
ciclos nt.
La expresión:
(2.34)
La forma pulida es consecuencia de la fricción entre las superficies una vez ha sido producida
el avance de la grieta.
La zona pulida con estriaciones es indicadora del inicio de grieta y se desarrolla de acuerdo
con el proceso de crecimiento de grieta. La sección brillante, con planos intersectantes
corresponde a la fractura final de la probeta, en este caso de tipo frágil. La dimensión de grieta
máxima previa a la fractura súbita final es indicador directo de la tenacidad del material para el
mismo nivel de tensiones.
5. ENSAYO DE RESILIENCIA
En el ensayo de tracción uniaxial fue cuantificada la tenacidad por la energía absorbida por el
volumen de la probeta hasta alcanzar la carga de máxima resistencia, Pr. Corresponde a la
tenacidad en condiciones de velocidad de aplicación de carga calificada como pequeña, casi
nula. Mayores velocidades de aplicación de la carga influyen con menores medidas de
tenacidad.
En todos los ensayos los parámetros controlados están influidos por las condiciones que
definen el ensayo: forma y tamaño de la probeta, temperatura, velocidad de aplicación de la
carga, etc. En el caso de la medida de la tenacidad la influencia de estos parámetros externos
o internos es todavía más evidente que en otros ensayos. Por estas circunstancias pueden
existir diversos ensayos definitorios de la tenacidad. En el que observaremos en este capitulo
es el denominado de resiliencia, sin menoscabo de otros que ponderan la tenacidad en
condiciones diferentes como en el caso de los ensayos KIC que se analizan en el siguiente
apartado.
Figura 2.24. a) Pendulo Charpy para el ensayo de resiliencia. b) Esquema del péndulo.
El péndulo Charpy dispone de una masa M montada en el extremo del brazo, de longitud l, que
pivota en el centro A. El ensayo de resiliencia consiste en golpear una probeta apoyada en s
con la masa del péndulo que ha sido abandonada en caída libre desde una altura prefijada H.
La energía absorbida, Ea, por la probeta para producir su fractura es la medida de la tenacidad
del material en las condiciones del ensayo.
Estos parámetros son función de las variables de ensayo del péndulo (M, H o ) a través de las
expresiones conocidas:
1- Dos apoyos en los extremos, probeta biarticulada; por ejemplo el ensayo Charpy.
2- Empotramiento en un extremo; por ejemplo el ensayo Izod.
A modo ilustrativo del ensayo de resiliencia, se realiza éste de acuerdo con las variables que se
incluyen en la tabla 2.4, recogiéndose los resultados obtenidos en la tabla 2.5, donde se
detallan los siguientes parámetros:
El ángulo formado por las dos medias probetas fracturadas, al juntar sus secciones
complementarias.
La sección media de fractura a' x b'
Tal como se define la resiliencia puede expresarse ésta como la relación entre la energía
absorbida por unidad de superficie fracturada Sf como:
Si establecemos la correlación gráfica entre las resiliencias obtenidas con probetas Charpy en
V, P1, y la velocidad de aplicación de la carga y a través de la expresión 2.35 calculamos la
velocidad de aplicación de la carga empleada en los ensayos 1 a 3. Para los parámetros del
péndulo, la expresión toma la forma:
Si establecemos la correla-ción gráfica entre las resiliencias obtenidas con probetas tipo
Charpy en V, re = 0.25 mm y la temperatura de ensayo Te, para condiciones invariantes de la
velocidad de aplicación de la carga, encontramos q ue los ensayos 3, 6 y 7 recogen los
Algunos materiales, como el acero, presentan una fuerte disminución de la resiliencia cuando
se desciende a determinados niveles de temperatura.
Este hecho justifica la exigencia de las normas UNE sobre el nivel de resiliencia a temperaturas
especificadas por el servicio, habitualmente a 20ºC, 0ºC, -20ºC, -40ºC.
En todas las secciones de fractura aparecen claramente diferenciadas las dos formas de
fractura citadas. En la fotografía de la figura 2.29 se observan ambas secciones con la
distribución de la superficie ocupada por la parte brillante, Sb, y la superficie gris, Sg.
Figura 2.29. Sección fracturada. A) Superficie cristalina, Sb. B) Superficie gris, Sg.
5.6 INFLUENCIA DE LA DUCTILIDAD
6. ENSAYOS DE DUREZA
Desde el punto de vista físico se define la dureza como la resistencia que oponen los cuerpos a
ser rayados o penetrados por otros con los que se compara.
La Ciencia de los Materiales restringe algo más el concepto para definirlo como la resistencia,
cuantificada, que opone un cuerpo a la penetración de otro cuerpo más duro.
Desde este punto de vista un ensayo de dureza es un ensayo de compresión hasta la rotura,
cuyas formas de fractura es función del penetrador. Existe otro concepto de dureza y es el que
se refiere a la capacidad de devolución de energía elástica que tienen los cuerpos. Es conocido
que, de forma relativa para un determinado material, la capacidad de devolución de energía
elástica, Ee, está correlacionada directamente con el grado de endurecimiento, gH, es decir:
Existen ensayos de dureza basados en este principio, devolución de energía, que recoge
la información aportada por el ensayo de tracción, sólo, en su periodo elástico. Es el
ensayo SHORE que desarrollamos en esta unidad.
HB = P/S (2.42)
siendo S la superficie de la huella, casquete esférico. P
se expresa en kg fuerza y S en mm2. También puede
expresarse de la siguiente manera:
Figura 2.32. Esquema del ensayo de dureza
Brinell.
(2.4 3)
Ce = P/D2 (2.44)
Se consigue obtener unidades Brinell de dureza equiparables para una misma aleación, si se
mantiene constante, para distintas cargas de ensayo, el parámetro Ce.
[n HV/P/t]
En los ensayos de dureza Rockwell, las unidades de dureza se establecen por la medida de la
profundidad, e, de la huella de acuerdo con el modelo:
a) Blandos. Se utiliza como penetrador una bola de acero templado, similar al del ensayo
Brinell. En la tabla 2.6 se observan diámetros y cargas normalizados para este tipo de
ensayos. En este ensayo, el parámetro A de la expresión 2.48 es 130.
BOLA CONO
Denominación del ensayo B E F G K A C D
Diámetro de la bola (mm) 1.590 3.175 1.590 1.590 3.175 - - -
Carga (kg) 100 100 60 150 150 60 150 100
Con el objeto de obtener ensayos reproducibles, la máquina obtiene el valor "e", por
incrementos de las cargas aplicadas de acuerdo con la secuencia siguiente, figura 2.34:
a) Aplicación de una carga previa, F 0 = 10 kg. Esta sirve para tomar una referencia h0,
independiente del estado superficial.
CARGA
ESCALA PENETRADOR MATERIALES TIPICOS PROBADOS
(kg)
Cono de Materiales duros en extremo, carburos de
A 60
diamante wolframio, etc.
Materiales de dureza media, aceros al
B 100 Bola de 1/16"
carbono bajos y medios, latón, bronce, etc.
Cono de Aceros endurecidos, aleaciones endurecidas
C 150
diamante y revenidas.
Cono de
D 100 Acero superficialmente cementado.
diamante
Hierro fundido, aleaciones de aluminio y
E 100 Bola de 1/8"
magnesio.
F 60 Bola de 1/16" Bronce y cobre recocidos.
G 150 Bola de 1/16" Cobre al berilio, bronce fosforoso, etc.
H 60 Bola de 1/8" Placa de aluminio.
K 150 Bola de 1/8" Hierro fundido, aleaciones de aluminio.
L 60 Bola de 1/4" Plásticos y metales suaves, como el plomo.
En ensayos de dureza realizados sobre diversos materiales, se obtiene los resultados que se
muestran en la tabla 2.8, para ensayos Brinell y Rockwell B, y en la tabla 2.9 para ensayos
Vickers y Rockwell C.
BRINELL ROCKWELL B
MATERIAL
1 2 3 HB 1 2 3 HRb
F1110 1.30 1.35 1.30 1.32 127 72 74 73 73
F1120 1.25 1.20 1.20 1.22 150 79 83 80 81
F1130 1.15 1.20 1.15 1.17 164 88 85 88 87
F1140 1.10 1.15 1.05 1.10 187 92 89 91 91
F1150 1.00 1.05 0.95 1.00 229 101 100 87 99
VICKERS ROCKWELL C
MATERIAL
1 2 3 HV 1 2 3 HRc
Templado
F1140 0.87 0.86 0.88 0.87 245 20 19 21 20
F1150 0.79 0.81 0.81 0.80 290 26 29 29 28
F1250 0.74 0.70 0.72 0.73 345 34 36 36 35
F1260 0.65 0.68 0.68 0.67 405 41 40 42 41
Recocido
F1110 1.19 1.22 1.22 1.21 126
F1120 1.10 1.12 1.10 1.11 151
F1130 1.07 1.04 1.04 1.05 167
F1140 0.97 0.99 0.98 0.98 191
Las condiciones de cada uno de los ensayos realizados han sido las siguientes:
H = f(1/Ea) (2.50)
cumpliéndose que:
De acuerdo con la norma UNE 36.080, las características resistentes de cada acero ensayado
para el estado normalizado, se recogen en la tabla 2.11, representándose las correlaciones
gráficas entre las durezas obtenidas, HB, y las características resistentes en la figura 2.36.
Lo que nos indica que para esta familia de aceros puede quedar perfectamente definidas las
características resistentes a partir de las durezas Brinell obtenidas, siempre que el material esté
en condiciones normales.
Figura 2.36. Correlaciones entre la dureza y las características mecánicas para los diversos aceros ensayados.
Para los aceros sin templar, la dureza Brinell observa una correlación lineal directa con la carga
de rotura y límite elástico, e inversa con el alargamiento.
Igualmente, puede decirse que se aprecia una correlación entre la carga de rotura y durezas
Vickers y Rockwell con los aceros ensayados siempre que se aplique la escala apropiada para
cada material.
HB = 7300/(130 - HRb)
6.7 CORRELACIONES DE LA DUREZA SHORE Y EL LÍMITE ELÁSTICO, Le
La figura 2.38 muestra las correlaciones entre el límite elástico, Le, y alargamiento, A, con la
dureza Shore. Cualitativamente muestra una correlación directa con el límite elástico e inversa
con el alargamiento.
Sin embargo, como sucede en el ensayo Vickers que se aplica a todo tipo de aceros, aparece
una función discontinua entre los aceros templados y recocidos. La aplicabilidad se circunscribe
a la correlación también analítica pero con funciones separadas para las familias de aceros de
tan diferentes respuestas.
Figura 2.38. Correlación gráfica entre la dureza Shore y las características resistentes Le y A.
El ensayo Shore puede servir para medir el grado de endurecimiento de los materiales siempre
que se compare con patrones de dureza.