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SALMO 10

Algunas aclaraciones y comentarios:

Como dijimos en el salmo anterior, el 9 y el 10 son salmos que están unidos en la Septuaginta LXX ya que
algunos pensaban que originalmente eran un solo salmo, porque: Primero, el 10 no tiene título, además, la
forma y tema son similares y el arreglo acróstico une a los dos. El salmo 9 es un salmo acróstico que termina
con la (kaf) en el v19 que es la oncena letra del alfabeto hebreo. El salmo 10 también es acróstico y comienza
en el v1 con la letra (lamed) que es la letra que le sigue a la (kaf) y así continua hasta llegar a la (tav) que es
la última letra del alfabeto hebreo (22 letras) Por eso, muchos unen este salmo con el nueve.

El tema, es el mismo, la oposición de los impíos. Y Martín Lutero refiriéndose a él dijo: No hay, a juicio mío,
un solo Salmo que describa la mente, las costumbres, las obras, las palabras, los sentimientos y el destino del
impío con tanta propiedad plenitud y luz como este Salmo. Así que, si en algún aspecto no se ha dicho
bastante todavía del impío, o si falta todavía algo en los Salmos que siguen, podemos hallar aquí una imagen
y representación perfecta de la iniquidad. Este Salmo, pues, es un tipo, forma y descripción de este hombre, el
cual, aunque él mismo se vea, y aun los otros le vean, como el más excelente de los hombres, es detestable a
los ojos de Dios…

Y cuando nosotros leemos el salmo nos damos cuenta que el mismo es toda una descripción del impío (Se nos
habla de su mente, costumbres, obras, palabras, sentimientos y destino) Vs.1-15

Y también se nos habla de una petición a Dios para que Él proteja y ampare al huérfano y al desvalido de
hombres como estos. Vs.16-18

Dice Spurgueon: Satanás tiene tres títulos en las Escrituras, que muestran su malignidad contra la iglesia de
Dios: dragón, para denotar su malicia; serpiente, para denotar su astucia; león, para denotar su fuerza. Pero
ninguno de éstos puede resistir y hacer frente a la oración. La mayor, malicia de Amán se hunde ante la
oración de Ester; el consejo astuto de Ahitófel se marchita ante la oración de David y el gran ejército de los
etíopes huye como un enjambre de cobardes ante la oración de Asá

Algunas aplicaciones que podemos traer a nuestras vidas a la hora de leer este salmo:
1. El no tomar en cuenta a Dios y no pensar en él en nuestra vida diaria es un síntoma de soberbia y de
impiedad. De ahí la importancia de venir a Dios en oración con regularidad V4 “El malo, por la altivez de su
rostro, no busca a Dios; no hay Dios en ninguno de sus pensamientos.”

2. Aunque aparentemente a nadie le interesan las injusticias y atropellos que padecen los desvalidos, no
obstante Dios las está mirando, juzgando y vengando. V14 “Tú lo has visto; porque miras el trabajo y la
vejación, para dar la recompensa con tu mano; a ti se acoge el desvalido; Tú eres el amparo del
huérfano.”
Es una verdad ineludible, que aquellos que están lejos de Dios, al final, serán juzgados. Como dijo alguien:
"Los molinos de Dios muelen despacio, muy despacio, y a veces pensamos que no se mueven en absoluto, sin
embargo, muelen muy fino.”

3. En este salmo vemos como Dios promete disponer su corazón y su oído a escuchar a los que vienen
delante de él con humildad. V17 “El deseo de los humildes oíste, oh Jehová; Tú dispones su corazón, y
haces atento tu oído”

Por tanto, lo mejor que podemos hacer ante las injusticias, maltratos y agravios de los que seamos víctimas es
traer nuestra causa humildemente ante Dios.
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Dice Mathew Henry: Las palabras apasionadas contra los hombres malos hacen más mal que bien; si
hablamos de su maldad, que sea ante el Señor, en oración.

Con estas cosas en mente leamos completamente el salmo 10.