Profesional Especializado Grupo Control Interno Disciplinario Territorial Neiva.-
DISCIPLINADO: VICTOR HUGO CHARRY LARA
RADICACION: Investigación Disciplinaria No 41-1414-2010 ASUNTO: Descargos
Dentro de la oportunidad legal me permito rendir descargos en
relación con el pliego de fecha 30 de marzo de 2011, que se me notificara personalmente el 11 de abril de 2011, en el que se me formulara el siguiente cargo:
“Presuntamente incumplir el deber previsto en el numeral 1 del
artículo 34 de la Ley 734 de 2002, cuando posiblemente violó lo previsto en:
Numeral 3.1. Responsabilidades del manual de procedimientos
interventoría Cód P110-01/2007 versión 3 folio 42,
- Responder por la verificación en el cumplimiento del objeto y el
control en la ejecución de las obligaciones pactadas contractualmente.
- Numeral 5.2.3. del mismo manual, de las responsabilidades del
interventor último punto “Es deber del interventor realizar por escrito toda orden, comentario o sugerencia que surja de la ejecución contractual” folio 46.
- Numeral 5.2.4. De las funciones del interventor.
- Exigir al contratista la ejecución idónea y oportuna del contrato, - Informar el incumplimiento en que incurra el contratista y oficiar a la Oficina Asesora Jurídica y al ordenador del gasto para adoptar las medidas pertinentes. Presuntamente se violaron las normas descritas porque el implicado estando en ejercicio de funciones como interventor del contrato No 1479 de 2008, omitió exigir al contratista la ejecución idónea y oportuna del contrato y a pesar de notar el incumplimiento no informó a la Oficina Asesora Jurídica ni al Ordenador del Gasto”
MOTIVOS DE DEFENSA
En desarrollo de la Interventoría del contrato No. 1479 de 2.008,
suscrito por la Dirección Territorial Huila del IGAC con el contratista Gonzalo Pérez Bocanegra, y en consideración del cargo que se me formula en cuanto al incumplimiento del deber previsto en el numeral 1 del artículo 34 de la Ley 734 de 2002, hago las siguientes observaciones:
Como se establece en el numeral 3.1 punto 3 Responsabilidades
del manual de procedimientos Interventoría Cod P110-01/2007 versión 3, no es cierto que no se haya respondido por la verificación en el cumplimiento del objeto y el control en la ejecución de las obligaciones pactadas contractualmente, puesto que sí se hicieron los requerimientos correspondientes en desarrollo del contrato No. 1479 de 2008, que aunque no fueron de forma escrita, sí se hicieron de manera verbal, tal como obra en las pruebas recaudadas por su Despacho, y como allí mismo se reconoce.
Además, y por el corto término de ejecución del contrato, y por
las demás obligaciones paralelas como funcionario encargado del área de Formación de la Dirección Territorial Huila del IGAC, se omitió lo relacionado con el requerimiento escrito por el incumplimiento de lo pactado entre el IGAC y el contratista Gonzalo Pérez Bocanegra, pero sin que ello quiera decir que esa omisión le haya generado un daño a la Entidad que estaba representando dentro de esa relación.
Por el contrario: Tal como consta dentro del proceso, y en vista
del incumplimiento que el contratista presentaba en la ejecución del objeto del contrato al no hacer entrega oportuna de las planchas con levantamiento topográfico actualizado, y por la premura del tiempo, que no daba margen para dilatadas discusiones contractuales, tomé la decisión de iniciar labores de reconocimiento predial con el material de planchas análogas propiedad del IGAC, para aplicar en el área urbana del Municipio de Acevedo y el caserío San Adolfo de la misma población; caserío El Viso del Municipio de Elías, y los caseríos de San Antonio, Zuluaga y la Jagua en el Municipio de Garzón, y de esta forma evitar mayores retrasos en las labores para las que se requería el material a suministrar por el contratista Gonzalo Pérez Bocanegra.
Así fue como se pudo culminar el trabajo antes de finalizar el
año 2008, con recursos propios del Instituto, y sin que ello hubiera implicado un daño o gasto para el mismo, sino todo lo contrario: con mi decisión se pudo cumplir dentro del término la actualización catastral en las zonas mencionadas, lo cual debía ser a toda costa antes de finalizar el año, y de paso se ahorró unos recursos, al margen del contrato que estaba adelantando el mencionado contratista, el que en últimas no fue necesario utilizar por la extemporaneidad con que lo hizo. Contrario al cargo que se me enrostra, en el sentido que no requerí al contratista PEREZ BOCANEGRA para que se allanara a cumplir el contrato dentro del término previsto en él, sí lo hice, como ha quedado demostrado con las versiones rendidas por los ingenieros Héctor Gabriel Ortiz Solano y Edgar Polanía Unda, quienes son contestes en reafirmar lo aquí asegurado, en el sentido que sí requerí en varias ocasiones al contratista mencionado, pero que ante la pasividad de éste, y a la urgencia de culminar los trabajos dentro de lo programado, fue que tomé la decisión ya aludida, en el sentido que se adelantara el mismo con las planchas análogas propiedad del Instituto, como en efecto se hizo, y como satisfactoriamente se culminó.
En cuanto a lo establecido en el numeral 5.2.3 del mismo
manual, de las responsabilidades del Interventor, en el sentido que “Es deber del Interventor realizar por escrito toda orden, comentario o sugerencia que surja de la ejecución contractual”, es cierto, pero en ningún momento se evadió la responsabilidad, ni se incurrió en ella, puesto que me mantuve muy atento al desarrollo de dicho contrato, ya que el producto de su ejecución era el insumo indispensable para las labores de reconocimiento predial en los municipios que se estaban actualizando, y de esta forma llegaran a buen término.
Es tan así, que a los Coordinadores de los procesos de
Actualización de Acevedo y el caserío de San Adolfo, caserío de El Viso en el Municipio de Elías y los caseríos de Zuluaga, La Jagua y San Antonio del Municipio de Garzón, los señores Alfredo Obregón Claros, Edgar Polanía Unda y Héctor Gabriel Ortiz Solano, se les autorizó por escrito adelantar el levantamiento de los predios de cada manzana teniendo en cuenta las cartas catastrales análogas existentes, ya que el contratista de los trabajos de Topografía había incumplido con lo contratado (anexo copias de dichas autorizaciones). Estas autorizaciones no fueron radicadas en las oficinas centrales del Instituto, ya que se elaboraron en terreno, en campo, a gran distancia de las oficinas centrales del IGAC, y se entregaron allí mismo, como consta en los recibidos, razón válida y justificante del porqué no se radicaron en la Oficina Central.
En cuanto a lo establecido en el numeral 5.2.4 del mismo
manual y relacionado con las funciones del Interventor, “exigir al contratista la ejecución idónea y oportuna del contrato”, esta labor se hizo, sino que el contratista incumplió y no solamente incumplía con lo pactado sino que no daba la cara, negándose en varias oportunidades a la comunicación telefónica.
En lo relacionado con “informar el incumplimiento en que
incurra el contratista y oficiar a la Oficina Asesora Jurídica y al ordenador del gasto para adoptar las medidas pertinentes”, no se informó por escrito, pero el Ingeniero Ramiro Vega Escobar fue enterado de esta situación, e incluso en su oficina se llevó a cabo una reunión con el Topógrafo contratista para ver de qué manera el citado entregaba los trabajos que había contratado dentro del término establecido, reunión en la que se le requirió para ello.
De tal suerte que, si se analiza en conjunto la prueba recaudada,
y la que se practique dentro de esta actuación, en mi condición de interventor no incurrí en ningún tipo de falta disciplinaria, ni por omisión, y menos por acción, ya que si lo que se me recrimina es el hecho de no haber manifestado a la Dirección el incumplimiento del objeto del contrato que se presentaba por parte del contratista PEREZ BOCANEGRA, sí lo hice, como acabo de relacionar, y lo hice verbalmente en presencia del Director Territorial, quien al unísono con el suscrito, requerimos en esa reunión al contratista, para que se allanara a cumplir oportunamente con el objeto del contrato.
Y como el objeto del contrato no fue, ni ha sido recibido por el
suscrito, ni se ha liquidado el mismo, como consta dentro del proceso, y ante el incumplimiento del contratista en entregar al IGAC dentro del término contractual el insumo a que se comprometió, hacen que de hecho ese contrato se encuentre resuelto, sin compromiso del Instituto para cancelar su valor, situación que, ante la culminación final de la actualización catastral en las zonas requeridas, con base en material propio del Instituto, hace inocuo el hecho que se haya o no cumplido el contrato, o que se haya o no requerido al contratista, porque en últimas esa omisión por parte de éste, si buen causó un pequeño traumatismo a las labores de actualización catastral que se desarrollaban en ese momento, no implicó su paralización ni daño alguno a la Entidad para la que presto mis servicios.
Y no siendo por sus resultados trascendente el que no se
hubiera aportado el insumo objeto del contrato suscrito con el topógrafo GONZALO PEREZ BOCANEGRA, y finalmente se hubiere podido realizar los trabajos para los que se requería de ese insumo, hacen inocuo pensar en la imposición de una sanción contra el suscrito, ya que ello no puede ser más que un hecho menor que contraría el orden administrativo interno, pero de ninguna manera un hecho generador de responsabilidad disciplinaria porque, repito, es indistinto para el IGAC en este momento que se hubiere o no ejecutado el contrato, porque lo buscado con éste se logró suplir con recursos propios, prescindiendo en absoluto de ese material. Esa falta de entrega oportuna del contrato cuestionado no implicó mayores trastornos para que el IGAC adelantara sus labores propias, en especial la actualización catastral en las zonas que ya se mencionaran, y que gracias a la oportuna decisión de adelantar ese trabajo con planchas análogas del Instituto, se cumplió con el cometido propuesto.
Dar por probada la responsabilidad disciplinaria por el simple
hecho de no haber requerido por escrito al contratista para que se allanara a cumplir con el objeto de un contrato que a la postre resultó intrascendente para el cumplimiento de las labores propias del IGAC, y/o dar por probada responsabilidad disciplinaria porque no le informé a la Oficina Asesora Jurídica, es adoptar una postura de imputación de responsabilidad objetiva, la que se encuentra proscrita en la Lay 734 de 2002:
ARTÍCULO 13. CULPABILIDAD. En materia disciplinaria queda proscrita
toda forma de responsabilidad objetiva. Las faltas sólo son sancionables a título de dolo o culpa.
Y estando proscrita esa forma de responsabilidad, en la que las
consecuencias sancionatorias se medirían por el simple resultado, sería caer dentro de la prohibición anotada, porque como hasta aquí se ha venido insistiendo, el contrato cuestionado no resultó trascendente para el cumplimiento del objetivo propuesto por el IGAC, como era el de adelantar labores de actualización catastral en el área urbana del Municipio de Acevedo y el caserío San Adolfo de la misma población; caserío El Viso del Municipio de Elías, y los caseríos de San Antonio, Zuluaga y la Jagua en el Municipio de Garzón, para lo que en su momento hubiera resultado oportuno contar con las planchas topográficas contratadas, pero ante la premura de los trabajos, y habiéndose podido suplir esas planchas topográficas con las análogas que reposan en el Instituto, convierten repito, en inane unas consecuencias sancionatorios sobre algo que no produjo ningún tipo de daño a la Entidad, y que a la postre no resultó trascendente.
Pero de darse valor a esa formal omisión de haber informado
por escrito a la Oficina Jurídica Asesora sobre el incumplimiento del contrato, hubiere sido un desgaste innecesario para el Instituto el haber dado inicio a una actuación administrativa derivada de ese contrato, esa sí con consecuencias desastrosas para el cabal cumplimiento de los fines del IGAC, porque con seguridad no se hubiere podido culminar las labores de actualización catastral ya mencionadas.
Así las cosas, esa omisión en que pude formalmente incurrir, no
deja de ser un hecho de menor o poca trascendencia, de aquellos a que se refiere el artículo 51 de la Ley 734 de 2002, que a lo sumo hubiere ameritado un llamado de atención verbal, que no genera antecedente disciplinario alguno, como muy respetuosamente solicito acoger. Por su utilidad, y para mayor claridad, transcribo la mencionada norma, de aplicación en el presente caso:
ARTÍCULO 51. PRESERVACIÓN DEL ORDEN INTERNO. <Aparte
tachado INEXEQUIBLE> Cuando se trate de hechos que contraríen en menor grado el orden administrativo al interior de cada dependencia sin afectar sustancialmente los deberes funcionales, el jefe inmediato llamará por escrito la atención al autor del hecho sin necesidad de acudir a formalismo procesal alguno. <Aparte tachado INEXEQUIBLE> Este llamado de atención se anotará en la hoja de vida y no generará antecedente disciplinario. PRUEBAS
Comedidamente le solicito ordenar la práctica de las siguientes
pruebas, a ser evacuadas dentro de esta etapa procesal:
- Se recepcione testimonio al doctor RAMIRO VEGA
ESCOBAR, Director Territorial del ICA Huila, quien podrá dar fe de los requerimientos verbales que en presencia de él le hice al contratista GONZALO PEREZ BOCANEGRA.
Se oficie a la Tesorería de la Dirección Territorial del IGAC para
que certifique si se ha cancelado valor alguno por concepto de la suscripción y ejecución del contrato No 1479 de 2008, suscrito con el señor GONZALO PEREZ BOCANEGRA; además, para que allegue toda la documentación que allí repose y haga relación con el mencionado contrato. Con ello pretendo demostrar que al IGAC no se le ocasionó daño económico o material alguno.
Se oficie a la Dirección territorial del IGAC para que allegue toda
la documentación que allí repose y/o haga parte del contrato No 1479 de 2008, suscrito con el topógrafo GONZALO PEREZ BOCANEGRA. Para lo que resulte pertinente.
PETICION
Teniendo en cuenta lo expuesto, con todo respeto solicito a
Usted que, una vez recaudada la prueba aquí solicitada, y las que oficiosamente considere, se me absuelva del cargo disciplinario formulado en el pliego objeto del presente.
De manera subsidiaria, solicito a usted que, de no prosperar la
petición de absolución antes invocada, se de aplicación al artículo 51 de la Ley 734 de 2002, considerando que mi actuación dentro de los hechos investigados, no deja de ser una pequeña irregularidad que no puede apreciarse como falta disciplinaria, lo que amerita un llamado de atención verbal, sin que pueda remitirse a la hoja de vida como antecedente.