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Palabras clave: mercados financieros, crisis financiera, movimiento de capitales, fondos de inversión,
España.
Clasificación JEL: D81, D84, F32, G15.
como los precios, los tipos de cambio o los tipos de inte- Dada esta situación, nuestro objetivo es analizar los
rés en situaciones de crisis o de expansión económica factores económicos o psicológicos que determinan la
han sido las variables sobre las que se ha centrado la toma de decisiones por parte de los inversores. Para
atención en este análisis. Las investigaciones de Ei- ello, nos ayudamos en lo acaecido en el mercado espa-
chengreen, Rose y Wyplosz (1996), Corsetti et al. ñol de fondos tecnológicos por creer que pudieran exis-
(1998) o Kaminsky y Reinhart (1999) constituyen una tir similitudes entre el comportamiento inversor de los
muestra adecuada de la investigación basada en los agentes en dicho mercado y en las economías emer-
«fundamentos» de las economías. gentes. En ambos casos, sector tecnológico y países
Otra rama de la literatura, por el contrario, presta emergentes, se decide invertir por las expectativas de
una mayor atención a los aspectos «no fundamenta- que el rendimiento alcanzado en esas inversiones será
les» de las economías puesto que son frecuentes las mayor que el obtenido en otros sectores u otras econo-
situaciones donde a pesar de que la economía de un mías. Además, en ambas situaciones puede estar pre-
país se encuentra saneada éste sufre la importación sente el efecto contagio. Esto es, lo mismo que un país
de crisis que afectan a las naciones de su entorno. puede sufrir las consecuencias de la crisis por encon-
Ahora, la forma en que los individuos toman sus deci- trarse en una misma área geográfica, con independen-
siones es la variable determinante. El estudio de Cal- cia de cuáles sean sus fundamentos económicos, una
vo y Mendoza (2000), constituye un ejemplo en este empresa o fondo puede verse afectado positiva o nega-
sentido ya que se centra en el comportamiento de re- tivamente por el mero hecho de ser tecnológico. El fac-
baño que pueden mostrar, a veces, los inversores. tor crucial, en estos casos, es la existencia de movi-
También el trabajo anteriormente citado de Kaminsky mientos de capitales influenciados por las actuaciones
y Reinhart (1999) es una muestra de este tipo de com- de otros inversores, es decir, una actuación de herd
portamiento al manifestar el importante papel que de- behaviour, que generaría burbujas especulativas.
sempeñaron los bancos internacionales en la transmi- El artículo está organizado según la siguiente estruc-
sión de la crisis asiática de finales de los noventa tura. El primer epígrafe desarrolla las características de
cuando actuaron movidos por ciertas dosis de pánico la burbuja especulativa de las empresas .com. En el si-
sin examinar en toda su profundidad la situación es- guiente epígrafe se describen tanto factores estructura-
tructural de las economías. les y económicos como factores psicológicos que pue-
Surge, así, un interés creciente en la literatura en den ocasionar y acrecentar el desarrollo de una burbuja
abordar las repercusiones que las tomas de decisiones financiera. La tercera sección estudia la evolución se-
individuales puedan suponer en el agravamiento de las guida tanto por los fondos de inversión tecnológicos es-
crisis al obligar a los gestores de los fondos de inversión pañoles, como por el comportamiento exhibido por parte
a salirse de ciertos mercados aunque éstos presenten de los inversores en este sector para comprobar cómo
una saneada situación económica o estructural. Frankel ambas se asemejan bastante a lo expuesto en los ante-
y Schmukler (1998) indican el papel que tuvieron los riores epígrafes. En el cuarto epígrafe se indican las
fondos de inversión en la propagación indirecta, vía conclusiones más relevantes de esta investigación.
Nueva York, de la crisis mexicana de 1994 hacia el área
asiática. De hecho, no debemos olvidar que del flujo to- 2. La burbuja especulativa de las .com
tal de capitales que el sector privado dirigió a los países
emergentes a principio de los noventa, el 45 por 100 lo Desde la salida a bolsa de America On Line (1992)
constituía inversiones en activos financieros, la mayor hasta la primavera del 2000 las empresas de tecnología
parte gestionada por fondos de inversión. pasan a centrar el interés de inversores privados e insti-
tucionales. El número creciente de Ofertas Públicas de días siguientes al cambio, produciéndose una ganancia
Venta de acciones (OPV) en el sector y el peso que la que en ningún momento era temporal o estaba ligada a
capitalización de las llamadas tecnológicas alcanza ningún otro concepto en la gestión u objeto de la compa-
hace que durante el período que culmina en marzo de ñía. Sainz (2002) detalla ejemplos en el caso español de
2000, inversores profesionales y particulares, medios empresas de la «vieja economía» que de cara a realizar
especializados y analistas cubran con un halo de opti- su salida a bolsa «pintaron» su fachada para ser más
mismo al sector. atractivas para un público ávido de empresas tecnológicas
Desde enero de 1992 hasta febrero de 2000, fecha en un mercado estrecho donde éstas no existían.
culmen de la burbuja .com el Nasdaq, principal referen- Se aprecia la presencia de un mercado de inversores
cia en valores tecnológicos, incrementó su valor en un que se sentían inmediatamente atraídos por las posibilida-
657 por 100, mientras que en el mismo período el Ibex des que tanto analistas como medios de comunicación
«sólo» creció un 302 por 100. Este incremento en el va- prometían sobre el nuevo sector. Asimismo, es destacable
lor de los índices está directamente relacionado con las que las OPV por búsqueda de demanda de financiación
perspectivas de los inversores de ganancias rápidas en en el mercado logran en el primer día rentabilidades positi-
un mercado alcista y que respondía con velocidad ante vas y significativas, hecho diferencial respecto a lo aconte-
la supuesta aparición de un nuevo paradigma económi- cido en otros períodos anteriores, Ritter y Welch (2002) o
co que prometía crecimiento continuado sin inflación de- Loughran, Ritter y Rydqvist (2001). Sainz (2002), para el
rivada gracias a ganancias persistentes de productivi- caso español, muestra cómo el hecho diferencial de ser, o
dad que se distribuían por la totalidad de los sectores de parecer, empresa tecnológica tremenda en el período ge-
la economía. nera retornos positivos en el primer día de cotización1.
Este proceso, centrado en empresas tecnológicas, re- Esta situación hace entrever que parte de estos me-
presentó hasta la primavera del año 2000 un período canismos de actuación no se ajustan al comportamiento
desmesurado de incremento de la capitalización de racional que de los inversores se podría esperar en mer-
mercado, mucho más allá de la racionalidad. Como se- cados eficientes. Es, por tanto, importante recalar en las
ñalan Ofek y Richardson (2001), los precios de los valo- razones que pudieron derivar ese comportamiento, tan-
res de Internet recogían tasas de crecimiento que signi- to estructurales o económicas como psicológicas y que
ficaban que el crecimiento en la ratio precio/beneficio de pueden aportar luz sobre el funcionamiento de los mer-
las empresas del sector tenía que incrementarse a ta- cados en situaciones de crisis.
sas que eran varias veces superiores a las mayores ta-
sas de crecimiento que estaban exhibiendo las compa-
ñías de más crecimiento en los últimos 40 años. De he- 1
Un caso especial que se produjo fue la salida a bolsa de filiales,
cho, esa misma ratio fue durante el período del boom de cuya capitalización en el momento álgido del mercado era enorme. Así,
Internet, para el mercado americano, el más alto del Terra, en febrero de 2000, presentaba una capitalización de 38.338
millones de euros, lo que la convertía en la tercera empresa con mayor
todo el siglo, incluso superior al del período anterior al capitalización de las integrantes del Ibex, tan sólo por detrás de su
crack de 1929 (Shiller, 2000). matriz, Telefónica, y del BBVA y por delante de corporaciones tan
importantes como el BSCH. LAMONT y THALER (2001) analizan el
Durante el período, el hecho .com tiene un efecto positi- detalle de este tipo de comportamiento y lo achacan no tanto a la
vo para los valores. Como señalan Cooper, Dimitrov y irracionalidad de los inversores, como a la imposibilidad de realizar
arbitraje debido a la estrechez del mercado. En esta línea de
Rauen (2001), desde junio de 1998 hasta julio de 1999, pensamiento, OFEK y RICAHRDSON (2001) indican que estos desfases
uno de los más álgidos del boom, el solo cambio de nom- en los precios de salidas a bolsa no tienen porqué corresponder
enteramente a comportamientos irracionales por parte de los agentes,
bre hacia otro más «.com» suponía un incremento de la sino que pueden estar, también, relacionados con la no incorporación de
rentabilidad de la compañía del 53 por 100 en los cinco toda la información por parte los inversores en la OPV.
24 horas al día pudiendo provocar fluctuaciones impor- dad estadísticamente mayor sobre los precios objetivos
tantes de los flujos financieros tanto a nivel empresarial, en las recomendaciones de los analistas que las com-
como nacional. Shiller (2001), señala el papel que este pañías denominadas tradicionales. En el mismo senti-
factor ha jugado como propagador de las burbujas es- do, Silverman (2002) señala como factor clave de la bur-
peculativas, al cambiar el comportamiento de los inver- buja de las .com el seguimiento mediático de las mis-
sores, independientemente de la existencia o no de ra- mas y en especial el de analistas financieros que habían
zones fundamentales detrás de esos movimientos2. pasado a convertirse en estrellas en los medios de co-
municación. El exitoso comportamiento de las salidas a
Optimismo generalizado en los analistas bursátiles bolsa de estas empresas fue otro factor que benefició el
papel de las instituciones financieras como adalides de
Los analistas financieros fueron responsables, en la nueva economía, Ofek y Richardson (2001) y Doncel
parte, del planteamiento de que algo fundamental había y Sainz (2004).
cambiado en las leyes de la economía. Por ejemplo, Estos pensamientos eran coincidentes con lo que se
Edward Yardeni (2001) de Deutsche Bank señala que había manifestado unos pocos años antes con relación
en la nueva situación, la revolución de las altas tecnolo- a las inversiones y la situación de las economías emer-
gía se mantendrá como el componente más dinámico gentes.
del crecimiento del PIB lo que debía marcar una tenden-
cia de dinamismo para toda la economía, permitiendo Crecimiento de los fondos de inversión
un crecimiento continuado. Nombres como Henry Blod-
get, Merry Meeker o el citado Ed Yardeni pasaron a ser Aunque este factor es más específico para el caso es-
de uso común entre los inversores y gestores de inver- pañol y, especialmente, en el sector tecnológico, su rele-
sión y sus recomendaciones optimistas sobre las em- vancia a nivel mundial no es del todo desdeñable. En la
presas tecnológicas alimentaron su camino en la bolsa. década de los noventa se consolida en España la parti-
Las instituciones también siguen ese camino, por cipación de inversores particulares en fondos de inver-
ejemplo, en el año 2000, UBS Warburg Dillon Read se- sión. De los pocos más de 550.000 partícipes que había
ñala en su informe anual sobre las empresas tecnológi- en 1989, a finales del año 1999 (año que representa el
cas que la cantidad de dinero destinada a las empresas récord de inversores en fondos) eran más de 8 millones
tecnológicas, en general, y de Internet en particular, de inversores los que colocaban sus ahorros a través de
eran fondos que se destinaban a la financiación de valor los fondos de inversión.
futuro, con la expectativa de rentabilidad segura en El estallido de las .com supuso un retroceso en el nú-
unos pocos ejercicios. mero de partícipes debido al retraimiento de los mismos
Core, Guy y Van Buskirk (2001) analizan la valoración en circunstancias adversas en los mercados. Este fenó-
de las acciones de las empresas .com y muestran que meno acentuó la caída de la capitalización de los fondos
durante el período de estudio éstas tuvieron una volatili- en España, a pesar de que el crecimiento en ese período
fue más que espectacular. De los poco más de 3.300 mi-
llones de euros, de 1989, pasamos a más de 164.000, a
finales de 1999. Este cambio está motivado por diferen-
2
Para el caso español, DONCEL y SAINZ (2004) muestran que esa
información en prensa durante el boom de las empresas tecnológicas
tes causas.
supuso un efecto importante sobre las salidas a bolsas en el mercado En primer lugar, se va extendiendo desde diversos
español. La mayor presencia en la comunicación escrita afectaba
positivamente a la cotización en el primer día de negociación de los
estamentos la opinión generalizada de que el Estado
valores. será incapaz de proveer en el futuro pensiones que per-
mitan a los individuos mantener los niveles de vida a los esta tasa supone prosperidad económica. No es de ex-
que están acostumbrados. Ello obligaría a los trabajado- trañar, por tanto, que en períodos de baja inflación los
res a buscar fuentes de rentas adicionales que comple- agentes incrementen su confianza en la marcha de la
menten a sus pensiones futuras. En este punto, los fon- economía y aumenten sus inversiones en bolsa. Sin
dos de inversión aparecen como un mecanismo intere- embargo, según la Teoría Económica este razonamien-
sante de lograr incrementos en el capital. to no debería de darse ya que lo verdaderamente rele-
En segundo lugar, apoyados en esta idea de inversión vante a la hora de valorar una inversión es el rendimien-
a largo plazo, muchas entidades financieras realizan in- to real que ésta proporciona.
gentes esfuerzos propagandísticos para captar a los in- Modigliani y Cohn (1979) y Ritter y Warr (2002) esta-
versores bajo la premisa de lograr importantes ganancias blecen que, en realidad, en los mercados financieros
de capital gracias a las altas rentabilidades obtenidas en se produce cierta dosis de «ilusión monetaria» ya que
el mercado de capitales y a que su dinero será gestiona- en épocas de inflación elevada los tipos de interés no-
do por inversores profesionales que evitarán dolorosas minales son también elevados lo que conlleva unos ti-
pérdidas de capital. De hecho, Warther (1995) en un es- pos de interés reales reducidos. No obstante, donde la
tudio sobre la cultura del inversor americano observa ilusión monetaria se presenta de forma más evidente
cómo aumentan las inversiones en fondos de inversión es en la comparación de rentabilidades por parte de los
debido a una reacción inmediata a subidas en la bolsa. inversores. La mayoría de los datos sobre rentabilida-
Conviene resaltar que, además del incremento de la des se expresan en la prensa en términos nominales
participación en fondos de inversión, toda esta situación ocasionando que en épocas de reducidas inflación los
contribuye a ir creando una cultura financiera en el pe- individuos inviertan en los mercados con la esperanza
queño ahorrador que ocasiona que muchos de ellos de la obtención de estas altas rentabilidades en térmi-
creen sus propias carteras de inversión. Adicionalmen- nos reales sin considerar que antes eran en términos
te, y tanto en el caso español como en el de otros países nominales.
de nuestro entorno, existen cambios fiscales que favo-
recen la utilización de este tipo de productos frente a El crecimiento de la población
otras alternativas, Klapper, Sulla y Vittas (2000). y la quiebra del sistema público de pensiones
El resultado final es que se origina una creciente de-
manda de activos financieros ya sea por parte de los in- La crisis del sistema actual de pensiones en la mayor
versores particulares o de los propios fondos de inver- parte de los países desarrollados ha llevado a muchos
sión que provoca un incremento del precio en los acti- inversores a buscar formas de asegurar su pensión de
vos que permanecerá durante un largo período de jubilación. En mercados alcistas como el boom de las
tiempo, Glassman y Hassett (1999). .com o la situación de las economías emergentes, la ex-
pectativa de beneficios futuros se tradujo en fuertes in-
Reducción de la inflación e ilusión monetaria versiones de agentes vinculadas a la búsqueda de pen-
siones de los hijos del crecimiento que experimentó la
Los fenómenos monetarios y, en concreto, la varia- natalidad en la postguerra en Europa y Estados Unidos.
ción en el índice general de precios, influyen en el com- En este sentido, Abel (2000 y 2001) muestra teórica-
portamiento de los inversores. La existencia de una alta mente cómo el crecimiento puntual de grupos de pobla-
inflación en la economía es considerada como algo per- ción lleva al crecimiento de la demanda de activos,
nicioso ya que menoscaba el bienestar económico del mientras que Bakshi y Chen (1994) justifican la apari-
país. Por el contrario, un fenómeno de reducción de ción de una mayor demanda de activos por parte de los
inversores que buscan tanto directamente, como a tra- Optimismo y «wishful thinking»
vés de instituciones asegurar su futuro aprovechando la
existencia de mercados especulativos. De nuevo, la si- Ligado con la anterior hay que entender que la mayor
tuación que se vivió en los mercados de las economías parte de los inversores están alejados de los sofistica-
emergentes o en el boom tecnológico. dos modelos utilizados por analistas y economistas. Los
inversores creen que los activos financieros en los que
Factores psicológicos en el desarrollo están invirtiendo, y precisamente esos, van a seguir
de una burbuja comportándose de forma alcista. Shiller (2000) señala
cómo el optimismo de los inversores, y de los especia-
Hasta ahora se han citado aquellos factores que ha- listas, hacía suponer que cada burbuja era la primera
cen referencia a la estructura real de la economía. Sin donde no había vuelta atrás, dándose por lo tanto una
embargo, unido a los anteriores, existe otro grupo de nueva situación, una Nueva Economía donde las reglas
factores que se centran en el comportamiento psicológi- anteriores de la economía iban a permitir un crecimiento
co de los inversores que influyen de forma importante continuado.
en el desarrollo de una burbuja financiera. Esta forma de pensamiento positivo (wishful thinking)
hace que, por un lado, se produzca una sobreestima-
Exceso de confianza en la evolución del mercado ción de las posibilidades de beneficio de cualquier deci-
sión de inversión y que, por otro, se mantengan las posi-
Los inversores tienden a exagerar sus capacidades y ciones ante la expectativa de crecimiento continuado en
esperar que el resultado derivado de sus actuaciones los beneficios.
siempre será positivo. Este factor, denominado disonancia
cognoscitiva lleva a los agentes a tener una mayor con- Representatividad del pensamiento
fianza en su propia percepción de la realidad que en el
funcionamiento real de los mercados. El hecho de que Otra de las particularidades asociadas al comporta-
muchos de los inversores tanto en mercados emergentes, miento de un inversor no profesional es la creencia de
como en valores tecnológicos se viesen recompensados que si un determinado suceso refleja la característica
por fuertes subidas iniciales, ocasionó que éstos genera- esencial de un fenómeno, entonces ese determinado
sen una confianza ciega en las expectativas de nuevas al- hecho particular presentará casi las mismas probabili-
zas, fortaleciendo estas creencias con las subidas que ex- dades de materializarse como el fenómeno en toda su
perimentaban los mercados y los beneficios obtenidos por expresión.
amigos y conocidos, Goldberg y Von Nitsch (1999). Los primeros estudios sobre esta cuestión se deben a
Especialmente, en el sector tecnológico, esta situa- Kahneman y Tversky (1974) mientras que la aplicación
ción provocó que los inversores particulares tomasen más concreta al ámbito del inversor se trata en Rabin
posiciones largas incluso cuando los inversores profe- (2002). Este último autor indica que los individuos, si cono-
sionales habían salido de las mismas, Griffin, Harris y cen el proceso de generación de un determinado fenóme-
Topaloglu (2003), llevando a decisiones que no contem- no, tenderán a caer en un error, al fundamentar sus deci-
plaban con claridad la prima de riesgo asociada a la siones de inversión en la «ley de los pequeños números».
toma de posición. Como señala Shiller (2000), los inver- Por ejemplo, si se lanza al aire una moneda dos veces y
sores en bolsa prefieren creer que el mercado va a se- ambas es cara se asigna una probabilidad mucho mayor a
guir su carrera alcista, y no hacen caso de aquellos que que en un tercer lanzamiento el resultado sea cruz y ade-
recuerdan bajadas anteriores de los mercados. más esta probabilidad sería la misma con dos lanzamien-
tos que si se ha realizado éste 1.000 veces. Es decir, se España a lo largo del período de la burbuja tecnológica
asigna una representatividad plena a una muestra peque- con el objeto de comprobar si los inversores españoles
ña a la hora de tomar decisiones en el juego y lo mismo es han mostrado algunas de las actuaciones anteriormente
extrapolable a una decisión financiera. indicadas. En este sentido, serían varios los prismas
Del mismo modo, en el caso de que un individuo no co- desde los que se puede analizar esta situación.
nozca el proceso de generación de un determinado suce- Un estudio interesante podría ser el investigar si los
so también se suele producir el mismo error porque los gestores de los fondos, como señalan Brunnermeier y
inversores tienden a actuar muy rápidamente fundamen- Nagel (2003), al ser inversores más informados deben
tándose en una inferencia obtenida con muy pocos ele- actuar como «arbitrajistas racionales» que se encar-
mentos y en base a un proceso de ensayo y error. En el guen de llevar los precios de los activos a lo que serían
caso que nos ocupa, una regla de inversión aprehendida sus cotizaciones en un mercado eficiente. Por lo tanto,
en la primera época de las inversiones en los mercados según esta teoría, cabría esperar que este tipo de parti-
emergentes o del boom tecnológico, conduciría a una cipe del mercado se hubiese comportado de forma más
subida en el precio de cotización de estos activos. racional sirviendo como «suavizador» en el exceso de
valoración de las compañías, siendo su posición en las
Duración de las creencias mismas menor que la que le correspondería a la posi-
ción de mercado, evaluada en la composición del índice
Los individuos una vez que toman una decisión son rea- de mercado tecnológico.
cios a cambiarla. Edwards (1978) o Barberis, Shleifer y Sin embargo, esta aproximación requeriría de una in-
Vishny (1998) sostienen que las personas tienden a des- vestigación que por sus características estaría fuera del
confiar de los nuevos datos otorgándoles un peso más pe- contexto de este artículo. Por ello, nos centraremos en
queño en sus procesos de decisión que el peso otorgado el comportamiento de los inversores ante las variacio-
a las primeras observaciones. Como consecuencia, y uni- nes de las cotizaciones de las empresas tecnológicas,
do al fenómeno de representatividad del pensamiento, si especialmente tras el desplome de las .com que se pro-
los inversores fundamentándose en sus primeras viven- dujo a partir de la primavera del año 2000.
cias, creen que una determinada economía o sector está La primera idea que se puede extraer es que los sus-
en alza, tardarán en cambiar esta percepción a pesar de criptores, atraídos por las altas rentabilidades del merca-
que pudiesen existir diversas señales en los mercados fi- do tecnológico, acudieron en masa a las instituciones fi-
nancieros que condujesen al aserto contrario. nancieras. Para analizar este efecto utilizamos los datos
Todos estos factores, representan y componen un de los fondos de inversión incluidos en el epígrafe de
marco teórico que puede explicar tanto el surgimiento, «Tecnología Global» de la clasificación de Standard &
como el mantenimiento durante la década de los años Poor’s. En esta categoría están incluidos 24 fondos cuyo
noventa de burbujas especulativas en distintas econo- listado se presenta en la Cuadro 1. Todos estos fondos
mías emergentes o el boom bursátil experimentado por están constituidos entre abril de 1997 (Bankpyme Comu-
el sector de la Nueva Economía. nicaciones) y julio de 2001 (CAM Sector Tecnológico).
Hemos subdividido los fondos a su vez según el ta-
4. El comportamiento de los fondos de inversión maño y origen de sus gestoras en tres grupos. En pri-
en España: una primera aproximación mer lugar, hemos realizado un grupo, Gestoras gran-
des, con aquellas grandes gestoras vinculadas a los
En este epígrafe se realiza un breve análisis de la grandes bancos (Santander Central Hispano, Banco
evolución de los fondos de inversión tecnológicos en Bilbao Vizcaya, Bankinter y Banesto). Por otra parte
CUADRO 1
Fondos de inversión
Gestoras pequeñas Espirito Santo Tecnología Espirito Santo Gestión ES0138945037 02/04/1997
Bankpyme Comunicaciones Bankpyme ES0113603032 04/04/1997
Gaesco TFT Gaesco Gestión ES0138984036 12/12/1997
Fonpenedés Tecnología CEP Gestora ES0158325037 27/08/1999
Mutuafondo Tecnológico Mutuactivos ES0141222036 17/12/1999
CAN Tecnología Gesnavarra ES0115686034 07/07/2000
Caixagirona Telenet Caixa Girona Gestió ES0115414031 21/07/2000
Fondmapfre Tecnología Mapfre Inversión Dos ES0138396033 11/09/2000
Fonpastor Tecnología Gespastor ES0168669036 21/11/2000
se encuentran las dependientes de grandes cajas de hora de experimentar el efecto de contagio dependien-
ahorro o confederaciones de cajas, Gestoras media- do no tanto de la gestora, como de la capacidad de dis-
nas (Caja Madrid, la Caixa, Caixa de Catalunya, Iber- tribución de su banco asociado. La capacidad de los
caja, Ahorro Corporación o Caja del Mediterráneo) y, participes en los fondos de sentirse influidos por la situa-
por último, el resto, Gestoras pequeñas, que incluye ción de efervescencia de los mercados tecnológicos se
tanto cajas pequeñas (por ejemplo Caixa del Pene- nota en las tasas de crecimiento tanto en capitalización,
dés), bancos pequeños (Bankpyme) u otras institucio- como en el número de partícipes, Cuadro 2. Hasta el
nes (Gaesco). año 2000, el ritmo de crecimiento es muy fuerte, espe-
Esta división tiene la misión de establecer si existen cialmente en grandes cajas y bancos, a pesar de que
diferencias entre los distintos tipos de inversores a la fueron las instituciones más pequeñas las que más rápi-
CUADRO 2
damente se incorporaron a la moda de la tecnología. Se elevada inversión en marketing junto con la importante
aprecia un optimismo generalizado de los inversores y presencia del sector en las noticias financieras son cla-
gestores debido a la situación de crecimiento continua- ves en la forma de proceder de los inversores que ac-
do de los beneficios. tuaban de acuerdo con rentabilidades pasadas que es-
La categoría de Standard & Poor’s se inicia en 1997, y peraban se repitiesen con las nuevas posiciones adqui-
mientras que a final del año apenas hay 3.500 suscripto- ridas.
res, ese número se multiplica por 100 en el año 2000. No Sólo a partir del 2001 se ralentiza el ritmo de suscripción
obstante, y en contra de lo que se pudiese pensar, el nú- en los bancos, y con caídas similares en otras institucio-
mero de suscriptores sigue creciendo durante el 2001 nes que ya venían experimentando un retroceso en el nú-
una vez que ya ha pasado la burbuja tecnológica aunque mero de sus participantes. El desplome de las .com, tan
este comportamiento no es similar en todos los grupos. evidente en los mercados bursátiles, sólo se traduce en
Sólo el grupo de los grandes bancos es el que crece en el salidas de los suscriptores una vez que éstos se enfrentan
número. La explicación está directamente vinculada a la al peligro de una fuerte recesión económica y, por tanto,
aparición de muchos fondos en ese sector que todavía sienten que no va a producirse una recuperación del pre-
trataban de aprovechar la estela del sector tecnológico. cio de las acciones en el corto plazo y con pocas posibili-
Sin embargo, no hay que pasar por alto el significado dades de recuperación de sus inversiones.
de este comportamiento. Los inversores creían las reco- El Gráfico 1 y el Cuadro 2, muestran cómo a pesar de
mendaciones que desde las instituciones se daban so- la tremenda caída en el valor de capitalización de los
bre el retorno a la senda del crecimiento en bolsa. La fondos de inversión el número de partícipes disminuye
persistencia en las creencias en esa recomendación, re- en una tasa mucho menor. Sin duda, el comportamiento
forzada por el lanzamiento de nuevos fondos con una tradicional de los inversores españoles, con aversión a
GRÁFICO 1
400.000 5.000
350.000 4.500
3.500
250.000 3.000
200.000 2.500
150.000 2.000
1.500
100.000
1.000
50.000 500
0 0
00
0
99
00
99
98
98
01
01
02
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97
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-0
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-9
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-9
e-
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p-
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En
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Se
Se
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Se
En
Se
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Se
En
Se
M
M
M
M
M
ciudadanos por las noticias financieras junto con el opti- papel significativo en su toma de decisiones y, por tanto,
mismo generalizado de los analistas bursátiles ocasionó este hecho debe añadirse en los análisis de crisis finan-
un crecimiento importante de los fondos de inversión. cieras. Adicionalmente, sería interesante conocer si es-
Este desarrollo de los fondos se acrecentó tanto por las tos factores se exhiben en un mayor grado en los inver-
opiniones desde diversos sectores sobre la quiebra del sores particulares respecto a los gestores profesionales
sistema público de pensiones, como por la mayor de- o, por el contrario, ambos grupos lo padecen de igual
manda de activos al incorporarse las generaciones pro- forma. Esta cuestión constituiría un buen estímulo para
cedentes de los baby-boom. futuras investigaciones en este campo de estudio.
Ahora bien, como se expuso anteriormente, el haber
experimentado un período fructífero y continuado de Referencias bibliográficas
rentabilidades económicas procedentes de las inversio-
nes puede originar en los agentes un exceso de confian- [1] ABEL, A. (2000): «The Effects of a Baby Boom on Stock
Prices and Capital Accumulation in the Presence of Social Se-
za en la evolución del mercado que generaría una sen-
curity», Mimeo, University of Pennsylvania.
sación de optimismo y pensamiento positivo. Esta sen- [2] ABEL, A. (2001): «Will Bequests Attenuate the Predic-
sación supondría tanto una sobreestimación de las ted Meltdown in Stock Prices When Baby Boomers Retire?»,
posibilidades de beneficio por las decisiones tomadas Review of Economics and Statistics 83: 4.
de inversión, como que se mantuviesen las mismas po- [3] ACEMOGLU, D. (2001). «Directed Technical Change»,
NBER Working Paper Series número 8287.
siciones inversoras en el largo plazo sin atender a las
[4] BAKSHI, G. S. y CHEN, Z. (1994): «Baby Boom, Popu-
señales que emite el mercado. Son precisamente estas lation Aging, and Capital Markets», Journal of Business 67:
manifestaciones psicológicas de duración de las creen- 165-202.
cias y representatividad del pensamiento por parte de [5] BARBERIS N., SCHLEIFER, A. y VISHNY, R. (1998):
«A Model of Investment Sentiment», Journal of Financial Eco-
los inversores las que pueden provocar el agravamiento
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que ambos mercados han presentado similitudes en su
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School.
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