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EL TRABAJO DECENTE Y LA PROTECCIÓN SOCIAL

La noción de trabajo decente se presenta como democrática


e igualitaria. En el actual marco (globalizado) de no respeto por la legislación laboral y de
ampliación de la brecha entre ricos y pobres, el trabajo decente aparece como un
concepto que defiende los intereses de los trabajadores. Así explicado, claramente hay
que apoyar el Programa sobre Trabajo Decente. 

En primer lugar, veamos qué entiende la OIT por trabajo. En


su Constitución de 1919, la OIT promueve la adopción de un régimen de trabajo
realmente humano en todas las naciones. Pero, ¿qué implica esta noción?

TRABAJO DECENTE

El trabajo decente: ¿qué trabajo?, ¿qué decencia?

El trabajo decente es un concepto propuesto por


la Organización Internacional del Trabajo que establece las condiciones que debe reunir
una relación laboral para cumplir los estándares laborales internacionales, de manera que
el trabajo se realice en forma libre, igualitaria, segura y humanamente digna.

Por debajo de tales estándares, deben considerarse violados


los derechos humanos del trabajador afectado y que no existe trabajo libre, propiamente
dicho.

Se explica que el trabajo no debe considerarse como un


simple artículo de comercio, ya que el trabajo no es una mercancía. Sin embargo, no
puede negarse que el trabajo es algo que se vende y se compra, aunque los mecanismos
del mercado laboral están sujetos a fines más elevados. Entonces, el trabajo no sería
simplemente un artículo de comercio, una mercancía.

Pero si no es una mercancía, ¿qué es?

Ajustando un poco más las categorías, para la OIT, “todas


las formas de trabajo pueden ser fuentes de bienestar y de integración social si
están debidamente reglamentadas y organizadas”. Es decir que si no se puede evitar
que el trabajo sea convertido en una mercancía, entonces lo que sí se puede hacer es
poner límites a su nivel de mercantilización.
El objetivo de la regulación es “impedir la explotación”, concretamente
limitando las horas de trabajo y tomando medidas para proteger a quienes podrían
resultar más vulnerables. La explotación es entendida como el trabajo en condiciones
forzosas: se trata de un trabajo no-asalariado, trabajo en condiciones similares a la
esclavitud. La OIT propone la conversión de este trabajo forzoso en trabajo decente, y
que el trabajador tenga un mínimo poder económico, para dejar de estar dentro del área
de los “más explotados”. De este modo, la solución es la inclusión de estos trabajadores
en una economía monetaria, en la relación salarial.

Es así que el trabajo decente condensa los objetivos


históricos de la OIT: empleo y regulación del trabajo. El trabajo decente debe cumplir con
las siguientes características:

1) que pueda ser libremente escogido y que no haya discriminación en la


selección (sea por sexo, nacionalidad o raza);
2) que existan medidas de protección para la salud de los trabajadores;
3) que haya libertad de asociación y sindicalización así como libre acceso a la
negociación colectiva;
4) que exista un mínimo de seguridad social;
¿Qué implica que tal trabajo sea fuente de dignidad?

El trabajo decente tiene como fin la incorporación de las


masas de trabajadores precarios dentro del circuito del salario.

 LA PROTECCIÓN SOCIAL

Condiciones de trabajo y salud

Se entiende como condiciones de trabajo cualquier aspecto


del trabajo con posibles consecuencias negativas para la salud de los trabajadores,
incluyendo, además de los aspectos ambientales y los tecnológicos, las cuestiones de
organización y ordenación del trabajo.
Aunque tengamos en cuenta que la enfermedad no es algo
extraño a la condición humana, sino que forma parte de su naturaleza, al igual que la
salud, no es menos cierto que en el trabajo nos ponemos en relación con sustancias,
materiales y máquinas peligrosas, con exigencias físicas forzadas, con condiciones
ambientales y climáticas perjudiciales, etc. 
Es posible evitar la enfermedad y la muerte injustas, en el
sentido de evitables, de prematuras, y con estos adjetivos pueden calificarse la mayor
parte de los daños derivados del trabajo.

Legislación
Al respecto en nuestro país, la Ley de Prevención de
Riesgos Laborales (Ley de Riesgos de Trabajo Nº 24.557) define como condición de
trabajo:

"... cualquier característica del mismo que pueda tener una influencia significativa en la
generación de riesgos para la seguridad y la salud del trabajador".

Quedan específicamente incluidas en esta definición:


1. Las características generales de los locales, instalaciones, equipos, productos y
demás útiles existentes en el centro de trabajo.
2. La naturaleza de los agentes físicos, químicos y biológicos presentes en el
ambiente de trabajo y sus correspondientes intensidades, concentraciones o
niveles de presencia.
3. Los procedimientos para la utilización de los agentes citados anteriormente que
influyan en la generación de los riesgos mencionados.
4. Todas aquellas otras características del trabajo, incluidas las relativas a su
organización y ordenación, que influyan en la magnitud de los riesgos a que esté
expuesto el trabajador. 

También influye en la salud las condiciones de empleo, el


modo en que se presta el trabajo asalariado: los tipos de contratos, la jornada, el reparto
de género de las tareas, la doble jornada.... Todos estos aspectos tienen mucho que ver
con la calidad de vida y la salud. Cuando hablamos de salud laboral y, por lo tanto, de
salud en el trabajo, no nos podemos olvidar de todos estos temas.

ACTIVIDAD

1) ¿Qué es trabajo decente?


2) ¿Qué características debe cumplir el trabajo decente?
3) ¿Quién regula en nuestro país los riesgos de trabajo?
4) En tu trabajo, ¿a qué riesgo o enfermedad estás expuesto?
5) ¿Crees que en nuestro colegio estás expuesto a riesgos o enfermedades? ¿Por qué?

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