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Participante: Arnoldo Rincón Castillo C.I.V.- 5.666.

392 Code Course:RCE-802

escueladedoctorado@gmail.com Profesor: Francis Espada Asignación: 03


Programa: Philosophy Doctor (Ph.D.) Concentration: Christian Education
Actividad: Análisis Efesios 4:11-16 A Distancia

Análisis

Efesios 4:11-16
TESIS (Proposición): Cuando el Maestro reconoce y entiende su llamado a
desarrollar su ministerio magisterial, revisa su llamado, se equipa, y se deja dirigir
por el Señor, indiscutiblemente desarrolla su servicio en pro del crecimiento del
Cuerpo de Cristo.

No se puede hablar de educación cristiana si nos distanciamos de la Iglesia de


Cristo como organismo vivo que está en crecimiento y desarrollo, siendo ésta una
de las diversas maneras de proveerlo. El Evangelio es un “Proceso Educativo”,
pero el Hombre lo ha ido convirtiendo en un “Proceso Religioso”. Jesús, el Raboni,
El Rabonai, dedicó su Ministerio Terrenal a la Enseñanza, y precisamente eso le
etiqueta como el Maestro de maestros. No obstante, es importante resaltar que
JESÚS desarrolló todos los cinco ministerios a que se refiere Efesios 4:11, y
ejemplo nos ha dejado con respecto a su finalidad, propósito, misión y visión.

Estos dones quíntuples de Jesús, como lo acotara el Lcdo, pastor y maestro


Leonel Gonzalez en una de sus intervenciones en la convocatoria DIA 2013, y
fuertemente reforzados por el Dr. Raúl Chávez y confirmado por los ponentes que
visitaban del extranjero, se refieren a una poderosa maquinaria o arsenal donde
cada uno tiene funciones diferentes pero que apuntan a una finalidad en común, y
es en aras de buscar la perfección. Efesios 4; 1, insta al maestro cristiano a
considerar con mucha seriedad y profunda reflexión sobre el ejercicio del loable
acto de enseñar. Este texto devela la esencia de un latente y antiquísimo
ministerio1 que ha estado opacado por diversas razones e intereses del imperio
religioso romano, dada su poderosa actividad que apunta a fortalecer un Cuerpo
que conforma en lo más profundo un verdadero Reino. Satanás es el primer
interesado en destruir, opacar y detener la obra de Dios a través de éste
ministerio. La enseñanza como herramienta del magisterio está presente en todos

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En está lista se pudiera incluir el Ministerio de apostol y profeta que también se han visto afectados, pero
que ha llegado el tiempo de ese despertar para cumplir con cabalidad la esencia de su constitución por el
mismo Dios en su manifestación en Carne.
los demás ministerios. El apostol debe hacer uso de ella, tan igual como el
evangelista o el profeta; y finalmente el pastor, pues imaginemos por un instante
una iglesia donde éste no lleve la enseñanza con evidencia de transformación y
cambios substanciales en el colectivo, seguramente es presa fácil de cualquier
maquinación o estrategia satánica para destruirla por falta de conocimiento. El
maestro cristiano debe olvidarse de los cargos a nivel eclesiástico-local y empezar
a reconocer su labor como un ministerio; en este mismo orden de ideas, las
organizaciones cristianas evangélicas debe empezar a deslastrar ese concepto
errado y desfosilizarse del mismo para empezar a dar apertura a los cinco
ministerios colocando gran énfasis en el magisterio cristiano.

La Biblia lo declara como un don, un regalo para la Iglesia (Romanos 12:4-7),


exige dedicación de quien goza de esta bendición pide que enseñe; cuestiona
además que no todos pueden ser maestros (1era Corintios 12;28-29) y en
consecuencia tiene gran importancia para la iglesia. Todo maestro cristiano tiene
un llamamiento que es santo, celestial e irrevocable. Depende de cada “creyente”
desarrollarlo o no. He ahí la importancia de reconocer cuándo se es llamado. El
Maestro Cristiano debe ser idóneo y sentir una “carga”, no como problema, sino
como “responsabilidad” hacia el colectivo de los Santos, cuyo centro de atención
debe ser la iglesia en general.

El genuino Maestro Cristiano es aquel quien ve en su labor un MINISTERIO, con


una concepción clara sobre su significado real: “una oportunidad para servir”, debe
existir una intencionalidad de “ser verdadero siervo” a otro(s), es realmente una
VOCACIÓN2.

Los parámetros para medir el nivel de enseñanza son las acciones en la práctica.
Debe existir el cambio, la transformación, la conversión en el oyente como
evidencia de que hubo aprendizajes. El maestro cristiano va más allá de la simple
transferencia de información; éste debe convertirse en un verdadero modelo para
sus oyentes.

El Maestro Cristiano tiene una visión y misión determinante en el proceso de


enseñanza-aprendizaje: más allá de ejercer su rol la misión y la visión es la de un
constructor, entre otras, del edificio de la fe cristiana. No todo creyente tiene este
llamado. Los Ministerios fueron organizados con una finalidad, hay una
intencionalidad en ellos. Los hombres los han tomado a lo mejor para escalafones

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Inclinación a cualquier estado, profesión o carrera. Es el descubrir que hay en nosotros capacidades,
intereses, potencialidades, recursos. Las universidades dan grados en educación, pero no hacen maestros.
El señor te ha “Constituido” maestro.

2
jerárquicos o llenar estructuras organizacionales, pero la Biblia nos devela su
intención real.

El verso 12, muestra que es con el propósito de perfeccionar a los santos para la
obra del ministerio; es preparar a esos miembros para que continúen la labor del
servicio, para que se cumpla en cada uno aquellas hermosas palabras: “De gracia
recibisteis, dad de gracia” (Mateo 10:8). Hay un fin y la educación cristiana bien
desarrollada con una filosofía ajustada a una sana teología, se convierte en el
medio a través del instrumento que es el ministerio magisterial. El fin último es
capacitar, preparar, perfeccionar, equipar, habilitar al pueblo de Dios para la obra
de servicio, y para edificar el cuerpo de Cristo en general.

Solo así, de este modo todos alcanzaremos algunos niveles necesarios para
ganar la buena batalla: Veamos:

• Llegaremos a la unidad de la fe.


• Llegaremos al conocimiento del Hijo de Dios. Conoceréis la Verdad y seréis
libres. El conocimiento hace libre al creyente.

Verso 13: Este conocimiento conduce, lleva al creyente a un nivel mayor:

• Madurez de varón perfecto, sinónimo de un estado de perfecta racionalidad


articulada a la fe en el Señor.
• Lograr la medida de la estatura de la plenitud de Cristo. Cuando me refiero
a la plenitud de Cristo no es otra cosa sino adquirir el carácter de Cristo, y
que mejor manera de lograrlo si no es tener de manera presente siervos y
siervas que desarrollen el magisterio cristiano acorde al modelo de Cristo.

Verso 14: Cuando se logra este nivel gracias a ser sujetos de trabajo permanente
por parte de Dios a través de los maestros, redundan los beneficios y las
bendiciones:

• Ya no seremos niños, que cambian de parecer, que ahorita piensan una


cosa y luego otra, fluctuando de acá para allá, zarandeados por toda ola o
viento de enseñanzas erradas y por la astucia y los artificios de quienes
emplean artimañas engañosas.

Verso 15: Sino que seremos:

• Un permanente Miembro en desarrollo hasta ser en todo como aquel que


es la cabeza, es decir, Cristo. Existirá un desarrollo holístico e integral.

La acción de la educación Cristiana permite todo este avance, y solo un


maestro legalmente constituido por el Señor y que viva bajo la cobertura

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suprema del espíritu santo como su máximo dosel, será verdaderamente el
detonante para el crecimiento de todo el Cuerpo, cuyo pegamento o aditivo
unificador es el AMOR, según la actividad propia de cada miembro. Tomando
en cuenta y valorizando las capacidades de cada uno, siendo todos
importantes y necesarios (1era de Corintios 12:22).

Verso 16: Sobre la base de lo planteado por el Señor a través del Apostol
Pablo, solo resta considerar que:

El desarrollo, ejercicio y activación del ministerio magisterial cristiano hace que


el cuerpo crezca para la edificación de sí mismo en amor. Vale decir, estos
textos reflejan y dejan claramente la evidencia de la importancia de la
educación Cristiana a través de los maestros como ministerio aprobado y
avalado por el Mismo Señor. No podemos divorciar o desligar este dúo de la
Iglesia y le Educación Cristiana. Le Educación Cristiana a la Iglesia es como el
cerebro a todos los miembros del cuerpo.

Cuando el maestro cristiano comprende estas verdades siente la tremenda


responsabilidad de su llamado. Los apóstoles como ministros, servidores del
Dios Altísimo comprendieron que como “maestros” o enseñadores de la
Palabra de Dios les era pertinente, apropiado y de gran beneficio dedicarse,
persistir, a dos actividades inherentes y de suma relevancia para el acto de
transferir a otros el conocimiento de la Verdad Divina. (Hechos 6:4).

La dedicación a…. significa desarrollar auto-disciplina ministerial, dar prioridad


a esa(s) actividad(es) a objeto de mejorar y subir de nivel para lograr la calidad,
la excelencia y finalmente lo Grandioso para el Señor. Cada maestro debe
cuestionarse sobre la base de la siguiente pregunta:

¿En que nivel quiero ubicar MI MINISTERIO MAGISTERIAL?


Regular
Bueno
Calidad
Excelente
Grandioso

Vale resaltar que el ministerio magisterial exige ocupación, eso implica


inversión de tiempo, entre otros aspectos. (1era Timoteo 4:13). Este desarrollo
ministerial bajo esta máxima llevará al maestro a ser como su “maestro”, eso
es un reto y exige dedicación. Lucas 6:40.

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