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escuela

STEINER, G. Y LADJALI, C. (2005) . Elogio de la transmisión. Madrid: Siruela.

III. HACER LUGAR


1
Para Todos en la Escuela Secund aria
Cecilia Cresta

Entre las premisas que avalan la tarea cotidiana de los docentes pode-
mos incluir, sin dudarlo, la idea de que la educación es algo bueno y
aporta en sentido positivo a la vida de las personas.
Efectivamente, parte del contund ente triunfo de la escuela de la mo-
dernidad en nuestras sociedades se ha manifestado en una generalizada
convicción sobre el valor de la educación para la plena inserción social
de las jóvenes generaciones. Más aún, se llega a pensar en la educación
como algo importan te e insustituible, directamente ligado a las formas
tradicionales de escolarización; de modo tal que "ir a la escuela" tiene
que ver con el crecimiento saludable de los más jóvenes y su buena vida,
resultando intolerable para muchos la consideración de cualquier alter-
nativa que plantee reemplazos al goce del servicio educativo escolar clá-
sico (moderno, en rigor).
En términos generales, y obviando por unos momentos las inquietu-
des que esta cuestión del sentir colectivo plantea al campo pedagógico,
los educadores podemos asumir en términos propios la afirmación sobre
el valor de la educación como un derecho inalienable de las personas. Lo
hemos asumido por afios. También y muy frecuentemente afirmamos el
valor de la educación pública como un derecho social conquistado a lo lar-

I Esta producción constituye una versión revisada y actualizada del artículo Hacer lu-
gar para todos en fa escuela secundaria, publicado en 2010 en el N° 232 de Novedades
Educativas.

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go del proceso de construcción histórica de las naciones que persiguen específicas que sentaron las bases de lo que podríamos llamar la identi-
la democracia, el pluralismo y la justicia. dad pedagógica originaria de la escuela secundaria argentina.
No obstante ello, en este último tiempo la extensi6n de la educación Esta identidad se conformó en torno a un mandato que no tenía
obligatoria establecida por la Ley de Educación Nacional N 26206 plan- corno aspiración incluir a todos . A diferencia del proceso instituyente
tea nuevos interrogantes a estas convicciones, valoraciones y derechos, e de la escuela primaria -inscripta legal y tempranam ente como educa-
impone un tema impostergable a la agenda educativa: hacer lugar para ción común, gradual, gratuita y obligatoria- la secundaria se gestó para
todos en la escuela secundaria. favorecer la preparación de los que ingresarían a las universidades para
Ahora bien, ¿por qué es deseable que todos alcancen niveles educa- formar un cuerpo profesional y burocrático capaz de ejercer funciones
tivos superiores más allá de la escolaridad básica? ¿Cuánta educación es públicas. Y no todos los jóvenes de la sociedad gozaban de la posición
necesaria? ¿Por qué resultará valioso para los adolescentes y jóvenes de de origen que era condición implícita para dicho ejercicio. Por todo ello,
sectores sociales hasta el momento excluidos incorporarse a las escuelas podríamos decir que en un primer momento y más allá de la variedad
secundarias .. . ? La pregunta por aquello que se consideraba una verdad de ciudadanos que progresivamente fueron gozando de sus beneficios, la
de perogrullo se impone en las salas de profesores y la afirmación del conformación histórica del nivel asumió la intención política de educar
derecho a educarse demanda nuevos argumentos: ¿por qué la obligato- a los predestinados, y que la escuela secundaria argentina encontró en ello
riedad en secundaria? ¿Por qué ahora? ¿Cómo hacernos? su legítima función social e identidad instituciona l2 •
Desde nuestro punto de vista, la obligatoriedad de la educación se-
cundaria pone en cuestión tanto algunos postulados del sentido común
r. Preguntas y respuestas con historia extendidos en el conjunto de la sociedad, como gran parte de la referida
identidad pedagógica originaria del nivel secundario. Si la educación es
Desafiando el paso del tiempo y dejando atrás los contextos que la vieron algo bueno para todas las personas, y su extensión, una conquista social
nacer, la escuela secundaria argentina asumió el mandato de prolongar histórica, ¿por qué se plantea la pregunta por la obligatoriedad? ¿Cuánta
y profundizar la educación básica: con miras a favorecer {ina mejor pre- educación debería recibir una persona para lograr incluirse 3 en nuestra
paración para cursar estudios superiores en un primer momento y para sociedad actual? ¿Cuál es la cuota de educación que marca el umbral de
desempeñarse favorablemente en determinado s trabajos, poco tiempo la equidad? En todo caso, y ya desde la perspectiva propia del nivel se-
después. Este mandato tuvo por destinatarios a los jóvenes del país que, cundario ¿cuánta consideración de situaciones diversas puede tolerar la
en ese"1llomento y por diferentes razones, se encontraron predispuestos escuela secundaria? ¿Q,!lé es lo que define hoy su especificidad?
a requerir y a cursar estos estudios. Desde ese origen, la escuela secunda- En la base de todas estas cuestiones se plantean -desde nuestro pun-
riJ argentina se erigió, como institución relevante y diferenciada, en un to de vista y entre otros aspectos- otras preguntas: las preguntas por
Sistema Educativo que se entendió como factor clave en la construcción las mejores formas de vivir y crecer en comunidad; aquellas que fun-
del sustrato material y simbólico del Estado Nacional, de su indepen- damentan la búsqueda siempre activa de sociedades igualitarias, justas,
dencia, organización y prosperidad . plurales ... ¿Q,!lé educación, cuánta educación, para avanzar en la cons-
Desde su origen, además, la educación secundaria se configuró -en trucción de una sociedad democrática?
cualquier punto del país donde tuviera lugar- con un sentido político
definido, en instalaciones y estructuras organizacionales claramente di- 2 Hablamos de legitimidad social en el propio contexto histórico de origen.

ferenciadas de las escuelas básicas, y con una propuesta pedagógica par- 3 Aludimos a una idea de inclusión amplia, que abarca las posibilidades de inteligir la
ticular. Es decir, con un conjunto de sentidos, disposiciones y prácticas realidad, insertarse laboralmente, dar continuidad a los estudios y participar activa-
mente en la vida cívica.

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es un términ o cuya definición está estrech amente ligada a un contex
En términos generales, hacemos la opción de adentrarnos a consi- histórico y a unas condiciones materiales, así como a los actores sociale
s
~er~ estas cues.tiones reafirmando el valor de la educación y de la
ins-
educac ión implicados y a sus intereses. .
titución educatiya como espacio público dispue sto para la
La idea de calidad que se sostenga y la de calidad educativa en parti-
y
de todos, en favor del bien común. Entend emos que la apropiación cular se definen en relación con un patrón de criterios de valor relativo
,
resignificación de los saberes que confor man el acervo cultural de nues- con anclaje contextual. Sabemos que ambas son construcciones sociale
s
tras soci~dades a~tuales es un derecho de ·las jóvenes generaciones cuya e históricas y en cuanto tales, objeto de revisió n crítica, aunque se pre-
c_onsecución requiere del co~~ro miso de los adultos. Este compromiso senten como inapelables. Cabe entonces pregun tarnos ¿qué concep
ción
de
tiene que ver con la transm món -del conocimiento, de las formas de calidad se habilita en la educación secundaria actualm ente? ¿Se trata
acceso y los modos de construcción de ese conoei miento -, y con 1a 1s
d' _
·b •, d de una concepción unívoca? ¿Esta concepción ha cambiado? ·
tn uc1on e un capital simbólico que es propiedad de todos .
Esto es relevante porque detrás de muchas de las afirmaciones "riue
-
. En este sentido, el mome nto actual constituye una excelente oportu oponen resistencia a la instauración de medida s tendien tes a posibil
itar
nidad para profundizar la discusión sobre la escuela secund aria su rea- s
que el ingreso y la perma nencia de los adolescentes y jóvenes de sectore
lidad, y perspectivas; .sobre lo que este nivel educativo aporta ; lo sociales que hasta el mome nto no recibían educación secund aria (o se
podna ~portar a la vida de los adolescentes y jóvenes de nuestro país; iniciaban en ella y la abandonaban) existen argumentos que expresa
n
de
sobre como los_ educadores vemos el nivel y nos implicamos, a la hora una vigilancia por la calidad, tales como: " .. . se corre el riesgo de bajar 1a
pensar alternativas que garanticen el derecho de todos. calidad . ..", '' ... se preten de incluir por incluir".
Por todo ello proponemos transitar un conjunto de conversaciones Esta vigilancia se sostiene tambié n con base en una idea sobre la exi-
as
para reco1:er_ los sentidos, las estructuras organizacionales y las práctic gencia que está dirigida al desempeño de los estudiantes: "... así se
pre-
q~_e matenali~aron aquella mencionada identidad originaria de la educa- mia a los que no se esfuerzan . .."," ... se dan facilidades y no se trata
de
no volver la mirada
aon secundaria. de nuestro país. Sobre ello es oportu desafío de ampliar, eso ... "
para c~nstrwr respuestas y nuevas preguntas frente al Como dijimos, en la concepción de calidad que estas expresiones
el horizonte de la educación común; frente a la oportunidad de hacer plasman hay una constelación de supuestos que necesitamos somete
ra
lugar. debate. Especialmente porque ponemos en duda -a partir de los valo-
res que sustentan la opción política de la obliga torieda d- que se brinde
"una educación de calidad" en una escuela secundaria en la cual no hay
¿Para qué la obligatoriedad? La pregun ta por el sentid o lugar para que todos aprendan. Desde nuestro punto de vista, una tra-
un
dición escolar-que requiere de la exclusión de algunos para sostener
La idea de escuela secundaria que tenemos y los criterios a partir de los determinado patrón de calidad sigue llevand o a cabo el manda to origi-
cuales la valoramos, tal como lo expresamos más arriba, están relaciona- nario -de dudosa legitimidad para la educación pública actual- de edu-
-
dos con el sentido político que instauró al nivel; con el mandato históri car a algunos jóvenes y no a todos los jóvenes.
co que sentó las bases de su propuesta educati va.
La obligatoriedad no supone "bajar" o devaluar las expectativas de
El sentido político fundante recortaba el acceso al nivel y también aprendizaje ni los horizontes de enseñanza del nivel; implica pensar
en
el e~eso, sobre la puesta en valor de una concepción de calidad que re- la perspectiva de la educación como derecho. Para los educadores supo-
el
q~ena de la selección. Dicho en otros términos, históricamente en ne asumir el desafío de educar a todos, corresponsabilizándonos con
los
ruvel ~e sele.ccionó mediante mecanismos justificados en la concepción estudiantes, junto a los otros docentes, por los resultados parcial es y fi-
de calidad vigente en su época de origen. Y tal como sabemos, la calidad
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nales de dichos procesos . Corresponsabilizándonos tanto por los buenos decisivo para incluirse. Llevando la metáfora al extremo -a los iines de
resultados de aprendizaje corno por las dificultades y el no aprendizaje un análisis más profundo -, no había lugar para la "condición juvenil" de
de los estudiantes. · los estudiantes en el modelo de escuela originario; tampoco para los rit-
Esto tiene irnplicancias políticas y pedagógicas que inciden en los
mos y variantes que imponen otras condiciones vitales -corno el trabajo
planos normativo, organizacional y didáctico del nivel, sobre los cuales
o la paternid ad/mater nidad- cuando estas se presenta n a los jóvenes es-
ya se están planteando cambios, en diferentes puntos del país, en este tudiantes . Así, la dedicación necesaria fue dedicación plena; el aprendi-
último tiempo. zaje fue conocimiento y adscripción a las disciplinas científicas que la
Pero hay más implícitos en la identidad originaria del nivel sobre los
escuela transmitía. Y la promoción, una ecuación de ambos factores.
cuales es oportuno ahondar en este análisis, para continuar perfilando
Hoy, las propias convicciones y la construcción de nuevos saberes
esa escuela secundaria con lugar para todos que pretendemos. Entre
pedagógicos nos invitan a desafiar todas estas ideas, tan invisibilizadas
ellos: una idea del conocimiento, unas concepciones sobre la enseñanza y
como presentes entre las escuelas y los educadores del nivel. Porque he-
la docencia, unas representaciones sobre los estudiantes. mos constatado que el conocimiento se encuentra atravesado por las
En la escuela secundaria primigenia, la intención principal fue llevar condiciones de su producción y por los intereses de los actores implica-
a los jóvenes al conocimiento. A un conocimiento "con mayúscula", que
dos en ella, y que dicha producción no se realiza exclusivamente en los
se definía y dictaba fundamentalmente en las universidades y que se ob-
centros científicos. También porque creemos que las diversas formas de
tenía mediante el estudio pormenorizado de fuentes (siempre escritas)
conocer y de producir conocimientos, sus variadas fuentes y perspecti-
consideradas obras clave de la ciencia positiva. No sólo el conocimiento vas, así como las diferentes vías de comunicación por medio de las cuales
de estas obras era incuestionable en las escuelas preparatorias; su estudio accedemos al saber acumulado, pueden y deberían inundar las aulas, a
y secuenciación temporal estaban regulados externa y estrictamente,jus- favor de volver a definir la función transmisora de la escuela secundaria
tificados en las propias disciplinas científicas. contemporánea.
Esto exigía cierta adhesión por parte de docentes y alumnos: puede Apostamos a renovar el vínculo de la escuela secundaria con el cono-
que comprendieran acabadamente o no los contenidos, sin embargo la cimiento, con base en otra concepción de conodmiento. Una concepción
validez de estos últimos no se prestaba a discusiones, pues respondía a que convoca a los educadores a reapropiarse de él, asumiendo la tarea
otra lógica, externa al propio nivel. Podríamos afirmar que por mucho de abrir el abanico de fuentes y tematizar asuntos referidos a distintos
tiempo, en nuestras escuelas secundarias, resguardar y transmitir el va- órdenes de la realidad y de la vida, que tengan vinculación con los de-
lor de los conocimientos fue una tarea -simbólica, implícita, esforzada- safíos de la vida actual, en el marco de un proyecto colectivo, en demo-
quizás más importan te que la enseñanza misma.
w
cracia. Desafíos que son tales tanto para profesores como para estudian-
• En este marco, la docencia fue adquiriendo rasgos propios y distinti- tes; asuntos socialmente relevantes cuyo abordaje demanda procesos de
vos: en secundaria, el mejor docente fue el más preparado en la materia identificación y elucidación que pueden comenzar en las escuelas.
que enseñaba y el que la transmitía con mayor fidelidad (fidelidad a la Esta perspectiva sobre los conocimientos en la secundaria no se con-
materia, claro). El que enseñaba exigía la apropiación de conocimientos, tradice con la transmisión del acervo cultural· ordenado en disciplinas
con un rigor centrado en la adhesión a la letra de la asignatura y un va- científicas. Sí la supera y rearticula con base en un sentido diferente,
lorado desapego al contexto particular en que esa transmisión se daba. contemporáneo y vital: se trata de poner al alcance de todos los estu-
También el estudiantado fue cobrando identidad. La disposición a ad- diantes la posibilidad de saber con base en el conocimiento disponible.
herir a los conocimientos preestablecidos fue condición básica y la posi- De educarse para dar curso a las demandas de una sociedad en la que
bilidad de disponer de abundante tiempo para dedicar al estudio, factor la información tiene mayor accesibilidad que la construcción de saber a

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partir de ella. De formarse para poder apropiarse de los conocimientos Si docentes y estudiantes no dialogan, desde sus perspectivas y si-
producidos por la ciencia, la técnica o la cultura que inciden, con mayor tuaciones vitales reales, con los conocimientos que la escuela pretende
o menor trascendencia, en su vida cotidiana. transmitir, dichos conocimientos se presentan lejanos y faltos de toda
Esta perspectiva vuelve a trazar la tarea de los docentes del nivel. En vitalidad para los adolescentes y jóvenes, y los propios procesos de trans-
primer lugar porque, como veremos en detalle en el tercer apartado de misión se ven limitados para generar la apropiación significativa que
este texto, implica que ingresen a las aulas temas y problemas que re- toda experiencia de aprendizaje pretende provocar.
quieren una activa toma de posición, que pueden estar fuera del índice Ahora bien, ¿estamos en condiciones de transitar este cambio? Sos-
~e un ":1~u~ clási:o de corte disciplinar, y requerir del aporte de múl- tenemos que un gran obstáculo para que la realidad cotidiana de las es-
tiples disciplinas e mcluso del sondeo de variadas fuentes. En segundo cuelas secundarias se transforme a partir de un renovado sentido peda-
lugar, porque la enseñanza de conocimientos definidos en estos térmi- gógico y político -quizás el primer obstáculo, desde nuestro punto de
nos ~equiere trabajar conjuntamente con otros profesores, combinar ins- vista- es precisamente la persistencia de aquel conjunto de concepciones
tancias de clase expositiva de explicación de conceptos con instancias de que se plasmaron en la identidad pedagógica originaria del nivel y aún
diálog~ y prácticas diversas, en el aula y fuera del aula. Requiere pensar rigen como ideas, patrones de valoración y disposiciones en muchos de
el con}unto de la formación de los .estudiantes, más allá de la propia sus principales protagonistas y en el conjunto de la sociedad, aunque
materia, en favor de la construcción de saberes tales como los descriptos.
hayan perdido relevancia y requieran de profundas revisiones.
Habla_mos a_sí, simultáneamente, de otra concepción de estudiante Para hacer frente a este obstáculo, tal vez necesitemos indagar en el
secundario. Abierta la puerta al saber y a los conocimientos (en plu-
anclaje material de todas estas concepciones y analizar cómo pueden
ral), aspiramos a construir una escuela en la cual los estudiantes puedan
replantearse algunos aspectos que hacen a la concreción estructural del
aprender a partir de sus saberes. Saberes escolares previos, más O menos
vínculo pedagógico en el nivel, para que una nueva idea de escuela pue-
afianzados, _sobre matemática, lengua, arte, idiomas o ciencia, por ejem-
da tener lugar, cada vez mayor y progresivamente, en el sistema educati-
plo, Y también saberes sobre la vida, sobre la naturaleza o la tecnología
entre otros.•. Esto es, pensamos en una escuela en la cual los estudiante: vo y en la sociedad.
sean reconocidos por sus saberes y a la vez convocados por sus docentes
~ sab_er más, en el marco de una formación en la que su situación vital e
2. Supuestos que trazaron la organización escolar
~q~e~des estén implicadas. Una escuela en la que los conocimientos
discrplinar~s ayuden a formular mejores preguntas y a buscar respuestas
La organización de las escuelas secundarias también se encuentra mar-
ª.los desafios que plantea la vida a los adolescentes y jóvenes, y a la so-
ciedad en su conjunto. Una escuela que planifique y priorice la enseñan- cada por la historia. Sus regulaciones, su estructura curricular, la forma y
el uso de sus edificios, sus rituales y costumbres, incluso su ubicación en
za de los pr?icesos _de ,,apropiación y producción de conocimientos, por
sobre los de adhesión o aprendizaje repetitivo. el territorio, se ajustaron armónicamente al mandato originario y per-
sistieron redefiniéndose -en mayor o menor medida- conforme a los
. ~~ es_te marco, la idea de saber se desacraliza al tiempo que la trans-
~isio~ nene chances de democratizarse y pluralizarse. La docencia se tiempos políticos e históricos de cada momento.
Consideremos en primer término el colegio estatal con internado
divemfi~a Y el currículum se acerca a la realidad, porque diversas voces
que posibilitó a los primeros estudiantes secundarios concentrarse y re-
Ymodalidades d~ enseñanza son necesarias para transmitir los múltiples
saberes que reqwere la formación de los adolescentes y jóvenes hoy. cibir educación, en ciertos puntos estratégicos del país, tanto geográficos
como académicos, en respuesta a la demanda social, histórica y política
de la segunda mitad del siglo XIX. Se trata de la misma escuela secun-

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daria que pasó luego por diferentes configuraciones a lo largo de la his- que incorporan variantes en la propuesta escolar regular. En ambos ca-
toria argentina, recogiendo nuevos sentidos políticos que se plasmaron sos, los equipos docentes transforman el uso de las instalaciones, el uso
en variantes institucionales tales como: escuelas normales, escuelas de del tiempo -anual o semanal- y muchos otros aspectos del trabajo ins-
comercio, escuelas industriales, escuelas fábrica o escuelas técnicas, entre titucional, para que todos los estudiantes puedan asistir a la escuela y
otras. Pese a este devenir y hasta hace muy poco tiempo, las prácticas aprender con sus profesores.
sociales y educativas sostuvieron una concepción relativamente estable Vale recalcar que en este movimiento hacia nuevas maneras de ha-
sobre "lo que el colegio secundario es" y sobre "lo que un colegio no cer escuela se han planteado alternativas organizacionales radicalmente
es". Esta concepción -conformad a por el acumulado histórico de regula- diferentes de la tradicional junto a otras que difieren sólo en algunos as-
ciones normativas, materiales y prácticas, y frecuentemente inscripta en pectos. A todas las valoramos aquí, como parte de una misma búsqueda:
un emplazamiento edilicio tipo, reconocible en los establecimientos más la de poner en discusión tradiciones arraigadas que no dan respuesta a
antiguos- se plasma en lo que podríamos llamar la organización tradicio- los desafíos de la sociedad actual, y que atan las formas organizativas y
nal de las escuelas del nivel. las prácticas exclusivistas de escolarización con una concepción de ca-
En esta organización tradicional, directivos, docentes, preceptores y lidad educativa del nivel -en rigor, como dijimos, con un determinado
alumnos se relacionan cotidianamente en un ritmo regular de clases, concepto de calidad-.
evaluaciones y acreditaciones; en grupos estables, cursos anualizados y Más allá de este movimiento y de lo que instituye jurídicamen te la
experiencias pedagógicas previstas dentro del currículum común. Con Ley de Educación Nacional, efectivizar la extensión de la obligatoriedad y
este modelo escolar, en cuya descripción no hace falta ahondar dado que hacerlo deconstruyendo concepciones y construyendo alternativas apro-
es parte de la experiencia vivida por todas las personas que hayan pasado piadas para los diversos contextos escolares y estudiantes, sigue siendo
por las aulas del nivel hasta hace no muy poco tiempo, se identificó pro- un desafío para gran parte del sistema educativo. También para el con-
fundamente a la educación secundaria. Ir al colegio secundario fue -con junto de la sociedad.
raras excepciones- ir a ese tipo de escuela. En este sentido, pensamos que los educadores estamos en condicio-
Ahora bien, sostenemos que esta forma escolar de organización -que nes de asumir una posición de avanzada en este proceso, acompaftando
hemos denominado tradicional- se encuentra en crisis; en muchos esta- la progresiva modificación del emplazamie nto organizacional del nivel
blecimientos educativos resulta inadecuada para la enseñanza y no preci- con prácticas de enseñanza diferentes, que acusen recibo de las nuevas
samente por el cambio de mandato político. Creemos que se resquebraja necesidades que plantea la educación de adolescentes y jóvenes en la
porque,~tal como muchos docentes advierten, impide dar respuestas a
actualidad. Prácticas que den vuelo a nuestro potencial y fortalezcan el
un zran número de estudiantes: a su inclusión efectiva (primero, como valor pedagógico y democratizador de los nuevos modelos de escuela
condición indispensable) y a sus posibilidades de aprender en el colegio secundaria.
secundario (luego, y principalmente).
Por todo ello, si repensar el sentido es la tarea principal, y transfor-
El imperativo de hacer lugar en la educación secundaria nos lleva, en mar la organización escolar en su conjunto, una plataforma necesaria
este orden de cosas, a legitimar los movimientos hacia nuevos mode-
para hacer lugar a todos en el nivel, ¿cómo avanzar hacia la inclusión
los escolares que hoy se registran en el nivel, por cuanto están abrien-
con aprendizaje? ¿Cómo hacer lugar desde la enseñanza?
do la posibilidad de que todos puedan estudiar. Son movimientos que
van desde la creación de escuelas con normativas de cursada alternativas
para públicos específicos, hasta modificaciones en la organización de los'
docentes, de los estudiantes y de los contenidos, en escuelas comunes

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3. La práctica pedagógica en cuestión En primer lugar, hablamos de un vínculo que en el nivel secundario
-históricament e y a diferencia del primario- se despersonalizó y des-
Así como "ir al colegio" en la secundaria podría no remitir a un solo contextualizó, al tiempo que se valoraba positivamente esta operación
modelo organizacional, enseñar no tiene una sola forma y "dar clases" simbólica. El hecho de que un estudiante pueda no conocer el nombre
-como sabemos- admite muchas variantes. de su profesor -y viceversa-, o la situación frecuente en la cual un do-
En coherencia con la identidadpedagógica originaria del nivel y su afi- cente desconoce toda información personal sobre los sujetos a quienes
nidad con la enseñanza universitaria, se fue configurando, como hemos enseña son elocuentes en este sentido, y están relacionados con la cen-
visto, un tipo de profesor que modeló -a manera de rol social instituido- tralidad que cobró "la materia" por sobre los actores involucrados en su
la tarea de los educadores del nivel durante muchos años. En ese marco, enseñanza y aprendizaje, tal como mencionamos, en el modelo origi-
cobró sentido una idea de "dar cátedra", que habilitó ampliamente una nario. Esta realidad, por otro lado, marcó la estructura organizativa-por
enseñanza en la que el profesor podía llegar a no explicar los contenidos; completo, volviendo prácticamente imposible para muchos educadores
bastaba con que los "expusiera" para el curso. U na idea en la que podía replantear este vínculo sin implicar en ello considerables caudales de vo-
llegar a desconocerse el saber (y el no saber) con que el estudiante llega- luntad y tiempo extra.
ba y desentenderse de buscar información al respecto. Una idea de do- Efectivamente, en la estructura escolar de secundaria, el abundante
cencia en la que los profesores podían encargarse de la evaluación de "su caudal de contenidos previstos, su reparto en asignaturas, la formación
materia" sin participar de la visión del conjunto del proceso aprendizaje de los docentes ligada directamente a dichas asignaturas curriculares, los
de sus estudiantes4. horarios acotados y fijos previstos para la enseñanza de cada materia; la
Hemos hecho alusión antes a las concepciones de estudiante y de variedad y cantidad de materias que los estudiantes cursan por año y por
saber que circulan en coherencia con esta idea de enseñanza y con el día; la cantidad de escuelas en que un profesor o profesora toma horas
modelo de escuela que supone. Advertido esto en primera instancia, para componer un ingreso que le posibilite sustentarse, entre muchos
pensamos que este conjunto de cuestiones debe ser objeto de intenso otros factores, colaboraron abonando las dificultades con que se encuen-
debate entre los educadores del nivel, ya que produce prácticas y modos tran muchos educadores para redefinir su modo de vincularse con los
de relación que merecen la profunda revisión y el compromiso de quie- estudiantes.
nes están implicados (y especialmente de los adultos responsables): nos Mientras nuevas condiciones organizacionales y de trabajo docente
referimos a la relación entre los profesores y el conocimiento y al vínculo se construyen, pensamos que es posible fortalecer las experiencias que
educativo entre docentes y estudiantes. replantean el vínculo pedagógico y definirlo apelando a nuevos tópicos.
En cuanto al vínculo educativo, nos interesa realizar algunas consi- La buena disposición del educador hacia el estudiante, que entabla un
deraciones como puntas de un ovillo que sería interesante hacer rodar lazo y expresa interés por su singularidad, es parte constitutiva de la en-
entre colegas, en las escuelas. A partir de ellas, podremos avanzar en señanza y merece ser nombrada. Estas cuestiones -muchas veces decisi-
una revisión que incluye otros vínculos y relaciones constitutivas de las vas en procesos de inclusión educativa- no implican perder de vista que
prácticas de enseñanza. el vínculo pedagógico se instaura para que el estudiante efectivamente
construya los .saberes que hacen a su educación en secundaria. Hablan,
4 Cabe aclarar que cuando caracterizamos la docencia, la ensefianza, el estudiantado o
eso sí, de una concepción de enseñanza en función de la· cual el edu-
la escuela que denominamos "tradicional" lo hacemos construyendo "tipos" que qui- cador no puede pensar la enseñanza sólo con base en su conocimiento
zás no existen en forma pura hoy, ni representan punto a punto la vivencia escolar de de la disciplina; no puede hacerlo en el vacío de conocimiento sobre el
cada uno. Pensamos, sin embargo, que estos modelos o tipos nos ayudan a pensar la
realidad actual, su arraigo tradicional, sus variantes y particularidades.

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contexto, las condiciones vitales y las trayectorias educativas de sus es- fortalecer y actualizar esa formación; esta es una cuestión que remite a
tudiantes. una necesidad siempre vigente, porque ni los contenidos del currículum
Los sujetos del vínculo pedagógico se presentan reales en este encua- ni los desarrollos propios de cada campo de conocimien to son estáticos
dre: con nombres, historias, posibilidades y obstáculos concretos. Así, el y se han renovado en forma cada vez más veloz en las últimas décadas.
aprendizaje significativo es más probable. Sin embargo y al menos en los No obstante ello y en vistas a la construcción que estamos transitando,
formatos organizacionales más frecuentes en el nivel, es poco usual que el tiempo actual interpela más la forma en que los docentes histórica-
un docente pueda "sacar adelante" a todos los estudiantes, trabajando en mente nos hemos apropiado de los contenidos, que a estos últimos en sí
soledad. ~e todos aprendan es una tarea para equipos de enseñanza. mismos.
Y al decir "equipos", no hablamos sólo de la posible combinación de las Valoramos que la transmisión incluya los contenidos y modos de
perspectivas profesionales de tutores, psicólogos y asistentes de distinto construcción de conocimiento más relevantes de cada disciplina: una
tipo -que sin dudas es valiosa-; pensamos en la decisiva importancia del escuela secundaria renovada y para todos requiere de docentes muy for-
trabajo conjunto entre los docentes de un mismo establecimiento. mados y permanente mente actualizados. Sin embargo, como anticipá-
Al respecto y volviendo a los sentidos fundacionales y a los "tipos" bamos, entendemos que el desafío de nuestro tiempo es otro: remite a
que reconstruimos a partir de ellos, a los fines de esta reflexión, podemos entender primero -y a comunicar después, en la práctica de ensefianza-,
decir que la cuestión del trabajo entre profesores no constituyó parte del cómo los contenidos y las perspectivas de la materia enseñada resultan
rol docente, en la matriz originaria. Para empezar, los resultados, los de- especialmente valiosos para entender "la" realidad y mi realidad, "la" vida
beres y la exigencia, el aprender o el no aprender eran cargas propias del y mi vida, las sociedades y la sociedad en la que vivo . .. La escuela se-
rol de alumno y no se contemplaba la posibilidad de que el docente "no cundaria obligatoria requiere docentes que se hayan apropiado profun-
supiera" cómo enseñar "su máteria" a estudiantes que, con muy diversos damente del saber de la materia que enseñan, que se entusiasmen en la
saberes y disposiciones previas, tienen idéntica necesidad de aprender. transmisión de todo lo que van descubriendo al profundizar su estudio
Conocimientos, materias y contenidos que se presentaban fijos e inape- de la misma y que en virtud de ello se permitan ir desde el libro de texto
lables en la tradición pedagógica originaria del nivel movilizaron en for- al periódico, desde las fuentes materiales a las digitales, de la enciclope-
ma individual tanto a profesores como a estudiantes . .. dia a la Web, desde unas versiones a otras.
En este tiempo, los educadores admitimos que no siempre tenemos
En esta perspectiva, apostarnos a que los docentes protagonicen
claridad sobre nuestro saber. Y advertimos nuestras limitaciones a la
dos procesos simultáneos : la desacralización del conocimiento erudito
hora de enseñar en nuevos contextos, a nuevos estudiantes y en el mar-
(como única fuente de saber, tantas veces presentado como inalcanza-
co de opciones político-pedagógicas diferentes de las tradicionales en el
ble y reservado sólo para algunos) y la recalificación de una variedad de
ni;el. Es deseable que con esta claridad demos lugar al trabajo con otros,
saberes que hacen posible acceder al estudio y comprensión de conoci-
como ámbito desde el cual multiplicar las posibilidades de enseñanza
mientos. Aprender, de la mano de los profesores y profesoras, sobre lo
y brindar nuevas oportunidades de aprender para aquellos estudiantes
que la humanidad ha ido construyendo como conocimiento científico
que demandan nuestra mejor práctica. El conocimiento de las singula-
o académico a lo largo de su historia demanda, en este tiempo más que
ridades de los estudiantes y la construcción de alternativas se amplían
antes y en esta escuela más que en la del siglo pasado, profesores y profe-
trabajando entre docentes.
soras convencidos de que es posible estudiar y comprender el sentido de
Ahora bien, si aludimos al saber y al no saber, también cabe reparar en
lo estudiado sin ausentarse de la duda, cotejando lo que se estudia con
el lazo entre los educadores del nivel secundario y el conocimiento. Mu-
saberes de otro orden, reconstruyendo o recreando en términos propios
cho se ha hablado de la formación de los docentes y de la necesidad de
lo que se lee o escucha. En el marco de estos procesos, que interpelan la

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fíACIA LA INNOVACIÓN EN EDUCACIÓN SECUNDARIA
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licos y materiales pa~a, ensefiar y aprender en los colegios de secundaria.
man era en que los propios adultos y los docentes nos vinculamos his- También, por los obstáculos -simbólicos y materiales, una vez más- que,
tóri~~mente con e~ saber, la enseñanza puede cobrar nuevos sentidos y a cada paso, encontramos para hacerlo.
habilitar más y me1ores lugares simbólicos para los chicos y las chicas, en Sin embargo, nos atrevemos a intentarlo: el tiempo oportuno y favo-
la secundaria. rable es hoy. Y si en el presente ya no cabe la nostalgia de imaginarios
En línea con estas convicciones, proponemos imaginar nuevas for- "tiempos mejores", cabe la construcción creativa de lo nuevo. Estamos
mas de enseñanza, entre docentes, en las escuelas. Sobre esto ahonda- en un buen momento para dar lugar a la enseñanza en todas aquellas
rem~s en_ el tercer apartado de e~te texto. Previo a ello y luego de poner formas que los equipos de profesores consideremos valiosas y apropiadas
en d1scus16n algunas representaciones y sentidos fundacionales del nivel para brindar ricas y provocadoras experiencias educativas a los estudian-
cabe explicitar el rumbo que marcan en nuestros días, las políticas edu~ tes. Estamos en un tiempo histórico favorable para dar lugar al apren-
cativas: ¿hacia dónde vamos? dizaje, propiciando y valorando variados ofrecimientos y diferente~ ex-
periencias estudiantiles en el nivel, plurales y equitativas, adecuadas a
los diversos contextos y situaciones en que los adolescentes y jóvenes
4. A modo de cierre: transitan su educación secundaria, por estos días .
Ideas que conforman un programa de acción política pedagógica

~ucho se ha hablado de una cierta nostalgia por la calidad perdida, Bibliografía


circulando en pasillos, salas de profesores y programas de los colegios
secundarios, como expresión de una angustiosa búsqueda que no en- Argentina, Consejo Federal de Educación (2009 a). Lineamientos Polfticos y
contraba rumbo. Aquí hemos propuesto algunas claves para deconstruir, Estratégicos de la Educación Secundaria Obligatoria. Resolución CFE N°
punto a punto, palabra por palabra, el mensaje romántico que ha dejado 84io9. Buenos Aires: Autor.
en la memoria colectiva de la sociedad en general y de la docencia en Argentina, Consejo Federal de Educación (2009 b). Orientaciones para la Orga-
particular, un modelo escolar que fue exitoso para la educación de un nización Pedagógica e Institucional de la Educación Obligatoria. Resolución
grupo de jóvenes de la sociedad y según los parámetros de éxito y cali- CFE N° 93/09. Buenos Aires: Autor.
dad impulsados y valorados en un determinado contexto histórico, so- .
Argentina, Ministerio de Educación. DINIECE (20n). "Acerca de la enseñanza
cial y político. Calidad, selección y exclusión conformaron durante mu-
y el currículum. Un estudio a partir de las representaciones de docentes
chos años la fórmula simbólica del éxito de una educación secundaria
de la educación secundaria (versión preliminar)". En Serie Documentos de
que estaba al servicio de una estructura social estratificada que pretendía Trabajo. Buenos Aires: Autor.
retroalimentarse mediante un sistema educativo piramidal y trayectorias
educativas de desigual duración. CAPPELLACI, l.; MIRNADA, A. y SINISI, L. (colab.) (2007) . "La obligatoriedad
Esto no merece hoy nuestra nostalgia. Hemos transitado años de his- de la educación secundaria en Argentina. Deudas pendientes y nuevos
desafíos". En Documentos de la DINIECE. Serie La Educación en Debate.
toria y de exclusiones diversas; nos encontramos en condiciones de abo-
Documento N° 4. Buenos Aires: Ministerio de Educación, Ciencia y
gar por una sociedad ampliamente democrática y por un sistema educa- Tecnología. DINIECE.
tivo que brinde a cada ciudadano las mejores oportunidades para recibir
una educación de calidad, y abra horizontes de justicia e igualdad social. CARRANZA, A. (2003). "Política y reforma educativa: los sentidos posibles de
En este contexto, hoy los educadores nos encontramos interpelados, los cambios". En ÜRTEGA, F. y otros. La educación Hoy. Una incertidum-
desafiados por la posibilidad de establecer más y mejores lugares simbó-

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