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EL JUEGO Y EL CUERPO

COMO BRÚJULA

A menudo el juego libre o la experimentación de nuestro cuerpo en la


interacción con un espacio y con los otros, permite aflorar nuestras
necesidades reales.

La espontaneidad y las emociones en el desarrollo del juego permiten traer


al consciente todo aquello que nos ocurre internamente. Esto también
ocurre en la danza o a través de la música si utilizamos como brújula el
cuerpo. 

Todo aquello que necesitamos aprender en cada momento está disponible


para poder hacernos conscientes,   observándonos u observando lo que
ocurre.

En  toda situación de juego o experiencia lúdica que transcurre en un lugar


seguro y preparado, permite el aprendizaje y la consciencia de lo que
experimentamos en el momento presente a través de nuestros sentidos,
sistema  motor y también de nuestro sistema emocional y cognitivo.
Cualquier experiencia vivida desde el movimiento permite crear una red de
interconexiones que se graban en nuestro cuerpo permitiendo expresar de
forma instintiva lo que necesitamos hacer consciente.

Cuando un niño juega, ocurre lo mismo. Prueba, cambia, grita, gira, baila,
salta… cuando realmente su impulso interno se lo pide, bien por su
necesidad o por la relación de lo que ocurre dentro(necesidades internas) 
con lo que está sucediendo externamente. 

Nosotros como adultos podemos experimentar exactamente lo mismo


aunque nuestros mecanismos son más complejos y muchas veces no nos
permitimos sacar fuera todo aquello que necesitamos experimentar para
comprender y aprender. Quizás porque hemos perdido la capacidad de ser
espontáneos y estar en el presente, permitiéndonos profundizar en las
sensaciones, emociones y aprendizajes que la situación está aportando en sí
misma.
En estos  momentos es importante, dejar salir todo aquello que nos ocurre
por dentro. Permitirnos vivir esta experiencia escuchando nuestro cuerpo,
nuestras necesidades reales, como adultos y como niños, solo así mi
interacción con ellos será autentica y real.

Los juegos en si mismos aportan cualidades que pueden acompañar lo que


nos sucede internamente, a veces es interesante propiciar el espacio o los
recursos para que esto suceda, previa observación y escucha de lo que el
niño pide a través de su conducta y sus demandas.

Los juegos de sostén nos permiten, sentirnos protegidos, sentir que todo
saldrá bien que somos sostenidos y podemos relajarnos. Sentir que alguien
nos cuida. Son todos aquellos en los que nuestro cuerpo descansa porque
hay algo que no le permite caerse, sentimos  el sostén en nuestros pies en la 
firmeza del suelo que piso, en nuestra espalda en una hamaca o el cuerpo
de otro que nos mece.  En un pequeño refugio acolchado, en una manta que
nos envuelve. Todos ellos nos aportan el contacto y nos recuerdan los
primeros momentos de vida, donde nuestras pieles se encontraban por
primera vez y llegábamos a un mundo desconocido pero alguien nos
sostenía en brazos.
Los juegos de lucha, de pulsión.. nos permiten enfrentarnos al mundo,
saber que somos capaces, buscar estrategias para vencer nuestros miedos
y aun así defender aquello en lo que creemos. No consisten en dañar al
otro sino en enfrentarnos simbólicamente a nosotros mismos. Una
batalla de pintura, derribar el catillo o la construcción recreada, atrapar a
lo que llamamos “los malos”, y luego quitarnos las máscaras para crear
juntos.

Los juegos de recreación, son juegos inventados… juegos donde


recreamos escenarios, hipótesis donde comprobamos que pasaría siii…
nos permiten explorar y entender el mundo. Sus propiedades, sus
cualidades y como nos identificamos en diferentes roles, sintiéndonos
más cómodos en unos u otros.

Los juegos de expresión, son aquellos que nos permiten soltar aquello
que sentimos dentro, aquello que está en nuestro cuerpo y necesita ser
transmitido, observado, explorado y compartido. Aquello que nos
identifica con la realidad que sucede a través de nosotros. Son juegos
donde nuestro potencial se expresa y es visto.
La expresión puede ser a través del cuerpo, la oralidad, el arte, la
música, las invenciones que queremos compartir pero que implican
sacar lo que tengo dentro a través de lo nuevo, creado, inventado,
construido hacia afuera. Lo hacemos a través de la danza, con
movimientos rápidos, pisadas fuertes, giros veloces, saltos intrépidos
en un redoble de tambor, donde expresamos nuestra fuerza, energía,
con movimientos firmes. O nuestra dulzura, vulnerabilidad a través
de movimientos suaves,redondos, pausados, continuos.

El arte, la pintura, la escultura, la creación y transformación de cualquier


material en otra cosa, nos invita a decir, que todo es posible, que todo
cambia y se transforma. Que lo que pienso y sueño es posible, que lo creo
con mis manos y luego lo comparto. Que puedo convertir un lienzo en
blanco en todo aquello que deseo aceptanddo el reto de convertirlo y
compartirlo.

Invita a aceptar lo que sucede y lo que creamos aunque a veces no sea lo


que realmente teníamos en mente. Nos sirve para poner en valor lo
nuestro, lo construido, aceptar el proceso de lo creado con sus
perfecciones e imperfecciones.
En definitiva, a cada rato estamos aprendiendo de nuestras experiencias
teniendo como brújula el cuerpo y las emociones. El juego al niño le
sirve para experimentar fuera lo que sucede dentro, para
experimentarse a sí mismo a través del mundo. Sintiendo, el placer de
que lo acompañen y lo sostengan a través de los límites amorosos.

Aprendiendo que cuando no sucede lo que desea, puede seguir


explorándose, reinventándose. Volver a escucharse y equilibrarse, una y
otra vez, no porque alguien lo guíe o lo transforme sino porque
realmente el siente que quiere transformarse, aprender, probar, ser
infinito en sus posibilidades de creación y acción.

Permitirnos jugar, explorar, ser y expresarnos en cada momento, en


cada situación, nos hace libres, nos permite descubrir nuestras
potencialidades. Dejemos ser y seamos niños.

Beatriz Bouzón Couñago

ref. bibliográficas:
"Juegos de crianza : El juego corporal en los primeros años de vida" Daniel Calmels.
"Educar para ser. Vivencias de una escuela activa" Rebeca Wild

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